Escuela de Feng shui tradicional – Carlos Sosa

Como prepararse para entrar en el cambio evolutivo

Cuando analizamos el camino de la espiritualidad, la mística o las técnicas de transformación

chamánica, no tenemos que olvidar que el origen y la esencia de cada disciplina se inspira en
la contemplación y observación de la naturaleza. La manera con la que se desenvuelve la
naturaleza está directamente vinculada a la relación con la que cuidamos nuestros cuerpos.

En muchas tradiciones, y en concreto en una de ellas, el Taoísmo, la naturaleza es

considerada la madre de todas las cosas, un ejemplo de perfección en su equilibrio dinámico
de las fuerzas en conflicto.

El cuerpo humano, por ejemplo es un claro espejo del macrocosmos, es el microcosmos de la

perfección de el Tao, es un conjunto de energías que se mueven a lo largo de un camino
definido. Estas energías están directamente relacionadas con la energía cósmica: el aire, la
tierra, el agua, el fuego, y el metal.

La medicina occidental nació de la práctica de la precisión a la hora de diseccionar cadáveres,

para posteriormente dividir en partes el cuerpo y, a continuación, recomponer cada parte y
reconstruir el todo.

La idea que tenían en el noreste de Inglaterra sobre el cuerpo humano, es que es un

maravilloso mecanismo en perpetuo cambio. Cada parte del todo en el cuerpo presenta una
circulación energética, una alteración en una parte sólo puede conducir al desequilibrio y a la
aparición de enfermedades de diversa índole.

Lo que encontramos en Oriente, es la proliferación de varias disciplina y artes más o menos

esotéricas, cuyo propósito era hacer nuestro organismo más adecuado para acomodar el
“alma”, porque es posible, su plena y completa manifestación en esta dimensión. El desarrollo
de una equilibrada conciencia esta íntimamente relacionada con el equilibrio de nuestro cuerpo.

Nuestro cuerpo es en este mundo y dimensión, la única herramienta que tenemos, la creencia
en la existencia del alma o del espíritu llevó a la búsqueda de la perfección de los fluidos
corporales, para a través del manto corpóreo conseguir la transmutación y fusión con el espíritu
o alma y así vivir eternamente; esto llevó a los alquimistas taoístas a la continua búsqueda del
elixir de la vida.

En algunas tradiciones cristianas, sin embargo, la naturaleza,  el “alma” y con ella el cuerpo, a
menudo ha sido considerado como algo separado, como algo que nunca se puede llegar a
fusionar, llegando incluso a pensar, erróneamente, que la mejor vía para conseguir llegar a la
perfección era mortificando el cuerpo para destruir las pasiones y así conseguir la elevación. La
mortificación conduce al dolor, a la tumefacción de la zona dañada y por tanto al desequilibrio.

Este punto de vista de la separación de cuerpo y alma tiene consecuencias, y en la actualidad,

como hemos visto en el artículo titulado “Los ciclos naturales de la Tierra están
desincronizados” con respecto a la Tierra tienen consecuencias serias, es como separar las
leyes de la Madre Tierra, forzándola, mal tratando y alterando su entorno; lo mismo nos pasa a
nosotros si desligamos este cuerpo en el que vivimos de nuestra alma, ambos funcionan
desincronizados. Por otro lado las normas vitales alienantes, no reflejan nuestra verdadera
esencia es mas, tienden a apartarnos de ella, de ahí los problemas que padecemos.

Me refiero principalmente a la evolución en el tiempo de la evolución antropocéntrica, por la que

el ser humano, libre superior, se ha distanciado de todas las cosas que recuerda a su
naturaleza animal original. Este cambio no ha ocurrido por casualidad, el conocimiento que se
nos ha dado debería de haber sido empleado para conseguir la interrelación entre el cuerpo y
el alma pero un grupo elitista recondujo el rebaño por el camino equivocado, desligando el
cuerpo y el alma, bloqueando cualquier conocimiento que pudiera llegar a ayudar a la evolución
personal y reforzando la idea de que alma y cuerpo no pueden nunca estar ligada. Esta ha sido

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la idea central de la mayoría de las religiones, la finalidad someter a la humanidad, anclarla en

la debilidad.

¿Es que acaso no se sienten separados del mundo debido a nuestra actitud violenta hacia
todas las demás criaturas? ¿No es nuestra arrogante postura de sentirnos superiores la que
condujo a la explotación indiscriminada de todos los recursos a costa de todos los demás
habitantes de la tierra?

Aunque ustedes pudieran caminar por el agua ¿Creen que están haciendo algo fuera de lo
corriente que no se encuentre ya en la naturaleza? Un tronco flota.

Aunque ustedes pudieran volar ¿Creen que están haciendo algo fuera de las leyes físicas? Una
mosca lo hace.

¿Y conquistar su corazón? si lo hace … si conquista su propio corazón, tenga por seguro que
será alguien. Ahí es donde está la clave.

Lo que los místicos de todos los tiempos siempre han dicho es que todo está conectado. No
existe separación entre nosotros y lo que, aparentemente, está fuera. Todo lo que hacemos a
los demás nos lo hacemos a nosotros mismos. Existe una dualidad, existe un blanco y un
negro, pero todo es parte de una corriente que no tiene solución de continuidad. Los modernos
descubrimientos de la física cuántica y los campos morfogenéticos nos acercan más a estas
antiguas intuiciones. Caminar sobre las agua, de hecho, no es algo que nos preocupe.

Lo que esperamos en un futuro próximo es la toma de conciencia por parte de todos, de que si
queremos cambiar el mundo y hacerlo un lugar habitable para nuestros hijos, debemos poner
fin a nuestra presente actitud, arraigada y perniciosa, al abuso de poder, y el retorno al
equilibrio. En otras palabras, o miramos en nuestro corazón y reconducimos nuestro camino o
prepárense para su extinción.

Creo que es en este camino de sensibilización, el que tiene por objeto la búsqueda de
respuestas dentro de nosotros, es muy útil el conocimiento de la filosofía taoísta, que siempre
nos dice lo importante que es seguir las leyes naturales. Creo que es importante,
especialmente para nosotros los países occidentales, a la hora de recuperar la perdida
conexión con la naturaleza, a la que pertenecemos y así recuperar el equilibrio que debe
mantenerse a toda costa. Y esto también requiere un sobre esfuerzo en prestar mayor atención
a nuestro cuerpo, nuestras emociones, y nuestros recuerdos.

Nos preocupamos de nuestro coche cuando escuchamos un sonido que nos hace sospechar
una avería, y por contra aún escuchando las quejas de la Madre Tierra, le hacemos oídos
sordos, como si no le pasara nada. ¿Es que no tienen ojos para ver? ¿Es que acaso no tienen
corazón para sentir?, nuestro planeta se muere.

Las religiones del mundo occidental en general, han ocultado y censurado lo que no les ha
interesado. Sin embargo, no pueden impedir que usted se cultive y crezca por sí mismo, ¿Por
qué sigue en ese caso su pauta?. Ahora más que nunca es necesario un regreso a una vida
más humana. No sólo para hacer frente a la crisis energética, sino también para prepararse
para el gran salto evolutivo del que muy pronto será testigo la humanidad.

http://escuadrondelaverdad.wordpress.com/2009/08/05/como-prepararse-para-entrar-en-el-cambio-evolutivo/

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