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CAPITULO I: ASPECTO GEOGRAFICO DE LOS ANDES CENTRALES

1.1. Los andes centrales: describir lo que esta en el libro……

1.2. Las regiones geográficas


Las ocho regiones naturales del Perú 

Las ocho regiones naturales del Perú es una tesis del geógrafo peruano Javier Pulgar
Vidal formulada en 1938, dicho autor busca hacer una división sistemática del Perú
en regiones naturales de acuerdo a pisos altitudinales, flora y fauna. Las indicaciones
altitudinales cambian levemente entre las diferentes ediciones de su obra, y deben ser
entendidos como orientación. Estas regiones naturales son Costa o Chala, Yunga, Quechua,
Suni, Puna, Janca o Cordillera, Selva alta o Rupa rupa y Selva baja o Omagua.

Las ocho regiones naturales del Perú. Fuente: PROMPERÚ.

11 ecorregiones

Especialista en biogeografía, hizo tal planteamiento basado en sus


observaciones a factores ecológicos como el clima, hidrografía, flora, fauna y
las regiones geográficas.

La importancia de su propuesta radica en la posibilidad de plantear estrategias


de desarrollo y sostenibilidad a partir de una clasificación detallada.

El mar tropical, el mar frio, el desierto del pacífico, el bosque seco ecuatorial, el
bosque tropical del pacífico, la serranía esteparia, la puna, el páramo, la selva
alta, la selva baja y la sabana de palmeras son las 11 ecorregiones
identificadas por Brack.
CAPITULO I: CUADRO CRONOLOGICO DE LOS ANDES CENTRALES

En los andes centrales ha existido varias propuestas de esquema cronológico desde diferentes
puntos de vista y enfoque. A continuación, se explica las principales propuestas.

2.1. Cronología Económico Social


Luis Guillermo Lumbreras, es un arqueólogo peruano, de muy reconocida
trayectoria, formuló su esquema cultural tomando como base el
criterio económico social y dentro de las generalidades de su esquema, se
reconoce tres divisiones; Recolectores, Agricultores Aldeanos e Industriales
Urbanos.

En lo que respecta a las sociedades de Recolectores, identificadas como las


más antiguas, tienen dos períodos que el autor denominó Lítico y Arcaico.
Terminología que fue propuesta por Gordon R. Willey y P. Philips, para las
culturas de Cazadores Recolectores y Horticultores; ambas conocidas con la
denominación de Precerámico.

Significativamente en las sociedades Agrícolas Aldeanas, se reconocen


también dos períodos llamados Formativo y Desarrollos Regionales, que se
diferencian por el grado de afianzamiento en la economía agrícola, teniendo
más auge en este último campo.

En cuanto a las sociedades Industriales Urbanas se presentan tres períodos


denominados: Viejo Imperio Wari, Estados Regionales e Imperio Tawantinsuyo,
centrado en función de las características económico sociales, que cada una
de ellas presentaba.

El esquema no debe ser tomado dentro de una rígida estructura inamovible,


entendiéndose que las variaciones y el paso de una etapa a otra no se dan
radicalmente, sino dentro del contexto progresivo de cambios sucesivos dentro
de la dialéctica social andina.
2.2. La cronología de Estilos y Formas

John H. Rowe propuso una " Columna cronológica" la cual estaba constituida
en la "Secuencia maestra" que el y sus discípulos emplearon en el Valle de Ica
el cual está ubicado en la parte sur de Perú.

Su columna cronológica estaba basada en los cambios de estilos cerámicos.


Anteriormente Kroeber por los años de 1942 divulgaba los conceptos
de Horizonte estilístico o estilo de Horizonte su concepción intuitiva estaba
cimentada en observaciones hechas en colecciones museológicas de
acorde al lugar y tipo de manera que diferencio los estilos alfareros entre ellos
el Pretiahuanaco, Tiahuanaco, Postiahuanaco, Preinca e Inca no como
estilos, sino como períodos temporales permitiéndose usar los términos;
Temprano, Medio, Tardío.

Horizonte se comprendía a un conjunto de elementos estilísticos que se


dispersaron unitariamente en una extensa área, estos estilos horizontales
adquieren validez desde el momento que sirvieron para fijar una posición
cronológica, aunque no era un concepto novedoso Uhle lo introdujo por 1902
al tratar los estilos Tiahuanaco e Inca. Tello sólo lo usó al definir el estilo
Chavín y Muelle lo había redefinido en más de una ocasión (1952-1958).

              En 1962 John H. Rowe, precisó y definió el esquema en término de


cronología por tanto los Períodos y Horizontes en este sistema significan sólo
              épocas de "tiempo relativo" o mejor dicho acontecimientos que son
contemporáneos antes o después en relación del uno al otro, sin indicación de
              su duración en años o de las fechas absolutas de nuestro calendario
(Menzel 1968).

              La sucesión cronológica de estilos y culturas sirve para comparar


cuestiones de contemporaneidad; la designación "Período Intermedio"
(Temprano
              y Tardío), se refiere a que estos se encuentran en el Horizonte
Temprano y Medio, y Medio y Tardío respectivamente.
              En los Períodos Intermedios e Inicial, se encuentran más
diversificaciones regionales que durante los horizontes.

 HORIZONTE: Son aquellas etapas en las que la cultura  se desarrollo


y ejercio influencia sobre un territorio que tan extenso que abarco un
ambito "panperuano".
 INTERMEDIO: Son etapas que estan entre dos horizontes
2.3.

CAPITULO II: SECUENCIA CULTURAL DE LOS ANDES CENTRALES

3.1. PERIODO LÍTICO

Se denomina Periodo Lítico al espacio histórico peruano comprendido entre los 20


000 a 6 000 a.C., aproximadamente; es decir, desde la llegada de los primeros
habitantes hasta los inicios de la horticultura.
Durante este periodo el hombre peruano se caracterizó por ser transhumante y así
fue ocupando distintos medios geográficos, especialmente en las punas o mesetas
altoandinas, en el litoral, y los desiertos costeños. Estos grupos transhumantaes
habitaron en cuevas, abrigos rocosos, campamentos al aire libre.

Su incipiente economía de subsistencia se basó en la caza de animales salvajes y la


recolección de frutos, semillas, hojas, raíces, tallos, crustáceos, mariscos, algas,
entre otras que el medio geográfico les proveía. Para las actividades de caza y
recolección estaban organizados en pequeños grupos conocidos como bandas. Para
efectuar la caza y la recolección emplearon instrumentos fabricados especialmente
de piedra en los que destacaron: las hachas de mano, cuchillos, raspadores, puntas de
proyectiles entre otros.

Los restos arqueológicos más antiguos de la historia peruana son los siguientes:

EL HOMBRE DE PACCAICASA
En la aldea de Paccaicasa (Ayacucho) están las cuevas de Piquimachay,
Jayguamachay y Rosamachay a una altura de 2 740 metros sobre el nivel de mar.
El arqueólogo norteamericano Richard Mac Neish halló en 1969 las huellas de
ocupación humana más antigua en el actual territorio peruano. Datan de
aproximadamente 20 000 a.C.
El hallazgo consistió en instrumentos líticos junto a restos óseos. Habían también
raspadores, machacadores y buriles de piedra muy toscos, hechos a golpes o
percusión, al lado de huesos animales giagntes como el megaterio (semejante a un
perezoso gigante), el esmilodonte (semejante al tigre dientes de sable) y
mastodontes.
Falta colocar el hombre de guitarrero:

EL HOMBRE DE CHIVATEROS
Chivateros es una zona ubicada en las cercanías de la desembocadura del río
Chillón. Allí el arqueólogo norteamericano Edward Lanning en 1963 encontro
vestigios humanos de una antigüedad de 12 000 años.

EL HOMBRE DE TOQUEPALA
En la cueva del diablo a 2700 metros sobre el nivel del mar en Toquepala
(Moquegua), se encuentra este importante yacimiento arqueológico. Sus restos
fueron encontrados en 1960 por Miomir Bojovich y Emilio Gonzales, estos restos
tienen una antigüedad de 9500 años.
Lo más notable de este descubrimiento son las pinturas rupestres estudiadas por el
arqueólogo Jorge C. Muelle. Para plasmar su arte, utilizó los colores rojo, blanco,
amarillo y negro.
La escena que representa se refiere a la caza de guanacos. En ella los hombres
aparecen desnudos, enmascarados y armados con garrotes.
EL HOMBRE DE LAURICOCHA
En los hallazgos arqueológicos anteriores no se encontraron restos humanos
directos. Lauricocha es el primer hallazgo de restos humanos directos.
Lauricocha se encuentra a más de 4 000 metros del nivel del mar, en la provincia de
Dos de Mayo en Huanuco.
El ingeniero Augusto Cardich, entre 1958 y 1959, halló los primeros restos humanos
los cuales tenían una antigüedad de 9 525 años.
En estas cuevas se encontraron 11 esqueletos humanos junto a cenizas, restos de
alimentos, utensilios de piedra y huesos de cérvidos y camélidos. Uno de estos
esqueletos fue inhumado en forma ritual. Llevaba ajuares funerarias, cuentas de
collares de huesos, conchas y turquesas.

3.2. PERIODO ARCAICO

El Periodo arcaico se inicia al terminar el periodo de transhumancia,


aproximadamente en el año 6 000 a.C. hacen su aparición en el escenario peruano
los primeros horticultores seminómades y al promediar el año 5 000 a.C. se fue
haciendo sedentario.
Los habitantes de los valles costeño y serrano adoptaron la agricultura en forma
incipiente, los habitantes de las estepas alto andinas domesticaron los auquénidos;
entre tanto los costeños adoptaron la vida mixta de pescadores y agricultores.
La vida se hizo más estable, aparecieron las primeras aldeas en las llanuras o en los
valles, cerca de los campos de cultivo o en las playas ricas en marisco. Las
estructuras más antiguas aparecen desde los 4 000 a.C. como chozas de material
vegetal (Chilca en Lima) o construcciones de piedra y barro (Kotosh en Huanuco).
El tejido del periodo arcaico fue otra técnica incorporada durante este periodo.
Aparecieron primero como cordeles, sogas y redes, posteriormente se hicieron
lienzos. Hacia el año 4 000 a.C. se generalizó su uso, aunque con técnicas
rudimentarias.
Al promediar el año 2 000 a.C., la agricultura había avanzado notablemente. A los
productos tradicionales como el pallar, frejoles, calabazas, algodón, papas y
ollucos, entre otros, se sumaron nuevos alimentos como el maíz. Las aldeas
crecieron significativamente y apareció la ceramica inicial. Concluía el periodo
arcaico y se iniciaba otro periodo más avanzado.
Las actividades económicas que se descubren y que van a revolucionar la vida de los
pobladores de este período son la agricultura y la ganadería. ¿Cómo se produjo
esto?.

Los seres humanos requerían de más alimentos para satisfacer a una creciente
población; este hecho se agudizó hacia más o menos los 4 000 años a. de C. al
cambiar notablemente el clima afectando a plantas y animales.
Poco a poco los seres humanos fueron conociendo el ciclo de reproducción de
las plantas y, respecto a los animales, realizando una caza selectiva hasta que
lograron domesticar algunos.
Fue de esta manera y en un largo proceso como se va a producir el descubrimiento
de la agricultura y la ganadería. El hombre de consumidor se convierte en productor
de alimentos; lentamente va dominando a la naturaleza y la obliga a producir en su
provecho.
Entre las plantas que va experimentando su cultivo tenemos la quinua, la
calabaza, el zapallo, los pallares y frijoles. Lógicamente, esta agricultura
incipiente se dio en forma rudimentaria. En cuanto a los animales empieza
domesticando al cuy y la llama. La práctica de estas actividades supone la
utilización de nuevas técnicas y herramientas, lo que va a motivar un nuevo
desarrollo cultural del hombre andino.

RESTOS ARQUEOLÓGICOS DEL PERIODO


ARCAICO
CARAL
En la costa norte peruana floreció una civilización conocida como Caral. Se trata de
la más antigua de América, pues su aparición se calcula entre los años 3000 y 2000
a.C., casi en simultáneo con las de mesopotamia, Egipto, India y China.

KOTOSH
Localizado en Huánuco, cerca del río Mito a 3 km al oeste de su capital. Fue
descubierto en 1935 por Julio C. Tello.
En 1960, Seichi Yzumi, arqueólogo japonés, excavó en el lugar, encontrando el
templo denominado de las Manos Cruzadas, el cual fue edificado hace 4 mil años.
Este es el primer templo en el Perú y América. Las manos están hechas de
terracota.
EL PARAISO
Situado en el valle del Chillón en las cercanías de Lima. Fue descubierto por el
francés Federico Engel. Su antigüedad es de 3 500 a.C. Tiene la forma de un edificio
piramidal en forma de “U”.

LAS HALDAS
Se encuentra en el valle de Casma (Ancash). Es un gran monumento el cual cuenta
con 6 plataformas de terrazas de 45 metros de altura.
Sus habitantes que deformaban cráneos y limaban los dientes, se alimentaban de
mariscos y productos agrícolas.
SECHÍN ALTO
Situado en Casma, Ancash. Fue descubierto por Julio C. Tello en 1937 y Arturo
Jimenez Borja en 1969.
Es un santuario de piedra y barro en cuyas paredes se observa personajes humanos
en diferentes actitudes que sugieren figuras guerreras.
Algunas piedras exhiben la representación de cabezas trofeo o partes seccionadas
del cuerpo, lo que hace pensar en sacrificos humanos.
CHILCA
Situado en los ríos Lurín y Mala en Lima. Sus pobladores fueron agricultores
incipientes, que vivían en chozas cónicas construidas con troncos y ramas de sauce o
de terrones y piedras.

HUACA PRIETA
Este pueblo se localiza a las orillas del río Chicama, al norte de Trujillo. Allí el
arqueólogo norteamericano Junius Bird descubrió un complejo cultural de una
antigüedad de 4 000 años. Desde entonces el periodo pre-ceramico fue admitido
científicamente como unos de los periodos de la historia del Perú.
Los habitantes vivían en pequeñas casas subterráneas construidas de piedra y barro
cuyos techos eran de madera y huesos de ballena.
En sus tejidos de algodón se encuentran el diseño del primer cóndor andino. En las
calabazas muy comúnmente usadas como recipientes y vasos, decoraron el mate de
Huaca Prieta, semejantes a los mates de Valdivia (Ecuador).

3.3. PERIODO FORMATIVO


3.4. PERIODO DE DESARROLLOS REGIONAL

En este periodo destaca las culturas Recuay, Cajamarca, moche, lima, nazca, Huarpa y
Tiahuanaco.

Se caracteriza por la aparición de asentamientos denominados centros urbanos, con el manejo


de la agricultura, ganadería, el comercio, especialización artesanal de producción de textiles,
cerámica y metales.

La cultura recuay.

“Los asentamientos Recuay ocuparon preferentemente las cimas de promontorios rocosos y


montañas” (Gamboa, 2009, p. 5). Las paredes consisten en alineaciones de grandes bloques o
piedras parcialmente clavadas en el suelo, conocidas como huancas, mientras que las junturas
o intersticios fueron rellenados con piedras pequeñas, usualmente planas, conocidas como
pachillas. Los bloque están unidos con mortero de barro y arena” (Ibarra, 2004, p.6).

“Las viviendas de los recuay fueron erigidas con piedras parcialmente labradas y con relleno de
tierra; se distribuían de uno a cuatro cuartos interconectados, alrededor de un patio. También
hubo casas subterráneas, compuestas de un patio y un ambiente central multiusos, es decir,
que funcionaba como cocina, sala y dormitorio a la vez” (S.A., S.A., p.4).

Estilo Huarás (200 a.C. – 250 d.C.)

La mayoría de los arqueólogos están de acuerdo que la cerámica de tipo Huarás (o Huaraz)
blanco-sobre-rojo ocurre antes de materiales Recuay (Bennett, 1944; Grieder, 1978;
Lumbreras, 1970, 1974) o forma parte temprana de una secuencia general recuay, cuyo inicio
empezó a fines del Horizonte Temprano (Lanning, 1965; Gambini, 1984).

Se considera Huarás como componente temprano de la tradición Recuay a través de su


cultura. Las preferencias de alfareros Huarás por cuencos abiertos y jarras pequeñas, engobes
de color rojo, y decoración en líneas verticales y horizontales (en los exteriores de bordes) se
mantienen en el período Recuay. Otros elementos culturales, como prácticas funerarias,
iconografía en litoescultura, y mampostería, también muestran afinidades con Recuay
(Bennett, 1944: 36 -50; Lanning, 1965:140; Lumbreras, 1970: 69-74).

Hay diez fechados radiocarbónicos encontrados con asociaciones de cerámica blanco-sobre-


rojo.

Estilo Recuay (250 – 650 d.C.)

Se define la cerámica Recuay «clásica» por un repertorio de atributos diagnósticos: de pasta


fina y delgada, el uso de arcilla blanca (kaolinita), pintura bi-croma y tri-croma, decoración
negativa, diseños escultóricos, formas distintas y un grupo de motivos característicos (Eisleb,
1987; Grieder, 1978; Makowski y Rucabado, 2001; Reichert, 1977; Smith, 1978).

 
 

Investigaciones en el sitio de Balcón de Judas recuperaron cantidades de alfarería de kaolinita


del estilo Recuay, con pintura monocroma y polícroma en líneas sobre los bordes exteriores
(Wegner, 1981).

El sitio Chinchawas, ubicado al oeste de Huaraz, se encontró cerámica muy similar a los
materiales de Katak y Balcón de Judas (Lau, 2001a). La cerámica llamada «Kayán», pertenece a
una ocupación local recuay.

Estilo Recuay Tardío (600 – 700 d.C.)

A fines del siglo VI d.C, la cerámica kaolinita y de pasta fina desapareció dando lugar a la
proliferación de una alfarería más rústica. Se caracteriza por su poca calidad y decoración local.

Se conoce como «Chinchawasi 1 Ware A» en el sitio de Chinchawas (Lau, 2001a: 187-196). En


Pashash, un estilo asociado, llamado «Usú», se manifiesta en la secuencia local (Grieder, 1978:
70). En la zona de la Mina Pierina, existen algunos ejemplos en las fases Cotojirca III y IV
(Ponte,1999). Ejemplos de vasijas asociados al estilo Recuay Tardío ocurren en Chacas; en la
zona de Conchucos (Wegner, 2000: 16) y quizás en Katak (Eisleb, 1987). También tiene
semejanzas en la cerámica de estilo «Callejón» identificada en el valle del río Mosna
(Lumbreras, 1970: 67).

• La alfarería de Recuay Tardío utiliza pastas más toscas, de color beige o rojizo y
manifiesta la desaparición general de la kaolinita.

• El uso de decoración escultórica y pintura en negativo no es tan común como antes.

• La decoración pintada no es tan fina: las líneas son más anchas, con menos detalle y
frecuentemente, se usa sólo el color rojo.

• Normalmente, los alfareros pintaban en los exteriores de cuencos y jarras.

• Los diseños comunes son variaciones del repertorio Recuay: meandros horizontales,
líneas paralelas verticales u horizontales y motivos básicos geométricos (rectángulos,
triángulos, y círculos). En suma, se puede considerar estos rasgos como componentes
tardíos de la tradición Recuay.

• Estilos de Influencia Wari Temprano (700 – 850 d.C.)

• Durante el desarrollo final de Recuay, influencias culturales extranjeras se hicieron


presentes, en particular de la zona de la Sierra Central de Ayacucho.

• Las fechas indican que la irrupción Wari ocurrió a inicios del siglo VIII d.C. y estimuló
varios proyectos arquitectónicos en el Callejón de Huaylas, mejor conocidos como
estructuras en forma «D» y los recintos tipo «patio-groups» (Isbell, 1989; 1991).

•  

• Básicamente, la manera principal de fabricación y decoración sigue siendo la pintura


roja oscura sobre engobe de color crema o beige.
• Sin embargo, hay nuevos patrones en la popularidad de formas de vasijas. También, la
cerámica se caracteriza por una pasta de un rojo intenso (color ladrillo), decayendo
totalmente la preferencia (o acceso) a arcillas finas y blanquecinas, tipificada por la
kaolinita.

• Los alfareros de esta época prefirieron pintar los diseños en el interior de los cuencos
(en la anterior, prefirieron pintar en los bordes externos).

• Materiales importados incluyen Chakipampa B y los estilos Cajamarca.

Dentro de las características más notorias de las formas de entierro de la cultura Recuay son:

 Entierros múltiples en cámaras (cistas)

 Galerías subterráneas

• han sido elaboradas en depresiones naturales o fracturas de la roca madre. Muchos de


los sellos de estas tumbas tenían la capacidad de ser removibles, lo que nos hace
pensar en una reiterada reapertura y manipulación con fines ceremoniales”.

• encontramos otro tipo de entierro como las chulpas, que muestran ser más tardías
debido a la superposición en el mismo espacio ceremonial.

Los recuay son reconocidos por sus trabajos escultóricos realizados en piedra (litoescultura).
• Estas esculturas consisten en lajas de piedra labrada, en forma de prisma o estatuaria,
que se tallaba en alto o bajo relieve o por incisión en la piedra. Representaron
guerreros, felinos y serpientes, cabezas humanas, caras y cabezas trofeo, maquetas y
copas con pedestal, etc.

• De otro lado destacan los célebres monolitos Recuay, bloques de piedra de forma casi
cilíndrica, esculpidos aparentemente para representar a guerreros de rango elevado.

La cultura moche

La arquitectura Moche se divide en mayor y menor. (Guevara, 2013 )

La arquitectura menor: abarca las casas del pueblo o de la clase dominada.

De esta última clasificación hay tres grandes grupos: las casas de los agricultores (sencillas
hechas de quincha de una sola habitación y puerta), las casas de los agricultores de algodón
(casas más elaboradas, tenían patio externo y fuentes de ventilación), y casas de los artesanos
(que funcionaban casi como talleres alfareros o metalurgos).

La arquitectura mayor:

La arquitectura mayor abarca tres grandes grupos: palacios (donde vivían los soberanos y
sacerdotes con habitaciones y decoraciones sofisticadas), templos (donde residían los
sacerdotes y los miembros del ámbito religioso) y las fortalezas (donde vivían los militares).
Desde luego que tenía una tendencia ceremonial, política y administrativa.

Las huellas arquitectónicas de los Moche se registran en un total de 14 valles; sin embargo,
solo 7 de ellos son los que tienen las obras de mayor envergadura.

Cerámica moche
3.5. PERIODO DE IMPERIO WARI

3.6. PERIODO DE REYNOS CONFEDERADOS

3.7. PERIODO DE IMPERIO INCA

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