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La argumentación jurídica tiene como objetivos justificar la posición sobre una cuestión jurídica, lograr la persuasión del auditorio al que va dirigido el argumento, y establecer una racionalidad práctica para las decisiones jurídicas. Sus fines incluyen controlar la racionalidad de las decisiones para evitar la arbitrariedad, motivar las decisiones jurídicas, y refutar los argumentos contrarios. La argumentación jurídica es esencial para abogados, fiscales y jueces para convencer a los juzgadores de diferentes
Descrizione originale:
Titolo originale
4 Cual es la finalidad y quienes deben realizar la argumentación jurídica
La argumentación jurídica tiene como objetivos justificar la posición sobre una cuestión jurídica, lograr la persuasión del auditorio al que va dirigido el argumento, y establecer una racionalidad práctica para las decisiones jurídicas. Sus fines incluyen controlar la racionalidad de las decisiones para evitar la arbitrariedad, motivar las decisiones jurídicas, y refutar los argumentos contrarios. La argumentación jurídica es esencial para abogados, fiscales y jueces para convencer a los juzgadores de diferentes
La argumentación jurídica tiene como objetivos justificar la posición sobre una cuestión jurídica, lograr la persuasión del auditorio al que va dirigido el argumento, y establecer una racionalidad práctica para las decisiones jurídicas. Sus fines incluyen controlar la racionalidad de las decisiones para evitar la arbitrariedad, motivar las decisiones jurídicas, y refutar los argumentos contrarios. La argumentación jurídica es esencial para abogados, fiscales y jueces para convencer a los juzgadores de diferentes
Cual es la finalidad y quienes deben realizar la argumentación jurídica.
La argumentación jurídica, tiene los siguientes fines:
La justificación de la propia posición sobre la cuestión jurídica planteada, es
decir, se deberá justificar con razones aceptables y convincentes por qué se asume una postura. El objeto y función de la argumentación jurídica es dar respuesta a uno de los problemas centrales de la aplicación del derecho: como justificar la elección entre las alternativas jurídicamente justas, correctas, ciertas y válidas, entre otras, a través de criterios de racionalidad y de razonabilidad. Lograr la persuasión y el convencimiento del auditorio a quien va dirigido el argumento, que pueden ser las partes en un juicio, la autoridad jurisdiccional ya de primera o segunda instancia, los destinatarios de una nueva ley, el público en un evento académico, o el contrincante en un debate jurídico. Establecer posibilidades de una racionalidad práctica diferenciada de la teórica, es decir, aquella racionalidad que se da en un contexto específico como sería la racionalidad de una decisión judicial. Controlar la racionalidad de una decisión jurídica, para que no sea arbitraria y sin justificación adecuada y suficiente. Motivar una decisión jurídica, entendida la motivación como aquella justificación que supone dar razones adecuadas y suficientes que garanticen el cumplimiento de la garantía constitucional de fundamentación y motivación. Justificar externamente una decisión jurídica, y no sólo internamente, esto es, se deberá justificar el porqué de la elección de las premisas y no sólo su corrección lógica como silogismo o deducción. Cómo refutar y contradecir los argumentos y pretensiones del abogado contrario y además también refutar los fundamentos y motivaciones de las autoridades en las sentencias.
En síntesis, podemos decir que los fines de la argumentación jurídica sirven para realizar un análisis conceptual que permite clarificar el lenguaje empleado en la argumentación.
La argumentación jurídica se usa para convencer a los juzgadores de las distintas
teorías de un caso. Por este motivo, la argumentación se convierte en un valor imprescindible en un abogado exitoso, también en un fiscal y, también, en los jueces que deben justificar sus sentencias a través de una argumentación técnica y comprendida por el espectro jurídico. Entonces la argumentación jurídica es un concepto teórico-práctico, que debería ser dominado por todos los actores inmersos en este ámbito.