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La interpretación de Bohm

Una visión realista de la Mecanica Cuántica


Sergio Palomo Nevado
*

Curso 2009-10

* En LAT X
E

1
Índice
1. Las dicultades interpretativas de la Mecánica Cuántica 3
1.1. La interpretación de Copenhague . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. El Teorema de Einstein-Podolsky-Rosen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.3. Los teoremas de imposibilidad de Variables Ocultas . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.4. Las desigualdades de Bell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

2. La interpretación de Bohm 6
2.1. Justicación de la Mecánica Bohmiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.1.1. Introducción de variables ocultas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.1.2. Falta de unicidad en el formalismo matemático . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.1.3. Falsabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.1.4. Compatibilidad con la Mecanica Cuántica . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2.1.5. Razones adicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2. Mecánica Bohmiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2.1. Precedentes historicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2.2. Postulados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
2.2.3. Fundamentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
2.2.4. Sobre el potencial cuántico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
2.2.5. El problema de la medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
2.2.6. Postura losóca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2.7. Teorias bohmianas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.3. Críticas a la interpretación de Bohm . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

3. Apéndice 13
3.1. El experimento de la doble rendija . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

4. Referencias 15

2
1. Las dicultades interpretativas de la Mecánica Cuántica
1.1. La interpretación de Copenhague
La Mecánica Cuántica (MC) presenta un formalismo matemático capaz de realizar predic-
ciones sobre los experimentos con una exactitud y precisión sin precedentes, permaneciendo
incólume después de más de setenta años desde su aparición. Es por ello que se ha convertido en
la teoría cientíca con más éxito de toda la historia.
Sin embargo, desde sus comienzos, la MC también ha presentado problemas conceptuales
en su interpretación. Si bien se logró hacer uso de un formalismo común para la teoría, las
discrepancias sobre la interpretación del mismo, en general, fueron insalvables. Muestra de ello son
los enfrentamientos protagonizados por Schrödinger y Bohr, Schrödinger y Heisenberg, Einstein
y Bohr o Heisenberg y Bohr.
Mientras que de un lado Bohr y Heisenberg apostaban por una nueva concepción de la
realidad física, cada uno con sus propios matices, por el otro, Schrödinger y Einstein se negaron
de plano las consecuencias epistemológicas que se desprendían de la MC y se aferraron a la visión
conceptual de la física clásica:

Rechazo a limine el punto de vista de Bohr de que una descripción del espacio-tiempo
es imposible (. . . ) Si no se puede acomodar [la física atómica] en el espacio y en el
tiempo, entonces fracasa en su objetivo y no se sabe para qué sirve realmente.
1

Quantum Mechanics is very impressive. But an inner voice tells me that it is not
yet the real thing. The theory produces a good deal but hardly brings us closer to the
secret of the Old One. I am at all events convinced that He does not play dice.
2

A pesar de la fertilidad de estos debates, los impresionantes resultados ofrecidos por la MC


y la falta de una alternativa real desde los presupuestos de Schrödinger-Einstein, llevaron las
discrepancias a un plano puramente losóco.
Finiquitado el debate en el plano de la Física, se acuñó una interpretación bajo la cual operaría
la mayoría de la comunidad cientíca, tanto por pragmatismo como simplicidad: la interpretación
de Copenhague u ortodoxa. Se trata de una interpretación de interpretaciones, un denominador
común que parte de los postulados fundamentales, pero en la que cada autor matiza determinados
conceptos según su ideario.
La interpretación ortodoxa arma que la concepción realista clásica es insostenible y se re-
ere a una realidad empírica o modicada, dependiente de nuestro conocimiento de ella, evitando
así el debate realismo-antirrealismo. Conceptualmente, se encuentra próxima al instrumentalis-
mo (teoría cientíca sólo para relacionar entre sí hechos empíricos) y renuncia al problema de
la interpretación de la teoría por superuo (no añade nada a la capacidad de predicción del
formalismo).

1.2. El Teorema de Einstein-Podolsky-Rosen


Cuando todo debate parecía agotado, en 1935 A. Einstein, B. Podolsky y N. Rosen hacen
público lo que más tarde sería conocido como Teorema EPR o Paradoja EPR, un artículo titulado
¾Puede la descripción mecánico-cuántica de la realidad física considerarse completa?, Ref. [8],
en el que acusaban a la MC de teoría incompleta.
Concretamente, el teorema EPR descansa sobre una concepción losóca denominada Real-
ismo Local (RL), que asume los siguientes postulados: Realismo (existe una realidad exterior o

1 Moore, Walter John, Erwin Schrödinger: una vida, p. 204, Cambridge University Press, 1996.
2 Einstein, A., en carta a M. Born, diciembre 1926, cit. en [PAI-82], p. 443.

3
en sí, cognoscible, al menos parcialmente, y con propiedades denidas, sean o no observadas),
Localidad (causalidad) y Separabilidad (la realidad es susceptible de un análisis por partes sep-
aradas). Además introduce el denominado Criterio de Realidad (Elementos de Realidad): si de
modo alguno no se perturba al sistema, podemos predecir con certeza (esto es, con probabilidad
igual a la unidad) el valor de una cantidad física, entonces existe un elemento de realidad física
correspondiente a esta cantidad física. De este modo, partiendo del RL y aceptando el criterio
de realidad, así como la validez de la MC, se concluye que ésta es una teoría incompleta al ser
incapaz de incorporar dichos elementos de realidad.
La respuesta al teorema EPR vendría de la mano de Bohr que consideró el criterio de realidad
EPR como esencialmente ambiguo, hecho que le llevaría a la redenición del estado cuántico:
estado relacional. Además, apelaría a la falsedad del principio de indivisibilidad por pensamien-
to en la MC debido al fenómeno de Enredo cuántico (entanglement), esto es, abogaría por la
concepción de una realidad No-separable, algo de lo que ya se dio cuenta Schrödinger y fue el
primero en señalar:

La función de onda de un sistema de dos partículas, que se han separado después de
una interacción temporal, no puede expresarse como producto de funciones de onda
separadas (. . . ) en otras palabras, el mejor conocimiento de un todo no incluye el
mejor conocimiento de sus partes.
3

De este modo, aceptar la interpretación de Copenhague de la MC o asumir la posición que


deende EPR dependió, hasta 1966 (aparición de Las desigualdades de Bell), de la concepción
losóca que se tuviese (véase Cuadro 1).

Interpretación de Copenhague Realismo Local


Realismo instrumentalista Realismo
No separable Separabilidad
Localidad MC válida para predicciones
Indeterminismo MC insatisfactoria
MC completa MC incompleta
Denitiva ¾Compleción determinista? ¾Teoría nueva?

Cuadro 1: Comparativa entre la Interpretación de Copenhague y el Realismo Local.

1.3. Los teoremas de imposibilidad de Variables Ocultas


Con el n de completar la MC y eliminar su carácter estadístico, podría haberse establecido
la existencia de Variables Ocultas
4 (VO) que satiscieran estos propósitos. Sin embargo, en 1932
von Neumann publicó una prueba de no existencia de VO, el Teorema de imposibilidad de VO
de von Neumann, Ref. [14], en el que se establece

El aspecto estocástico de la MC no puede reproducirse bajo la hipótesis de que exis-


ten unos parámetros cuyo conocimiento je un microestado de un sistema, libre de

3 Schrödinger, E., Discussion of probability relations between separated systems, Proceedings of the Cambridge
Philosophical Society, 31 (1935) 555-552.
4 En este contexto, las VO serían parámetros no accesibles experimentalmente, en la actualidad, que añadidos
a la MC (ortodoxa), permitirían efectuar predicciones ciertas sobre los resultados individuales, esto es, acabar
con su carácter probabilista. También serían posibles VO estocásticas, que salvarían el realismo, aunque no el
determinismo.

4
dispersión para todo observable y en término de los cuales un estado cuántico puro
ordinario ψ no sea más que un macroestado mezcla incoherente de aquellos.
5

Por lo que todo intento por desarrollar teorías de VO fue desestimado y éstas quedaron rel-
egadas al olvido. Hasta 1952, cuando el físico estadounidense David Bohm publicó una teoría
de VO determinista que era capaz de reproducir los resultados de la MC. Fue completamente
ignorada, de hecho, teoremas posteriores como el de Gleason (considerado por muchos como
denitivo), Ref. [9], Jauch-Piron, Ref. [11], o Kochen-Specker, Ref. [12], cristalizaron la creencia
en la imposibilidad de teorías de VO compatibles con la MC.
Eppur si muove. . .

1.4. Las desigualdades de Bell


Motivado por la existencia de la teoría de Bohm, en 1966 el físico J.S. Bell publicó una crítica
a los teoremas de imposibilidad de VO que culminaría con la aparición de lo que hoy en día se
conoce como Las desigualdades de Bell, Ref. [3]: test numéricos, relativos a ciertas situaciones
experimentales que permiten, si se realizan los experimentos adecuados, discernir entre la MC y
cualquier teoría de VO local, pues las correspondientes predicciones son distintas. De este modo,
el debate metafísico entre los partidarios de la interpretación de Copenhague y los defensores de
EPR, pasaba al dominio experimental: toda teoría de VO locales vericaba las desigualdades de
Bell, mientras que la MC las violaba.
No sería hasta comienzos de la década de 1980 cuando se pudieron realizar los experimentos
propuestos por Bell. Se conocen como Experimentos de Aspect, Ref. [2], y con ellos se concluyó
que los resultados experimentales están de acuerdo con las predicciones realizadas por la MC,
por lo que el realismo local debía ser abandonado. Aunque no todos quedaron satisfechos con
este resultado.
Al margen del debate losóco y cientíco que consiguieron desarrollar las desigualdades de
Bell, su importancia para la interpretación de Bohm radica en ser capaz de justicar matemática-
mente su existencia, ya que este resultado, también conocido como Teorema de Bell, se encuadra
dentro de los teoremas de imposibilidad de VO. Y quizá lo que sea más importante, nos indi-
ca qué camino hay que seguir si no aceptamos la interpretación ortodoxa y queremos salvar el
realismo.

5 [GAL-89], Vol. I, pp. 459-160.

5
2. La interpretación de Bohm
2.1. Justicación de la Mecánica Bohmiana
Bohm defendió su interpretación de la MC apoyado fundamentalmente en cuatro asevera-
ciones: la introducción de VO en la MC para su compleción, la falta de unicidad en el formalismo
matemático de la MC, la falsabilidad de la nueva teoría y la compatibilidad de resultados, idén-
ticos a los proporcionados por la MC ortodoxa, a partir del nuevo formalismo.

2.1.1. Introducción de variables ocultas


Bohm partió de la MC como una teoría consistente, pero que admitía una posible inter-
pretación con la adición de términos que nos proporciona la descripción a nivel cuántico con
precisión.
Es cierto que el teorema de imposibilidad de VO de von Neumann hacía de esta idea algo fútil,
sin embargo, como más tarde demostraría Bell, el hecho de que éstas funcionaran, es decir, que
sus resultados fueran compatibles con los de la MC ortodoxa, estribaría en su carácter contextual
y no-local.

2.1.2. Falta de unicidad en el formalismo matemático


Según Bohm, la MC postula:
(1) La función de onda (FO) y la interpretación probabilística determinan por completo la
descripción de un sistema individual.
(2) El proceso de medida de un sistema cuántico por un aparato de medida es impredecible e
incontrolable.
Aunque estas dos armaciones limitan las formas posibles del formalismo matemático, no lo
hacen lo suciente como para establecer su unicidad y hacer un posible test experimental que
los diferencie. Esto permite la introducción de posibles cambios en el hamiltoniano, operadores
no-locales, campos no lineales, etc.
6

2.1.3. Falsabilidad
Bohm postuló inicialmente la existencia de experimentos a favor o en contra de la introducción
de VO para establecer si su interpretación es o no correcta. Además, señaló la existencia de
diferencias en las predicciones de su teoría y de la MC a escalas de 10−13 cm, donde la MC
presentaba problemas en su extrapolación.
Esta propuesta de falsabilidad realizada por Bohm respondía a una MC todavía en construc-
ción, que no se había desarrollado completamente a escala nuclear. Asentadas las bases de la
Física Nuclear y de Partículas, la MB dejó de ser una alternativa falsable a dicha escala y se
refugiaría en el intervalo de los 10−17 a los 10−33 7 , para justicar la existencia de sus VO y
cm
su operatividad a nivel cuántico.

2.1.4. Compatibilidad con la Mecanica Cuántica


En base a lo anterior, Bohm desarrolló un formalismo matemático consistente con su inter-
pretación, denominado posteriormente como Mecánica Bohmiana (MB), que apuntala la validez

6 Tal y como señaló el propio Bohm, la formulación matemática de su interpretación tampoco es única, por lo
que admite variaciones de la misma en función a las necesidades que vayan surgiendo.
7 Esta escala se conoce con el nombre de Escala de Planck, en la que la física todavía es muy especulativa y no
es capaz de establecer resultados claros.

6
de su teoría proporcionando resultados idénticos a los de la MC para los casos de estado esta-
cionario, el problema de muchas partículas, la experiencia de Frank-Hertz, un problema de scat-
tering, las barreras de potencial, el efecto fotoeléctrico y el efecto Compton.

2.1.5. Razones adicionales


Posteriormente, autores como Dürr, Goldstein, Tumulka o Zarghi han engrosado la lista
que motiva la existencia de la interpretación bohmiana, mostrando la aplicabilidad de la MB a
problemas donde también ha proporcionado resultados compatibles con la MC: líneas espectrales,
interferometría cuántica, teoría de scattering o superconductividad.
Además, formalmente, estos mismos autores han argumentado que la MB es mínima, esto
es, que necesita únicamente dos ecuaciones para determinar por completo al sistema y para ser
capaz de deducir todos los postulados de la MC ortodoxa y sus consecuencias.
En cualquier caso, la interpretación de Bohm se podría justicar, fundamentalmente, como
una consecuencia de la insatisfacción existente con la interpretación de Copenhague (problemas
interpretativos derivados de la falta de ontología) y, lo que es más importante, una posible salida
que nos indique la manera de poder superarla. En palabras de Bell:

I think that conventional formulations of quantum theory, and of quantum eld the-
ory in particular, are unprofessionally vague and ambiguous. Professional theoretical
physicist ought to be able to do better. Bohm has shown us a way.
8

2.2. Mecánica Bohmiana


2.2.1. Precedentes historicos
El modelo de onda-piloto en el que se fundamenta la MB es incluso anterior al descubrimiento
de la MC por Einstein, quien esperaba poder explicar el movimiento de los fotones en relación a
un campo electromagnético-guía para así poder explicar los fenómenos de interferencia. Cuando
esta idea se hizo demasiado complicada se abandonó, pero la posibilidad de que para un sistema
de electrones la función de onda pudiera jugar el rol antes mencionado, fue estudiada por Max
Born en 1926, algo a lo que se opuso Heisenberg.
Poco después de que Schrödinger publicará su Mecánica Ondulatoria, en 1927 Louis de Broglie
encontró una ecuación de movimiento para partículas equivalente a la ecuación guía para una
función de onda escalar. Expuso su descubrimiento en el Congreso de Solvay de 1928, demostran-
do cómo ésta onda-piloto era capaz de dar cuenta de las interferencias cuánticas. Sin embargo,
fue incapaz de resolver las objeciones señaladas por Pauli.
Born y de Broglie abandonaron rápidamente este modelo y se adscribieron a la interpretación
de Copenhague, dejando la teoría en el olvido.
En 1952 David Bohm rescató esta idea para el desarrollo de su interpretación realista de la
MC, encontrando, durante mucho tiempo, como único partidario a John Bell, defensor y también
desarrollador de esta teoría.

2.2.2. Postulados
La interpretación de Bohm de la MC consiste, físicamente, en asociar a cada electrón una
partícula con una variación continua y denida de posición y momento, de modo que la función
de onda de un electrón es la representación de un campo real y objetivo, de tipo clásico. Para que

8 Bell, J.S., Beables for quantum eld theory, in Quantum Implications, pages 227-234; Routledge and Kegan
Paul, London 1987.

7
los resultados de esta interpretación sean idénticos a los de la MC ortodoxa, se deben imponer
los siguientes postulados mutuamente consistentes que constituyen la base de toda la mecánica
bohmiana:
(1) Que el campo-Ψ satisface la Ecuación de Schrödinger:

∂Ψ ~2 2
i~ =− ∇ Ψ + V (x)Ψ
∂t 2m
iS
tal que la ecuación de ondas es de la forma Ψ = R exp ~ , donde S y R son funciones que
también satisfacen la ecuación de Schrödinger. Ésta última condición hace posible que se concluya,
2
operando adecuadamente, que P = R ≡ Densidad de Probabilidad y S ≡ Solución de la ecuación
de Hamilton-Jaconi del sistema.
(2) Que el momento de la partícula esté restringido por p~ = ∇S(~x), de donde se deduce la
Ecuación guía:
∂ 2 ~x ~2 ∇2 R
m = −∇V (x) −
∂t2 2m R
(3) Que no podemos predecir o controlar la localización exacta de la partícula, aunque tenemos
un ensamble estadístico con densidad de probabilidadP (~
x) =| Ψ(~x) |2 . Sin embargo, el uso de
la estadística no es inherente a la estructura conceptual del espaciotiempo, sólo es una mera
consecuencia de nuestra ignorancia sobre las condiciones iniciales de la partícula.
Los dos primeros postulados introducen las ecuaciones (1) y (2) con las que queda completa-
mente denido el sistema. El tercer postulado, por su parte, introduce la ignorancia por razones
epistémicas, una ignorancia necesaria para que se reproduzcan los resultados de la MC ortodoxa
a través de un promedio que se emplea en mecánica estadística clásica. Esta ignorancia no puede
evitarse sin violar las ecuaciones (1) y (2).
Así pues, en MB un sistema de partículas está descrito en parte por una función de onda que
evoluciona de acuerdo con la ecuación de Schrödinger, (1), pero que sólo nos da una descripción
parcial del sistema. Esta se complementa con la especicación de la posición de las partículas
en un momento determinado. La posición evoluciona de acuerdo con una ecuación guía, (2), que
expresa las velocidades de estas partículas en términos de la función de onda. Luego, en MB,
la conguración de un sistema de partículas evoluciona a través de un movimiento determinista
coreograado por la función de onda.

2.2.3. Fundamentos
Los postulados de la MB, en realidad, son consecuencia de una nueva interpretación de la
ecuación de Schrödinger acometida por Bohm, imponiendo que la función de onda que la satisface
verica tener la siguiente forma:

iS
Ψ = R exp ~

donde R y S son funciones que también satisfacen la ecuación de Schrödinger, esto es:

∂R 1
=− [R∇2 S + 2∇R  ∇S]
∂t 2m
(∇S)2 ~2 ∇2 R
 
∂S
=− + V (x) −
∂t 2m 2m R
Si ahora se reescribe, tal y como ya se ha señalado, P = R2 , se tiene que el sistema de dos
ecuaciones acopladas anterior puede expresarse como:

8
 
∂P ∇S
+∇ P =0
∂t m

(∇S)2 ~2 ∇2 P 1 (∇P )2
 
∂S
+ + V (x) − −
∂t 2m 4m P 2 P2
A partir de aquí se puede realizar la siguiente interpretación para cada función:
(1) Si ~ → 0: Se trata del caso clásico, donde S es la función solución de la ecuación de
Hamilton-Jacobi del sistema. Resolviendo dicha ecuación y haciendo uso de un conocido teorema
de mecánica clásica, la ecuación (6) es equivalente en este caso a:

 
∂P ∇S
+∇ P =0
∂t m

es decir, a la ecuación de continuidad de la probabilidad del sistema.


(2) Si ~ 6= 0: Es el caso más general, en el que la ecuación (7) vuelve a ser la ecuación de
Hamilton-Jacobi del sistema. La solución de esta ecuación, para este caso, proporcionará las
ecuaciones del movimiento, no sólo aquellas debidas al potencial clásico V(x), sino también las
del potencial cuántico U(x) del que se hablará más adelante:

d2 x ~2 ∇ 2 R
 
m = −∇ V (x) −
dt2 2m R

Es importante señalar que la formulación que se ha mostrado hasta aquí fue la utilizada por
Bohm en 1952, Ref. [4]. En la actualidad, los partidarios de la interpretación bohmiana formulan
la MB para partículas no-relativistas como sigue, Ref. [7]:
Sea un sistema de N-partículas descrito por una función de onda Ψ = Ψ(q1 ...qN ), una función
de onda compleja en el espacio de conguraciones q del sistema, ambas con la conguración real
Q denida por las posiciones reales Q1 ...QN de las partículas. La teoría está denida por dos
ecuaciones de evolución:
• Ecuación de Schrödinger:

∂Ψ
i~ = HΨ
∂t
para Ψ = Ψt , la función de onda en el tiempo t, donde H es el hamiltoniano no-relativista, que
contiene la masa de las partículas y el potencial de energía.
• Ecuación Guía:

dQj ~ Ψ∗ ∇ j Ψ
= Im (Q1 ...QN )
dt mj Ψ∗ Ψ

para Q=Q(t) la conguración en el tiempo t, la más simple de las ecuaciones de primer grado
para la evolución de las posiciones de las partículas, donde ~ es la constante de Plack divida
por2π , la masa de la partícula j-ésima y el gradiente respecto a las coordenadas de la partícula
j-ésima.

9
2.2.4. Sobre el potencial cuántico
El Potencial cuántico (PC) es un término extra que se añade a la ecuación clásica de Hamilton-
Jacobi (ecuación del movimiento) con la forma:

~2 ∇ 2 R
U =−
2m R
para así poder derivar la ecuación guía (2) y determinar así las trayectorias de las partículas. Se
trata de una parte fundamental de la teoría que resulta muy útil, ya que hace posible tomar un
límite clásico (cuando ~ se hace cero) del que emerjan las ecuaciones de la Física Newtoniana.
Sin embargo, el poder interpretar la ecuación de Schrödinger en términos clásicos implica
mayor complejidad en la teoría, además de la introducción de un PC nada simple o natural. No
es nada satisfactorio pensar que la revolución cuántica nace gracias a la adición de un término de
energía propuesto ad hoc. Esta articialidad sugiere que el PC es el precio a pagar si uno insiste
en interpretar de modo clásico una teoría que no lo es.
Esto no implica que la MB sea simplemente una teoría de corte clásico, ya que las velocidades
no son independientes de las posiciones, aunque estén acotadas por la ecuación guía. Y es que
en MB:

The context dependence of results of measurements is a further indication of how


our interpretation does not imply a simple return to the basic principles of classical
physics.
9

La forma de transformar la ecuación de Schrödinger en una teoría que pueda ser tratada en
términos realistas, necesita de la adición de un complejo PC de un carácter extremadamente
no-local
10 . El PC no se menciona en la formulación de a MB, aunque sea un reejo de la función
de onda, algo necesario para la compatibilidad de la MB con la MC ortodoxa.

2.2.5. El problema de la medida


En MC existen dos formas distintas de tratar a los sistemas:
(1) A través de una evolución continua, reversible y causal.
(2) Mediante una evolución discontinua, irreversible y estocástica.
La primera de ellas se aplica a los sistemas sobre los cuales no se ha realizado la medida, la
segunda, como denición del proceso de medida. Así pues, mientras sobre un sistema no se realice
ninguna medida, éste evolucionará de forma determinista siguiendo la ecuación de Schrödinger,
hasta el momento en el que se realice la medida, suceso en el cual la función de onda colapsa y
cae de forma aleatoria uno de los posibles estados.
Formalmente, esto es insatisfactorio: ¾por qué hacer uso de dos postulados para la descripción
de los sistemas? Dicho de otra forma, puesto que un postulado adicional es necesario , ¾qué es
lo que caracteriza físicamente al proceso de medida (en qué consiste, cómo sucede, etc)? Estas
cuestiones y algunas más constituyen lo que se conoce con el nombre de Problema de la medida.
Frente a esta dicultad de la MC ortodoxa, Bohm sostiene que las ecuaciones diferenciales
lineales del movimiento que describen, el y completamente, la evolución de la función de onda
del universo entero, por lo que no hace falta explicar de forma adicional el proceso de medición.
Esto es, no existe problema de la medida en MB, ya que las propiedades de las partículas se
conocen en todo momento como consecuencia de ser una teoría determinista.
9 Bohm, D., and Hiley, N. J., The Undivided Universe: An Ontological Interpretation of Quantum Theory,
London, 1993, Routledge and Kegan Paul.
10 A lo largo de todo el texto, no-localidad tiene el sentido de falta de causalidad.

10
2.2.6. Postura losóca
Filosócamente la MB es una teoría realista, determinista y no-local. De hecho, cualquier
teoría de VO que pretenda reproducir los mismos resultados de la MC ortodoxa debe cumplir
estos requisitos. Ello es consecuencia de las desigualdades de Bell, que aseguran que una teoría
realista y determinista, compatible con la MC, debe renunciar a la localidad.
En el Cuadro 2, se enfrentan las posturas losócas de la MC ortodoxa y de la MB.

Interpretación de Copenhague Interpretación de Bohm


Realismo instrumentalista Realismo
No separabilidad No-separabilidad
Localidad No-localidad
Indeterminismo Determinismo
MC completa MC incompleta (compleción determinista)
Denitiva No denitiva

Cuadro 2: Comparativa entre la Interpretación de Copenhague y la Interpretación de Bohm.

2.2.7. Teorias bohmianas


Por último, es interesante señalar que la MB puede considerarse un caso particular de Teoría
Bohmiana, esto es, un conjunto de formalismos matemáticos que satisfacen:
1. Poseer una ontología clara y bien denida.
2. Tener un estado cuántico, una función de onda que evolucione según la ecuación de
Schrödinger y una ecuación del movimiento escrita en términos de las variables descritas en
la ontología.
3. Predecir los mismos resultados que la MC ortodoxa.

2.3. Críticas a la interpretación de Bohm


Como toda teoría física, la interpretación de Bohm ha sido sometida a multitud de críticas,
entre las que se destacan:
• La MB es no-local, viola la invariancia de Lorentz y está en contradicción con la relatividad:
se permite que lo que pase en una región A tenga, instantáneamente, un efecto físico en la región
B, por alejados que estén ambos entre sí. El inujo, además, es del todo independiente de las
condiciones que existen entre el espacio situado entre A y B. Esta es la mayor crítica que recibe la
interpretación de Bohm. Sin embargo, hay quienes preeren convivir con la idea de no-localidad
propuesta por las teorías bohmianas, y por tanto construir una nueva física, que con la falta de
realismo propuesto por la interpretación de Copenhague, que por otro lado tampoco acaba de
converger con la relatividad.
• La MB no-relativista es indistinguible experimentalmente de la MC ortodoxa, ya que la
onda piloto, por ejemplo, es indetectable, por lo que no añade nada nuevo a la teoría y puede
considerarse superua. De hecho, se suele acudir a la navaja de Occam para descartar la MB
frente a la MC ortodoxa en base a su formalismo matemático.
• La interpretación de Bohm no reproduce los resultados de la teoría cuántica de campos,
experimentalmente respaldada. Sin embargo, existen teorías bohmianas que reproducen los re-
sultados locales de la cuántica de campos, aunque sean teorías no-locales.

11
• La MB es articiosa, más un constructo matemático realizado para generar los resultados
de la MC ortodoxa, que como una teoría cientíca. Sin embargo, para todo conjunto de datos
empíricos, siempre parece poder haber más de una explicación satisfactoria. Además cualquier
teoría puede ser acusada de puro formalismo matemático que reproduce hechos experimentales,
incluyendo la MC ortodoxa.
• La MB privilegia a unos observables frente a otros, mientras que la MC ortodoxa los trata
a todos igual en el formalismo del espacio de Hilbert. Esto no es una crítica, ya que en física
clásica se tienen los ejemplos de las teorías lagrangiana, hamiltoniana y de Hamilton-Jacobi,
todas compatibles entre sí, donde cada una de ellas da privilegio a unas u otras variables en
función del problema que se plantee.
• Otros: La interpretación de Bohm no contempla la desaparición o colapso de la función de
onda, pero en MB no existe ningún problema de la media, ya que al ser una teoría determinista,
se conoce la posición y el momento de la partícula para cualquier instante de tiempo, por lo que
no es necesario añadir un postulado adicional como hace la MC ortodoxa. Presenta problemas
con la introducción del espín, aunque hay formalismos que lo recogen sin demasiadas dicultades.
Problemas con la decoherencia, etc.
A pesar de todo ello, la interpretación de Bohm sigue siendo la única propuesta seria total-
mente determinista y que salva el realismo, ya que teorías como la de otros mundos o muchas
mentes, a pesar de salvar la no-localidad, son demasiado extravagantes.

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3. Apéndice
3.1. El experimento de la doble rendija
De acuerdo con Richard Feynman, el experimento de la doble rendija para electrones es:

.A phenomenon which is impossible, absolutely impossible, to explain in any classical


way, and which has in it the heart of quantum mechanics. In reality it contains the
only mystery [. . . ] How does it really work? What machinery is actually producing
this thing? Nobody knows any machinery. Nobody can give you a deeper explanation
of this phenomenon than I have given; that is, a description of it."
11

Pero la MB ofrece una explicación detallada a este experimento. Resuelve el dilema de las
propiedades corpusculares y ondulatorias en el mismo experimento de una forma particular:
describiendo el movimiento de una partícula guiada por una onda (véase Figura 1
12 ).

Figura 1: Trayectorias bohmianas para partículas cuánticas en el experimento de la doble rendija.

Así, cuando un electrón es emitido, la MB nos dice que el electrón pasará por alguna de las
dos rendijas. Por cuál de ellas pase dependerá de las condiciones iniciales del mismo, pero no será
posible, por ley, averiguar con una medición hasta el último detalle de las condiciones iniciales
de la partícula para conocer su evolución en todo momento. Sin embargo, cualquiera que sea la
ruta que siga el electrón, su función de onda se dividirá y tomará ambos caminos de acuerdo con
las ecuaciones diferenciales del movimiento.
Luego, en el caso de que el electrón en cuestión pase por la rendija A, se reunirá en la pantalla
con la parte de su función de onda que fue por la rendija B. De qué manera esta otra parte de la
función de onda actuará sobre el electrón dependerá de las condiciones físicas que hubiera a lo
largo del camino que realiza al pasar por B. Esto es, una vez que se han reunido las dos partes

11 Feynman, R. P., 1967, The Character of Physical Law, Cambridge, MA: MIT Press.
12 D. Bohm and B.J. Hiley, The Undivided Universe: An ontological interpretation of quantum theory, London:
Routledge, 1993, p. 53; Classical Quantum Theory, p. 241.

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de la función de onda del electrón, la parte que tomó la ranura B por la que no fue el electrón
puede informar a éste de cómo eran las cosas por ese camino. Por tanto, el movimiento que el
electrón describa, independientemente del camino seguido, dependerá del montaje experimental
realizado (por ejemplo, si se tapa o no alguna de las rejillas).
De la teoría de Bohm se deduce además que la parte vacía de la función de onda es inde-
tectable: sólo la parte de la función de onda de cualquier partícula que esté ocupada por la propia
partícula podrá inuir en el movimiento de otras partículas (detección).
El resultado es que la teoría de Bohm explica los comportamientos de los electrones con la
misma precisión de la MC ortodoxa, pero sin sus problemas interpretativos.
Sin embargo, la explicación bohmiana no es enteramente satisfactoria. Las trayectorias de-
scritas son indetectables experimentalmente y sólo pueden establecerse a posteriori, esto es, hasta
que no se conozca el lugar de la pantalla donde impactó el electrón, no se puede establecer por
cuál rejilla pasó ni el camino que siguió para atravesarla y llegar a la pantalla. ¾Es este resultado
aceptable para un teoría que aspira a ser realista?
Para algunos, que las trayectorias sean indetectables es consecuencia fundamental de una
teoría de VO, así como el establecimiento de las trayectorias a posteriori una consecuencia natural
de la ignorancia sobre las condiciones iniciales de los electrones. Lo más importante es el hecho
de poder establecer trayectorias que expliquen el movimiento de los electrones en este mítico
experimento, esto es, una manera clásica (¾sensata?) de explicar los fenómenos cuánticos. Para
otros, que las trayectorias sean indetectables y se deban establecer a posteriori, son hechos que
se añaden a la lista de articiosidades de la MB, hechos que señalan a este formalismo como un
divertimento matemático que reproduce los resultados de la MC ortodoxa, pero en ningún caso
una verdadera teoría física.

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4. Referencias
[1] Albert, D.Z., Teoría alternativa de Bohm a la Mecánica Cuántica, Misterios de la Física
o
Cuántica, Investigación y Ciencia, 1994, N 214, p.20.
[2] Aspect, A., Dalibard, J., and Roger, G., Experimental test of Bell's inequalities
using time-varying analyzers, Physical Review Letters, 49 (1982), 1804-1807.
[3] Bell, J.S., On the problem of hidden variables in quantum mechanics, Rev. Mod. Phys.
(1966) 38, 447.
[4] Bohm, D.,A suggested interpretation of the quantum theory in terms of hidden variables
I, Phys. Rev. 85 (1952) 166.
[5] Boscá, M.C., Fundamentos de Física Cuántica, apuntes de la asignatura (Inédito).
[6] Dürr, D., Goldstein, S., Tumulka, R. and Zarghi, N., Bohmian Mechanics as the
Foundation of Quantum Mechanics, arXiv: quant-ph/9511016v1, 14 Nov (1995).
[7] Dürr, D., Goldstein, S., Tumulka, R. and Zarghi, N., Bohmian Mechanics, Phys.Rev.Lett.
93 (2004) 090402.
[8] Einstein, A., Podolsky, B. and Rosen, N., Can Quantum-Mechanical description of
physical reality be considered complete?, Physical Review, 47 (1935) 777-780.
[9] Gleason, A.M., Measures on the closed subspaces of a Hilbert space, J. Math Mech., 6
(1957) 885-893.
[10] Glose, P., Majumdar, A. S., Guha, S. and Sau, J.,Bohmian trajectories for pho-
tons, Phy. Lett. A 290 (2001) (Imagen portada).
[11] Jauch, M. and Piron, C.,Helv. Phys, Acta 36 (1963) 827.
[12] Kochen, S. and Specker, E.,The problem of hidden variables in Quantum Mechanics,
J. Math. Mech., (1967) 17: 59-87.
[13] Stanford Encyclopedia of Philosophy,Bohmian Mechanics, First published Fri Oct
26, 2001; substantive revision Fri May 19, 2006, http://plato.stanford.edu/entries/qm-bohm/.
[14] von Neumann, J.,Mathemastiche Grundlagen der Quantenmechanik, Springer, Berlin,
1932.
[15] Wikipedia, the free Encyclopedia, Bohm Interpretation.

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