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Locución del 20 de Julio de 1963

El 20 de Julio de 1963, Conchita tuvo una locución de Nuestro Señor.


Como Conchita salió de la Iglesia diciendo que había tenido una locución
interior, un sacerdote le pidió que por favor relatara las circunstancias por
escrito. La niña tomó entonces un papel y un lápiz, y escribió
espontáneamente con una gran facilidad, las líneas que nosotros
transcribimos textualmente:

"Estando yo dando gracias a Dios, y estando pidiendo cosas, El me


contestaba.

Yo le pedía que me diera una Cruz, que estoy viviendo sin ningún
sufrimiento nada más que con el sufrimiento de no tener Cruz; y Jesús,
cuando yo se lo estaba pidiendo me contestó:
—Sí, te daré la Cruz.

Y yo con mucha emoción le iba pidiendo más y le decía: ¿Para qué


viene el milagro? ¿Para convertir a mucha gente? Y El me contestó:

—Para convertir al mundo entero.

—¿Se convertirá Rusia?

—También se convertirá, y así todos amarán a Nuestros Corazones.

—¿Y vendrá después el castigo?

Y El no me contestó.

¿Por qué vienes a mi pobre corazón sin merecerlo?

—Si no vengo por ti, vengo por todos.

—El milagro, va a ser como si yo sola fuera la que he visto a la Virgen?

Y El me contestó:
—Por tus sacrificios, tus aguantes, te dejo ser la intercesora para hacer el
milagro.

Y yo le dije:
—¿No es mejor que sea con todas, y si no, no pongas, a ninguna como
intercesora?

Y El me dijo: No

—¿Iré yo al Cielo?

Y me respondió:
—Amarás mucho y rezarás a nuestros Corazones.
—¿Cuándo me das la Cruz?

Y El no me contestó:
—¿Qué seré yo?

Y no me contestó. Sólo me dijo que "en cualquier parte y en lo que sea


tendré mucho que sufrir".

Y yo le dije:
—¿Me voy a morir pronto?

Y El me dijo:
—Tendrás que estar en la tierra, para ayudar al mundo.

Y yo le dije:

—Yo soy poca cosa. No podré ayudar nada.

Y El me dijo:
—Con tus oraciones y sufrimientos, ayudarás al mundo.

—¿Cuando se va al Cielo, se va muerto?

Y El me dijo:
—No se muere nunca. (Yo creí que no íbamos al Cielo hasta resucitar). Le
pregunté si estaba San Pedro en la puerta para recibirnos. Y me dijo que no.

Cuando estaba en esta oración o conversación con Dios, me sentía


fuera de la tierra.

Jesús también me ha dicho que "Ahora hay más que aman a su


Corazón". A mí de los sacerdotes, me ha dicho que tenía que rezar mucho
por ellos, para que sean santos y cumplan bien con sus deberes y hagan a
otros mejores. "Que a los que no me conocen hagan conocerme, y a los que
me conocen y no me aman, que hagan que me amen".

(Firma): Conchita González

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