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TEORIAS DE LA EDUCACIÓN

EDUCACIÓN: se define como: “proceso continuo que fomenta el desarrollo integral : Físico, Psíquico y Social de la persona,
así como de la necesidad de la protección y la mejora de su medio ambiente, esta le ayuda al conocimiento, aceptación y
dirección de sí mismo para conseguir el desarrollo equilibrado de su personalidad, facultándole para la incorporación a la vida
comunitaria del adulto a la vez que le fomente la capacidad para la toma de decisiones de una manera consciente y
responsable”. (http//Mallorcaweb.net).

ENSEÑANZA TRADICIONAL

Su fundamento fue la escolástica, significa método y orden. El profesor es el cimiento y condición del éxito educativo, a él le
corresponde organizar el conocimiento, aislar y elaborar lo que debe ser aprendido, trazar el camino por el que marcharán
sus alumnos. El profesor es modelo y guía, al que se debe imitar y obedecer. La disciplina y el castigo se consideran
fundamentales, la disciplina y los ejercicios escolares son suficientes para desarrollar las virtudes humanas de los alumnos.
Se piensa que el castigo ya sea en forma de amenazas, censuras, humillaciones públicas o de castigo físico estimula
constantemente el progreso del alumno.

La Escuela Tradicional se fundamenta en la consideración de que la mejor forma de preparar al estudiante para la vida es
formar su inteligencia, sus posibilidades de atención y de esfuerzo. Se le da gran importancia a la transmisión de la cultura y
de los conocimientos, puesto que se creen útiles para ayudar al alumno a conformar una personalidad disciplinada.

El Modelo de transmisión o perspectiva tradicional, concibe la enseñanza como un verdadero arte y al profesor como un
artesano, donde su función es explicar claramente y exponer de manera progresiva sus conocimientos, enfocándose de
manera central en el aprendizaje del alumno; el estudiante es visto como una página en blanco, un mármol al que hay que
modelar, un vaso vacío o una alcancía que hay que llenar. El alumno es el centro de la atención en la educación tradicional.

Dentro de esta concepción educativa se pueden distinguir dos enfoques principales:

El primero es un enfoque enciclopédico, donde el profesor es un especialista que domina la materia a la perfección; la
enseñanza es la transmisión del saber del maestro que se traduce en conocimientos para el estudiante. Se puede correr el
peligro de que el maestro que tiene los conocimientos no sepa enseñarlos.

El segundo enfoque es el comprensivo, donde el profesor es un intelectual que comprende lógicamente la estructura de la
materia y la transmite de modo que los alumnos la lleguen a comprender como él mismo.

ENSEÑANZA CONDUCTISTA

El Modelo de Condicionamiento o de pedagogía conductista, está basada en los estudios de B.F. Skinner e Iván Pávlov sobre
aprendizaje; aquí generalmente se dan los medios para llegar al comportamiento esperado y verificar su obtención.

Este método está orientado al desempeño selectivo de los "más aptos", está basado en los aspectos personales para el
desempeño, midiendo valores, o desvalores, del individuo el cual se ve incitado a la superación personal e individual, aunque
contenga elementos de trabajo colectivo. La competencia en este modelo describe fundamentalmente lo que un trabajador
"puede" hacer y no lo que "hace".

Su fundamento teórico está basado en que a un estimulo le sigue una respuesta, siendo ésta el resultado de la interacción
entre el organismo que recibe el estimulo y el medio ambiente.

Aunque actualmente el conductismo no se limita al estudio de fenómenos observables sino que también incluye sucesos
internos, se mantiene el criterio de relacionar los postulados teóricos con la conducta manifiesta mediante un enfoque
experimental.

De manera asociada a estas directrices, Skinner y sus seguidores aportan toda una tecnología pedagógica que tendrá
diferente repercusión durante los años siguientes: las máquinas de enseñar, la enseñanza programada, la instrucción
individualizada o los objetivos operativos constituyen ejemplos de este legado.

NEOCONDUCTISMO

En la actualidad, el enfoque conductista es mucho más amplio y flexible que en tiempos de Watson. Los conductistas
modernos todavía investigan estímulos, respuestas observables y aprendizaje, pero también aluden al funcionamiento
psicológico consistente en la interacción que se produce, de manera continua, entre la conducta personal del alumno y el
determinismo del medio ambiente.

La Taxonomía de objetivos de la educación de Bloom se basa en la idea de que las operaciones mentales pueden
clasificarse en seis niveles de complejidad creciente. El desempeño en cada nivel depende del dominio del alumno en el nivel
o los niveles precedentes. La taxonomía de Bloom no es un mero esquema de clasificación, sino un intento de ordenar
jerárquicamente los procesos cognitivos.
Bloom orientó un gran número de sus investigaciones al estudio de los objetivos educativos, para proponer la idea de que
cualquier tarea favorece en mayor o menor medida uno de los tres dominios psicológicos principales: cognoscitiva,
Afectividad y psicomotor.

El dominio cognoscitivo se ocupa de nuestra capacidad de procesar y de utilizar la información de una manera significativa.

El dominio afectivo se refiere a las actitudes y a las sensaciones que resultan del proceso de aprendizaje.

El dominio psicomotor implica habilidades motoras o físicas.

La taxonomía fue diseñada para ayudar a profesores y a diseñadores educacionales a clasificar objetivos y metas
educacionales. Su teoría estaba basada en la idea que no todos los objetivos educativos son igualmente deseables.
La taxonomía de Bloom clasifica los objetivos educativos en tres ámbitos en los que deben ubicarse los objetivos de la
enseñanza:

Ámbito Cognitivo: Conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis, evaluación


Ámbito Afectivo: Recibir (atender), responder, valorar, organización, Caracterización según valores
Ámbito Psicomotor: que es el ámbito menos desarrollado en las investigaciones de Bloom.

APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO DE DAVID AUSUBEL

Durante mucho tiempo se consideró que el aprendizaje era sinónimo de cambio de conducta, esto, porque dominó una
perspectiva conductista de la labor educativa; sin embargo, se puede afirmar con certeza que el aprendizaje humano va más
allá de un simple cambio de conducta, conduce a un cambio en el significado de la experiencia.

Para entender la labor educativa, es necesario tener en consideración otros tres elementos del proceso educativo: los
profesores y su manera de enseñar; la estructura de los conocimientos que conforman el currículo y el modo en que éste se
produce y el entramado social en el que se desarrolla el proceso educativo.

Ausubel plantea que el aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva
información: al conjunto de conceptos, ideas que un individuo posee en un determinado campo del conocimiento, así como su
organización.

En el proceso de orientación del aprendizaje, es de vital importancia conocer la estructura cognitiva del alumno; no sólo se
trata de saber la cantidad de información que posee, sino cuales son los conceptos y proposiciones que maneja así como de
su grado de estabilidad. Los principios de aprendizaje propuestos por Ausubel, ofrecen el marco para el diseño de
herramientas metacognitivas que permiten conocer la organización de la estructura cognitiva del educando, lo cual permitirá
una mejor orientación de la labor educativa, ésta ya no se verá como una labor que deba desarrollarse con "mentes en
blanco" o que el aprendizaje de los alumnos comience de "cero", pues no es así, sino que, los educandos tienen una serie de
experiencias y conocimientos que afectan su aprendizaje y pueden ser aprovechados para su beneficio.

Un aprendizaje es significativo cuando los contenidos son relacionados de modo no arbitrario y sustancial con lo que el
alumno ya sabe como una imagen, un símbolo ya significativo, un concepto o una proposición. Esto quiere decir que en el
proceso educativo, es importante considerar lo que el individuo ya sabe de tal manera que establezca una relación con
aquello que debe aprender. Este proceso tiene lugar si el educando tiene en su estructura cognitiva conceptos, como: ideas,
proposiciones, estables y definidos, con los cuales la nueva información puede interactuar.
El aprendizaje significativo ocurre cuando una nueva información "se conecta" con un concepto relevante pre-
existente en la estructura cognitiva, esto implica que, las nuevas ideas, conceptos y proposiciones pueden ser aprendidos
significativamente en la medida en que otras ideas, conceptos o proposiciones relevantes estén adecuadamente claras y
disponibles en la estructura cognitiva del individuo y que funcionen como un punto de "anclaje" a las primeras.

La característica más importante del aprendizaje significativo es que, produce una interacción entre los conocimientos más
relevantes de la estructura cognitiva y las nuevas informaciones, de tal modo que éstas adquieren un significado y son
integradas a la estructura cognitiva de manera no arbitraria y sustancial, favoreciendo la: diferenciación, evolución y
estabilidad de los subsunsores pre- existentes y consecuentemente de toda la estructura cognitiva.

El aprendizaje mecánico, contrariamente al aprendizaje significativo, se produce cuando no existen subsunsores adecuados,
de tal forma que la nueva información es almacenada arbitrariamente, sin interactuar con conocimientos pre- existentes, un
ejemplo de ello sería el simple aprendizaje de fórmulas en física, esta nueva información es incorporada a la estructura
cognitiva de manera literal y arbitraria puesto que consta de puras asociaciones arbitrarias.

Obviamente, el aprendizaje mecánico no se da en un "vacío cognitivo" puesto que debe existir algún tipo de asociación, pero
no en el sentido de una interacción como en el aprendizaje significativo. El aprendizaje mecánico puede ser necesario en
algunos casos, por ejemplo en la fase inicial de un nuevo cuerpo de conocimientos, cuando no existen conceptos relevantes
con los cuales pueda interactuar, en todo caso el aprendizaje significativo debe ser preferido, pues, este facilita la adquisición
de significados, la retención y la transferencia de lo aprendido.
Finalmente Ausubel no establece una distinción entre aprendizaje significativo y mecánico como una dicotomía, sino como un
"continuum", es más, ambos tipos de aprendizaje pueden ocurrir concomitantemente en la misma tarea de aprendizaje, por
ejemplo la simple memorización de fórmulas se ubicaría en uno de los extremos de ese continuo aprendizaje mecánico y el
aprendizaje de relaciones entre conceptos podría ubicarse en el otro extremo

Aprendizaje por descubrimiento y aprendizaje por recepción.

En el aprendizaje por recepción, el contenido o motivo de aprendizaje se presenta al alumno en su forma final, sólo se le
exige que internalice o incorpore el material (leyes, un poema, un teorema de geometría, etc.) que se le presenta de tal modo
que pueda recuperarlo o reproducirlo en un momento posterior.

En el aprendizaje por descubrimiento, lo que va a ser aprendido no se da en su forma final, sino que debe ser re-construido
por el alumno antes de ser aprendido e incorporado significativamente en la estructura cognitiva, el aprendizaje por
descubrimiento involucra que el alumno debe reordenar la información, integrarla con la estructura cognitiva y reorganizar o
transformar la combinación integrada de manera que se produzca el aprendizaje deseado. Si la condición para que un
aprendizaje sea potencialmente significativo es que la nueva información interactúe con la estructura cognitiva previa y que
exista una disposición para ello del que aprende, esto implica que el aprendizaje por descubrimiento no necesariamente es
significativo y que el aprendizaje por recepción sea obligatoriamente mecánico. Tanto uno como el otro pueden ser
significativo o mecánico, dependiendo de la manera como la nueva información es almacenada en la estructura cognitiva; por
ejemplo el armado de un rompecabezas por ensayo y error es un tipo de aprendizaje por descubrimiento en el cual, el
contenido descubierto ( el armado) es incorporado de manera arbitraria a la estructura cognitiva y por lo tanto aprendido
mecánicamente, por otro lado una ley física puede ser aprendida significativamente sin necesidad de ser descubierta por el
alumno, está puede ser oída, comprendida y usada significativamente, siempre que exista en su estructura cognitiva los
conocimientos previos apropiados.

El "método por descubrimiento" puede ser especialmente apropiado para ciertos aprendizajes como por ejemplo, el
aprendizaje de procedimientos científicos para una disciplina en particular, pero para la adquisición de volúmenes grandes de
conocimiento, es simplemente inoperante e innecesario según Ausubel, por otro lado, el "método expositivo" puede ser
organizado de tal manera que propicie un aprendizaje por recepción significativo y ser más eficiente que cualquier otro
método en el proceso de aprendizaje-enseñanza para la asimilación de contenidos a la estructura cognitiva.

Requisitos Para El Aprendizaje Significativo

Que el material sea potencialmente significativo, esto implica que el material de aprendizaje pueda relacionarse de manera no
arbitraria y sustancial con alguna estructura cognoscitiva específica del alumno, la misma que debe poseer "significado
lógico" es decir, ser relacionable de forma intencional y sustancial con las ideas correspondientes y pertinentes que se hallan
disponibles en la estructura cognitiva del alumno.

Cuando el significado potencial se convierte en contenido cognoscitivo nuevo, diferenciado e idiosincrático dentro de un
individuo en particular como resultado del aprendizaje significativo, se puede decir que ha adquirido un "significado
psicológico" de esta forma el emerger del significado psicológico no solo depende de la representación que el alumno haga
del material lógicamente significativo, " sino también que tal alumno posea realmente los antecedentes ideativos necesarios"
en su estructura cognitiva.

Los conceptos se definen como "objetos, eventos, situaciones o propiedades de que posee atributos de criterios comunes y
que se designan mediante algún símbolo o signos". Los conceptos son adquiridos a través de dos procesos. Formación y
Asimilación.

En la Formación de conceptos, los atributos de criterio del concepto se adquieren a través de la experiencia directa.

El aprendizaje de conceptos por Asimilación se produce a medida que el niño amplía su vocabulario, pues los atributos de
criterio de los conceptos se pueden definir usando las combinaciones disponibles en la estructura cognitiva por ello el niño
podrá distinguir distintos colores, tamaños y afirmar que se trata de una "Pelota", cuando vea otras en cualquier momento.

El aprendizaje de Proposiciones implica la combinación y relación de varias palabras cada una de las cuales constituye un
referente unitario, luego estas se combinan de tal forma que la idea resultante es más que la simple suma de los significados
de las palabras componentes individuales, produciendo un nuevo significado que es asimilado a la estructura cognoscitiva. Es
decir, que una proposición potencialmente significativa, expresada verbalmente, como una declaración que posee significado
denotativo (las características evocadas al oír los conceptos) y connotativo (la carga emotiva, actitudinal e idiosincrática
provocada por los conceptos) de los conceptos involucrados, interactúa con las ideas relevantes ya establecidas en la
estructura cognoscitiva y, de esa interacción, surgen los significados de la nueva proposición.

El Principio de Asimilación se refiere a la interacción entre el nuevo material que será aprendido y la estructura cognoscitiva
existente, que origina una reorganización de los nuevos y antiguos significados para formar una estructura cognoscitiva
diferenciada, esta interacción de la información nueva con las ideas pertinentes que existen en la estructura cognitiva
propician su asimilación.
Por asimilación entendemos el proceso mediante el cual " la nueva información es vinculada con aspectos relevantes y pre -
existentes en la estructura cognoscitiva, proceso en que se modifica la información recientemente adquirida y la estructura
pre - existente, al respecto Ausubel recalca: Este proceso de interacción modifica tanto el significado de la nueva información
como el significado del concepto o proposición al cual está afianzada.

LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE DE JEAN PIAGET

La teoría del desarrollo cognoscitivo de Piaget es una teoría completa sobre la naturaleza y el desarrollo de la inteligencia
humana. Fue desarrollada por primera vez por el psicólogo suizo Jean Piaget. Piaget creía que la infancia del individuo juega
un papel vital y activo con el crecimiento de la inteligencia, y que el niño aprende a través de hacer y explorar activamente. La
teoría del Desarrollo Intelectual se centra en la percepción, la adaptación y la manipulación del entorno que le rodea. Es
conocida principalmente como una Teoría de las Etapas de Desarrollo, pero, de hecho, se trata de la naturaleza del
conocimiento en sí y cómo los seres humanos llegan gradualmente a adquirirlo, construirlo y utilizarlo.

Para Piaget, el desarrollo cognoscitivo era una reorganización progresiva de los procesos mentales que resultan de la
maduración biológica y la experiencia ambiental. En consecuencia, considera que los niños construyen una comprensión del
mundo que les rodea, luego experimentan discrepancias entre lo que ya saben y lo que descubren en su entorno. Por otra
parte, Piaget afirma que el desarrollo cognitivo está en el centro del organismo humano, y el lenguaje es contingente en el
conocimiento y la comprensión adquirida a través del desarrollo cognoscitivo.

APRENDIZAJE CONSTRUCTIVISTA

El Constructivismo es una teoría en la que se señala que el conocimiento que adquieren los estudiantes, no es una copia de
la realidad, sino una construcción del ser humano, la cual interpreta que la adquisición de conocimientos es el proceso
utilizado por el alumno para aprender a partir de los conocimientos y de las experiencias previas con que cuenta. Sin restar
importancia a la enseñanza, la ubica como una ayuda para que el alumno realice su proceso de construcción.

Así mismo cuando se habla del Constructivismo, es importante reconocer que el aprendizaje escolar presenta aspectos muy
importantes sobre el carácter individual y endógeno, característica que fué una de las principales bases de las diversas
teorías del aprendizaje como la del conductismo, que hacia un gran énfasis en los aspectos individualizados así como en la
competencia entre los alumnos, sin embargo es importante reconocer la importancia de la actividad social y la experiencia
compartida, pues es evidente que los estudiantes no construyen sus conocimientos en forma solitaria, sino, gracias a la
mediación del docente y sus compañeros de aula.

El concepto constructivista se funda en tres nociones fundamentales:

1. El alumno es el responsable de su propio proceso de aprendizaje. Es él quien construye el conocimiento, quien


aprende. La enseñanza se centra en la actividad mental constructiva del alumno, no es sólo activo cuando manipula, explora,
descubre o inventa, sino también cuando lee o escucha.

2. La actividad mental constructiva del alumno se aplica a los contenidos que ya posee en un grado considerable de
elaboración.

3. El alumno, reconstruye objetos de conocimiento que ya están construidos. Por ejemplo, los estudiantes construyen
su proceso de aprendizaje del sistema de la lengua escrita, pero este sistema ya está elaborado; lo mismo sucede con las
operaciones algebraicas, con el concepto de tiempo histórico, y con las normas de relación social.

El hecho de que la actividad constructiva del estudiante se aplique a unos contenidos de aprendizaje pre- existente,
condiciona el papel del profesor. Su función no puede limitarse únicamente a crear las condiciones óptimas para que el
alumno despliegue una actividad mental constructiva rica y diversa; el profesor se convierte en un facilitador que debe
orientar esta actividad con el fin de que la construcción del alumno se acerque de forma progresiva a lo que significan y
representan los contenidos como “saberes culturales”, basándose en el aprendizaje significativo.

El enfoque constructivista, en su vertiente de corriente pedagógica, es una manera determinada de entender y explicar las
formas en las que aprendemos. Los psicólogos que parten de este enfoque ponen énfasis en la figura del aprendiz como el
agente que en última instancia es el motor de su propio aprendizaje.

Los padres, maestros y miembros de la comunidad son, según estos autores, facilitadores del cambio que se está operando
en la mente del aprendiz, pero no la pieza principal. Esto es así porque, para los constructivistas, las personas no interpretan
literalmente lo que les llega del entorno, ya sea a través de la propia naturaleza o a través de las explicaciones de maestros y
tutores. La teoría constructivista del conocimiento nos habla de una percepción de las propias vivencias que siempre está
sujeta a los marcos de interpretación del aprendiz”.

Es decir: somos incapaces de analizar objetivamente las experiencias que vivimos en cada momento, porque siempre las
interpretaremos a la luz de nuestros conocimientos previos. El aprendizaje no es la simple asimilación de paquetes de
información que nos llegan desde fuera, sino que se explica por una dinámica en la que existe un encaje entre las
informaciones nuevas y nuestras viejas estructuras de ideas. De esta manera, lo que sabemos está siendo construido
permanentemente.
¿Por qué se dice que Piaget es constructivista? En términos generales, porque este autor entiende el aprendizaje como una
reorganización de las estructuras cognitivas existentes en cada momento. Es decir: para él, los cambios en nuestro
conocimiento, esos saltos cualitativos que nos llevan a interiorizar nuevos conocimientos a partir de nuestra experiencia, se
explican por una recombinación que actúa sobre los esquemas mentales que tenemos a mano tal como nos muestra la
Teoría del Aprendizaje de Piaget. Al igual que un edificio no se construye transformando un ladrillo en un cuerpo más grande,
sino que se erige sobre una estructura, el aprendizaje, entendido como proceso de cambio que se va construyendo, nos
hace pasar por diferentes etapas no porque nuestra mente cambie de naturaleza de manera espontánea con el paso del
tiempo, sino porque ciertos esquemas mentales van variando en su relaciones, se van organizando de manera distinta a
medida que crecemos y vamos interactuando con el entorno.

El concepto de Esquema es el término utilizado por Piaget a la hora de referirse al tipo de organización cognitiva existente
entre categorías en un momento determinado. Es algo así como la manera en la que unas ideas son ordenadas y puestas en
relación con otras.

Jean Piaget sostiene que un esquema es una estructura mental concreta que puede ser transportada y sistematizada. Un
esquema puede generarse en muchos grados diferentes de abstracción. En las primeras etapas de la niñez, uno de los
primeros esquemas es el del ‘objeto permanente’, que permite al niño hacer referencia a objetos que no se encuentran
dentro de su alcance perceptivo en ese momento. Tiempo más tarde, el niño alcanza el esquema de ‘tipos de objetos’,
mediante el cual es capaz de agrupar los distintos objetos en base a diferentes “clases”, así como comprender la relación que
tienen estas clases con otras.

La idea de “esquema” en Piaget es bastante similar a la idea tradicional de ‘concepto’, con la salvedad de que el suizo hace
referencia a estructuras cognitivas y operaciones mentales, y no a clasificaciones de orden perceptual.
Además de entender el aprendizaje como un proceso de constante organización de los esquemas, Piaget cree que es fruto
de la adaptación. Según la Teoría del Aprendizaje de Piaget, el aprendizaje es un proceso que sólo tiene sentido ante
situaciones de cambio. Por eso, aprender es en parte saber adaptarse a esas novedades. Este psicólogo explica la dinámica
de adaptación mediante dos procesos que veremos a continuación: la asimilación y la acomodación.

La asimilación hace referencia a la manera en que un organismo afronta un estímulo externo en base a sus leyes de
organización presentes. Según este principio de la adaptación en el aprendizaje, los estímulos, ideas u objetos externos son
siempre asimilados por algún esquema mental preexistente en el individuo. En otras palabras, la asimilación hace que una
experiencia sea percibida bajo la luz de una “estructura mental” organizada con anterioridad. Por ejemplo, una persona
con baja autoestima puede atribuir una felicitación por su trabajo a una forma de manifestar lástima por él.

La acomodación, por el contrario, involucra una modificación en la organización presente en respuesta a las exigencias del
medio. Allí donde hay nuevos estímulos que comprometen demasiado la coherencia interna del esquema, hay acomodación.
Es un proceso contrapuesto al de asimilación.

La equilibración es de este modo que, mediante la asimilación y la acomodación, somos capaces de reestructurar
cognitivamente nuestros aprendizajes durante cada etapa del desarrollo. Estos dos mecanismos invariantes interactúan uno
con otro en lo que se conoce como el proceso de equilibración.

El proceso de equilibración

A pesar de que la asimilación y la acomodación son funciones estables en tanto que se dan a lo largo del proceso evolutivo
del ser humano, la relación que mantienen entre ellas sí varía. De este modo, la evolución cognoscitiva e intelectual
mantiene una estrecha vinculación con la evolución de la relación asimilación-acomodación.

Piaget describe el proceso de equilibración entre asimilación y acomodación como el resultante de tres niveles de
complejidad creciente:

El equilibrio se establece en base a los esquemas del sujeto y los estímulos del entorno.
El equilibrio se establece entre los propios esquemas de la persona.
El equilibrio se convierte en una integración jerárquica de esquemas distintos.
Sin embargo, con el concepto de equilibración se incorpora a la Teoría del Aprendizaje piagetiana un nueva cuestión: ¿qué
sucede cuando el equilibrio temporal de alguno de estos tres niveles se ve alterado? Esto es, cuando existe una contradicción
entre esquemas propios y externos, o entre esquemas propios entre sí. 

Como señala Piaget dentro de su Teoría del Aprendizaje, en este caso se produce un conflicto cognitivo, y en este
momento es cuando se quiebra el equilibro cognitivo previo. El ser humano, que constantemente persigue la consecución de
un equilibrio, trata de hallar respuestas, planteándose cada vez más interrogantes e investigando por su cuenta, hasta que
alcanza el punto de conocimiento que lo restablece.

APRENDIZAJE CONSTRUTIVISTA (Vygotsky)

Metacognición: Es la representación que hace la mente de sus propios procesos mentales.


La metacognición ayuda a generar ambientes de aprendizaje fundamentados en el diálogo didáctico, que permite la
generación de ayudas ajustadas a los estudiantes, es decir, la creación de zona de desarrollo próximo (zdp).

Vygotsky utilizó el término zdp para designar el proceso a través del cual se establece una relación didáctica de ayuda entre
adulto-niño y niño-niño con la finalidad de promover el aprendizaje. La zdp se define como “el espacio dinámico entre el nivel
de ejecución de una persona de forma individual, denominado nivel de desarrollo real, y la calidad de la ejecución cuando esa
misma persona recibe la ayuda de un compañero más capaz, denominada nivel de desarrollo potencial”.

La otra noción de zdp está referida como principio de instrucción o enseñanza. De esta manera, la instrucción se convierte en
un proceso de ayuda al alumno para desarrollar en éste ciertas habilidades cognoscitivas o competencias que le permitan el
desarrollo de una tarea o actividad. La noción de instrucción se refiere entonces al proceso de diálogo continuo, a la relación
didáctica que se establece entre ambos para lograr ciertos objetivos de aprendizaje. Se trataría de un tipo de ayuda que
obedezca a los intereses y conocimientos previos de los alumnos y que tenga como objetivo empujarlos a un nivel más alto
de desarrollo. Desde esta perspectiva, la zdp es un proceso construido conjuntamente entre profesor y alumno a través del
diálogo y la mediación. La metáfora utilizado por Bruner para designar este proceso ha sido “andamiaje”.

En la interpretación del “andamiaje” se hace una distinción entre el apoyo a la realización inicial de una tarea y su posterior
realización sin ayuda: La distancia entre las aptitudes para la resolución de problemas que muestra un estudiante cuando
trabaja solo y las aptitudes para la resolución de problemas de ese mismo estudiante cuando recibe la ayuda de personas
más experimentadas o colabora con ellas.

La ayuda a los estudiantes tiene como finalidad que éstos logren la madurez y dominio en una tarea que les permita realizar
las actividades por sí mismos. A su vez, el nivel de competencia hacia el desarrollo autónomo de éstos se hace posible
cuando el propio alumno reconoce cómo se realiza la tarea y va interiorizando lo que ya alcanzó a nivel interpsicológico, es
decir, en un plano social.

Para Vigotsky, el proceso de internalización consiste en una serie de transformaciones:

a) Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza a suceder internamente.

b) Un proceso interpersonal queda transformado en otro intrapersonal. En el desarrollo cultural del niño, toda función aparece
dos veces: primero, a nivel social, y más tarde, a nivel individual; primero entre personas (interpsicológico), y después en el
interior del sujeto (intrapsicológico).

Un paso importante para avanzar en la generación de ambientes de aprendizaje óptimos es entender que el diálogo juega un
papel importante en la construcción de conocimientos.

La metacognición y el enfoque sociocultural

El proceso educativo es un acto de aculturación mediante el cual el estudiante adquiere un conocimiento de su entorno y un
conocimiento de la cultura; el aprendizaje, como ha reconocido Vygotsky, es un proceso que va desde lo externo a lo interno,
desde el paso de lo interpsicológico a lo intrapsicológico. Por su parte, la metacognición es el desarrollo de habilidades del
sujeto que le ayudan a entender cómo desarrollar una tarea y en general cómo piensa que se enfrenta a la resolución de un
problema, a la comprensión de un texto o a otra actividad académica. Considerada desde sus fundamentos teóricos, la
metacognición se ancla en el paradigma del cognoscitivismo, entendida como un conjunto de estrategias que se desarrollan
una vez que el sujeto ha alcanzado las estrategias cognoscitivas, lo cual significa que las estrategias metacognitivas implican
un grado de maduración en el conocimiento del propio conocer.

Las estrategias cognoscitvas son aquellos actos mentales que permiten a un alumno entender un texto, otorgarle sentido y
dominar su comprensión. Se supone que los alumnos avanzados poseen estrategias, adquiridas a lo largo de su vida
académica, que les permiten detectar las ideas principales de un texto, por ejemplo, identificar su estructura, organizar
jerárquicamente los conceptos centrales, referir cuáles son los argumentos de un autor, etcétera. Los estudiantes realizan
funciones o tareas en compañía del profesor y de sus propios pares. La realización de esas actividades colectivas les permite
dominar una actividad y conseguir, poco a poco, interiorizar los elementos de la tarea en toda su complejidad para,
finalmente, interiorizar las reglas de construcción del trabajo.
Ahora bien, una preocupación constante del profesor es saber cómo se realiza este proceso, cómo se advierte el paso de lo
exterior a lo interior y cómo puede darse cuenta de que en realidad se realizó un aprendizaje. Una exploración de los
procesos metacognitivos podría ayudar al profesor a entender cómo se da y cómo se realiza el proceso desde lo externo a lo
interno, explorando en la conciencia del estudiante su propia experiencia en el acto de aprender. Sin embargo, la
metacognición no es una autoconciencia que aparezca de manera espontánea, el profesor debe ir modelando la
metacognición a través de la formulación de preguntas y de entrevistas de exploración diagnóstica. En efecto, como los
reconocen los autores, la metacognición es el desarrollo de una autoconciencia que debe ser promovida por parte del propio
profesor y del estudiante, en especial, se trata de una relación compleja donde éste último debe aprender a reconocer ciertas
señales y entenderlas.

Hasta ahora el proceso de metacognición se ha pensado más como un proceso centrado en el aprendizaje del estudiante y
no en el proceso por el cual el desarrollo de esta habilidad es promovida por el profesor. Desde la perspectiva del presente
trabajo, la metacognición debe entenderse como parte de un proceso de enseñanza-aprendizaje que provee elementos
valiosos al estudiante acerca de cómo realiza su propio aprendizaje, pero también otorga valiosas ayudas al profesor pues le
permite saber y entender de qué manera el alumno está aprendiendo o construyendo un conocimiento. Desde el punto de
vista de la enseñanza, el profesor utiliza la metacognición como un instrumento de exploración de la conciencia del estudiante
que le indica cómo construyó determinado concepto o realizó una actividad o, principalmente, cuál es el grado de desarrollo
potencial en la construcción de un conocimiento específico. El profesor puede utilizar esa información para retroalimentar al
estudiante de su propio proceso, al mismo tiempo puede ir otorgando una dirección didáctica ajustada a la ayuda realizada o
retroalimentar al alumno acerca de las estrategias que utiliza y que le están dificultando su aprendizaje o el dominio de una
tarea o actividad.

La metacognición se convierte en un instrumento de exploración de la conciencia de aprendizaje de los estudiantes y, al


mismo tiempo, en una herramienta de exploración e indagación que ayuda al profesor a saber qué y cómo lo están haciendo.
Como instrumento para el desarrollo de habilidades de pensamiento, la metacognición se ha ubicado como una herramienta
potenciadora del desarrollo cognoscitivo de los estudiantes.
La metacognición puede entenderse como el proceso por el cual el estudiante va haciendo consciente el dominio de una
tarea o una actividad. La metacognición es una herramienta, que debe ser diseñada por el propio profesor a fin de ofrecer
información oportuna y clara acerca de los procesos de entendimiento y malentendidos que se puedan generar en la
construcción de una actividad.

La metacognición también es un proceso por el cual se construye una conciencia de sí. Sabemos que es difícil para cualquier
sujeto dar cuenta sobre sus propios procesos de conocimiento y sobre sí mismo, a ello debemos agregar que tanto el
profesor como el estudiante se centran en alcanzar los objetivos de aprendizaje, es decir, en lograr el dominio o realización
de la tarea y muy pocos toman conciencia acerca del proceso y, cuando esto ocurre es porque se pide realizar a los
estudiantes la actividad en otro contexto educativo distinto del cual se partió, o bien la realización de otra actividad que es
parecida o tiene mayor grado de complejidad.

La metacognición y la construcción de ambientes de aprendizaje constructivistas

La metacognición, como forma de exploración de la conciencia del aprendizaje y como instrumento de exploración educativa
del profesor, ofrece el bastión necesario para ir construyendo zdp que otorguen ayudas ajustadas a los alumnos y que les
permitan alcanzar la autonomía en su proceso de aprendizaje.
La metacognición, entonces, abre una puerta de diálogo entre estudiante y profesor sobre sus propios estados de conciencia,
lo que nos puede informar sobre:

a) Cómo entiende la tarea, si las instrucciones del profesor respecto de la tarea son claras o no, si ha habido confusión
respecto a qué debe realizarse y cómo debe de hacerse y cuáles son los medios que se tienen que emplear.

b) Cómo se realiza una tarea. Se intenta que el alumno no sólo realice una determinada actividad sino que también sepa
cuáles son los medios para realizarla, si los medios que utiliza son los adecuados, si sirven u obstruyen el logro de una
determinada actividad.

c) La complejidad de la tarea. Se refiere al grado de complejidad de la tarea y su descomposición en elementos más


sencillos, si esos elementos complejos han sido dominados por el estudiante o la tarea debe descomponerse en elementos
más asequibles para éste.

d) Evaluación de niveles. Relacionado con la complejidad de la tarea, ayuda a diferenciar distintos niveles de habilidad de los
estudiantes conforme a las experiencias previas e identificar cuáles requieren de mayor ayuda.

e) El nivel de complejidad de los materiales. Detecta también el nivel de complejidad de los materiales y las mediaciones
pertinentes para lograr que los alumnos puedan aprovechar los materiales de manera eficiente.
f) Detectar qué dominan los estudiantes y qué no para apoyar los procesos que presentan problemas.

La metacognición funcionaría como la exploración a través de la elaboración de instrumentos psicológicos. En ese sentido
debe buscarse que las actividades sean significativas, que promuevan el desarrollo de habilidades y competencias y que
estén estratificadas de acuerdo al grado de complejidad de las mismas.
Los contextos de enseñanza aprendizaje ofrecen la oportunidad de una comunicación dialógica que permite la construcción
de conocimiento, para ello, es necesario enfocar qué y cómo debe construirse ese diálogo, en el entendido, como lo dice
Barberá de que pueda existir entre ambos no sólo el intercambio de información sino, sobre todo, una cooperación didáctica.
En efecto, el diálogo en un contexto educativo está orientado por una finalidad educativa y por cierta intencionalidad de lograr
los objetivos de aprendizaje trazados por el profesor.

Esa finalidad educativa debe hacerse explícita en la construcción intencional de un diálogo didáctico y cooperativo que
permita construir los puentes de acción para el desarrollo de zdp. Ahora bien, esas zonas de ayuda se construyen cuando
existe un diálogo cooperativo intencional y diseñado profusamente con esa finalidad.

La comunicación y el diálogo educativo son diferentes de otros tipos de comunicación por el hecho de que a través de éste el
profesor intenta saber cuáles son las experiencias previas de los alumnos respecto de un contenido o tarea escolar pero
también saber cómo está viviendo el proceso de aprendizaje, qué tipo de experiencias está teniendo y cómo está resolviendo
los conflictos que tiene (¿se da cuenta de que tiene concepciones erróneas?, ¿las estrategias que utiliza son las adecuadas?,
¿la formulación del problema es adecuada?), y cuáles estrategias de solución son las más acertadas para lograr los objetivos
de aprendizaje.

A través del desarrollo de una autoconciencia sobre el propio aprendizaje, los estudiantes y el profesor llevan a cabo un
diálogo educativo más enriquecedor desde una perspectiva pedagógica.

Se ha hecho énfasis en el papel de la interacción en el desarrollo de procesos de aprendizaje en contextos de enseñanza


aprendizaje. La cooperación didáctica debe entenderse como la participación activa de los agentes educativos en el logro de
los objetivos de aprendizaje. Esta cooperación activa implica reconocer que es el diálogo el mecanismo mediante el cual los
sujetos construyen sus representaciones sobre las intencionalidades educativas, los objetivos y las metas que se aprenden,
además es a través del lenguaje y del diálogo como nos ponemos en contacto para hacer explícitas esas intencionalidades.

Algunas de las propuestas para mejorar para la construcción de la metacognición es el desarrollo de instrumentos
psicológicos: cuestionarios con preguntas abiertas que permitan a los alumnos decir cómo están realizando una actividad y
cómo la han hecho anteriormente, estos cuestionarios pueden compartirse para saber cómo le hace un determinado
estudiante y cómo lo hace otro. La comparación, en principio, sirve para darse cuenta si lo que se está realizando es
adecuado o no, y buscar entre los propios compañeros o pares cómo lo hace cada uno y, probar entonces, nuevas
estrategias o alternativas, de esta manera los más expertos comparten con los demás las estrategias que han utilizado.

El diálogo en una situación familiar o en un contexto no educativo, proporciona todo este tipo de ayudas, los padres
reconocen cómo hacen las cosas sus hijos, qué estrategias utilizan, exploran sus propios procesos y les tratan de
proporcionar las ayudas necesarias para que logren sus actividades. En el caso de los adultos y de la educación a distancia,
ésta se centra muchas veces en el dominio de la tarea y no se dan las retroalimentaciones necesarias para explorar entre
ambos la construcción del conocimiento.

EL APRENDIZAJE COOPERATIVO

El profesor es el mediador en los procesos de aprendizaje, como motivador, como transmisor de mensajes y como
seleccionador de los estímulos y refuerzos que llegan al alumno. Sabe además que las aptitudes intelectuales, psico -
motoras, procedimentales, estratégicas son importantes, pero sólo tienen sentido si están al servicio de las actitudes. Es la
actitud más la amplitud lo que hace competente a la persona en cualquier actividad.

Una herramienta sumamente interesante tanto desde la perspectiva de los resultados académicos como de la práctica en
habilidades sociales, es el llamado Aprendizaje Cooperativo.

Hay que reconocer que la enseñanza debe individualizarse, en el sentido de permitir a cada alumno trabajar con
independencia y a su propio ritmo. Pero es necesario promover la colaboración y el trabajo grupal, ya que éste establece
mejores relaciones con los demás alumnos, aprenden más, les agrada la escuela, se sienten más motivados, aumenta su
autoestima y aprenden habilidades sociales más efectivas al estudiar, aprender y trabajar en grupo cooperativos.

Tradicionalmente, en la sala de clases, los estudiantes compiten unos con otros para obtener buenas notas y recibir la
aprobación del profesor. Este tipo de competencias entre estudiantes no fomenta el mejoramiento académico ni el
compañerismo.

El Aprendizaje Cooperativo es una estrategia que promueve la participación colaborativa entre los estudiantes. El propósito
de esta estrategia es conseguir que los estudiantes se ayuden mutuamente para alcanzar sus objetivos. Además, les provee
para buscar apoyo cuando las cosas no resultan como se espera.

Existen diversas definiciones del enfoque de aprendizaje cooperativo, sin embargo, básicamente se trata de un enfoque
instruccional centrado en el estudiante que utiliza pequeños grupos de trabajo (generalmente 3 a 5 personas, seleccionadas
de forma intencional) que permite a los alumnos trabajar juntos en la consecución de las tareas que el profesor asigna para
optimizar o maximizar su propio aprendizaje y el de los otros miembros del grupo.

El rol del profesor no se limita a observar el trabajo de los grupos sino que a supervisar activamente (no directivamente) el
proceso de construcción y transformación del conocimiento, así como las interacciones de los miembros de los distintos
grupos.

El rol del docente, entonces, es el de un mediatizador en la generación del conocimiento y del desarrollo de las habilidades
sociales de los alumnos.

Un nuevo tipo de Educación requiere el trabajo sistemático y continuado de capacidades dialógicas, con el fin de poner en
poner en marcha mecanismos de cooperación y articulación social. El desarrollo de nuevas formas de asociación y
organización social, el perfeccionamiento y la vitalidad de nuestras actuales instituciones, e incluso el vislumbramiento y la
aparición de otras nuevas, requieren por nuestra parte de actitudes más igualitarias, más universalistas y más abiertas al
respeto de las singularidades de las diferentes culturas sin ningún tipo de discriminación.

La percepción de que la solución a los problemas colectivos no pueden resolverse individualmente, exige nuevas formas de
aprendizaje cooperativo, de aprendizaje entre iguales, ya que en la práctica "nadie enseña a nadie y nadie se enseña solo,
sino que todos nos enseñamos en comunión". Paralelamente hacer visible en lo cotidiano la justicia, la libertad, la convivencia
y la paz, está inseparablemente unido al ejercicio permanente de habilidades dialógicas y de cooperación. En definitiva: si las
instituciones educativas formales e informales se sustraen de esta responsabilidad, si desde nuestras escuelas no se
interviene diariamente en el ejercicio de hábitos democráticos, de tolerancia y de solidaridad, no será posible responder a los
problemas que, tanto locales como globales, tiene planteados hoy la humanidad.

"El aprendizaje cooperativo es el uso instructivo de grupos pequeños para que los estudiantes trabajen juntos y aprovechen al
máximo el aprendizaje propio y el que se produce en la interrelación". Para lograr esta meta, se requiere planeación,
habilidades y conocimiento de los efectos de la dinámica de grupo. "El aprendizaje cooperativo se refiere a una serie de
estrategias instruccionales que incluyen a la interacción cooperativa de estudiante a estudiante, sobre algún tema, como una
parte integral del proceso de aprendizaje" .

El aprendizaje cooperativo hace posible entender los conceptos que tienen que ser aprendidos a través de la discusión y
resolución de problemas a nivel grupal, es decir, a través de una verdadera interrelación. Usando este método, los
estudiantes también aprenden las habilidades sociales y comunicativas que necesitan para participar en sociedad y "convivir".

Dentro del aprendizaje cooperativo las fuentes principales han sido Spencer Kagan (Estructuras), Shlomo y Yael Sharan
(Investigación en grupo), Elizabeth Cohen (Instrucción Compleja), Johnson & Johnson y Robert Slavin

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS

El aprendizaje basado en proyectos tampoco es un modelo exclusivamente tecnológico. Se puede utilizar en el aula sin la
necesidad de que intervengan para nada los ordenadores. Pero se ajusta de tal manera al contexto tecnológico que
constituye hoy uno de sus mejores exponentes. Es, además, un tipo de aprendizaje que se acomoda especialmente a las
características del aprendizaje cognitivo y a la educación de los superdotados porque que destaca más que la acumulación
de la información, la transformación de ésta en conocimiento, y conocimiento aplicable para resolver problemas en un
ambiente constructivista.

En el aprendizaje basado en proyectos los alumnos investigan temas y asuntos motivadores, en contextos de problemas del
mundo real, integrando temas como ciencia, artes, o matemáticas. Los estudiantes trabajan en equipos, usando la tecnología
para acceder a la información actual, y en algunos casos consultar con expertos. Coordinan el tiempo y los calendarios de
trabajo, desarrollan productos reales como informes multimedia y los presentan a sus profesores y a la comunidad entera en
una presentación final. Experiencias concretas y trabajos manuales, se cruzan con tareas intelectuales más abstractas para
explorar asuntos complejos.

El aprendizaje por proyectos tiene muchas ventajas: se centra en los conceptos y principios de una disciplina, implica a los
estudiantes en investigaciones de solución de problemas y otras tareas significativas, les permite trabajar de manera
autónoma para construir su propio conocimiento y culmina en productos objetivos y realistas.

El modelo de proyectos, con soporte tecnológico, tiene cinco estadios fundamentales: Planificación, Análisis, Articulación,
Comprobación y Revisión final.

Un ejemplo del modelo es el proyecto de Atlanta para ayudar a los alumnos a aprender matemáticas y ciencias:

Se plantea el problema de construir un túnel. Los alumnos deben diseñar un túnel ferroviario de alta velocidad para el
transporte rápido de pasajeros.

Planificación general. Los alumnos hablan entre sí de todo lo que atañe a los túneles, de la velocidad a la que deben llevar
los trenes y las dificultades de construir los túneles. Comienzan estableciendo criterios para comparar posibles soluciones
como el costo, el tiempo.

Análisis. Comienzan a definir las partes del problema. Perforar un túnel en tierras pantanosas no es lo mismo que hacerlo en
tierras escarpadas. Por eso se necesitan distintos tipos de perforación y apuntalamiento.

Articulación. Arman las partes del diseño y hacen un plan de construcción.

Comprobación. Exponen sus planes para construir túneles respondiendo a las preguntas de los profesores y compañeros.

Revisión final. Escriben informes sobre sus diseños.

Los cinco estadios no son una secuencia lineal para los expertos ni para los estudiantes. En el análisis, por ejemplo, pueden
darse cuenta de que no han entendido todo el problema, y en la articulación necesitan, a lo mejor, volver al estadio de la
revisión inicial. Los alumnos deben regresar, de esta manera, a estadios anteriores para mejorar sus limitaciones. Además,
algunas actividades pueden aparecer en más de un estadio. Por ejemplo, la colaboración o intercambio de ideas aparece en
varias de los cinco estadios.
La experiencia repetida con este modelo, ha suministrado ideas y fórmulas que conviene aprovechar porque mejoran la
ayuda que el profesor puede prestar a los estudiantes. Por ejemplo, en la planificación general, se ha comprobado que no
basta con pedir una explicación a los alumnos sobre lo que están haciendo, sino que hay que añadir a la petición de
explicación, el entrenamiento y la comunicación, ya que el mero proceso de hablar de algo no mejora el aprendizaje.

Los últimos años el Aprendizaje Basado en Proyectos (a partir de ahora ABP) ha ido ganando popularidad en nuestro país
por su gran impacto sobre el aprendizaje de los alumnos. Parece que existe un amplio consenso sobre la utilidad de esta
metodología, pero al mismo tiempo aún es un tema que carece de madurez científica existiendo aún numerosas definiciones
del método.

¿Qué es el ABP?

De acuerdo con la definición que proponen los manuales de ABP para profesores, el aprendizaje basado en proyectos es un
conjunto de tareas de aprendizaje basada en la resolución de preguntas y/o problemas, que implica al alumno en el diseño y
planificación del aprendizaje, en la toma de decisiones y en procesos de investigación, dándoles la oportunidad para trabajar
de manera relativamente autónoma durante la mayor parte del tiempo, que culmina en la realización de un producto final
presentado ante los demás (Jones, Rasmussen, & Moffitt, 1997).

El proyecto de aula busca aplicar los conocimientos adquiridos sobre un producto o proceso específico, donde el alumno
tendrá que poner en práctica conceptos teóricos para resolver problemas reales (Rodríguez-Sandoval, Vargas-Solano, &
Luna-Cortés, 2010).

Teniendo en cuenta lo expuesto en las definiciones anteriores, podemos entender fácilmente que el rol del profesor y el
alumno son muy diferentes que en los métodos de enseñanza tradicional. En el ABP los alumnos persiguen soluciones a
problemas, generan preguntas, debaten ideas, diseñan planes, investigan para recolectar datos, establecen conclusiones,
exponen sus resultados a otros, redefinen sus preguntas y crean o mejoran un producto final (Blumenfeld, Soloway, Marx,
Krajcik, Guzdial, & Palincsar, 1991).

Teniendo en cuenta que en el ABP el alumnado toma las riendas de su aprendizaje, el profesor debe garantizar que los
proyectos encuentren el equilibrio entre la habilidad y el desafío, desencadenando una experiencia agradable en el
aprendizaje (Johari & Bradshaw, 2008).

¿Cuál es el rol del docente?

Para conseguir sacar el máximo partido al ABP, los docentes necesitan crear un ambiente de aprendizaje modificando los
espacios, dando acceso a la información, modelando y guiando el proceso. Además entre las acciones que deben realizar los
profesores se encuentran: animar a utilizar procesos metacognitivos, reforzar los esfuerzos grupales e individuales,
diagnosticar problemas, ofrecer soluciones, dar retroalimentación y evaluar los resultados (Rodríguez-Sandoval, Vargas-
Solano, & Luna-Cortés, 2010).

Entre los atributos que Restrepo (2005) establece para un docente que dirige ABP encontramos que debe ser especialista en
el método, manejar bien el grupo, coordinar la autoevaluación y otros métodos de evaluación significativos. Además debe
motivar, reforzar, facilitar pistas, ser flexible ante el pensamiento crítico de los alumnos, conocer y manejar el método
científico y disponer de tiempo para atender inquietudes y necesidades de los alumnos.

¿Cuál es el rol del alumno?

En el ABP, los alumnos deben involucrarse en un proceso sistemático de investigación, que implica toma de decisiones en
cuanto a las metas de aprendizaje, indagación en el tema y construcción de conocimiento. El rol del alumno en el ABP es
central.  Un proyecto debe incorporar el componente de autonomía del alumnado en las elecciones, y debe contar con
tiempos de trabajo sin supervisión. Según los expertos, los estudiantes que perciben una mayor autonomía, tienden a tener
experiencias más positivas y a percibir mejor este tipo de estrategias metodológicas. Además, este tipo de trabajo autónomo,
fomenta más la responsabilidad que los métodos de instrucción tradicionales.

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