Sei sulla pagina 1di 2

Repetidas veces se oye hablar del matrimonio tratando de equipararlo a

otros tipos de ´familias´ presentándose estas situaciones como otros


estilos de vida alternativa. Pues bien, un buen número de investigadores
están poniendo de relieve los beneficios que el matrimonio aporta a las
familias y a la sociedad, deduciéndose de los diversos estudios, que no son
situaciones comparables.

En la publicación ´Why Marriage Matters´, un grupo de investigadores


sociales ha sintetizado las conclusiones de decenas de estudios
sociológicos. Entre otros muchos profesionales, han participado: John
Gottman, psicólogo de la Universidad de Washington; David Popenoe,
sociólogo de la Universidad Rutgers; Linda J. Waíte, socióloga de la
Universidad de Chicago y Judith Wallerstein, psicóloga infantil.

Una conclusión fundamental a la que se llega en este estudio : "El


matrimonio es un bien social importante, vinculado con un impresionante
catálogo de consecuencias positivas tanto para los niños como para los
adultos".

Esta afirmación tiene mucha importancia en la sociedad actual en donde ha


crecido mucho la aceptación social del divorcio, de la cohabitación, de las
relaciones sexuales prematrimoniales y el nacimiento de hijos fuera del
matrimonio.

El matrimonio favorece las buenas relaciones entre padres e hijos. Al llegar


a adultos, los hijos de parejas casadas aseguran, por regia general,
disfrutar de mayor unión con sus madres que los hijos de parejas
divorciadas. El 30 por ciento de los jóvenes con padres divorciados afirman
tener malas relaciones con sus madres, frente al 16 por ciento de aquellos
cuyos padres seguían casados.

La relación con el padre corre un riesgo mayor todavía. El 65 por ciento de


los jóvenes de padres divorciados tiene malas relaciones con ellos en tanto
que, si el padre sigue casado, la proporción es del 29 por ciento. Parece ser
que los datos aseguran que el divorcio tiene más efectos negativos sobre
las relaciones entre padres e hijos que el proseguir un matrimonio infeliz.

El matrimonio es una especie de seguro contra la pobreza de madres e


hijos. Las investigaciones muestran de forma sistemática que tanto el
divorcio como el tener hijos fuera del matrimonio hace que madres e hijas
queden más desprotegidas económicamente. Algo que se comprueba es
que los matrimonios crean más riqueza que las parejas de hecho o las
familias monoparentales.

Existe una repercusión clara en el rendimiento académico de los hijos. Los


hijos de padres divorciados o no casados obtienen peores calificaciones y
presentan mayor probabilidad de repetir curso y de no terminar la
enseñanza secundaría. Estos efectos se dan con independencia de la raza o
los antecedentes familiares.

En cuanto al consumo de alcohol y drogas, existe una relación entre


matrimonio y tasas bajas, tanto en adultos como en adolescentes. Los
casados, hombres o mujeres, presentan tasas menores de consumo y
abuso de alcohol que los solteros. Lo confirman varios estudios que han
seguido la trayectoria de personas durante años, comprobándose que los
jóvenes que se casan tienden a reducir el consumo de alcohol y drogas. La
proporción de adolescentes que han tomado marihuana se duplica entre
los que viven en familias monoparentales o recompuestas, y se triplican en
el caso de que vivan solo con el padre.

En cuanto a la salud en general, las personas casadas disfrutan, en


general, de mejor salud que las solteras o divorciadas. Parece ser que los
casados llevan mejor la enfermedad, vigilan el estado de salud del otro y
viven de manera más sana que las personas solteras en situaciones
similares.

Los hijos de divorciados presentan tasas más elevadas de trastornos


psicológicos y enfermedades mentales. Por regla general, el divorcio
somete a los hijos a un golpe emocional considerable e incrementa el
riesgo de enfermedad mental.

Parece ser que los efectos psicológicos del divorcio varían según la
intensidad del conflicto de los cónyuges. Cuando el conflicto matrimonial es
fuerte y prolongado, el divorcio supone un alivio psicológico para los hijos.
No obstante, estos expertos consideran que es necesario investigar más ya
que parece que la mayoría de los divorcios se dan en matrimonios con
conflictos de baja intensidad.

Al final, el informe afirma lo siguiente:

"El matrimonio es más que una unión afectiva privada. Es también un bien
social. No es para todas las personas. Tampoco todos los niños criados
fuera del matrimonio salen perjudicados por ello. Pero donde los
matrimonios sanos son lo más común, los niños, las mujeres y los hombres
están en mejor situación que donde hay elevadas tasas de divorcio, de
hijos extra matrimoniales y de matrimonios conflictivos y violentos".

Potrebbero piacerti anche