LA AUTOESTIMA, UN AMOR QUE SE DESTRUYE

Cindy Marcela Muñoz Prieto 1

La autoestima es algo fundamental para todo tipo de relación que mantenemos con los
demás y con nosotros mismos. Nuestra experiencia vital depende de ella y, a su vez, la
autoestima alimenta y controla todo aquello que vivimos. Se alimenta de eso y lo
condicionará en experiencias futuras. Hace que busquemos nuestro lugar, así que no
permitamos que nos invadan, busquemos nuestro desarrollo y mantengamos una vida
social óptima.

Con frecuencia, a muchas personas nos pasa que nuestra voz interior se basa en las
palabras duras que nos han dicho otras personas, o en malas experiencias que hemos
tenido, nuestra voz interior es muy dura con nosotros mismos, pero podemos cambiar esa
voz interior, podemos aprender a pensar cosas mejores sobre nosotros mismos; somos
demasiado duros y críticos con nosotros mismos, por ende no aceptamos que lo que
hacemos sea bastante bueno. Si pensamos: "No vale nada", "No es perfecto" o "No lo
puedo hacer bien", perdemos la oportunidad de construir nuestra propia autoestima. Las
consecuencias de una baja autoestima pueden ser muy diversas, y en cada persona
puede afectar de distinta forma. Sin embargo, algunas de las más comunes pueden estar
relacionadas con sentir un bajo estado de ánimo, alto nivel de sufrimiento fruto de la
comparativa social constante, trastornos de la alimentación (relacionados con la
insatisfacción del físico), se puede llegar a ser víctima de abusos de distinto índole,
presentar bajas habilidades sociales y, por tanto, una vida social poco satisfactoria. En
algunos de los casos más graves puede encontrarse ideación suicida.

Este problema cada día va en aumento, gracias a las redes sociales ya que se crean
ciertos estándares de “belleza” lo cual hace que entremos en el círculo de las
comparaciones con nosotros mismos, entonces, ¿cómo podemos vencer nuestra baja de
autoestima?, ¿cómo no caer en ello?, debemos de dejar de tener pensamientos negativos
sobre nosotros mismos, ponernos como objetivo el logro en vez de la perfección,
considerar los errores como oportunidades de aprendizaje, pero sobre todo aceptarnos tal
como somos y haciendo autoevaluaciones de lo que podemos mejorar.