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Los hábitos

1. Noción de cualidad. Definición de hábito.

¿Qué es un hábito? Es una disposición, una cualidad del sujeto que tiene la
característica de ser estable y que lo dispone a obrar bien o mal. Según Aristóteles: "Llamo
hábitos a las disposiciones que nos hacen conducirnos bien o mal”.1
El hábito es una cualidad que:
a) nos dispone bien o mal,
b) ya con relación a nosotros mismos, ya con relación a otra cosa,
c) es estable, por eso se dice que es difícilmente mudable,
d) arraiga fuertemente en la naturaleza de la persona y llega hasta constituir una
como “segunda naturaleza” del hombre, según dijimos más arriba.
La palabra hábito deriva del verbo latino habeo, es, habere. Indica, en
consecuencia, el hecho de tener o de poseer alguna cosa y, por derivación, el hecho de
poseerse a sí mismo. Pero además del acto de la posesión, haber significa el proceso de
adquisición de aquello que se posee. Por eso el hábito implica la posesión y adquisición
de una determinada cualidad. Es un proceso dinámico, que transcurre en la vida temporal
de la persona. Los hábitos, pues, se adquieren o se pierden. Se adquieren o generan
mediante el ejercicio de determinados actos y se pierden o corrompen por el abandono de
tales actos.
Se ha de distinguir hábito de disposición. El hábito significa, como vimos, aquella
cualidad estable, difícilmente mutable en un sujeto. La disposición, en cambio, es una
cualidad de hecho inestable y que puede mudarse. Pero estas diferencias son sólo
accidentales, según Aristóteles, dentro de la misma especie de cualidad. En realidad,
hábito y disposición, son como lo perfecto y lo imperfecto dentro de la misma cualidad.
Por ejemplo, la salud y la enfermedad son disposiciones pues afectan al sujeto de manera
inestable y fácilmente pueden cambiarse una a otra pues los principios orgánicos de los
que dependen son fácilmente corruptibles. En cambio, la ciencia y la virtud responden a
principios no tan fácilmente corruptibles pues no radican en el cuerpo sino en el alma. De
todos modos, en un principio, la ciencia y la virtud son disposiciones que cuando se
perfeccionan pasan a ser hábitos.

2. Clasificación de los hábitos.

Hay varias clasificaciones. Pero la resumimos así:

a) Hábitos entitativos y hábitos operativos.


b) Operativos intelectuales y operativos morales
c) Operativos morales buenos (virtudes) y malos (vicios).

Respecto de a): son hábitos entitativos aquellos que modifican la substancia. Son
como accidentes de la substancia. Ejemplo: salud, belleza y otros semejantes. Son hábitos
operativos los principios próximos de operación que perfeccionan a las potencias
naturales. Ejemplo: el hábito de la ciencia que perfecciona a la inteligencia.

1
ARISTÓTELES, Etica a Nicómaco, Libro II, capítulo V.
Respecto de b): los hábitos intelectuales perfeccionan a la potencia intelectual.
Ejemplo: ciencia, sabiduría, etc. Los hábitos morales perfeccionan la potencia apetitiva.
Ejemplo: la justicia perfecciona a la voluntad.
Respecto de c) Los hábitos morales virtuosos o buenos disponen a obrar bien. Los
hábitos morales viciosos o malos disponen a obra mal.

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