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Dice José Ignacio Cabrujas: Dirá algún lector, no sin razón, que alma. Admiro esa cortedad.

dmiro esa cortedad. Me gusta recordar y ubicar. Me gusta


soy corto de alma al ocuparme de esta miseria y al expresar una saber qué se dijo y cuándo se dijo. Me gusta llamar las cosas por
terrenal necesidad de memoria como norma de vida. Que confundo el nombre que tienen y contarles el tiempo a las ofensas. Debe ser
lo efímero con lo fundamental. Es verdad. Me gusta ser corto de que no como suficientes vegetales.

Domingo 25 de octubre de 2020

DirecciónNelson Rivera

HOMENAJE >> 25 AÑOS DEL FALLECIMIENTO DE JOSÉ IGNACIO CABRUJAS

Cabrujas
“MARÍA LUISA.- Anda, Pío, pregunta. Tú
primero y nosotros después. ¡Qué notamos
al examinar…
PÍO.-… la sociedad actual?
PLÁCIDO.- Respuesta…
MARÍA LUISA Y PLÁCIDO.-… una profunda
desigualdad…
GARDEL.- ¡Extraordinario!
LE PERA.- ¡Bravo, bravo, bravo!
PÍO.- ¿Cómo se manifiesta?

Antropólogo sin certificado


MARÍA LUISA Y PLÁCIDO.- Por la existen-
cia de dos tipos de hombre… el proletario y
el burgués…
PÍO.- ¿Está la sociedad bien constituida?
MARÍA LUISA Y PLÁCIDO.- No, porque exis-
ten dos clases sociales: el proletariado y la
burguesía…
Carolina Guerrero GARDEL.- ¡Luminoso! ¡Exacto!
¡Cronométrico!”.

F
rases tópicas: las hay detestables, más  
otras, muchas, son sintomáticas. ¿Leís- Aguantar callado
te a Cabrujas?, ha sido moneda de inter-  La sumisión apenas se rompe en situaciones
cambio entre la clase media ilustrada límite. Solo con la sangre hirviendo, el indivi-
por casi dos décadas. Leerlo ha sido un lugar duo se percibe a sí mismo. Antes de ese “hasta
de conversación y de conversión, zona de en- aquí llegué” hay años, tal vez siglos, de aguan-
cuentros y una de las excepcionales manifes- te. Un indicio:
taciones de la inteligencia criolla que han sido  
premiadas por la alegría, risa, rabia, rechazo “AMADEO.-… esa noche la recepción termi-
o discusión de los lectores. Cabrujas amado y nó a las once y el edecán del general Castro
vitupereado. Cabrujas admirado y revisitado. me dijo que no podía regresar a la casa con
Maravilla: Cabrujas leído. Cabrujas hablaba Lucrecia, mi mujer, porque Castro quería ju-
de nosotros, sus lectores. Nos describía, nos gar con ella una partida de dama china. Yo,
narraba, nos burlaba. Hombre solidario de naturalmente, sospeché… Mucho más cuan-
profundas y certeras intuiciones políticas, mu- do Lucrecia regresó a la casa, cinco días más
cho de lo que sabemos de nosotros mismos se tarde, alegando que el juego de dama china
lo debemos. En su obra Cabrujas acumuló un se había extendido…”.
ser venezolano, y también la vida real derivada  
de ello, una venezolanidad, una especie de bús- Se necesita tanta más infamia para el estalli-
queda por definir a una tierra y a unas gentes, do. Y si se da, dura poco.
convictas de protagonizar un país inconcluso.  
 Tuvo la frecuente facultad de interpretar la “AMADEO.-…Tres años más tarde la encon-
entrelínea histórica del país. Tarea accidenta- tré en mi lecho con el Secretario del Partido
da –por terrenal– para los académicos. Y muy Liberal (…) ¡La insulté con la pistola en la ma-
cuesta arriba para los empíricos. José Ignacio no! (…) En un momento dije algo sobre el ho-
Cabrujas tuvo un permanente encuentro con nor ultrajado y por allí me fui con una auténti-
las entrañas de la nación. Sus hallazgos los ca conferencia acerca del sentido del honor en
proyectó en parlamentos y situaciones suge- la obra dramática de Calderón de la Barca…
José Ignacio Cabrujas / Archivo El Nacional
ridas en su obra teatral, dando cuenta de esa COSME.- ¿Y ella?
extraña abstracción llamada venezolanidad. AMADEO.-… me pidió que le recomendara
Algunas conexiones son las siguientes: una bibliografía”.
Ocurrió el 21 de octubre de 1995: José Ignacio Cabrujas  
Esto nunca será París
Yo no fui
Una de las recurrencias en los personajes ca- partió dejando al país en estado de dolor y perplejidad. Finalmente, el desprecio de los ciudadanos por
brujianos es la justificación de errores a partir
de la ignorancia como excusa. El dramaturgo
Una semana después, en la edición del 29 de octubre, el país decanta en nostalgia por lo que no se es.
O sea, extranjero:
identifica la tendencia a redimir los pecados Argenis Martínez, Alberto Barrera Tyszka, Carolina  
“GUZMÁN.- ¡Cher Lander!
históricos y las falencias de la sociedad por
medio del “es que yo no sabía” colectivo: Guerrero, Colette Capriles, Elisa Lerner, Julio César ARÍSTIDES.- ¡Monsieur le président! (…)
GUZMÁN.- Un aire civilizado acaba de entrar
 
“BUEY.-… Le dije: papá marico, pero la igno-
Mármol, María Cristina Losada, Mauro Parra, Paula a este salón”.
rancia no es culpable (…) Fue mi tío Alberto
que me dijo: “Niño, vaya y dígale a su papá,
Vásquez Lezama, Román Chalbaud, Sergio Dahbar,  
La razón boba
marico” (…) Fui y le dije y después tuve que Teodoro Petkoff y Tulio Hernández lo despedían en Los inicios republicanos de Venezuela adop-
comerme medio jabón de este tamaño (…) Pe- taron uno de los legados del clasicismo del
ro no sabía, Magra. No sabía ¿Cómo se va a este Papel Literario. Hoy reproducimos aquellos textos siglo XVIII: el dominio de las pasiones por
la razón, lo que decanta en la libertad del
castigar a un niño si no sabe?”
escritos bajo el estremecimiento de la noticia individuo.
Hay otra vía de redención: el anclaje en la in- El triunfo de la razón habría prevalecido en
fancia. Un país infantil y desconocedor puede la venezolanidad hace 180 años. Pero hoy las
errar sin asumir responsabilidades. La inge- piraciones patrióticas, Sociedad Louis Pasteur nerado comió chorizo sobre los protocolos de pasiones solo son falsamente doblegadas por
nuidad (movida por la ignorancia o por una (…) sino Sociedad para un Estudio Pormeno- 1858 (…) ¡Estamos a merced de los documen- otras pasiones. El carácter nacional está, se-
adultez que no llega) es el mecanismo nacional rizado del Culo de mi Alemana. Y no sería tan tos británicos! gún, desprovisto de racionalidad. Y la libertad
de expiación. cultural, pero por lo menos yo entendería mis ¡Perdimos los recibos, Lander!”. individual, por consiguiente, es ilusión,
  quince rones y mis deseos y tal vez mi vida”.  En Profundo la existencia se subordina al
La cultura marginada   Monte y culebra mito. A través de él se reprimen las pasiones.
Al país se le atribuye el hábito de marginar la El gobierno que merecen Otro mito develado: toda sociedad provinciana Este contrasentido culmina en una explosión
intelligentsia. El leitmotiv, la soledad de una El autor descubre la tipología del mandatario castra a sus ciudadanos para la hazaña heroi- aún más irracional, cuando Manganzón, que
intelectualidad no escuchada por una nación pretendido estadista: seres marcados por la ca. La omisión individual y colectiva se excu- ni tiene sexo con su esposa por creerse ilumi-
urgida de materia gris. El desencanto lo recrea torpeza y la idiotez. Un rey católico al que le sa en que solo un entorno adecuado (moderni- nado, proyecta su cólera hacia el objeto (un
en Acto Cultural. aprietan las botas y juega frontón. Gobernantes dad, primer mundo) promueve la proeza. Las hueco cavado en la habitación) supuestamen-
  republicanos viciosos, legitimados por la indife- víctimas del subdesarrollo son minusválidas te revelador de dicha bendición divina:
“AMADEO.-… Tengo tantos años diciendo rencia complaciente del ciudadano, cuya máxi- para cambiar sus destinos:
conferencias… Los martes a las ocho… Es ma insurrección es el chisme.   “MANGANZÓN.- ¡No hay nada! ¡No hay na-
increíble como después de veinte años nadie   “AMADEO.- ¿Cómo hace un hombre en San da! ¡Allí en el hueco no hay nada! (…) Es un
me escucha porque suponen que digo una “HERMINIA.-…Echo de menos los rosales. Rafael de Ejido, cuando tiene una fantasía?... hueco para mear… ¡Es un meadero!”.
conferencia”. ¡Fue una verdadera canallada del general Cas- ¿y quiere descubrir América o cualquier otra
  tro pisotear los rosales! ¡El alcohol tiene sus soledad?”. Y si el carácter nacional envuelve el freno
Mas toca otra llaga: la vacuidad del intelectual límites!”.   de las pasiones a través de otras pasiones y
que, como Amadeo y tantos otros, cualquier te-   Ideas de moda no de la razón, su estado es de naturaleza
ma lo vuelve conferencia. Objeta la validez de La mediocridad también es perceptible en el Quizás una de las mayores tristezas del país (animal, salvaje, primitivo), pretendiendo
la cultura que se dice hacer, y su pertinencia resto de la burocracia: es la importación de ideologías que nunca lle- una racionalidad y una civilidad que no le
frente a la realidad social y a la del intelectual   gan a ser entendidas. La disertación sobre la son propias.
mismo. “GUZMÁN.- (Respecto a la deuda externa) Ni ideología predicada es una repetición irracio-  
  siquiera sé cuánto debemos (…) ¡Hay cifras nal, retrato del ciudadano loro. Una muestra, *Publicado originalmente en la edición del Papel
“COSME.-…Yo no llamaría a este centro de res- borradas con grasas de chorizos! ¡Un dege- el catecismo marxista en El día que me quieras: Literario del 29 de octubre de 1995.

Esta edición PDF del Papel Literario se produce con el apoyo de Banesco
2 Papel Literario el nacional Domingo 25 De octubre de 2020

EN MEMORIA DE JOSÉ IGNACIO CABRUJAS: 1937-1995

El rostro
Elisa Lerner

La súbita muerte de Cabrujas me lleva a con-


templar la foto que le hizo Vasco Szinetar, qui-
zá, en los tiempos finales del Nuevo Grupo. Me
aferro a la foto como una viajera perdida que
se refugia en su guía Michelin. El rostro de una
persona que no veremos más es como las mo-
nedas, de diverso tamaño y espesor, de un país
al que, seguramente, no iremos de nuevo. Desde
la foto que tomó Vasco, miro a un hombre me-
diterráneo que empieza a cultivar un maduro
jardín introspectivo en el bigote denso, viril.
En los retratos de prensa del Cabrujas de los
últimos días, fascina la abundosa, anacrónica
cabellera. Magnífica, ensortijada cabeza, como
un proscenio, llena de aventuras y proyectos, y
sin hados pacientes para recibir el talco bené-
fico de los años.
En la vida diaria no era fácil llegar a la mira-
da del escritor. Unos pesados párpados de dro-
medario daban paso a miradas, aparentemente,
veladas. Es el rostro, entre otros muchos de Ca-
brujas, que arrebató a las fidelidades (o infideli-
dades) del recuerdo: un hombre, aún en excelen-
te edad de vida, al que lo hacía muy feliz el éxito.
José Ignacio Cabrujas / Vasco Szinetar©

La voz Benito, el No a la escolástica


María Cristina Lozada Míster Pitchum de la Ópera de Tres Centavos.
Después siempre dije que José Ignacio no ha-
sobreviviente Paula Vásquez Lezama

“Ese día supe que algo de ti se me escapaba, que, blaba, sino sonaba. A veces no entendíamos las ¿Por qué se hacían inolvidables los artículos de
viejos amigos, todavía reservamos asombros. palabras, o la tos lo detenía. Pero el sentimiento Sergio Dahbar Cabrujas? Osada pretensión dar respuesta. Ca-
Ese día pensé también que alguna vez compartí y la emoción de su verbo nos convocaba y nos lle- brujas abordó, divertido y ceñudo, los más di-
contigo Tío Vania y que después de tantos años, vaba a soñar con nuevas aventuras, hoy en teatro, La calle más importante en la vida de Cabrujas versos temas, cuestionando lo dicho, lo sabido,
guardo en mi memoria tu rostro…”. mañana en televisión u ópera, cualquier día en murió de asfixia el sábado 21 de octubre. Me lo refi- lo común y lo socialmente establecido. Era un
Me hablaba José Ignacio del silencio de Vania. política. Ninguna voz proveniente de tan descon- rió días atrás un testigo, Benito Vargas, repartidor antropólogo cultural que daba pistas para el re-
Hoy ese silencio es dolor. Prefiero recordar su certante timidez ha producido tal estruendo en la de hielo, último vecino de una dinastía comunita- conocimiento y la crítica de prácticas consagra-
voz, cuando en el Aula Magna de la UCV nos conciencia nacional, en los últimos años de nues- ria que se mudó a la calle Argentina de Catia, por das, muchas veces burlándose de ellas.  Supo es-
asombró con su musicalidad en el maravilloso tra historia. Ojalá pudiéramos “sonar” como él. los años cuarenta y cincuenta. No había edificios capar de la escolástica, o, mejor todavía, nunca
ni bloques, sino la promesa salvaje de El Junquito. llegó a caer en ella. Eludió los conceptos vacíos,
La calle Argentina era pacífica. A veces un bode- las discusiones en las que lo teórico es un rego-
guero calvo y suicida alteraba por horas la rutina deo para exquisitos estériles que se vanaglorian

Líricos de una urbanización con apariencia de pueblo, que de su oscuridad, y cuyo mejor logro es la sus-
escondía la infancia y adolescencia de Cabrujas. titución de los procesos por inútiles conceptos.
Cualquier árabe mecánico, zapatero o comer- Cabrujas no subestimaba con ligereza, aun-
Mauro Parra donde Aídas, Ernanis o Brunildas eran mencio- ciante que trabaje hoy en esa calle, advierte que haya sido demoledor. Tenía una práctica
nadas con frecuencia. En La dueña vistió de Ri- que solo Benito puede hablar del pasado de esa poco frecuente por estos días: tomaba posicio-
Desde el invento feliz de la ópera se creó un pú- goletto al banquero Esteban Rigores, padre de la esquina. Este hombre sobrevive en la cuadra nes. No solo en grandes causas. También en
blico especial de esta fusión de disciplinas músi- protagonista. Aún más, sus héroes se llamaban desde hace cuarenta años. Cual prestidigita- asuntos de minúscula y cotidiana apariencia,
co-visuales. Es un espectador activo y sobre todo sin casualidad posible, Adriana y Mauricio, co- dor, mete la mano en un saco invisible y extrae poco prestigiosos para muchos “pensadores
apasionado, cuya vehemencia continúa viva. Ca- mo en la Adriana Lecouvreur de Cilea. recuerdos vagos de la familia Cabrujas. José sociales”. Más allá de acuerdos y desacuerdos
brujas fue un exponente ideal. Sus comentarios Fue a su vez director y productor de ópera: La so- Ramón, el padre sastre “era un hombre con Cabrujas llamaba al intercambio y la reflexión.
narrativos en Radio Nacional, en las transmi- námbula, Tosca, Don Pasquale, un magnífico Don mucho porte, buen mozo, el pelo blanco hacia Corría el velo de lo obvio y nos ponía en el
siones dominicales, sus citas de Verdi, Rossini o Giovanni y una espléndida puesta en escena de atrás. Trabajaba mucho. Vestía personalidades. aprieto de justificar con argumentos si estába-
Wagner, en sus ácidos comentarios periodísticos Orfeo y Eurídice, que han honrado la accidentada La señora Matilde cuidaba la casa y sus mucha- mos o no con él. Esto es lo que ha desaparecido.
y las alusiones a personajes en las telenovelas, historia de los montajes del género en nuestro país. chos. A José Ignacio yo lo encontraba siempre
caminando por la calle, delgado, pensativo”.

El trío de la santísima Malas noticias Lucidez pura


Parado contra un muro de su casa, el sábado 21
de octubre Benito salió al balcón, pero no en- Colette Capriles
Argenis Martínez dos salas al público y crear el concurso de jóve- contró un solo vecino con quien compartir su
nes dramaturgos más importante de la época. tristeza. Su mujer, Ana, lamentó la noticia con Quizás lo más impresionante era esa voz de pro-
“Yo no tenía empuje para ser director… para mi Pero la Santísima Trinidad difería en sus intere- la nobleza de esas damas mayores que han co- fundidades abisales, tallada a fuerza de Stanila-
narcisismo era difícil ceder espacio ante el narci- ses extra-teatro: Chocrón jamás asumió el reto de nocido a un hombre desde muchacho y no acep- vski, con toda la voluntad de ser otra cosa que
sismo de los demás”, confiesa Arthur Miller en la telenovela ni del cine, pero sí el de gerente cul- tan que la muerte se los lleve de repente. lo que el destino podía trazarle en la plaza Pérez
sus memorias. Admitía así que, para los drama- tural. Chalbaud decantó por los largometrajes y Desde que Benito Vargas sufrió un infarto, pa- Bonalde de Catia.
turgos, no es agradable en ocasiones animar la la creación de un gran fresco del mundo marginal sa más tiempo en casa. Cuida a sus nietos. Reci- Él procedió a construirse una voz. A cons-
palabra del otro. Pero en Venezuela –solar de con- venezolano. Cabrujas se abstuvo ante la dirección be la visita de sus hermanas. A veces conversa truirse, cartesiano, una conciencia que pare-
tradicciones– existía una Trinidad, endemoniada de cine y ensayó a su vez la televisión y la ópera. con su sobrino, Alejo Felipe, el socías de José cía amplificar lo que para los demás era una
y provocadora, que solía por profundas razones De los tres, José Ignacio se supo el más político Ignacio Cabrujas. No le sorprende la coinciden- fugaz y casi imperceptible intuición. Comenza-
de amistad y sobrevivencia intercambiar papeles, y respaldó candidaturas y abrió mítines. Tal vez cia. Ni le parece extraño que dos hombres tan ba a desbordarse, a inundar, a ahogarlo a uno
dirigirse entre ellos mismos, prestarse como ac- esa vena lo llevó a asumirse como articulista se- parecidos tengan no solo la apariencia en co- de pura lucidez. El detallito crucial, el detalle
tor y personaje en la obra del otro y ser producto- manal en los diarios y, desde ese entonces, fustigó mún, sino semejante concentración de afectos y cabrujiano aparecía como en cinemascope y uno
res en conjunto de sus piezas individuales. conciencias y dibujó sonrisas en un mundo ex- recuerdos en una misma calle de Catia. Benito sentía que la pobre conciencita de bolsillo que
La Santísima de las Tres C (Cabrujas, Chal- tremadamente particular que volvía del revés lo guardó una foto del periódico que encontró en le tocó a uno es sencillamente miserable.
baud y Chocrón) erigió su fortaleza-catedral en cotidiano: en ellos fue único, como lo fue también la barbería el lunes pasado, en donde aparece El abominable título de Maestro era quizás la se-
el Nuevo Grupo y allí alcanzó una etapa de ma- en su larga y “acompañada” soledad intelectual. Alejo en el entierro, cerca del ataúd, diciéndole ñal de las angustias que causaban esos desborda-
durez creativa como nunca antes lo había logra- Sería absurdo pensar que esa Santísima Trini- adiós a su doble.  mientos. La plebe clama por sus profetas, por sus
do una generación de dramaturgos venezolanos. dad ya no existe –aunque pudo haber un distan-   notables. Muchos quisieron ver en la suya una
Y lo que más llama la atención es que no solo se ciamiento fugaz– porque difícilmente Chocrón Catia en el corazón conciencia universal, sabia, heroica, marmórea.
asumieron como creadores, sino que afrontaron y Chalbaud podrán doblar la esquina cada ma- Cabrujas nunca se cansó de reconstruir los Pero esa era la conciencia concreta, específica
otros riesgos al mantener abiertas por décadas ñana sin saludar a José Ignacio.  años de su vida en Catia, en entrevistas (Mi- e irremplazable de Cabrujas. No la del inmacu-
lagros Socorro: Catia, Tres Voces, Fundarte), lado prócer y maestro que todos anhelamos pa-
crónicas periodísticas (El país según Cabru- ra que nos susurre, antes de dormir, las líneas
de buena conducta, sino la de un tipo lleno de
La piedad
jas, Monte Ávila Editores) prólogos (Caracas,
Fundación Polar), conversaciones caseras. En pasiones cuya rotunda humanidad difícilmen-
la calle Argentina nació su educación senti- te podría caber en los estilizados moldes de los
mental, su aprendizaje de vida, formación in- prohombres locales y las glorias patrias. La de
Alberto Barrera Tyszka dad de Cabrujas: convertir una entrevista o una telectual, inagotable curiosidad, preocupacio- un tipo que hacía lo que nadie hace en este país:
columna en una parte intachable del verdadero nes sociales, su ternura familiar. En Catia se formarse opinión, decir lo que le parece, crear su
Hace tiempo, en uno de los programas de tele- patrimonio nacional. La secreta batalla contra acercó por primera vez a los mitos del séptimo propia enciclopedia según su real gana en la que
visión que conducía Antonio López Ortega en cualquier solemnidad. El estornudo de la inte- arte (Bogart, Infante, Armendáriz). En la pla- aparecen juntos Maupassant y Albertico Limon-
el canal cultural, dije que deseaba que mis hi- ligencia sobre la negligente mesa del burócrata. za escuchó por primera vez a Jacobo Borges, ta, Valle Inclán y Paulina Gamus, los Tiburones
jas estudiaran la historia según Cabrujas y no Diez años atrás, gracias a ese fascinante inven- afirmando que sería pintor. Y Oswaldo Trejo y Verdi. Supo ser, constituirse en un sujeto que
según la versión del Ministerio de Educación. to cotidiano de la conspiración que ejerce Ibsen lo emocionó con el argumento de una novela piensa y que sabe qué piensa. Un tipo, pues.
Me refería a una lúcida entrevista que –en los Martínez, nos reunimos los tres en casa de José de Huysmans. Pero la conciencia es una especie de secuela de
avatares del inicio de la etapa perecista– José Ignacio. Tuve, entonces, el chance de decirle que Catia le ofreció demasiadas revelaciones. El co- la vida. Es efecto secundario, derivación gratui-
Ignacio le concedió a la COPRE, y que se titu- él representaba la oportunidad de demostrar un mienzo de sus inquietudes. También una tabla ta. La conciencia que llegó a ser Cabrujas es un
ló “El estado del disimulo”. En ese texto, para proyecto intelectual distinto a la bobería medi- de salvación para sobrevivir en Caracas. Catia regalo. Y eso es lo horrible: que podemos seguir
mí, se fragua lo más lúcido e importante que se nista, al simplón y ascéptico figurín de Uslar Pie- fue el país íntimo donde descubrió que sería es- viviendo sin esa conciencia. ¿Pero eso es vida?
ha dicho sobre todo lo que tenga que ver con tri hablando de los fenicios y emblematizando al critor leyendo a Los Miserables en la platabanda
términos como identidad. País, patria… y los pobre Vivaldi con sus cuatro estaciones. Cabru- de su casa, con dos bodegas en el horizonte y una *Todos los textos incluidos en esta página fueron publicados
demás etcéteras posibles. Ahí reside la geniali- jas me miró y sonrió. Casi con piedad. vida por delante. originalmente en la edición del 29 de octubre de 1995.
el nacional Domingo 25 De octubre de 2020
Papel Literario 3

EN MEMORIA DE JOSÉ IGNACIO CABRUJAS: 1937-1995

La adolescencia Cuitas
Julio César Mármol a piedras a la policía, nos encarcelaron juntos Román Chalbaud des va a aparecer dentro de un televisor y el
en la Seguridad Nacional. De eso queda el re- televisor está en plano general… no se pre-
Nos conocimos cuando tendríamos unos 16 o cuerdo de las tremendas palizas que, con mano ¿Te acuerdas, José Ignacio, a finales de los ocupen…”. ¿Cuándo cobramos?”, pregunta-
17 años. El primer Lobo Estepario de Herman apoyada, mucho más fuertes que lo que nues- años sesenta, sin trabajo, acusados de comu- mos, porque en realidad eso era lo único que
Hesse nos lo devoramos juntos; el primer llan- tra edad de mocetones justificaba, nos propi- nistas, haciendo de payasos en un comercial, nos preocupaba.
to por el hondo pathos de la sexta sinfonía de naron los psicópatas de la SN. Pero sobre todo para poder ganar algo con que ir al cine? ¿Te Cuando nos estábamos quitando el maquilla-
Tchaikovski fue común, como el descubri- recuerdo la dignidad, la valentía sin alharacas, acuerdas? El director (Clemente de la Cer- je, apareció nuestro amigo José Antonio Gu-
miento de Beethoven fue un aliento retenido de un hombre que sin dárselas de mucho ya sa- da) dijo: “¿Pero es posible que esos payasos tiérrez, que acababa de ser nombrado jefe de
en la extasiada admiración. Y la Donna é Mobi- bía serlo a tan joven edad, sirviéndole de ejem- sean ellos? Sí, son ellos”. “Bueno, ¿qué tene- producción del Canal 2. “Vine a contratarlos.
le del Rigoletto de Verdi en la voz de Jan Peerce plo y parámetro a muchos de los fanfarrones mos que hacer? –preguntamos, ¿te acuerdas? Convencí a los jefes que ustedes no son real-
fue el inicio de una melomanía desenfrenada cagados que allí estuvieron. Recordar a José – “Pues, pegarse”. “¿Pegarnos?”. “Pegarse, mente peligrosos”. “¿Qué tenemos que ha-
e inmortal que lo llevó a él a tener la discoteca Ignacio es para mí la presencia diaria de un como se pegan los payasos del circo”. Y lo cer?”. “Terminar La Tirana, una telenovela
más importante del país, y a mí a viajar a Italia callado lamento que a ratos se hace llanto, no hicimos. La verdad es que no nos pegamos que ya tiene más de quince meses en el aire.
a estudiar canto. Mi primera esposa fue su pri- porque pretenda galardones de dolor único y duro. Fingimos pegarnos. “¿Lo estamos ha- Los dos la terminan de escribir y Román la di-
ma hermana, mis dos primeros hijos son sus privilegiado. Simplemente porque fue dema- ciendo bien?”. “Sí, perfecto, como en el cine rige”. Empezamos a ganar dinero. Payasos en
primos. Cuando en el Fermín Toro le caíamos siada vida compartida. Fue mi hermano. mudo… no se preocupen, la imagen de uste- el televisor. 

El camarada
Teodoro Petkoff

José Ignacio no era el intelectual pontífice. No


nos sermoneaba con banalidades pomposas de
esas que en el fondo no dicen nada. Su pluma
política polarizaba porque él tomaba partido.
No era neutro. Su humor ácido y mordiente
dejaba hematomas. Porque, en definitiva, José
Ignacio era un militante político y siempre se
asumió como tal, él, que hubiera podido refu-
giarse en el cómodo Olimpo de los consagra-
dos, esperando el bronce. Se comprometió con
una causa y peleó por ella, desde su muy par-
ticular trinchera hecha de cultura, genio e in-
genio, duda metódica, sentido político y lealtad
con los más humildes.
Por eso mismo también el MAS de sus tor-
mentos recibió el espuelazo implacable de su
mordacidad crítica. Era como nuestra con-
ciencia. Incluso cuando era injusto –y más de
una vez lo fue. Uno se arrechaba con él, pero
terminábamos llamándonos. “Tengo que ha-
blar con usted, maestro”, decía su vozarrón en
el teléfono y entonces cada desavenencia era
seguida de una conversación homérica. La úl-
tima vez fue por lo del Teresa Carreño. No fue
amable la conversa, pero en el estreno de Son-
ny nos abrazamos como siempre. Estaba con-
tento y yo lo estaba por él. Luego fue el golpe.
Como de Dios, que diría Vallejo. José Ignacio Cabrujas / Archivo

Un pensamiento incómodo
Tulio Hernández des públicos no era opción sino compromiso. do aquel que trabajara en su engranaje. y, a su manera, un gran promotor. Desmon-
Allí radicaba una de sus obsesiones y diferen-  De ese modo Cabrujas inauguró una para- tó los simulacros, amaneramientos y engola-
Hasta el momento en que Cabrujas asumió pú- cias, su apuesta a competir por el gran públi- dójica y exigente forma de libertad y de inde- miento con el que ciertos ritos y gestos del
blicamente, no como una maldición, tampoco co esclavo de la televisión. pendencia poco común. Se colocó en el terre- mundo cultural ocultaban la vida verdadera,
como un oficio menor, su trabajo de escritor de   no privilegiado de quien no se hipoteca con miserable y grandiosa de nuestras gentes. Si
telenovelas, el oficio del intelectual en Vene- Complexión de lo público el salario estable de una institución estatal. los sajones cuentan con el to be or not to be de
zuela tenía unas reglas de juego en apariencia  Y, sin embargo, José Ignacio nunca dejó de Y en su postura personal el trabajo en los me- Hamlet, Cabrujas nos legó un arrebato exis-
claras. Un intelectual era esencialmente, y aun ejercer lo que se supone es la función primor- dios privados –cosa que desde los cincuenta tencial de sinceridad colectiva con “los quin-
así lo viven algunos, una persona que no debía dial del intelectual, acercarse de manera crí- ya habían practicado Garmendia y Chalbaud, ce rones y el culo de la alemana” pronunciado
estar contaminada con la vida real de la pro- tica, reflexiva y cuestionadora al mundo so- en la televisión, o Carpentier y Frías, en la por Cosme Paraima.
ducción económica. Podía ejercer como profe- cial que le rodea y especialmente a los modos publicidad– comenzó a formar parte de una Como Nuño, quien también cruelmente nos
sor universitario, diplomático, gerente cultural, de constitución de la vida pública. manera integral de entender el oficio de co- abandonó este año, fue un hombre incómodo
trabajador del INCIBA o del CONAC, la UNES-  En ese empeño burló un doble cerco. Pri- municar en el cual solo había continuidad y para muchos. La simpatía por sus artículos
CO o la OEA. Algún otro vínculo con la activi- mero, el que intentó tenderle cierta inteli- no esquizofrenia. y por su persona variaba tanto como acari-
dad lucrativa debía provenir de una herencia, gencia tradicional que veía en sus posturas  José Ignacio, al menos en los setenta, se las ciara o maltratara las creencias y simpatías
o de un negocio cultivado en otro ramo, pero una suerte de claudicación y traición, no al jugaba por igual cuando elaboraba Natalia de del lector. Nadie estaba protegido de su pluma
nunca de su trabajo intelectual. De otro modo espíritu revolucionario –que por entonces la 8 a 9, La señora de Cárdenas o La dueña –su acusadora y en muchos casos arbitraria y su
su credibilidad quedaba en duda, pues en algún mayoría había dejado de ejercer– sino a una homenaje personal a Alejandro Dumas– como actitud como cronista era la de un provocador
lugar del inconsciente colectivo de nuestras éli- supuesta pureza del oficio intelectual. Y, se- cuando escribía y personalmente dirigía El de oficio, del portador de un antídoto contra
tes estaba escrito que no era lo mismo cobrar gundo, el que los propietarios de los medios, día que me quieras o redactaba un ensayo so- todo exceso de certeza, contra todo tipo de pe-
un cheque de una organización académica, o de concretamente de la televisión, usaron para bre el Estado venezolano para un seminario reza de pensamiento.
una institución del Estado, que de una pecami- convertir en eunucos políticos y hombres sin sobre el futuro político del país.  
nosa industria cultural, exceptuando la prensa opiniones ni responsabilidades públicas a to-   Una forma de creer
escrita. Mente descolonizada La última vez que lo vimos fue hace dos me-
 En los setenta Cabrujas rompió responsa- Cabrujas ha sido el primer intelectual ve- ses, junto a Carlos Azpúrua, para discutir so-
ble, apasionada y abruptamente con este es- nezolano de fin de siglo, el primero que se bre el guión de la película Amaneció de golpe,
quema. Escribió telenovelas durante casi dos
décadas, y se atrevió –contraviniendo los dic-
Credo personal apropió del espíritu del siglo XX –televisivo, que José Ignacio escribía a solicitud de este
multimediático, informatizado, libre de ata- último. Carlos y yo le señalamos la ausencia
támenes de la izquierda académica de enton- Estar ubicado lo más lejos posible del engaño inte- duras con el Estado, ubicado en el terreno de en su guion de personajes positivos, persona-
ces– a defender las potencialidades democrá- lectual, trampas ideológicas, juegos de simulaciones, la oferta y la demanda del trabajo intelectual jes con fe. Muy tarde en la noche nos respon-
ticas del género, y a liderar junto a Román temor al poder, silencio cómplice, desinterés por el independiente, globalizante– y lo fue porque dió: “no puedo hacerlo de otra manera porque
Chalbaud, Pilar Romero, Ibsen Martínez y destino colectivo, monotonía resignada, era su credo abandonó a tiempo los complejos que desde esos personajes no están dentro de mí. En es-
Salvador Garmendia un combate público pa- fundamental. En ese tránsito y especialmente por su el siglo XIX aquejan al intelectual colonizado te momento yo no creo, yo soy un escéptico.
ra dignificar el melodrama y defender una de tentación a aceptar los compromisos que quienes lo a la francesa. Solo que sigo haciendo cosas porque soy un
las más interesantes propuestas dramatúrgi- rodeábamos le exigimos, José Ignacio nos legó una  Vivió a fondo las esperanzas del marxismo, escéptico sentimental”.
cas de América Latina. obra múltiple pero inconclusa. En muchos casos apre- pero, mucho antes de la caída del Muro, lo  Y así era. Sus afectos fueron siempre más fuer-
 José Ignacio fue más lejos. Hizo textos pa- surada. Lo que constituye una desgracia, porque era condenó y desnudó. Y como sentía culpas y tes que su escepticismo. Por eso no pudo aban-
ra micros institucionales, es decir, publicidad uno de los pocos venezolanos que comprendió y deve- dudas por hacerlo, escribió una obra de tea- donar en paz a los Tiburones de La Guaira, por
corporativa. Escribió guiones para películas ló antropológica, sociológica y éticamente este grupo tro mejor que cualquier ensayo científico pa- eso le costaba romper con sus filiaciones políti-
de ficción, algunas consideradas “comercia- humano que conocemos como venezolanos. Y lo era ra entender cómo el marxismo fue convertido cas, por eso sus amores tormentosos. Por eso tam-
les”, y para documentales por encargo. Diri- porque su recurso epistemológico mayor era el amor en una práctica de errores y simplificación bién escribió en su última crónica “amar es una
gió y narró durante años un programa radial y la fascinación permanente por esto que somos. En en América Latina. Pero, a diferencia de los tarea ansiosa, agobiante”, a manera de epitafio.  
sobre ópera. Se comprometió en la ejecución su forma de expresarlo, ya fuera desde el libreto tele- conversos, lo despidió con una bandera roja
de empresas teatrales, incluyendo la última, visivo o desde su crónica semanal, estuvo siempre la que tiernamente fue llevada al corazón en la *Todos los textos incluidos en esta página fueron
la del Teatro Profesional de Venezuela, en El gracia y el talento doblemente revelador del drama- escena final de El día que me quieras. publicados originalmente en la edición del 29 de
Paraíso, donde la vocación de atraer a gran- turgo, del hombre de escena.  Fue integralmente un hombre de la cultura octubre de 1995.
4 Papel Literario el nacional Domingo 25 De octubre de 2020

REFLEXIÓN >> A PROPÓSITO DE EL DÍA QUE ME QUIERAS

José Ignacio Cabrujas / Archivo

Melodrama versus programa de partido


“El duelo que se produce resquebrajamiento de la Cortina de Hierro, al po-
ner en un combate al ídolo del tango Carlos Gar-
del partido, es un escapista. La simpleza de su mi-
litancia y de quienes lo rodean recuerdan las fór-
se refugia en una idea, la proclama como parte de
sí mismo y se adhiere a ella. Al hacerlo cree perte-
entre Gardel y emisario de del, frente a un dogmático creyente del comunis- mulas gastadas del par capitalismo-socialismo; necer, cree hacerse cierto. Pero esa idea, jamás lo
mo: Pío Miranda. imperio-republica libre, entre otras. Hartamente explica, ni lo hace pertenecer a nada, porque en el
Stalin es descomunal. Dos   vaciadas de significado en estos días, pero que ya fondo no tiene nada que ver con su vida…”.
pasiones se debaten con El encuentro entre Stalin y Gardel
Ídolo de la canción popular latinoamericana, el
desde hace por lo menos una década perdieron
resonancia en el colectivo.
 Pese al duelo que se establece entre dos pasio-
nes como la política y la idolatría hacia un ídolo
igual fuerza, hasta chocar más grande según muchos, la figura de Gardel
está entretejida con el imaginario melodramáti-
 “El padrecito” (Stalin) termina derrotado cuan-
do Pío Miranda desenmascara su fracaso ideoló-
popular, la figura de Gardel está tratada con mu-
cho cinismo: es tan perfecto que deja de ser huma-
y estrellarse la ideología y co latinoamericano. En sus canciones apela a la gico en uno de los más célebres monólogos del no, no tiene punto de quiebre y a los silencios de
relación edípica de un hijo con su madre por un teatro venezolano. Pío desnuda las “acres razo- Pío, le contrapone la frase perfecta. Ese contraste
la idolatría” padre ausente, al desamor, al fracaso, al exilio, en nes militantes” que esboza Ibsen Martínez en el entre un producto artístico absolutamente irreal
fin, tópicos profundamente arraigados en el regis- prólogo (Pomaire, 1984) de la obra y las del pro- y el patetismo de un soñador que llegó tarde a la
Yoyiana Ahumada L. tro afectivo de este continente. Gardel encarna al pio Cabrujas, quien en una suerte de mea culpa, historia, genera sentimientos encontrados –en el
excluido, al morocho del abasto que se vengó de escribió y encarnó el personaje en su primera lector y con mayor fuerza en el espectador–: fide-
 ¿Puede extrañar que muchos hayamos visto en la sociedad alcanzando la fama. Es un triunfador representación: lidades y rechazos. Se produce una paradoja me-
El día que me quieras que sedujo a Europa y a Los Estados Unidos, don-   diante el enfrentamiento entre dos representan-
una acre transmutación de rodó unas veinte películas. “…Soy comunista por la declaración de Aura tes de esa amorfa categoría llamada pueblo a la
de nuestras desazones militantes?  En la trama de la obra Joseph Stalin y Vladi- Celina Sarabia, cocinera de la pensión Bolívar que Monsiváis considera junto con las esencias
Ibsen Martínez mir Ilich Lenin aparecen como una suerte de fe- donde murió mamá. ¿Y sabes por qué se ahor- nacionales, como creencias totalizadoras. “El
  tiche de la quincalla ideológica heredada por la có mamá?, ¡porque redujeron el presupuesto del pueblo, en esta mitología, es la entidad nutricia,

L
a llegada de Carlos Gardel a la Venezuela izquierda latinoamericana a través de la lectura Ministerio de Sanidad y hubo un error en la lis- la tierra fértil de inspiración y la autenticidad, el
de 1935 produjo un estremecimiento colec- de las obras de Plejanov (Arte y vida social).  El ta de pensionados y tres quincenas sin el dinero, ámbito de suprema abstracción donde conviven
tivo que despertó a la provinciana ciudad duelo que se produce entre Gardel y el emisario ¡murió de vergüenza! Y entonces me pregunté: marxistas, nacionalistas y creyentes”.
de Caracas del letargo en que la sostenía el de Stalin es descomunal. Dos pasiones se deba- ¿Dónde están los incendiarios de esta sagrada   
férreo brazo del régimen gomecista. Miles de per- ten con igual fuerza, hasta chocar y estrellarse mierda? Y me dijeron: ¡Lee! Y aquí estoy, ha- El regreso de Gardel
sonas se arrojaron a las calles para presenciar su la ideología y la idolatría. ¿Los contrincantes? El blándote de mi clandestinidad”. El 21 de octubre de 1995 se apagó su voz ronca en
llegada. Las menos se asomaron por las celosías, hijo bastardo de Berta Gardés, el inmigrante, mo-   Porlamar. A 25 años de su partida, su verbo re-
vigiladas por el ojo de la restricción y las buenas rocho del abasto, voz de los desposeídos que sacó La revelación de Pío, que se esconde detrás de sucita en el gesto del actor que encarna Gardel,
costumbres. Aquel brillo de su pelo, y el chorro de al tango del burdel y lo llevó a la Paramount Pic- su desgarradora confesión, provoca el derrumba- cuando se presenta y dice “¡Buenas tardes! Me lla-
voz postraron hasta al Benemérito que le regaló tures, los Estudios RCA Víctor y lo legitimó. El miento del discurso redentorista y fundador de un mo Gardel!, para cerrar el primer acto. Su figura
al artista la cantidad de 5.000 bolívares. otro, creador de un imperio, líder totalitario, uni- pensamiento único. Dirá Cabrujas: “…un hombre legendaria regresa a estremecer a una audiencia
 Recibido por una masa alocada y en plena histe- ficador y artífice de un régimen del pueblo, que ávida de gran teatro, del mejor teatro, en un reen-
ria colectiva, Gardel arribó al puerto de La Guai- participa de otra categoría del discurso: el prole- cuentro único con José Ignacio Cabrujas, a través
ra donde fue recibido por unas tres mil personas tariado. Ambos productos de exportación, uno de Un largo recorrido de la reposición de una de las piezas más grandes
que clamaban por el ídolo “del rayo misterioso”, mercado y otro de la ideología. del repertorio latinoamericano.
de aquel “Tomo y obligo” que odiaba cantar. Ni  A Pío, Gardel no “le divide la historia”, pero pa- El día que me quieras se estrenó en el teatro Alberto Gardel despierta en una ciudad (¿pre?) moder-
el romance que se le atribuyó con una chica de radójicamente, aunque la llegada del astro argen- de Paz y Mateos, del Nuevo Grupo, el 26 de enero de na, en la que junto a sus portentosas autopistas
Puente Hierro que sustenta su reputación de Don tino haya sido el primer acontecimiento colectivo 1979, dirigida por José Ignacio Cabrujas. Se repuso en y edificios de vidrio, engaña con su destrucción,
Juan empedernido, devela la misteriosa vida afec- en el que pudo escabullirse del restringido ejerci- 1988, 1990, 2005, 2018 y 2019 en Caracas, además pobreza, limpieza e inseguridad. Sumergida en
tiva de Charles Gardés. Este hijo natural de Berta cio de sus libertades públicas en una ilusión que de muchas otras representaciones en otras ciudades la incertidumbre de los cambios revoluciona-
Gardés no imaginó que el mito quedaría sujeto se mantuvo desde el 25 de abril, cuando arribó y países. La dirección en 2005 estuvo a cargo de Juan rios, cualquier iniciativa de orden y civilidad es
a la inmortalidad en una pieza de teatro escrita por el puerto de La Guaira, hasta su partida de Carlos Gené, cuya puesta en escena se ha mantenido un atentado contra el pensamiento único. En vez
por el hijo de una de sus fans en Venezuela. Ella, Maracaibo el 17 de mayo. La manifiesta idolatría en las subsiguientes representaciones. de símbolos de orgullo, como fueran sus teatros,
Matilde, la jovencita que no pudo asistir a la re- por el cantor argentino, es encarnada en la pieza El reparto de 1979 fue como sigue. María Luisa An- plazas y avenidas, la ciudad debe soportar que
presentación en el Teatro Principal, donde la me- por la familia Ancízar: Elvira, una empleada del cízar: Gloria Mirós y Manuelita Zelwer; Pío Miranda: sus principales cosos culturales desaparezcan
lodiosa voz brotó sin micrófono. 22 años, una vida correo; María Luisa, la ilusa y virginal novia de Fausto Verdial y José Ignacio Cabrujas; Elvira Ancí- bajo nuevos significados y apropiaciones. Graves
decente y un marido celoso fueron suficiente ce- Pío Miranda, que anhela aprender todos los de- zar: Amalia Pérez Díaz; Matilde: Tania Sarabia; Pláci- señales de violación a las libertades esenciales
rrojo, para que tuviera que conformarse con so- talles del cultivo de remolachas para cuando se do Ancízar: Freddy Galavís; Alfredo Lepera: Luis Ri- empujan a los venezolanos a llenar las calles  de
ñar y darle carne a la obra de su hijo José Ignacio mude a un koljoz en Ucrania; Matilde, la más jo- bas; Carlos Gardel: Jean Carlos Simancas. El reparto protesta.
Cabrujas Lofiego. Así inspirado en la anécdota, ven seducida por el cantante, mediatizada y mo- de 2005 fue el siguiente. María Luisa Ancízar: María No existe el hotel Majestic donde se alojó Gardel.
Cabrujas recrea la noche del concierto de Gardel, derna; Plácido, el cándido hermano que recibe Cristina Lozada; Pío Miranda: Héctor Manrique; Elvi- Ha sido derrumbado, “pueblo de derrumbado-
cuando a Matilde Lofiego, no le queda más que las doctrinas de su futuro cuñado Pío Miranda y ra Ancízar: Gladys Prince; Matilde: Martha Estrada; res que hizo del escombro un emblema”, diría el
el consuelo de escuchar el concierto por la radio espera que llegue el Stalin de visita, después de Plácido Ancízar: Basilio Álvarez; Alfredo Lepera: Juan maestro. Tampoco el Teatro Principal convertido
Broadcasting Caracas. Así imagina que Gardel Gardel of course. Por su parte, Miranda está tan Carlos Ogando; Carlos Gardel: Iván Tamayo. en cine y devenido en templo de algún predicador
escoge su casa para visitarla y les regala a ella y preocupado por hacer una vida en la Unión So- El día que me quieras fue llevada a México, Espa- de turno. Apenas se mantienen el Teatro Nacio-
a sus hermanas una noche inolvidable.  viética, que no se ocupa del país en que vive. Su ña, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, entre otros paí- nal y el Teatro Municipal destinados a eventos de
 En 1979 –diez años antes de la caída del Muro de “falsa conciencia de la realidad” lo lleva a ser un ses iberoamericanos y ha sido traducida al alemán y cultura revolucionaria o partidista. Ni siquiera el
Berlin– José Ignacio Cabrujas vislumbró la crisis cómodo observador, un filósofo de café, frente a la al portugués. En 1990, se hace la versión televisada perrito que acompañó a Gardel, en la estatua pa-
del socialismo real en su obra El día que me quie- dictadura a la que dice oponerse. Su militancia es de la pieza para la Televisión Española, que mereció ra recordar su paso y su descenso en la estación
ras. Esta pieza, que le trajo una acérrima crítica un desahogo existencial, una manera de tramitar el premio al mejor teatro televisado en el Festival de de Caño Amarillo en el oeste de Caracas, se salvó
del Partido Comunista de Venezuela, prefiguró el con su fracaso. Ni siquiera llega a simpatizante Biarritz, Francia. de las manos predadoras del hampa.
el nacional Domingo 25 De octubre de 2020
Papel Literario 5

POBRE VENEZUELA POBRE

Nosotros los pobres, Ustedes los ricos:


América Latina y el drama de la desigualdad
duciéndose la desigualdad. Esa tesis, conocida co-
mo la U invertida, del premio Nobel de Economía
Simón Kuznets (1971), no se ha corroborado por
la evidencia empírica. Tampoco se le puede pedir
sacrificios a los trabajadores hoy para que vayan
al paraíso en el futuro.

Importancia y causas
¿Por qué importa la desigualdad? En una socie-
dad muy desigual en la distribución de la riqueza
y del ingreso proliferan los conflictos sociales, el
crimen y las actividades ilícitas, la inestabilidad
económica y política, lo que termina por alejar
las inversiones necesarias para sostener el cre-
cimiento económico. Además, en las sociedades
desiguales la demanda se reduce porque solo una
pequeña porción de la población tiene suficiente
poder de compra, lo cual también es malo para el
crecimiento económico. Lo cierto es que, si no se
adoptan las políticas adecuadas, la desigualdad se
perpetúa, se transmite generacionalmente, al dis-
criminar el acceso de los más pobres y de ciertos
grupos sociales a educación, salud, alimentación
e ingresos para llevar una vida digna. Tampoco
los pobres, por carecer de garantías, tienen acce-
so al financiamiento para sus emprendimientos,
a los bienes públicos a que tienen derecho y a las
instancias del poder político para decidir en los
asuntos comunitarios. Así, la desigualdad facili-
ta la permanencia en el poder de las elites que
impiden el cambio institucional y la adopción de
políticas para reducirla, hasta que la población
se hastía y emergen las explosiones sociales que
obligan a revisar las leyes y hasta las constitucio-
nes. Al menos en los países donde la democracia
lo permite.
Pero a esos argumentos se debe agregar que,
aunque el crecimiento económico es bueno para
reducir la pobreza, el primero de los Objetivos del
Desarrollo Sostenible acordado por los gobiernos
de países miembros de la ONU en 2015 (ODS-2030),
esta disminuirá con mayor fuerza si hay menor
desigualdad en la distribución del ingreso. Más
Fotograma de Ustedes los ricos (1948), de Ismael Rodríguez Ruelas / Archivo
aun, entre los ODS 2030 se incluyen otros que tie-
ne que ver con la eliminación de la desigualdad de
género y de la desigualdad entre y en los países.
Alejandro Gutiérrez S. igualdad horizontal, mediante la cual grupos de
personas por razones de sexo, raza y etnia, edad, “¿Por qué Así, la desigualdad es un tema prioritario, para al-

N
osotros los pobres y Ustedes los ricos, jun-
to con Pepe el Toro, forman parte de una
religión, maneras de pensar políticamente, condi-
ción económica y social o de otra naturaleza son
importa la gunos el de mayor prioritario, en la agenda de las
políticas públicas. Sin su reducción no se avanza-
trilogía de películas mejicanas de media- discriminados y no reciben un tratamiento digno desigualdad? rá mucho en el logro de mayor desarrollo humano
dos del siglo pasado, donde se muestra el ni de iguales ante la ley. No es puro resentimiento para los países más pobres.  
drama de la pobreza y la desigualdad, el imagina- o las estrategias subversivas del Foro de Sao Paulo En una sociedad La desigualdad es el resultado de múltiples fac-
rio de los humildes, sus creencias sobre las causas
de la vida que llevan y las diferentes formas de
las que originan las explosiones sociales. Aunque
el Foro de Sao Paulo y colaboradores hacen su tra-
muy desigual en tores. El ingreso primario se obtiene en los mer-
cados. Unas personas son propietarios de medios
discriminación de la cual son víctimas. ¿Quién de
los cinéfilos de la época no se sensibilizó con el ar-
bajo con perseverancia.
Para colmo de males, ahora la Pandemia CO-
la distribución de de producción (tierra, capital físico y financiero)
y otras ofrecen su fuerza de trabajo. Los propieta-
gumento, con las brillantes actuaciones de Pedro VID-19 tendrá, ya tiene, impactos negativos sobre la riqueza y del rios de los medios de producción en muchos casos
Infante y el elenco que lo acompañó? ¿Quién de la pobreza y la desigualdad en la región más des- han obtenido la tierra y su capital por herencias,
los que viera esas películas no lloró o se le enco- igual del planeta. Según la Comisión Económica ingreso proliferan por tener privilegios y oportunidades que estu-
gió el corazón al ver la vida que llevan los pobres,
la discriminación de la cual son objeto quienes no
para América Latina (CEPAL) se espera en 2020
una fuerte disminución del empleo (8,1%) y del
los conflictos vieron y siguen negadas para muchos (acceso a la
tierra, acceso al financiamiento, acceso a buena
poseen bienes de riqueza, o que por su condición
social no acceden a cosas que son esenciales para
Producto Interno Bruto (PIB) de 9,1%. También
aumentará la pobreza (7 puntos porcentuales, 45
sociales, el educación y servicios de salud, etcétera). Otros, es
bueno decirlo, han logrado riquezas con esfuerzo
tener una vida digna?   millones de personas) y la desigualdad crecerá crimen y las propio y mucho trabajo, aprovechando su talen-
La trilogía de películas antes mencionadas fue (hasta más de 3 puntos porcentuales del índice de to, conocimientos y las oportunidades que se le
un rotundo éxito en América Latina y el Caribe – Gini, la medida más usada de la desigualdad). Se actividades presentaron. No obstante, es bueno recordar que
ALC–, la región del mundo considerada por los ex-
pertos como la de mayor desigualdad en la distri-
refuerza así la tendencia a la mayor desigualdad,
luego del período de auge de los precios de las ma-
ilícitas, la la concentración de la riqueza y del ingreso tiene
raíces históricas. En el caso de ALC, sus orígenes
bución del ingreso. La desigualdad estructural de
ALC es terreno abonado para que emerjan los po-
terias primas (2004–2012).
En esos años hubo crecimiento económico, au-
inestabilidad se remontan a la Colonia, cuando, mediante insti-
tuciones como la encomienda, los conquistadores
pulistas, los caudillos, los que ofrecen redimir a los mentó el empleo, los gobiernos de ALC incremen- económica y y colonizadores (luego sus herederos) accedieron
pobres y discriminados, pero que terminan con sus taron el gasto social, las transferencias moneta- a la tierra y al trabajo de indígenas. La esclavitud
acciones no solo pasando por encima de las insti- rias, los gastos de seguridad social universal y los política, lo que y el reparto de tierras a los libertadores y a sus
tuciones, sino creando más penurias y miseria. El
camino al infierno está lleno de las “buenas inten-
subsidios para los pobres. El resultado fue la re-
ducción de las tasas de pobreza y de la desigual-
termina por alejar ejércitos forman parte también de las raíces his-
tóricas de la desigualdad. Esta fue aumentando en
ciones” de los populistas de izquierda y también
de los de derecha. Pero, más allá de la fobia contra
dad. Pero al bajar los precios de las materias pri- las inversiones la medida que la institucionalidad creada por las
élites en el poder solo le otorgaba derechos y pri-
mas desde 2013–2014, en muchos países ha habido
los populistas, vale la pena preguntarse, ¿se puede un retroceso en materia de la reducción de la po- necesarias vilegios a los que tenían tierras, riqueza, sabían
ser indiferente ante la pobreza y las desigualda- breza y de la desigualdad, mientras que en otros leer, escribir, accedían a las universidades y a los
des? ¿Se puede condenar y discriminar a alguien tiende a aumentar o se reduce la fuerza con la que para sostener mejores colegios, sin mencionar las discriminacio-
por su condición económica, por el color de su piel,
por su sexo, por su religión, por su edad, por su
venía disminuyendo la pobreza y la desigualdad.
Y ahora, la pandemia agrava las condiciones so-
el crecimiento nes sutiles o abiertas por razones de raza, pureza
de sangre o de otra naturaleza.
ideología y forma de pensar? ¿Podemos ignorar la cioeconómicas de la región sin que se disponga económico” Las personas sin activos acuden al mercado labo-
existencia de las desigualdades y sus consecuen- de suficientes recursos económicos, sin sistemas ral a vender su fuerza de trabajo y reciben sueldos y
cias? ¿Podemos ignorar la declaración universal de salud y de protección social que aminoren los salarios, lo que representa según diversos estudios
de los derechos humanos (1948)? ¿De qué igualdad efectos de la pandemia sobre la población. La des- la mayor parte de sus ingresos (más del 80% según
hablamos, igualdad para orientar qué políticas pú- igualdad crecerá, pues no todos están en las mis- los expertos). Estos sueldos y salarios están deter-
blicas si los seres humanos somos tan diversos? mas condiciones para enfrentar las consecuencias minados por la productividad, por las competencias
del COVID-19. individuales, niveles de capacitación y educación de
Desigualdad, COVID-19 y desarrollo Actualmente, la mayoría de los investigadores las personas. De allí que, si las personas no tienen
En 2019, la irrupción de protestas sociales en Co- argumentan que la inequidad en la distribución acceso a servicios educativos de calidad y no reciben
lombia, Ecuador y en Chile, reafirmaron la prio- del ingreso es mala para el desarrollo humano y una formación permanente, a tono con los cambios
ridad del tema de la desigualdad en la agenda para el crecimiento económico. Esta es una opi- tecnológicos que se producen, están condenadas a
de las políticas públicas. Las protestas en Chile nión contraria a la tesis tradicional, según la cual recibir bajos salarios y a tener dificultades para en-
mostraron que no bastaba el éxito económico y en los primeros estadios del desarrollo (con ba- contrar empleos formales, bien remunerados. Las di-
la reducción de la pobreza. Las protestas en Chi- jos niveles de ingreso por habitante) se requería ferencias salariales obviamente, son otra fuente de
le mostraron que, además de la desigualdad en que los ingresos se concentraran en los propieta- inequidad que se agrava si solo unos pocos pueden
la distribución de la riqueza o del ingreso (des- rios de medios de producción, quienes invertirían tener acceso a la educación y capacitación de alto ni-
igualdad vertical), hay otras muy importantes en e impulsarían el crecimiento económico, a la par vel y calidad.
el acceso a la salud, la educación y a los servicios que se nivelarían las productividades laborales y
públicos de calidad. Que también existe la des- de los ingresos con el transcurrir del tiempo, re- (continúa en la página 6) 
6 Papel Literario el nacional Domingo 25 De octubre de 2020

Eduardo José Martínez, 13 años (Caracas, 2017) / Meridith Kohut©

Nosotros los pobres, Ustedes los ricos: Mundial. (2006). Informe sobre el desarrollo mundial
2006. Equidad y desarrollo. Washington D.C.: Banco
Mundial].
América Latina y el drama de la desigualdad ¿Qué hacer?
Hay que considerar la realidad de cada país para
(viene de la página 5) tengan en el tiempo porque violentan principios y diseñar las políticas públicas que reduzcan la des-
derechos humanos fundamentales, porque erosio- igualdad y generen más equidad. No obstante, el
El Programa de las Naciones Unidas para el Desa- nan la cohesión social, deslegitiman la democracia marco necesario para tener una sociedad con me-
rrollo (PNUD) en su informe de 2019 destaca que se y crean el escenario para que aparezcan los gobier- nor desigualdad y más equitativa requiere de la
han reducido las desigualdades en el acceso a edu- nos populistas y autoritarios? No existe consenso democracia, de libertad, de más calidad y transpa-
cación y salud y en algunas privaciones extremas. en la respuesta a estas preguntas porque hay dis- rencia de los gobiernos, descentralización de las de-
Sin embargo, sigue pendiente la calidad de los servi- cusión entre diferentes escuelas de pensamiento cisiones políticas, más poder para las provincias y
cios que reciben los pobres, especialmente en mate- sobre en qué cosas debe haber equidad. Se puede regiones y atacar la desigualdad regional y rural
ria de educación y salud. Además, en la actualidad dar tratamiento igual a las personas, pero no ser con programas especiales de desarrollo. Es en este
emergen otras desigualdades derivadas de los cam- equitativo, no ser justo. contexto que se deben ampliar las opciones de la
bios tecnológicos que sufre la Humanidad, las deno- El impuesto al valor agregado lo pagan todas las gente y permitir una creciente participación políti-
minadas desigualdades en capacidades aumentadas personas por igual, ricos y pobres. Pero no es justo ca de los pobres en la solución de sus problemas. La
[PNUD. (2019). Informe sobre el desarrollo humano que los pobres paguen la misma tasa impositiva de democracia es el contexto adecuado para corregir
2019. Más allá de los ingresos, más allá de los pro- los ricos. Esto viola el principio de progresividad e impulsar reformas institucionales que garanticen
medios, más allá del presente: desigualdades del de- tributaria, según el cual los ricos deben pagar más transparencia y un uso apropiado de los dineros pú-
sarrollo humano en el siglo XXI. New York: PNUD].     impuestos que los pobres. El tratamiento de igual blicos, sobre todo de aquellos destinados al gasto
Entonces, si los activos (tierra, capital físico y fi- puede no ser equitativo porque todas las personas social y a la creación de bienes públicos.
nanciero) están mal distribuidos y los pobres no tie- son diferentes, sus necesidades no son las mismas. Las políticas públicas deben garantizar la segu-
nen acceso a buena educación y capacitación, surge Si se quiere generar equidad, nivelar las oportuni- ridad social universal y para los pobres acceso a
la principal explicación de la desigualdad de los in- dades, una persona que está lisiada requiere un tra- educación y salud de calidad, capacitación para el
gresos que las personas obtienen en los mercados tamiento diferente al de una que puede caminar y trabajo, seguridad alimentaria, hábitat adecuado
[Milanovic, B. y Muñoz De Bustillos, R. (2008). La movilizarse. Una mujer embarazada no puede tener y cuando sea necesario programas de transferen-
desigualdad de la distribución de la renta en Amé- la misma alimentación ni tratamiento en la legisla- cias monetarias directas no condicionadas en las
rica Latina: situación, evolución y factores explica- ción laboral a una que no lo está. emergencias (como la actual originada por la pan-
tivos. América Latina hoy, N° 48, pp. 15-42]. A estos Desde la perspectiva de las políticas públicas de lo demia) y condicionadas (a la participación en pro-
factores se les pueden agregar otros como los fac- que se trata de lograr es una sociedad más equita- gramas de salud y enviar los niños a las escuelas).
tores de orden demográfico. Poblaciones con altas tiva para reducir la desigualdad. Entendiendo que Es necesario generar crecimiento económico con
proporciones de población joven y vieja generan la equidad implica que todos tengan las mismas po- estabilidad de precios porque la inflación pulveri-
alta dependencia económica en los hogares. Pobla- sibilidades, las mismas oportunidades, que nadie za el salario real de los trabajadores y tiene efectos
ción vieja implica jubilaciones con menores ingre- puede estar en desventaja para lograr su realiza- regresivos en la distribución del ingreso. El creci-
sos, situación que se agrava donde los sistemas de ción para que pueda escoger las cosas que una per- miento económico es necesario para poder captar
seguridad y protección social son muy deficientes. sona puede hacer y ser (funcionamientos), para que ingresos fiscales con políticas tributarias progre-
Poblaciones que crecen mucho generan una ofer- pueda con libertad escoger sus combinaciones de
ta abundante de fuerza de trabajo y eso presiona funcionamientos (capacidades) ¿Cuáles son esas co-
¿Cuáles sivas, y luego mediante el gasto y la política social
corregir la distribución primaria del ingreso que
hacia abajo los salarios. Pero el ingreso primario sas en que la sociedad debe asegurar equidad, igual-
que se genera en los mercados se puede redistribuir dad de oportunidades? En una sociedad, la equidad
son esas sucede en el mercado. Es necesario impulsar la
competencia y reducir las estructuras de competen-
mediante la política fiscal. Si no existe una políti- se refiere a la garantía de que todos deben tener desigualdades cia imperfecta (monopolios, oligopolios, monopso-
ca fiscal progresiva, que permita captar impuestos posibilidades de desarrollar ciertas capacidades, nios, oligopsonios) que permiten obtener ganancias
de los más ricos para financiar una política social algo que se considera justo en el marco social, en que las extraordinarias de consumidores, de trabajadores
(educación, salud, seguridad social para los pobres), lo que nadie debe estar en desigualdad porque es
que permita redistribuir los ingresos primarios ge- esencial para tener una vida humana digna. Se tra-
sociedades y de las ventas de la producción de los pequeños
productores no organizados. Hay que dotar de ac-
nerados en los mercados, la desigualdad se perpe- ta de lograr equidad a partir de las diferencias de
tuará. Finalmente, debe señalarse como fuente de las personas, se trata de lograr la posibilidad de que
no pueden tivos a los pobres mediante reformas agrarias que
permitan titular la tierra entregada a los campe-
desigualdad la inexistencia de una institucionali- las personas desarrollen ciertas capacidades, aun permitir que sinos. Pero también se requiere titular y entregar
dad que permita garantizar igualdad de oportuni- sabiendo que los seres humanos no tienen las mis- la propiedad de la tierra a los pobres urbanos, que
dades, protección social para los viejos, los niños, mas necesidades y circunstancias. Es por ello que existan y se generalmente construyen sus precarias viviendas
los no vulnerables y no discriminación por razones se requiere no solo igualdad, esta debe ser acom-
de sexo, raza, religión, credo político, edad y otras pañada de la equidad para garantizar la igualdad
mantengan en tierras pertenecientes al Estado y a los munici-
pios. Esa propiedad les facilitará obtener financia-
características de la gente. de oportunidades. Y no toda desigualdad es injus-
ta porque puede tener bases justas (mayor salario
en el tiempo mientos para sus emprendimientos. Los programas
de privatización de empresas públicas deben estar
Desigualdad y equidad porque se tienen mayores competencias y capaci- porque acompañados del reparto de acciones para los tra-
¿De qué desigualdad hablamos como objeto de las dades).  [D’elias, y Maingon, T. (2004). La equidad bajadores. Los programas de microfinanzas bien
políticas públicas, si esta es inherente al ser huma- en el desarrollo humano: estudio conceptual desde violentan diseñados y ejecutados son necesarios para garan-
no? Al fin y al cabo somos diferentes y diversos ge- el enfoque de igualdad y diversidad. Caracas: GTZ y
néticamente, en sexo, en coeficiente intelectual, en PNUD]. Es por ello que las políticas públicas y las
principios tizar el acceso al financiamiento a los pequeños em-
prendimientos. Las reformas deben garantizar la
motivación al logro, en capacidad para emprender, instituciones deben propiciar una mayor equidad,
en nivel de educación y competencias laborales, en una sociedad más equilibrada en oportunidades dis-
y derechos seguridad y la protección social universal e institu-
ciones para garantizar igualdad de oportunidades,
predisposición a enfermarnos, etcétera. ¿Igualdad ponibles para todos, para que los pobres puedan sa- humanos y así evitar discriminaciones por razones de ideo-
de qué? ¿Cuáles son esas desigualdades que las so- lir de su situación de miseria, de privaciones y para
ciedades no pueden permitir que existan y se man- que puedan decidir sus vidas con libertad [(Banco fundamentales?” logía, sexo, raza, religión, edad, discapacidad o de
otra naturaleza.
el nacional Domingo 25 De octubre de 2020
Papel Literario 7

HOMENAJE >> EN MEMORIA DE ALICIA PERDOMO (1963-2020)

Licenciada en Letras
(UCAB), Doctora en
Letras (USB), docente en
universidades venezolanas
y de Estados Unidos,
residenciada en Nueva
York, ensayista y crítica
literaria. Alicia Perdomo
fue autora, entre otros,
de La ritualidad del poder
femenino: parodia, fantasía
e ironía en Antonieta
Madrid (1991) y Variaciones
de un personaje: la
progresiva ficcionalización
de Elisa Lerner (2009)

Alejandro Varderi

La avidez de lo otro. Lo uno y lo otro:


máscaras distintas de un único ser dividido.
 
Nueva York desde Washington Heights
Una imagen recurrente en mi imaginario del
acontecer de Washington Heights, nuestro ba-
rrio emplazado sobre la parte norte de Man-
Alicia Perdomo / Cortesía
hattan, es Alicia dirigiendo la elaboración de
las hallacas decembrinas. Diversos recipien-

Alicia Perdomo frente al espejo


tes, con los ingredientes finamente picados,
aparecían escrupulosamente ordenados junto
a las hojas y la masa para que Dinapiera Di
Donato, su compañera de viaje, Gerardo Fe-
bres, el amigo siempre cercano, y yo, el veci-
no y colega universitario, nos abocáramos ba-
jo su estricto comando a rellenar, envolver y El extenso conocimiento que obtuvo Alicia des otras, la crítica feminista y la novelísti- contra, lo cual le ganó amigos pero también
amarrar en tanto ella, desde una silla al fren- en todo lo relativo a la enseñanza en línea y su ca de autoras comprometidas con el discurso enemigos, si bien las decepciones no hicie-
te, supervisaba el performance fumando uno amplia generosidad para con los colegas, que- político de los años sesenta –donde destaca ron mella en su capacidad de trabajo ni en
de sus característicos tabacos. dan en el recuerdo de quienes compartimos el el poder de historiarlo con su prólogo a No la ecuanimidad de su línea argumental. Ello
Desde tempranas horas de la madrugada – quehacer académico y los platos criollos en es tiempo para rosas rojas de Antonieta Ma- era reflejo de un talante ético e imparcial que
Alicia acostumbraba recogerse temprano y la cotidianidad universitaria de Manhattan. drid–, teniendo ello un lugar privilegiado en en su posición, por ejemplo, de redactora de
levantarse mucho antes de la salida del sol– Para la fiesta navideña del Departamento o sus cursos universitarios, ensayos y ponen- una revista universitaria, le hacía pedir que
había estado abocada a la confección del gui- colgadas sobre las puertas de los profesores cias nacionales e internacionales. la publicación de un artículo polémico se hi-
so y de la masa, así que le tocaba descansar, aparecían sus hallacas y el pan de jamón, Los proyectos literarios y académicos de la ciera junto a otro de sentido opuesto, a fin de
mientras nosotros armábamos la cadena de ofrecidos con una risa ancha y una voz reso- comunidad hispana en Nueva York se vieron mostrar las dos caras de un mismo asunto y
producción salpicada por sus agudos comen- nante e inconfundible. Cuando había que di- enriquecidos con los aportes de Alicia Perdo- desmantelar la presión de los grupos de po-
tarios. El ambiente literario hispano en Nue- señar un afiche, diagramar el programa para mo quien, desde su lugar escogido para crear der. “¿Quién ejerce el poder? Y ¿dónde lo ejer-
va York, los pormenores del Departamento de alguna actividad, rehacer la página digital del y existir, siguió promoviendo la literatura ve- ce? (…) no se sabe quién lo tiene exactamen-
Lenguas Modernas de BMCC –el college de la Departamento, ahí estaba Alicia dispuesta y nezolana y homenajeando a escritores de aná- te; pero se sabe quién no lo tiene”, puntualizó
City University of New York donde ambos tra- eficiente. Sus aportes al Mes de la Hispanidad, logas resonancias. Darío Lancini, por ejem- en el estudio sobre Elisa Lerner, refrendando
bajamos–, los matices de las interpretaciones el Mes de la Mujer, la Asociación LGBT del plo, de quien publicó una personal semblanza con ello tal actitud y exponiendo la red de re-
de algunas de sus boleristas preferidas, se nu- college, entre muchos otros, quedan en el co- en Enclave, la revista que coedito desde el sentimientos y chantajes, donde más de una
trían del saber y el sabor de su afiladísima razón de sus colegas quienes se unieron desde Centro Graduado de CUNY. O la misma Elisa vez se vio envuelta sin buscarlo, sufriendo en
lengua.    todas las facultades para  homenajear y evo- Lerner, sujeto de varias charlas y artículos carne propia las componendas de quienes lo
Degustar las delicias de “un saber acuerpa- car su paso por las aulas neoyorkinas. promovidos, entre otros, por el Latino Artists detentaban.
do a la palabra” como continente de ese sa- Teniendo una extrovertida personalidad, Round Table (LART), cofundado por la autora Pero pese a los males exteriores y los fan-
bor dable de, en palabras de María Fernanda Alicia no era sin embargo amante de las fies- asturiana, y compañera de oficina de Alicia tasmas interiores, la autora supo empinarse
Palacios, “conducirnos por los vericuetos se- tas y salidas nocturnas. Desaparecía cuando en BMCC, Paquita Suárez Coalla.         por encima de las miserias, produciendo una
ductores y enceguecedores de Eros en la len- comenzaba a sonar la música y los colegas Hasta Bob Dylan y su discutido Nobel en- obra que revaloriza fundamentalmente la es-
gua, la lengua traviesa, la lengua deseante, empezábamos a bailar; y aunque cada año la contraron eco en la pluma de Perdomo, según critura hecha por mujeres en Venezuela y la
apetente y apetitosa”, era invariablemente invitaba a mi cena navideña, pocas veces lle- la tesis de que compositores como Agustín inserta en el canon continental. Ello, parale-
una fiesta de significados múltiples. Aquí los gó, dejando que fueran Dinapiera y Gerardo Lara y María Greber, cuyas letras le gusta- lamente a su exploración de la “avidez de lo
sobreentendidos y el double entendre añadían quienes la representaran en tales affaires. ba tararear, hubieran podido ser candidatos otro”, tal cual asentó a propósito de su lectura
su sazón a nuestros diálogos –Alicia comenta-   y hasta ganadores del Premio de la Academia homoerótica de Lezama Lima, haciendo aco-
ba que yo era al único a quien dejaba meterle Un lugar para crear y existir Sueca. Aquí Gotham –precisada por el mis- pio del aparataje teórico tocante a los estudios
mano a la masa de sus bollos– concernientes Nueva York puede ser un lugar inhóspito y mo Dylan como “la ciudad donde uno podía de género y el neobarroco latinoamericano,
a algún sustancioso episodio, vivido en la Ca- excluyente, pero para quienes como Alicia morir congelado en medio de una calle con- en un ensayo donde disecciona el acaecer de
racas dejada atrás hacía tantos lustros. supieron adaptarlo a sus intereses vitales y currida y nadie se daría cuenta”– entra en la un ente escindido.
Y es que en la oralidad y la escritura de Ali- profesionales, se vuelve refugio seguro con- diégesis probando y probándose mediante lo “Un único ser dividido”, como calificó ella al
cia Perdomo la pulpa de los vocablos conti- tra la violencia exterior y los dramas dejados sabroso del léxico y sus variantes argumen- cubano, oscilando entre el placer barthesia-
nuamente rezumó ese jugoso decir, donde atrás con el exilio. Al asilarse en los Estados tales. El Museo de Arte Moderno (MoMA), no del lenguaje y el desenfadado erotismo de
la erudición y el deseo hallaron su balance Unidos, a principios del nuevo milenio, Per- las fotografías que de la ciudad consagró Al- Bataille, en cuanto a la verbalización de la au-
crítico en los textos sobre autoras afines. No domo perdió un país y ganó una geografía: fred Stieglitz, la revista Rolling Stone, donde téntica dirección de su deseo. Preocupación
extraña entonces que fuera una escritora de la circunscrita a las coordenadas del barrio se perfilaron muchos de los cantantes de la esta que se hallaba igualmente en su imagina-
tanta riqueza léxica y fina ironía como Eli- dominicano donde, pese a no comulgar con escuela del Hudson, espejean la escritura de rio, por pertenecer asimismo a lo que Arman-
sa Lerner, el sujeto de su libro Variaciones de la bachata y el merengue, halló inflexiones, Perdomo llevándola, como el flâneur de Bau- do Rojas Guardia definió como “una especie
un personaje. O que alguien tan inmerso en la olores y, en especial, sabores cercanos a su delaire, por una topografía que en el entor- amorosa para la que no existe, diseñado, un
densidad poética de los significantes, a partir periplo caraqueño. no limitado por la isla de Manhattan va, de orden cultural”, especialmente en el ámbito
del paso del tiempo y la recuperación de la De hecho, no tenía que andar muy lejos para los más icónicos rascacielos al sur, hasta un hispanoamericano. Una verdad, que la llevó
memoria como Victoria De Stefano, centrara descubrir mercados y botánicas donde locali- bosque natural en la punta norte. Un bosque, a arelarse en una geografía más conducente
sus investigaciones acerca de la metaficción zar los instrumentos pertinentes al recetario además, muy próximo al edificio de Alicia, a poder expresarse abiertamente, tan pron-
y la narratología. criollo y al culto de sus deidades tutelares. De trayéndole con su verdor la exuberancia de to se deshizo de la “máscara” que constreñía
Todo ello, concebido desde un rincón de los resultados creativos, provenientes de la al- otras geografías. su libertad de amar y de escribir. Porque, tal
Manhattan donde ambos habíamos hecho ca- quimia gastronómica en su minúscula cocina   cual ella misma formuló refiriéndose a Bryce
sa y desde nuestros despachos en la univer- y la construcción de sus complejos altares, la Escritura a contracorriente desde Echenique, “en el fondo de todo acto escritu-
sidad. El hecho de contar con el mismo ve- autora extrajo el sustento material y espiri- el paisaje neoyorkino ral, la primera intención de quien lo realiza
cindario y lugar de trabajo, además de tener tual para enfrentar el dolor de la separación Frente a la pantalla del ordenador desde su ho- es revelar su propia imagen”.
vínculos literarios, procesos internos e inte- de sus seres queridos a quienes, dado su esta- gar en Washington Heights o desde su oficina En la última parte del recorrido vital e in-
reses culturales y estéticos comunes, generó tus migratorio, por varios años no pudo visi- universitaria frente al Hudson en Tribeca, Ali- telectual, desarrollado a plenitud desde el
una complicidad creciente a nivel personal y tar sino con el pensamiento, a menos que se cia Perdomo dominaba la isla de norte a sur y, paisaje neoyorkino, Alicia Perdomo reveló y
profesional. En tal sentido, fue Alicia quien desplazaran hasta su apartamento siempre con idéntica presteza, las claves de su escritu- nos reveló los pormenores de un hacer y es-
tomó la batuta del Coloquio anual de nuestro acogedor y accesible. Allí tuve, por ejemplo, la ra. Ajena a la arrogancia que suele enquistar- tablecer dables de fundar una casa por parti-
Departamento, cuando me retiré tras dos dé- oportunidad de cantar boleros con Milagros se en los espacios intelectuales y académicos, da doble: la que construyó y nos brindó, jun-
cadas organizándolo, y pocos días antes de de- Socorro de paso por la ciudad y recobrar, tras fue creando un sutil y sagaz corpus crítico, dis- to a Dinapiera Di Donato, y la que erigió con
jarnos físicamente pasó varias horas conmigo varias horas amarrando hallacas, el reperto- perso hoy en publicaciones universitarias e in- el resplandor de la escritura, iluminando las
en Zoom, llevándome de la mano por las pla- rio romántico venezolano desde la bien surti- dependientes, como continuación a la carrera dos facetas de su devenir como mujer y como
taformas digitales, a fin de prepararme para da discoteca virtual de Alicia. de editora, investigadora y ensayista iniciada ensayista. Imagen y reflejo, entonces, la vida
poder impartir clases a distancia, tras haber- Porque la distancia física no alejó a la escri- en Venezuela durante los años ochenta. y la obra de Alicia Perdomo quien, como la
me yo alejado de las aulas durante la pande- tora de sus afectos e intereses que, en la arena Como todo intelectual que se precie, Perdo- otra Alicia, seguirá observándonos eterna-
mia gracias a un año sabático. literaria, se correspondían con las sexualida- mo despertó pasiones, ya fueran a favor o en mente desde el otro lado del espejo.
8 Papel Literario el nacional Domingo 25 De octubre de 2020

HOMENAJE >> EN MEMORIA DE ALICIA PERDOMO (1963-2020) van desde datos o episodios históricos escritos o
recogidos oralmente hasta las revistas del cora-

Esas mujeres
zón o femeninas. Maneja las fuentes históricas
–casi cinco décadas– como si fueran fuentes pe-
riodísticas actualizadas, creando paralelismos
entre la historia y el acontecer”.
“Lerner–escritora se fascina frente al mode-
lo cinematográfico de las actrices de los años

amorosas
cuarenta y cincuenta.   Por ello, hay un plano
de mediación que lo concede la ficción y es a
partir de esa mediación que los personajes se
transforman y Lerner–personaje–escritora, se
asume otra.
 La libertad puede turnarse como versión teó-
rica que se revierte en el deseo de ser otro, de as-
pirar a la galería de posibilidades. Nótese que el
“Ejerció la crítica literaria y se especializó en los problemas planteamiento ideológico es la libertad, pero su

narratológicos de la literatura latinoamericana de los siglos concreción está en la libertad de ser otro, para lo
cual –contradictoriamente– se imitan modelos pa-
XX y XXI. Fue colaboradora de varias revistas y periódicos rodiándolos y, obviamente destronándolos. Para
lograr este proceso, los paradigmas son impres-
venezolanos y extranjeros y publicó varios libros en torno cindibles. El personaje se va a apropiar de un ima-
ginario periférico (que funciona como mediador
al problema de la figura del narrador y sus variaciones” entre el personaje–sujeto y el objeto de deseo–li-
bertad). Recurriendo al imaginario–pasión, se te-
je la red para escapar de la vida cotidiana siempre
José Pulido uno de esos en que la luz del día se presta para alienante, devastadora. En este contexto, ello im-
iluminar las zonas profundas donde se guardan

A
plica querer ser otro: ser esas mujeres, esas actri-
licia Perdomo y Dinapiera Di Donato los mejores recuerdos. ces o ser esas exitosas escritoras de folletines co-
son dos nombres de mucho significa- “Alicia Perdomo era doctora en Letras, gra- mo Corín Tellado o las escritoras de aeropuerto”.
do para la literatura venezolana. Han duada con honores en la Universidad Simón Bo-  De Massiani y su Piedra de mar dijo, en-
sido compañeras de vida y de amor lívar. Se desempeñaba como profesora en The tre otras cosas:
durante más de veinte años. Hace pocos días City University of New York. Ha sido Visiting “La trama de la novela se va armando me-
falleció Alicia. Ellas vivían en la calle Bogar- Scholar en New York University, Yeshiva Uni- diante las conversaciones reales o imaginarias
dus Place, en Nueva York. Como quien dice: han versity, Fordham University y el Fashion Insti- de Corcho, el personaje narrador, con los otros
convertido esa calle en un texto propio, en un tute of Technology de Nueva York. personajes y consigo mismo, diálogos a través
recuerdo literario que también será útil para Ejerció la crítica literaria y se especializó en de los cuales vamos penetrando en el alma de
hablar de amor. los problemas narratológicos de la literatura la- estos personajes, para quienes el mundo exter-
Dinapiera, mientras hacía todas las diligen- tinoamericana de los siglos XX y XXI. Fue co- no pareciera siempre estar haciéndose, como
cias habidas y por haber, con Alicia tan lejos laboradora de varias revistas y periódicos ve- un oleaje, frente a ellos, sin que, en definitiva,
ahora pero ahí mismo, ordenaba libros, revisa- nezolanos y extranjeros y publicó varios libros eso los afectase demasiado”.
ba los hábitos que ya no están; las fotografías en torno al problema de la figura del narrador Es necesario repetirlo: Alicia Perdomo y Dina-
de ellas, las plantas con flores que dejaban los y sus variaciones. También desarrolló investi- piera Di Donato son dos nombres muy especiales
vecinos ante su puerta como una condolencia. gaciones en torno al nuevo discurso político y –juntos y por separado– para la literatura vene-
El calor del verano jamás se ha condolido de sus variantes en el texto cultural venezolano”. zolana. Han compartido una vida de amor y de
los techos, de las azoteas, de la vegetación, de Publicó La ritualidad del poder femenino experiencias durante más de veinte años. Hace
los cuerpos. (1991) y Análisis de... una colección de la Edito- pocos días falleció Alicia. Ellas vivían en la calle
Dinapiera va y viene angustiada, entre vapo- rial Panapo basada en cincuenta y dos obras de Bogardus Place, en Nueva York. Como quien dice:
res de verano y lágrimas. Ella sabía de clases, autores de diferentes lugares de Latinoamérica han convertido esa calle en un texto infinito, en
de aulas, de diálogos sobre poesía o narrati- y el mundo (de 1996 en adelante). un poema que por tal condición no se marchitará.
va, de profesoras enseñando y alumbrando Estudió a fondo la novela Paradiso:  Dinapiera ha desmenuzado el tiempo y lo ha
situaciones; pero no de morgues, de funera- “En Lezama, el apoderamiento de la realidad Alicia Perdomo / Cortesía
convertido en recuerdos: una andanada de li-
rias, de esos otros papeleos. Tampoco había y la necesidad de cantar la imagen, se logra a bros, de textos, y las visiones de allá afuera,
concebido un novenario íntimo, propio, a so- través de la duplicación y del espejeo. Catóptrica cambios que, a marcha forzada, han modifica- donde los verdores procuran insinuaciones de
las. Acompañada a distancia por sus amigos de la estructura. A veces la mirada se desvía y do el panorama y han revelado secretos odios una selva que no existe.
y familiares. se fija en el espejo equivocado. Algunos de estos amorosos. En el caso específico venezolano, se  Dice Dinapiera: “La calle Bogardus Place (mi
Creo que la muerte de una mujer que desbor- personajes que se desplazan por Paradiso bus- produjo un total descuadre entre el guion de vi- calle); la parte del altar de Alicia (de sus maria-
daba sabiduría y amor por la vida, es más do- can el rostro y no la máscara. A veces se des- da –o patrón– diseñado e impuesto por las gene- lionceros particulares) con la cerveza saporo,
lorosa porque a eso se agrega el dolor de Dina- prenden la máscara y arrastran jirones de piel. raciones anteriores a la década del cincuenta y una de las favoritas.
piera. A mí, en lo particular, me afecta mucho Buscan su imagen: la inconfundible y jánica esa pesada herencia hubo de modificarse”.  Estoy agotada y el Facebook me cambia to-
el dolor de una poeta como Dinapiera Di Dona- imagen. La única, entonces. Foción, Fronesis y Escribió sobre la novela de Antonieta Ma- do y olvido las llaves dentro de casa y dejo en
to. Ella es una especie de savia que va y viene, Cemí (o Foción-Fronesis-Cemí) tratan de encon- drid, No es tiempo para rosas rojas: la calle mi chal blanco favorito y voy a leer a
llevando y trayendo sensaciones que parecen trar la imagen que necesitan de sí mismos. Por “Para la narradora, el recuerdo está íntima- Cartarescu (le estoy cambiando el nombre) con
insinuar la existencia de un universo donde el eso la necesidad de códigos kinésicos: metalen- mente asociado con la primera experiencia algo de la Montaña mágica...porque ya no pue-
sentir y el pensar son unos lugares transparen- guaje de gestos y miradas, de existencias que se amorosa lacerante que sigue siendo uno de los do más;
tes y elevados. Igual o parecido a subir hasta la ven y miran vivir la una en la otra. Cemí-Fro- temas más importantes en la novela hecha por empecé a escribirte y no era yo, sino alguien
cúspide del Ávila y observar Caracas. nesis-Foción rescatan la imagen que necesitan mujeres. Pero el enfoque cambia: se investi- desconocido que se enredaba en sus palabras.
Con Alicia Perdomo el país ha perdido uno del infierno donde están. Existe la necesidad de ga el efecto del amor sobre la concienciación Claro...no era el mejor lugar para escribir...
más de sus mejores hijos. Ella pisaba firme los sentir al otro y de verse vivir en él, una hermosa de la mujer (y, obviamente, se indaga en el supuestamente era la cola de la funeraria.
senderos y enseñaba a transitar con firmeza en definición de amor según María Zambrano. Esto inconsciente)”. El calor va y regresa
el conocimiento de la creación literaria que im- es: la avidez de lo otro. Lo uno y lo otro: másca- Sobre Elisa Lerner señaló, en un libro Alicia no regresa
plica también saber de la existencia. ras distintas de un único ser dividido”. impecable: ni hay que molestarla
Ella tenía esa seguridad intelectual que da el Habló de la escritura femenina: “A Elisa Lerner no le interesan los rasgos épi- solamente ha pasado un mes y parecen siglos.
conocimiento y además de servirle para anali- “La novela hecha por mano de mujer –¿Feme- cos de la historia sino la pequeña historia, la Aquí vine, a ver si los poemas pasan adelante y
zar y escribir, investigar y opinar, la usaba pa- nina?– está llena de anécdotas que cuentan o historia particular de Venezuela y más la que se sientan y yo pueda al fin dormir un poco más
ra disfrutar una canción o un buen momento, hablan de un salto. El salto generacional y los no se escribe en los libros: las anécdotas que pero no tanto como para no darme cuenta”.  

“El espejo empañado o la (pre)historia literaria”. Un fragmento


Alicia Perdomo narración es bastante complicada. Si de los re- to en medio de dos planos paralelos. Allí, el escri-
latos de Feeling se ha dicho que son una novela tor asoma sus entrevistas (a través de indicios) y
En la prehistoria literaria de Antonieta Ma- “cajón”, (“cajón de sastre”) es decir, se conver- señala el verdadero destino hacia donde enfila el
drid (su libro de poemas), hay una marcada tiría en novela si uniéramos cada uno de los re- relato. Después viene el final explosivo y la per-
predilección por la primera persona gramati- latos con una delicada urdimbre, de Ojo de pez spectiva de irrealidad ha trascendido... Se capta lo
cal (producida por un intento de afirmación) y debemos decir que allí hay un intento de agotar retratado desde múltiples facetas. Se renuncia a
allí el erotismo inunda cada palabra. Recurre a las técnicas fotográficas, cinematográficas (que la perspectiva lineal. Se presentan varios aspectos
la tectónica con la marcada intencionalidad de había usado en No es tiempo para rosas rojas). del objeto en un mismo plano, simultáneamente.
subrayar palabras esenciales para constitución Tanto en Feeling como en Ojo de pez, Antonieta Todo está fragmentado. Todo acaba en el lector.
del símbolo poético, y tras una larga sucesión Madrid recurre a las “muñecas rusas” o a las Aquí tiene un papel preponderante el lenguaje, la
de imágenes, se revela el sentido. Igual ocurre “cajas chinas”; a la técnica de los círculos con- gran obsesión de la escritora: “Me siento subyu-
con algunos relatos de Feeling, donde la tectóni- céntricos y a lo cíclico en su acepción tradicional gada por el lenguaje y creo que crear un lenguaje
ca sirve para ‘‘tejer” la anécdota. (Ouroboros). En el caso de “Transmigración” el propio sería el más importante logro dentro de
En la obra de Antonieta Madrid, el hombre proceso de desdoblamiento se opera a diferentes mi trabajo. En segundo lugar está la estructura
aparece como un factor de desequilibrio para la niveles. Uno de ellos por la técnica del espejo. y la fidelidad de los contenidos”. Sus relatos pro-
mujer. Ese hombre, para Alicia Segal, es repre- Todo se sucede con sistemática circularidad a la ponen sus propias imágenes como único mensaje
sentativo de la burguesa clase media típica de manera de un tiovivo caleidoscópico. La estruc- que accede al texto. El espejo es la isotopía nar-
los sesenta. La ciudad aliena al hombre, lo ena- tura de los relatos está basada en un juego de rativa. El espejo muestra la metamorfosis de los
jena y finalmente, lo destruye. Dentó de estos piezas. Hay un orden abierto y una combinación personajes. La madre siempre está ausente y el
cuentos, la irrupción de mundos oscuros como en la que cada lector escogerá lo que ha querido hombre perturba. El espejo mezcla diferencias
el subconsciente y el inconsciente, contribuyen leer. Madrid utiliza todos los recursos que están “mediante una relación impalpable que nadie
a crear una obra de difícil acceso. La locura apa- a su alcance para estructurar su obra. puede desatar” ... Lenguaje y actitud coinciden
rece y las causas que la originan son muchas: Antonieta Madrid fragmenta la realidad, la lle- para tejer una red de complejas significaciones.
desarraigo, soledad... El hombre, por efecto de va a los límites de lo fantástico y relata sucesos En última instancia, estas narraciones de Feeling
la enfermedad mental, cae en el absurdo. “La traspuestos al mundo íntimo. En el relato, un se convierten en un juego pirotécnico.
muerte en vida de la locura. Papá. Día a día se plano presenta una visión realista de los hechos  
fue alejando de nosotros. Acorralado, espanta- narrativos, otro plano, simultánea y paralela- *El ensayo “El espejo empañado o la (pre)historia
do, se fue hundiendo en la locura, huyendo de la mente, transmite con idéntica naturalidad, una literaria” pertenece al libro La ritualidad del poder
vida”. En Ojo de pez, la novela hecha con esfera, versión sobrenatural de esos mismos hechos. La femenino. Parodia, fantasía e ironía en Antonieta
luneta, escuadra, compás, que es caleidoscopio narración se apoya, equitativamente, sobre lo Madrid, publicado por Fundarte, colección Cuadernos
y espejo roto, todo a la vez, la estructura de la Antonieta Madrid / Vasco Szinetar concreto y lo fantástico. Logra así, llevar el rela- de Difusión, Caracas, 1991.
el nacional Domingo 25 De octubre de 2020
Papel Literario 9

ENSAYO >> SOBRE LA VANIDAD, PECADO CAPITAL

Ensayo sin garrote para una historia de la vanidad


“Si un ensayo es la
combinatoria de un par de
temas, vanidad y escritura
son asuntos entretejidos
por lo humano. Escribir
supone alguna dosis de
narcisismo, tener algo que
decir y vigilar las trampas
de la conciencia”

Alfredo Angulo Rivas


Presumir de listo es de tontos, al final
la vida se encarga de ponernos en el
sitio”. La dificultad es que no todos ela-
boramos del mismo modo la experien-
cia, y la sordera interior es una posibilidad
que puede alcanzarnos sin más. Digo enton-
ces que vale la pena mirar con nuevos ojos el
viejo asunto de la vida ligera.
Johan Huizinga fue un espíritu libre que vio
en la cultura una clase de juego con el que da-
mos sentido a las cosas. Requerido para escri-
bir una historia de las emociones, el escritor
holandés respondió con una propuesta tenta-
dora: la historia de la vanidad. La verdad es
que nunca acometió esa tarea, acaso porque
anticipó alguna seducción inconfesada entre
el autor y su tema. 
¿La vanidad es una distorsión de la com-
prensión que menoscaba la prudencia y per-
judica el interés propio? Objetará el lector
que nadie está hecho de una sola pieza, y que La vanidad de la vida (Siglo XVII), Anónimo / Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina
cada quien es una prolijidad de seres. Así y
todo sigue en pie la definición del bien que ha de ser cierta tu existencia ubicua, ¿cómo Aquí la vanidad es una pasión discernible en- tados. Y que mejor aún propone un método de
refrena al monstruo que nos habita; esto es engastar en la fijeza de un concepto los trozos tre la variedad de la especie humana. trabajo: si el tema no lo conoce bien, por eso
“la prudencia de no llegar a ser todo lo que demolidos del ser que vamos siendo?” A más de ser un libro de principios éticos, mismo lo ensaya.   
uno es”. Luego habrá que insistir en que una La distracción de la anécdota Eclesiastés señala la incertidumbre de la exis- Es posible que nadie se libre de la vanidad,
vida sin examen es un llamado al autoenga- Hay una tensión interna muy grande, es- tencia. Vanidad de vanidades resume la con- hay mendigos que piden con garrote, pero de
ño, la complacencia convertida en destino cribir sin presumir. Una parte supone la co- vicción de la fatuidad de las cosas, la vida hu- ser una realidad moral unánime, sería impo-
irremediable. municación ideal, la otra al lector soberbio. mana unida sin remedio a la muerte. Por su sible distinguirla. El psicoanálisis enseña a
Leo en mis notas que la vanidad se empa- ¿Qué propósito mueve al escribir?, ¿soñar con origen etimológico, el significado de fatuo se no avergonzarnos de nuestros apetitos, aun-
renta con “el espejo que forma el yo”, y que su la admiración del lector o suscitar la conte- relaciona con un estado de delirio profético, que la “vanidad es el deseo incoherente” sin
presencia parece estar adherida al sí mismo, nida interrogación modesta? Puestos en esa un fenómeno psíquico que aún pervive en el convicción ni trascendencia ni cuidado de
al egoísmo, y a cuanto sea idéntico. De esos disyunción, escribir es una elegía al amor vo- habla alucinada de quienes padecen del sín- sí. Pero vamos, la superación de los agrega-
costados del ser humano ha dado cuenta el luble. Porque aquel es un oficio a la altura drome de Jerusalén.   dos psíquicos de la vanidad es solo técnica de
pensamiento moral, que el asunto es sabido, de Sísifo, el pulso sin una victoria definitiva. Una a otra, en la tradición grecorromana la autoayuda; se trata más bien de enfrentar su
y que también la sed de originalidad para es- Ah, “ese frío y ladino verbo escribir”, ha di- vanidad es una pasión enferma. Desconocer recurrencia.    
cribir puede terminar en un terreno baldío. cho con puntería Anne Carson.  la finitud es nocivo, daña por la inflación del Quizás la cuestión última de toda historia
Así que este es el envite: en la repetición es No, no es posible contar todo como presume ego. Narciso carece de experiencia porque es- es: ¿qué es el ser humano? Uno puede distin-
posible encontrar la diferencia. el historicismo. Pensemos en que la historia tá aislado. Impedido de meditar sobre su na- guir la metáfora vegetal en Aristóteles, sin
Si un ensayo es la combinatoria de un par de es en esencia una práctica significativa. “Des- da, queda asfixiado por su propia imagen. La voz, dijo, el hombre sería apenas algo más
temas, vanidad y escritura son asuntos entre- de hace cuatro siglos”, valga suscribir al fran- filosofía cristiana, a su vez, entronca la an- que una planta. En Lutero, el humano es un
tejidos por “lo humano”. Escribir supone al- cés Michel de Certau, “hacer historia ha con- gustia del tiempo de la tradición hebrea con el “fuste torcido” sobre el que no hay modo de
guna dosis de narcisismo, tener algo que decir ducido a la escritura, a un modo que fabrica propósito de trascendencia, de tal modo que enderezar. Y en Isaiah Berlin, un” débil jun-
y vigilar las trampas de la conciencia. Así por guiones capaces de organizar un discurso que su realidad definitiva no es de este mundo.   co pensante”. Así y todo, quizás la metáfora
caso el abrazo que nos dan los prejuicios. Uno sea comprensible”. Hacer la crítica historio- Acaso esta sea una consideración plausible mineral encaje mejor en el proceso de llegar
es suponer que el vanidoso escribe con pala- gráfica en lugar del dato histórico, redime al acerca de la condición humana: “Jesús en la a ser: el humano es una piedra preciosa que
bras rebuscadas, que no es así. Los conceptos ser humano de la distracción de la anécdota. cruz hizo un sacrificio innecesario”. Pero en debe ser tallada por el trabajo de la cultura y
del lenguaje culto son una garantía para rea- Y del pasado que nunca pasa.  Imitación de Cristo, Tomas de Kempis había la educación.    
lizar la comunicación general.    La idea es plausible: hubo más que un úni- postulado que aquel era el modelo a seguir. Porque el sufrimiento está lejos de curar
Vanidad es citar a muchos autores o no alu- co lugar en el origen del “primer fuego que “Vanidad es larga vida y no cuidar que sea la vanidad; una desgracia demasiado gran-
dir a nadie en particular. Acudo a The Cam- calienta la existencia”. Occidente es hoy una buena”, escribió para criticar el sesgo inte- de forja un alma impasible. Y sin embargo: si
bridge Dictionary of Philosophy, busco qué es forma rechazada, sus críticos objetan que es lectual de su tiempo. “El conocimiento es el entendemos por cultura algo como los lentes
el concepto, encuentro que son ideas, estados una dominación decadente del macho blan- temor a dios”, eso dijo el religioso, aserto con a través de los cuales un grupo de personas ve
mentales, palabras aplicadas a una entidad, co cristiano. El polo ha perdido influencia, si el cual ponía de manifiesto la comunicación de modo ineluctable el mundo, entonces cul-
y es una habilidad para clasificar. Más que bien mantiene su potencia explicativa. Mirar entrañable entre ciencia y religión.   tura es sinónimo de conciencia, algo absurdo
una realidad física, aquí el discernimiento es a Atenas y Jerusalén, al cruce de helenismo Bien pudiera decirse que más que un hom- por su generalización, contraria al recorte de
moral. La vanidad, tal cual los hechos de la y judaísmo, es asumir una tradición y un re- bre fue un tipo humano. Agitador de visiones la realidad, que es el servicio del concepto.
cultura y la sociedad, supone acuerdos inter- pertorio argumental. Es el que elijo. delirantes, Gerónimo Savonarola supo esti- En fin, la invitación es a pensar, no a pensar
subjetivos y un lenguaje compartido. Su reali- “Enfermedad sagrada” llamó Heráclito a la mular la práctica de la hoguera de las vanida- distinto, a pensar.
dad es epistémica, y en absoluto descifra una vanidad. Cabe suponer que con sus palabras des, el incendio de miles de obras de arte, es- Y sin garrote. El cuidado de sí es reflexionar
proposición ontológica.   se refería a un estado de insania mental y a pejos y libros considerados objetos de pecado. sobre la propia experiencia, el encuentro con
Se atribuye a Evagrio el Monje la autoría de una potestad divina que sobrepasa al prome- Su propósito de pureza cristiana exacerbada personas bondadosas y lecturas adecuadas,
la primera relación de ocho grandes pecados, dio humano. El hebraísmo a su vez concedió a por el ayuno y la mortificación de la carne cuidarse del sueño del aplauso, y descreer de
un inventario en el que incluye la pasión de la vanidad una existencia omnipresente. Tem- termina en el suplicio. El profeta desarmado las falsas tierras firmes de poder, riqueza y
la vanidad. Que el pontífice Gregorio Magno prana además porque Abel, hijo de Adán y resulta abatido por el principio eficaz del po- notoriedad. Ah, pero nada de alarde de pure-
redujera el contenido a siete pecados capita- Eva, aliento y soplo, fue también encarnación der, y el concepto fue el intercambio promis- za ni alejarse de la vida, es fortaleza interior,
les nos permite suponer que todo catalogo es de la vanidad, “así llamado por su corta vida cuo entre lo viejo y lo nuevo.       contra la desesperación, la severidad y el can-
un recurso falible. Clasificar orienta, ordena, y súbita muerte”.  “Entonces creyeron fijar la cifra de los pro- sancio de que todo es vano.     
sirve para discriminar, y acaso para ser for- Tucídides, el guerrero caído que supo con- pósitos humanos fallidos y secretos. Aquel Cuesta bajar para el narciso de YO SOY. “Se
mulado y fijado por un alfiler en nombre de vertir el exilio en escritura, hizo bien al des- era el libro total, suprimido cada noche y re- aprende así, una vez más”, recuerda el espa-
alguna forma ideal.    confiar de su propio juicio: “Coincidimos en comenzado cada día. Convencidos de la inuti- ñol José María Esquirol, “que a lo más alto
Convengamos pues en que el concepto es el que fue esto lo que vimos”, así dijo con sana lidad de su escritura, consiguieron que toda no se puede acceder sin pasar por la nada”.
arte de la mente humana construyendo con- precaución metódica, para luego postular las historia es apenas el presente que interroga. Apenas un guijarro lavado por las aguas in-
densados de sentido. Pienso en Reinhart Ko- tres motivaciones del poder: el interés, el mie- De la madeja indeterminada de la realidad memoriales del tiempo, eso concede al ser
selleck, el historiador germano para quien los do y la vanidad, la fórmula concentrada de extrajeron el hilo de la vanidad herida. Los humano la metáfora mineral de la mejor
conceptos eran “campos de batalla semánti- una filosofía de la historia rebatida por quie- escribas consignaron más tarde que pareja poesía.  
cos y concentrados lingüísticos temporales” nes ven en esta discontinuidad, ruptura y va- energía tuvo la vida vana, una metáfora de la “Así hallaron que el polvo volvería al polvo,
que depositaban las experiencias históricas riedad de escalas en el tiempo.  cansada entraña humana”.  barrido de la tierra por el cataclismo, la gue-
de las sociedades. Pero la vanidad, más que Aunque el engreído es capaz de hacer daño No, no es posible presumir de un ensayo sin rra, o por el paso mismo del tiempo, olvidado
un ámbito contencioso, es la imbricación de reconocible, en Ética a Nicómaco el vanidoso Miguel de Montaigne. El ser humano, la más por la historia como otro esfuerzo inútil y pue-
significados en el dominio de la comprensión es más tonto que malvado. “Necio e ignorante frágil de las criaturas dijo, presumía de igua- ril de aquellos pequeños seres desmesurados.
humana.  de sí mismo, asume empresas honrosas para lar a dios “y atribuirse cualidades divinas” Otros, insomnes, recordaron su finitud, advir-
“Ah vanidad, en tu dominio moran los actos luego quedar mal”. La nuez dura del asunto que elegía él mismo. Pero hay otra dimensión tieron las asechanzas, pero su relación con la
salientes de una historia de oro, y en tu heri- es que Aristóteles se refería así a un tipo es- acaso más significativa en su escritura: ese realidad había caído en desgracia, hundida la
da se labra el origen de iras y caprichos. Si pecífico y no a la humanidad en su conjunto. que al hacer ensayos no puede producir resul- verdad en el ojo del entretenimiento”.

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