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ENSAYO KELLER -- CENTURY OF THE GENE

CAPITULO 2 Y CAPITULO 3
FRANCO FLORES EMMANUEL

Durante el siglo pasado, desde el resurgir de Mendel y la concepción de los genes, han
surgido un sinfín de preguntas sobre estas unidades de información que se creía que
contenían la esencia de la vida, aun así pasaron muchos años antes de ser contestadas y
de que la morfología, composición, estructuración y función de los genes fuera descrita.
Muchas de estas preguntas sin respuesta aparente se contestaban alegando ser parte de
la acción genética, aunque se suponía que no podía existir algo vivo dentro de la célula
que generara más de estas unidades vitales, sin contar que al ser tan pequeños no se
encontraba un método de organización que mantuviera a los genes en perfecto estado.
No hasta 1953 que se empezó a explicar las propiedades del DNA por Watson y
Crick como la estructura del DNA y 5 semanas después las implicaciones genéticas de la
estructura de doble hélice. Dejando más preguntas como el cómo se replicaba en las
células además de que suponían que debido a su estructura había muchas posibles
variantes entre la cadena de DNA ya que una alteración puede altera un nucleótido
alterando gravemente la secuencia.
Posteriormente con la determinación de los operones y múltiples análisis genéticos
se determino que un operón es una serie de secuencias, líder terminante, activadora,
plantilla de producto y otras que no hacen nada con análisis más completos se determino
que solo el 3% del DNA codifica lo que llevó a confusiones y a la pregunta de porque se
encuentra tanto DNA basura.
La situación se complicó cuanto se descubrieron los genes divididos en 1970 por
Richard Robert donde los exones que es el DNA codificado y los intrones no codificantes
en las dificultades en la corrección, dentro de los genes al encontrar genes y algunos que
tenían parte de su secuencia en las regiones de intrones.
Cuando se sugirió la posibilidad y posteriormente al comprobarse, que lo genes
tenían capacidad autorreplicable y descifrada su papel de producir proteínas que
estructuran a las células se abrió el panorama a el mecanismo que provocaba esto y las
posibilidades de estudiar la acción genética a partir de las proteínas que en cierta forma
es más sencillo analizar.
Con análisis basados en esta idea del dogma central según Francis Crick donde el
DNA produce proteínas y estas nos conforman, múltiples enfermedades tomaron más
sentido dado que un error podría causar que la proteína que ayuda a alguna función
pueda no expresarse o expresarse mal.
El concepto de programa genético abrió paso a una explicación no fundamentada
que, al igual que la actividad genética, fue ampliamente utilizada para dar sentido a los
resultados de secuenciación genética dando lugar a proyectos como el del genoma
humano así como a múltiples secuenciaciones con el fin de descubrir los genes, funciones
relaciones orígenes, etcétera.
Durante estos tiempos se formuló una pregunta cómo era posible que dos células
sexuales pudieran dar lugar a un organismo cinoketi que puede dar lugar a otros
organismos similares con las mismas funciones , la respuesta es el potencial celular que
es ni más ni menos que la capacidad de dar lugar a distintos tipos celulares.
Con múltiples evidencias herramientas, como el genoma codificado de distintos
organismos, métodos de comparación entre genes microscopia de estructuras genéticas
que apoyaron la teoría genética, así como el descubrimiento de métodos de replicación y
transcripción y traducción del ADN al ARN a las proteínas, acompañado de que se
descubrieron factores que afectan la expresión de genes, además de mutaciones, en
palabras simples el bloqueo de genes al haber mucho del producto que codifica. Se
supuso que si bien no son estructuras vivas su acción genera seres vivos con semejanza
asombrosa, genéticamente, pero las pocas diferencias dan lugar a organismos muy
distintos en apariencia. Toda célula tiene material genético almacenado en el núcleo o
similares.
Con esto se concluyó que un ser vivo era el producto o la realización del
programa genético pero aun así quedaba la duda de porque no se generaban organismos
más que a partir de las células secuales, esto fue respondido con Dolly la oveja clonada a
partir de un lóbulo y una célula adulta somática, contestado a su vez con el potencial
celular lo que nos dice que solo las células con estas capacidades generan organismos lo
que explica o hace suponer que el resto está desierta forma bloqueado para evitar que los
genes o los factores para esta realización no se active.
Podemos notar que con el paso de los años la aceptación de el gen va tomando
fuerza en las explicaciones biológicas, todo un siglo trabajando con el DNA trajo múltiples
avances científicos, desde Mendel donde solo era una idea de factores que determinaban
las características hasta planos tridimensionales de aquellos factores. Con el aumento del
interés por esta rama, múltiples evidencias surgieron provocando un desarrollo enorme en
las últimas décadas el genoma humano la clonación, la replicación, transcripción y
traducción del material genético, estas y otras dieron lugar a análisis cada vez más
específicos buscando relaciones entre los organismo con el fin de buscar el ancestro
común y relaciones entre organismos basados en los genes pero que es un gen.
Para mí de acuerdo a la información proporcionada por este libro puedo suponer
que: Un gen seria: La concepción de la unidad dentro de la célula que es heredada por los
progenitores y heredable a los descendientes de un ser, que se organiza dentro de todo el
genoma en regiones codificantes que proporcionan información estructural y funcional y
no codificantes que no tienen gran relevancia por el momento, que se encargan de
mantener almacenada la información de las secuencias de sintetización de proteínas que
caracterizan a las células a las que pertenece, que de sufrir alguna mutación o inhibición
podrían ocasionar cambios funcionales, morfológicos y fenotípicos en el organismo. Lo
cual no es siempre perjudicial.

BIBLIOGRAFIA:
 Keller, E. F. (2000). The century of the gene. Harvard University Press. Capítulo 2
y Capitulo 3, pp. 45-102.

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