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Resumen. Este trabajo describe el paisaje conocido como "bajos inundables" en el sureste del estado de Campeche,
donde se observó que, funcionalmente, los bajos no se restringen a planicies acumulativas con suelos
periódicamente inundados (gleysoles) y vegetación hidrófila (palo de tinte), sino que se encuentran estrechamente
vinculados a las geoformas y ecosistemas adyacentes. Para explicar esta correlación se describe la importancia de
todos los componentes del paisaje, destacando florística y ecológicamente el papel de la vegetación como indicador
de la dinámica del sistema.
Desde mediados del siglo pasado (1950), los Justamente con la idea de actualizar la visión
estudios fisiográficos regionales o los pun- tradicional de los paisajes, en este trabajo se
tuales autoecológicos fueron cediendo gra- aplica la Ecología del paisaje para caracteri-
dualmente sus perspectivas ante concep- zar un ambiente cárstico único conocido en
ciones teórico-metodológicas más integrales la península de Yucatán con el nombre de
del medio ambiente. De este modo, la visión "bajos inundables" (Bl).
fisiográfica del espacio fue incorporando
conceptos ecológicos y viceversa, fusionan- En la terminología maya los Bl son conoci-
do entonces objetos de estudio y cuerpos dos como ak'alches. Los vocablos que com-
teóricos para dar origen a una nueva disci- ponen este término son: akal, que significa
plina conocida como Ecología del paisaje. Es pantano y che, árbol o vegetación, y se
así que los estudios sobre los paisajes ya refiere a depresiones del terreno inundadas
descritos en el pasado empiezan natural- temporal o permanentemente, más o menos
mente a evolucionar hacia una concepción amplias y arboladas (Duch, 1991). El término
conjunta de las interrelaciones entre los incluye interacciones hidrológicas y bióticas,
componentes (bióticos y abióticos) del pai- por lo que es un concepto ideográfico inte-
* Centro EPOMEX (Ecología, Pesquerías y Oceanografía del Golfo de México), Universidad Autónoma de Campeche,
Av. Agustín Melgar y Juan de la Barerra s/n, 24030, Campeche. E-mail: gpalacio@ma¡l.uacam.mx
** CEDESU (Centro de Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre), Universidad Autónoma de
Campeche, Av. Agustín Melgar s/n, 24030, Campeche, México.
***CIHS (Centro de Investigaciones Históricas y Sociales), Universidad Autónoma de Campeche, Av. Agustín Melgar
s/n, 24030, Campeche, México.
Álvaro Gerardo Palacio Aponte, Rodolfo Moriega Trejo y Pedro Zamora Crescencio
A partir de las rutas de colecta y verificación la suma de sus partes en sentido cualitativo-
determinadas en la fase preliminar, en la estructural más que en sentido cuantitativo
fase de campo se caracterizaron las diferen- sumativo (Naveh y Lieberman, 1984), se
tes unidades geomórficas, diferenciando la describen los componentes fenosistémicos o
forma de las pendientes (cóncavas, conve- visibles del paisaje. Los componentes estruc-
xas o rectilíneas), las inclinaciones del turantes que determinan el funcionamiento
terreno (nunca superiores a 15°), exhuma- del territorio son físicos o abióticos como la
ción de regolita e identificación de deluvio- geología (sustrato sólido primario del pai-
nes, proluviones y coluviones y las condicio- saje), el relieve como reflejo de la estructura
nes de sustrato preferenciales para los tipos geológica en superficie, el clima como mode-
de vegetación presente. Estos últimos fueron lador inicial del relieve y el paisaje y el agua
tipificados con base en la clasificación de (componente hidrológico). Por otra parte, los
Miranda y Hernández (1963) y Miranda bióticos o componentes indicadores de la
(1958) mediante criterios fisonómicos y síntesis de las interrelaciones del paisaje
florísticos. son: la fauna, la flora y el complejo de la
cobertura vegetal; el suelo como interfase
El material botánico recolectado sobre rutas entre los abióticos y bióticos (Zonneveld,
georefenciadas se identificó y ordenó si- 1995). Los bióticos reflejan significativa-
guiendo la clasificación de Cronquist (1981) mente las características ecológicas, el esta-
y Dahlgren et al. (1985), para posteriormente do evolutivo y los grados de modificación
integrarlo al herbario del Museo de la Bio- natural o antropogénica del paisaje. A conti-
diversidad Maya (MBM) del Centro de De- nuación se explican los componentes más
sarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la relevantes del funcionamiento ecológico de
Vida Silvestre (CEDESU) y el herbario los Bl.
(UCAM) del Centro de Investigaciones Histó-
ricas y Sociales (CIHS) de la Universidad • Componentes físicos
Autónoma de Campeche.
Componente geológico-geomorfológico
En la fase final, y a partir de la información
georeferenciada obtenida en la fase de La plataforma yucateca está compuesta por
campo, se verificó la clasificación supervisa- rocas sedimentarias mesozoicas y ceno-
da preliminar de la imagen Landsat, reali- zoicas que presentan un grosor de 3 500 m,
zando ajustes mínimos a la tipología pre- descansando sobre un basamento paleozoi-
liminar. Al correlacionar los puntos de co (Lugo et al., 1992). La componen calizas
muestreo con la clasificación preliminar se compactas de micro a macrocristales de
encontró un 90% de confiabilidad. Esto calcita cuyo color varía del blanco al crema
debido a que la imagen es de la época seca (López Ramos, 1975). La intensa formación
y se encuentra especialmente nítida, permi- de cristales explica la ausencia de fósiles
tiendo diferenciar con claridad la respuesta determinables. Son rocas de origen marino
fenológica de la vegetación. A partir de los de facies bentónicas en mares someros.
ajustes se generó la cobertura digital para el Este origen permitió la formación de estratos
cálculo de áreas por tipo de vegetación y la diferenciables, por lo que las geoformas
delimitación de las unidades del paisaje. cársticas de la región no están asociadas a
volúmenes masivos de roca.
RESULTADOS
La estructura geológica regional muestra que
A partir del axioma de integración y dife- la península de Yucatán inició su emersión
renciación que indica que el todo es más que sobre el nivel del mar durante el Oligoceno-
Grund (1914), Cvijic (1918) y Llopis (1970), se muestra que la temperatura promedio
que mencionan cuatro etapas generales de mensual a lo largo del año es superior a los
evolución: reciente, juventud, madurez y tar- 21° C y las oscilaciones térmicas anuales no
día de relictos (senectud). Cabe aclarar que rebasan los 6o C. Las temperaturas son li-
estas etapas muestran una evolución lineal, geramente menores al final del otoño y el
que puede ser modificada por diferentes gra- invierno (noviembre a febrero) y las más
dos y estilos tectónicos y sus correspondien- altas se presentan en mayo y junio. La au-
tes condicionantes ambientales exógenas. sencia de heladas concede a los bajos
inundables un alto potencial agroclimático.
Los ambientes geomorfológicos receptores
(Figura 2) son planicies semicóncavas u hon- Las precipitaciones anuales varían entre los
donadas amplias limitadas por elevaciones 1 000 y los 1 200 mm, concentrándose entre
calcáreas. Su origen está vinculado a los mayo y octubre. El mes más lluvioso es
ciclos de la actividad disolutiva y erosiva. Se septiembre y los más secos son febrero y
identifican sobre un relieve negativo de fon- marzo (Figura 3). Aunque la precipitación no
do plano con extensos depósitos deluviales y es tan abundante como en las selvas altas
eluviales, bajo los cuales puede haber cavi- perennifolias del sureste de México, el bajo
dades con circulación vertical y horizontal o régimen de infiltración en las planicies
en donde se dispone el nivel base de un acumulativas evita la caída del 75% de las
horizonte impermeable. hojas de los árboles en la época seca, sobre
todo en el colector principal y las torrenteras.
Cuando la planicie acumulativa es cubierta
por extensos depósitos de arcillas no solu- La humedad relativa es superior al 70%, lo
bles de la caliza, pueden llegar a azolvar el que revela un bajo efecto de la continen-
nivel superficial, debido al exceso de estos talidad en la región. Predominan los vientos
depósitos, deteniéndose el desarrollo de ta- del sureste durante todo el año, a excepción
les formas, incluso pueden formarse cuerpos del invierno, cuando el avance de los frentes
de agua (aguadas), debido a la impermea- fríos (nortes) favorece los vientos frescos del
bilidad de la terra rosa que impide que el noreste.
agua se siga infiltrando (Ortiz, 2002 ).
Durante la temporada seca del año (Figura
Componente climático 3) se genera un estrés hídrico importante
en toda la región, sin embargo, los "bajos
La distribución y variación de los elementos inundables" mantienen la cantidad de agua
climáticos es fundamental para la pedogé- suficiente para darle refugio a las especies
nesis y la colonización y desarrollo de la animales, aún en condiciones de extrema
vegetación. Para el área en estudio el clima sequía.
es Awo (i')g, (García, 1973), es decir, cálido
subhúmedo con régimen de lluvias en vera- El conjunto de condiciones climáticas propi-
no, un 5% de lluvia invernal y poca oscilación cia la rápida germinación y restablecimiento
térmica (5-7 °C). Corresponde a las esta- de la vegetación. Es decir, que el potencial
ciones meteorológicas de Dzibalchén hacia de regeneración natural es alto debido a la
el norte y Zoh-Laguna hacia el sureste. ausencia de condiciones extremas en el cli-
Ambas tienen el mismo clima y representan ma, por lo que si se detienen los ritmos
la homogeneidad climática característica de actuales de perturbación humana, la recupe-
la región. ración natural, aunque con vegetación se-
cundaria, sería rápida.
En el climograma de Zoh-Laguna (Figura 3)
Climograma de Zoh-Laguna
rendas confieren a los bajos inundables cier- varía lo suficiente para que en ciertas épocas
tas particularidades. Debido a la alta in- del año la superficie del suelo se encuentre
filtración en los lomeríos, sus aportes por libre de las mismas, dando origen al gleysol
flujos de materia y energía hacia las partes mólico (FAO-UNESCO, 1999). Con frecuen-
bajas, se concentran prácticamente en la cia la superficie del suelo es ondulada, de
época de lluvias, donde la erosión hídrica y manera que pequeños montículos se alter-
los torrentes propician el lavado de la capa nan con ligeras hondonadas. Se encuentra
superficial del suelo hacia las planicies un horizonte Ao bien desarrollado, y el hori-
acumulativas. zonte B muestra un alto contenido de
materia orgánica. Este último, a su vez, está
• Componente de interfase formado por arcilla impermeable color gris
oscuro, que descansa sobre material calcá-
Componente edáfico reo en diversos grados de descomposición.
El gleysol en diferentes modalidades es el
Los suelos de los bajos inundables están tipo de suelo representativo de los bajos
compuestos por residuales de las fracciones inundables.
insolubles de las rocas carbonatadas. Local-
mente existen aportes por coluviones, resul- Asociados al sistema hidrológico superficial
tado del intemperismo biológico. Muestran que integran los bajos inundables se en-
en general un drenaje deficiente, por lo que cuentran los lomeríos cársticos, en donde
su pedogénesis está condicionada a la pre- predomina el leptosol-réndzico. Es un suelo
sencia relativa de agua. A partir de las agua- esquelético poco desarrollado y, por tanto,
das, como cuerpos de agua superficiales de poco espesor.
permanentes, se encuentran en cantidad
decreciente de agua alrededor de ellas los Componente vegetación
ak'alches o suelos inundados; consecutiva-
mente, en las márgenes menos inundadas, La vegetación es el componente más signi-
se ubican los suelos conocidos en lengua ficativo de la estructura vertical del paisaje,
maya como ya'axhom ak'alche, que corres- de su funcionamiento, así como de los regí-
ponden a especies arbóreas como Metopium menes de perturbación natural o humana. Es
browneí y, finalmente, se presentan los sue- la última etapa de la sucesión evolutiva de la
los automórficos (leptosol réndzico) sobre los cobertura del paisaje. Se reconocieron tres
que se desarrolla una mezcla de gramíneas tipos de vegetación: selva baja subperen-
y árboles de selvas subcaducifolias y sub- nifolia, selva baja caducifolia y selva baja
perennifolias (Figura 2). subcaducifolia (Cuadro 1). Estos tipos de
vegetación se diferenciaron por los elemen-
En lugares donde la altura del suelo es tos florísticos dominantes y la fisonomía de
ligeramente más elevada que la de las la comunidad.
aguadas, el nivel de las aguas estancadas
Cuadro 1. Tipos de vegetación dominante en el área en estudio
Figura 5. Perfil de vegetación de la selva baja subcaducifolia con un bajo de selva baja
subperennifolia.1. Guaiacum sanctum; 2. Tabernaemontana amygdalifolia; 3. Beaucarnea pliabilis;
4. Neomillspaughia emarginata; 5. Haematoxylum campechianum; 6. Acacia riparia, 7. Bursera
simaruba
Esta selva se establece en las partes altas Entre las especies arbóreas más frecuentes
(lomeríos) del área en estudio, por arriba de en esta comunidad vegetal se pueden
los 250 m de altitud. Es una comunidad mencionar (Figuras 5 y 6): Bursera simaruba,
vegetal que crece sobre las cimas y laderas Coccoloba reflexiflora, Pseudobombax
de los lomeríos en suelos someros y pe- ellipticum, Thevetia gaumerí, Plumeria rubra,
dregosos con poca materia orgánica. No Piscidia piscipula, Cordia gerascanthus,
tiene un sustrato geológico y edáfico deter- Nopalea gaumerí, Cochlospermum vitifolium,
minado para su desarrollo (Rzedowski, Diospyros cuneata, Crotón chichenensis,
1978). Croton glabellus y Lysiloma latisiliquum.
Figura 6. Perfil de vegetación de la selva baja caducifolia.1. Tabebuia chrysantha subsp. chrysantha;
2. Pseudobombax ellipticum; 3. Nopalea gaumeri;4. Cordia gerascanthus; 5. Caesalpinia vesicaria;
6. Acacia gaumeri; 7. Havardia albicans,
Cuadro 3. Especies de flora vascular registradas en el área de estudio que se encuentran en alguna
categoría de riesgo (según la NOM-059-ECOL-1994)
tal de selvas tropicales y que son unidades flora y fauna silvestres terrestres y acuáticas,
del paisaje que poseen importancia ecoló- raras, endémicas, amenazadas, en peligro de
gica por su diversidad de especies y habitat extinción y sujetas a protección especial", NOM-
059-ECOL-1994, tomo CDLXXXVIII No. 10.
único en zonas tropicales. Son humedales
terrestres que tienen un papel fundamental
Duch G., J. (1989), Los bajos inundables
como refugio faunístico a nivel regional, (ak'alche') de la península de Yucatán,
sobre todo en épocas de estrés hídrico. Universidad Autónoma de Chapingo, México.
Al final, el objeto fundamental del trabajo no Duch G., J. (1991), Fisiografía del estado de
es de ningún modo invalidar los enfoques Yucatán. Su relación con la agricultura.
tradicionales sobre los bajos inundables de Universidad Autónoma Chapingo, Centro Regio-
nal de la Península de Yucatán, División de
Miranda (1958), Hernández X. (1985) y Duch
Ciencias Forestales, Texcoco, México.
(1989), sino darle una perspectiva funcional
y, por lo tanto, incluyente del entorno Durán, R., J. E. Trejo-Torres y G. Ibarra
inmediato a las "planicies inundables". Todo Manríquez (1998), "Endemic Phytotaxa of penín-
esto para darle la relevancia como paisaje sula de Yucatán", Harvard Papers in Botany, vol.
único en la península de Yucatán y en el 3, núm. 2, pp. 263-314.
país.
EPOMEX-CEDESU-CIHS-ECOSUR-Chetumal
AGRADECIMIENTOS (1999), "Estudio técnico de la segunda ampliación
forestal del ejido Dzibalchén, Campeche", para la
Secretaría de Ecología del Gobierno del Estado
Los autores desean agradecer a la Secre- de Campeche, México.
taría de Ecología del Gobierno del Estado de
Campeche, al Centro de Investigaciones Etter, A. (1989), Introducción a la Ecología del
paisaje. Un marco de integración para los levan-
Históricas y Sociales, al Centro de Ecología,
tamientos rurales, Instituto Geográfico Agustín
Pesquerías y Oceanografía del Golfo de Codazzi, Bogotá, Colombia.
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