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Colección Numismática del Banco de la República - 2

El Banco de la República ha conformado, a lo largo de su


historia, una amplia colección de billetes y monedas, que se
deriva en parte del papel que ha tenido como emisor de la
moneda nacional a partir de 1923. Sin embargo, la Colección,
enriquecida con nuevas adquisiciones y donaciones, incluye
también la mayoría de las unidades monetarias usadas en
Colombia desde comienzos del siglo XVII, cuando se fundó en
Bogotá la Casa de Moneda.

La Colección Numismática del Banco fue exhibida en diversas


ocasiones en las instalaciones del Banco, en forma más bien
convencional. Desde 1996 está abierta al público en la misma
Casa, en sí misma muy atractiva y de gran interés histórico,
donde se realizó la acuñación de moneda durante más de
trescientos cincuenta años.

La exhibición actual parte de una concepción novedosa,


aunque tiende a adaptarse cada día: además de ofrecer una
presentación de interés para numismáticos y coleccionistas, se
busca que las monedas y billetes sean una ventana a la historia
de Colombia, en especial a la historia económica y social del
país. Por otra parte el diseño ha tratado de responder al interés
de públicos muy diversos: los especialistas, los historiadores y
economistas, el público general, pero sobre todo los jóvenes
estudiantes, que pueden encontrar en esta atractiva exposición
un camino para conocer nuestro pasado.

El Banco de la República desempeña una amplia función


cultural en nuestro país. El Museo del Oro es la muestra más
evidente de una actividad en la que, sobre la base de sus
activididades normales, se ha configurado un museo que hace
ya parte de la definición de lo que es Colombia. Las coleccio-
nes de artes plásticas y de materiales bibliográficos ofrecen
amplias miradas a la historia del patrimonio nacional. La
Exposición Permanente de la Colección Numismática, por su
estrecha relación con las funciones del Banco y por su estrecho
vínculo con la evolución económica del país, es el obvio lugar
de elección para que los colombianos conozcan la historia del
Banco, la historia de nuestra moneda, la historia de nuestra
economía.

Jorge Orlando Melo

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LA CASA

Hace casi cuatrocientos años, el rey Felipe III de España ordenó


al ingeniero Alonso Turrillo de Yebra que fundara una casa de
moneda en Santafé de Bogotá. Turrillo llegó al Nuevo Reino de
Granada y se instaló en una de las primeras edificaciones de
Santafé, donde inició labores de acuñación en 1621.

Por mucho tiempo, aquella fábrica de moneda fue sólo una


especie de herrería con hornos para fundir y afinar, de una sola
planta, que contaba entonces con los tramos construidos sobre
las actuales calle 11 y carrera 5ª. Allí se acuñaron, entre otras,
las primeras monedas de oro hechas en América.

A mediados del siglo XVIII el rey Fernando VI ordenó la amplia-


ción del edificio, y sus espacios se adecuaron a las necesidades
de la producción mecanizada de nuevas monedas de una mejor
Plan de la real Casa de Moneda factura. Salvo la fundición y el ingenio o molino de laminación
de Santafé, capital del Nuevo movido por mulas, que han desaparecido, la Casa de Moneda
Reino de Granada.
Tomás Sánchez Reciente, 1754
que hoy apreciamos es fundamentalmente aquella que luego de
Archivo General de Indias, Sevilla, España la ampliación, reinauguró el virrey Solís en 1756, como puede
leerse aún en el friso de su portada de piedra.

Esta Casa, que permanece con nombre propio como pocas, ha


sido un deseable botín en todo género de insurrecciones a través
de nuestra historia. Increíblemente, sobrevivió a temblores,
revoluciones e incendios, como sucedió el 9 de abril de 1948, y
hoy el visitante, al recorrer sus salas en medio del destello de las
monedas, puede imaginar el eco de los troqueles acuñando el
oro.

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Paulatinamente, su estructura física se fue expandiendo a través
de 365 años de labores de amonedación en la misma manzana,
salvándose incluso de la devastación de cierto progreso
modernizador, gracias a personas como Luis Ángel Arango, entre
otros, quien a mediados del siglo XX promovió su conservación y
la creación allí del primer museo numismático.

En 1975 la Casa de Moneda de Bogotá fue declarada monu-


mento nacional por decreto 1584 y, después de ser administrada
durante cincuenta años por el Banco de la República, pasó a ser
una de sus dependencias en 1993.

Con el traslado de la acuñación a la ciudad de Ibagué en 1987,


se dio paso al posterior destino de la Casa como lugar de
exposiciones. Tras un proceso de investigación, recuperación y
montaje por parte de un equipo interdisciplinario de
profesionales, el Banco de la República abrió en 1996 las
puertas de esta Casa que invita a apreciar la moneda colombia-
na como protagonista de nuestra historia.

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TIEMPOS PRECOLOMBINOS

América estaba aquí desde el comienzo en medio del océano, y


era en su aislamiento y dimensión, más que un nuevo mundo,
otros mundos.

Había grupos de recolectores, cazadores y pescadores, y


también civilizaciones que construyeron fantásticas ciudades
situadas en la selva, en altas montañas o sobre lagos. Había
pueblos igualitarios y otros jerarquizados, distintos modos de
organización política y económica, y se hablaban multitud de
lenguas.

Aquí, nuestras culturas indígenas descubrieron los secretos para


Representación de una trabajar con particular maestría el oro, en el que vieron
comunidad aborigen que explota cualidades propias de la deidad solar, razón por la que fue
e intercambia oro. objeto de creación artística y uso ritual.

Pectoral Tairona, cultura que habitó


la sierra nevada de Santa Marta.
600 d.C. — 1600 d.C.
Figuras de oro de la cultura Calima, con adornos e
instrumentos musicales.
300 a.C. — 1200 d.C.

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EL INTERCAMBIO EN LA VIDA INDÍGENA

Las sociedades indígenas estuvieron unidas desde


tiempos remotos por relaciones de intercambio, y hubo
producción de materias primas o manufacturas en
ciertas zonas. Se sabe por cronistas de Indias que la sal
de Zipaquirá se hallaba aguas abajo siguiendo la ruta
comercial del río Magdalena, y se cambiaba por pro-
En gachas, o vasijas de barro, la
ductos como el algodón, con el que se elaboraban sal se compactaba tomando la
mantas, que a su vez eran en el altiplano un importante forma de éstas.
artículo de trueque.

Algunos caciques, como los de los muiscas, recibían


trabajo y diversos productos como tributo de sus súbdi-
tos; pero no buscaban acumular riqueza, sino reunir
bienes para luego redistribuirlos durante ceremonias y
actividades comunales.

La tradición de los antepasados regulaba las relaciones


sociales de estos pueblos, y las enseñanzas reunidas en
los mitos eran aprendidas por la comunidad durante los
rituales; la orientación religiosa que ligaba todos los
aspectos de la vida indígena, se manifestaba también
en su organización económica y en el comercio, como
en aquellos silenciosos mercados que describen autores Hacha moneda proveniente del
del siglo XVI. Ecuador. Se le atribuye funciones
de intercambio.

Crisol con botones de oro solidificado, llamados tejuelos.


Una de las formas en que se intercambiaba el oro.

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EL CONTACTO

AMÉRICA

El contacto de mundos, o choque, se produjo en realidad cada


vez que la llamada civilización occidental entró en contacto con
un pueblo aborigen, y en esos casos, la historia ha mostrado que
generalmente los más fuertes han terminado imponiendo su
lengua, sus creencias, valores y organización.

Para las sociedades conquistadas, la llegada de los españoles


significó la violenta destrucción de sus formas de vida
tradicionales y el sometimiento a los nuevos amos de la tierra.
Cóndor de oro con pico de Sin embargo, la convivencia y el mestizaje entre americanos y
platino. europeos, y más tarde entre éstos y los esclavos africanos, habría
Cultura Tumaco 300 a.C. — 1200 d.C. de originar nuevas realidades biológicas, culturales y sociales.

En este País del Dorado, nuestros antepasados amerindios


trabajaron este metal con ingenio persiguiendo su poder
mágico, concepción muy diferente de las ideas mercantilistas y
de lucro que traían los extranjeros.

Pectoral acorazonado estilo


Tolima.
1000 d.C. aprox.

El maíz, nuestro cereal por excelencia


y producto representativo de América.

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El encuentro entre Hernán
Cortés y Moctezuma.
Obra de Desiderio Hernández

ESPAÑA

A finales del siglo XV, los europeos se lanzaron a una gran


aventura naval en busca de nuevas rutas comerciales con
Oriente. Al encontrarse con América, aquellos hombres
asumieron el reto de la conquista y emprendieron grandes
expediciones por estas tierras, movidos por el deseo de hallar
metales preciosos, cristianizar a los indígenas y hacerlos súbditos
del rey. Puede decirse que la conquista española fue a la vez
epopeya, cruzada y saqueo.

Las expediciones fueron principalmente empresas comerciales,


con frecuencia financiadas por banqueros que venían a ser
copartícipes del botín final de la campaña; de ahí el afán por
conseguir el oro y la plata de los aborígenes. Para los europeos
el oro era el más preciado bien, esencial para el comercio, que
así obtuvo notable incremento, y permitió a España sostener los
lujos de la corte y, sobre todo, sus numerosas guerras.

Ampliación en yeso de un doblón,


moneda de oro representativa del
poderío español de la época.

Moneda de 1 excelente, en oro,


acuñada en la España de los
Reyes Católicos.

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SIGLOS XVI y XVII

LA EXPLOTACIÓN DEL ORO

España organizó sus colonias con un esquema administrativo


que se apoyó en un complejo aparato burocrático, en tanto que
la economía de estas posesiones ultramarinas, dependiente de
la metrópoli, estaba fundamentada en la minería y el comercio.

En el Nuevo Reino de Granada la actividad económica


fundamental fue la minería del oro, que determinó el sentido de
la colonización y propició el surgimiento de ciudades en aque-
llas zonas mineras, como fue el caso de Santa Fe de Antioquia,
Popayán, Mariquita y Pamplona.

Dos formas en que se encuentra el oro: en polvo y


en chicharrones.

Minería de aluvión. Herramientas de minería.


Acuarela de Manuel María Paz, 1853

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INSTITUCIONES LABORALES

Al prohibir la corona la esclavitud de los indígenas, la tarea de


éstos se restringió a trabajar cierto tiempo al año para su
encomendero, obligación que más tarde se cambió por el pago
de un tributo. Posteriormente se estableció un nuevo sistema de
trabajo obligatorio, aunque remunerado y por término fijo,
controlado por las autoridades españolas: la mita, mediante la
cual se asignaban obreros indígenas para las obras públicas y la
minería.

Los esclavos negros, sacados a la fuerza de África y vendidos a


los colonizadores españoles, desempeñaron un papel relevante
en la economía, especialmente en la explotación del oro. La
raza negra entró a nuestro territorio sobre todo por Cartagena
de Indias, donde fueron la mano de obra básica para la cons-
trucción de las fortalezas; muchos otros se destinaron a centros
mineros, principalmente de la vertiente del Pacífico.

Desde tiempos precolombinos había existido el trabajo


voluntario de una comunidad para su beneficio, ya fuera éste el Procedimiento de minería de veta
practicado en el siglo XVII en la
arreglo de un camino, la preparación de la tierra para el cultivo
América española.
o la construcción de un templo, entre otros. A esta forma de
trabajo, que aún subsiste, se le llama minga en el sur del país.

Felipe II, rey de España, ordenó hacia 1590 una frustrada


fundación de casa de moneda en Santafé de Bogotá.
Obra de Sánchez Coello. Museo Nacional, Bogotá

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EL INICIO DE LLA
A AACUÑA
CUÑACIÓN
CUÑACIÓN

LAS CASAS DE MONEDA

En México y Perú los españoles encontraron verdaderos imperios


con ricas capitales que muy pronto dominaron. El activo
comercio de esos lugares y la necesidad de controlar las
remesas de plata a España, hicieron necesaria la acuñación de
moneda. Así, ya en 1535 se ordenó la fundación de la Casa de
Moneda de México y en 1565 la de Lima.

Más tarde, otras ciudades de creciente actividad económica,


sobre todo las situadas en áreas de una dinámica minería,
requirieron su propia casa de moneda o ceca, como Potosí (en la
actual Bolivia), fundada en 1574. A ésta la siguieron las de
Santafé de Bogotá en 1621, Popayán en 1729, Guatemala en
Aquí se evidencia porqué a las 1731 y Santiago de Chile en 1743. Las ordenanzas reales que
macuquinas se las llama también
monedas de martillo: se
regulaban estas casas, crearon un sistema monetario uniforme
acuñaban de un certero martilla- para toda la América española, estableciendo una proporción
zo sobre los troqueles. entre el valor del oro y de la plata, y un determinado peso y ley
que estaban en relación con el valor de las monedas.

N.R., Nuevo Reino: marca de Piezas como ésta se hicieron en Cargena y Santafé desde
ceca que identifica la Casa de 1621 y son las primeras monedas de oro de América.
Moneda santafereña. 2 escudos (o doblón), Nuevo Reino, 1636

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LA ACUÑACIÓN EN EL NUEVO REINO

Antes de tener casa de moneda, la mayoría de los pagos en el


Nuevo Reino de Granada se hacían con oro en tejuelos, en
tejos o barras (también de plata), o con oro en polvo de
distintas calidades que complicaban mucho cualquier
transacción, dado que las pocas monedas que llegaban de
otras cecas del imperio resultaban insuficientes para las necesi-
dades del comercio.

Tras muchos años de solicitudes, por fin en 1620 Felipe III emitió
su real cédula por la cual autorizó la fundación de casa de
moneda en Santafé, y concedió al ingeniero Alonso Turrillo de
Yebra el derecho de acuñar plata, y también oro, éste último por
primera vez en América. Turrillo, como tesorero particular,
solicitó también permiso para abrir una oficina de moneda en
Cartagena de Indias, y aunque lo consiguió y por algún tiempo
hizo allí moneda, dicha oficina acabó cerrándose hacia 1634,
tras afrontar muchos problemas.

Nuestras primeras monedas de oro y de plata fueron acuñadas a


partir de 1621 y son del tipo conocido como de martillo o
macuquinas. Son de rara apariencia, por su forma irregular, y
Este tipo de monedas se acuñaron
similares a las de otras cecas hispanoamericanas de la época. Al durante los primeros ciento treinta
comienzo las denominaciones autorizadas fueron 1 y 2 escudos, años de la Casa.
de oro, y de plata fueron ˘, ˚, 1, 2, 4 y 8 reales. 8 reales (patacón), N.R, 1657

El proceso de elaboración consistía en verter el metal fundido en


moldes rectangulares y pandos; la lámina resultante era
adelgazada a golpes de martillo para luego cortar los discos o
cospeles con tijeras llamadas cizallas, hasta dar el peso legal a
cada moneda. Para acuñarlos, los discos se colocaban entre dos
troqueles, labrado cada uno con una cara de la moneda, y se
estampaban mediante un fuerte golpe de martillo.

Tesoro del Mesuno:


conformado por doblones
santafereños con fechas
entre 1629 y 1636.

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El SIGLO XVIII

LOS BORBONES

La casa de Borbón reemplazó a la de los Habsburgos en 1700


con Felipe V. Los primeros reinados de su hegemonía se
caracterizaron por la implantación paulatina de una serie de
reformas en busca de eficiencia en el manejo de los asuntos
americanos. Por ello se reorganizó el comercio y, en el campo
político-administrativo, se adoptaron medidas como la creación
en 1739 del Virreinato del Nuevo Reino de Granada.

Perspectiva de la casa y calle de La explotación del oro siguió siendo la más importante actividad
la Moneda según óleo de autor económica del virreinato y, mediante inversiones oficiales,
desconocido. beneficios fiscales, nueva tecnología y libre importación de
Siglo XIX. Museo del 20 de julio, Bogotá
esclavos, los Borbones fomentaron estas labores.

INNOVACIONES EN LA CECA DE SANTAFÉ

Las reformas borbónicas incluyeron cambios relacionados con la


amonedación y con la administración de las casas de moneda
americanas. Para introducir los nuevos procedimientos y técnicas
mecánicas de acuñación, se necesitó una sustancial reforma
arquitectónica de la Casa de Santafé, que se inició en 1753 con
la dirección del ingeniero español Tomás Sánchez Reciente y bajo
la supervisión del virrey Alfonso Pizarro.

La producción de moneda mediante concesiones reales a tesoreros


particulares quedó abolida, y la Casa de Moneda de Santafé pasó a
propiedad de la corona y a depender del virrey, con un superinten-
dente encargado de su manejo. En 1756 el virrey Solís reinauguró la
Casa, y ya con maquinaria comenzó la producción de monedas
Moneda circular, de las llamadas
de cordoncillo. En la ceca de
circulares, llamadas de cordoncillo, porque se ideó hacerlas con un
Santafé se acuñaron a partir de cordón labrado en el canto para que fuera evidente si les recortaban
1756. metal, problema que solía presentarse con las macuquinas.
Oro, 1 escudo, Nuevo Reino,
1756 (19 mm.)

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LA CASA DE MONEDA DE POPAYÁN

Por real cédula de 1729 se autorizó la fundación de esta Casa,


para amonedar el abundante oro de la región. Pero sólo a partir
de 1758 y tras afrontar conflictos legales, don Pedro Agustín de Maqueta interactiva de un molino
de laminación como el que existió
Valencia logró iniciar allí la acuñación de moneda de en la Casa de Moneda de Santafé
cordoncillo, y en calidad de tesorero particular, cuando ya el rey en el siglo XVIII.
había abolido esta clase de concesiones. En 1770 la Casa de Construyó César Cuervo, 1996 (basado en:
Encyclopédie de Diderot et D’Alambert)
Moneda de Popayán pasó a ser patrimonio real bajo la
dirección de los superintendentes.

Matriz de acero, Madrid, 1770

La Casa de Moneda de Popayán comenzó sus acuñaciones en


1758 con estas piezas de cordoncillo.
Oro, 4 escudos, Popayán, 1758 (32 mm.)

Estos eran los llamados cuartillos.


Plata, ˘ de real, N. R., sf. (11 mm.)

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FINALES DE LA COLONIA

GASTOS EXTRAORDINARIOS

Las casas de moneda no sólo actuaron como industrias de acuña-


ción: a veces se acudió a una parte de sus utilidades para financiar
proyectos de la corona, pues los ingresos de la Real Hacienda eran
insuficientes. La Casa santafereña, por ejemplo, aportó recursos
para llevar a cabo la expulsión de los jesuitas (1767), y para la
comisión que definió límites entre los dominios españoles y portu-
gueses en la región amazónica.

También se destinaron recursos para los trabajos de fortificación


de Cartagena de Indias y para las tropas de refuerzo en momen-
tos de peligro para el reino, por ataques como el del almirante
Vernon en 1741, cuando su poderosa flota de 15.000 hombres
fue derrotada por Blas de Lezo tras una heroica defensa que
sorprendió a los ingleses, los cuales, creyendo que su victoria
sería un hecho, habían acuñado ya medallas conmemorativas
del presunto triunfo.

Moneda santafereña casi única.


Este diseño se llama columnario
de dos mundos, por los globos
terraqueos que aluden al viejo y
al nuevo mundo.
Plata, 8 reales (patacón), Nuevo
Reino, 1762 (38 mm.)

ACENTUACIÓN DE LAS REFORMAS

Carlos III (1759-1788) llevó a su máxima expresión las reformas


dirigidas a la modernización de sus reinos. En 1778 acabó el
monopolio de Cádiz y Sevilla en el comercio con América, lo
que activó muchos otros puertos. Pero, en el orden fiscal, los
mayores impuestos en busca de recursos para defender los
dominios españoles del acecho inglés, originaron una de nues-
tras primeras rebeliones populares: la Revolución de los Comu-
neros.

Este rey ilustrado favoreció incluso una gran empresa científica


de España en América, como fue la Expedición Botánica, que
Una fallida celebración de los aplicó las ciencias al conocimiento de los recursos naturales
comerciantes de Londres.
Medalla de cobre, 1741 (36 mm.)
del virreinato. Irónicamente, con ello se facilitó a los criollos la
manera de conocer y valorar su tierra, y en esos círculos vincu-
lados a la Expedición se gestaría luego la emancipación.

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CAMBIO SECRETO Y FIN DEL SIGLO XVIII

Una real cédula reservada de 1771 ordenó rebajar la proporción


de oro y de plata en las monedas. Para mantener el secreto, se
exigió juramento a quienes actuaban en su elaboración y se
dispuso que un comisionado real llevara la contabilidad de las
ganancias adicionales de la corona. Con esta reforma vino tam-
bién otra imagen de Carlos III en el diseño de las monedas.
Nuevamente en 1786 se ordenó otra sigilosa reducción de los
contenidos de metal precioso.

Hacia finales del siglo XVIII, con Carlos IV, terminarían por irse a
pique las reformas que su padre y antecesor adelantó. Sin varia-
dos productos industrializados y baratos para exportar, y con
una fuerza naval deficiente, España no resistiría la competencia
mercantil con Inglaterra. En el campo de la guerra este rey fue
vencido por la República Francesa, luego perdió en Trafalgar lo
mejor de su armada, y en 1808 acabaría abdicando en favor de
Punzón para las monedas
Napoleón. columnarias.

Desde 1771 la moneda española se hizo con un poco menos de oro


por mandato secreto del rey. Matriz de acero para hacer los troqueles
8 escudos, N.R., 1777 (37 mm.) de los cuartillos. España, siglo XVIII

Finales de la Colonia - 17
SALA DE MÁQUINAS

EL PROCESO DE FABRICACIÓN DE MONEDAS

Para lograr la aleación o mezcla de metales deseada, éstos


deben fundirse en hornos y someterse a procedimientos químicos
de refinación y afinación. En las casas de moneda el ensayador
ha sido tradicionalmente el responsable de garantizar el resulta-
do de esas operaciones, que en el pasado certificaba con su
inicial en las monedas.

Los flejes o láminas que resultan de la fundición (aún demasiado


gruesas) deben reducirse hasta el grosor de una moneda. Antigua-
mente esta operación se realizaba martillando los rieles de plata o
de oro sobre un yunque; desde 1756 en Santafé se realizó el
Lámina después de pasar por la
proceso con un molino de laminación por el que repetidamente
punzonadora que corta los
cospeles. pasaba el metal entre rodillos que lo iban adelgazando.

Con el metal ya laminado se procede a cortar los discos o


cospeles. En los primeros 130 años de la Casa de Santafé se
hacía con unas tijeras especiales, y los resultados eran tan irregu-
lares como aquellas monedas macuquinas. Después, con las
prensas de tornillo, se lograron cortes circulares y rápidos. Hoy
en día, veloces punzonadoras sacan varios cospeles a la vez.

Para impedir que les cortaran pedazos a las monedas de plata o


de oro, en el siglo XVIII se les diseñó un cordoncillo en el canto
para evidenciar cualquier intento de engaño; hoy se busca
dificultar la falsificación haciéndoles allí estriados o grabándoles
leyendas. Esto se hace en el rebordeo, proceso en el que también
se da el acabado a los bordes de la moneda.

Prensa acuñadora electromecánica Medalla para los visitantes de la ex-


utilizada en Bogotá hasta la década posición numismática de la Casa de
de 1970. Moneda. (23mm.)
Fabricante: National Machinery,
Estados Unidos, 1910

Colección Numismática del Banco de la República - 18


LOS TROQUELES Y LA ACUÑACIÓN

El troquel es la herramienta para transferir a los discos metálicos


los diseños que ha elaborado el grabador para una nueva
moneda. Por tanto, habrá un troquel para cada cara y usualmen-
te llevarán los motivos en hueco. La acuñación se produce al
impactar los troqueles de acero al cospel, que así queda
grabado por ambas caras.

Antiguamente se ponía el disco sobre un troquel fijo, y encima se


sostenía el otro como un cincel, para asestarle un fuerte golpe de
mazo que dejaba el cospel amonedado. En la segunda mitad
Prensa de acuñación para
del siglo XVIII llegaron a nuestras casas de moneda prensas de
denominaciones menores. Llegó
tornillo fundidas en bronce, que requerían cuatro operarios para a Bogotá en 1883.
hacer girar un volante horizontal, y un acuñador o sellador que Fabricante: Ralph Heaton & Sons,
Birmingham, Inglaterra
iba colocando los discos entre los troqueles y retirando las mo-
nedas.

En la década de 1880 se instalaron en Bogotá y Medellín


prensas movidas con vapor fabricadas en Birmingham (Inglate-
rra). Hoy, algunas de las modernas acuñadoras de alta
velocidad instaladas en la Fábrica de Moneda de Ibagué tienen
capacidad para acuñar cuatrocientas piezas por minuto.

Máquina punzonadora para cortar Balanza colonial.


cospeles (discos metálicos sin acuñar). Fabricante: Driver & Bastick, Londres
Fabricante: Ralph Heaton & Sons, Birmingham,
Inglaterra. 1883

Finales de la Colonia - 19
El SIGLO XIX
L A INDEPENDENCIA
INDEPENDENCIA:: 1810 - 1819

LA FORMACIÓN DE NUESTRO PAÍS

En Santafé de Bogotá, como en otras capitales hispanoamerica-


nas, se proclamó la independencia en 1810, cuando Napoleón
tenía instalado en el trono español a su hermano José
Bonaparte. Más tarde, negando la autoridad de Fernando VII,
las demás provincias declararon su independencia absoluta y
crearon la confederación de las Provincias Unidas de la Nueva
Granada, que se opondría al centralismo santafereño.

La unión de las debilitadas provincias se logró muy tarde, cuando


ya Fernando VII había recuperado el trono. Este período de for-
mación nacional iniciado el 20 de julio de 1810 y conocido como
En la penuria de 1813 se emitió la Patria boba concluyó en 1816, cuando tras largo asedio Pablo
en Cartagena este papel moneda
Morillo se tomó a Cartagena de Indias y estableció su régimen del
que puede considerarse el primer
billete de Colombia. terror.

La historia de nuestra patria se ha caracterizado por la perma-


nente confrontación de intereses y puntos de vista políticos, que
han producido rebeliones y guerras civiles, las cuales a su vez
motivaron nuevas constituciones, reformas o disposiciones inspi-
radas con frecuencia en modelos extranjeros.

Punzón con el busto de Fernando


VII que no alcanzó a utilizarse en
la moneda acuñada aquí a Moneda hecha en Santafé en plena reconquista española.
nombre suyo. Plata, 2 reales, Nuevo Reino, 1816 (27 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 20


MONEDAS DE PATRIOTAS Y DE REALISTAS

En 1811 la Casa de Moneda de Santafé entró en crisis ante la caída


de la producción de oro y el frecuente giro de recursos para la
causa patriota. Sin embargo, dada la importancia capital de las
labores de la Casa, ésta conservó su autonomía y sus funciones,
aunque se recurrió incluso a la financiación por parte de particula-
res para impedir su parálisis.

Los sucesos de la guerra de Independencia trajeron una confusa


cantidad de emisiones de moneda: entre las del bando patriota
se destacan las de ˚ y 2 reales de cobre, hechas entre 1811 y
1814 en Cartagena, que llevan una figura indígena sentada, con
el brazo derecho levantado y una cadena rota que cuelga de su
mano izquierda.
Medio real de los patriotas de
Por orden de Nariño, el espíritu de 1813 en Santafé se plasmó Cartagena: desde entonces
en monedas de plata con un busto autóctono de la Libertad, con nuestra moneda lleva sus
tocado de plumas y la leyenda libertad americana, conocidas inscripciones en castellano (la
como de la india o la china. Más tarde, en 1819, ordenó Bolívar moneda colonial, en latín).
Cobre, 181?
nuevas acuñaciones con ese mismo busto. (20 mm. aprox.)

En Popayán, los realistas hicieron en 1813 piezas de emergencia de


˚, 2 y 8 reales de cobre; la Casa de Moneda de esa ciudad estuvo
en poder de aquellos hasta 1821, cuando huyeron de los patriotas
llevándose los cuños y otros elementos. Por su parte, los realistas de
Santa Marta acuñaron en 1820 monedas de ˘ de real, de cobre, y
de 2 reales, de plata.

Entre nuestras diversas imágenes de la Libertad, esta


figura indígena ordenada por Nariño fue la primera.
Plata, 1 real, 1813
(20 mm.)

Finales de la Colonia - 21
L A GRAN COLOMBIA
OMBIA:: 1819 - 1830
COLOMBIA

Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar unieron sus


ejércitos y acometieron la liberación de la Nueva Granada,
para luego emprender la de Venezuela y Ecuador. Tras la victoria
de los patriotas en Boyacá, el 7 de agosto de 1819, el Congreso
de Angostura creó la República de Colombia, integrando los
grandes territorios que dependían de Santafé de Bogotá, Cara-
cas y Quito. Como presidente se eligió a Simón Bolívar.

La conformación del país grancolombiano sucedió en medio de


una permanente amenaza, ya que por entonces los españoles
aún ocupaban Panamá, Pasto, Ecuador y parte de Venezuela. La
liberación de ésta última vino a consolidarse con la victoria del
ejército libertador en la batalla de Carabobo (1821).
Primera moneda colombiana con
denominación de 1 peso (1 . P),
equivalente a 8 reales (plata), o a
˚ escudo (oro).
Oro, Bogotá, 1825 (15mm.)

Papel-moneda de la “Gran Colombia”, así llamada para diferenciarla de la actual


República de Colombia.
Esqueleto de 2 pesos, 182_ (170 x 75 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 22


ECONOMÍA REPUBLICANA

Santander prohibió sacar del país oro sin acuñar, favoreció el


ingreso de capitales extranjeros y estimuló el comercio. El
Congreso de Cúcuta dispuso en 1821 que la moneda de la
República fuera equivalente a la española en peso y en contenido
de metal fino, procurando remediar el caos suscitado por la
variedad de piezas acuñadas durante la guerra. Pero la penuria
del momento no permitió que esto se cumpliera en forma cabal, y
la moneda de la india continuó acuñándose por varios años (con
fecha 1821) y en plata de baja ley.

Como la rivalidad entre España e Inglaterra había llevado a ésta


última a apoyar los movimientos de independencia hispanoame-
ricanos, una vez vencidos los realistas, nuestro recién liberado país
buscó en Inglaterra préstamos para aliviar sus dificultades econó- Moneda hecha por
Cundinamarca, uno de los tres
micas. Francisco Antonio Zea fue designado ministro plenipoten- grandes departamentos
ciario ante el gobierno de los Estados Unidos y las cortes grancolombianos
europeas, y en 1822 consiguió un empréstito (luego vendrían Plata, 1 real, Bogotá, 1821 (21
otros) por dos millones de libras esterlinas con los prestamistas mm.)
Herring, Graham & Powles.

Los ingleses por su parte, interesados en materias primas y


nuevos mercados para vigorizar su industria, enviaron una
delegación encabezada por el cónsul James Henderson. En
1825, el gobierno inglés reconoció la soberanía de la República
de Colombia y las dos naciones firmaron el primer tratado de
amistad, comercio y navegación.

Nuestras primeras monedas de


oro republicanas llevan estaá
versión de la Libertad.
Oro, 8 escudos, Popayán, 1830
Bono de deuda externa de Colombia. Marzo de 1822. (37mm.)

Finales de la Colonia - 23
L A NUEVA GRANAD
NUEVA A : 1831 - 1858
GRANADA

El sueño integracionista de Bolívar se disolvió luego de su muerte


en 1830. Separada Venezuela de la unión, resolvió implantar
una moneda diferente, y la Nueva Granada, que por un tiempo
conservó la misma moneda de la antigua República de Colom-
bia, estableció las bases para un sistema propio en 1836: la ley
del 20 de abril determinó unificar "ley, peso, valor, tipo y deno-
minación de la moneda". La pieza de ocho reales se denominó
granadino de plata, y la de un peso oro, granadino de oro.

A mediados del siglo XIX, los presidentes Tomás Cipriano de


Provincias de la Nueva Granada. Mosquera, con su espíritu reformista, y José Hilario López, de
tendencia liberal radical, orientaron los cambios sociales,
políticos y económicos en la República de la Nueva Granada.

Herrería.
Detalle de billete de 10 pesos del Banco de
Colombia.

Moneda de plata de 8 reales acuñada en Bogotá, llamada colombiano.


Aún con el escudo de la “Gran Colombia” en 1836. (37 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 24


Mosquera fomentó la educación, las obras públicas y las
vías de comunicación, y reorganizó el conjunto monetario
nacional basándose en el sistema decimal francés; en
1846 se dispuso que la unidad monetaria nacional fuera el
real de plata. Pretendiendo establecer un banco central,
Mosquera ordenó una emisión de billetes de tesorería,
pero éstos no fueron bien acogidos por el público, pues al
cambiarlos les hacían un descuento que reducía su valor.

Por su parte, el gobierno de José Hilario López abolió la


esclavitud en 1851, restringió la aplicación de la pena de
muerte, orientó la economía del país hacia el libre cambio
e implantó definitivamente el sistema métrico decimal, que
cambió los antiguos reales por décimos. También se con-
Mosquera inició la adopción del
cedió cierta autonomía a las provincias, que antecedió al sistema decimal y mejoró la
establecimiento del federalismo. maquinaria de la Casa de
Moneda de Bogotá.

Plata, 1 cuartillo, Popayán, 1834 (11 mm.)

Moneda de oro de 16 pesos


acuñada en Popayán. Equivale a
la de 8 escudos que le antecedió.
(37 mm.)

Finales de la Colonia - 25
L A CONFEDERACIÓN GRANADINA
CONFEDERACIÓN GRANADINA:: 1858 - 1861

Las crecientes exportaciones de tabaco generaron a mediados del


siglo XIX un auge de la navegación en barcos de vapor por el río
Magdalena, principal vía de comunicación del país. Otros
productos agrícolas, como la quina y el añil, también tuvieron sus
bonanzas, pero no perduraron entre nuestras exportaciones por-
que desapareció la demanda externa.

En el campo político, Mosquera se tomó el poder en 1861,


después de triunfar en su levantamiento contra el gobierno
nacional de la Confederación Granadina, creada por la Constitu-
ción de 1858. En uno de sus primeros actos administrativos, el
presidente ordenó sustituir en todos los escritos oficiales, sellos,
escudo de armas y monedas, el nombre de Confederación Grana-
dina por el de Estados Unidos de Nueva Granada, y dos meses
más tarde, por Estados Unidos de Colombia.

Moneda de plata de 1861, ya


con el escudo actual de la
República.
(37.5 mm.)

Estados Unidos de Nueva Granada, nombre que nuestro país tuvo


sólo un par de meses, quedó registrado en algunos billetes y
monedas.
100 pesos (1000 reales), Tesorería General, 1861 (175 x 70 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 26


LA CECA DE MEDELLÍN

En 1813, don Juan del Corral había intentado fundar una casa de
moneda en Medellín, para la cual solicitó al sabio Caldas la
fabricación e instalación de maquinaria. Pero este proyecto, ya
muy adelantado, se frustró al ser ocupada la ciudad por los espa-
ñoles durante la Reconquista.

A mediados del siglo XIX Medellín era ya la segunda ciudad del


país y el centro comercial de Antioquia, región desarrollada
gracias a la minería del oro y, posteriormente, al cultivo del café
y a un activo comercio.

En 1862, en medio de la revolución desatada por Mosquera, la


falta de circulante motivó al gobierno del Estado de Antioquia a
fundar la Casa de Moneda de Medellín, para así aprovechar de
paso la gran producción aurífera de la región.

Esta es una de las dos piezas


conocidas de 1 peso oro de
1862, primer año de
acuñaciones de la Casa de
Moneda de Medellín. (12.5 mm.)

Minería del oro de veta.


Detalle de billete de 5 pesos del Estado
Soberano de Bolívar.

Billete de 3 pesos (treinta reales), Tesorería General, 186_ (170 x 70 mm.)

Finales de la Colonia - 27
LOS ESTADOS UNIDOS DE COL
ESTADOS OMBIA
OMBIA:: 1861 - 1886
COLOMBIA

Desde 1852, representantes de algunas regiones y sectores


políticos expusieron ante las cámaras legislativas proyectos
sobre la creación de estados federales. Así, en 1855 se constitu-
yó el de Panamá, en 1856 el de Antioquia, en 1857 los de
Cundinamarca, Santander, Cauca, Boyacá, Magdalena y Bolívar
y, en 1861, el del Tolima. Los estados alcanzarían su máxima
autonomía con la Constitución de 1863, producto de la guerra
civil que la precedió.

Pero tal grado de autonomía, las divisiones dentro del partido


gobernante y la caída de precios de los productos de exportación,
acentuaron la inestabilidad política, por lo que a partir de 1878
comenzó un giro hacia el centralismo. Muchos abogaron por un
Billete de 5 centavos (medio real),
Tesorería General, s.f. (52 x 45
Estado fuerte y capaz de emprender grandes obras de infraestruc-
mm.) tura, como vías de comunicación para sacar los productos de
exportación a puerto, y la atención se concentró en la opción
ferroviaria para conectar las zonas productoras con el río Magda-
lena y con los puertos marítimos y centros de consumo.

Simultáneamente, en Europa y los Estados Unidos había gran


interés por la comunicación entre el Atlántico y el Pacífico, y
Panamá era la mejor opción para construir un canal que
acortaría las rutas marítimas. En 1878 la compañía del francés
Fernando de Lesseps consiguió del gobierno colombiano la
concesión para la construcción del canal, y la obra se inició en
1881. Seis años más tarde, la compañía entró en quiebra y los
franceses vendieron sus derechos y propiedades al gobierno de
los Estados Unidos.

La muy escasa moneda de plata


Billete de 3 pesos, Estado Soberano de Panamá, 1871
de 1 peso, acuñada en Popayán
(190 x 80 mm.)
en 1863. (37 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 28


LOS BANCOS PRIVADOS

Mosquera y Murillo Toro habían fracasado en su intento de esta-


blecer un banco central emisor, y así en la década de los setenta
se autorizó a la banca privada para emitir sus propios billetes,
que poco a poco comenzaron a tener la aceptación de la gente.
En 1870 se fundó el Banco de Bogotá, el más antiguo de los que
existen en el país, y luego muchos otros en una era de auge de la
banca de libre emisión. Por la misma época, las tesorerías de los
Estados Soberanos también sacaron a circulación su propio papel
moneda.

En el periodo de los Estados Unidos de Colombia las tres casas de


moneda soportaron los vaivenes nacionales y la escasez de oro y
plata para acuñar. Hubo diversas disposiciones sobre
amonedación, como la del 26 de mayo de 1866, que autorizó
rebajar la ley de las monedas de plata, a excepción del peso, lo
que convirtió a éstas últimas en piezas más valiosas; por ello el
público las atesoró y prácticamente desaparecieron de la circula-
ción.
Moneda de níquel de 1 ˘
La creación del Banco Nacional en 1880 significó una nueva centavos, llamada mitad porque
etapa monetaria en Colombia, que daría lugar a la implanta- equivale a medio cuartillo. 1874
(12 mm.)
ción del curso forzoso de los billetes oficiales en 1886. Antes de
ese año era posible estipular en cualquier contrato de compra-
venta en qué clase de dinero se harían los pagos. Pero los bille-
tes obligatorios del Banco Nacional fueron vistos con recelo por
un público que confiaba más en los bancos particulares respal-
dados por casas comerciales de prestigio, y cuyos billetes circu-
laban local y regionalmente.

Billete emitido por el Banco Nacional en 1886


como papel moneda de curso forzoso, es decir,
Billete de 20 pesos de la casa bancaria
billetes de recibo obligatorio. (137 x 66 mm.)
Botero Arango e hijos.
Medellín, 1879 (180 x 125 mm.)

Finales de la Colonia - 29
TERMINA EL SIGLO XIX ...

LA REGENERACIÓN

El presidente Rafael Núñez promovió un centralismo fuerte, con


una estrecha alianza Iglesia-Estado y la autoridad concentrada
en el presidente, lo cual se plasmó en la Constitución de 1886,
que concluyó nuestra época federal e inició la actual República
de Colombia. Estos años iniciales de una hegemonía conserva-
dora que duraría más de cuatro decenios, se conocen como la
Regeneración.

Por decreto de 1886, se determinó como unidad monetaria el


billete de un peso del Banco Nacional, y poco después se prohi-
bieron las emisiones de los bancos privados, lo que abrió vía
libre al régimen del papel moneda de curso forzoso.

La llamada cocobola y su
Libertad con el perfil de la esposa
del presidente Núñez.
Plata, 50 centavos, 1887
(30 mm.)

Billete de 1000 pesos del Banco Nacional, emitido en 1895.


(180 x 80 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 30


La consiguiente profusión de billetes hizo que la gente guarda-
ra las monedas de oro y plata, y con el acaparamiento vino la
parálisis de las cecas: las de Bogotá y Medellín cerraron hacia
1890; la de Popayán había cesado desde 1881, y su cierre
temporal terminó siendo definitivo. La escasez de moneda
metálica obligó a contratar en Nueva York la producción de
piezas de plata de 50 centavos, y ocurrió que, como cortesía
de la casa comisionista, diseñaron para las monedas una
Libertad con el perfil de doña Soledad Román, esposa del
presidente Núñez, lo que causó un escándalo político en el
país. Poco después fue ajusticiado en Panamá un bandido
apodado Cocobolo, lo que dio pie para que llamaran
cocobolas a dichas monedas.

Moneda de plata de 50 centavos,


conmemorativa de los 400 años
del arribo de Colón a América.
(30 mm.)

Matriz original de las cocobolas.


(SALA 1)
Pieza básica para que los talladores
puedan hacer los troqueles de
acuñación.

Billete de 100 pesos, Banco Nacional, 1895


(195 x 97 mm.)

Finales de la Colonia - 31
... Y COMIENZA EL SIGLO XX

La guerra de los Mil Días había sido iniciada por grupos libera-
les partidarios de la vía armada para conseguir un espacio
político. El gobierno, con un ejército organizado, mantuvo el
control de la situación hasta que los liberales lograron algunos
triunfos, así como apoyo en Venezuela, Ecuador y Nicaragua. Al
tornarse amenazante la revolución en Panamá, el gobierno
solicitó la intervención de los Estados Unidos (que buscaban
asumir las obras del canal), con lo que se neutralizó a los
insurrectos; la paz se firmó en noviembre de 1902.

Ante la crisis nacida del conflicto, la Junta de Emisión tuvo que


poner en circulación, además de billetes oficiales, billetes de los
bancos privados con un sello del Banco Nacional, y tal exceso de
emisiones acentuó la devaluación del peso. Apenas a un año de
Billete de 5 pesos del “Gobierno alcanzar la paz y padeciendo las consecuencias de la guerra,
Provisional” del ejército liberal. Colombia recibió la declaración de independencia de Panamá
Fue impreso en Ocaña en 1900.
(155 x 100 mm. aprox.)
con infantes de marina estadounidenses allí, encargados de
impedir la acción de tropas colombianas. El gobierno de los
Estados Unidos reconoció de inmediato la independencia y
firmó con Panamá, en aquel mismo año de 1903, el tratado
sobre el canal.

Monedas de emergencia de 10, 20 y 50 centavos, llamadas coscojas.


Santander, 1902 (16, 20 y 24 mm. respectivamente)

Colección Numismática del Banco de la República - 32


Con el gobierno de Rafael Reyes (1904-1909), el país entró en
otra era de desarrollo económico gracias al auge exportador
cafetero, que estimuló inversiones en fábricas de calzado,
jabones, cigarrillos, fósforos, cemento y gaseosas; en esos años
también se vincularon al país algunas compañías extranjeras.
Reyes logró controlar la devaluación y estabilizar los precios y,
para salir de los devaluados billetes anteriores, determinó que
cada peso papel moneda en circulación fuera equivalente a un
centavo oro. Después del largo receso, reanudaron labores la
Casa de Moneda de Bogotá, en 1906, y la de Medellín en 1914.

Una recolectora de café como


personaje de uno de nuestros
billetes.
Detalle de billete de 1 peso del Banco de
Tequendama (La Mesa, Cundinamarca),
1881

Certificados que entregaba la Casa de Moneda de Medellín


por consignaciones de oro.
5 pesos, 1919 (150 x 88 mm.)

Reyes en un billete del Banco Central: el presidente de la


reconstrucción tras la guerra de los Mil Días.
50 pesos, 1907 (176 x 97 mm.)

Finales de la Colonia - 33
DE LOS AÑOS VEINTE A LOS CUARENTA

EL BANCO DE LA REPÚBLICA

El gobierno de Pedro Nel Ospina invitó a una misión de expertos


de los Estados Unidos, dirigida por Edwin Walter Kemmerer,
para que reorganizara el sistema financiero y bancario colom-
biano. Éstos recomendaron una serie de medidas que fueron
rápidamente puestas en práctica: la más importante de ellas fue
la creación del Banco de la República.

Pero la liquidación del Banco López y el pánico financiero


desatado entre los cuentahabientes obligó a abrir el Banco de la
República el día 23 de julio de 1923, seis meses antes de lo
planeado. Dada la urgencia, mientras llegaban los billetes que
se habían mandado imprimir en Nueva York, se resolvió utilizar
temporalmente certificados por recibo de oro de la Casa de
Moneda de Medellín, poniéndoles un resello.

Moneda de níquel de 5 centavos


hecha en Filadelfia en 1935 para
la ceca bogotana. (21 mm.)

Billete provisional emitido por el Banco de la República durante sus primeros meses.
2 ˚ pesos (150 x 88 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 34


PRIMERAS EMISIONES DEL BANCO

La Casa de Medellín despachó los certificados de la manera


más rápida posible: por ferrocarril hasta Puerto Berrío, luego por
hidroavión hasta Girardot, para finalmente, luego de varios
transbordos, llegar por tren a Bogotá. Todo el resello de los
certificados, colocándoles en el reverso BANCO DE LA REPÚBLICA
- BILLETE PROVISIONAL, se realizó durante un fin de semana,
para poder abrir las puertas del Banco el lunes 23, y calmar así
el pánico económico reinante.

Con la creación del Banco de la República en 1923 se retomó el


patrón oro, por lo que se denominó peso oro a nuestra unidad
monetaria, lo que significaba el compromiso del Banco de hacer
convertible el billete por su equivalente en ese metal. Colombia,
al igual que muchos otros países, se vio obligada en 1931 a
eliminar la convertibilidad del peso por oro, como consecuencia
de la gran depresión económica mundial de aquellos años.
Nuestras últimas monedas de oro
A raíz de la guerra con el Perú en 1932, hubo cuantiosas se acuñaron en Medellín en
acuñaciones de moneda de plata de cincuenta centavos, así 1930, época en que desapareció
como emisiones de billetes con la denominación en pesos plata. el circulante de oro.
5 pesos (libra colombiana),
Medellín (22 mm.)

Primer billete de 1 peso emitido por el Banco de la República (1923). De esta denominación salieron billetes
hasta 1977. (138 x 70 mm.)

Finales de la Colonia - 35
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La guerra (1939-1945) generó una interrupción del comercio


internacional que estimuló en nuestro país una nueva era de
desarrollo industrial por sustitución de importaciones. Fue funda-
mental el apoyo del Estado a través de crédito subsidiado,
inversión pública en infraestructura, importación de tecnología y
políticas de comercio exterior.

Las divisas acumuladas en Colombia por exportaciones durante


esos años y unos mejores precios internacionales del café, au-
Billete de 1 peso cortado y mentaron mucho nuestra capacidad de importación. Entre los
resellado como ˚ peso: un
productos que habían escaseado por la guerra estuvo el níquel
recurso para afrontar la escasez
de moneda. que se traía, lo que incidió en la sustitución de este metal por
cobre para hacer la moneda de 1, 2 y 5 centavos.

1 peso (certificado de plata), Banco de la República, 1941 (140 x 70 mm.)

Billete de ˚ peso, tesorería de la República de Colombia, 1948 (115 x 58 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 36


9 DE ABRIL: EL BOGOTAZO Y LA CASA

A lo largo de nuestra historia, la Casa de Moneda de Bogotá fue


quizá el más deseable botín en todo género de insurrecciones. Y
el 9 de abril de 1948, al igual que otras edificaciones oficiales
de la ciudad, fue objeto de la violencia desatada por el asesina-
to de Jorge Eliécer Gaitán.

Para repeler a los agresores, el entonces director de la Casa,


Antonio María Barriga, y los empleados, se sirvieron del cloro
gaseoso que se utilizaba para afinar el oro, logrando dispersar a
la multitud que pretendía ingresar a la Casa. Los defensores Patio principal de la Casa de
Moneda de Bogotá.
resistieron los efectos del gas protegidos con las máscaras usadas
en afinación; luego rechazaron un nuevo asalto por los tejados y
sofocaron las llamas que se propagaban desde el Palacio Arzo-
bispal, por el costado oriental. Al final, la ingeniosa defensa evitó
el saqueo y la destrucción de un patrimonio nacional.

La Casa de Moneda de Bogotá fue dependencia del Ministerio


de Hacienda hasta 1942, cuando el gobierno celebró un contra-
to con el Banco de la República, mediante el cual éste último
asumió la administración de la ceca. En cuanto a la Casa de
Moneda de Medellín, fue adquirida por el Banco en 1953, des-
pués de haber procesado en sus hornos de refinación buena
parte del oro producido en Colombia durante la primera mitad
del siglo XX.

Caretas de seguridad industrial


utilizadas en la afinación de
metales. Mediados del siglo XX

En 1947 y 1948 se acuñaron en Bogotá este tipo de monedas,


últimas de 50 centavos en plata, ley 0.500. (30 mm.)

Cobre, 1 centavo, Bogotá, 1957 (17 mm.)

Finales de la Colonia - 37
TIEMPOS RECIENTES

LA IMPRENTA Y EL PRIMER BILLETE

Desde la fundación del Banco en 1923, los billetes eran impresos


por firmas de gran prestigio como American Bank Note Co., de
Nueva York, y Thomas de La Rue, de Londres. En 1959, la recién
inaugurada Imprenta de Billetes produjo el primer billete impreso
y emitido por el Banco de la República: el azul de un peso.

La planta asumió gradualmente la impresión de las denomina-


ciones mayores, poniendo en práctica distintas seguridades
técnicas que los falsificadores no puedan reproducir fielmente.
Hoy, la Imprenta produce todos los billetes nacionales y compite
en calidad a nivel internacional.

Primer billete hecho en la Imprenta de Billetes del Banco de la República: 1 peso de 1959. (140 x 70 mm.)

El billete de 5 pesos tuvo de 1961 a 1981 este detalle de las murallas de


Cartagena de Indias. (140 x 70 mm.)

Colección Numismática del Banco de la República - 38


LA EVOLUCIÓN DEL BANCO

A finales de los años cuarenta, los economistas Richard Grove y


Gerald Alter, invitados por el gobierno nacional, recomendaron
dotar al Banco de la República de instrumentos para regular la
oferta monetaria y para canalizar el crédito, con el fin de estimu-
lar el desarrollo económico; la legislatura de 1951 confirió la
autoridad monetaria y crediticia a la Junta Directiva del Emisor.

Las transformaciones continuaron y en 1963 se asignó la respon-


sabilidad monetaria, cambiaria y crediticia a la Junta
Monetaria, que se encargó entonces de orientar la política res-
pectiva por parte del Estado, mientras al Banco se asignó su
ejecución. La Constitución de 1991 y la ley 31 de 1992 han
añadido cambios recientes al Banco de la República, al restable-
cer plena autonomía y funciones a su Junta Directiva.

Nuestro billete de más alta


denominación salió en el año
2.000: Un homenaje al escritor
Jorge Isaacs. (70x 140 mm.)

Emisión de 1996, año de inauguración de la


exposición numismática de la Casa de Moneda.
(140 x 70 mm.)

Finales de la Colonia - 39
LAS MONEDAS DE IBAGUÉ

En 1980 la Casa de Moneda de Bogotá importaba el cospel o


disco metálico antes de ser acuñado. Por ello el entonces director
de la Casa, Luis Guillermo Correa, propuso al Banco adquirir la
tecnología moderna para producirlo en Colombia. En desarrollo
del proyecto, se escogió la ciudad de Ibagué para montar esta
industria.
Motivo de la cultura Quimbaya
(24.5 mm.)
Como los cospeles producidos en Ibagué desde 1982 debían
transportarse a Bogotá para su acuñación, la necesidad de
integrar el proceso condujo en 1987 al traslado de la planta de
acuñación a las nuevas instalaciones de la Fábrica de Moneda
de Ibagué, donde se produce desde entonces la moneda para
todo nuestro país.

Y así se presentaron las condiciones para darle a la antigua


Casa de Moneda de Bogotá, desde diciembre de 1996, su más
apropiado destino en un reencuentro con su propia historia: ser
la sede de la Exposición Permanente de la Colección Numismáti-
ca del Banco de la República.

Moneda bimetálica que muestra los


avances técnicos alcanzados por la
ceca de Ibagué. 1994 (23.5 mm.)

Motivo de la orfebrería Sinú (22 mm.)

Labores en la fundición de la Fábrica de Moneda de Ibagué

Colección Numismática del Banco de la República - 40

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