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Diana Katherine Rodriguez Gamarra

Capriles et. al. 2016. “Adaptación a altas alturas y forrajeo en el Pleistoceno tardío en los
Andes bolivianos”

La zona de los andes es una de las zonas más duras en el mundo, difícil de habitar por sus
características climáticas y geográficas, debido a que existen una disposición de oxigeno
menor y los recursos naturales que están disponibles son escasos.
Se toma en cuenta sobre el poblamiento la idea de Anderfeler, con un enfoque
evolucionista, esto conllevo una adaptación tecnológica y biológica. En el sentido de que
debieron adaptarse a los recursos existentes y su cuerpo se adaptó al clima para sobrellevar
la hipoxia.
Rademaker, por su parte dice que los asentamientos en los andes se establecieron en la fase
final del Pleistoceno. Esto basándose en los hallazgos de la Cueva Bautista, ubicado a 3933
m.s.n.m. se hicieron numerosos estudios para confirmar esto, como un mapeo topográfico y
excavaciones en veinte unidades continuas de un metro cuadrado. Se utilizo Estacion Total
para registrar el sitio, y los hallazgos, se utilizó una malla 5mm para recoger los materiales
presentes en el sedimento.
Los artefactos y restos ecológicos encontrados fueron analizados con máquinas que median
el tamaño de las partículas y su magnetismo, es decir la susceptibilidad. Por otro lado, se
hizo análisis de radiocarbono para establecer una cronología.
Se encontró variedad de artefactos y herramientas, entre ellas se encontraron de materiales
líticos, estos fueron clasificados por su materia prima y sus atributos tecno-morfológicos,
esta variedad y la identificación de tipos fue bastante útil para definir las estrategias de
subsistencia y actividades que se llevaron a cabo dentro de la cueva.
Otros hallazgos que se dieron, fueron restos óseos de macrofauna y microfauna, en estos
restos de realizaron análisis con el objetivo de establecer que afecciones o cual fue la razón
de su fallecimiento.
Se realizaron excavaciones arqueológicas en el sitio de Cueva Bautista, estas excavaciones
revelaron una estratigrafía continua de eventos antropogénicos y naturales, donde pudieron
establecerse 17 niveles estratigráficos.
En el nivel superior se pudo identificar el periodo arcaico tardío, en el nivel bajo de este
estrato se encontró una capa de material natural, que muestra un colapso del techo de la
cueva, este evento mantuvo bien conservado el material antropogénico que había debajo de
este, este consistía en herramientas de piedra, lugares de descanso y ceniza, esta ceniza
evidenciaba la ocupación humana, esta ocupación esta relacionada con el pleistoceno
tardío, esto pudo establecerse gracias a fechados radiocarbonicos, donde se pudieron ver
dos ocupaciones, estas están en dos estratos contiguos, una en el nivel O, entre 12,220–
12,070 cal. AP, es decir, más actual, y la más antigua en el nivel P, entre 12,760-12,690 cal.
AP.
En total se pudo recoger unos 439 artefactos, entre los caules están las variedades antes
mencionadas, de este total, unos 384 corresponden a una ocupación durante el pleistoceno
tardío.
Entre los materiales líticos, la materia prima mas común es la obsidiana, luego se encuentra
esquisto marrón, se realizaron análisis, los cuales ayudaron a encontrar una cantera de
obsidiana en el Cerro Kaskio, este cerro se encuentra 15km al sureste de la Cueva Bautista.
Después de los trabajos arqueológicos realizados en Cueva Bautista, las evidencias
arqueológicas indican que las ocupaciones empezaron hace 12700 años, estas fueron
interrumpidas por una época que presento sequía, y la cueva fue abandonada durante este
periodo. Las condiciones mejoraron, y las condiciones volvieron a ser favorables, asi que
los grupos humanos regresaron y el ocupamiento se restableció.
La cueva era utilizada como refugio temporal y de planificación de estrategia.
Estos datos fueron obtenidos de diferentes proyectos arqueológicos, estos fueron
contrastados, y ayudan a confirmar la idea de Anderfeler sobre la adaptación que se dio en
los humanos que ocuparon los andes.

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