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SINCRONIZACIÓN DE CELOS EN CABRAS Y OVEJAS MEDIANTE EL EMPLEO DE LA ESPONJA

VAGINAL (I)

En forma simple, sincronizar es “hacer que coincidan en el tiempo varios movimientos o


fenómenos”. Aquí se tratará lo que se relaciona con el celo, en busca de una gestación en cabras y
en ovejas, pero en la fecha y hora que se hayan determinado previamente.

Todo negocio agropecuario busca la mayor rentabilidad y un factor determinante para alcanzarlo
es el relacionado con la parte reproductiva. Especialmente en ovinos su rentabilidad está unida a
los partos por la cantidad de crías producidas. Generalmente se tiene a la camura que sólo da un
parto en el año, lo que la hace muy ineficiente; debemos buscar la manera de que el tiempo entre
parto y parto sea lo más corto posible respetando su fisiología reproductiva. En los ensayos
realizados en forma continuada, con la esponja vaginal se logra un parto cada 196 días o sea seis
meses y medio, lo que representa doblar la producción y por lo tanto la rentabilidad. El mercadeo
es caprichoso y se presentan épocas de una mayor demanda y por consiguiente de los mejores
precios y ahí tiene importancia fundamental el uso de la esponja vaginal. El personaje que
adelanta la labor de sacrificio no gusta de manejar hembras preñadas y algunos productores
emplean la esponja vaginal, precisamente para evitar la preñez; recuerde que ésta contiene
progesterona, que impide el accionar del estrógeno, hormona encargada de que se desencadenen
los procesos para que la hembra entre en celo. Es otra de las aplicaciones prácticas de la esponja
vaginal. Se trabaja con machos de la mejor genética, los cuales deben ser aprovechados al máximo
y la mejor manera es sincronizando a las hembras para que haya un empleo racional de los
machos. Ahora, si se piensa en trabajar con inseminación artificial o con embriones hay un
aprovechamiento máximo de la parte operativa por el Técnico, al hacer el desplazamiento a un
predio para atender un número considerable de hembras; tener en cuenta el equipo incluido el
termo con las pajillas o los embriones.

Hay varios métodos para lograr este objetivo, pero acá nos orientamos al uso de la esponja vaginal
por considerar que es un método simple, fácil de implementar y muy económico. Tratamos con el
manejo de algunas hormonas femeninas que nos llevan a obtener el cometido propuesto. Son
muchas las hormonas que produce el organismo femenino, pero acá nos adentramos solamente
con la progesterona y el estrógeno. Estas dos hormonas no se quieren y no están las dos activas en
el mismo organismo y al mismo tiempo. La progesterona es la hormona de la gestación; de ahí su
nombre…progesterona…pro gestación; mientras que el estrógeno es el encargado de
desencadenar lo tocante a la presentación del celo. Recuerde que las dos no están activas al
mismo tiempo y en el mismo organismo.

Materiales a emplear. Para elaborar la esponja se requiere la hormona, jeringas, sacabocado,


agujas, nylon, botones y espuma. Iniciemos con ésta: se requiere espuma de colchonería de
densidad 40-50, que generalmente viene de color rosado y que es la de consistencia más fuerte
para obtener los mejores resultados y debe tener cinco centímetros de espesor; esta medida es
importante, pues dará la longitud del cilindro de la esponja.
El sacabocado puede ser comercial, de veinte milímetros de diámetro o mejor aún un miple de
tubo galvanizado de tres cuartos de pulgada al cual se le saca filo por uno de sus extremos; este
filo se puede sacar en torno, con un esmeril, con la piedra de la macaneadora o si lo prefiere con
una simple lima; lo importante es que la labor quede maravillosamente ejecutada. El filo se debe
mantener y para ello, simplemente use una lija, recordando que hay que sacar dicho filo tanto en
la parte externa como en la parte interna, para evitar la “rebaba”, muy conocida de los operarios
de estos menesteres y que acaban con el filo que se requiere para la operación. El nylon es del
empleado en pesca y de 40-50 libras o de 0.4 milímetros, y que se encuentra en los
supermercados a precios muy bajos Se corta en tramos de 50 centímetros. La aguja es de las de
pegar botones, pero un poco de mayor tamaño. Los botones son de los comunes y con un
diámetro de 10-12 milímetros con el color de su preferencia. La historia del botón tiene su origen
en sugerencia de los estudiantes que vieron en forma práctica que con su empleo no hay
posibilidad de que el nylon corte la espuma al sacarla y ésta se quede dentro, en la vagina.

Elaboración. Se coloca la esponja sobre una madera plana (que se dañará con el accionar del
sacabocado), se presiona el sacabocado hacia abajo, girándolo al mismo tiempo, hasta que corte la
espuma en su totalidad y en esta forma queda elaborado el cilindro; algunos humedecen el
sacabocado para que resbale mejor durante el corte. Se enhebra la aguja con el nylon y se pasa a
lo largo del cilindro; en el extremo opuesto se coloca el botón y se pasa de regreso el nylon. Si no
se coloca el botón es necesario pasar el nylon hacia el borde del cilindro, tanto de entrada como
de salida; si queda muy junto el uno del otro, la superficie de resistencia es muy estrecha y se
corre el riesgo que el nylon corte el cilindro y la esponje se quede dentro de la vagina. Luego se
hace un nudo muy simple y muy cerca del borde del cilindro en la cara opuesta al botón y ha
quedado elaborada la esponja. Esta esponja vaginal debe ser esterilizada y se puede hacer por
varios sistemas: llevarlas a un autoclave o simplemente colocarlas en un recipiente con agua y
dejarlas hervir por diez minutos; luego de lo cual se dejan secar. Se debe a continuación, inyectar
la progesterona en dosis de cincuenta miligramos; en el mercado encontrará varios
medicamentos, tanto de uso veterinario, como de uso humano; procure que los cincuenta
miligramos estén en un solo centímetro para facilitar la operación; se inyecta procurando que el
centímetro quede a lo largo de todo el cilindro y hacia la parte central. Se coloca a secar y se
guarda en bolsa oscura.

Viene a continuación la colocada de la esponja. Para ello se requiere del aplicador que viene en
varios estilos. Posiblemente lo más práctico sea un tubo de PVC de media pulgada de diámetro y
de 22 centímetros de longitud; en un extremo se hace un corte en bisel; es indispensable hacer un
perfecto lijado del extremo del tubo, empleando lija gruesa, luego media, para terminar con lija
fina, dando un acabado perfecto evitando así heridas a nivel de vagina; este detalle es de la mayor
importancia. El émbolo para empujar la esponja se hace con un tubo de cuarenta centímetros de
largo por un centímetro de diámetro; el material del émbolo puede ser en madera, plástico,
aluminio o lo que su imaginación determine; para aplicar la esponja se emplea una crema vaginal,
de uso humano o veterinario, y que no sea espermaticida pues irá a ser un factor negativo al fin
que se quiere alcanzar. Esta crema tiene varias finalidades: sirve como antiséptico, lubricante,
impide que la esponja se adhiera a la mucosa vaginal. Se aplica por todo el cilindro y también en la
vulva, luego de lavado y secado cuidadosos. Así mismo se coloca un poco de crema en la parte
anterior del aplicador (bisel) por unos cinco centímetros, para facilitar la introducción a la vagina.
Recuerde que la crema no debe ser espermaticida. Por sugerencia de algunas chicas estudiantes se
ha elaborado el aplicador con tubo de media pulgada, pero el empleado para agua caliente, que a
pesar de ser el mismo diámetro (media pulgada), es considerablemente más delgado y “cómodo”
dicen ellas.

Pedro Álvaro Salazar Sánchez M.V.Z. Capriovicultor

Bucaramanga, Santander, Colombia Agosto del 2014

pedro_cabras@yahoo.com

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