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Pero mas aun se presenta la violencia contra las mujeres se expresa en diversas formas y
espacios de convivencia. Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a
quienes la padecen, debe entenderse como un fenómeno estructural con repercusiones
sociales múltiples. De aquí que la violencia de género posea características particulares
según el entorno social en que se manifieste.
En el fenómeno de la violencia de género prevalece el ejercicio del poder del hombre sobre
la mujer, por medio de:
Agresiones psicológicas
Económicas
Físicas o sexuales
En contra de ella por el sólo hecho de ser mujer, al interior de los hogares, esta violencia se
asocia también con relaciones de poder que pueden ser a la vez causa y efecto del acceso y
uso desigual de los recursos del hogar entre sus integrantes, específicamente entre las
parejas.
La violencia contra la mujer representa una de las formas más extremas de desigualdad de
género y una de las principales barreras para su empoderamiento, el despliegue de sus
capacidades y el ejercicio de sus derechos, además de constituir una clara violación a sus
derechos humanos.
Durante su ciclo de vida, mujeres y hombres están expuestos a situaciones de violencia que
varían según su entorno familiar y social y, en particular, por su sexo.
Cuando una mujer entra en las entrañas de este círculo es cuando deja de visualizar
alternativas de huida posibles y se encuentra presa de la situación, se genera en ella
una disonancia cognitiva entre el disfrute vivido en la relación y el malestar sin nombre que
padece, porque al contrario de lo que se suele pensar no se dan sólo gritos, insultos,
amenazas y golpes, hay también ternura, cariño y dulces detalles que hacen florecer en la
mujer el pensamiento de haber encontrado por fin al hombre de su vida.
Según la psicóloga estadounidense Leonor Walker, la violencia discurre a través de un ciclo
compuesto por tres fases.
En la primera fase del ciclo el malestar sin nombre empieza a cobrar vida, se percibe un
aumento de la tensión entre ambos miembros, se establecen tímidos indicios de lo que
posteriormente será la agresión, tales como gritos y pequeñas peleas, la mujer acepta estos
abusos como legítimamente dirigidos a ella porque piensa que puede ser merecedora de tal
agresión.
La persona agredida trata de buscar un sinfín de excusas y razones para comprender lo que
está sucediendo, hasta el punto de suponer que ella misma por su conducta o actitud es
quien ha provocado la ira de su agresor, y lo que más perpetúa el ciclo, tiende a pensar que
con el tiempo podrá cambiar el comportamiento de su pareja, hecho que en ningún caso se
cumple.
Esta fase puede llegar a tener una duración de días, semanas, meses o incluso años antes no
se desencadenan incidentes de agresión mayores.
En la perspectiva del hombre, éste cada vez se encuentra más sensible, todo le molesta, se
irrita con suma facilidad, y se enoja por cosas objetivamente insignificantes.
En la segunda fase propuesta por l. Walker se experimenta una descarga irrefrenable de las
tensiones que se han venido acumulando durante el transcurso de la fase anterior, hay una
falta de dominio sobre la conducta totalmente destructiva, la mujer acepta que la ira de su
agresor está fuera de control pero no puede hacer nada por calmarla, es en esta fase cuando
surge la agresión física o la total destrucción psicológica.
El agresor es el único que puede poner fin a este estado, su duración se sitúa alrededor de 2
a 24 horas, durante las cuales se culpa a la mujer de todo lo sucedido, cabe destacar que es
en este momento cuando la mujer es completamente susceptible y está abierta a recibir
ayuda profesional debido al gran temor que siente por volver a ser maltratada.
En la tercera y última fase antes de volver a iniciar todo el ciclo, se experimenta un estado
de arrepentimiento profundo por parte del agresor, el cual aprovecha la vulnerabilidad de la
víctima para ofrecerle dóciles dosis de cariño y atención, mostrando en todo momento un
comportamiento y una actitud de aflicción y remordimiento interno.
Los datos indican que la mayoría de las mujeres maltratadas no son víctimas pasivas, sino
que a menudo adoptan estrategias para potenciar al máximo su seguridad y la de sus hijos.
Aducen que lo que podría interpretarse como falta de acción de una mujer puede de hecho
ser resultado de que ella ha evaluado la manera de protegerse a sí misma y a sus hijos
Añaden indicios de varias razones por las cuales las mujeres pueden permanecer en
relaciones violentas, por ejemplo:
Temor a represalias
Falta de otros medios de apoyo económico
Denuncias que se acaban retirando
Preocupación por sus hijos
Falta de apoyo de familiares y amigos
Estigmatización o posible pérdida de la custodia de los hijos asociadas con
el divorcio
Amor y esperanza de que su pareja cambie.
A pesar de estas barreras, con el tiempo muchas mujeres maltratadas sí abandonan a sus
parejas, a menudo después de múltiples intentos y de años de violencia.
Entre los factores que parecen conducir a una mujer a dejar permanentemente a su pareja
violenta figuran el aumento de la gravedad de la violencia, que la lleva a darse cuenta de
que él no cambiará, y el reconocimiento de que la violencia está afectando a sus hijos
Las víctimas de violencia de género sufren problemas de estrés, ansiedad, baja autoestima,
miedos, inseguridades, entre otros.
Por eso es importante que acudan por ayuda profesional con psicólogos que puedan
ayudarles a superar las consecuencias de la violencia de género.
Conclusiones
Nos parece importante remarcar que en el caso de la violencia contra las mujeres, es su
consideración como problema social ya que implica no sólo una visibilización del problema
sino también una nueva forma de abordar su explicación y son necesarias actuaciones a
nivel social que impliquen un nuevo contrato social, con nuevas medidas legislativas, para
afrontar el problema y superar sus consecuencias, que conlleva la violencia.
S.A.R.A. (Spouse Assault Risk Assesment)
La S.A.R.A. Spouse Assault Risk Assesment (Evaluación del riesgo de agresión
conyugal) es una guía o protocolo, con formato de listado de chequeo clínico de los
factores de riesgo para la violencia contra la pareja
Su objetivo no es proporcionar una medida absoluta o relativa del riesgo de violencia por
medio de un baremo, norma o unos valores de punto de corte determinados.
Aplicaciones de la SARA
El creciente número de agresores de pareja que son detenidos por la policía y objeto de
medidas judiciales ha aumentado las demandas de valoración del riesgo de violencia futura
sobre la pareja.
Las valoraciones del riesgo se realizan en cada uno de estos cuatro contextos:
Antes del juicio: Cuando alguien ha sido denunciado o detenido por actos relacionados con
la violencia de pareja o bien la naturaleza de la denuncia o el historial del denunciado
pueden determinar que antes del juicio no se le deba dejar en libertad ya que existe un
riesgo inminente de lesionar o dañar a personas determinadas (su esposa, sus hijos,...) O si,
por el contrario, se debe considerar la posibilidad de dejarle en libertad antes del juicio pero
con algunas restricciones, por ejemplo, con una orden de alejamiento.
Situación carcelaria. Después de la sentencia las valoraciones del riesgo pueden ser útiles
a los técnicos penitenciarios que realizan los registros de la conducta del recluso en el
contexto institucional o comunitario.
Las valoraciones pueden utilizarse para el desarrollo de planes de tratamiento así como para
determinar la conveniencia o no de las visitas de familiares, los contactos o los permisos
temporales.
La excarcelación. En el caso de agresores que han estado en prisión las valoraciones del
riesgo pueden ayudar a los técnicos de prisiones o los responsables del medio abierto a
determinar la conveniencia o condiciones de la libertad condicional y también el plan de
reinserción del interno al volver a la comunidad, para un agresor que está ya residiendo en
la comunidad y a punto de finalizar su relación con el sistema penitenciario, porque se
acerca al final del cumplimiento de su condena, una valoración final del riesgo de violencia
puede informar al equipo de tratamiento de la necesidad de informar a los responsables del
riesgo que representa esta persona antes de finalizar el caso oficialmente.
Descripción de la SARA
El primer paso en el desarrollo de la SARA fue realizar una revisión precisa de la literatura
clínica y de investigación relacionada con los estudios de riesgo para la violencia,
especialmente aquellos relacionados con la violencia de pareja
A fin de proporcionar una idea exacta aunque muy resumida de este versátil instrumento, a
continuación se exponen sus ítems:
HISTORIAL DELICTIVO.
Los factores a los que se hace referencia en esta sección incluyen tanto la historia de
violencia propiamente dicha como el incumplimiento de las sentencias o medidas dictadas
por un tribunal u otras instancias jurisdiccionales. Incluimos en esta sección tres factores
específicos del historial criminal o delictivo.
“Violencia anterior contra los familiares” (ítem 1) que hace referencia a la violencia física
ejercida sobre miembros de la familia de origen o hacia sus propios hijos. No se incluyen
las agresiones anteriores sobre su pareja (actual o anterior) ya que se recogen en otra
sección.
AJUSTE PSICOSOCIAL.
Dos ítems de la SARA reflejan la observación de que la violencia está asociada a recientes
y continuados desajustes psicosociales.
“Problemas recientes de empleo/ trabajo” (ítem 5), como su nombre indica, se refiere al
desempleo y/o empleo muy inestable del sujeto valorado en el último año.
El ítem de esta sección, “Víctima y/o testigo de violencia familiar en la infancia y/o
adolescencia” (ítem 6) es, por su naturaleza un ítem histórico y hace referencia al desajuste
vivido en la familia de origen del individuo valorado, es uno de los predictores más fuertes
entre los que predicen el riesgo de violencia de pareja, tal y como recoge sistemáticamente
la investigación publicada.
No se sabe porqué este factor tiene tal potencia predictora si bien, parece ser, al menos así
lo aseguran algunas teorías, que tiene que ver con los mecanismos del aprendizaje social
implicados
Hay numerosas evidencias que apoyan la relación entre ciertos síntomas propios del
trastorno mental y la conducta violenta
Estas evidencias se incluyen en los cuatro ítems de la SARA que se relacionan con el
desajuste psicológico:
Hay que hacer constar aquí que no realizamos ninguna consideración “a priori” acerca de la
causalidad que el trastorno mental pueda o no tener sobre la conducta violenta. Más bien
consideramos que el trastorno mental está asociado con malas habilidades de afrontamiento
y con una situación de estrés social e interpersonal acrecentado y por esto, los individuos
que tienen un trastorno mental tienen mayor predisposición a actuar y tomar decisiones
inadecuadas en situaciones de conflicto real o imaginado
Esta sección incluye siete ítems relacionados con la violencia anterior sobre la pareja.
Los factores de riesgo relacionados con la agresión o violencia, el acto en sí que genera la
valoración del riesgo, es decir la agresión actual sobre la pareja, se incluyen en otra sección
distinta, por ello los evaluadores tienen que ser especialmente cautos en distinguir la
magnitud del riesgo percibido atribuible a los sucesos formalmente documentados (que
generalmente se aceptan como válidos o verdaderos) de aquel riesgo atribuido a los sucesos
denunciados (que son los que se presentan en la situación inmediatamente anterior a la
valoración que se está realizando).
“Violencia sexual y/o ataques de celos en el pasado” (ítem 12) hace referencia a las
agresiones físicas de naturaleza sexual o que acontecen en un contexto de celos sexuales
extremos.
“Uso de armas y/o amenazas de muerte creíbles en el pasado” (ítem 13) hace referencia a
la conducta de amenaza, explícita o implícita, de una agresión física grave y/o de muerte.
“Incremento reciente en la frecuencia o gravedad de las agresiones” (ítem 14) se refiere a
la “trayectoria” de violencia que va en aumento y que muestra una escalada más o menos
continuada de este tipo de violencia en el tiempo).
Los tres ítems siguientes se ocupan de las conductas o actitudes que acompañan a la
conducta agresiva.
A pesar de que este ítem se solapa relativamente con el numero 3 de la sección del Historial
delictivo, consideramos que este tipo de incumplimientos, relacionados directamente con la
pareja, tienen un valor especial en este tipo de valoraciones de riesgo de violencia.
“Minimización extrema o negación de la violencia anterior sobre la pareja” (ítem 16), esto
suele ocurrir, como parte más general del rechazo de la responsabilidad personal en la
conducta delictiva del agresor o bien como aspecto específico de las agresiones de pareja
anteriores.
“Actitudes que justifican o disculpan la violencia contra la pareja” (ítem 17), se interesa
por un amplio rango de creencias, valores o actitudes – personales, sociales, religiosas y
culturales que apoyan o incentivan el machismo (prerrogativas para los hombres), la
misoginia y el uso de la violencia física o la intimidación para resolver conflictos y
aumentar el control de los hombres sobre las mujeres.
Esta sección comprende tres ítems similares, en cuanto a su contenido, a otros que
aparecen en la sección anterior, pero que hacen referencia exclusiva a la agresión
denunciada (recientemente acontecida o la que ha motivado la valoración o la intervención
de las autoridades):
OTRAS CONSIDERACIONES.
La sección final no contiene ningún ítem particular o específico, esta disponible para que el
evaluador anote aquellos factores de riesgo no incluidos en la SARA y que estén presentes
en un caso concreto y permiten al evaluador decidir que aspectos del individuo comportan
un alto riesgo de violencia de pareja. Ejemplos de este tipo de consideraciones, que son más
raras e infrecuentes que las que se incluyen en el protocolo, son la historia de
comportamientos de “acoso” antecedentes de conductas de tortura, sadismo sexual o de
mutilación de las parejas sexuales o comportamientos similares.
Webgrafia:
Https://www.undp.org/content/undp/es/home/blog/2018/violence-against-women-cause-
consequence-inequality.html
Https://psicologiaymente.com/clinica/causas-efectos-violencia-de-genero
Https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2014/20184-violenciapareja.pdf
Http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100924.pdf
Http://igualdade.xunta.gal/es/content/que-es-la-violencia-de-genero
file:///C:/Documents%20and%20Settings/UserST.PC1/Escritorio/06502.pdf