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VIOLENCIA

Definición: La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida


contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su orientación o identidad
sexual, sexo o género que impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social,
físico, psicológico o económico

Pero mas aun se presenta la violencia contra las mujeres se expresa en diversas formas y
espacios de convivencia. Si bien se trata de un problema que afecta de manera individual a
quienes la padecen, debe entenderse como un fenómeno estructural con repercusiones
sociales múltiples. De aquí que la violencia de género posea características particulares
según el entorno social en que se manifieste.

La violencia de género se ha definido ampliamente, enfatizando los rasgos que colocan,


mantienen y perpetúan la subordinación femenina, tanto en el ámbito doméstico como en el
social (castro y riquer, 2006).

En el fenómeno de la violencia de género prevalece el ejercicio del poder del hombre sobre
la mujer, por medio de:

 Agresiones psicológicas
 Económicas
 Físicas o sexuales

En contra de ella por el sólo hecho de ser mujer, al interior de los hogares, esta violencia se
asocia también con relaciones de poder que pueden ser a la vez causa y efecto del acceso y
uso desigual de los recursos del hogar entre sus integrantes, específicamente entre las
parejas.

La violencia contra la mujer representa una de las formas más extremas de desigualdad de
género y una de las principales barreras para su empoderamiento, el despliegue de sus
capacidades y el ejercicio de sus derechos, además de constituir una clara violación a sus
derechos humanos.

Durante su ciclo de vida, mujeres y hombres están expuestos a situaciones de violencia que
varían según su entorno familiar y social y, en particular, por su sexo.

La principal característica de la violencia de género es que se trata de violencia ejercida por


hombres hacia las mujeres ante situaciones de desigualdad o subordinación femenina, de
aquí que la violencia que padecen los hombres proviene generalmente de otros hombres;
por lo que ésta no tiene una acepción de género.

Síntomas de la violencia de género


La violencia de género puede identificarse por las consecuencias que origina en la víctima,
sufren estos síntomas pero no los reconocen, porque no tienen conocimiento de que estos
son parte de la sintomatología de una víctima de violencia de género:

 Baja autoestima, problemas de identidad y autoimagen distorsionada


 Sentimientos de culpa y mucho miedo
 Aislamiento emocional
 Dificultad para reconocer y expresar emociones
 Trastorno de estrés postraumático o sintomatología afín
 Sentimientos de haber traicionado al agresor
 Trastornos de apego

Características de la violencia de género

 El suceso violento no es el resultado de un hecho aislado, ya que se produce de


manera sistemática.
 Suelen ser invisibles, es decir, aparecen en un entorno privado y son las mismas
mujeres las que se esconden presas del pánico que les genera tener que exponer
su realidad.
 Muchas veces el agresor ofrece una imagen impecable hacia la sociedad, lo que
por desgracia convierte la situación en un estado difícil de creer o comprender.
 Existe en las víctimas la sensación de que las circunstancias que están viviendo
no resultan tan graves como para manifestarlas públicamente, hecho que
conlleva una dificultad añadida en el momento de buscar ayuda externa.
 Todo este engranaje es fruto de una auténtica desigualdad entre hombres y
mujeres derivada del código patriarcal (machismo) que aún a día de hoy resuena
entre la sociedad, este código es el mismo que conduce al agresor a utilizar
mecanismos de control y condena sobre la mujer.

¿Cómo transcurre el funcionamiento de la violencia de género?

La violencia en el seno de una relación no aparece de la noche a la mañana, se pasea por un


sinfín de encrucijadas antes de que la víctima pueda identificar el calvario que le deparará
el vínculo con su agresor.

Cuando una mujer entra en las entrañas de este círculo es cuando deja de visualizar
alternativas de huida posibles y se encuentra presa de la situación, se genera en ella
una disonancia cognitiva entre el disfrute vivido en la relación y el malestar sin nombre que
padece, porque al contrario de lo que se suele pensar no se dan sólo gritos, insultos,
amenazas y golpes, hay también ternura, cariño y dulces detalles que hacen florecer en la
mujer el pensamiento de haber encontrado por fin al hombre de su vida.
Según la psicóloga estadounidense Leonor Walker, la violencia discurre a través de un ciclo
compuesto por tres fases. 

Primera fase: aumento de la tensión en la pareja

En la primera fase del ciclo el malestar sin nombre empieza a cobrar vida, se percibe un
aumento de la tensión entre ambos miembros, se establecen tímidos indicios de lo que
posteriormente será la agresión, tales como gritos y pequeñas peleas, la mujer acepta estos
abusos como legítimamente dirigidos a ella porque piensa que puede ser merecedora de tal
agresión.

La persona agredida trata de buscar un sinfín de excusas y razones para comprender lo que
está sucediendo, hasta el punto de suponer que ella misma por su conducta o actitud es
quien ha provocado la ira de su agresor, y lo que más perpetúa el ciclo, tiende a pensar que
con el tiempo podrá cambiar el comportamiento de su pareja, hecho que en ningún caso se
cumple. 

Esta fase puede llegar a tener una duración de días, semanas, meses o incluso años antes no
se desencadenan incidentes de agresión mayores.

En la perspectiva del hombre, éste cada vez se encuentra más sensible, todo le molesta, se
irrita con suma facilidad, y se enoja por cosas objetivamente insignificantes.

Segunda fase: la furia se desata

En la segunda fase propuesta por l. Walker se experimenta una descarga irrefrenable de las
tensiones que se han venido acumulando durante el transcurso de la fase anterior, hay una
falta de dominio sobre la conducta totalmente destructiva, la mujer acepta que la ira de su
agresor está fuera de control pero no puede hacer nada por calmarla, es en esta fase cuando
surge la agresión física o la total destrucción psicológica. 

El agresor es el único que puede poner fin a este estado, su duración se sitúa alrededor de 2
a 24 horas, durante las cuales se culpa a la mujer de todo lo sucedido, cabe destacar que es
en este momento cuando la mujer es completamente susceptible y está abierta a recibir
ayuda profesional debido al gran temor que siente por volver a ser maltratada.

Tercera fase: arrepentimiento del agresor

En la tercera y última fase antes de volver a iniciar todo el ciclo, se experimenta un estado
de arrepentimiento profundo por parte del agresor, el cual aprovecha la vulnerabilidad de la
víctima para ofrecerle dóciles dosis de cariño y atención, mostrando en todo momento un
comportamiento y una actitud de aflicción y remordimiento interno.

Es en este momento donde se perpetúa todo el ciclo de la violencia, la mujer se siente


nuevamente amada y feliz, lo que conlleva a situarse en una posición de plena confianza
hacia su agresor. La duración de esta etapa denota una brevedad menor que la primera fase
pero superior a la segunda, por lo que intentar ofrecer ayuda en este momento no brindará
ningún resultado positivo, la mujer vuelve a estar profundamente enamorada y supeditada a
la voluntad de su agresor. A medida que se va repitiendo el ciclo esta tercera fase tiende a
minimizarse hasta que acaba por desaparecer, momento en que la luna de miel llega a su
fin.

¿Por qué no abandonan las mujeres a una pareja violenta?

Los datos indican que la mayoría de las mujeres maltratadas no son víctimas pasivas, sino
que a menudo adoptan estrategias para potenciar al máximo su seguridad y la de sus hijos.
Aducen que lo que podría interpretarse como falta de acción de una mujer puede de hecho
ser resultado de que ella ha evaluado la manera de protegerse a sí misma y a sus hijos

Añaden indicios de varias razones por las cuales las mujeres pueden permanecer en
relaciones violentas, por ejemplo:

 Temor a represalias
 Falta de otros medios de apoyo económico
 Denuncias que se acaban retirando
 Preocupación por sus hijos
 Falta de apoyo de familiares y amigos
 Estigmatización o posible pérdida de la custodia de los hijos asociadas con
el divorcio
 Amor y esperanza de que su pareja cambie.

A pesar de estas barreras, con el tiempo muchas mujeres maltratadas sí abandonan a sus
parejas, a menudo después de múltiples intentos y de años de violencia.

Entre los factores que parecen conducir a una mujer a dejar permanentemente a su pareja
violenta figuran el aumento de la gravedad de la violencia, que la lleva a darse cuenta de
que él no cambiará, y el reconocimiento de que la violencia está afectando a sus hijos

Tratamiento para la violencia de género

Las víctimas de violencia de género sufren problemas de estrés, ansiedad, baja autoestima,
miedos, inseguridades, entre otros.

Por eso es importante que acudan por ayuda profesional con psicólogos que puedan
ayudarles a superar las consecuencias de la violencia de género.

 Una valoración integral para desarrollar un plan específico acorde a las necesidades


de la persona y de este modo potenciar de manera más adecuada su recuperación.
 Un plan de tratamiento puede incluir intervención psicológica individual y/o grupal,
asesoramiento de redes y recursos, apoyo psicosocial, derivación para
asesoramiento jurídico, etc.

Conclusiones

Nos parece importante remarcar que en el caso de la violencia contra las mujeres, es su
consideración como problema social ya que implica no sólo una visibilización del problema
sino también una nueva forma de abordar su explicación y son necesarias actuaciones a
nivel social que impliquen un nuevo contrato social, con nuevas medidas legislativas, para
afrontar el problema y superar sus consecuencias, que conlleva la violencia.
S.A.R.A. (Spouse Assault Risk Assesment)
La S.A.R.A. Spouse Assault Risk Assesment (Evaluación del riesgo de agresión
conyugal) es una guía o protocolo, con formato de listado de chequeo clínico de los
factores de riesgo para la violencia contra la pareja

Comprende 20 ítems identificados a partir de una revisión extensa de estudios empíricos y


también en base a una revisión de trabajos realizados por profesionales clínicos de gran
experiencia en la evaluación de hombres que abusaban o agredían a sus parejas.

La SARA no es un test o un cuestionario en el sentido técnico y habitual que se le dan a


estos términos en el campo de la actividad profesional de la psicología

Su objetivo no es proporcionar una medida absoluta o relativa del riesgo de violencia por
medio de un baremo, norma o unos valores de punto de corte determinados.

Un instrumento psicométrico de esta clase sería de una enorme utilidad pero la


construcción eficaz de este tipo de test requeriría una enorme cantidad de recursos y de
tiempo,

De acuerdo a esto, la SARA, se desarrolló como una guía o protocolo de valoración, o


listado de chequeo (pauta, guía o “aide-memorie”...); que sirve para garantizar que la
información pertinente es utilizada y considerada por el evaluador.

Aplicaciones de la SARA

El creciente número de agresores de pareja que son detenidos por la policía y objeto de
medidas judiciales ha aumentado las demandas de valoración del riesgo de violencia futura
sobre la pareja.

Las valoraciones del riesgo se realizan en cada uno de estos cuatro contextos:

Antes del juicio: Cuando alguien ha sido denunciado o detenido por actos relacionados con
la violencia de pareja o bien la naturaleza de la denuncia o el historial del denunciado
pueden determinar que antes del juicio no se le deba dejar en libertad ya que existe un
riesgo inminente de lesionar o dañar a personas determinadas (su esposa, sus hijos,...) O si,
por el contrario, se debe considerar la posibilidad de dejarle en libertad antes del juicio pero
con algunas restricciones, por ejemplo, con una orden de alejamiento.

Antes de la sentencia: Las valoraciones de riesgo se solicitan cuando ya se ha iniciado el


juicio a un agresor. Si el agresor no ha sido declarado culpable todavía los resultados de la
valoración pueden ayudar a los jueces a decidir la medida o pena a aplicar considerando
entre ellas la libertad condicional o la reclusión. Si el acusado ya ha sido condenado, estas
valoraciones pueden ayudar a los jueces a decidir anteriormente entre medidas alternativas
(“probation” vs. Reclusión) y a recomendar medidas de vigilancia (p.ej. Orden de
alejamiento).

Situación carcelaria. Después de la sentencia las valoraciones del riesgo pueden ser útiles
a los técnicos penitenciarios que realizan los registros de la conducta del recluso en el
contexto institucional o comunitario.

Las valoraciones pueden utilizarse para el desarrollo de planes de tratamiento así como para
determinar la conveniencia o no de las visitas de familiares, los contactos o los permisos
temporales.

La excarcelación. En el caso de agresores que han estado en prisión las valoraciones del
riesgo pueden ayudar a los técnicos de prisiones o los responsables del medio abierto a
determinar la conveniencia o condiciones de la libertad condicional y también el plan de
reinserción del interno al volver a la comunidad, para un agresor que está ya residiendo en
la comunidad y a punto de finalizar su relación con el sistema penitenciario, porque se
acerca al final del cumplimiento de su condena, una valoración final del riesgo de violencia
puede informar al equipo de tratamiento de la necesidad de informar a los responsables del
riesgo que representa esta persona antes de finalizar el caso oficialmente.

Descripción de la SARA

El primer paso en el desarrollo de la SARA fue realizar una revisión precisa de la literatura
clínica y de investigación relacionada con los estudios de riesgo para la violencia,
especialmente aquellos relacionados con la violencia de pareja

Es un protocolo de 20 elementos, que denominamos en el contexto del SARA ítems, de


esta manera, la S.A.R.A. presenta 20 ítems agrupados en 5 secciones y puntuables de cero a
dos según el nivel de presencia de la característica de riesgo.

A fin de proporcionar una idea exacta aunque muy resumida de este versátil instrumento, a
continuación se exponen sus ítems:

HISTORIAL DELICTIVO.

Numerosos estudios indican que la existencia de una historia anterior de delincuencia, no


relacionada con delitos de agresión a la pareja, está fuertemente asociada al riesgo de
violencia en general y también, más específicamente, con la reincidencia en la agresión
sobre la pareja.

Los factores a los que se hace referencia en esta sección incluyen tanto la historia de
violencia propiamente dicha como el incumplimiento de las sentencias o medidas dictadas
por un tribunal u otras instancias jurisdiccionales. Incluimos en esta sección tres factores
específicos del historial criminal o delictivo.
“Violencia anterior contra los familiares” (ítem 1) que hace referencia a la violencia física
ejercida sobre miembros de la familia de origen o hacia sus propios hijos. No se incluyen
las agresiones anteriores sobre su pareja (actual o anterior) ya que se recogen en otra
sección.

“Violencia anterior contra desconocidos o contra conocidos no-familiares” (ítem 2) que se


refiere a agresiones físicas ejercidas sobre personas que no son miembros de su familia
biológica o política.

“Violación de la libertad condicional u otras medidas judiciales similares” (ítem 3) que se


refiere al incumplimiento de una serie variada de medidas judiciales (o penales) impuestas
por las distintas instancias que tienen jurisdicción sobre los delincuentes. Es irrelevante si
las condiciones fueron impuestas como consecuencia de un incidente agresivo o una
denuncia por violencia de pareja, cualquier incumplimiento de este tipo de medidas es un
indicador de mal pronóstico en este tipo de sujetos.

AJUSTE PSICOSOCIAL.

Dos ítems de la SARA reflejan la observación de que la violencia está asociada a recientes
y continuados desajustes psicosociales.

“Problemas recientes en las relaciones de pareja” (ítem 4) se ocupa de valorar los


conflictos graves entre los miembros de la pareja o la separación y fractura de una relación
sentimental e íntima a lo largo del año anterior a la valoración.

“Problemas recientes de empleo/ trabajo” (ítem 5), como su nombre indica, se refiere al
desempleo y/o empleo muy inestable del sujeto valorado en el último año.

No es muy importante, en el contexto de la valoración del riesgo, saber si el desajuste está


motivado por algún problema psicopatológico más o menos crónico o es producto de una
situación financiera o personal de estrés grave, en cualquier caso, estos factores aparecen
siempre como buenos predictores de este ítem.

El ítem de esta sección, “Víctima y/o testigo de violencia familiar en la infancia y/o
adolescencia” (ítem 6) es, por su naturaleza un ítem histórico y hace referencia al desajuste
vivido en la familia de origen del individuo valorado, es uno de los predictores más fuertes
entre los que predicen el riesgo de violencia de pareja, tal y como recoge sistemáticamente
la investigación publicada.

No se sabe porqué este factor tiene tal potencia predictora si bien, parece ser, al menos así
lo aseguran algunas teorías, que tiene que ver con los mecanismos del aprendizaje social
implicados
Hay numerosas evidencias que apoyan la relación entre ciertos síntomas propios del
trastorno mental y la conducta violenta

Estas evidencias se incluyen en los cuatro ítems de la SARA que se relacionan con el
desajuste psicológico:

“Consumo/Abuso reciente de drogas” (ítem7)

“Ideas/intentos de suicidio y/o homicidio recientes” (ítem 8)

“Síntomas Psicóticos y/o maniacos recientes” (ítem 9)

“Trastorno de personalidad con ira, impulsividad e inestabilidad conductual” (ítem 10).

Hay que hacer constar aquí que no realizamos ninguna consideración “a priori” acerca de la
causalidad que el trastorno mental pueda o no tener sobre la conducta violenta. Más bien
consideramos que el trastorno mental está asociado con malas habilidades de afrontamiento
y con una situación de estrés social e interpersonal acrecentado y por esto, los individuos
que tienen un trastorno mental tienen mayor predisposición a actuar y tomar decisiones
inadecuadas en situaciones de conflicto real o imaginado

HISTORIA DE VIOLENCIA DE PAREJA.

Esta sección incluye siete ítems relacionados con la violencia anterior sobre la pareja.

Los factores de riesgo relacionados con la agresión o violencia, el acto en sí que genera la
valoración del riesgo, es decir la agresión actual sobre la pareja, se incluyen en otra sección
distinta, por ello los evaluadores tienen que ser especialmente cautos en distinguir la
magnitud del riesgo percibido atribuible a los sucesos formalmente documentados (que
generalmente se aceptan como válidos o verdaderos) de aquel riesgo atribuido a los sucesos
denunciados (que son los que se presentan en la situación inmediatamente anterior a la
valoración que se está realizando).

Los primeros cuatro ítems conciernen a la naturaleza y magnitud de las agresiones


anteriores.

“Violencia física anterior” (ítem 11) es un factor de riesgo obvio, fundamentado en el


axioma de que “la conducta del pasado predice la conducta futura”

“Violencia sexual y/o ataques de celos en el pasado” (ítem 12) hace referencia a las
agresiones físicas de naturaleza sexual o que acontecen en un contexto de celos sexuales
extremos.

“Uso de armas y/o amenazas de muerte creíbles en el pasado” (ítem 13) hace referencia a
la conducta de amenaza, explícita o implícita, de una agresión física grave y/o de muerte.
“Incremento reciente en la frecuencia o gravedad de las agresiones” (ítem 14) se refiere a
la “trayectoria” de violencia que va en aumento y que muestra una escalada más o menos
continuada de este tipo de violencia en el tiempo).

Los tres ítems siguientes se ocupan de las conductas o actitudes que acompañan a la
conducta agresiva.

“Violaciones e incumplimientos anteriores de las ordenes de alejamiento” (ítem 15) se


interesa por las situaciones en que el agresor ha violado o incumplido las ordenes de
alejamiento dictadas por los jueces que prohíben el contacto del agresor con las victimas de
sus anteriores agresiones.

A pesar de que este ítem se solapa relativamente con el numero 3 de la sección del Historial
delictivo, consideramos que este tipo de incumplimientos, relacionados directamente con la
pareja, tienen un valor especial en este tipo de valoraciones de riesgo de violencia.

“Minimización extrema o negación de la violencia anterior sobre la pareja” (ítem 16), esto
suele ocurrir, como parte más general del rechazo de la responsabilidad personal en la
conducta delictiva del agresor o bien como aspecto específico de las agresiones de pareja
anteriores.

“Actitudes que justifican o disculpan la violencia contra la pareja” (ítem 17), se interesa
por un amplio rango de creencias, valores o actitudes – personales, sociales, religiosas y
culturales que apoyan o incentivan el machismo (prerrogativas para los hombres), la
misoginia y el uso de la violencia física o la intimidación para resolver conflictos y
aumentar el control de los hombres sobre las mujeres.

DELITO/AGRESIÓN ACTUAL (QUE MOTIVA LA VALORACIÓN)

Esta sección comprende tres ítems similares, en cuanto a su contenido, a otros que
aparecen en la sección anterior, pero que hacen referencia exclusiva a la agresión
denunciada (recientemente acontecida o la que ha motivado la valoración o la intervención
de las autoridades):

“Violencia sexual grave” (ítem 18)

“Uso de armas y/o amenazas de muerte creíbles” (ítem 19)

“Violación o incumplimiento de las ordenes de alejamiento” (ítem 20).

OTRAS CONSIDERACIONES.

La sección final no contiene ningún ítem particular o específico, esta disponible para que el
evaluador anote aquellos factores de riesgo no incluidos en la SARA y que estén presentes
en un caso concreto y permiten al evaluador decidir que aspectos del individuo comportan
un alto riesgo de violencia de pareja. Ejemplos de este tipo de consideraciones, que son más
raras e infrecuentes que las que se incluyen en el protocolo, son la historia de
comportamientos de “acoso” antecedentes de conductas de tortura, sadismo sexual o de
mutilación de las parejas sexuales o comportamientos similares.

Webgrafia:

Https://www.undp.org/content/undp/es/home/blog/2018/violence-against-women-cause-
consequence-inequality.html

Https://psicologiaymente.com/clinica/causas-efectos-violencia-de-genero

Https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2014/20184-violenciapareja.pdf

Http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100924.pdf

Http://igualdade.xunta.gal/es/content/que-es-la-violencia-de-genero

file:///C:/Documents%20and%20Settings/UserST.PC1/Escritorio/06502.pdf

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