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Aportación de dos sistemas

El nombre de R. Laban evoca, ante todo, el concepto de dos sistemas


complementarios que constituyen el pilar de su obra: la labanotación y la danza
educativa moderna.

Deseoso de comprender los secretos del movimiento, Laban ha querido


liberarlo de codificaciones estériles que lo aprisionaban y devolverle su valor,
identificándolo con lo más esencial en el hombre: la forma de pensar y la forma de
actuar. Se lanzó a una búsqueda laboriosa con el objeto de ofrecer la posibilidad
de una transcripción escrita de todas las formas de movimiento imaginables, sin la
cual las impulsiones creativas o de investigación del bailarín quedaban limitadas.

Laban decía: "aprisionando nuestros movimientos, aprisionamos nuestros


pensamientos". Persiguiendo esta idea quiso crear un código que no limitase una
técnica del movimiento que no se codificase. El bailarín podía dejar de ser el
guardián de su prisión y liberarse del lenguaje encorsetado del que no sabía salir
por medio de no poder memorizar la riqueza infinita de sus movimientos.

Por el hecho de tomar una actitud objetiva y científica, Laban consiguió


establecer una técnica de lenguaje escrito y fiable de los movimientos, de los
dinamismos, del espacio y de todas las acciones motrices del cuerpo, con lo que
iba mucho más lejos de lo que hasta el momento había conseguido cualquier otro
tipo de transcripciones coreográficas.

Este sistema, llamado cinetografia o labanotación, fue realizado a partir de


un análisis cuidadoso de los principios del movimiento y del espacio: cuerpo,
dinamismo, espacio, flujo ... y de sus infinitas combinaciones. Más tarde, ya en
Inglaterra (1938), Laban profundiza en sus investigaciones sobre la labanotación y
empieza a definir su segundo sistema, más relacionado con el aspecto filosófico,
pedagógico y artístico del arte del movimiento y de la enseñanza de la danza. Este
segundo sistema, llamado a veces danza-expresiva, danza libre, danza-creativa o
bien danza educativa moderna, se basa en los nuevos conceptos sobre la danza
moderna que él mismo había definido. Lejos de ser un inventario de ejercicios
técnicos codificados, que impone un estilo a seguir, la danza educativa moderna
ofrece un conjunto de principios y conceptos sobre el arte del movimiento, con la
finalidad de servir como guía de investigación y de reflexión sobre la manera de
efectuar y concebir el movimiento.

La riqueza de este sistema educativo reside en el hecho de que, a partir de


unos temas específicos, el individuo ha de explorar y familiarizarse con el
movimiento, llegando a descubrir su propia técnica y elaborar su propio lenguaje
gestual; vive así lo que es el aprendizaje del movimiento con una vivencia creativa
de un arte inteligente.

Esta metodología, basada en el conocimiento y la exploración de temas de


movimiento -a partir de la concienciación corporal, la utilización del espacio o de la
forma y el dominio del esfuerzo ... - permite a nivel práctico fomentar una actitud
de auto independencia, en la que el individuo desarrolla su propia iniciativa, la
reflexión y la creatividad, al mismo tiempo que el dominio de su cuerpo. Filosofla
del arte del movimiento

Rudolf Laban fue instruido en el pensamiento clásico y, tal y como señala Kurt
Joos,[8] fue el Timaeus de Platón la obra que más le influyó en cuanto a la
concepción del espacio se refiere: Platón sostenía la idea de la existencia de una
unión fundamental entre el macrocosmos y el microcosmos, es decir, entre el
universo y el ser humano. Laban también consideró la relación entre la parte y
el todo. En el mismo libro, Platón distinguió cuatro tipos de sólidos
geométricamente perfectos. Laban también se interesó por el estudio de los
cristales y consideró el icosaedro la figura mediante la cual el cuerpo humano
puede expresar mejor las relaciones espaciales y proyectar todas las tensiones
posibles. La anatomía humana, la estructura celular y el cosmos se unen y
relacionan en el icosaedro.
Uno de los conceptos fundamentales al hablar del espacio en el caso de Laban es
la kinesfera: se trata de una especie de esfera tridimensional imaginaria que rodea
el cuerpo. Su circunferencia se alcanza con las extremidades del cuerpo estiradas
sin cambiar el punto de apoyo. La esfera se traslada con la persona, la persona
nunca sale de ella, la lleva como caparazón. Dentro de la kinesfera, el cuerpo del
bailarín es una forma claramente delimitada, extendida como superficie, alejada
del suelo verticalmente y en la que se da una clara división entre centro del cuerpo
y periferia. La materialidad del cuerpo y la gravedad están muy presentes en
Laban; el cuerpo del bailarín se orienta por razones físicas según las escalas de la
geometría euclidiana y la perspectiva central. La kinesfera constituye un espacio y
una forma de desarrollar la experiencia espacio-temporal que sirve para la
generación del movimiento. El movimiento es arquitectura viva, gracias al
movimiento humano el bailarín traza formas en el espacio.
Dentro de la Kinesfera ocurren los cambios que crean una serie de formas. Laban
cita los siguientes factoresque inciden en dichas formas:
–  Dimensión: se toman en cuenta la altura, la anchura y la profundidad. Según
estos factores pueden predominar en el movimiento las siguientes direcciones que
forman la cruz dimensional: hacia arriba/hacia abajo; hacia la derecha/ hacia la
izquierda; hacia delante/hacia detrás.
–  Proximidad en relación al cuerpo: se toma en cuenta si el movimiento se da
cerca del centro del cuerpo o lejos del mismo.
–  Planos: identifica tres planos en relación a las dimensiones antes citadas:
◦ Plano puerta o plano frontal.

◦ Plano mesa o plano transversal.

◦ Plano rueda o plano sagital.

–                     Dirección central o periférica en relación al centro del


cuerpo:un movimiento que empieza desde fuera del cuerpo hacia el centro del
mismo, es un movimiento periférico. En cambio, un movimiento que surge en el
centro del cuerpo y su dirección es hacia fuera, es un movimiento central.
–Elementos del espacio: para Laban el cuerpo tiene dos actitudes hacia el
espacio que producen dos cualidades de movimiento: flexible y directa. Dichas
cualidades están relacionadas con el punto de partida de los movimientos. La
cualidad directa está relacionada con el origen periférico del movimiento: la
actividad se realiza en el punto más lejano del centro del cuerpo o en las
extremidades de un miembro, movimiento que se proyecta hacia fuera del cuerpo,
su sensación es directa hacia el espacio, las articulaciones de curvatura se
extienden y abarcan más espacio; la sensación es distante y fría. La cualidad
flexible está relacionada con el origen central del movimiento: la actividad se
origina en el centro del cuerpo o en las articulaciones de un miembro conectado al
tronco, nacen interiormente y a través de impulsos fluyen hacia el exterior, su
sensación es personal, interna, cercana, flexible, de plasticidad, indirecta, las
articulaciones de curvatura se doblan, abarcan menos espacio.
La kinesfera llevada al campo de la arquitectura nos remite inmediatamente a las
cúpulas geodésicas: se trata de un poliedro generado a partir de un icosaedro o
cualquiera de los sólidos platónicos. Fueron patentadas en 1947 por el arquitecto
Richard Buckminster Fuller (1895-1983), cuya obra más famosa fue la esfera del
pabellón USA en la Exposición Universal de Montreal de 1967.
Laban fue conocido por ser el creador de un sistema de notación del movimiento:
quiso crear un código que no limitase la técnica de la danza, que permitiese al
bailarín liberarse del lenguaje encorsetado del que no sabía salir por no poder
memorizar la riqueza infinita de sus movimientos. Tomando una actitud objetiva y
científica, Laban consiguió establecer una técnica de lenguaje escrito y fiable de
los movimientos, de los dinamismos, del espacio y de todas las acciones motrices
del cuerpo, con lo que iba mucho más lejos de lo que hasta el momento había
conseguido cualquier otro tipo de transcripción coreográfica. Para Laban, la danza
va más allá de la expresión de las emociones internas, y es a partir del análisis del
cuerpo en el espacio que encuentra la posibilidad de llegar a la expresión
adecuada.

La armonía es otro de los conceptos arquitectónicos que se repite con frecuencia


en el trabajo de Laban y adquiere diferentes matices: coordinación perfecta,
equilibrio entre fuerzas que tiran en direcciones opuestas, reconciliación de lo
interno y lo externo, y de lo externo con el infinito, etc. Laban se interesó por los
descubrimientos matemáticos de Pitágoras; tenía la convicción de que las mismas
leyes se podían aplicar tanto en el universo como en la música. Además, Laban
creía que debía existir una congruencia estructural entre el ser humano, su
movimiento y el cosmos. Aplicaba el concepto de armonía al cuerpo y a la mente;
sabemos que para Laban el movimiento era algo más que la parte visible, tenía
que ver con la satisfacción, la comunicación y la expresión. Cuando hablaba de
armonía, lo hacía para aplicarla al conjunto del ser humano, tal y como se deduce
de su siguiente afirmación:

An intensive study of the relationship between the architecture of the human body
and its pathways in space facilitates the finding of harmonious patterns (…).We
have to experience harmony in real bodily-mental participation.[9]
Laban buscaba la armonía del movimiento en el espacio lo cual significa que el
cuerpo coopere con los patrones de la naturaleza en el espacio. En la búsqueda
de la armonía, diseñó las “escalas de movimiento”: la estructura anatómica del
cuerpo determina secuencias de movimientos naturales que unen las diferentes
partes del cuerpo siguiendo una estructura lógica. Las escalas surgen a partir del
estudio de las funciones físicas y mentales incluidas en acciones cotidianas y de la
danza. Mediante la selección, el orden y el establecimiento de relaciones de los
movimientos en el espacio, se consigue la armonía. Laban diseñó varias escalas y
las planteaba para el entrenamiento diario del bailarín; son herramientas válidas
para explorar y experimentar la armonía y también para descubrir la relación e
interacción entre el cuerpo y el espacio.

Gracias a la visión espacial que Laban sintetiza minuciosamente, observamos que


la labor del bailarín es “habitar poéticamente”, moviéndose a lo largo de
determinados recorridos que le producen sensaciones inesperadas y cambiantes.
La arquitectura es una coreografía de movimientos para el ser humano, así como
la danza es la arquitectura de los movimientos del cuerpo. El espacio es un vacío
amorfo hasta que se le dan fronteras, se emplazan en él las personas y los
objetos. Entonces comienza a tener propiedades, como anchura y profundidad,
paredes y espacios abiertos, primer plano y fondo. El cuerpo en el espacio es el
elemento escultural básico de la coreografía. Los cuerpos están en el espacio y se
mueven a través de él, con unas dimensiones que transforman el vacío en un
espacio concreto.

RUDOLF LABAN
Archivo:Laban.jpg
Rudolf Laban y su notación

Su vida
 Bailarín y coreógrafo austríaco de origen Húngaro. Inicialmente estudió
arquitectura en la École des Beaux-Arts en París, para formarse como bailarín en
esta ciudad. Estudió además la danza negra y árabe, y se interesó por la
escenografía, el arte dramático, la pintura y el teatro.

 Es considerado como el Creador de la Danza Moderna en Europa Central.

 Refinó la apreciación y la observación del movimiento al punto de llegar a


desarrollar un método para experimentar, ver, describir y anotar movimiento
hasta que las implicancias funcionales y expresivas quedaran en total evidencia.
Fue así como mecanizó la danza a través de patrones de movimiento,
provenientes de diversas situaciones o disciplinas, desde las artes marciales
hasta las personas con discapacidad física o mental.

 Su método de notación matemática documentó todas las poses del


movimiento humano y posibilitó a los coreógrafos poder registrar los pasos de
los bailarines, y otros desplazamientos corporales, así como también su ritmo.

Archivo:Images (15).jpg
Primeros acercamientos a la técnica del Icosaedro

 El desarrollo de su carrera como arquitecto, pintor y bailarín, ocurrió


durante el Siglo XIX, época de grandes cambios, producto de la Revolución
industrial, y la aparición de nuevos movimientos artísticos, y político –
revolucionarios en Europa, no obstante el momento en el que desarrolló sus
obras, fue una época de crisis, guerras y despotismos por el político y social. Sin
embargo, y a pesar de lo ocurrido, esta se caracteriza por ser un periodo de
avances tecnológicos e intelectuales.
Labanotación
Archivo:A8c2d16a619c508ad1da3a6cfa9eef50.jpg
Técnica del icosaedro
Consiste en el análisis del movimiento basado en la teoría del esfuerzo.
Consta de una serie de símbolos, dentro de una barra de notación que tienen
como fin, reconocer y registrar movimientos, desplazamientos y motivos.
Archivo:C11ea9a84a1a08b4dc8f10f1245e4fa6.png
Representación de la técnica del Icosaedro
Este Análisis provee un vocabulario sistemático para describir movimientos de
manera cualitativa y cuantitativa. Es aplicable a la danza, los deportes, el teatro,
la danza terapia, la psiquiatría, la antropología, la sociología. En las artes
escénicas posibilita la observación exhaustiva para ampliar el espectro del
vocabulario en expresividad y funcionalidad. Para lo terapéutico, posibilita una
mayor comprensión de los sutiles cambios del manejo del cuerpo y las
consecuencias en el significado y la adaptación al medio ambiente.
Este sistema utiliza símbolos, los cuales funcionan como letras o frases que
describen distintos aspectos del movimiento, tales como:
la dirección y nivel de un movimiento en el espacio. las partes del cuerpo que
hacen el movimiento. la duración del movimiento en el tiempo. la dinámica
(energía, intenciones, emociones, actitudes) del movimiento.
Para llevar a cabo el entendimiento de esto, se separa por partes:

Barra
Archivo:Sobre-labanotacion-figura-02-division-de-columnas-de-la-barra-2.png
Explicación de la Barra de notación
Al igual que en la música, se hace uso de una especia de pentagrama en la que
se anotan los movimientos, esta se subdivide en varias columnas. Cada columna
recoge los símbolos que describen los movimientos de una parte del cuerpo en
particular.
A la izquierda de la línea central se encuentran las indicaciones para la parte
izquierda del cuerpo, a la derecha para la parte derecha. Para el torso y la
cabeza, no sirve una división izquierda-derecha, escribiendo estas partes a la
izquierda y a la derecha de la línea central.

Posiciones
Archivo:Sobre-labanotacion-figura-04-las-direcciones-horizontales.png
Símbologías de direcciones horizontales
Para describir el movimiento de una parte del cuerpo, se utiliza el Sistema de
Coordenadas Estándar. Este sistema de coordenadas está unido a la persona en
movimiento. La posición media o Place (en la que no se flecta, ni se releva
ninguna parte del cuerpo) es representado por un rectángulo. Las direcciones
en el plano horizontal son indicadas en los ángulos de 45º por diversos
símbolos.
Archivo:Sobre-labanotacion-figura-05-las-direcciones-verticales.png
Simbología de direcciones en vertical
La dirección vertical es agregada a estos símbolos trazando rayas en forma
diferente. *Para indicar la dirección hacia abajo, los símbolos se trazan con rayas
negras.

 Para la dirección hacia arriba se utiliza un trazado a rayas.


 Para las direcciones que verticalmente se encuentran a nivel medio se
utiliza un punto en el símbolo.

No obstante, para el apoyo se habla de:

 Nivel medio cuando todo el pie está en el suelo y las rodillas están
extendidas.
 Nivel bajo cuando las rodillas están dobladas.
 Nivel alto cuando la persona en movimiento está en las puntas con
piernas extendidas.
Tiempos
Archivo:Over-labanotation-figuur-09-het-ritme-in-een-vierkwartsmaat.png
Grafica del tiempo en la barra, conformado por los símbolos y su longitud en esta

 El tiempo se indica con la barra


 La longitud de un símbolo corresponde a la duración del movimiento.
 La raya ubicada en la barra, indica la división en compases.
 Al inicio de la barra, se deja espacio libre bajo la raya de compás doble,
para indicar cual será la posición inicial.

Campo de Estudio
 El Cuerpo: En la que se describe la estructura y las características físicas
del cuerpo mientras este se mueve.

 El Esfuerzo: Llamado también Dinámica; se centra en comprender la


características más sutiles con respecto a la intención.

 La Forma: Es esta categoría la encargada de describir la forma del cuerpo


durante las acciones y ver como este va cambiando.

 El Espacio: Esta categoría involucra el movimiento en conexión con el


medio y con las formas espaciales, los recorridos, y las líneas de tensión
espacial.

Permitiendo de esta manera entender, observar, describir y aprender a anotar -


escribir todas las formas del movimiento.

Técnica del Icosaedro


Archivo:Rlaban-5-2.jpg
Presentación de danza
Es el método que permite entender los puntos de proyección del cuerpo
humano, permitiendo una mayor precisión en el movimiento. Esto se
representa a través de la Kinesfera, un volumen que siempre rodea al cuerpo
humano, trabajando con la longitud, anchura y profundidad, forma y espacio,
superficie, orientación y posición.
El instrumento principal de este estudio es el cuerpo humano, el segundo es el
espacio, donde se mueve el cuerpo y donde dibuja las formas y el tercer
elemento de análisis corresponde a las cualidades de movimiento que describe
como el cuerpo se mueve y dibuja formas en el espacio.
Para llegar a esta figura geométrica, se comienza con la utilización de un rombo,
el cual posteriormente se transforma en un cubo, el cual presenta 12 distintas
direcciones:

1. arriba-derecha
2. abajo-detrás
3. izquierda-delante
4. abajo-derecha
5. arriba-detrás
6. derecha-delante
7. abajo-izquierda
8. arriba-delante
9. derecha-detrás
10. arriba-izquierda
11. abajo-delante
12. izquierda-detrás

Laban elaboró la primera notación en análisis de movimiento, que actualmente


conocemos como el AML. Una forma de desglosar y observar el movimiento corporal, con un
vocabulario propio, que se fundamenta en las palabras “esfuerzos y forma”, y que con la
colaboración de Lamb (1969) se incluyen también las coordenadas con referencias espaciales
(Laban, 1978). Mediante el estudio que realiza con bailarines de ballet, hasta el realizado por
cualquier individuo en su cotidianeidad, elabora la kinetografía o Labanotation, el sistema
complejo de anotación del movimiento que desarrolla los conceptos de esfuerzo y forma (effort-
shape) (Fischman, 2001). La Labanotation es un código de símbolos creado desde una perspectiva
científica, que se convierte en un lenguaje escrito del movimiento; una transcripción de lo que
sucede con el cuerpo, sus dinámicas, el uso del espacio, las acciones, de una forma fiable y
objetiva (Lizarraga, 2014).

Considerado el creador de la escuela de Danza Moderna de Europa Central,


Laban (1879-1958), que estudió arquitectura en l’École des Beaux Arts de Paris,
realizó un gran trabajo en el campo del análisis del movimiento en relación al
espacio. Le tocó vivir una época crucial de la historia tanto a nivel político como
artístico: desde finales del siglo XIX a mediados del XX Europa vivió un periodo
convulso en muchos aspectos y en este ambiente de cambio continuo, Laban
intercambió experiencias con muchos bailarines y coreógrafos como Mary Wigman
y Kurt Joos; directores de teatro como David Giles y Joan Littlewood, y actores
como Robert Stephens y Bernard Hepton. Alwin Nikolais y Pina Bausch son
notables figuras de la danza contemporánea que recibieron una marcada
influencia de Laban.
Todos los biógrafos y estudiosos de Laban coinciden en afirmar que fue un
personaje singular que se movió en campos muy diversos con un denominador
común; el movimiento humano. Estudió el movimiento en relación a la terapia, el
trabajo, la notación, la pedagogía, etc. Sintetizar la vida y obra de Laban no es
fácil; tal y como afirma John Hodson en una de las biografías más completas, la de
Laban fue una “vida complicada, variada y traumática”.[1] Puesto que vivió en
diferentes países, era capaz de hablar muchos idiomas y trabajó bajo regímenes
políticos diversos.
La principal fuente de información para conocer el trabajo de Laban son sus libros,
entre los que cabe destacar The mastery of movement,[2] Modern educational
dance[3] y Choreutics[4] que recogen los fundamentos de su análisis del
movimiento. Hay que destacar la capacidad que tenía Laban para la observación
del movimiento junto con su capacidad de síntesis, lo que le permitió explicar de
manera clara y sistemática los fundamentos de su gramática corporal en sus
libros.
Además de ser bailarín y coreógrafo, su actividad estuvo ligada a las artes
plásticas, sobre todo entre 1900-1909, periodo en el que estuvo casado con la
pintora Martha Fricke y en el que él mismo se dedicó también a la pintura. Desde
1910 hasta el estallido de Primera Guerra Mundial en 1914 trabajó como pintor e
ilustrador en Múnich mientras investigaba sobre cuestiones relacionadas con la
notación del movimiento y realizaba experimentos en el campo de la danza.

El movimiento concebido como arte fue la principal preocupación de Laban


durante toda su vida y obra, hasta el punto que lo consideraba parte integrante e
inseparable de la existencia misma del ser humano. El movimiento es
pensamiento, emoción, acción, expresión y está presente en todas las artes y en
todo aquello que forma el mundo externo e interno del ser humano. El espacio
surge a través del movimiento y a la vez, es el espacio el que determina la relación
entre los objetos y la persona. En relación a la danza, el espacio posibilita la
producción de expresión y significado, lo mismo que ocurre con la arquitectura.
Laban comparaba el cuerpo humano con una estructura arquitectónica y
destacaba su estructura simétrica. La sensibilización del cuerpo del bailarín es
básica para la interacción del mismo con otros cuerpos, objetos o el espacio que lo
rodea. El cuerpo está en continuo intercambio con el entorno y ya no es un órgano
fronterizo y se convierte en una metáfora arquitectónica interesante, si concebimos
el edificio como un ente orgánico en el que se desarrollan tanto los procesos
externos como internos. La frontera entre interior y exterior ya no es sólo un límite
sino que en ella tienen lugar infinidad de procesos de intercambio. La piel del
edificio, como la piel del bailarín, se puede entender como zona de contacto.

Laban dividió el cuerpo humano en tres áreas:

• Cabeza: en la que se incluyen la vista, el oído, el olfato y el gusto. Es el área de


la actividad mental y psicológica.

• Tronco: es el área de la actividad metabólica.

• Extremidades: relacionadas con la movilidad y la gesticulación. Las piernas


sirven para la locomoción, las transferencias de peso, los giros, los saltos, ayudan
a mantener el equilibrio, etc. Los brazos son los principales órganos de la
gesticulación, además de realizar su labor cogiendo, tocando y manipulando
objetos.

El cuerpo del bailarín se mueve en el espacio y el movimiento es el aspecto


visible. Según Laban[5], el movimiento significa cambio y el espacio es el lugar
donde ocurre: el bailarín debe conectar el cuerpo de manera eficaz y armónica con
el espacio. La siguiente frase refleja la importancia que daba Laban al espacio:
“Our bodies displace space, move in space, and motion in space exists within
us”. [6]
Laban resume en una tabla los aspectos elementales necesarios para la
observación de las acciones en relación al espacio:[7]
Rudolf Laban fue instruido en el pensamiento clásico y, tal y como señala Kurt
Joos,[8] fue el Timaeus de Platón la obra que más le influyó en cuanto a la
concepción del espacio se refiere: Platón sostenía la idea de la existencia de una
unión fundamental entre el macrocosmos y el microcosmos, es decir, entre el
universo y el ser humano. Laban también consideró la relación entre la parte y
el todo. En el mismo libro, Platón distinguió cuatro tipos de sólidos
geométricamente perfectos. Laban también se interesó por el estudio de los
cristales y consideró el icosaedro la figura mediante la cual el cuerpo humano
puede expresar mejor las relaciones espaciales y proyectar todas las tensiones
posibles. La anatomía humana, la estructura celular y el cosmos se unen y
relacionan en el icosaedro.
Uno de los conceptos fundamentales al hablar del espacio en el caso de Laban es
la kinesfera: se trata de una especie de esfera tridimensional imaginaria que rodea
el cuerpo. Su circunferencia se alcanza con las extremidades del cuerpo estiradas
sin cambiar el punto de apoyo. La esfera se traslada con la persona, la persona
nunca sale de ella, la lleva como caparazón. Dentro de la kinesfera, el cuerpo del
bailarín es una forma claramente delimitada, extendida como superficie, alejada
del suelo verticalmente y en la que se da una clara división entre centro del cuerpo
y periferia. La materialidad del cuerpo y la gravedad están muy presentes en
Laban; el cuerpo del bailarín se orienta por razones físicas según las escalas de la
geometría euclidiana y la perspectiva central. La kinesfera constituye un espacio y
una forma de desarrollar la experiencia espacio-temporal que sirve para la
generación del movimiento. El movimiento es arquitectura viva, gracias al
movimiento humano el bailarín traza formas en el espacio.
Dentro de la Kinesfera ocurren los cambios que crean una serie de formas. Laban
cita los siguientes factoresque inciden en dichas formas:
–  Dimensión: se toman en cuenta la altura, la anchura y la profundidad. Según
estos factores pueden predominar en el movimiento las siguientes direcciones que
forman la cruz dimensional: hacia arriba/hacia abajo; hacia la derecha/ hacia la
izquierda; hacia delante/hacia detrás.
–  Proximidad en relación al cuerpo: se toma en cuenta si el movimiento se da
cerca del centro del cuerpo o lejos del mismo.
–  Planos: identifica tres planos en relación a las dimensiones antes citadas:
◦ Plano puerta o plano frontal.

◦ Plano mesa o plano transversal.

◦ Plano rueda o plano sagital.

–                     Dirección central o periférica en relación al centro del


cuerpo:un movimiento que empieza desde fuera del cuerpo hacia el centro del
mismo, es un movimiento periférico. En cambio, un movimiento que surge en el
centro del cuerpo y su dirección es hacia fuera, es un movimiento central.
–Elementos del espacio: para Laban el cuerpo tiene dos actitudes hacia el
espacio que producen dos cualidades de movimiento: flexible y directa. Dichas
cualidades están relacionadas con el punto de partida de los movimientos. La
cualidad directa está relacionada con el origen periférico del movimiento: la
actividad se realiza en el punto más lejano del centro del cuerpo o en las
extremidades de un miembro, movimiento que se proyecta hacia fuera del cuerpo,
su sensación es directa hacia el espacio, las articulaciones de curvatura se
extienden y abarcan más espacio; la sensación es distante y fría. La cualidad
flexible está relacionada con el origen central del movimiento: la actividad se
origina en el centro del cuerpo o en las articulaciones de un miembro conectado al
tronco, nacen interiormente y a través de impulsos fluyen hacia el exterior, su
sensación es personal, interna, cercana, flexible, de plasticidad, indirecta, las
articulaciones de curvatura se doblan, abarcan menos espacio.
La kinesfera llevada al campo de la arquitectura nos remite inmediatamente a las
cúpulas geodésicas: se trata de un poliedro generado a partir de un icosaedro o
cualquiera de los sólidos platónicos. Fueron patentadas en 1947 por el arquitecto
Richard Buckminster Fuller (1895-1983), cuya obra más famosa fue la esfera del
pabellón USA en la Exposición Universal de Montreal de 1967.
Laban fue conocido por ser el creador de un sistema de notación del movimiento:
quiso crear un código que no limitase la técnica de la danza, que permitiese al
bailarín liberarse del lenguaje encorsetado del que no sabía salir por no poder
memorizar la riqueza infinita de sus movimientos. Tomando una actitud objetiva y
científica, Laban consiguió establecer una técnica de lenguaje escrito y fiable de
los movimientos, de los dinamismos, del espacio y de todas las acciones motrices
del cuerpo, con lo que iba mucho más lejos de lo que hasta el momento había
conseguido cualquier otro tipo de transcripción coreográfica. Para Laban, la danza
va más allá de la expresión de las emociones internas, y es a partir del análisis del
cuerpo en el espacio que encuentra la posibilidad de llegar a la expresión
adecuada.

La armonía es otro de los conceptos arquitectónicos que se repite con frecuencia


en el trabajo de Laban y adquiere diferentes matices: coordinación perfecta,
equilibrio entre fuerzas que tiran en direcciones opuestas, reconciliación de lo
interno y lo externo, y de lo externo con el infinito, etc. Laban se interesó por los
descubrimientos matemáticos de Pitágoras; tenía la convicción de que las mismas
leyes se podían aplicar tanto en el universo como en la música. Además, Laban
creía que debía existir una congruencia estructural entre el ser humano, su
movimiento y el cosmos. Aplicaba el concepto de armonía al cuerpo y a la mente;
sabemos que para Laban el movimiento era algo más que la parte visible, tenía
que ver con la satisfacción, la comunicación y la expresión. Cuando hablaba de
armonía, lo hacía para aplicarla al conjunto del ser humano, tal y como se deduce
de su siguiente afirmación:

An intensive study of the relationship between the architecture of the human body
and its pathways in space facilitates the finding of harmonious patterns (…).We
have to experience harmony in real bodily-mental participation.[9]
Laban buscaba la armonía del movimiento en el espacio lo cual significa que el
cuerpo coopere con los patrones de la naturaleza en el espacio. En la búsqueda
de la armonía, diseñó las “escalas de movimiento”: la estructura anatómica del
cuerpo determina secuencias de movimientos naturales que unen las diferentes
partes del cuerpo siguiendo una estructura lógica. Las escalas surgen a partir del
estudio de las funciones físicas y mentales incluidas en acciones cotidianas y de la
danza. Mediante la selección, el orden y el establecimiento de relaciones de los
movimientos en el espacio, se consigue la armonía. Laban diseñó varias escalas y
las planteaba para el entrenamiento diario del bailarín; son herramientas válidas
para explorar y experimentar la armonía y también para descubrir la relación e
interacción entre el cuerpo y el espacio.

Gracias a la visión espacial que Laban sintetiza minuciosamente, observamos que


la labor del bailarín es “habitar poéticamente”, moviéndose a lo largo de
determinados recorridos que le producen sensaciones inesperadas y cambiantes.
La arquitectura es una coreografía de movimientos para el ser humano, así como
la danza es la arquitectura de los movimientos del cuerpo. El espacio es un vacío
amorfo hasta que se le dan fronteras, se emplazan en él las personas y los
objetos. Entonces comienza a tener propiedades, como anchura y profundidad,
paredes y espacios abiertos, primer plano y fondo. El cuerpo en el espacio es el
elemento escultural básico de la coreografía. Los cuerpos están en el espacio y se
mueven a través de él, con unas dimensiones que transforman el vacío en un
espacio concreto.

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