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INTRODUCCIÓN GENERAL
EL BOSQUEJO DE LA CARTA:
I. La Salutación (1:1-7).
II. El Deseo de Pablo de Visitar Roma (1:8-15)
III. El Tema de la Carta: El Justo Por La Fe Vivirá (1:16,17).
SEXTA SECCIÓN: La Justicia por medio de la Fe Nos Libra del Reinado del Pecado y la
Muerte (5:12 - 8:39).
SÉPTIMA SECCIÓN: La Justicia por medio de la Fe Siempre ha sido el Plan de Dios para
Judíos y Gentiles (9:1 - 11:36).
OCTAVA SECCIÓN: La Justicia por medio de la Fe es la base para una Vida Dedicada a Dios
(12:1-15:13).
I. La Salutación (1:1-7)
II. El Deseo de Pablo de Visitar Roma (1:8-15)
III. El Tema de la Carta: El Justo Por La Fe Vivirá (1:16,17)
SÉPTIMA SECCIÓN: La Justicia por medio de la Fe Siempre ha sido el Plan de Dios para
Judíos y Gentiles (9:1 - 11:36).
OCTAVA SECCIÓN: La Justicia por medio de la Fe es la base para una Vida Dedicada a Dios
(12:1-15:13).
En este curso estaremos examinando el texto versículo por versículo, frase por frase y en
muchos casos palabra por palabra. Para ayudarle a identificar la porción exacta del texto
bajo consideración ésta se escribirá en letras cursivas. Por ejemplo, en esta misma página
notará en la explicación de 1:1 que el punto A. es Pablo y el punto 1 bajo esto es siervo de
Jesucristo, señalando por medio de las letras cursivas que todo el punto A. tiene que ver con
esta primera palabra en 1:1 y que el punto 1. tiene que ver con la frase descriptiva de él
como siervo de Jesucristo que también se encuentra en 1:1.
Cuando se incluye la palabra griega de la cual se traduce una palabra o frase el vocablo
griego se escribirá subrayado. Por ejemplo, en esta misma página, el inciso a. bajo el punto
1. es la palabra siervo y la palabra griega traducida siervo es doulos. Cuando encuentra una
palabra así que le parece extraña y está subrayada es porque se trata de la palabra griega.
El texto usado es la versión de 1960 aunque otras versiones se citan cuando se considera
necesario para aclarar el significado del texto original o para aclarar cierta confusión que
pueda surgir de algunas traducciones modernas.
A pesar de ser un estudio de los detalles de cada versículo es MUY IMPORTANTE también
no perder de vista el mensaje general del libro entero y de cada sección. De vez en cuando
encontrará un mensaje en una cajita como ésta. Su propósito es recordarle del mensaje
general de la sección que estamos estudiando.
Hay 25 secciones de preguntas sobre este estudio. Es aconsejable contestar cada sección de
preguntas cuando termine de estudiar la porción del curso que corresponde a estas
preguntas. Incluimos un aviso después de cada sección.
INTRODUCCIÓN (1:1-17)
I. LA SALUTACIÓN (1:1-7).
A. Pablo (1:1)
1. siervo de Jesucristo
a. siervo = doulos y se refiere a un esclavo, pero en este caso es esclavo
VOLUNTARIO por amor a Cristo (compare Éxodo 21:5,6). A Cristo
pertenece y a Cristo sirve. El siervo está sujeto a la voluntad de su maestro.
b. de Jesucristo = Pablo sabe a quién sirve.
c. Refleja la humildad y la sumisión.
2. llamado a ser apóstol
a. llamado = No escogió este ministerio sino que Cristo Mismo lo llamó a servir
de esta manera en Su iglesia (Gálatas 1:1; Hechos 9:15; 22:14,15; 26:16-18).
b. apóstol = literalmente uno que fue ENVIADO como representante de otro o
sea parecido a un embajador (compare Hechos 26:17 "te envío" = apostello.
Pero en el Nuevo Testamento se aplica casi siempre a los doce discípulos
escogidos personalmente por Jesucristo para un ministerio especial en Su reino
(Lucas 6:12,13) (y posteriormente a Matías y Pablo); vea también Efesios 4:11.
c. Autoridad y responsabilidad.
3. apartado para el evangelio de Dios
a. Lea Gálatas 1:15,16
b. Compare la vida del profeta Jeremías (Jeremías 1:5).
c. Apartado de su vida anterior en el judaísmo y dedicado a una vida nueva en el
evangelio de Dios.
d. Apartado y dedicado a una misión muy especial: la predicación del evangelio
de Dios a toda criatura.
B. el evangelio de Dios (1:1-4)
1. Es el evangelio (1:1) = BUENAS NUEVAS.
a. euangelion en el griego.
b. Una forma u otra de esta palabra se usa 13 veces en Romanos
c. Es el evangelio; hay solamente un evangelio legítimo.
d. Ya que es una palabra tan importante en esta epístola y en el nuevo pacto, a
continuación se incluye una lista completa de los textos donde aparece la
palabras griegas euangelion (evangelio) y euangelidzo (predicar el evangelio).
euangelion: Mateo 4:23; 9:35; 24:14; 26:13; Marcos 1:1,14,15; 8:35; 10:29;
13:10; 14:9; 16:15; Hechos 15:7; 20:24; Romanos 1:1,9,16; 2:16; 10:16; 11:28;
15:16,29; 16:25; I Corintios 4:15; 9:12,14,18,23; 15:1; II Corintios 2:12; 4:3,4;
8:18; 9:13; 10:14; 11:4,7; Gálatas 1:6,7,11; 2:2,5,7,14; Efesios 1:13; 3:6;
6:15,19; Filipenses 1:5,7,12,17,27; 2:22; 4:3,15; Colosenses 1:5,23; I
Tesalonicenses 1:5; 2:2,4,8,9; 3:2; II Tesalonicenses 1:8; 2:14; I Timoteo 1:11;
II Timoteo 1:8,10; 2:8; Filemón 13; I Pedro 4:17; Apocalipsis 14:6.
euangelidzo: Mateo 11:5; Lucas 1:19; 2:10; 3:18; 4:18,43; 7:22; 8:1; 9:6;
16:16; 20:1; Hechos 5:42; 8:4,12,25,35,40; 10:36; 11:20; 13:32; 14:7,15,21;
15:35; 16:10; 17:18; Romanos 1:15; 10:15; 15:20; I Corintios 1:17; 9:16,18;
15:1,2; II Corintios 10:16; 11:7; Gálatas 1:8,9,11,16,23; 4:13; Efesios 2:17;
3:8; I Tesalonicenses 3:6; Hebreos 4:2,6; I Pedro 1:12,25; I Pedro 4:6;
Apocalipsis 10:7; 14:6.
2. Es de Dios (1:1)
a. Su plan eterno lo diseñó.
b. Su amor lo hizo posible.
c. Su Hijo lo realizó.
d. Su Espíritu lo reveló.
e. La verdad a la cual Pablo fue apartado (y cada cristiano) y que él predicaba (al
igual que nosotros) es de origen DIVINO. Es el mensaje de buenas nuevas que
DIOS MISMO ha diseñado, realizado y revelado para Sus criaturas. Esta
convicción es fundamental para la obra de la evangelización (predicación del
evangelio).
3. Es lo que él había prometido (1:2)
a. por sus profetas
(1) Ellos únicamente comunicaron las promesas que Dios Mismo puso en sus
bocas (INSPIRADOS) (II Pedro 1:21). Dios lo prometió por ellos.
(2) Ellos no entendieron completamente las buenas nuevas que profetizaron (I
Pedro 1:10-12).
b. en las santas Escrituras
(1) La Biblia disponible cuando la iglesia comenzó en el primer siglo era las
Escrituras del Antiguo Testamento.
(2) Estas Escrituras son SANTAS porque contienen el mensaje DIVINO.
(3) El evangelio que Pablo anuncia fue prometido en el Antiguo Testamento
en mucho detalle y él apeló frecuentemente al Antiguo Testamento para
convencer a los judíos de la veracidad del evangelio (compare Hechos
17:2,3; 13:32-41; I Corintios 15:3,4 y Romanos 1:17; 3:21). En realidad
Pablo declara que él no dijo "nada fuera de las cosas que los profetas y
Moisés dijeron que habían de suceder" (Hechos 26:22,23). Compare la
exhortación a Timoteo en II Timoteo 3:14-17, notando especialmente
3:15. Por tanto, creer en el mensaje legítimo del Antiguo Testamento
lógicamente resultará en creer en el mensaje legítimo del Nuevo
Testamento. Con razón Cristo les exhortó a los judíos a escudriñar las
Escrituras (Juan 5:39).
(4) Jesucristo insistió que El vino para CUMPLIR la ley del Antiguo
Testamento y lo hizo (Mateo 5:17; Lucas 24:44-47). [Vea ejemplos
específicos en el punto "c." abajo].
(5) Las santas Escrituras del Antiguo Testamento prometen este evangelio en
promesas, profecías, y sombras [tipos].
(6) La salvación del ser humano por medio del evangelio de Cristo NO es una
revisión de la estrategia de Dios para redimir a los hombres. Es la esencia
de la promesa de Dios presentada a los patriarcas y a la nación de Israel en
el Antiguo Testamento. ESTUDIE CON CUIDADO: Hechos 13:32; 26:6;
Romanos 4:13,14,16,20; 9:8,9; Gálatas 3:14,17,18,19,22,29; 4:23,28;
Efesios 2:12; 3:6; Hebreos 6:13,15,17; 9:15; 10:36; 11:39.
(7) Señala la unidad de los dos testamentos. El propósito eterno de Dios ha
sido continuo desde el principio del mundo y durante ambos testamentos.
(8) El Nuevo Testamento también se conoce ahora como "Escrituras" (II
Pedro 3:15,16) porque contiene solamente enseñanzas inspiradas también
(II Pedro 3:2).
(9) No solamente la persona de Jesucristo sino el NUEVO PACTO MISMO
fue prometido en las Escrituras del Antiguo Testamento (Jeremías 31:31-
34).
c. Ejemplos de PROFECÍAS acerca de Cristo en el Antiguo Testamento.
(1) Su nacimiento (Génesis 3:15; II Samuel 7:8,12; Isaías 7:14; 9:6; Miqueas
5:2).
(2) Su precursor: Juan (Isaías 40:13; Malaquías 3:1; 4:5,6).
(3) Su viaje a Egipto (Oseas 11:1).
(3) Su ministerio (Isaías 9:1,2; 42:1-4; 61:1,2).
(4) Su muerte por nuestros pecados y otros detalles sobre Su muerte (Isaías
53; Salmos 22; Zacarías 11:12,13; 13:7)
(5) Su resurrección (Salmos 16:10).
(6) Su exaltación (Salmos 110:1; 24:7-10).
(7) Su reino (Salmos 2; Daniel 2:44,45; 7:13-27; Isaías 2:2-4; Ezequiel 37:15-
28).
(8) Su reino de paz incluye a los Gentiles (Isaías 11:1-12; Salmos 117:1).
(9) Su juicio sobre Jerusalén y el templo de los judíos (Daniel 9:24-27;
Malaquías 1-5; 4:1-6).
4. Es acerca de Su Hijo (1:3,4)
a. nuestro señor Jesucristo
(1) Este evangelio enfoca una persona: el Hijo de Dios. NO es posible
predicar el evangelio en su forma correcta SIN relacionarlo principal y
directamente con la persona de Jesucristo. El evangelio contiene muchas
instrucciones PERO es vital relacionar estas instrucciones de manera
FUNDAMENTAL con el Hijo de Dios. De otra manera no se trata del
verdadero evangelio de Dios. Note con cuidado la esencia del evangelio
que Pablo predicaba en I Corintios 15:1-4.
(2) Nuestra relación con Él es la de "Señor" o maestro a "siervo" o esclavo.
Esta relación es primordial para ser discípulo legítimo de Cristo
(cristiano).
(3) Cualquier mensaje que NO reconoce que Jesucristo es "Hijo" de Dios
[DIOS por naturaleza y HOMBRE por naturaleza] NO es el verdadero
evangelio de Dios (vea, por ejemplo, las advertencias del apóstol Juan en I
Juan 2:21,22; 4:2,3,15; 5:1,5,10,13)
b. del linaje de David según la carne
(1) Esto lo identifica como el Mesías (ungido) o rey de la familia de David
prometido desde el tiempo de David (II Samuel 7:12-16).
(2) También declara la HUMANIDAD de Jesucristo.
(3) Jesús era del linaje de David tanto por medio de su "padre" legal (Mateo
1:1-16) como también por medio de su madre (Lucas 4:23-38).
(4) Pero todo esto es según la carne. Esto es lo que llegó a ser cuando fue
concebido en el vientre de María. La palabra griega traducida era en este
texto es genoménou del verbo ginomai que significa llegar a ser. Esto NO
lo era por naturaleza sino por nacimiento cuando el Verbo fue hecho carne
(Juan 1:14).
c. fue declarado Hijo de Dios con poder
(1) Ya ERA Hijo de Dios desde Su concepción en María por obra del Espíritu
Santo, pero aquí se trata de ser declarado, marcado [horizo] o señalado
Hijo de Dios con o por poder.
(2) según el Espíritu de santidad
(a) Probablemente causaría menos confusión si no se escribiera "espíritu"
con mayúscula en este texto porque parece que no se refiere a la
persona del Espíritu Santo sino al espíritu de santidad (pneuma
hagiosunes) de Jesucristo Mismo. Es Su hombre interior (espíritu) en
perfecta y divina santidad.
(b) Es importante notar el contraste entre según la carne y según el
Espíritu. En cuanto a la carne Jesucristo es hijo de David, pero en
cuanto al Espíritu es puramente Hijo de Dios. Ambos aspectos de Su
persona (hijo de David e hijo de Dios) y ambos aspectos de Su
ministerio (la humillación según la carne y la poderosa exaltación
según el Espíritu) son factores esenciales en las buenas nuevas de
Dios.
(3) por la resurrección de entre los muertos
(a) La resurrección es la manifestación específica de poder que lo marcó
como Hijo de Dios. Jesucristo hizo muchas señales durante Su
ministerio que lo señalaron como Hijo de Dios, pero Su resurrección
de entre los muertos lo declaró de una manera indiscutible. Estudie
con cuidado Hechos 13:29-39.
(b) Esto explica porque la resurrección de Jesucristo fue uno de los
enfoques principales en la predicación y la argumentación presentadas
por los apóstoles desde el día de Pentecostés en adelante (Hechos
2:22-36). La persona que acepta que Jesucristo fue resucitado de
entre los muertos está al mismo tiempo aceptando que es Hijo de
Dios. Es la prueba incomparable de Su Deidad. [Vea el cursillo
sobre "El Evangelio Según Juan" para más información sobre las
evidencias de la Deidad de Jesucristo y específicamente de Su
resurrección.]
(c) En cuanto a la relación entre el Espíritu Santo y la resurrección de
entre los muertos lea Romanos 8:11.
¿?
Ahora debe Contestar la sección de Preguntas #1
La obediencia de fe
a. Esta es la meta que Dios tenía en mente cuando entregó el apostolado a Pablo.
b. El ministerio de Pablo, o sea la predicación del evangelio de Dios, tiene como
meta que los hombres que lo escuchen tengan FE y como consecuencia sean
OBEDIENTES (compare 15:18).
c. La frase traducida la obediencia a la fe es del griego jupakoen pisteos que
significa literalmente "obediencia de fe". Otras versiones reflejan mejor el
sentido literal del griego:
(1) "para la obediencia de la fe" (Reina y Valera Actualizada).
(2) "la obediencia que proviene de la fe" (Nueva Versión Internacional).
(3) "crean en él y le obedezcan" (Dios Habla Hoy).
d. El concepto de la obediencia de la fe también concuerda con otras enseñanzas
del Nuevo Testamento que UNEN la fe verdadera y la obediencia. La
obediencia es el resultado natural de tener fe verdadera. Y la obediencia que
Dios acepta tiene que ser por causa de tener fe. Vea, por ejemplo, Hebreos
11:4-10; Colosenses 2:12,13; Santiago 2:17-26. Es una fe que obedece y al
mismo tiempo obediencia a la fe que Dios ha revelado.
e. Esta frase la obediencia a la fe, o como prefiero basándose en otras versiones,
la obediencia de la fe es un concepto de mucha importancia en Romanos. Lo
menciona específicamente al principio y al final de la carta (16:26). Y esta
frase nos ayuda a no malentender otras declaraciones en Romanos sobre ser
justificados o salvos POR FE sin las obras de la ley (Romanos 1:16,17; 3:28; y
muchos más). NO está diciendo que el hombre sea justificado por una fe que
no obedece SINO que el hombre no es justificado por obedecer perfectamente
una ley como la del Antiguo Testamento. Es justificado por su confianza (fe)
en Jesucristo, pero esta confianza o fe es una fe obediente. La fe que justifica
incluye la obediencia porque la voluntad de Dios, Su meta cuando se anuncia
el evangelio es LA OBEDIENCIA DE LA FE o sea FE OBEDIENTE.
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Preguntas #2
III. EL TEMA DE LA CARTA: (1:16,17)
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Preguntas #3
TODOS ESTÁN BAJO PECADO (1:18 - 3:20)
INTRODUCCIÓN:
Romanos 1:20
[Este estudio especial sobre la revelación de Dios a las naciones se basó en parte en información
recopilada por el hermano James Burton Coffman en su comentario sobre Romanos
(Commentary On Romans) publicado por Firm Foundation Publishing House en las páginas 32-
36.]
Aunque las naciones paganas no fueron escogidas para recibir la revelación de la ley divina
encontrada en el pacto que Dios hizo con la nación de Israel, no se quedaron sin ningún
conocimiento de Dios. Además del testimonio de la creación misma, recibieron mensajes de
Dios por varios medios, incluyendo, en algunos casos, profetas enviados directamente a los
gentiles.
Antes que Dios llamara a Abraham en Ur de los caldeos, Dios se daba a conocer a los
hombres y hubo hombres fieles de entre las naciones como Enoc, Noé y Melquisedec que
sirvieron al Dios vivo. Aunque la familia de Abraham servía a dioses extraños, en la misma
época había personas de otras familias que servían al Dios verdadero. Recuerde que
Melquisedec ya era sacerdote de Dios cuando Abraham lo conoció (Génesis 14:18-20).
Durante las vidas de Abraham, Isaac y Jacob muchos gentiles tuvieron conocimiento de
Jehová Dios. Ejemplos son: (1) el rey de Sodoma (Génesis 14:22); (2) los descendientes de
Abraham por medio de Agar (los ismaelitas - Génesis 21:8-21; 25:12-18) y Cetura (Génesis
25:1-4) [de estos nacieron algunas naciones árabes]; (3) los moabitas y amonitas por medio de
Lot (Génesis 19:36-38); (4) todo el área alrededor de Sodoma y Gomorra por el juicio que Dios
trajo contra las ciudades del valle; (5) Abimelec el rey de Gerar (Génesis 20:3); (6) los edomitas
por medio de Esaú hijo de Isaac; (7) los egipcios por medio de José hijo de Jacob.
La capital de la gran nación de Asiria, Nínive, recibió el mensaje de Dios directamente del
profeta Jonás y se arrepintieron y evitaron por varios años la destrucción de su ciudad (todo el
libro de Jonás). Todos los siervos del dios pagano Baal conocieron la diferencia entre su dios
muerto y el Dios vivo de Elías (I Reyes 18). Naamán recibió instrucciones del profeta Eliseo y
tanto él como también su señor el rey de Siria vieron el poder de Jehová cuando Naamán fue
curado de la lepra (II Reyes 5) y nuevamente cuando Dios cegó el ejército sirio y luego Eliseo
los soltó (II Reyes 6:8-23).
Aun durante el cautiverio en Babilonia siervos fieles de Dios como Sadrac, Mesac y Abed-
nego dieron la oportunidad a que los babilonios creyeran en Jehová (Daniel 3) y Daniel
manifestó también el poder y el mensaje de Dios. Ciro rey de los persas reconoció a Jehová
como Dios Soberano y debido a su respeto a Jehová permitió que los israelitas regresaran a
Jerusalén (II Crónicas 36:22,23). Para el tiempo del primer siglo había judíos morando en “todas
las naciones bajo el cielo” (Hechos 2:5). En muchos de estos lugares había sinagogas de los
judíos y algunos gentiles llegaron a creer en el Dios verdadero por medio de ellos. Un caso bien
conocido es el de Cornelio (Hechos 10:1,2).
Aunque los gentiles no recibieron las leyes y promesas del pacto hecho por medio de
Moisés, no se quedaron sin la oportunidad de conocer al Dios verdadero. Ellos, no el Señor, eran
los responsables por su incredulidad y su paganismo.
**********
Romanos 1:20
[El siguiente estudio presenta algunas evidencias cosmológicas del diseño divino. Esto es parte
de la revelación de la existencia de Dios que encontramos en las cosas hechas, revelación que en
forma sencilla está disponible a todo ser humano en toda la faz de la tierra. Este estudio fue
presentado en una reunión de las Conferencias del Golfo en Houston, Texas, y lo incluyo en su
formato original porque en algunos puntos se requiere la participación activa de algunos
oyentes.]
INTRODUCCIÓN:
A. Salmos 19:1
B. Romanos 1:19,20
C. Hebreos 11:3
D. Comparación de probabilidades:
6.7
1. El naipe: 1 de 7,311,616 (1 de 10 ).
2. Sobrevivir la caída del avión a 10,000 pies de altura sin paracaídas: 1 de 10
millones (1 de 107).
3. La existencia de la tierra (no de la vida).
1 de 10700. 10 con 100 ceros menos probable.
¿?
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Preguntas #4
TODOS ESTÁN BAJO PECADO
II. EL RELIGIOSO MORALISTA QUE JUZGA A OTRAS PERSONAS ESTA BAJO LA IRA
DE DIOS (2:1 - 3:20).
A. El Juicio de Dios contra el moralista quienquiera que seas tú que juzgas (2:1-16).
1. En cuanto a la salvación o la condenación no hay ninguna diferencia entre la
condición de este hombre y el idólatra degenerado: Eres inexcusable (2:1 compare
1:20 - no tienen excusa).
a. Es aplicable a judíos y gentiles que no viven la vida degenerada del pagano
que estudiamos en 1:18-32 (note 2:9,10).
b. No es un hombre sin escrúpulos sino uno que conoce y reconoce la diferencia
entre lo bueno y lo malo.
(1) Por esta razón su violación de estos escrúpulos es inexcusable.
(2) No todos los gentiles vivían sin escrúpulos. Hubo filósofos griegos
moralistas, en especial aquellos que adoptaron la filosofía estoica. Entre
ellos, fue uno de los contemporáneos de Pablo llamado Séneca. Según
datos históricos él fue preceptor y cónsul del emperador Nerón y se opuso
a la inmoralidad de mucha gente e insistió en que se practicaran muchas
virtudes mientras condenaba la hipocresía. No obstante tan elevadas
enseñanzas, Séneca también fue culpable de algunos de los males que él
mismo condenó, estando involucrado aún cuando Nerón arregló la muerte
de su propia madre.
c. Se trata de un hombre que condena la perversidad moral de otras personas. Por
esta razón cuando hace lo mismo, su conducta es inexcusable. Este individuo
es semejante a los fariseos condenados por Cristo durante Su ministerio
terrenal, pero no se limita a ellos.
d. Los idólatras degenerados se complacen con los que...practican toda clase de
inmoralidad. El hombre bajo consideración en el capítulo 2 CONDENA a los
que practican toda clase de inmoralidad. Reconoce y aprueba una norma de
moralidad. Reconoce y condena la violación de esta norma de moralidad por
el pagano. Su problema es que él también comete algunos de los mismos
pecados que condena. Es decir que él NO es perfecto tampoco. Su actitud
hacia el pecado es diferente, pero siempre peca. No tiene excusa por su
conducta. Por tanto, él está bajo la ira de Dios de la misma manera que aquel
hombre que se ha degenerado completamente. Claramente se consideraban
superiores a otras personas. Se imaginaban que, de alguna manera, no tendrían
que recibir la paga justa por sus pecados. En este capítulo, el apóstol Pablo
aclara que NO HAY DIFERENCIA entre su condición espiritual y la del
idólatra degenerado. Ambos están bajo la ira de Dios.
2. Es según verdad (2:1,2).
a. El juicio de Dios no se basa solamente en lo que uno dice, sino en lo que hace
(Note el contraste entre DECIR y HACER en verdad en I Juan 3:18).
(1) En este versículo no se trata de LA verdad que encontramos en la Palabra
de Dios.
(2) Según verdad significa que es un juicio conforme a la REALIDAD de
todas las ACCIONES de la persona NO sencillamente conforme a sus
creencias, su reputación o su justicia externa.
b. El juicio del moralista y el juicio de Dios contra los que practican tales cosas
están de acuerdo.
(1) En cuanto a la expresión tales cosas vea Romanos 1:32.
(2) Estas cosas son las mismas que se encuentran en 1:29-31 y los demás
pecados del idólatra ingrato.
c. La verdad es que en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo
porque...haces lo mismo.
d. Dios no está de acuerdo con la moralidad relativa ("soy mejor que aquel").
3. Es ineludible (2:3).
a. Para los idólatras degenerados que practican tales cosas.
b. Para el hombre que juzga a los que tal hacen.
c. Porque el juicio de Dios se basa en la realidad de nuestra propia injusticia NO
en nuestra condenación de otras personas.
d. ¿Y piensas esto? indica que su modo de pensar acerca del juicio de Dios estaba
muy equivocado. Es una cita que todos guardarán y es una condenación que
caerá con toda seguridad y sin parcialidad sobre todo pecador.
4. Es justo (2:4,5).
a. No debemos usar su benignidad, paciencia y longanimidad como pretexto para
seguir pecando (2:4). ¡Imagínese la presunción!
b. Ahora Dios es benigno y paciente con el propósito de guiarnos al
arrepentimiento (2:4; compare Ezequiel 33:11; II Pedro 3:9). NO es para que
tengamos pretexto para seguir pecando.
c. Pero el día de juicio será día de ira para todo pecador (2:5). Muchos no
pueden concebir que Dios sea AMOR y al mismo tiempo FUEGO
CONSUMIDOR.
d. El hombre que cree que puede seguir pecando y luego apelar a la benignidad
de Dios en el día de juicio: (2:4,5)
(1) Menosprecia las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad.
(a) Menospreciar = katafroneo que significa pensar menos o subestimar
el valor verdadero de algo.
(b) En su modo de juzgar las cosas, no aprecia el verdadero valor de estas
riquezas espirituales que caracterizan la actitud y las acciones de Dios
hacia todo ser humano (y que son ilustradas tan claramente en el
pueblo de Israel).
(c) Dios nos trata bien a todos (benignidad) [Hechos 14:17; Mateo 5:45],
nos tolera en vez de responder con la destrucción inmediata que
merecemos (paciencia) y en todo esto persevera por mucho tiempo
(longanimidad) [II Pedro 3:9]. Parece que muchas personas piensan
aprovechar este aspecto del carácter divino para vivir como quieren
ahora y siempre escaparse de las consecuencias de sus acciones.
(2) Ignora el propósito de la benignidad de Dios: guiarnos al
arrepentimiento. Mal interpreta lo que Dios tiene en mente al tratarnos
con tanta benignidad. La benignidad de Dios no indica que El piense
hacer caso omiso a una vida de rebeldía SINO que El piensa, por medio de
Su benignidad, paciencia y longanimidad producir en nosotros un cambio
de mente y vida.
(3) Tiene corazón duro y no arrepentido.
(a) El corazón duro ya no está sensible a los actos bondadosos de Dios.
Estos actos de amor divino no tienen el efecto deseado porque el
corazón de la persona ha perdido sensibilidad. Como consecuencia
no cambia. No se arrepiente porque no tiene corazón compungido, la
tristeza de corazón que produce el arrepentimiento (II Corintios 7:10).
(b) Es parecida aunque no exactamente igual a la condición de los
paganos mencionada en Efesios 4:17-19 y la conciencia cauterizada
de los falsos maestros en I Timoteo 4:2. Compare también Marcos
3:5; 6:52; 8:17; Juan 12:40; Hebreos 3:8,15;4:7; Mateo 19:8; Ezequiel
36:26.
(4) Atesora para sí mismo ira.
(a) En aquel día Cristo se manifestará en llama de fuego para dar
retribución (II Tesalonicenses 1:6-9).
(b) La ira divina se manifestará en el castigo eterno del pecador (Mateo
25:41,46).
e. Será una revelación de la justicia de Dios con relación a los pecados de los
hombres que todavía no se manifiesta tan claramente durante esta vida. Ahora
hay muchas ocasiones cuando nos PARECE que Dios no es justo porque los
pecadores prosperan.
5. Es paga: conforme a sus obras (2:6-10).
a. Encontramos el mismo principio en varios textos del Antiguo Testamento
(Salmos 62:12; Oseas 12:2; Jeremías 17:10; 32:19; Ezequiel 9:10; 11:21;
compare también II Corintios 5:10; Mateo 5:28,29; 7:21-23 y Apocalipsis
2:23; 20:12,13).
b. Hay que recordar que las buenas obras son evidencia palpable de tener una fe
viva y legítima (Santiago 2:14-26; Gálatas 5:6). De la misma manera, las
malas obras son evidencia de la condición pervertida del corazón del individuo
(Lucas 6:43-45).
c. Dos pagas en contraste: (2:7,8)
(1) vida eterna (2:7); gloria y honra y paz (2:10)
(a) a los que perseverando en bien hacer : la práctica de su vida (2:7)
(b) a los que ... buscan gloria y honra e inmortalidad : el anhelo de su
vida (2:7)
(c) a todo el que hace lo bueno : el carácter de su vida (2:10)
(2) ira y enojo (2:8); tribulación y angustia (2:9)
(a) a los que son contenciosos : la (2:8)
1. La palabra traducida contenciosos es eritheia. Notará que en
otras versiones se traduce con otro sentido: “ambiciosos” (La
Biblia de Las Américas); “obstinación egoísta” (La Nueva
Versión Internacional).
2. Sea cual sea la traducción exacta correcta, en ambos casos se
trata de una actitud que se opone a Dios porque busca lo suyo
propio en sentido carnal. Los contenciosos insisten en lo que
ellos piensan y quieren. Los ambiciosos tienen la misma actitud
porque se quieren avanzar personalmente basándose en su propia
agenda.
(b) a los que ... no obedecen a la verdad (2:8).
1. Rebeldía contra Dios.
2. En este caso la verdad parece ser la voluntad de Dios o sea la
justicia que Él quiere que practiquemos.
(c) a los que ... obedecen a la injusticia (2:8).
1. Todos obedecemos a algo (compare Romanos 6:16-19).
2. La injusticia es la voluntad de la carne o sea el pecado.
(d) sobre todo ser humano que hace lo malo (2:9).
(3) La paga a los obedientes: (2:7,10).
(a) Vida eterna : En contraste con la muerte, el castigo eterno y también
la brevedad de esta vida.
(b) Gloria : La que Dios nos ofrece, no la de este mundo.
(c) Honra : La de ser exaltado con Cristo en el día final en contraste con
la humillación que sufren muchos hijos de Dios en esta vida..
(d) Paz : Perfecta y eterna en contraste con la tribulación que sufre el
siervo de Dios en esta vida.
(4) La paga a los desobedientes: (2:8,9).
(a) Ira : El furor del Dios que es fuego consumidor.
(b) Enojo : La indignación divina por la desobediencia del hombre.
(c) Tribulación : Es literalmente una tremenda presión.
(d) Angustia : Es literalmente un lugar estrecho.
6. Es imparcial: sin acepción de personas (2:10-15).
a. No hay diferencia entre judío y griego (2:10).
(1) En la recepción del evangelio y la salvación por medio de él (1:16,17).
(2) En ser pecadores (3:22,23).
(3) En el juicio de Dios (2:10).
(4) En los requisitos para recibir la bendición de Dios (Hechos 10:34,35).
b. No hay acepción de personas para con Dios (2:11).
(1) No hay favoritismo o parcialidad para con Dios.
(2) Fue así también en el tiempo de la ley antigua (Deuteronomio 10:17; II
Crónicas 19:7).
(3) Dios no se impresiona y no cambia el juicio por causa de la identidad, las
riquezas, la familia, o los logros de ninguna persona (Gálatas 2:6; Efesios
6:9; Colosenses 3:25; I Pedro 1:17).
c. No hay diferencia entre todos los que sin ley han pecado y todos los que bajo
la ley han pecado (2:12-15).
(1) han pecado (2:12) es tiempo aoristo en el griego, indicando un punto de
acción. Es exactamente la misma palabra y construcción gramatical
usadas en Romanos 3:23.
(2) Hay pecado aún sin ley (2:12). Pero Romanos 5:13,14 enseña que no hay
culpa de pecado donde no hay ley. La solución se encuentra en el hecho
que, a pesar de no tener la ley de Moisés, los gentiles (como todo ser
humano) sí eran ley para sí mismos (2:14) y tenían la obra de la ley
escrita en sus corazones (2:15).
(3) Aunque NO tenían la ley los gentiles que pecaron sin ley perecerán en
esta condición (2:12). Pero perecerán por sus pecados NO sencillamente
por su ignorancia de la ley (ya que la ley de Moisés nunca fue dada a los
gentiles).
(4) Aunque tenían la ley, los judíos que pecaron bajo la ley serán juzgados en
base a los pecados que cometieron (2:12). El tener la ley NO les hará
exentos del juicio de Dios por las violaciones de la voluntad divina. Serán
juzgados por sus pecados; NO serán salvos sencillamente por su
conocimiento de la ley de Dios.
d. ¿Quienes son los justos delante de Dios? (2:13)
(1) No lo son los oidores de la ley (2:13).
(2) Lo son los hacedores de la ley (2:13).
(a) Estos serán justificados, o sea, declarados justos (2:13).
(b) El problema en este caso es que NINGUNO hace (o cumple) la ley
como debe porque la ley exige obediencia PERFECTA (Levítico
18:5; Gálatas 3:10-12). Por tanto, NO HAY ninguno que sea justo
(Romanos 3:10).
(3) El tema principal en este contexto es la condenación, no la salvación.
e. ¿Por cuál ley son condenados los gentiles? Son ley para sí mismos? (2:14,15)
f. ¿Cuándo son los gentiles ley para sí mismos? (2:14,15)
(1) Cuando... hacen por naturaleza lo que es de la ley (2:14).
(a) Por supuesto, esto lo hacen de vez en cuando mas no siempre. NO
está diciendo que todos los gentiles siempre hacen lo que Dios desea
sencillamente en base a una ley interna que tienen. Aún hoy día se
dan muchos casos de personas que ignoran la revelación divina que
tenemos en las Sagradas Escrituras PERO saben por naturaleza que
hay actos buenos y malos y a veces estas personas hacen por
naturaleza exactamente lo que Dios requiere en determinada
situación, o sea, lo que es de la ley.
(b) El concepto de hacer el bien por naturaleza es en contraste con los
judíos que hacían lo que Dios deseaba por la revelación de la ley de
Dios que recibieron por medio de Moisés. Algunas versiones lo
traducen por INSTINTO. Es un conocimiento fundamental del bien y
del mal que ocurre NATURALMENTE en todo ser humano, puesto
allí por el Creador. Ejemplo: Muchos paganos que ignoran las
Escrituras por completo, saben muy bien que uno no debe matar y la
mayoría de ellos NO lo hacen. Hacen por naturaleza lo que Dios
requiere.
(c) NO enseña que hacen TODO lo que Dios requiere en la ley sino
algunas buenas obras específicas.
(2) De esta manera están mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones
(2:15). No enseña que tienen TODAS LAS OBRAS de la ley escritas en
sus corazones sino que en ciertas circunstancias sus buenas obras muestran
que tienen determinada obra de la ley establecida en sus corazones por
naturaleza.
(3) El testimonio lo da su consciencia (2:15).
(a) No está diciendo que su consciencia sea una guía confiable para
decidir el bien y el mal en todo caso SINO que CUANDO uno que
ignora la revelación de Dios HACE lo que la revelación divina
requiere es PORQUE este requisito divino está establecido en su
consciencia por naturaleza.
(b) No se basa en el testimonio revelado del Espíritu Santo SINO en el
testimonio de su propia consciencia de lo correcto y lo incorrecto.
(4) En algunos casos sus razonamientos están acusándoles de hacer el mal
(2:15). Note: los razonamientos de la mente se basan en el conocimiento
natural del bien y del mal, o sea la ley escrita en sus corazones. En esta
base se sienten mal cuando hacen algo contrario a su propio conocimiento
de lo correcto e incorrecto.
(5) En algunos casos sus razonamientos están defendiéndoles en lo que hacen
- que es el bien (2:15). Basándose en la ley escrita en sus corazones se
sienten bien y justificados cuando actúan bien conforme al conocimiento
natural que tienen.
g. Ambos (judíos y gentiles) tienen suficiente conocimiento de lo correcto y lo
incorrecto para escoger entre el bien y el mal y ser condenados por hacer lo
malo.
7. Es ejecutado por Jesucristo (2:16); vea también Juan 5:22; Hechos 17:31; Mateo
7:21-24; 25:31-46; Juan 12:47-50.
8. Incluye los secretos de los hombres (2:16) [vea Eclesiastés 12:14] que son
conocidos en todo momento por Dios (vea Hebreos 4:12,13; Salmos 139:1-6; I
Samuel 16:7; I Crónicas 28:9; Jeremías 17:10; Mateo 6:4,6,18; Lucas 16:15).
9. Es conforme al evangelio predicado por Pablo (2:16).
a. Todo cuanto ha dicho acerca del justo juicio de Dios está de acuerdo con el
evangelio que Pablo predicaba.
b. No está diciendo que el evangelio sea la norma por la cual serán juzgados.
10. Hay que recordar que el propósito de esta sección de Romanos NO es presentar el
medio de salvación sino aclarar que TODOS los hombres están bajo la ira de Dios
(1:18) porque TODOS los hombres están bajo PECADO (3:9). En este párrafo ha
establecido que el individuo que piensa salvarse en base a su moralidad está muy
equivocado. Será condenado en el justo juicio de Dios porque no cumple
debidamente las normas que aplica a otras personas.
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #5
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Un Estudio Especial Sobre
En Romanos 1 - 2 Pablo nos ha presentado la actitud de Dios hacia el pecado de todos los
hombres. Su ira se ha revelado desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres.
La idolatría de los gentiles y la inmoralidad que ellos practicaban es abominable al Señor y los
que viven así son dignos de muerte. Pero la jactancia de los judíos es también abominable al
Todopoderoso. Ellos no deben pensar escaparse de la ira de Dios simplemente por ser judíos
porque no hay acepción de personas para con Dios. Su desobediencia a la ley de Moisés les hace
dignos de muerte igual que los paganos. Además, la circuncisión en la cual tenían tanta
confianza no vale nada cuando no guardan perfectamente la ley de Dios. Por tanto, todos los
hombres se encuentran bajo el pecado y bajo la ira de Dios. Todos tienen necesidad de ser
justificados y recibir el favor de Dios.
¿Cómo? ¿Cómo pueden agradar a Dios si no es por ser judío y no es por ser circuncidados?
Romanos 2:28,29 responde: Es por ser circuncidado en lo interior. No es por haber obedecido
determinado mandamiento, aunque es necesario obedecer muchos mandamientos. Es por
dedicar el corazón y el espíritu a la voluntad de Dios. Es por medio de la circuncisión del
corazón.
Dios nunca ha mirado lo que mira el hombre porque “el hombre mira lo que está delante de
sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (I Samuel 16:7). Dios nunca ha aceptado a ninguno
sencillamente por haber participado en determinada ceremonia o rito. Su exigencia durante
todos los siglos ha sido que el hombre tenga un corazón circunciso, apartado de la maldad y
dedicado al servicio del Creador. “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no
endurezcáis más vuestra cerviz” (Deuteronomio 10:16). “Y circuncidará Jehová tu Dios tu
corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y
con tu alma, a fin de que vivas” (Deuteronomio 30:6). Encontramos el mismo mensaje en los
profetas del Antiguo Testamento (Jeremías 4:4; 9:25,26). El mensaje del apóstol Pablo en
Romanos no es nuevo. Es el mismo que Moisés, Jeremías y todos los profetas de Dios habían
proclamado por cientos de años. Dios siempre ha rechazado a los hombres que le sirven sin fe o
sin corazón sincero. La obediencia que no proviene de la mente y del corazón, de lo interior del
hombre, no satisface a Dios.
Muchas personas siguen padeciendo de la misma confusión que afectó a los judíos. Muchos
piensan que pueden descansar seguros de la vida eterna sencillamente porque pertenecen a una
religión que, según ellos, es buena. Es el mismo error del judío que pensaba evitar la ira de Dios
simplemente por ser judío. Pero Pablo dice que el ser judío no consiste solamente en ser nacido
de padres judíos, haber practicado los ritos religiosos del judaísmo y asistir a las reuniones de la
religión judía, sino en vivir como judío en dedicar su vida y corazón a Dios.
Muchos se llaman cristianos porque han sido bautizados de la forma “externa” que ordena
Dios. Su actitud hacia este evento en su vida es semejante a la del judío hacia la circuncisión: lo
consideran como que fuera un verdadero talismán espiritual. Como ya es “cristiano”, no tiene
que preocuparse porque supone ser parte del “pueblo de Dios” y Dios no puede castigar a un
miembro de Su pueblo. Así pensaba el judío también. El mensaje para nosotros es que el judío
verdadero y también el cristiano verdadero es aquel que lo es en lo interior. Es aquel que ha
creído de corazón; es aquel que ha dedicado su corazón y como consecuencia el resto de su vida
al servicio de Dios. No confía en lo que ha hecho o en lo que puede hacer. No confía en algún
nombre que lleve o en algún rito religioso. Confía en Dios y ama a Dios de todo corazón. Es
uno que ha sido circuncidado del corazón. Es necesario ser bautizado de la forma “externa” que
Dios ordena, pero también es necesario ser bautizado de la forma “espiritual” o “interna” que
Dios ordena: creyendo de corazón y obedeciendo de corazón. Cuando esto sucede, el fruto en la
vida de uno manifiesta claramente que se trata de un corazón circuncidado.
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5. Tienen VENTAJA sobre los gentiles (3:1-8).
a. En este párrafo, presenta objeciones de los judíos a la enseñanza que ha
presentado en 2:25-29 y las respuestas adecuadas para estas objeciones. Pablo
acaba de enseñar que la recepción de la ley y la circuncisión no aseguran al
descendiente de Abraham, Isaac e Israel (Jacob) que él sea en realidad parte
del pueblo de Dios y no lo protegen del juicio de Dios.
b. ¿No tienen ninguna ventaja los judíos como pueblo escogido de Dios sobre los
gentiles? ¿No hay ningún beneficio o provecho recibido por medio del pacto
de la circuncisión? (3:1) Mucho, en todas maneras (3:2)
c. Les ha sido confiada la palabra de Dios (3:2).
(1) La ventaja no es la seguridad en el juicio sino la maravillosa bendición de
recibir la palabra de Dios (en las Escrituras del Antiguo Pacto). Conoce
la revelación divina de la persona y la voluntad del Creador, algo que
ninguna otra nación tuvo el privilegio de conocer (Salmos 147:19,20;
compare Deuteronomio 4:8).
(2) Pero no se trata sencillamente de la bendición de recibirla sino de la
RESPONSABILIDAD de que le ha sido confiada. Dios depositó las
Sagradas Escrituras en manos de este pueblo para que las conocieran,
practicaran, enseñaran y cuidaran.
(a)Note, en contraste, la realidad de la falta de entendimiento de las
Escrituras (Marcos 12:24; Juan 5:39; Lucas 16:29).
(b)Las Escrituras no eran solamente para beneficio de ellos sino que les
fueron confiadas para el beneficio de otras personas también. Parece
señalar un medio usado por Dios para conservar esta parte de la Biblia
para toda la humanidad.
d. Pero algunos de ellos han sido incrédulos (3:3).
(1) Si en este texto indica la realidad. El caso es que, a pesar de recibir la
encomienda de la Palabra de Dios, algunos judíos no creyeron (Hechos
7:37-43,51-53). Tal es también el significado de la construcción griega
(condición de primera clase: verdadera o real).
(2) La pregunta en este texto se relaciona con el impacto que la incredulidad
de algunos judíos pueda tener en la fidelidad de Dios a Sus promesas.
e. Su incredulidad no hizo nula la fidelidad de Dios (3:3,4).
(1) Dios hizo promesas a los judíos por medio de Su Palabra. Muchos judíos
no actuaron con fidelidad sino con incredulidad. En el contexto de
Romanos 2 y 3 se declara el juicio de Dios contra la infidelidad de los
judíos. ¿Significa esto que Dios no es fiel a Sus promesas? De ninguna
manera. Dios siempre es fiel. Nunca miente. Siempre cumple Sus
promesas.
(2) Aunque todo hombre sea mentiroso nuestro Dios siempre será veraz. Sea
todo hombre hallado culpable de mentir en vez de dudar de la veracidad
de lo que Dios dice (3:4).
(3) Citado de Salmos 51:4. En el contexto original esta declaración es una
confesión de pecado por David.
f. Su injusticia hace resaltar la justicia de Dios (3:4,5).
(1) Una luz no hace resaltar otra. La oscuridad de la noche revela el brillo de
las estrellas mientras la luz del día lo esconde. De la misma manera es la
injusticia del ser humano en contraste con la justicia de Dios: lo hace
resaltar.
(2) La incredulidad de algunos judíos a la palabra de Dios que les fue
encomendada, en vez de hacer nula la fidelidad de Dios, la hace resaltar.
g. No es injusto Dios que da castigo (3:5-8).
(1) El razonamiento del hombre claramente es falso cuando considera a Dios
injusto por cumplir con el castigo establecido en Su ley debido a que
nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios. Esto sucede con
mucha frecuencia hoy día.
(2) Si tal no fuera el caso, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? (3:6)
(3) El hecho es que Dios es glorificado de una u otra manera. La única
pregunta es si yo le voy a glorificar por seguir Su voluntad y recibir Su
bendición o si lo voy a glorificar de manera indirecta por oponerme a Su
voluntad y sufrir Su ira. Pero el hecho que Dios sea glorificado por mi
conducta no cambia la realidad de mis pecados (3:7).
(4) Algunos llegan a la conclusión equivocada que quizá sería mejor adoptar
la filosofía: Hagamos males para que vengan bienes (3:8). [ considerado
nuevamente en 5:20-6:2 ]
(a) La acusación contra Pablo.
(b) Cuya condenación es justa.
6. NO son MEJORES que los gentiles (3:9-20).
a. Porque todos están bajo pecado (3:9).
(1) Esto es lo que Pablo ya había establecido en los primeros dos capítulos de
Romanos. Tanto el pagano ingrato degenerado como también el religioso
moralista y el judío que tenía la ley de Dios son culpables de pecado, bajo
el dominio del pecado, y bajo el juicio y la ira de Dios por causa de sus
pecados.
(2) Los judíos que tenían la palabra de Dios tenían ventajas PERO no
resultaron siendo MEJORES que los gentiles. Tanto el uno como el otro
es culpable de pecado y bajo pecado.
b. Las Escrituras lo confirman (3:10-18).
(1) Como está escrito (3:10). Aunque era apóstol de Jesucristo, Pablo
confirmó su enseñanza por medio de las Escrituras del Antiguo
Testamento.
(2) Los textos citados dan énfasis al hecho que TODOS los hombres están en
la misma condición espiritual por causa del pecado. Siete veces en este
breve párrafo usa frases como no hay, a una y todos para indicar que todos
están excluidos de la justicia por su injusticia personal.
(3) No hay justo (3:10). Salmos 14:1-3; 53:1-3
(4) No hay quien entienda (3:11).
(5) No hay quien busque a Dios (3:11).
(6) Todos se desviaron (3:12).
(7) A una se hicieron inútiles (3:12).
(8) No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (3:12).
(9) El habla de todos los condena (3:13,14).
(a) Sepulcro abierto es su garganta. Salmos 5:9
(b) Con su lengua engañan.
(c) Veneno de áspides hay debajo de sus labios. Salmos 140:3
(d) Su boca está lleno de maldición y de amargura. Salmos 10:7
(10) Su violencia (3:15-17). Isaías 59:7,8
(a) Sus pies se apresuran para derramar sangre (3:15).
(b) Quebranto y desventura hay en sus caminos (3:16).
(c) Y no conocieron camino de paz (3:17).
(11) No hay temor de Dios delante de sus ojos (3:18). Salmos 36:1
c. Porque esta descripción trágica del ser humano bajo pecado se dirige
directamente a los que están bajo la ley (3:19).
d. Esta descripción bíblica tiene un propósito: para que toda boca se cierre y
todo el mundo quede bajo el juicio de Dios (3:19).
(1) Todos los judíos estaban bajo la ley, bajo el pecado y como consecuencia
bajo el juicio de Dios.
(2) Todos los gentiles también estaban bajo ley, bajo el pecado y como
consecuencia bajo el juicio de Dios.
(3) Ningún ser humano puede refutar el hecho que él es pecador. La
conciencia lo acusa y la ley de Dios lo acusa para que no abra la boca en
su propia defensa.
(4) La presentación del juicio de Dios contra todo el mundo comenzó en 1:18-
32 con la condenación del pagano ingrato degenerado. En 2:1-16 abarca
también el moralista religioso. Luego en 2:17-3:19 alcanza aún al judío
con su conocimiento de la ley de Dios.
e. Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado (3:20).
(1) Tal no es el propósito de la ley (Gálatas 2:16).
(2) Las obras de la ley son buenas, PERO ya se estableció que el hombre NO
lo es. Compare Romanos 8:3.
(3) La ley exige que el hombre haga sus obras perfectamente todo el tiempo
(Gálatas 3:10-12). Pero ninguno lo hace.
f. Porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado (3:20).
(1) La justificación NO es el propósito de la ley.
(2) El propósito de la ley es que el hombre tenga conocimiento del pecado.
Compare Romanos 5:20; 7:7-13.
(a) Que conozca aquello que es pecado.
(b) Que conozca la potestad del pecado.
(c) Que conozca las consecuencias del pecado.
(d) Que conozca que él mismo es culpable del pecado.
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #6
A. Pero ahora
1. Se trata de algo nuevo, no lo mismo que fue revelado en y por medio de la ley
antigua.
2. Hay una línea marcada de división entre el pasado y el presente.
3. En contraste con la terrible condición de todo ser humano que se describe en 3:9-20
ahora hay buenas nuevas.
B. Aparte de la ley
1. El mensaje del evangelio NO es un sencillo apéndice a la ley antigua. Es algo por
aparte, algo completamente nuevo.
2. La justicia de Dios NO se limita por la ley.
3. La justicia de Dios no se logra por medio de la ley.
4. La justicia por la ley se basaba en ser inocente de infringir la ley. El reglamento
que Dios Mismo estableció para los jueces en las tribunales civiles fue que tenían
que absolver al JUSTO y condenar al CULPABLE (Deuteronomio 25:1). Justificar
al impío es tan abominable a Dios como condenar al justo (Proverbios 17:15;
compare Isaías 5:22,23). Jehová declara: Yo no justificaré al impío (Éxodo 23:7).
Claramente la justicia para el pecador no puede ser por medio de un sistema de ley.
5. Literalmente aparte de ley, no solamente aparte de la ley de Moisés. Excluye todo
sistema de ley basado en el concepto del cumplimiento cabal de todo mandamiento.
C. Se ha manifestado
1. Los hombres no la descubrieron.
2. No fue sencillamente predicado aunque sí debe ser predicada.
3. Dios manifestó su justicia de una manera concreta y palpable para el beneficio de
todos los hombres en la persona de Jesucristo (Su nacimiento milagrosa, Su vida
perfecta, Su muerte por nuestros pecados y Su resurrección victoriosa).
D. La justicia de Dios
1. El plan de Dios para justificar al ser humano.
2. Es el medio que Dios utiliza para declarar sin culpa al pecador. Lo considera como
justo.
3. La manera en que Dios declara inocente (absuelve) al hombre pecador sin violar Su
propia justicia perfecta.
4. Otros textos bíblicos apoyan el concepto que justificar significa declarar inocente o
absolver: Éxodo 13:7; Deuteronomio 25:1; Hechos 13:39; Romanos 4;6,7.
5. Compare la explicación en 1:16,17.
A. Para todos los que creen: No hace distinción entre creyentes (3:22).
B. Por cuanto todos pecaron: No hace distinción entre pecadores (3:23).
C. Y están destituidos de la gloria de Dios: No hace distinción entre almas perdidas
(3:23).
1.No pueden recibir la aprobación o alabanza de Dios.
2.No viven de acuerdo con la santidad gloriosa de Dios.
3.*** Han perdido el acceso a la gloria que Dios preparó para el ser humano.
A. El Creador, Juez y Salvador de los judíos es también Dios de los gentiles (3:29).
1. Esto concuerda con el concepto de los judíos que los gentiles también debían ser
obedientes a Dios.
2. Lo que no habían comprendido es que si los gentiles tienen la misma obligación de
obedecer a Dios que los judíos, es justo que reciban el mismo favor de Dios que
reciben los judíos porque Dios no hace acepción de personas.
B. Dios es uno (3:30) para judíos y gentiles. No hay “un” Dios para los judíos y “otro”
Dios para los gentiles.
C. El mismo Dios justificará a judíos y gentiles por el mismo medio (3:30).
1. Por la fe a los judíos.
2. Por medio de la fe a los gentiles.
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #7
LA JUSTICIA POR MEDIO DE LA FE ILUSTRADA EN ABRAHAM (4:1-25)
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #8
II. DAVID CONFIRMA LA JUSTIFICACIÓN SIN OBRAS (4:6-8).
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #9
Hay muchas opiniones en cuanto al destino de este globo terrestre en el cual estamos
viviendo. Algunos piensan que van a vivir aquí con Cristo durante un tiempo de mil años. Otros
piensan que va a pertenecer a los judíos. Otras personas están enseñando que Cristo va a estar en
el cielo con cierto número de personas escogidas, mientras los demás salvos estarán eternamente
aquí en la tierra. Muchos dicen que este mundo va a ser destruido y reemplazado por otro. En
este estudio nos basaremos en la frase “heredero del mundo” introducido en Romanos 4:13.
Es importante considerar si Pablo está hablando del mundo físico o del otro -- del mundo
espiritual. Queremos aclarar más exactamente la naturaleza de la herencia de Abraham y de su
descendencia espiritual y al mismo tiempo saber la base para recibir nosotros también esta
herencia. Favor de leer con cuidado Romanos 4:13-17 antes de continuar.
La base de la gran fe de Abraham fue que él tenía confianza que Dios podría darle vida
aunque estuviera muerto y que Dios podría cambiar las cosas con tanta certeza que puede llamar
las cosas que NO son como si fuesen. La fe de Abraham no estaba puesta en algo que YA
existía sino en algo que Dios no había traído a existencia todavía.
Las promesas de Dios dependieron de un hijo de Abraham, pero Abraham no tenía hijo.
Además ni él ni su esposa no tenían la capacidad física de engendrar y concebir dicho hijo. Sin
embargo, Abraham creyó en la promesa de Dios. Su actitud hacia el mundo que iba a heredar
era la misma.
La patria que Abraham buscaba era celestial, NO TERRENAL. La Biblia nos enseña en
Hebreos 11 que el interés de Abraham no estaba en una ciudad que los hombres habrían
edificado. Su anhelo no era de habitar esta tierra. En verdad se consideraba como extranjero
aquí y deseaba más que todo morar en las mansiones celestiales que Dios le había prometido. En
Hebreos 11:9,10 la Biblia dice: "Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como
tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque
ESPERABA LA CIUDAD QUE TIENE FUNDAMENTOS, CUYO ARQUITECTO Y
CONSTRUCTOR ES DIOS."
Más adelante en los versículos 13 y 16 el escritor a los hebreos especifica más en cuanto a la
actitud de Abraham hacia esta tierra. Y el texto NO PUEDE SER TORCIDO en ninguna manera
para presentar la idea que la esperanza de Abraham era de tener este globo terrenal por heredad.
Su esperanza era celestial. La Biblia dice en Hebreos 11:13-16, "Conforme a la fe murieron
todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto
dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en
aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero ANHELABAN UNA
MEJOR, ESTO ES, CELESTIAL; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos;
porque les ha preparado una ciudad."
¿Cree usted que podemos sustituir la palabra "TERRENAL" por la palabra "CELESTIAL"?
Para decir que la herencia de Abraham y todos los fieles sea ESTE MUNDO sería necesario
cambiar estas palabras. Pero ninguna persona honesta haría esto. ¿Por qué no aceptar la clara
enseñanza de la Biblia?
Cuando el apóstol Pablo habla de los herederos del mundo, no está hablando de los que van
a heredar esta tierra sino de los que van a heredar aquella que es una patria mejor, esto es, LA
CELESTIAL. Él está hablando de aquellos que reconocen su condición como extranjeros y
también peregrinos sobre la tierra y que anhelan morar donde tienen herencia en los lugares
celestiales. Esta es la promesa que Abraham anhela recibir y que ser suya por medio de la fe por
la gracia de Dios. Y también será la herencia de todos los que son de la fe de Abraham. Esta
herencia es una de aquellas cosas que NO SON, pero que son llamadas POR DIOS como si
fuesen.
Esta herencia es la que todos los que viven fieles al Señor van a recibir. La Biblia NO
enseña que una parte de los fieles van a estar en el cielo con Dios y que los demás van a estar
aquí en la tierra. Según Romanos 4:16 esta promesa es para TODA la descendencia de
Abraham. "Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que LA PROMESA (fíjese que
no dice promesas - nota del escritor) sea firme para TODA SU DESCENDENCIA; no solamente
para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es PADRE DE
TODOS NOSOTROS" (Romanos 4;16).
Esta herencia celestial es la única que es prometida a los cristianos fieles en el Nuevo
Testamento. En Filipenses 3:19,20 hay una declaración tan clara que francamente no entiendo
cómo alguien pueda leerla y seguir pensando que algunos van a heredar ESTE mundo. "El fin de
los cuales ser perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que SOLO
PIENSAN EN LO TERRENAL. MAS NUESTRA CIUDADANÍA ESTA EN LOS CIELOS, de
donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo."
Ojalá que podamos alejarnos de los pensamientos terrenales y pensar más en lo celestial.
Espero que Dios nos ayude a desechar las interpretaciones carnales y a creer en las promesas
espirituales que Dios nos ha dejado. Seamos herederos del mundo, PERO no de este mundo,
sino del CELESTIAL. Los que sólo estén pensando en este mundo tienen un fin vergonzoso. Su
fin será perdición.
Terminamos este estudio con el pensamiento inspirado del apóstol Juan en I Juan 2:15-17,
para que claramente vea la diferencia entre los que anhelan ser los herederos de ESTE mundo y
los que anhelan recibir el NUEVO MUNDO que Dios va a traer para reemplazar este mundo
cuando sea destruidor. "No améis al mundo, ni las cosas que estén en el mundo. Si alguno ama
al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la
carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre sino del mundo. Y
el mundo PASA, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios PERMANECE para
siempre" (I Juan 2:15- 17).
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LA JUSTICIA POR FE ILUSTRADA EN ABRAHAM
B. Las consecuencias si la promesa fuera recibida por los que son de la ley (4:14,15):
[Aclaración: los que son de la ley NO son TODOS los judíos sino aquellas personas que
CONFÍAN en su relación natural con la ley como la seguridad de heredar la promesa.]
1. Vana resulta la fe (4:14)
a. Vana = kekenotai = vacío, vaciado; si tal fuera el caso, la fe no tendría ningún
valor.
b. ¿Por qué? Porque ley y fe no son sistemas compatibles (compare Gálatas
3:12).
2. Resulta anulada la promesa (4:14)
a. Anulada = katergetai = destruido o vuelto sin efecto.
b. ¿Por qué? Porque la promesa y la ley no son sistemas compatibles ya que la
promesa depende de confiar en lo que Dios promete hacer mientras la ley
depende las obras de uno (vea Gálatas 3:18) y porque la ley produce ira
(4:15).
3. Produce ira (4:15)
a. Por causa de las transgresiones del ser humano (Romanos 1:18).
b. En el sistema de fe (el evangelio) que es “aparte de la ley” (Romanos 3:21)
porque no se basa en ley, tampoco hay transgresión porque las transgresiones
que hay son perdonadas, cubiertas y no tomadas en cuenta por Dios (note
4:7,8)
C. Beneficios de que la promesa sea recibida por fe (4:16-17).
1. Para que sea por gracia (4:16).
a. La función de la fe es recibir lo que da la gracia.
b. Si la recepción no es por fe tampoco es por gracia. El uno requiere el otro.
c. Gracia = el don o regalo no merecido.
2. La promesa es firme para toda su descendencia (4:16,17).
a. La que es de la ley (4:16): es padre físico de todos los judíos y padre espiritual
de aquellos judíos que vivieron bajo la ley pero vivieron por fe como
Abraham. Estos últimos son parte de su descendencia que recibe la promesa.
b. La que es de la fe de Abraham (4:16): judíos y gentiles que tienen la fe
obediente como la de Abraham.
c. Muchas gentes (4:17): No solamente de una nación sino de muchas naciones;
muchas personas de todas las naciones.
D. Creyó en esperanza contra esperanza (4:17-22).
1. Creyó a Dios (4:17)[Dios, a quien creyó].
a. Creyó que Dios puede dar vida a los muertos: refiriéndose a su cuerpo y la
matriz de Sara (vea 4:19).
b. Creyó que Dios puede llamar las cosas que no son, como si fuesen:
refiriéndose a su descendencia numerosa por medio de Isaac.
2. Creyó la promesa de Dios: Así será tu descendencia (4:18-20).
a. Esta promesa fue dada en Génesis 15:5.
b. En Génesis 15:6 encontramos que Abraham “creyó a Jehová, y le fue contado
por justicia.”
c. Su fe fue fundada en la Palabra de Dios: conforme a lo que se le había dicho
(4:18), no sencillamente en alguna ilusión o sueño personal de lograr algo.
d. Esta fe fue necesaria para llegar a ser padre de muchas gentes (4:18): es
decir, de todas las personas que tienen una fe obediente como la de Abraham.
e. Aunque la realidad física contradecía la promesa no se debilitó en la fe (4:19).
(1) Esto fue a pesar de considerar la realidad física y las dificultades que ésta
implicaba. Abraham creyó a pesar de ser realista. La realidad física no lo
desanimó.
(2) Su propio cuerpo que estaba ya como muerto debido a la vejez (4:19).
(3) La esterilidad de la matriz de Sara desde que se casaron muchos años
atrás (4:19).
(4) La reacción natural cuando consideramos las dificultades que existen para
que alguna promesa se haga realidad es confiar menos en el cumplimiento
de la promesa. PERO los problemas u obstáculos para que se realizara la
promesa de Dios no tuvieron ningún efecto en la fe de Abraham.
f. Tampoco dudó (4:20).
(1) Esto sería evidencia de incredulidad.
(2) Al contrario se fortaleció en fe.
(3) Dio gloria a Dios.
3. Creyó en el poder de Dios para hacer todo lo que había prometido (4:21).
a. Estaba plenamente convencido.
b. No confiaba solamente en la buena voluntad de Dios por la cual hizo la
promesa.
c. No confiaba solamente en la fidelidad de Dios de cumplir lo que promete.
4. Esta es la fe que le fue contada por justicia (4:22) [citando nuevamente Génesis
15:6].
a. Por lo cual se refiere a la plena convicción y confianza de la fe de Abraham y
la ausencia de dudas a pesar de la realidad de su propia vejez y la esterilidad de
Sara. Dios le atribuyó la justicia porque tuvo esta clase de fe.
b. No olvide que esta clase de fe es una fe obediente (vea Santiago 2:21-23). El
error de muchas religiones modernas es que no toman en cuenta este aspecto
de la fe de Abraham. Es el mismo error que Santiago corrige. Pablo no estaba
tratando este punto porque el error que él combatía en Romanos era el
legalismo de los judíos, pero en este texto claramente señala que la clase de fe
manifestada en la vida de Abraham es la que se requiere para ser justificado.
A. El mismo requisito es aplicable a toda persona (4:23). En este sentido no hay diferencia
entre lo que Dios requiere de nosotros y el requisito impuesto para Abraham. Compare
4:11,13.
B. Si creemos en el que levantó de los muertos a Jesús (4:24).
1.En vez de confiar en nosotros mismos, algo que nosotros hagamos, u otra cosa o
persona, es necesario confiar (creer) en Dios así como Abraham creyó en Dios.
2. La resurrección de Jesucristo fue la manifestación más sublime de Su poder y al
mismo tiempo de Su amor hacia nosotros.
3. Abraham creyó que Dios puede dar vida a los muertos para cumplir Su promesa
(4:17). Nosotros debemos creer que Dios pudo dar vida al cuerpo muerto de
Jesucristo para recibir la misma bendición que le fue dada a Abraham.
C. Debemos tener fe en la obra de Jesucristo como la base para nuestra justicia (4:25).
1. Su sacrificio por nuestras transgresiones.
a. Fue entregado como un acto de amor de parte del Padre celestial (compare
8:32).
b. La muerte y el sufrimiento de Jesucristo fue lo que nosotros merecemos por
causa de nuestras transgresiones. El murió para pagar por nuestras
violaciones de la voluntad de Dios.
c. Isaías 53:4-6 señaló de antemano esta maravillosa obra de Dios en Cristo.
2. Su resurrección para nuestra justificación.
a. En relación a nuestra salvación la resurrección de Jesucristo fue tan vital como
Su muerte (vea I Corintios 15:17).
b. Para evitar nuestra condenación fue necesaria, no solamente la muerte de
Jesucristo sino también Su resurrección para que presentara Su sangre
(Hebreos 9:12-14,24-26; 10:12-14) y para que se sentara a la diestra de Dios
para interceder por nosotros (Romanos 8:34; Hebreos 7:23-25).
¿?
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Preguntas #10
A. La paz para con Dios es la primera de varias bendiciones que resultan de ser justificado.
1. La ira de Dios que se revelaba contra nosotros por causa de nuestros pecados ya no
existe.
2. El conflicto entre el pecador y Dios queda resuelto y el pecador ha sido
reconciliado con el Creador. (Colosenses 1:19-22). No se trata de un sencillo
sentimiento emocional de calma sino de una realidad espiritual: hay paz entre
nosotros y nuestro Dios. Al saber esto el resultado es que el cristiano SIENTE
tranquilidad, pero el sentimiento NO es la paz sino el resultado de ella. Muchas
personas se sienten tranquilas PERO no tienen en realidad paz para con Dios
porque no han sido justificados conforme al plan de Dios.
3. Tenemos esta maravillosa bendición AHORA. No tenemos que esperar la llegada
de alguna época futura. Es parte de la realidad PRESENTE para todo aquel que ha
sido justificado por fe en Cristo.
B. Porque hemos sido justificados . . . por la fe.
1. Como hemos estudiado, es necesario resolver de alguna manera el problema del
pecado para tener paz con Dios porque el Dios Santo y Justo NO tolera el pecado.
2. También hemos aprendido que no hay otra manera para lograr resolver el problema
del pecado sino por CONFIAR en el Salvador.
C. Por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1. Nuestra fe en Dios NO logra borrar el primer pecado, NO logra apaciguar la ira
divina contra nosotros por causa de nuestros pecados, y NO logra reconciliarnos
con Dios. Podemos tener mucha fe pero esta fe no nos justifica.
2. El medio que hace posible nuestra justificación y la paz que resulta es la
maravillosa obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz. Es Su sacrificio, Su
sangre que hace posible el perdón de pecados.
A. La gracia de Dios se ofrece a todo mundo, PERO no todos están EN esta gracia.
Millones de personas están FUERA de la gracia de Dios porque nunca ENTRARON en
ella.
B. Esta entrada a la gracia es por medio de Jesucristo (por quien). Al igual que la paz, es
el sacrificio de Jesucristo que hace accesible la gracia de Dios al ser humano. Aparte
de El, NO hay gracia para el hombre.
C. Por la fe: Aquel que no tiene fe viva en el evangelio de Jesucristo, no puede participar
en la gracia de Dios.
D. El tiempo perfecto de echo: tenemos entrada [traducido hemos obtenido entrada en La
Biblia de las Américas] significa que entramos en la gracia en cierto momento en el
pasado, el momento de la obediencia a la fe (Romanos 1:5; 6:17,18) y luego seguimos
en esta condición, o sea que vivimos en la gracia como consecuencia de la fe expresada
en aquel momento.
E. En esta gracia estamos firmes.
1. Este verbo (histemi) también está en el tiempo perfecto, indicando que en cierto
momento en el pasado nos paramos en tierra firme en la gracia de Dios y allí
mismo permanecemos.
2. Expresa la seguridad de nuestra relación con Dios y con Su gracia.
F. Algunos enseñan, basándose en este texto, que uno NO PUEDE caer de la gracia
PERO:
1. Este texto no menciona lo que uno PUEDE o NO PUEDE hacer. Es sencillamente
una declaración de la bendición que recibimos cuando nos justificamos por fe y que
seguimos recibiendo mientras permanezcamos firmes en esta gracia.
2. Otros textos enseñan claramente que ES posible caer de la gracia (Gálatas 5:1-4).
¿?
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Preguntas #11
1. Por la transgresión murieron muchos (5:15) 1. La gracia y el don abundaron mucho más
para los muchos (5:15)
2. Un solo pecado (5:16) 2. Muchas transgresiones (5:16)
3. Juicio para condenación (5:16) 3. El don para justificación (5:16)
4. Reinó la muerte (5:17) 4. Mucho más reinarán en vida (5:17)
5. La condenación a todos (5:18) 5. La justificación de vida (5:18)
6. La desobediencia de uno ----> muchos 6. La obediencia de uno ----> muchos
constituidos pecadores (5:19) constituidos justos (5:19)
7. El pecado abundó (5:20) 7. Sobreabundó la gracia (5:20)
8. El pecado reinó para muerte (5:21) 8. La gracia reina por la justicia para vida
eterna (5:21)
B. Fue diferente el carácter de las acciones de Adán y Cristo: transgresión / don (5:15).
1. La transgresión de Adán fue un acto egoísta en el cual se desvió de la voluntad de
Dios. La palabra paraptoma significa dar un paso falso o caer al lado. Es un lapso
o una desviación de la verdad. Adán quiso satisfacer su propio deseo egoísta en
vez de cumplir con la voluntad de Dios.
2. El don de Cristo fue un acto abnegado que tomó en cuenta solamente las
necesidades de los demás y la voluntad de Dios. Fue todo lo opuesto del egoísmo y
la rebeldía que caracterizó el pecado de Adán.
C. Fueron diferentes los resultados de las acciones de Adán y Cristo (5:16,17).
1. Condenación / Justificación (5:16).
a. Es el contraste marcado entre escuchar la voz del juez declarar: culpable o
inocente.
b. El juicio . . . para condenación resultó de un solo pecado, pero el don . . . .
para justificación resultó de muchas transgresiones. Es lo opuesto de lo que
pensaríamos nosotros, pero tal es el contraste entre la justicia divina y la gracia
divina. Cuando se trata de la justicia de Dios, la paga de un solo pecado es la
condenación eterna. Pero cuando consideramos la gracia de Dios, descubrimos
que muchos pecados lo mueven a Dios a proveer el sacrificio que hace posible
la justificación.
2. Reinó la muerte / Reinarán en vida (5:17).
a. Nuevamente es el contraste entre paga (lo que merecemos) y dádiva (lo que
Dios por Su amor infinito nos ofrece) (compare Romanos 6:23).
b. Note que el contraste NO es que primero reinó la muerte y después reinó la
vida. Por la obra de Cristo el reinado de la muerte sobre el hombre se
convierte en el reinado del hombre sobre la muerte. La vida no reina sobre
nosotros en lugar de la muerte. Nosotros en Cristo y con Cristo reinaremos en
vida sobre la muerte. Ya no estamos sujetos a la muerte porque vivimos y
reinamos con Cristo.
4. Los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia son los que
“reinarán en vida” (5:17).
a. La gracia de Dios es abundante, aún más abundante que el pecado nuestro
(compare 5:20).
b. La justicia es un don - un regalo que Dios nos da, no algo que nosotros
ganemos.
c. La única manera de reinar en vida es por la gracia de Dios.
D. Las semejanzas entre Adán y Cristo (5:18-21).
1. Note las frases que señalan semejanzas: como . . . de la misma manera (5:18); así
como . . . así también (5:19); así como . . . así también (5:21).
2. Algo vino a todos los hombres por la obra de uno (5:18).
3. Los muchos son constituidos algo por la obra de uno (5:19).
a. Ser constituidos = asignados a una posición (en este caso a una categoría
espiritual). Es la misma palabra usada para establecer (constituir) ancianos en
cada ciudad (Tito 1:5). Compare también Mateo 24:45,47; 25:21,24; Lucas
12:14; Hechos 6:3; 7:10.
b. Dios nos puso en la categoría de pecadores por la desobediencia de Adán
DEBIDO a nuestra identificación con Adán cuando nosotros también fuimos
desobedientes a Dios (ya explicado en Romanos 5:12).
c. Dios nos puso en la categoría de justos por la obediencia de Cristo DEBIDO a
nuestra identificación con Cristo cuando tuvimos FE en El (ya explicado
ampliamente en Romanos 4:1 - 5:2)
d. La semejanza es que esto se realizó por la obra de uno PERO hay contraste en
la manera de identificarse con Adán y Cristo. El uno es por imitar su
desobediencia mientras el otro es por confiar en El o sea por medio de la fe en
Su obra de obediencia. Es el mismo contraste presentado entre la ley y la
gracia.
e. Si aceptáramos que todos somos pecadores debido al pecado de Adán antes
que pequemos tendríamos que aceptar que todos somos justos debido a la
justicia de Cristo antes que tengamos fe en El. Esto claramente no es cierto y
casi todos lo reconocen, aún aquellos que creen en el pecado original (aunque
es precisamente la doctrina de los llamados “universalistas” que creen que todo
mundo se va a salvar). Textos bíblicos abundan que contradicen este concepto.
Por ejemplo: Mateo 7:13,14, 21-23; 25:31-46; II Tesalonicenses 1:6-9;
Apocalipsis 20:10-15.
4. Un reinado resultó de cada uno (5:20,21).
a. Para aclarar este punto fue necesario explicar primero el propósito de
introducir la ley: para que el pecado abundase (5:20).
(1) La ley aumenta el pecado en vez de reducirlo debido a la debilidad de la
carne humana, según Romanos 8:3; compare Romanos 7:8.
(2) Pero esta abundancia de pecado resultó en una sobreabundancia de gracia.
Dios proveyó ampliamente la solución para el problema del pecado que
resulta de la ley porque Su propósito para el ser humano NO es la muerte
sino la vida eterna.
(3) La ley no fue introducida como la solución definitiva para el problema del
pecado SINO como un paso importante en el plan eterno de Dios de
solucionar el problema del pecado por hacer que el hombre reconociera su
necesidad de la gracia de Dios al ver la imposibilidad de guardar la ley
debido a la debilidad humana.
b. El reinado del pecado . . . para muerte (5:21).
c. El reinado de la gracia . . . para vida eterna (5:21).
(1) Por la justicia (la de Dios obrada en nosotros).
(2) Mediante Jesucristo, Señor nuestro (por medio de Su sacrificio por
nuestros pecados).
(3) Ahora estamos viviendo bajo la gracia (Romanos 6:15).
¿?
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Preguntas #12
¿?
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Preguntas #13
IV. LIBERTADOS DEL PECADO Y HECHOS SIERVOS DE DIOS (6:15-23).
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Preguntas #14
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La Carne // El Espíritu
Aquellos que creen que Pablo se refiere al incrédulo en esta sección o a su propia vida en el
judaísmo antes de ser cristiano señalan frases como: “yo soy carnal, vendido al pecado” (7:14);
“el pecado que mora en mí” (7:17, 20); “en mí ... no mora el bien” (7:18); y “me lleva cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros”. Es cierto que tales frases no parecen describir el
cristiano fiel, pero espero dejar todo esto en claro en la siguiente explicación de este importante
párrafo. Entiendo perfectamente la tentación de aplicar este texto a Pablo antes de convertirse,
pero creo que el contexto completo no permite tal interpretación. Además de esto, la experiencia
que Pablo describe en este párrafo es igual a la de todo cristiano fiel quien sinceramente
reconoce sus debilidades y su necesidad de la gracia de Dios a pesar de su muy buen deseo
sincero de cumplir con la justicia divina en cada aspecto de su vida.
Parece estar hablando específicamente del cristiano judío que trataba de vivir por la ley y
por aplicación moderna a todo cristiano que intente practicar un cristianismo legalista que
depende de la fuerza humana (la carne) en vez del Espíritu.
Una pregunta interesante que surge es si el apóstol Pablo servía a Dios y al mismo tiempo
pecaba? (Romanos 7:25) La respuesta es que sí. Al igual que todo cristiano fiel. CONSIDERE,
por favor, la siguiente explicación de Romanos 7:14-25.
El deseo ferviente de todo cristiano fiel es hacer solamente el bien. Ama la voluntad de
Dios y anhela cumplirla en cada paso que da sobre la tierra. Realmente se deleita en la voluntad
de Dios. PERO la experiencia de su vida le ha revelado que no puede cumplir
PERFECTAMENTE con los mandamientos del Señor como quisiera. Sabe que ha sido librado
del pecado para servir a la justicia, pero siempre halla que la carne no le deja apartarse
totalmente del pecado. Por supuesto, NO PRACTICA el pecado como antes PERO no puede
presentar una vida completamente limpia a su Dios como quisiera hacer.
Así es que la vida cristiana, aunque una vida de libertad, gozo y paz, es también una lucha.
Es un conflicto continuo entre el hombre interior y la carne. Mientras estamos en este cuerpo,
tenemos que contender contra el pecado. A veces perdemos el conflicto. Necesitamos ser
librados de este cuerpo para ser librados de la muerte.
Es en esto que vemos claramente la importancia de la gracia de Dios, no solamente para
librarnos de nuestros pecados pasados sino también para librarnos de la condenación a muerte
que merecemos por no haber cumplido PERFECTAMENTE la voluntad del Señor como
cristianos. Por eso el cristiano tiene que estar LIBRE DE LA LEY, porque la ley no perdona la
infracción de sus mandamientos. Solamente CONDENA al infractor.
Es por este motivo que Pablo clama: "¡Miserable de mí ¿quién me librará de este cuerpo de
muerte?" (Romanos 7:24). Y por la misma razón luego da gracias a Dios por nuestro Señor
Jesucristo (Romanos 7:25).
Es muy importante que entendamos el conflicto interno del cristiano. De otra manera,
pueden surgir muchos problemas graves en nuestra vida cristiana. Pueda que tratemos de
santificarnos por nuestros propios esfuerzos. Pueda que nos desanimemos y que pensemos que
somos demasiado malos cuando observamos la dificultad con que servimos a Dios. Pueda que
aceptemos el pecado como parte natural de la vida del cristiano. MUCHOS problemas pueden
resultar que pueden causar nuestra perdición eterna. Es esencial que entendamos el cuerpo de
muerte en el cual vivimos y el conflicto que tiene que desarrollarse entre nosotros y el pecado
mientras estemos en este cuerpo de muerte. Tenemos que comprender que nuestra redención no
puede ser basada en lo que hacemos, sino en lo que Cristo hará por nosotros mediante Su
Espíritu. Pero al mismo tiempo tenemos que entender que vamos a luchar contra la carne
diariamente para no ser vencidos por ella, siempre confiando en Cristo.
En Romanos 7:14 encontramos la razón porque el cristiano tiene que estar libre de la ley.
La ley es espiritual y nos guiaría en lo espiritual. Se dirige a lo espiritual del hombre, que a pesar
de ser cristiano es también vendido al pecado. Por esto no vamos a entender que seamos
esclavos del pecado, así como lo éramos antes de ser convertidos.
La razón de decir que somos vendidos al pecado se encuentra en el versículo 15. Es porque
no hacemos lo que queremos (EL BIEN) sino lo que aborrecemos (EL PECADO). Estamos de
acuerdo con las exigencias de la ley para una vida santa y sin pecado PERO no cumplimos
TODO el tiempo. No es porque no queremos cumplir. Es porque el pecado todavía mora EN
NUESTRA CARNE. El texto NO dice que el pecado todavía mora en nuestro hombre
INTERIOR, SINO en LA CARNE, en EL CUERPO DE MUERTE. Hay varias frases en estos
versículos que presentan semejante idea. Por ejemplo, Pablo dice: "el mal está en mí" (7:21);
"el pecado mora en mí" (7:20); "Yo sé que en mí, esto es, EN MI CARNE, no mora el bien"
(7:18). La CARNE NO QUIERE hacer la voluntad de Dios, sino su propia voluntad. Ella no
quiere servir a la justicia sino al pecado. PERO este NO es el deseo VERDADERO del hombre
mismo. Esto es nada más LA DEBILIDAD DE LA CARNE que Satanás se está aprovechando
para tratar de destruirnos. Por esto Pablo tenía que golpear su cuerpo (I Corintios 9:27) para
ponerlo en servidumbre al hombre interior.
Pudiéramos dar muchas ilustraciones de este conflicto. Surge en la vida cotidiana de todo
cristiano que anda conforme al Espíritu. Por ejemplo, sé muy bien que es la voluntad de Dios
que me mantenga sin airarme. Deseo cumplir y ser amable, paciente y bondadoso aún con las
personas abusivas. PERO, a veces, en el momento de ser maltratado, sube la presión arterial, la
boca se abre, y salen palabras de ira. Resulta el pleito y el pecado se ha mostrado una vez más
en mí a través de la debilidad de la carne.
¡Cómo tenemos que luchar contra la carne para vencer las tentaciones diarias de la codicia,
la ira, la envidia, la mentira y un sin fin de obras de la carne! ¡Cómo me humilla tener que
confesar que, aunque QUIERO hacer la voluntad de Dios, me hallo DÉBIL e INCAPAZ por mis
miembros, por mi cuerpo, mi carne!
Sin embargo, reconozco que no vivo como antes. "Ya no soy yo quien hace aquello" (7:17).
ANTES era mi voluntad hacer el mal. Estaba entregado en cuerpo y alma al pecado. PERO
AHORA, es por DEBILIDAD de la carne que peco, NO porque quiero desobedecer a Dios. Esto
se llama ARREPENTIMIENTO. NO ES perfección SINO el deseo de ser perfecto. Es luchar
contra los deseos de la carne. Muchas personas no quieren obedecer el evangelio porque, según
ellos, no se creen capaces de cumplir. Pero lo que necesitan ellos es el deseo, el anhelo ferviente.
Además necesitan entender que NADIE cumple perfectamente. Al ser así, no sería por gracia
sino por obras. La base de nuestra redención. No sería la fe en Cristo sino la ley, o sea, la
confianza en nosotros mismos.
Claro que va a seguir luchando contra la carne hasta que salga de este cuerpo de muerte.
PERO el cristiano que anda conforme al Espíritu tiene la plena seguridad que Dios le va a librar
de este cuerpo de muerte por Jesucristo. El cristiano cansado de la batalla contra la carne puede
tener la esperanza del descanso y la salvación por medio de Cristo y el Espíritu Santo. Puede
saber que su arduo trabajo en el Señor no es en vano. Mientras siga sirviendo a Dios con su
mente, aunque la carne a veces se someta a la ley del pecado, el hijo de Dios tiene plena
seguridad de ser librado de este cuerpo de muerte. ¿Qué podemos decir? Solamente podemos
DAR GRACIAS A DIOS por Jesucristo Señor nuestro y seguir luchando contra la carne cuantas
veces se rebele ésta contra la ley del Señor.
Sí, Pablo servía a Dios, pero a veces cometía pecado. Pero no estaba bajo condenación
(Romanos 8:1). NO debemos pensar tampoco que Pablo PRACTICABA el pecado. Esto sería
andar conforme a la carne. Para tales cristianos NO hay salvación.
¿?
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Preguntas #15
LA JUSTICIA POR MEDIO DE LA FE NOS LIBRA
Introducción:
El capítulo 8 presenta una continuación del capítulo anterior y un contraste con la vida bajo
la ley. En el capítulo 7 aprendimos que siendo que sigue la lucha contra la carne, si
estuviéramos bajo ley, estaríamos condenados. Pero gracias a Dios, en Cristo, hemos sido
librados de la ley del pecado y de la muerte para vivir y andar conforme al Espíritu. En este
maravilloso capítulo en vez de esclavitud, hay libertad. En vez de condenación hay gloria.
En vez de pecado hay santidad. En vez de muerte hay vida. En vez de desesperación, hay
esperanza. En vez de separación por la ira de Dios, hay seguridad por el amor de Dios.
“Ninguna Condenación”
¡Qué maravilloso cambio de estar bajo la ira de Dios y seguramente condenado, sin
esperanza, y AHORA, ninguna condenación hay!
Lo que podría haber condenado al hombre, aun al cristiano, era la ley. Pero en el capítulo 7
aprendimos que el cristiano está libre de la ley por haber muerto a ella. Ninguna condenación
hay para el cristiano porque ha sido librado de la ley. No es suficiente entender que no podemos
ser justificados por la ley; también debemos saber que no podemos ser condenados por ella.
Además, en este capítulo aprenderemos que hemos sido librados del cuerpo de muerte de que
estudiamos en los últimos versículos del capítulo 7. Es cierto que el cristiano, mientras está en el
cuerpo, peca de vez en cuando. No es perfecto porque, aunque quisiera hacer solamente el bien,
el pecado que mora en su carne lo domina a veces y el resultado es el pecado. Su cuerpo está
destinado a muerte, pero ahora, en Cristo, aún este cuerpo de muerte vivirá otra vez porque aquel
que es justo por la fe está libre de la muerte. Ninguna condenación hay para el espíritu o el
cuerpo de esta persona.
Por supuesto, esta bendición no es para todos automáticamente, sino para un grupo especial.
A pesar de ser un grupo especial, Dios no excluye a nadie que desea pertenecer a él y cumple las
condiciones establecidas por Dios. La condición principal que identifica a las personas que no
sufren condenación alguno es que “están en Cristo Jesús”. Cristo es la solución que Dios
propone para el terrible problema del pecado. Cristo satisface la ira de Dios. Cristo vence el
pecado. Cristo quita la ley. Cristo venció la muerte. Si nosotros estamos en Cristo Jesús,
nosotros también somos victoriosos sobre los poderes que Satanás quisiera usar para destruirnos:
la ira de Dios, el pecado, la ley y la muerte. Solamente en Cristo podemos evitar la condenación
eterna de nuestro ser. Según nuestro estudio de Romanos 6:3, entramos en Cristo en el momento
de nuestro bautismo (vea también Gálatas 3:27). Debemos entender, no obstante, que el
bautismo no nos libra de la condenación. Es Cristo quien nos libra de la condenación de Dios
cuando estamos en El, pero el requisito para estar en El es ser bautizado de la manera establecida
en el Nuevo Testamento.
Esto no significa que si falla en un punto que será condenado. Esto fue el sistema de la ley.
El nuevo pacto no es así. Andar conforme al Espíritu significa que uno lucha contra los deseos
pecaminosos de la carne y somete su voluntad en humildad a la voluntad del Espíritu Santo. Es
como el principio de “andar en luz” presentado en I Juan capítulo 1:7. No es practicar el pecado,
pero tampoco es ser perfecto en su obediencia. Es practicar la verdad (I Juan 1:6; Juan 3:20,21).
Aunque no podemos vivir perfectamente y no podemos ser salvos por medio de nuestras buenas
obras, tenemos que alejarnos del pecado lo más que nos sea posible con la ayuda del Espíritu
Santo y al mismo tiempo someternos a la voluntad de Dios lo más que nos sea posible con la
ayuda del mismo Espíritu.
2. Los que no andan conforme a la carne (8:1) [vea la explicación de esta frase arriba
y en el comentario sobre 8:4 en este estudio].
3. Los que andan conforme al Espíritu (8:1) [vea la explicación de esta frase arriba y
en el comentario sobre 8:4 en este estudio].
4. Librado de la ley del pecado y de la muerte (8:2).
a. La ley que dice que cuando uno peca, tiene que morir (Romanos 6:23).
b. Puede incluir la ley del antiguo pacto: el ministerio de muerte (Romanos
7:5,10; II Corintios 3:7).
5. Librado por la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús (8:2).
a. La ley de la fe (Romanos 3:27).
b. El nuevo pacto o sea el ministerio del Espíritu (II Corintios 3:9).
c. El evangelio de Cristo que trae a luz la vida (II Timoteo 1:10; vea Romanos
1:16)
d. Es importante entender cómo esta ley nos puede librar de aquella ley que nos
condenaba a muerte eterna. El evangelio es una ley o sistema totalmente
diferente del sistema legal que encontramos en la ley de Moisés. No depende
de la capacidad humana sino de la capacidad divina. No está basada en las
obras de justicia que hace el ser humano sino en la obra de la justificación que
hizo Jesucristo al morir por nuestros pecados y resucitarse al tercer día. Bajo
la ley de Moisés se confiaba en el cumplimiento de uno, pero bajo esta ley se
confía en Jesucristo y en lo que Él cumplió en la cruz. Con Su vida perfecta y
muerte Jesucristo cumplió lo que la ley requiere y canceló la deuda humana.
Habiendo terminado con la ley antigua, resucitó y ascendió a la diestra de Dios
para ser mediador de un nuevo pacto, una nueva ley, la ley de la fe. Bajo esta
ley estamos libres de la exigencia de la perfección que fue parte integral de la
ley de Moisés y de todo sistema legal. Bajo esta ley hay “perdón de pecados”
no solamente la condenación por los pecados que cometemos. La paga del
pecado es muerte, pero Cristo ya pagó por nosotros y bajo esta ley, nos ofrece
la vida eterna en Él. De esta manera la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
nos ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
“3 Leyes”
En estos versículos encontramos 3 leyes relacionadas con la condenación o salvación del ser
humano. La primera mencionada es la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Esta ley es la
que llamamos comúnmente “el evangelio”. Su autor y poder es el Espíritu de Dios. Por tanto, es
llamada la ley del Espíritu. No solamente expresa la voluntad del Espíritu Santo, sino también
depende del Espíritu para su éxito en librar al hombre de la condenación y de la muerte. Es
principalmente en este aspecto que es diferente de la ley antigua. La ley de Moisés también era
la expresión de la voluntad de Dios y fue escrita por inspiración del Espíritu Santo, pero
dependía de la carne. En esto mismo encontramos su debilidad y su incapacidad de librar al
hombre de la condenación. Es por esta causa que el evangelio puede ser un ministerio de vida, la
ley del Espíritu de vida, mientras la ley es llamada ministerio de muerte. Aunque el hombre
tiene que someterse bajo los preceptos presentados en esta ley del Espíritu de vida, su salvación
no depende de su obediencia perfecta sino de la gracia de Dios y específicamente del poder del
Espíritu Santo que lo librará de la muerte. Por tanto, además de ser la ley del Espíritu es también
la ley... de vida. También aprendemos que para recibir los beneficios de esta ley, es necesario
estar en Cristo Jesús.
La segunda ley que encontramos en 8:2 es la ley del pecado y de la muerte. Es de esta ley
que hemos sido librados por el evangelio. La ley de Moisés no pudo vencer esta ley. En
palabras muy sencillas, la ley del pecado y de la muerte es aquel principio dado por Dios desde
el principio en el huerto del Edén: el que peca, muere. “Mas del árbol de la ciencia del bien y del
mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). “El
alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:20). “Porque la paga del pecado es muerte”
(Romanos 6:23). Siendo que todos pecamos, todos estamos condenados a muerte, una muerte
sin fin, la separación eterna de la presencia de Dios. “Por tanto, como el pecado entró en el
mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Tal es la ley del pecado y de la muerte. Todos los
hombres estaban condenados bajo esta ley.
La ley de Moisés es la tercera ley en estos primeros versículos de Romanos 8. Ella no pudo
hacer nada para librarnos de la ley del pecado y de la muerte (la condenación) porque la ley de
Moisés dependía de la carne. Ella insistía en la obediencia perfecta. Claro que no podía ayudar
a los que pecaban y que, por tanto, estaban condenados bajo la ley del pecado y de la muerte. La
ley del pecado y de la muerte condena y la ley de Moisés era impotente para librar de esta
condenación.
Sin embargo, el tema de Romanos capítulo 8 es que no hay ninguna condenación en Cristo.
El hombre puede estar libre de la muerte. Y todo esto es posible por la ley del Espíritu de vida
en Cristo Jesús.
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¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #16
A. Introducción
1. Pablo ya introdujo la bendición de la resurrección del cuerpo a la incorrupción
eterna como parte de la libertad que Dios hace posible para nosotros por medio de
la fe en Cristo. No se trata de una bendición aislada de las otras ya presentadas
sino la culminación de la vida de libertad que recibimos en Jesucristo.
2. Es la esperanza de la gloria de Dios (5:2).
3. Es la promesa de que seremos salvos por su vida (5:9).
4. Es la esperanza de ser en la semejanza de su resurrección (6:5).
5. Es la confianza que Dios vivificará nuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en nosotros (8:11).
6. Es la promesa de ser coherederos con Cristo (8:17).
7. Es la seguridad de ser glorificados juntamente con Cristo (8:17).
B. La esperanza gloriosa de los hijos de Dios (8:18-25).
1. Por causa de nuestra esperanza gloriosa soportamos las aflicciones del tiempo
presente (8:18).
a. Hay un contraste marcado entre la época actual caracterizada por el
sufrimiento de los hijos de Dios y la venidera caracterizada por la glorificación
de los hijos de Dios.
b. No son comparables.
(1) No se trata de algo que a penas vale la pena. No hay comparación
adecuada.
(2) En vez de comparación hay contraste (II Corintios 4:17,18).
(a) Leve // Peso
(b) Momentánea // Eterno
(c) Se ven // No se ven
(d) Temporales // Eternas
c. Tengo por cierto: No hay duda alguna.
d. Las aflicciones son inevitables para los hijos de Dios.
e. Estas aflicciones pertenecen únicamente al tiempo presente.
f. La gloria venidera incluye al menos 3 bendiciones:
(1) La victoria gloriosa sobre la muerte física en la resurrección.
(2) La exaltación gloriosa al cielo.
(3) La vida gloriosa y eterna que gozaremos en la presencia de Dios.
(4) Se va a manifestar en nosotros.
2. La realización de nuestra esperanza gloriosa es el enfoque de toda la creación
(8:19-22).
a. La creación:
(1) Es una personificación del mundo natural.
(2) Hay varios otros textos bíblicos que utilizan esta figura de la creación o
sea el mundo de la naturaleza como si fuera persona (vea, por ejemplo,
Isaías 35:1; 44:12).
b. La manifestación de los hijos de Dios (8:19)
(1) La manifestación (apokalupsis) es literalmente la revelación.
(2) La condición de los hijos de Dios en el tiempo presente no es su
condición permanente. Lo que el mundo ve cuando nos contempla ahora
no es la realidad. Pero viene el día cuando nuestra verdadera condición
de victoria y gloria será revelada (manifestada) (Colosenses 3:3,4)
cuando seamos transformados en semejanza de la gloria de Cristo
Mismos (I Juan 3:1,2).
(3) Ocurrirá en el mismo día cuando Cristo se manifieste (Colosenses 3:4;
compare I Corintios 1:7; II Tesalonicenses 1:6-10; I Pedro 1:3-9 [note
especialmente 1:5,7],13; 4:12,13; 5:1).
c. El anhelo ardiente de la creación (8:19).
(1) El mundo natural se representa como una persona que tiene la vista y el
corazón fijados con suma concentración y anticipación en otra persona
que observa acercarse poco a poco de lejos. Anhela intensamente su
llegada, pero solamente puede esperar. (Compare Filipenses 1:20 que usa
la misma palabra (apokaradokia).
(2) Este anhelo ardiente es por la llegada del momento cuando los hijos de
Dios sean revelados en toda su gloria en contraste con las aflicciones que
sufren ellos y la creación misma en este tiempo presente.
(3) Es aguardar (esperar con gran anticipación) el momento cuando los hijos
de Dios sean manifestados en gloria. La creación espera la llegada del
mismo evento glorioso que nosotros (8:23,25; compare I Corintios 1:7;
Filipenses 3:20; Hebreos 9:28).
d. La creación fue sujetada a vanidad (8:20).
(1) Es algo vacío (mataiotes), sin propósito, sin fuerza, sin resultado o éxito.
(2) Está destinada al fracaso y a la destrucción completa (II Pedro 3:10-12).
(3) Incluye la corrupción material de este mundo y todo el sufrimiento y el
deterioro continuo que lo caracteriza en todos sus aspectos. Parte de
nuestro sufrimiento está ligado también a la vanidad de la creación en la
cual vivimos.
e. La sujeción de la creación a la vanidad no fue por su propia voluntad, sino por
causa del que la sujetó en esperanza (8:20).
(1) La sujeción de la creación a la vanidad fue decisión de Dios.
(2) Note que el universo no está a la deriva y no está tampoco controlando su
propio destino sino que está bajo el dominio del Creador.
(3) El mundo natural no siempre fue caracterizado por la corrupción, el
deterioro, los catástrofes, la contaminación, las enfermedades, el dolor, la
muerte, y todo lo negativo que Pablo identifica como vanidad. Fue
creado como un paraíso perfecto en el cual todo era “bueno”. Según
Génesis 3:17-19 esta condición vana de la creación vino como
consecuencia del pecado de Adán y Eva que trajo la maldición de Dios
sobre la tierra misma.
(4) Lo bueno es que la sujeción de la creación a la vanidad no es permanente
porque Dios la sujetó en esperanza. No hay movimiento ecológico
humano que pueda volver al mundo a la incorrupción, pero el mismo
Dios que la sujetó a vanidad también promete librarlo de esta maldición y
lo promete hacer.
f. La esperanza de la creación es que ella misma será libertada (8:21).
(1) Libertada de la esclavitud de corrupción.
(a) Esta libertad de la corrupción será efectuada mediante la
destrucción de los elementos actuales (II Pedro 3:10-12;
Apocalipsis 21:1,4; 22:3).
(b) Esto sucederá en el día final, el mismo día de la venida y
revelación de Cristo y el mismo día de la glorificación de los
hijos de Dios.
(2) Libertada a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
(a) Dios creará un nuevo mundo: cielos nuevos y tierra nueva
caracterizados por la misma gloria e incorrupción que gozarán los
hijos de Dios.
(b) El nuevo cuerpo que los hijos de Dios tendremos en nuestra
libertad gloriosa será completamente diferente del cuerpo
terrenal. Será incorruptible, glorioso, poderoso y espiritual (I
Corintios 15:42-44). Es de esperarse que la nueva creación
(cielos nuevos y tierra nueva) en su libertad sea de la misma
naturaleza: incorruptible, gloriosa, poderosa y espiritual.
(1) Note cómo procede el pensamiento que Pablo presenta:
(a) La creación aguarda nuestra glorificación (8:19). ¿Por qué?
(b) Por su propia condición vana (8:20)
(c) Porque ella también será glorificada (8:21).
(d) Por tanto, ella gime por su dolor continuo (8:22).
g. La creación gime a una (8:22).
(1) Este es el primero de 3 gemidos mencionados en este contexto:
(a) El gemido de la creación (8:22).
(b) El gemido de los hijos de Dios (8:23-25).
(c) El gemido del Espíritu Santo (8:26,27).
(2) Gemir (stenazo) es una expresión audible que parece señalar la angustia
emocional de la persona por una experiencia o situación difícil o dolorosa
(vea Hechos 7:34; Hebreos 13:17 [“quejándose”]; II Corintios 5:2,4).
h. La creación a una está con dolores de parto hasta ahora (8:22).
(1) Señala el dolor de la creación.
(2) Señala la frustración de la creación.
(3) Señala la esperanza de la creación.
3. La realización de nuestra esperanza gloriosa es el enfoque del anhelo de nosotros
mismos que tenemos las primicias del Espíritu (8:23-25).
a. Las primicias del Espíritu (8:23).
(1) Tenemos: Ahora el Espíritu Santo mora en nosotros.
(2) La idea de primicias es que después de estos primeros frutos, habrá más.
(3) El Espíritu Santo en nosotros se identifica como anticipo de las
bendiciones gloriosas que recibiremos en aquel día y la seguridad que las
recibiremos (compare “arras” en II Corintios 1:22; 5:5 y Efesios 1:13,14).
b. Gemimos porque estamos sufriendo en este mundo (compare 8:18) [vea la
explicación de esta palabra en 8:22].
c. Esperando la adopción
(1) Nacemos en la familia de Dios por medio del nuevo nacimiento (Juan
3:3,5).
(2) La adopción es una palabra relacionada con nuestra relación legal con
Dios. La recepción del Espíritu Santo nos identifica como hijos legales
de Dios con pleno derecho de ser herederos de Dios (vea 8:15-17; Gálatas
4:5-7; Efesios 1:4-14).
(3) La herencia específica que Pablo tiene en mente se logra en la redención
de nuestro cuerpo. Recuerde que el contexto tiene que ver con las
aflicciones que sufrimos en el cuerpo en la actualidad y la esperanza que
tenemos de estar libres de estas aflicciones algún día. Esta libertad se
logra perfectamente cuando este cuerpo sea transformado en un cuerpo
glorioso e incorruptible que no está sujeto a la maldición que cayó sobre
todos como consecuencia del pecado (vea Filipenses 3:20,21). La
recepción del Espíritu Santo nos asegura de la vivificación del cuerpo
mortal (8:11).
d. En esperanza fuimos salvos (8:24,25).
(1) El espíritu del cristiano ya fue redimido, pero la redención de nuestro
cuerpo es algo que todavía esperamos y anhelamos.
(2) Lo que nosotros esperamos no es lo que ya tenemos.
(3) Lo que nosotros esperamos no es lo que ya vemos.
(4) Por su propia naturaleza, la esperanza requiere paciencia: la capacidad de
soportar las cargas de esta vida. Si deseamos recibir lo que esperamos,
no podemos desmayar (vea II Corintios 4:16-18).
C. La ayuda divina para lograr nuestra esperanza gloriosa (8:26-39).
1. La ayuda del Espíritu Santo (8:26-27).
a. De la misma manera (8:26).
(1) No solamente tenemos las primicias del Espíritu para animarnos y darnos
confianza que algún día gozaremos de la redención de nuestro cuerpo.
(2) De la misma manera tenemos otra ayuda del Espíritu Santo en nuestra
lucha diaria mientras estamos en este mundo.
b. Nos ayuda en nuestra debilidad (8:26).
(1) La debilidad específica es: qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos.
(a) No conocemos todos los detalles y factores en determinada
situación.
(b) Aunque conocemos la revelación de la voluntad de Dios en Su
Palabra, muchas veces no sabemos lo que Dios desea en
determinada situación. El Espíritu Santo no tiene este problema
(vea I Corintios 2:10).
(c) Todos sabemos lo que queremos, pero muchas veces no sabemos
lo que necesitamos. No sabemos qué pedir. En otras ocasiones
creemos saber qué pedir, pero nos equivocamos (compare
Deuteronomio 3:23-26; II Corintios 12:7-10). En estas ocasiones
de ignorancia, reconocida o no, tenemos la ayuda del Espíritu
Santo.
(d) El Espíritu Santo en contraste conoce tanto el futuro como
también la voluntad de Dios y Él sabe cómo comunicar sus
intenciones al Padre.
(2) La ayuda específica es: el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles.
(a) La palabra ayuda literalmente significa “agarra con contra”. El
Espíritu Santo agarra el problema con nosotros contra el
enemigo. El se para a nuestro lado contra cualquier problema,
dándonos así la seguridad de resolverlo y salir bien al final.
(b) Nada tiene que ver con hablar en lenguas.
(c) No nos dice nada a nosotros; no escuchamos nada y no sentimos
nada cuando intercede.
(d) Se comunica con Dios a favor nuestro.
c. La intercesión del Espíritu (8:26,27).
(1) Con gemidos indecibles (8:26): es inaudible lo que comunica el Espíritu
en este caso.
(2) El que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu
(8:27): Dios no tiene problemas para saber lo que el Espíritu tiene en
mente porque Él sabe lo que hay en todo corazón.
(3) Conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (8:27): Esta es
la petición perfecta que El puede hacer porque conoce perfectamente lo
que Dios desea. El Espíritu se encarga de pedir a Dios lo mejor para
nuestra vida.
(4) El resultado es que somos fortalecidos y consolados.
d. Para mayor información sobre la intercesión del Espíritu Santo vea la
lección titulada: “El Ayudante del Cristiano” en el curso sobre El
Espíritu Santo.
2. La ayuda de la providencia divina (8:28)
a. La confianza: Sabemos. No hay duda alguna debido a lo que Dios nos
ha revelado acerca de Su maravillosa obra a favor de nosotros (y en el
contexto debido a la intercesión del Espíritu Santo conforme a la
voluntad de Dios).
b. La bendición: Todas las cosas les ayuda a bien.
(1) Sunergeo significa literalmente “obrar juntamente” (vea Marcos
16:20; I Corintios 16:16; II Corintios 6:1; Santiago 2:22).
[Sunergos es la forma del sustantivo y se traduce “colaboradores”
en Romanos 16:3,9,21 y muchos otros textos.]
(2) El verbo sunergeo está en la forma singular sunergei. Por tanto, el
texto no dice literalmente que todas las cosas obran juntamente a
bien sino que “él” obra juntamente todas las cosas a bien.
(3) Se refiere a la obra providencial de Dios de obrar en todo lo que
sucede en la vida de Sus hijos con un fin en mente: bien.
(4) No quiere decir que solamente suceden cosas buenas o agradables
en la vida del cristiano.
(5) No quiere decir que todo acontecimiento o situación tiene una
resolución agradable.
(6) Quiere decir que, suceda lo que suceda, la confianza del cristiano
es que Dios lo puede usar para el bien de Sus hijos. Pero hay que
tomar en cuenta que bien que Dios tiene en mente es nuestro
bienestar espiritual eterno. Su meta es que seamos hechos
conformes a la imagen de Su Hijo (8:29), no que estemos
cómodos o aún saludables en esta vida.
(7) En el contexto de las aflicciones del cuerpo, Dios no está
prometiendo librar a Sus hijos del padecimiento en esta vida, sino
que promete usar estos padecimientos para nuestro bienestar
espiritual eterno (compare Romanos 5:3-5; II Corintios 12:7-10;
Santiago 1:2-4). Encontrará más información sobre el valor de las
pruebas en el curso titulado “La Victoria En Las Pruebas”.
c. Los recipientes:
(1) Los que aman a Dios
(a) Este es el requisito (mandamiento) fundamental para
recibir la bendición de Dios (Mateo 22:36,37; I Corintios
2:9; 8:3).
(b) Este amor se manifiesta en la obediencia a los
mandamientos de Dios (Juan 14:15,23; I Juan 5:3;
compare I Juan 2:15).
(2) Los que conforme a su propósito son llamados.
(a) Dios nos llama a la salvación, mediante la santificación
por el Espíritu y la fe en la verdad (II Tesalonicenses
2:13,14).
(b) El propósito de Dios es que seamos glorificados
(Romanos 8:29-30; compare Efesios 1:3-14).
(c) Tenemos que sujetar nuestras vidas al propósito que Dios
ha establecido para nosotros si queremos esta bendición.
El ha puesto los límites y nosotros decidimos
acomodarnos a Su propósito y aceptar Su llamado o no.
3. La acción divina: Predestinó (8:29).
4. Los recipientes: A los que antes conoció (8:29)
5. La meta: Para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo (8:29).
6. La consecuencia: Para que él sea el primogénito entre muchos hermanos
(8:29).
7. El proceso (8:29,30) :
Justificado Glorificado
a. El anticipado conocimiento de Dios (a los que antes conoció) (8:29).
(1) Este es el primer paso en todo este proceso y el que muchas
personas no toman en cuenta. Los demás pasos están basados en
lo que Dios conoció de antemano acerca de Sus criaturas.
(2) Debido a no tomar en cuenta el anticipado conocimiento de Dios,
muchas personas no entienden cómo Dios puede predestinarnos y
al mismo tiempo dejar que nosotros mismos decidamos servirle o
no.
(3) No hay nada escondido de Dios (Romanos 8:27; Hebreos 4:13;
Isaías 46:10; Salmos 139:4,16).
(4) Según Hechos 2:23 Dios sabía de antemano de la muerte de
Jesucristo, pero no fue Dios el que lo mató sino los judíos por
medio de los romanos. Dios, sabiendo de antemano lo que los
hombres harían, decidió usar la mala voluntad de ellos para
cumplir Su propósito santo para el bien de la humanidad. Dios no
mató a Su Hijo sino que El sabía que habían hombres malos en el
mundo que lo harían. De acuerdo con este anticipado
conocimiento Jesucristo fue predestinado a morir según el plan de
Dios por las manos de hombres incrédulos. Vea también I Pedro
1:20; Hechos 4:27,28.
(5) Conocer los pensamientos, las actitudes, las acciones y las
reacciones de las personas de antemano no significa que Dios les
obliga a pensar o actuar de determinada manera. Pero sí hace que
sea posible que Dios obre de manera providencial en la vida de
cada persona sin violar el libre albedrío del individuo para lograr
Su propósito divino. Dios no hizo que ninguna persona tuviera un
corazón duro e incrédulo, pero sí conoció de antemano quién
tendría un corazón bueno y dispuesto a creer en El y quién no.
Volviendo al ejemplo de la muerte de Jesucristo, en base a su
anticipado conocimiento de las personas de aquella época, Dios
pudo enviar a Su Hijo en el momento exacto. Esto mismo es lo
que hizo posible que Dios revelara por medio de los profetas del
Antiguo Testamento eventos, lugares, y otros detalles de la vida,
muerte y resurrección de Su Hijo sin obligar a ninguna persona a
hacer algo en contra de su propio libre albedrío.
(6) Asimismo nuestra predestinación está fundada en lo que Dios
conoció de antemano acerca de nosotros. No es que Dios obligara
a ninguna persona a obedecer o no a Cristo sino que obró El de
acuerdo con su gran “presciencia” (I Pedro 1:2). Así pudo
escribir nuestros nombres en el libro de la vida “desde la
fundación del mundo” (Apocalipsis 17:8). Dios “antes conoció” a
su pueblo (Romanos 11:2). Basándose en su conocimiento de
nuestros pensamientos, actitudes, acciones y reacciones, procedió
a predestinar, llamar, justificar, y glorificar a aquellas personas
que responden con fe viva al evangelio de Cristo Jesús. No
excluyó a ninguno que hubiera querido ser parte del pueblo de
Dios. No incluyó a ninguno que no hubiera querido servir al
Señor.
b. Los predestinó (8:29,30).
(1) La palabra predestinó (proorizo) significa predeterminar, decidir
de antemano, poner límite u horizonte.
(2) Esto significa que Dios ha puesto ciertos límites sobre nuestra
vida aquí en la tierra.
(a) Dios ha predeterminado los límites del mar (Job 38:8-11).
(b) Dios ha prefijado los límites de las naciones (Hechos
17:26; Job 12:23).
(3) Dios también ha predeterminado ciertos límites espirituales.
(a) Dios predestinó la manera de llegar a ser adoptados hijos
suyos. Ha limitado la manera de ser hijo Suyo: tiene que
ser por medio de Jesucristo (Efesios 1:5). Dios no
predestinó que un individuo será Su hijo y otro no, sino
que predestinó que toda persona podrá ser Hijo Suyo pero
solamente por medio de Jesucristo. Dios ha limitado Su
familia a aquellos que llegan a Él por medio de Cristo.
(b) Dios predestinó un plan para salvarnos: el evangelio de
Cristo (I Corintios 2:7,8). La sabiduría predestinada =
Cristo crucificado (I Corintios 1:23,24). Dios decidió
antes de crear el mundo, que iba a salvar a los hombres
por medio del Cristo crucificado y el mensaje de la cruz.
Dios estableció antes que comenzara el tiempo que el
hombre podría alcanzar la gloria por medio del Cristo
crucificado: la sabiduría de Dios. Dios predestinó el plan.
A nosotros nos corresponde decidir si aceptamos o no el
plan divino.
(c) Dios predestinó una bendición eterna y gloriosa para
todos Sus hijos, los que El antes conoció: para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo. La
predestinación es parte de la ayuda divina para lograr
nuestra esperanza gloriosa. Nuestro Padre predeterminó
que los que le aman (8:28) sean transformados a la
semejanza gloriosa de Jesucristo (Filipenses 3:20,21; I
Juan 3:2). Por el momento estamos en este cuerpo
humillado y padecemos muchas aflicciones, pero Dios ha
establecido otro destino para Sus hijos fieles: seremos
coherederos con Cristo de la gloria que El ya recibió.
Jesucristo ciertamente es el primogénito de entre los
muertos. Fue el primero que resucitó para gloria eterna
(vea también I Corintios 15:20-23), pero todos los hijos
de Dios tienen una resurrección gloriosa en su futuro;
para esto fueron predestinados por Dios. De modo que
Cristo será el primogénito entre muchos hermanos que
gozarán de la misma gloria. El texto no dice que Dios no
quiere que ciertas personas reciban esta bendición. La
ofrece a todos.
(d) Porque (8:29): hay que relacionar todo esto con la
promesa de 8:28 también.
c. Los llamó
(1) Dios nos llama por medio del evangelio (II Tesalonicenses
2:14,15; vea Gálatas 1:6).
(2) Muchos textos hablan del hecho que Dios nos llama (Romanos
1:6,7; 9:11,24; I Corintios 1:2,9,24; 7:15,17,18,20,21,22,24;
Gálatas 1:6,15; 5:8,13; Efesios 4:1,4; Colosenses 3:15; I
Tesalonicenses 2:12; 4:7; 5:24; I Timoteo 6:12; II Timoteo 1:9;
Hebreos 9:15; I Pedro 1:15; 2:9,21; 3:9; 5:10; II Pedro 1:3).
(3) Nos llama al arrepentimiento (Mateo 9:13).
(4) Nos llama a la comunión con Cristo (I Corintios 1:9).
(5) Nos llama a la paz (Colosenses 3:15; vea I Corintios 7:15).
(6) Nos llama a una esperanza (Efesios 1:18; 4:4).
(7) Nos llama a libertad (Gálatas 5:13).
(8) Nos llama a Su reino y gloria (I Tesalonicenses 2:13).
(9) Nos llama a ser santos y a la santificación (Romanos 1:7; I
Corintios
1:2; I Tesalonicenses 4:7; II Tesalonicenses 2:13,14).
(10) Nos llama a la vida eterna (I Timoteo 6:12).
(11) Nos llama a la luz (I Pedro 2:9)
(12) Nos llama a seguir las pisadas de Jesucristo (incluyendo el
sufrimiento) (I Pedro 2:20,21).
(13) Nos llama a ser de Jesucristo (Romanos 1:6).
(14) Nos llama a heredar bendición (I Pedro 3:9)
(15) Nos llama a Su gloria eterna en Jesucristo (I Pedro 5:10).
(16) Nos llama a participar de la naturaleza divina (II Pedro 1:3,4).
(17) Nos llama por su gracia (Gálatas 1:15; vea II Timoteo 1:9).
(18) Nos llama por su gloria y excelencia (II Pedro 1:3).
(19) Es un llamamiento “celestial” (Hebreos 3:1).
(20) Cristianos son conocidos como “los llamados” (Romanos 1:6;
I Corintios 1:24; Hebreos 9:15)
(21) La palabra “iglesia” (ekklesia) significa los “llamados” afuera.
d. Los justificó
(1) Los absolvió; los declaró inocentes, sin culpa alguna por los
pecados que cometieron.
(2) Hay muchos detalles sobre el proceso de la justificación en otras
secciones de este estudio. Vea en especial el comentario sobre
3:21-28; 4:1-12.
(3) La justificación depende de recibir el llamamiento de Dios por
medio del evangelio de Cristo. Aquel que no acepta este
llamamiento siempre llevará la culpa por todos sus pecados y
tendrá que sufrir el justo castigo de Dios por ellos en el día de
juicio.
e. Los glorificó
(1) Dios desea que el ser humano goce de la gloria eterna.
(2) Hay que recordar que en este contexto (8:18-39) estamos
estudiando acerca de la ayuda divina para lograr nuestra esperanza
de gloria.
(3) El cristiano tendrá un cuerpo glorificado en la resurrección.
f. Cada uno de estos verbos se expresan en tiempo pasado (tiempo aoristo
en el griego). Todo esto sucedió en la mente o sea en el propósito de
Dios antes de la fundación del mundo. Quedó establecido que aquellos
que verdaderamente aman a Dios son conocidos por Dios (I Corintios
8:3). También quedó establecido que éstos serán glorificados y
entrarán en la gloria eterna como coherederos con Jesucristo. Con este
fin glorioso en mente los llamó por medio del evangelio y los justificó
por medio de la fe en Jesucristo cuando murieron con El en el
bautismo.
8. 2 Doctrinas falsas basadas en ideas incorrectas de la predestinación, la
elección y el llamamiento de Dios:
a. Primera doctrina falsa: Dios da fe solamente a los elegidos y lo hace
por obra directa del Espíritu. Contradice las siguientes enseñanzas
bíblicas:
(1) El Espíritu Santo crea fe por medio de la Palabra escrita o
predicada (Romanos 10:17; Efesios 6:17).
(2) El Espíritu Santo obra por medio de la Palabra en el nuevo
nacimiento (I Corintios 2:11-13; Santiago 1:18; I Pedro 1:22,23).
(3) Los casos de conversión en Hechos nunca mencionan alguna
influencia directa del Espíritu Santo en el corazón de aquellos que
creyeron.
(4) Dios nos llama por medio del mensaje del evangelio (II
Tesalonicenses 2:14).
(5) La salvación depende de una decisión voluntaria de aceptar o
rechazar la gracia de Dios (Hechos 2:40; Marcos 16:15,16; Mateo
28:18-20; 11:28-30).
(6) Dios quiere que todos sean salvos (II Pedro 3:9; I Timoteo 2:4).
(7) Es posible resistir el Espíritu Santo (por rechazar el mensajero de
Dios que trae el mensaje divino) (Hechos 7:51-53; compare
Génesis 6:3; Nehemías 9:20,30; II Corintios 5:20 - 6:1).
(8) La Palabra escrita produce fe (Juan 20:30,31) y puede hacer
cualquier impacto necesario en el corazón del ser humano
(Salmos 19:7,8; II Timoteo 3:15; Salmos 119:50,93; I Corintios
4:15; 15:1,2).
b. Segunda doctrina falsa: Dios ha ordenado inmutablemente todo cuanto
pasa en el mundo (incluyendo nuestra santidad o nuestra maldad).
Contradice las siguientes enseñanzas bíblicas:
(1) Si fuera así, todo cuanto hace el hombre estaría de acuerdo con y
causado por la predestinación de Dios (Su voluntad) y, por tanto,
no podría ser malo.
(a) ¿Causa Dios lo que prohíbe? (Éxodo 20; Hebreos 6:18)
(b) Esta enseñanza destruye el concepto bíblico de la recompensa
y el castigo (Romanos 2:5-11; II Corintios 5:10; 9:6;
Gálatas 6:7,8).
(2) A veces Dios cambia Sus decretos basándose en la actitud o
reacción del ser humano (Jonás 3:4,10; II Reyes 20:1,5,6).
¿Predijo Dios lo que había predestinado para que fuera al
contrario?
(3) ¿Predestinó Dios algo que le dolería? (Génesis 6:5,6) ¿Se
arrepintió de Su propia necedad?
(4) ¿Cómo predestinó Dios algo que nunca subió en su corazón o
mente? (Jeremías 7:31; 9:5)
(5) Dios no hace acepción de personas (Romanos 2:11; Colosenses
3:25; hechos 10:34; Efesios 6:9).
(6) Dios quiere que todos sean salvos (II Pedro 3:9; Ezequiel 18:32;
33:11; I Timoteo 2:1-4; Mateo 23:37), pero Su deseo se niega
muchas veces por la rebeldía del hombre (Ezequiel 18:21-28).
(7) ¿Por qué juzga Dios al hombre según sus obras y no conforme al
decreto eterno que inmutablemente causó su destino? (Hechos
17:30,31; II Corintios 5:10; Apocalipsis 22:12,13)
(8) I Corintios 10:5-12. El número de los elegidos en Corinto podía
ser disminuido por la apostasía de algunos (Compare I Corintios
9:27; Juan 15:5,6; II Timoteo 2:18; Hebreos 6:4-6; II Pedro 2:20-
22; Gálatas 5:4; II Pedro 1:10; 3:9; I Timoteo 2:5,6; Lucas 13:34;
Apocalipsis 2:4,5; 3:15-18).
(9) La predestinación se basa en lo que Dios conoció de antemano
(Romanos 8:29,30) no en un decreto arbitrario.
(10) Dios predestinó cómo debemos vivir (Efesios 2:10).
(11) Hechos 13:48 declara que estaban listos a dispuestos para la
vida eterna (tasso = ordenado en filo), pero no explica por qué
estaban listos o dispuestos a creer y vivir.
(12) Dios puede causar que los que no quieren recibir el amor de la
verdad crean una mentira y así que no sean salvos pero
solamente en el caso de aquellos que no aman la verdad (II
Tesalonicenses 2:10-12).
(13) Nombres pueden ser borrados del libro de la vida (Apocalipsis
3:5; 22:18,19; 17:8).
(14) ¿Es Dios el autor del pecado? ¡Claro que no!
9. El favor invencible de Dios (8:31).
a. Dios es por nosotros.
(1) Su obra a favor de nosotros es el tema de esta sección (8:26-39).
Todo cuanto precede 8:31 y los versículos que siguen confirman
que Dios es por nosotros.
(2) Lo ha comprobado una y otra vez, pero 8:32 señala la prueba
irrefutable de esta maravillosa verdad.
b. ¿Quién contra nosotros?
(1) Hay muchos contra nosotros pero en vano se oponen a nosotros
porque Dios es por nosotros. ¡Nuestra victoria es segura! Por esta
razón somos más que vencedores.
(2) Esta pregunta se presenta en más detalle en 8:33-39. ¿Quién nos
acusará? ¿Quien nos condenará? ¿Quién nos puede separar del
amor de Dios? No solamente trata de personas sino también de
ángeles y fuerzas como la tribulación, la angustia, la persecución,
el hambre, la desnudez, el peligro, la espada y la muerte misma.
10. La prueba irrefutable de la ayuda de Dios (8:32).
a. Dios no escatimó ni a su propio Hijo.
(1) Nos da una idea concreta del amor que Dios nos tiene
(2) Nos da una idea de cuánto desea Dios que alcancemos la gloria
eterna.
(3) Nos da una idea del valor que tenemos para Dios.
(4) No le importó el costo.
b. Dios lo entregó por todos nosotros.
(1) Lo necesitábamos tan desesperadamente.
(2) No merecíamos Su ayuda.
(3) Lo pudiera haber librado (Mateo 26:53): 72,000 ángeles. En
Isaías 37:36 UN ángel mató a 185,000.
(4) Lo quería librar (Lucas 22:42; Hebreos 5:7) Compare
padre/madre con su hijo.
(5) Decidió salvarme a mí y a usted.
c. ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?
(1) Habiendo sacrificado ya a Su Hijo por nosotros, cualquier otro
favor que necesitemos no le cuesta.
(2) Habiendo demostrado la profundidad de Su amor por nosotros,
cualquier otro acto de amor que necesitemos está asegurado.
11. La protección de toda acusación (8:33,34).
a. ¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
(1) Hay en realidad muchos acusadores:
(a) Nuestra propia conciencia nos acusa (Romanos 2:15).
(b) El diablo nos acusa (Job 1:9-11; Apocalipsis 12:10).
(c) La ley de Dios nos acusa (Romanos 3:19).
(2) Aunque seamos acusados, Dios Mismo provee la respuesta a toda
acusación.
b. Dios es el que justifica.
(1) Nos declara sin culpa, inocentes de toda acusación.
(2) El único que tiene derecho de condenarnos, nos justifica.
(3) Si el Juez nos justifica, las acusaciones de los demás no tienen
valor.
(4) Vea Isaías 50:8,9.
c. ¿Quién es el que condenará?
(1) Nuevamente la verdad es que quizá muchos nos quisieran
condenar. Ciertamente bajo la ley estaríamos condenados.
(2) Pero ya aprendimos que en Cristo no hay condenación para
aquellos que andan conforme al Espíritu.
(3) La respuesta a toda condenación contra el cristiano es: la muerte,
resurrección e intercesión de Jesucristo.
d. Cristo es el que murió.
(1) En Su muerte sufrió el castigo de nuestra condenación (vea 8:3).
(2) En Su muerte nos libró de toda culpa y toda condenación por
causa de nuestros pecados.
e. Cristo es el que resucitó.
(1) Para nuestra justificación (vea 4:25). En relación a nuestra
salvación la resurrección de Jesucristo fue tan vital como Su
muerte (vea I Corintios 15:17).
(2) Fue necesaria Su resurrección para que presentara Su sangre
(Hebreos 9:12-14,24-26; 10:12-14) y para que se sentara a la
diestra de Dios para interceder por nosotros (Romanos 8:34;
Hebreos 7:23-25).
f. Cristo es el que está a la diestra de Dios. Exaltado a la posición de
autoridad suprema
g. Cristo es el que también intercede por nosotros.
(1) Si el Juez es también nuestro abogado y este abogado intercede
por nosotros nadie nos logrará condenar (I Juan 2:1,2).
(2) Esta es una obra perpetua (Hebreos 7:23-25).
12. Nada nos podrá separar del amor de Dios...en Cristo (8:35-39).
a. Menciona 7 posibilidades - 7 adversarios o adversidades que quizá
pudieran separarnos de Dios y Su amor (8:35,36).
(1) Todas estas adversidades eran parte de la realidad que vivió Pablo
(II Corintios 11:23-28) y muchos otros cristianos.
(2) Sufrieron estas pruebas a pesar de su servicio fiel a Dios.
(3) Sufrieron estas pruebas, en muchos casos, por causa de Dios (vea
Salmos 44:22).
(4) Es importante saber que esta clase de problemas en la vida no
señalan que Dios ya no nos ame o que Dios ya no esté con
nosotros.
b. El amor de Dios (8;35,37,39).
(1) Manifestado en el Calvario (5:8).
(2) Derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (5:5).
(3) Disponible y manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro (8:39).
c. Somos más que vencedores (8:37).
(1) Al contrario de ser vencidos por estas adversidades, logramos una
victoria maravillosa.
(2) En todas estas cosas. No se trata de evitar estos problemas o
eliminarlos de nuestras vidas sino de ser victoriosos en medio de
estas pruebas (vea Juan 16:33).
(3) Por medio de aquel que nos amó. Al contrario de separarnos del
amor de Dios, El y Su amor nos dan la victoria en medio de las
pruebas de la vida.
(4) Más que vencedores.
(a) Porque seguimos confiando en el amor de Dios a pesar
del dolor que sufrimos.
(b) Porque el amor de Dios nos constriñe a seguir Su camino
a pesar de las dificultades que esto implica.
(c) Porque seremos glorificados eternamente por el amor de
Dios después de sufrir todas estas adversidades por un
tiempo limitado.
d. La seguridad de no ser separado del amor de Dios (8:38,39).
(1) Ninguna experiencia nos puede separar: Ni la muerte, ni la vida.
(2) Ninguna criatura espiritual nos puede separar: Ni ángeles, ni
principados, ni potestades.
(3) Ningún tiempo nos puede separar: Ni lo presente, ni lo por venir.
(4) Ningún lugar nos puede separar: Ni lo alto ni lo profundo.
(5) Ninguna otra cosa creada nos puede separar.
13. Los que son justos por la fe viven con plena seguridad de la esperanza
gloriosa.
14. Resumen de la ayuda divina para lograr nuestra esperanza gloriosa
(8:26-39):
a. La ayuda del Espíritu Santo (8:26,27).
b. La ayuda de la providencia divina (8:28).
c. La predestinación (8:29,30).
d. El favor invencible de Dios (8:31).
e. La prueba irrefutable de la ayuda de Dios (8:32).
f. La protección de toda acusación (8:33,34).
g. Nada nos podrá separar del amor de Dios en Cristo (8:35-39).
¿?
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Preguntas #17
¿?
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Preguntas #18
II. La nación de Israel ignoraba la justicia de Dios por culpa propia (10:1-21)
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #19
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #20
OCTAVA SECCIÓN: LA JUSTICIA POR MEDIO DE LA FE ES LA BASE PARA
UNA VIDA DEDICADA A DIOS (12:1-15:13).
La carta del apóstol Pablo a los cristianos romanos nos presenta en una forma clara y
detallada la doctrina del Señor por la cual podemos ser purificados de nuestros pecados.
Nos enseña aquella forma de doctrina que nos libra del poder y de la esclavitud al pecado
cuando la obedecemos de corazón. En esta carta aprendemos las respuestas bíblicas a
muchas doctrinas falsas que se están enseñando hoy día. Pero debemos recordar que la
doctrina es de poco valor si no se relaciona de alguna manera con la vida diaria del
individuo. El apóstol Pablo dedica esta sección de la carta a la aplicación práctica de la
doctrina de Cristo en la vida cotidiana del cristiano. Para el apóstol no puede haber
distinción alguna entre doctrina y vida. El cristianismo no es una religión de ceremonias
y formalismos que no tienen relación práctica con la vida de sus participantes. Es una
vida que surge como resultado directo de haber creído y obedecido ciertas verdades
doctrinales. En Romanos 12 empezamos la sección de la epístola en la cual Pablo, por
inspiración del Espíritu Santo, toca varios puntos básicos en cuanto a la vida de los que
son justificados por la fe. Recordará usted que el tema de la carta es “La Justicia Por
Medio de La Fe”. En esta sección la Biblia nos enseña cómo debemos vivir si hemos
recibido la bendición de la justificación por medio de la fe. Aunque no somos salvos por
obras de la ley, sí somos salvos para ser hacedores de la voluntad de Dios y no
simplemente oidores olvidadizos de Su Palabra. La gratitud en el corazón del cristiano
por la salvación que ha recibido de Dios por gracia debe convertirse en una vida de
servicio al Señor.
II. Con Relación a Nuestra Función en la Iglesia : Pensar de Sí con Cordura (12:3-8).
¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #21
IV. Con Relación a Nuestros Enemigos: No Vengarse sino Vencer con el Bien el Mal
(12:14-21).
Introducción
Debe quedar claro que no estoy defendiendo ni atacando a ningún partido político en
ningún país. No estoy interesado en propagar ninguna filosofía política sino en propagar
las enseñanzas bíblicas que instruyen al cristiano en cuanto a cómo debe comportarse
ante el gobierno que esté en poder en su país, estado, ciudad o aldea. Sus convicciones
políticas no son el tema bajo estudio sino sus acciones cristianas como ciudadanos
responsables ante Dios. Cuando Pablo escribió la carta a los romanos, ellos vivían bajo
el dominio de un emperador, o sea un dictador. Pero él no se opuso a la política del
emperador como tampoco a la de los enemigos del emperador. Sencillamente envió
instrucciones inspiradas sobre el deber del cristiano hacia los gobernantes civiles de su
tiempo.
“Sométase”
Por supuesto, hay límites. Cuando la ley o el gobernante exige algo que esté en
contra de la Palabra de Dios, el cristiano tiene que desobedecer a los hombres. Tenemos
el ejemplo claro de la Palabra de Dios en Hechos 5:28,29 : “¿No os mandamos
estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de
vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. Respondiendo
Pedro y los apóstoles, dijeron: ES NECESARIO OBEDECER A DIOS ANTES QUE A
LOS HOMBRES”. Cuando algún mandamiento civil nos manda hacer algo que no esté
de acuerdo con las enseñanzas y normas del Nuevo Testamento, el cristiano tiene el deber
(no solamente el derecho sino el deber) de rechazar tal orden y hacer lo que Dios nos
manda en Su Palabra en vez de obedecer a los hombres. Obediencia a una orden de
alguna autoridad gubernamental no es excusa para cometer alguna maldad. El cristiano
debe ser guiado por la ley de Dios primero y después por la ley de los hombres. (Vea
también Éxodo 1:17; Daniel 3:1-30; 6:1-28). Si el poner primero a Dios resulta en la
persecución o el maltrato del cristiano, éste debe recordar las palabras del apóstol Pedro:
“Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhecho, o por
entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino
glorifique a Dios por ello” (I Pedro 4:15,16).
El motivo de este respeto y esta obediencia a las leyes y las autoridades terrenales es
que no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas (Romanos 13:1). Aún Cristo Jesús, cuando anduvo aquí en la tierra,
reconoció el origen divino de la autoridad de los gobernantes que tenían el poder en aquel
tiempo. En Juan 19:10,11 encontramos un diálogo entre Cristo y Pilato, el representante
del emperador romano en la región de Judea: “Entonces le dijo Pilato: ¿A mí no me
hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para
soltarte? Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de
arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.”
Una pregunta que surge tiene que ver con los gobiernos inicuos e injustos. ¿Está
diciendo el apóstol Pablo que Dios aprueba y establece a gobernantes malvados? Aún el
gobierno romano perseguía al pueblo de Dios y Pablo mismo sufrió a sus manos. ¿Son de
Dios los gobiernos modernos, muchos de los cuales claramente son inicuos? ¿Está Dios
aprobando las injusticias y la inmoralidad que caracterizan a muchos de estos gobiernos
actuales?
La Biblia enseña claramente que hubo en el pasado algunos gobiernos que eran
dominados por hombres inicuos y crueles, pero que, sin embargo, fueron ordenados y
permitidos por Dios. En el libro de Daniel encontramos al rey babilónico llamado
Nabucodonosor. Este hombre fue el que sitió a Jerusalén y lo destruyó y luego llevó a los
judíos, el pueblo de Dios, en cautividad a Babilonia. Fue un gobernante cruel y
ciertamente no tenía ningún respeto para Dios ni mucho menos para Su pueblo. Sin
embargo la Biblia nos revela que Dios le ayudó a entender que su autoridad provino de
Dios Mismo. En Daniel 4:17,25 encontramos la sentencia pronunciada sobre este rey de
parte de Dios: “La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la
resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los
hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los
hombres... que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu
morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del
cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo
tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere” (Daniel
4:17,25). Sepamos nosotros, sin lugar a dudas, que Dios es el único que da el reino a los
hombres. Ninguno lo puede tomar a menos que Dios se lo permita. Y si Dios decide dar
el poder a un hombre inicuo, el Todopoderoso ha de tener algún propósito en mente.
Dios bien puede tolerar la maldad de un gobernante sin aprobar su pecado. El gobernante
que actúa injustamente será juzgado y castigado por Dios en el fin, pero, mientras tanto,
ha recibido autoridad de Dios para algún propósito que, muchas veces, nosotros no
podemos saber o entender. Fue precisamente esto lo que Dios quería que Nabucodonosor
reconociera. En el Nuevo Testamento encontramos otro ejemplo en Pilato, un hombre de
carácter débil. Pilato bien sabía que Jesucristo era inocente, pero no tuvo el valor
suficiente para ser justo. De él dijo Cristo: “ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te
fuere dada de arriba” (Juan 19:11). Por cuanto, si Dios ha dado la autoridad y el gobierno
a hombres inicuos en el pasado, no hay razón por qué dudar que lo sigue haciendo
cuando está de acuerdo con Su propósito eterno.
Aunque no podemos saber todas las razones por las cuales Dios permite gobierno
injustos y crueles, las Escrituras nos revelan que a veces Dios levanta tales autoridades
para castigar a otros pueblos rebeldes y para mostrar Su poder divino. Faraón, el rey de
Egipto en el tiempo de Moisés es ejemplo de esta verdad. “Porque la Escritura dice a
Faraón: Para esto mismo te he levantado para mostrar en ti mi poder, y para que mi
nombre sea anunciado por toda la tierra” (Romanos 9:17). Fíjese bien que fue Dios quien
levantó al Faraón de Egipto. Y lo hizo, a pesar de su corazón duro y la persecución que
resultó para el pueblo de Dios, para que por medio de Faraón fuese mostrado el poder de
Dios y Su nombre fuese anunciado por toda la tierra. Cientos de años después el pueblo
de Dios fue perseguido por otra nación perversa, la de Asiria. Y otra vez las Escrituras
nos aclaran que esa nación inicua encabezada por un hombre soberbio fue levantada y
empleada por Jehová Dios. Dios dice: “Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano
he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le
enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo
de las calles” (Isaías 10:5,6). Esta era la realidad del poder de Asiria en aquel tiempo;
Jehová estaba al mando. Asiria fue nada más una vara de castigo en la mano de Dios.
Claro está que ni esa nación perversa ni su rey terrenal pensaban servir el propósito de
Dios. “Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que
su pensamiento será desarraigar y cortar naciones no pocas” (Isaías 10:7). El
pensamiento de ese rey asirio era conquistar, destruir y cautivar. El pensaba que sus
victorias eran debidas al poder de su propia mano. “Porque dijo: Con el poder de mi
mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente; quité los territorios de los
pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé como valientes a los que estaban sentados: (Isaías
10:13). Aún pensaba ser más fuerte que los “dioses” de Jerusalén, o sea que pensaba
derribar a Jehová Dios. “Como halló mi mano los reinos de los ídolos, siendo sus
imágenes más que las de Jerusalén y de Samaria; como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no
haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?” (Isaías 10:10,11). Sin embargo, a pesar de
toda su soberbia y su crueldad, el rey de Asiria fue levantado y puesto en poder por Dios.
Y fue un instrumento de Dios para cumplir Su santa voluntad aunque no pensaba así, de
la misma manera que lo fue el Faraón de Egipto. E igual a aquel, cuando había
terminado de servir al propósito de Dios, Dios castigó su soberbia y dureza de corazón.
“Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de
Sión y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la
gloria de la altivez de sus ojos” (Isaías 10:12). Y lo hizo varios años después por medio
de otra nación perversa, que a pesar de su perversidad sirvió al propósito de Dios en Su
maravillosa obra entre las naciones.
No hay gobernante que llegue al mando sin el permiso de Dios. Dios tolera y emplea
hasta la maldad de los hombres para llevar a cabo Su plan sabio que desde la eternidad
está en proceso. El deber del cristiano es someterse a las autoridades que Dios ha
establecido. El cristiano puede y debe vivir fiel a Dios bajo cualquier forma de gobierno.
No nos toca a nosotros decidir si el gobierno o el gobernante merece nuestra obediencia o
no. No debemos obedecer solamente a los que están de acuerdo con nuestra filosofía
política personal sino a toda autoridad.
Todo gobierno está establecido para evitar la anarquía porque la anarquía destruye
todo y a todos, aún la fibra moral del pueblo. Así que Dios ha establecido autoridades
que guardan el orden y Dios Mismo condena la oposición y la destrucción de estos
gobiernos. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste
(Romanos 13:2). Si hay injusticias que pueden ser corregidas por medios legítimos, el
cristiano tiene el deber de ayudar para este fin. En realidad la mejor obra que nosotros
podemos hacer para mejorar la nación es poner en práctica los principios cristianos que el
Señor Jesucristo nos ha enseñado en Su Palabra y propagar estas enseñanzas justas y
verdaderas a toda la gente. Aquel que enseña y practica la Palabra de Dios es el mejor
ciudadano bajo cualquier sistema político y hace más que todos los políticos y todas las
reformas para ayudar al pueblo. Y lo hace todo en sujeción a las autoridades civiles que
estén en poder. Recordemos que el evangelio, no algún sistema político, es el poder de
Dios para la salvación de todos. El gobierno tiene propósitos muy importantes, pero son
diferentes al propósito de la iglesia.
Propósitos Divinos Para Gobernantes Humanos
El primer propósito por el cual Dios establece autoridades civiles es para el bien del
pueblo. Para proteger los derechos de la persona, la propiedad y la libertad que cada
individuo debe tener. Si algún gobierno no sirve este propósito como debe, tendrá que
responder a Dios Mismo. Nuestros gobernantes deben reconocer que no han recibido el
poder para abusar de él y aprovecharlo para su propio progreso económico y egoísta. Lo
han recibido para funcionar para el bienestar del pueblo. El gobernante que abusa del
poder que Dios ha encomendado en sus manos tendrá que rendir cuentas a Dios por ese
abuso. No debe sentirse orgulloso por la autoridad que tiene ni abusar del pueblo que
gobierna porque la realidad es que es servidor de Dios para nuestro bien. Todo oficial
del gobierno, desde el alto mando hasta el más bajo debe reconocer que es responsable al
Rey de reyes y Señor de señores por la manera en que lleva a cabo sus funciones como
autoridad gubernamental. Algunos gobiernos, como ya estudiamos en el caso de Asiria y
Egipto, no desean servir a Dios, pero Dios los convierte en servidores Suyos de todas
maneras. Pero tales gobernantes rebeldes y perversos reciben de Dios su castigo y
derrota. Así que el lema de todo gobierno debe ser: “servir a Dios y al pueblo” según su
capacidad. Así merecerá la bendición de Dios y la honra de sus compatriotas y habrá
cumplido con uno de los propósito básicos de su existencia como autoridad superior.
El siguiente propósito que Dios tiene para los gobiernos es la venganza o sea el
castigo del malhechor. Según la Palabra de Dios, el gobierno tiene el derecho de castigar
justamente al que hace algún mal contra la sociedad. Para que un gobierno pueda servir
para el bien del pueblo, es necesario proteger al pueblo de aquellos que abusan de los
derechos de cada ciudadano y de la nación en general. Los transgresores de las leyes
deben ser castigados. Por supuesto, no se trata de un castigo injusto sino uno que está de
acuerdo con el delito cometido. Este es un método eficaz para prevenir al crimen. Los
legisladores y especialistas modernos que niegan este principio necesitan leer su Biblia
otra vez porque Dios siempre ha mandado el castigo justo del infractor. Es justo y es la
mejor forma de desanimar a aquellos degenerados que desean destruir la paz y
tranquilidad de la nación. Dios ha establecido a las autoridades superiores para castigar a
los malhechores como parte de su plan divino para la humanidad.
Por supuesto, algunos dirán que en el Nuevo Pacto todo esto cambia. Y es cierto que
ya no estamos bajo la ley de Moisés. También es cierto que el pueblo de Dios no es una
nación con territorio nacional sino un pueblo internacional. También es cierto que UNO
no debe vengarse personalmente por daños sufridos. No obstante, la enseñanza de
Romanos 13 sí es aplicable a nosotros. El gobierno civil sí puede y debe ser instrumento
de Dios para venganza contra los malhechores en determinada sociedad.
Como todo ser humano, el cristiano definitivamente querrá evitar el castigo que
resulta de la desobediencia a las leyes establecidas en su respectivo país. Pero para el
cristiano, hay otro motivo por el cual se sujeta a los gobernantes: por causa de la
conciencia (Romanos 13:5). El cristiano reconoce que los gobernantes son servidores de
Dios (Romanos 13:6). Sujetarse a la ley civil no es opcional para el cristiano fiel. Es
parte de su obediencia a Dios (Romanos 13:2; I Pedro 2:13-15). No hacerlo es pecar
contra Dios.
Los Impuestos
Romanos 13:8-10
Aunque el cristiano no es del mundo presente, tiene que vivir en él y tiene que
relacionarse con muchas personas. En realidad tiene que saber responder a todas las
fuerzas, buenas y malas, que actúan en este mundo. Tiene que aprender a responder de
una manera que no le dañará espiritualmente y que ayudará para que los demás vean su
dedicación a la voluntad de Dios. De modo que todos los que han recibido la
justificación que viene por la fe han adquirido una deuda con el prójimo, la deuda del
amor (lea Romanos 13:8-10).
La deuda principal, la base de toda deuda al prójimo, es una que contraemos a diario:
la deuda del amor. Toda responsabilidad que tenemos con el prójimo puede resumirse en
una palabra: AMOR.
Pero sencillamente hablar del amor así en una palabra frecuentemente no comunica
el significado o las implicaciones de esta deuda. Esto se debe en parte a los variados
significados que tiene la palabra “amor”. Los griegos tiene varias palabras distintas para
describir las diferentes clases de amor. Así es que cuando el Espíritu Santo dirigió al
apóstol Pablo a escribir sobre la deuda del amor pudo escoger una palabra bien
específica. La primera clase de amor que podría haber escogido es la palabra que indica
el amor entre los dos sexos, el amor de los novios. Este amor es básicamente emocional
y hasta sensual. Este amor bien puede ser legítimo entre dos personas, pero no es el amor
que el cristiano DEBE tener para con el prójimo. Hay otra palabra para describir el amor
y el cariño que existe en la familia. Es un amor que depende de la relación íntima de la
familia. Es un amor hermoso, pero no es el amor que es nuestra DEUDA para con todo
prójimo nuestro. La tercera clase de amor que pudiera haber escogido el Espíritu Santo
es el que se refiere a la amistad entre amigos. Más que las otras clases de amor, ésta
depende de una selección voluntaria. No es tan natural como el amor entre amantes o
familiares. Es un amor que tiene que aprenderse.
Pero el Espíritu no dice que nuestro DEBER es sentir esta amistad, este cariño de
amigos con todos nuestros prójimos. Escoge la palabra agape. Agape es ciertamente
menos personal y menos emocional que la amistad de amigos; pero es al mismo tiempo
más seguro, más completo y más profundo. Es un amor que no requiere pasión, o
relaciones familiares o amabilidad para expresarse. ES un amor que resulta puramente de
la voluntad. Es un amor objetivo que no depende de nuestra relación con el individuo
que vamos a amar. Depende nada más del deseo de ayudar, el anhelo de ver con bien al
prójimo. Es el amor de Dios. El amor inmerecido, no solicitado, no provocado que Dios
mostró a todo hombre cuando envió a Su Hijo a sacrificarse por nuestros pecados. Es el
amor más fuerte.
Si hay una palabra que puede describir la vida de los que son justos por la fe, es esta
palabra: AMOR. Cuando Pablo nos presenta la deuda del amor, está al mismo tiempo
eliminando toda duda en la mente del cristiano, de que tal vez sea menos exigente ser
cristiano bajo la gracia de Dios que vivir bajo la ley tan estricta del Antiguo Pacto. Todos
los mandamientos que tenían que ver con la moralidad del judío y muchos más están
incluidos en esta deuda. El amor exige mucho más que cualquier otra ley, y el amor es el
cumplimiento de todo cuanto la ley exigió, porque todo aquello era con el fin de que no
hicieran mal al prójimo. Aquel que ama al prójimo no puede hacerle mal. ¿Cómo voy a
adulterar con la esposa del prójimo, si lo amo? ¡No puedo! ¿Cómo voy a matar al
prójimo, si lo amo? ¡Ridículo! No puedo hacerle ningún mal; mucho menos voy a quitar
su vida. ¿Cómo voy a hurtar del prójimo, si lo amo? ¿O chismear contra él? ¿O codiciar
lo suyo? ¡No! “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el
amor.”
Algunos argumentan que cuando decimos que la ley ya no está en vigencia, estamos
abriendo la puerta para homicidios, adulterios, mentiras, etcétera. Pero no han entendido
que el compromiso del amor es mucho más serio y más exigente que la ley.
Si quiere vivir la vida que Dios ha preparado para aquellos que El justifica por medio
de la fe en el evangelio de Cristo, debe amar a su prójimo como a sí mismo. Es su
privilegio; es su oportunidad; es su deber imitar el amor de Dios. No deba a nadie nada,
sino la deuda del amor.
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¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #23
VII. Con Relación a los Hermanos Débiles: Recibíos los Unos a los Otros (14:1-15:13).
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Romanos 15:4
Los escritores del Nuevo Testamento usaron estos ejemplos en abundancia para
confirmar o ilustrar la doctrina del Nuevo Pacto de Cristo Jesús. En la carta a los
romanos encontramos más de 60 referencias directas o indirectas a pasajes del Antiguo
Testamento. Esto es de esperarse porque los dos pactos tienen el mismo Autor Divino y
hablan del mismo Ser Divino, el Creador de cielos y tierra y todo lo que en ellos hay.
Aún el Antiguo Testamento tenía a Cristo Jesús como tema, aunque en una forma oculta
y profetizada.
Además, los ejemplos presentados en el Antiguo Testamento son muy útiles, aún
para ilustrar doctrinas que se encuentran como mandamientos solamente en el Nuevo
Testamento. El diluvio del tiempo de Noé es ejemplo del bautismo (I Pedro 3:20,21). En
Hebreos 11 encontramos una lista de personas del Antiguo Testamento que vivieron por
fe y que nos sirven como ejemplos para la vida de fe en Cristo. La destrucción de
Sodoma y Gomorra por su iniquidad es ejemplo de lo que Dios piensa de los que viven
impíamente (II Pedro 2:6). El día de reposo que guardaban los israelitas cada semana es
un tipo del reposo eterno del cristiano en el cielo (Hebreos 4). La muerte de Nadab y
Abiú por haber hecho algo que Dios nunca había mandado en Levítico 10:1,2 es un
ejemplo para nosotros de la actitud de Dios hacia los religiosos que añaden elementos no
autorizados a la adoración, como el instrumento de música, defendiéndolo por no estar
prohibido. Y así pudiéramos tomar ejemplo tras ejemplo del Antiguo Testamento que
nos enseña mucho que está de acuerdo con la doctrina de Cristo en el Nuevo Testamento.
El cristiano debe hacer un estudio cuidadoso del Antiguo Testamento porque es de
mucho valor en los ejemplos de principios cristianos que se encuentran en El. Que nunca
sea cierto que no conocemos las enseñanzas del Antiguo Testamento o que aceptamos
solamente la mitad de la Biblia. En estas Escrituras encontraremos enseñanzas que
producirán en nosotros paciencia, consolación y esperanza. Valor grande el que tiene el
Antiguo Pacto para los que lo sepan usar bien y aplicar debidamente como ejemplo y no
como ley.
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L. Necesitamos entre nosotros un mismo sentir (15:5,6).
1. Esto es algo que solamente el Dios de la paciencia y de la
consolación nos puede dar.
2. Esto es según Cristo Jesús.
3. Esto es necesario para que... glorifiquéis a Dios.
4. Es posible tener un mismo sentir y estar unánimes sin estar de
acuerdo en cada punto minúsculo (15:5,6).
M. Por tanto, recibíos los unos a los otros (15:7).
1. ¿Cómo? Como también Cristo nos recibió.
a. A pesar de nuestras debilidades.
b. A pesar de no merecerlo.
c. A pesar de lo que le costó a Él hacerlo.
d. Sin parcialidad o acepción de personas.
2. ¿Para? Para gloria de Dios
3. La base: Cristo nos recibe y nos une.
4. Ejemplos modernos de casos en los cuales podemos aplicar los
principios de Romanos 14:1 - 15:13 sobre los débiles y los fuertes:
a. Que la mujer debe o no usar la cubierta en la cabeza en las
reuniones de la iglesia.
b. Que uno debe o no arrodillarse al orar en toda situación.
c. Que uno debe dedicarse a la oración mientras espera el
inicio de la reunión o que uno puede dedicarse a platicar
con los demás hermanos o visitantes mientras espera el
inicio de la reunión.
d. Recuerde que el hermano fuerte en la fe no tiene que actuar
conforme a la conciencia del hermano débil en la fe a
menos que sea necesario para evitar que tropiece, es decir,
para evitar que el débil haga algo que ofende su propia
conciencia por influencia del hermano fuerte.
e. ¿Cuáles son los casos que usted vive en la iglesia en su
localidad?
N. Porque Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión (15:8).
1. Para mostrar la verdad de Dios.
a. Literalmente “a favor de” o “en beneficio de” la verdad de
Dios.
b. La verdad de Dios parece ser específicamente el
cumplimiento de las promesas que Dios hizo a Abraham
(comenzando en Génesis 12), Isaac y Jacob en la persona y
obra de Jesucristo nuestro Salvador.
2. Para confirmar las promesas hechas a los padres.
a. Su vida, ministerio, muerte y resurrección cumplen las
promesas hechas a los padres (vea Lucas 24:44-47).
b. Su carácter de siervo también confirma lo que Dios había
prometido en el Antiguo Testamento (vea, por ejemplo,
Isaías 53).
c. Es interesante que la bendición de “todas las naciones”, no
solamente la nación de Israel fue parte de la promesa que
Dios hizo a Abraham (Génesis 12:3; 22:18). Esto tiene que
ver directamente con lo que sigue en Romanos 15:9-12.
3. Todo esto está relacionado directamente con el tema de los débiles.
Nosotros debemos imitar la actitud de nuestro Señor Jesucristo. El
abandonó la gloria celestial para llegar a ser siervo de los hombres
para lograr la salvación de todos nosotros. ¡Cuánto más nosotros
debemos estar dispuestos a servir los unos a los otros para no hacer
que ningún hermano pierda la salvación que ha recibido en Cristo
Jesús.
O. Porque Cristo también vino para que los gentiles glorifiquen a Dios por su
misericordia (15:9-12).
1. Los gentiles están incluidos en la maravillosa bendición de la
misericordia de Dios (15:9).
a. Por medio de la obra de Cristo Jesús.
b. Como consecuencia, ellos también glorifican a Dios.
2. Esto está de acuerdo con las profecías del Antiguo Testamento
(como está escrito) (15:9-12).
a. Hay que recordar que aquí tenemos la interpretación y
aplicación inspirada de estos textos del Antiguo
Testamento.
b. Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu
nombre (15:9; vea II Samuel 22:50 [en el Cántico de
David]).
c. Alegraos, gentiles, con su pueblo (15:10; vea
Deuteronomio 32:43).
(1) Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle
todos los pueblos (15:11; vea Salmos 117:1).
(2) Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir
los gentiles; Los gentiles esperarán en él (15:12;
Isaías 11:10).
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Esta verdad ha sido un tema fundamental en toda la epístola a los romanos (lea 1:16
nuevamente). Ahora en la parte posterior de la carta, en 15:8-21, nos enseña nuevamente
que Cristo vino para salvar a judíos y gentiles por la misericordia de Dios. Además nos
aclara que esta gran verdad ya fue profetizada en el Antiguo Testamento por profetas
judíos. Las Escrituras hebreas hablaron de antemano de la salvación de los gentiles
también por la gracia de Dios.
Para comprobar su punto cita varias profecías, una de las cuales es muy conocida
pero poco entendida hoy día. En Romanos 15:12 cita Isaías 11:10 : Y otra vez dice
Isaías: Estará la raíz de Isaí, y el que se levantará a regir los gentiles; los gentiles
esperarán en él. Sin duda, cuando Isaías pronunció estas palabras es probable que
ninguno entendió su significado. Estaba hablando, según el apóstol Pablo, de la
salvación de los gentiles por la misericordia de Dios en el evangelio de Cristo. Hasta el
día de hoy, muchas personas siguen interpretando aquella profecía en términos materiales
en vez de los espirituales que el apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo, designa para
ella. Creen que se refiere a algún acontecimiento futuro cuando en realidad está hablando
de la salvación espiritual que Dios ha estado dando a judíos y gentiles por cientos de
años. Creen que habla de una paz material cuando en realidad habla de la paz
maravillosa que Dios hizo posible entre gentiles y judíos por medio de Cristo Jesús en la
iglesia del Señor. La Biblia lo comprueba.
En Romanos 15:8,9 Pablo nos ha explicado las razones principales porque Cristo
Jesús vino a esta tierra. En palabras sencillas vino para salvar a judíos y gentiles por la
misericordia de Dios para que nosotros glorifiquemos a Dios por Su misericordia.
Declara que esto ya estaba escrito (como está escrito). Una de las varias profecías del
Antiguo Testamento en las cuales estaba escrito esto es Isaías 11:10, según Romanos
15:12.
La raíz de Isaí que vino es claramente Cristo Jesús. La bendición que dio a los
gentiles como también a los judíos es la salvación por la misericordia de Dios. ¿Cuándo?
Desde hace casi dos mil años.
En Isaías 10, Isaías profetizó el castigo del pueblo de Israel por Dios, a manos de la
nación de Asiria que fue usada como instrumento de Dios. La caída de Israel se
simboliza como un bosque de árboles que son cortados. Al cortar un árbol queda el
tronco. Si lo dejamos, al tiempo retoñará un vástago de sus raíces. Con este símbolo
empieza la profecía del Cristo en Isaías 11:1-5. [Favor de leer el texto nuevamente.] En
estos versículos el profeta habla de la justicia de Jesucristo, la esperanza de Israel, el
descendiente de David, hijo de Isaí. Del pueblo de Israel, que quedó sin esperanza, salió
un vástago, la raíz de Isaí, Cristo Jesús. Con el Espíritu del Altísimo sobre El, Cristo
trajo un reinado de justicia en medio de la injusticia de los hombres. No solamente trajo
la justicia sino también LA PAZ.
En Isaías 11:6-9 el profeta describe esta paz en términos simbólicos. [Favor de leer
estos versículos.] Esta es la descripción profética de la paz que ahora tenemos en Cristo
Jesús. “Pero,” dice alguien, “yo no veo cómo él puede hablar de la paz espiritual con la
figura de animales.” “Esto ha de ser literal y material.” Mi primera respuesta es una
pregunta: ¿Cómo puede hablar de Jesucristo como un vástago? Si puede describir al
Cristo en términos simbólicos, seguramente puede describir la paz de Cristo en la misma
manera y así lo hace. Está describiendo una paz extraordinaria. La paz que traería el
Cristo sería una paz muy diferente de la que se observa en el mundo, muy superior.
Cristo Mismo dijo cientos años después que escribió Isaías: “La paz os dejo, mi paz os
doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Juan 14:27). La paz de Cristo es diferente de
la paz del mundo.
Además la profecía de Isaías no menciona ninguna paz mundial sino de la paz en un
lugar específico y limitado: No harán mal ni dañarán. ¿En qué lugar? En todo mi santo
monte, declara el profeta. El texto no dice en todo el mundo sino en todo mi santo monte.
El santo monte de Dios, Sión, es ahora la iglesia de Cristo Jesús, según Hebreos 12:22,23.
Es en la iglesia, el cuerpo de Cristo, que las enemistades entre el hombre y Dios como
también las enemistades entre el hombre y su prójimo pueden desaparecer. Porque él es
nuestra paz, que de ambos pueblos (hablando de judíos y gentiles) hizo uno, derribando
la pared intermedia de separación....y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en
un solo cuerpo, matando en ella las enemistades (Efesios 2:14,16). Lo que Dios nos
ofrece es la paz en un solo cuerpo, por medio de la muerte de Cristo, la paz en el santo
monte de Jehová, la iglesia del Señor Jesucristo. Cristo nunca ha prometido la paz
material en este mundo y nunca lo ha prometido para todo el mundo sino solamente en la
iglesia del Señor. En cuanto a las relaciones humanas afuera de la iglesia, Cristo dijo: No
penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino
espada (Mateo 10:34).
La paz profetizada por Isaías no vendría por la fuerza irresistible del Señor sino por
convencer a los hombres que deben aceptar Su voluntad por medio de la enseñanza de Su
Palabra en toda la tierra. Porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová (Isaías
11:9). Cuando Cristo vino, fue precisamente esta la comisión que El dejó a Sus
discípulos (Marcos 16:15,16). Los primeros discípulos cumplieron con esta comisión,
llevando así la bendición de Cristo, la salvación del pecado, a todos los que creen y
obedecen el evangelio de Cristo. El resultado ha sido el que describió el mismo profeta
Isaías: Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a
los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. Asimismo
acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el
remanente de su pueblo aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y
Hamat, y en las cosas del mar. El resultado de la venida de la raíz de Isaí es la salvación
para las naciones, o sea los gentiles, y para el remanente del pueblo de Dios, o sea los
israelitas. Es lo mismo que Pablo declara en Romanos 15:8,9. Declara que Cristo ya
vino con salvación para judíos y gentiles de acuerdo con profecías como la de Isaías 11.
La profecía ya está cumplida. Hay que aceptar la bendición que Dios ha enviado a
todos los hombres por medio de Cristo Jesús y Su evangelio de paz. La raíz de Isaí ya
vino; ya estableció Su reinado; ya trajo la salvación y la paz a todos aquellos que creen en
El y se bautizan para recibir la salvación en Su nombre.
Resumen de la Profecía de Isaías 11:1-11
11:6-9a ¿Qué? : Paz (Juan 14:27; Romanos 5:1; Efesios 2:14-18; Colosenses 1:19-22;
3:15; Mateo 10:34).
11:9b ¿Dónde? : En el santo monte de Dios (la iglesia) (Salmos 15:2; 132:13,14;
Hebreos 12:22,23; Salmos 2:6).
11:9c ¿Por qué? : Porque el evangelio será predicado en todo el mundo (Mateo 28:18-
20; Marcos 16:15,16; Colosenses 1:23; Romanos 10:18; Juan 6:44,45;
Jeremías 31:31-34).
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¿ ?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #24
*****
“Podéis Amonestaros Los Unos a Los Otros”
Introducción:
II. ¿Cómo Debemos Amonestarnos Los Unos a Los Otros? (El Espíritu)
Conclusión:
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Muchas personas no están conscientes de las actividades de Dios entre los hombres.
Pero el cristiano que ha sido instruido en las Sagradas Escrituras sabe que el Creador
sigue introduciéndose en las actividades de Sus criaturas de una manera muy importante,
aunque no bien entendida por la mayoría de la gente. No se trata de los milagros y
prodigios que Dios obraba por medio de los apóstoles en tiempos pasados sino de “la
providencia divina”. Esta expresión se refiere a las provisiones que Dios hace para que,
de una u otra manera, todo salga para Su gloria y para el bienestar eterno de Sus hijos.
Lo vimos en Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayuda a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
La providencia divina obró por medio las mala intenciones de los hermanos de José
que lo vendieron en esclavitud y convirtió estas malas intenciones en la salvación de la
familia de Jacob, en tiempos antiguos (Génesis 37 - 50). La providencia divina es la
manera, muchas veces misteriosa para nosotros, en que Dios combina el libre albedrío del
ser humano con la Soberanía Divina. Dios deja al hombre libre de escoger entre el bien y
el mal, pero luego ocupa esta decisión de la criatura para cumplir con Su propósito como
Creador.
Primeramente, desea ir a Jerusalén para ministrar por medio de la ofrenda que lleva a
los pobres en la iglesia en Jerusalén.
Segundo, quiere que este viaje a Jerusalén se haga sin perturbación por los
incrédulos que había entre los judíos en Jerusalén, o sea los que no eran cristianos.
Tercero, desea que los cristianos judíos en Jerusalén acepten el servicio que le ofrece
como representante de las iglesias gentiles con las cuales ha estado trabajando y de las
cuales trae una ayuda benevolente. Debe ser entendido que este es el motivo principal
para el viaje a Jerusalén. Cualquier grupo de hombres podría haber llevado la ofrenda
para los necesitados sin la presencia de Pablo. En realidad las iglesias estaban mandando
sus representantes también juntamente con la ofrenda. Pero Pablo consideraba esta obra
como parte integral de su misión entre los gentiles. Habían tenido cierta desconfianza en
el pasado en cuanto a la conversión de estos paganos y la comunión entre las iglesias en
Judea y las que Pablo había establecido no estaba tan completa como deseaba todavía.
Así que esta ofrenda era, además de una necesidad física para los pobres, una oportunidad
para mostrar el espíritu de la unidad que debe existir entre las iglesias de Cristo sin
importar su nacionalidad o raza. Fue en este problema que Pablo pidió la colaboración de
los romanos por medio de la oración, “que la ofrenda de mi servicio a los santos en
Jerusalén fuese acepta” (Romanos 15:31).
El cuarto y último deseo de Pablo expresado en este texto es llegar con bien a Roma
para tener comunión con la iglesia y predicar el evangelio también en Roma.
No podemos dudar que Pablo, los cristianos en Roma y muchos otros hijos de Dios
estaban orando para el cumplimiento de estas actividades del apóstol Pablo. Así sucedió
que Dios proveyó para que fuese cumplidas, no exactamente como Pablo había pensado,
pero siempre de acuerdo con la voluntad del Señor y para Su gloria. Antes que Pablo
pudiera viajar mucha distancia hacia Jerusalén, el Señor ya le había revelado que le
esperaban prisiones y tribulaciones (Hechos 20:22,23). A pesar de esta advertencia,
Pablo estaba dispuesto a cumplir con su ministerio, fuera cual fuera el resultado para él.
Les dijo a los ancianos de la iglesia en Éfeso: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo
preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio
que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”
(Hechos 20:24). Claro que Pablo quería seguir trabajando en otras partes; deseaba ir
hasta Roma y si fuese posible a España; pero primeramente tenía que cumplir con la
misión que se le había dado. Y si el fin de ésta fuera el no poder seguir viajando por estar
en la cárcel, o por estar muerto, estaba dispuesto. Con el mismo valor y fe en la voluntad
del Señor se dio cuenta del peligro que lo esperaba por profetas en Siria y luego más
cerca de su destino en Cesarea, pero sin cambiar su disposición de ir a Jerusalén para
cumplir con su ministerio (Hechos 21:4-14).
Cuando llegó a los hermanos en Jerusalén le recibieron con gozo y glorificaron a
Dios por las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio (Hechos
21:17-20). Me imagino que Pablo se llenó de gozo al observar esta actitud de ellos,
porque así se había cumplido perfectamente la misión suya en Jerusalén y también su
ministerio de evangelización y edificación entre aquellas iglesias gentiles. Ahora estaba
todo listo para que avanzara hasta Roma.
Pero surgió un problema en el templo y los judíos procuraban matar a Pablo. Pero
tal no era la voluntad de Dios y Pablo fue salvado por las autoridades romanas. No
obstante, fue encarcelado mientras averiguaran sobre el asunto. El siguiente día casi fue
despedazado otra vez por los judíos, pero fue arrebatado de en medio de ellos por los
soldados y llevado a la fortaleza otra vez. “A la noche siguiente se le presentó el Señor y
le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario
que testifiques también en Roma” (Hechos 23:11). Fue entonces que Pablo supo que el
Señor estaba de por medio de todo lo que le sucedió. El Señor estaba proveyendo la
manera para que Pablo llegara a Roma, no en libertad como él había pensado, pero
siempre llegaría y tendría la oportunidad de predicar el evangelio porque la providencia
divina estaba funcionando para ese fin.
Así obraba el Señor en un acto tras otro, no por actos milagrosos, sino por medio de
la providencia, proveyendo el medio natural hasta que lo llevó a Roma bajo la protección
y la provisión del gobierno romano. Y llegando allí, Dios proveyó, aparentemente por
cuenta del gobierno romano que tenía Pablo encarcelado, una casa alquilada en la cual
Pablo recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca
del Señor Jesucristo abiertamente y sin impedimento por dos años (Hechos 28:30,31).
Las obras de Dios son maravillosas en los que confían en El y se dedican con valor a
servirle a El sin esperar más que el honor de servir Su propósito y glorificar Su Nombre.
La vida cristiana es hermosa, especialmente cuando sabemos que los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, estos es, a los que conforme a Su propósito son
llamados.
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Romanos 16:1,2
A veces se dice que Cristo con 12 hombres cambió el mundo. Cuando estudiamos la
Biblia un poco, nos damos cuenta que Pedro Jacobo, Juan y Pablo fueron hombres muy
importantes en el progreso de la iglesia y su extensión a todo el mundo antiguo. Pablo
fue responsable por la evangelización de un área inmensa al norte del Mar Mediterráneo
desde Siria hasta cerca de Italia. Pero lo que muchas veces no se toma en cuenta es que
no solamente ellos estuvieron trabajando para llevar a cabo tan importante obra. Habían
muchos colaboradores en todas las congregaciones que Pablo estableció, algunos que
viajaban con él y otros que se quedaron trabajando en las nuevas congregaciones que se
iban estableciendo. En las últimas palabras de casi todas sus cartas, el apóstol Pablo tiene
algo que decir con respecto a estos individuos poco conocidos para nosotros, pero muy
importante en la vida de la iglesia del primer siglo. Lamentablemente, muchas veces
dejamos pasar estas menciones personales y saludos con muy poca atención. Es nuestra
tendencia pensar en lo que hicieron los apóstoles de la misma manera que hoy día se
acostumbra hablar solamente del predicador de tal congregación como el obrero único
que tiene la congregación. A veces entre los mismos miembros locales predomina el
pensamiento que el predicador tiene que hacer la obra en la iglesia y si la iglesia no
progresa, piensan que sea porque el predicador no es eficaz. Quizá sea porque no hemos
dado el énfasis debido a la actividad propia de CADA miembro que encontramos en las
Escrituras. Tal vez no nos hemos fijado bien en los colaboradores que Pablo y todos los
apóstoles y predicadores del evangelio tenían en la iglesia.
Luego la Biblia nos enseña que Febe era "diaconisa de la iglesia en Cencrea."
Algunos han ido al extremo opuesto del que hemos venido considerando. Consideran
que esta designación signifique que Febe tenía autoridad en la iglesia en Cencrea. Por
tanto, piensan que este texto autorice a la mujer a ocupar un puesto de autoridad en las
iglesias hoy día. Pero estas personas están mal informadas, aunque sin duda sinceras. La
palabra diaconisa no es un título de autoridad ni de posición elevada en la iglesia sino que
significa SERVIDORA. Es una designación de importancia delante de Dios, PERO no es
una que le da autoridad en la congregación. La Biblia da autoridad en la iglesia local
ÚNICAMENTE a ciertos hombres llamados "ancianos" (I Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9). La
idea que la mujer pueda tener alguna autoridad o ser pastora o predicadora en la iglesia
no puede ser basada en Romanos 16:1,2 ni en ningún otro pasaje de las Escrituras.
Muchas mujeres han servido en la iglesia; muchas han evangelizado a las gentes
inconversas; muchas han enseñado (o profetizado durante el primer siglo) a las otras
hermanas y a los niños. Pero la Biblia NUNCA menciona a una mujer que tuviera la
autoridad de enseñar o ejercer autoridad sobre los hermanos varones en la iglesia del
Señor. Al contrario dice la Biblia: "No permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio
sobre el hombre, sino estar en silencio" (I Timoteo 2:12).
Las hermanas en Cristo deben tomar el ejemplo de esta hermana santa que se dedicó
al servicio de la iglesia en Cencrea y a Pablo mismo y a muchos. Necesitamos cristianas
que esté dispuestas a SERVIR en el reino de Dios y hay MUCHO en que servir. Tomen
el carácter de "ayudante de muchos" que era el de la hermana Febe y Dios las bendecirá
ricamente. Al mismo tiempo serán respetadas y honradas por hombres honestos por
causa de su colaboración en el Señor. Pablo no habría podido escribir que su obra
evangelística en la zona norte del Mar Mediterráneo había terminado si no hubiera sido
por la ayuda de hermanas fieles como Febe. Si la iglesia del Señor va a progresar como
debe hoy día, necesitamos muchas ayudantes cristianas.
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“Colaboradores en Cristo”
Los cristianos del primer siglo cumplieron con la tarea de predicar el evangelio a cada
persona en su generación sin muchos de los medios de comunicación que nosotros
tenemos. Claro que fue la obra de Dios, pero ellos fueron Sus colaboradores y
precisamente así fue que lo hicieron: colaborando. Cada cristiano tenía que reconocer su
responsabilidad en Cristo y cooperar laborando según su capacidad. Cuando el apóstol
Pablo pensaba en la manera maravillosa en que el evangelio había avanzado en el mundo
en su tiempo, también pensaba en sus colaboradores en Cristo que compartieron con él la
labora cristiana. Algunos de estos colaboradores predicaban mientras otros servían en
otras maneras. Algunos eran hombres y muchos otros eran mujeres como Febe, servidora
de la iglesia en Cencrea. Algunos sufrían con Pablo y otros prestaban sus casas para las
reuniones de las iglesias de Cristo en aquel tiempo. Pero todos tenían algo en común:
eran colaboradores de Dios y de Su apóstol a los gentiles. En los saludos personales que
Pablo envía a la iglesia en Roma, aprendemos mucho acerca del espíritu que
caracterizaba la iglesia primitiva, el espíritu de cooperación en la obra de Dios, espíritu
que nosotros necesitamos hoy día también.
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“En Cristo”
Romanos 16:8-16
Todas las personas que Pablo saluda en estos versículos, como también todos los
miembros de la iglesia en Roma y todo verdadero cristiano en toda la faz de la tierra,
estaban “en el Señor”. Estar en Cristo significa estar en comunión íntima con El. Estar
en Cristo es pertenecer al Señor. Estar en Cristo es estar bajo Su autoridad. Estar en
Cristo es estar donde todas las bendiciones espirituales que Dios ofrece a la humanidad
están disponibles. Estar en Cristo es la única manera de estar seguro del destino de su
alma. Estar en el Señor es convertir la muerte en bienaventuranza en vez de maldición
(Apocalipsis 14:13). Estar en Cristo es lo que todo hombre que desea la vida eterna debe
procurar. No hay salvación o paz o gozo duradero o esperanza verdadera o comunión
con Dios fuera de Cristo.
En Cristo hay amor, un amor diferente del que conoce el mundo, el amor de Dios
Mismo. Pablo nombre tres personas específicamente que eran amados de él en el Señor.
Amplias (16:8), Estaquis (16:9) y Pérsida (16:12). El amor cristiano es algo que el
mundo nunca conocerá ni mucho menos podrá entender a menos que entre en Cristo
porque solamente en Cristo existe tal amor. Este amor se expresa hasta en la salutación
de cristianos. En aquel tiempo era costumbre saludar a sus amigos con un ósculo.
Cristianos también se saludaban con ósculo, pero ósculo santo o como el apóstol Pedro
dice en I Pedro 5:14 con “ósculo de amor”. Debemos entender que este ósculo santo fue
un saludo, no una parte del “culto” de la iglesia. Era la manera, según la costumbre del
tiempo, de saludar. Lo que el Espíritu Santo hizo por medio de las instrucciones de los
apóstoles fue santificar ese ósculo o sea ese saludo y darle un significado más profundo
para el cristiano, el significado del amor cristiano. Hoy día los que están en Cristo deben
expresar este mismo amor fraternal por medio de los saludos acostumbrados en su país.
Hay lugares en el mundo donde todavía se acostumbra el beso como saludo común.
Cristianos en esos lugares practicarán el ósculo santo de amor. En otras zonas del mundo
el saludo cristiano será un abrazo santo de amor o dar la mano, o el saludo que sea. La
forma del saludo cambia de generación a generación y de un lugar a otro. Lo importante
es expresar por estos medios acostumbrados nuestro calor y amor cristiano. Esto nunca
debe cambiar.
También los que están en Cristo tienen el alto privilegio y honor de ser escogidos
por Dios en el Señor. Esta es la manera en que Pablo saluda a Rufo: escogido en el Señor
(16:13). De todas las personas que hay en toda la faz de la tierra, Dios ha escogido como
los Suyos, como los que bendecirá, a los que están en Cristo. Si una persona desea estar
entre los que Dios escoge, debe estar en Cristo. No basta ser buena persona, religioso, o
proveer para su familia. Hay que estar en Cristo para ser escogido por Dios.
También en Cristo hay hermanos. Esto significa que los que están en Cristo
están en una misma familia; están en un mismo nivel; gozan de una comunión fraternal
que supera hasta la comunión entre hermanos naturales o carnales. Al escribir Pablo a los
que están en Cristo habla de los hermanos que están con ellos. Muchos cristianos han
sido despreciados por su familia en la carne, pero todos tenemos una familia grande en el
Señor porque todos somos hermanos. Esto también significa que además de amor, hay
igualdad entre nosotros en el Señor. Solamente Dios es el Padre, Cristo es el Hermano
Mayor y los demás somos sencillamente hermanos en Cristo, ni más ni menos.
Además, en Cristo hay santidad. Todos los que están en Cristo son santos
(16:15). Al estar en Cristo, Dios lo considera santo, una persona que ha sido santificada
por la sangre de Cristo y el Espíritu Santo. No son personas perfectas sino pecadores
arrepentidos. No les sobran buenas obras, pero están obrando en el Señor para la gloria
de Dios. En sí no son santos, pero en Cristo sí son santos, por la gracia de Dios.
Fíjese cuántas cosas fantásticas hay en Cristo: amor, aprobación por Dios,
trabajo espiritual, selección como escogidos de Dios, hermandad y santidad.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3).
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¿?
Ahora debe Contestar la sección de
Preguntas #25
Felicitaciones
Usted ha completado el curso sobre la epístola del apóstol Pablo a los cristianos en Roma.
El mensaje de esta carta es muy importante. Espero que este cursillo sirva para animarle
a seguir estudiando y meditando sobre este maravilloso mensaje divino.
¡No Olvide!
Usted tiene le responsabilidad de compartir lo que ha aprendido con otras personas que
todavía no lo conocen.
Aunque los derechos de este estudio son reservados, cedemos el privilegio de reproducir
este material o usarlo en otras publicaciones siempre y cuando cumpla con los siguientes
requisitos: (1) Que no sea usado para lograr fines lucrativos. Bajo ninguna circunstancia
se permite la venta de este material. (2) Que incluya una declaración que identifique la
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