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Ficha de Cátedra
Introducción
El estudio de los “dilemas éticos” se ha convertido en uno de los temas más actuales
en el ámbito de la ética aplicada, sobre todo por la irrupción de la llamada Bioética.
La ética del siglo XX, alejada de los asuntos prácticos- surgidos como consecuencia
del desarrollo de las tecno-ciencias y la tecnología así como los cambios políticos y
culturales- centraba su preocupación en cuestiones normativas o de fundamentación, pero
será la ética aplicada esa nueva disciplina la que responda a estos desafíos, no como mera
aplicación de principios generales, normas, valores y/o modelos de conducta ya conocidos a
situaciones o casos particulares sino como una ética orientada a la aplicación; se trata de
una articulación teórico-práctica, en todos sus ámbitos. Al decir de Rovaletti (2012) “esta
nueva disciplina moviliza una nueva sensibilidad, promoviendo nuevas actitudes ante
situaciones conflictivas y dilemáticas, no solo ante las nuevas orientaciones de las ciencias
sino también ante las transformaciones de la sociedad actual que plantean el respeto por
las diferencias, la búsqueda de modalidades de consenso y/o deliberativas, respetando la
autonomía de los sujetos especialmente aquellos vulnerables” (p. 3).
Ahora bien, como las teorías éticas no garantizan que sea siempre posible resolver
de modo satisfactorio todos estos conflictos, en la vida moral no existe a veces absoluta
certeza sino más bien decisiones prudentes, conscientes y responsables del profesional
psicólogo, que apelen al respeto hacia los derechos de los otros. He aquí la ética
profesional, es decir, la manera de traducir, leer, interpretar el corpus deontológico y de
posicionarse y decidir que tiene cada profesional frente a estas situaciones dilemáticas y de
difícil resolución.
¿Qué debe hacer el psicólogo frente a esta situación? ¿Existe una causa justa que
exime al psicólogo de la obligación de guardar secreto? ¿Es éticamente justificado respetar
la autonomía y decisión del Sr. A, o se debe dar prioridad al deber de beneficencia y evitar
un mal mayor que el que implica el daño de la propia revelación del secreto?¿Qué hace el
psicólogo cuando dos o más principios y/o normas de la ética profesional se contraponen?
1) En el primer movimiento:
En el caso del SIDA existe un marco legal constituido básicamente por la Ley
23.798/90 y su Decreto Reglamentario 1244/91. Esta legislación tiende a resguardar la
privacidad de las personas, previéndose situaciones concretas con la obligación de guardar
silencio, y por otro lado, determinan otras situaciones representantes de una “justa causa
legal” que releva de la obligación de guardar secreto. El mencionado artículo reglamentario
en su Art. 2 inciso C) enumera las situaciones en las que un médicoo “cualquier persona
que por su empleo u ocupación haya tomado conocimiento que un individuo se encuentra
infectado por el HIV o enfermo de SIDA, queda exceptuado de guardar silencio y por lo
tanto debe revelarlo”, puntos 1 al 6 del inciso (obligación) “o puede revelarlo” (decisión
del profesional) punto 7. Según este punto, el profesional puede bajo su responsabilidad
revelar esta información a quienes considere necesario para evitar un mal mayor. En este
Esta situación expone al profesional, cuyo paciente con HIV se niega a decírselo a
su pareja, ya que es el psicólogo quien tiene la opción de poder revelar esta información a
quien crea conveniente, tendiendo a evitar un mal mayor que el que implica el daño de la
propia revelación del secreto. “Es obligación guardar en secreto la información que le
fuere confiada en el marco o contexto de la evaluación excepto en casos en que deba
priorizarse el derecho a la integridad del evaluado o de terceros, sobre el derecho a la
intimidad” (Código de Ética del Psicodiagnosticador, Punto 3, inciso A).
La Norma Relaciones Humanas (APA, 2002. Punto 3, inciso 3.04) hace referencia
a Evitar un daño: “los psicólogos deben tomar medidas razonable para evitar dañar a sus
clientes/pacientes, estudiantes, supervisados, participantes de una investigación y otros
con quienes trabajan, y reducir al mínimo el daño donde este sea previsible e inevitable”.
2) El segundo movimiento:
Conclusión
en su vida cotidiana. Por ello, en el movimiento “de lo particular” a “lo singular” se asienta
la ética profesional del psicólogo.
Bibliografía:
Calo, O. (2002). La interacción del profesional con los códigos. Revista argentina
de psicología. Año XXXIV, N°45. APBA
Hermosilla, A. M., Li Beratore, G., Losada, M., Della Sa Via, P., y Zanatta, A.
(2006) Dilemas éticos en el ejercicio de la psicología: resultados de una investigación.
Fundamentosen Humanidades, 7. 91-106.