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TEMA 2: TRANSPORTE A TRAVÉS DE LA MEMBRANA

PARTE 1. ASPECTOS BIOFÍSICOS DE LA ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN DE LA


MEMBRANA PLASMÁTICA
Como ya sabemos a nivel celular no hay solo una sino muchas membranas
plasmáticas. En una célula animal la mayoría de los orgánulos (núcleo, mitocondria,
vesículas, aparato de Golgi, retículo endoplasmático, etc) tienen su propia membrana
plasmática que separa su contenido del resto del citoplasma celular. La célula vegetal
tiene igualmente sus orgánulos membranosos y su membrana plasmática (pero en
este caso esta última se encuentra además recubierta de pared celular).
PRINCIPALES FUNCIONES DE LA MEMBRANA CELULAR:
• Constituyen barreras de permeabilidad muy selectivas que regulan el
paso de sustancias a su través y permiten mantener una diferente composición
del medio intra y extracelular. (iones, glucosa, metabolitos, etc...). Es decir,
separa la célula de su entorno confiriéndole individualidad.
• Participan en las funciones de comunicación celular debido a la presencia
de receptores específicos localizados en las membranas celulares.
• En las células eucariotas permite la compartimentación intracelular,
separando el contenido de determinados orgánulos intracelulares.
• Suponen el entorno micro y nanoscópico donde tienen lugar procesos de
transducción energética. (Es decir, en las membranas celulares ocurren esos
procesos de transducción energética). Transducir se refiere a pasar de un modo
a otro. Un ejemplo de transducción energética sería el paso de electrones por la
cadena transportadora de electrones para la creación de un gradiente de
protones con el fin de conseguir ATP (energía redox se convierte en energía
química), esto es la respiración celular. Otro ejemplo evidente sería la
fotosíntesis que ocurre en la membrana de los tilacoides (paso de cuantos de
energía luminosa a energía química).
ESTRUCTURA DE LA MEMBRANA CELULAR
Modelo de la membrana plasmática de Singer y Nicholson, 1972.

En la imagen podemos ver una bicapa lipídica de entre 7,5 y 10 nm de grosor. Sin
embargo los lípidos no son las únicas moléculas que constituyen esta estructura;
también abundas las proteínas intrínsecas y/o periféricas, glúcidos y moléculas
pequeñas como el colesterol.
De hecho los lípidos, de media, no llegan a constituir ni la mitad de la membrana
(rondan el 42%). Las proteínas son el componente mayoritario (55%) y los glúcidos
constituyen alrededor del 3%. Estos porcentajes pueden variar bastante dependiendo
de qué tipo de membrana sea (en las membranas internas de las mitocondrias las
proteínas constituyen hasta el 76%), del tipo celular, del tejido y del órgano en el que
se ubique la célula.
Los 3 grupos de lípidos mayoritarios de las membranas son: esfingolípidos,
glicerolípidos (la mayoría son glicerofosfolípidos, con su grupo fosfato + el glicerol
conformando la cabeza polar y los ácidos grasos conformando las colas apolares) y los
esteroles. Dentro de los fosfolípidos, los mayoritarios en las membranas de
eucariotas son: fosfatidilserina, fosfatidiletanolamina, fosfatidilcolina y esfingomielina.
Todos ellos tienen una estructura semejante pero se diferencian en los grupos que
componen sus cabezas polares y en las cargas iónicas. También hay que recordar los
glucoglicerolípidos (1 azúcar + glicerol +2 ác. Grasos).

Otro lípido importante en las membranas es el colesterol, una molécula muy


hidrofóbica. Su estructura se basa en una cola apolar (alifática), una estructura de
anillos cíclicos más o menos plana (ciclopentanoperhidrofenantreno) y un único grupo
polar, hidroxilo, que se encuentra en un extremo. El colesterol se inserta entre los
componentes de la membrana con su grupo polar en el mismo sentido que las
cabezas polares de los fosfolípidos.
ASIMETRÍA DE LA MEMBRANA PLASMÁTICA
Ya sabemos que en las
membranas plasmáticas
existe una asimetría
entre las monocapas.
Los componentes y sus
porcentaje de la
monocapa extracelular
varían de los de la
monocapa intracelular.
Por ejemplo la capa
interna suele ser más
rica en fosfatidilserina y
fosfatidiletanolamina
que la capa externa.

Nota: presentación de impermeabilidad iónica no cae


AUTOENSAMBLAJE (parte muy importante de la asignatura)

En la imagen podemos ver un recipiente con agua (doble fase: aire y agua) y la
representación de un típico lípido de membrana con su cabeza polar y una cola
hidrofóbica. Estas moléculas particulares estarán más o menos desordenadas en esa
fase ‘aire’, sin embargo, si las introducimos en agua podemos observar como se
ordenan automáticamente. Ahora estas moléculas, que poseen esa dualidad
hidrofílica/hidrofóbica, quedan organizadas de manera que la parte polar quede en
contacto con el agua y la parte apolar (colas hidrofóbicas) se separe de ella. Este
autoensamblaje hace que las moléculas queden todas paralelas, en orden.
Estas moléculas que poseen esta doble propiedad (al tener una parte apolar y otra
parte polar) se llaman moléculas anfipáticas (palabra conformada por dos prefijos
griegos: pathos quiere decir comportamiento, y anfi que quiere decir doble).
Por el comportamiento de las moléculas anfipáticas nos surgen (espontáneamente, sin
suministro de energía) estructuras somo son las bicapas y las micelas:
-Las bicapas se forman por autoensamblaje
con las colas apolares en contacto ente sí y las
cabezas polares hacia fuera, en contacto con
el entorno acuoso. En definitiva las bicapas se
organizan como si una monocapa fuera el
reflejo en el espejo de la otra.
-Las micelas son estructuras completamente
esféricas con todas las colas hacia el centro de
la esfera y las cabezas polares hacia afuera.
También se pueden formar liposomas, que
son bicapas que se curvan formando
finalmente esferas perfectas pero con un
espacio hueco en su interior.
CARACTERÍSTICAS DEL AUTOENSAMBLAJE
El autoensamblaje molecular (self-assembly) es la asociación espontánea de
moléculas desordenadas para conformar estructuras supramoleculares ordenadas de
gran tamaño.
Las supramoléculas son estructuras formadas por varias macromoléculas y que
desarrollan nuevas y sofisticadas funciones después de la unión de sus componentes
(en la formación de las supramoléculas se generan nuevas propiedades emergentes
que no poseen las macromoléculas por sí solas). Ejemplos de estructuras
supramoleculares pueden ser las membranas plasmáticas, las paredes celulares
(formada por macromoléculas como son la celulosa, pectina, hemicelulosa, etc) o
incluso el ADN (propiedades emergentes impresionantes de almacenamiento de
información genética que no tiene la cadena polinucleotídica por sí sola).
Las interacciones que se forman en las estructuras supramoleculares no suelen ser
fuertes como los enlaces covalentes sino interacciones reversibles como: los enlaces
de H, las interacciones hidrofóbicas y las fuerzas de Van der Waals. Todas estas
interacciones son las que se ponen en juego en el autoensamblaje. Cabe destacar que
los enlaces de H son las interacciones más importantes para entender el
autoensamblaje y son además los más fuertes desde un punto de vista energético.
En términos termodinámicos: la fuerza directriz (driving force) predominante en
medios acuososo es el término entrópico. Es decir la fuerza directriz que realmente
explica los fenómenos de macromolecularidad son términos entrópicos. ¿Por qué
términos entrópicos? porque para hacer referencia a las fuerzas directrices tenemos
que hablar de variación de energía libre (ΔG), que a su vez recordemos que dependen
de la entalpía (ΔH) y de la entropía (ΔS). El balance que constituyen estos términos de
variación de entropía y de entalpía es lo que va a determinar la fuerza directriz.
Conceptos de simetría y economía genética:
Simetría: desde una perspectiva geométrica podemos observar que las moléculas
tienen formas (hexagonales, lineales, circulares, moléculas con muchas
ramificadiones, etc). Pues bien, cuando tenemos un autoensamblaje, es decir,
estructuras supramoleculares, estas suelen tener una gran simetría. Si dividimos esas
estructuras con un eje imaginario (ya sea horizontal, vertical o con un determinado
ángulo) siempre encontraremos que hay partes de esa supramolécula que son
semejantes, a veces como reflejos en un espejo. El ejemplo por excelencia es la bicapa
lipídica ya que cada capa es, a groso modo, un reflejo de la otra.
Economía genética. Este concepto nos indica que cuantos menos genes tengamos,
capaces de procesar toda la información necesaria para construir una determinada
célula o ser vivo más eficiente será ese sistema. Veamos un ejemplo: en una pared
celular vegetal (estructura supramolecular) tenemos numerosos compuestos que la
forman entre los cuales está la celulosa (repetición de monómeros de glucosa). Esta
celulosa no varía de una planta a otra sino que es exactamente la misma molécula la
que compone las paredes celulares de todas las plantas. Esto significa una economía
genética a nivel de los genomas de plantas.
Si en una sola célula cada molécula de celulosa fuese ligeramente distinta
necesitaríamos muchos genes (demasiados e inmanejables) para la síntesis de todas
esas moléculas. En definitiva la supramolecularidad se ve apoyada por una economía
genética.
En la siguiente tabla se resumen las características del ensamblaje:

nX ⇄ Xn

Nano Micro, macro, planetario...


Baja simetría Alta simetría
Desorden (ΔS>0) Orden (ΔS<0)
Mayor energía Menor energía
Molecularidad Supramolecularidad

En ese equilibrio nX ⇄ Xn “n” representa un número finito y “X” representa una


mólecula que estará repetida n veces. Y ese Xn significa que esa molécula X se ha
ensamblado consigo misma formando una única estructura conformada por n
repeticiones de esa molécula X.
Así la tabla nos indica que: n moléculas y/o macromoléculas ‘sueltas’ o
desorganizadas están siempre dentro de un nivel nanoscópico mientras que Xn es una
estructura autoensamblada que puede ser micro, macro o incluso planetario
(caramba!). Además sabemos que tenemos sistemas con mucha mayor energía
cuando las moléculas se encuentran separadas (nX) (menor estabilidad) y al contrario,
cuando las moléculas se ensamblan entre sí (X n), sucede un proceso de estabilización
(disminuye la energía libre del sistema) y tenemos un sistema menos energético.
TIPOS DE AUTOENSAMBLAJE (podemos tener 2 tipos):
-Autoensamblaje estático. Este proceso se da cuando el sistema está cerca de
alcanzar su mínimo de energía (es decir, cerca de su equilibrio). Se da en sistemas
que tienen un equilibrio global o local y que no suelen disipar energía (aunque a veces
sí disipan energína). La formación de la estructura ordenada puede requerir energía
pero una vez formada es estable. Este es el autoensamblaje ideal, tal y como los
bioquímicos explican la mayoría de procesos de ensamblaje.
-Autoensamblaje dinámico: en este caso la estructura está totalmente alejada del
equilibrio (lejos del mínimo de energía). Necesita que se le suministre energía
continuamente para que se mantenga ese ensamblaje/orden y a la vez suele disipar
algo de energía en el proceso. Este tipo de autoensamblaje es difícil de entender y
analizar. Conforme más grande sea el sistema que estamos estudiando más se
aproxima a un autoensamblaje dinámico. Cualquier organismo vivo (cualquier sistema
vivo, desde una bacteria a un mamífero superior, etc) puede considerarse como un
ejemplo de autoensamblaje dinámico ya que reduce su entropía al incorporar energía
del entorno y tiene una estructura más o menos organizada.
En esta figura vemos que con el ensamblaje estático se forma una estructura
simétrica y en algunos casos se puede disipar una cierta energía (dE). En el caso del
ensamblaje dinámico se forman diferentes estructuras (puede haber paso de una
estructura a otra, +dE3) que necesitan energía para que se formen (+dE1, +dE2) y a
la vez puede disiparse cierta energía a la vez. En ambos tipos de autoensamblaje
pueden darse, a su vez, 3 tipos (subtipos) de ensamblaje:
• Co-ensamblaje: dos tipos de moléculas (X e Y) empiezan a interaccionar entre sí
y forman una estructura de alta simetría, muy ensamlada. Se ensamblan entre
su mismo tipo pero a la vez crean interacción con el otro tipo de moléculas.
• Autoensamblaje jerarquizado: partimos de partículas simples que van
interaccionando entre sí y creando por ejemplo estructuras con simetría
triangular. Esta estructuras primeras pueden a su vez interaccionar entre sí para
formar estructuras más grandes (cuadrados). Y luego, con mayor alcance aún
puede formar estructuras como cruces. De esta manera se van formando
estructuras cada vez más complejas (pero siguiendo una simetría) a medida
que nuevas que se dan nuevas interacciones entre estructuras del mismo nivel
de jerarquía.
• Autoensamblaje dirigido: en el mismo sistema donde se está produciendo el
ensamblaje hay una fuerza o campo eléctrico que de alguna forma está
dirigiendo las moléculas. En el ejemplo tenemos un sistema con un campo
eléctrico positivo y negativo a la vez. Si nuestras partículas están cargadas
negativamente se ensamblarán formando estructuras simétricas (en este caso
redonditas) en las zonas del sistema que tienen carga positiva.
Típico ejemplo de autoensamblaje en
química:
Tenemos una molécula X que está
repetida n veces y que por interacciones
intermoleculares, se ordenan/ensamblan
rápidamente sobre otra superficie hasta
formar una estructura ordenada (y con
propiedades nuevas). Esto es lo que
ocurre en procesos nanotecnológicos.

En un medio acuoso, una estructura de bicapa fosfolipídica plana (con sus bordes
expuestos), no es favorable energéticamente, no es estable. Por interacciones
hidrofóbicas esa bicapa lipídica tiende a autoensamblarse formando una esfera. La
esfera es la estructura más favorable energéticamente posible ya que minimiza las
interacciones del agua con las partes hidrofóbicas de las moléculas. Además de a nivel
celular, podemos observar este fenómeno, a simple vista, en las gotas de agua sobre
las hojas de las plantas: el agua se dispone en estructuras redondeadas que reducen
la interacción del agua con superficie de la hoja, que es hidrofóbica. Se forman así
estructuras tridimensionales de mínima energía.

Kkuykhgckh,j
hvjhj

En la imagen de la derecha las moléculas de agua se encuentran ordenadas (unidas


por puentes de H) alrededor de la cadena hidrofóbica del lípido. Si comenzáramos a
echar más moléculas de lípidos al agua, estas moléculas lipídicas interaccionarían
unas con otras, autoensamblándose y desplazando el agua que se quedaría en
contacto unicamente con las cabezas polares de esos lípidos. El orden inicial de las
moléculas de agua pasa a un desorden (un caos) debido a las interacciones de los
lípidos entre sí. Esto produce un aumento de la entropía en las moléculas de agua que
es precisamente la fuerza directriz de este proceso de autoensamblaje de los lípidos.
Gracias al incremento de entropía, la variación de energía libre será negativa, y esto
es suficiente para que se forme de manera espontánea esa estructura
autoensamblada. Por esto decíamos que el proceso de autoensamblaje está
entrópicamente dirigido (aumenta la entropía del agua).
Imagen de microscopía electrónica de una bicapa
lipídica. La parte central que se ve más clara sería la
parte hidrofóbica de la supramolécula y la que se ve
más oscura son las cabezas polares.
Una analogía/ metáfora del autoensamblaje puede ser la perfecta organización
espontánea de los pájaros apoyados en un cable de electricidad. También valdría
como ejemplo el reflejo de una ciudad en el agua que nos recuerda a las bicapas
lipídicas en el sentido de que sus dos capas son como un reflejo la una frente a la otra.
Ya hemos visto que las micelas son
estructuras esféricas en las que las cabezas
polares de las moléculas se encuentran
expuestas hacia afuera para estar en
contacto con el agua. Sin embargo, también
se pueden dar estructuras de micelas
inversas en las que el agua se encuentra en
el interior de la micela, las cabezas polares
se orientan hacia la parte interior de la
estructura y las colas apolares hacia fuera.
Además de micelas, se pueden encontrar
otras estructuras que ya conocíamos, como
las bicapas o los liposomas, de manera
inversa (figuras e, g).

Microscopía electrónica de transmisión. A una escala nanométrica podemos observar


vesículas constituidas por una bicapa lipídica (parte más externa y que se ve más
oscura) con el interior hueco. La imagen de la derecha no es realmente microscopía
electrónica sino una topografía (vemos el contorno de esas gotitas). Esto se consigue
con un las microscopías de fuerzas atómicas (AFM).

Esta última técnica consiste en una punta


(tip) suficientemente fina y pequeña (a
nivel micro o nanoscópico) dirigida por un
láser que recorre una superficie en todas
las direcciones (eje x, y, z) de modo que
obtendremos una topografía a nivel
nanoscópico de la superficie que está
palpando esa punta.
Se puede ver cualquier cosa con esta técnica. Vemos en
esta imagen la superficie de un fruto de tomate, que a
nivel nanoscópico se ve como un relieve montañoso con
sus puntos máximos más claros y los mínimos más
oscuros.

MÁS SOBRE AUTOENSAMBLAJE: CRISTALES LÍQUIDOS


Los cristales líquidos se descubrieron a mediados del siglo XIX. La existencia de ellos
nos indica que existe otro estado de agregación de la materia entre el sólido y el
líquido. En los cristales líquidos las moléculas se orientan de una manera realmente
curiosa. A día de hoy los cristales líquidos se usan para las pantallas de la mayoría de
ordenadores y de móviles modernos.
Los cristales líquidos tienen propiedades de sólidos y de líquidos y la manifestación de
estas propiedades depende mucho de la temperatura. A una temperatura baja estos
cristales líquidos se comportan más como sólidos y a temperaturas altas son más
como líquidos viscosos (muy espeso).

Las moléculas de los cristales líquidos pueden adquirir diferentes estructuras, y según
estas los llamamos como:
a) Cristal líquido nemático: las moléculas están ordenadas, autoensambladas entre sí
formando una especie de fibras que crecen a lo largo de un eje (orientadas todas en la
misma dirección).
b) Cristal líquido esméctico: autoensamblaje de las moléculas en el que se forman
planos bien diferenciados (forman láminas).
c) Cristal líquido colestérico: es similar al esmérico pero cada plano está rotado con
respecto a los que tiene por encima y por debajo.
Los cristales líquidos se descubrieron estudiando una molécula derivada del colesterol.
El mismo colesterol da lugar a ensamblajes de esta naturaleza.
Las células del Epitelio del esófago de los mamíferos manifiestan estructuras y
propiedades de los cristales líquidos.
En este esquema de la izquierda se aprecian muy bien las
diferentes estructuras que forma el cristal líquido en función
de la temperatura y el campo eléctrico. La temperatura va
creciendo de abajo a arriba. Empezamos (abajo) con
estructuras cilíndricas muy ordenadas, luego pasan a
formar capas; cuando se le aplica aún más calor las
moléculas forman una especie de fibras y finalmente vemos
que la estructura queda completamente desorganizada. En
definitiva los cristales líquidos se desordenan a medida que
la temperatura aumenta y se autoensamblan cuando la T
disminuye.

Las estructuras de los cristales líquidos (p.e. estructuras helicoidales) dan lugar a
muchos colores estructurales. La figura (b) representa la interacción de un rayo de luz
con esa estructura ordenada; la luz que emite la estructura refleja las distancias (en
nm) que hay entre las diferentes láminas que forman la estructura. Si la distancia que
hay entre láminas es del orden de las longitudes de ondas del espectro visible
podremos ver esos colores estructurales reflejados por la estructura. No todas las
capas estarán a la misma distancia unas de otras: unas estarán más cerca (se
reflejará una luz más azulada) y otras estarán más alejadas (color más anaranjado).
Los cristales líquidos por tanto pueden ser iridiscentes, que proporcionan color.

Otro tipo de ensamblaje es la cristalización.


Cuando miramos microscópicamente la
superficie de una hoja de cualquier planta
vemos este tipo de estructuras ensambladas,
cristalizadas que son las ceras vegetales.
Estas estructuras son de vital importancia
para las plantas porque la protegen del medio
ambiente y además minimizan la pérdida de
agua. Las plantas que viven en ambientes con
mucha escasez de agua (desiertos) tienen
microcristalitos recubriendo la superficie de
sus hojas y que evitan que la planta pierda
agua y se deshidrate.
Thomas Eliot definió la esencia del autoensamblaje con el siguiente verso:
“And I must borrow every changing shape to find expression”
La pared celular de todas las plantas superiores es también un ejemplo de estructura
supramolecular compleja que surge por un autoensamblaje. Las paredes celulares se
encuentran entre dos láminas, que son las membranas plasmáticas de dos células
vecinas. Podemos observar en este esquema el grado de ensamblaje de la pared
celular con las pequeñas moléculas de pectinas y hemicelulosa y sobre todo con las
estructuras (macromoleculares) de la celulosa (barritas en amarillo) que están
ensambladas entre sí perpendicularmente.

Fotografía de pétalos. En microscopía


se observa que la parte del pétalo con
color blanco presenta una estructura
ensamblada redondeada, y la parte
más interna del pétalo que tiene un
color púrpura intenso presenta una
estructura de laminas muy juntas
entre sí. Las distancias entre las
láminas coinciden con el color que
refleja el pétalo (cuanto más junto más
violaceo/azulado es el color que
vemos.
Un martín pescador sin luz parece un pájaro común como un gorrión pero al incidir
sobre él la luz vemos esos colores estructurales que brillan debido a que las plumas
tienen esa estructura laminada que reflejan la luz de esa manera determinada. Y lo
mismo ocurre con las alas de las libélulas: dependiendo de como incidan los rayos de
luz sobre las estructuras ensambladas que componen las alas de las libélulas vemos
diferentes colores aunque estas alas sean completamente transparentes.
En los microtúbulos
observamos otro claro ejemplo:
las proteínas alfa y beta
tubulina, se autoensamblan de
una manera muy ordenada
creando una estructura
helicoidal (y nanométrica) que
conocemos como túbulos. Este
es un claro ejemplo del
autoensamblaje.
Los virus también usan el mecanismo de autoensamblaje para recubrir y proteger su
material genético. Se crean así cápsulas víricas a partir de las interacciones
(irreversibles) entre las proteínas similares. Se forman estas estructuras geométricas
gracias a las interacciones hidrofóbicas.
Y por último tenemos el ejemplo evidente del ADN, el cual
puede considerarse en última instancia como un ensamblaje de
dos cadenas polinucleotídicas que da lugar a una estructura
supramolecular (el ácido desoxirribonucleico). Esas dos
cadenas se unen ni más ni menos que por las interacciones
(por puentes de hidrógeno) de las bases púricas y
pirimidínicas, formando una estructura geométrica y simétrica.
En la parte externa tenemos los grupos fosfatos que
interactúan con el agua y en la parte central de la doble hélice
tenemos las interacciones de los grupos más hidrofóbicos:
timina, guanina, citosina etc. Todas esas interacciones dan
consistencia a esta estructura supramolecular.
(El resto de dipositivas del tema no importan, ignorar)

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