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Una
Las cuatro notas de la Iglesia Santa
Católica
Apostólica
Las cuatro notas de la Iglesia aparecen oficialmente en el credo del concilio de Constantinopla en año 381 (DH
150 “Y e la Iglesia, una santa, católica y apostólica”.
Estas notas habían aparecido anteriormente en algunas confesiones de fe orientales:
Cirilo hacia el año 384 dice en sus catequesis: “Y en una sola Iglesia católica y apostólica” (DH 41).
Epifanio de Salamina en el año 374 “En una sola Iglesia católica y apostólica” (DH 42).
Desde este momento se han visto estas cuatro características como notas o cualidades esenciales de la Iglesia, o
sea, como aquellas cualidades, sin las cuales, la Iglesia no sería Iglesia.
Estas cuatro cualidades se influyen mutuamente.
Se explican unas a otras, por que intentan explicar el carácter espiritual o mistérico de la Iglesia.
Solamente se las puede tomar por separado para una mayor comprensión de las mismas.
Es importante tener presente la relación que existe entre:
1. Unidad y Catolicidad o
2. Catolicidad y Apostolicidad o
3. Santidad y Unidad o
4. Santidad y Apostolicidad.
1.7. Conclusión.
1. Existen dos direcciones de la Communio:
La comunión con DIOS.
Communio
La comunión con los creyentes entre sí.
2.3. Reflexión teológica: Valores del concepto Iglesia como sacramento de salvación.
Al utilizar el Concilio el concepto de sacramento para comprender la Iglesia, se ho logrado una visión más
dinámica y viva de la Iglesia.
En 1º lugar, ha servido para clarificar las relaciones Iglesia/mundo.
La salvación es siempre salvación de alguien y, en ese alguien, de algo.
En 2º lugar clarifica la compleja naturaleza de la Iglesia, porque al hablar de la Iglesia como sacramento se
subraya su visibilidad.
En 3º lugar, libera a la Iglesia del eclesiocentrismo, y esto principalmente por dos motivos:
1. Al hablar de la Iglesia como sacramento lo primero a lo que nos referimos es sobre todo a
Cristo y al reino de DIOS.
Cristo y el Reino son lo importante, y no la propia Iglesia.
2. La Iglesia además queda centrada hacia el mundo, hacia la humanidad que el Padre quiere
salvar.
Las preocupaciones de la Iglesia no son ella misma, sino la proclamación de
Jesucristo Salvador/Liberador, el servicio al mundo, y el trabajo por el Reino de
DIOS.
Por último subraya la dimensión escatológica de la Iglesia, la dimensión transitoria ordenada a la plenitud
del reino de DIOS, pues un sacramento es siempre una realidad provisional hasta la clarificación plena de la
realidad.
2.7. ¿Cómo se debe entender a afirmación según la cual Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia católica?
Cristo “ha constituido en la tierra” una sola Iglesia y la ha instituido desde su origen como “comunidad
visible y espiritual”. Ella continuará existiendo en el curso de la historia y solamente en ella han
permanecido y permanecerán todos los elementos instituidos por Cristo mismo. “Esta es la única Iglesia de
Cristo, que en el Símbolo confesamos una, santa, católica y apostólica… Esta Iglesia, constituida y
ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de
Pedro y por los Obispos con Él.
En la Constitución dogmática Lumen Gentium 8 la subsistencia es esta perenne continuidad histórica y la
permanencia de todos los elementos instituidos por Cristo en la Iglesia católica en la cual, concretamente,
se encuentra la Iglesia de Cristo en esta tierra.
Aunque se puede afirmar rectamente, según la doctrina católica, que es la Iglesia de Cristo está presente y
operante en las Iglesias y en las Comunidades eclesiales que aún no están en plena comunión con la Iglesia
católica, gracias a los elementos santificación y verdad presentes en ellas, el término “subsiste” es atribuido
exclusivamente a la Iglesia católica, ya que se refiere precisamente a la nota de la unidad profesada en los
símbolos de la fe (Creo en la Iglesia “una”); y esta Iglesia “una” subsiste en la Iglesia católica.
2.8 ¿Por qué se usa la expresión “subsiste en ella” y no sencillamente la forma verbal “es”?
El uso de esta expresión, que indica la plena identidad entre la Iglesia de Cristo y la Iglesia católica, no
cambia la doctrina sobre la Iglesia. La verdadera razón por la cual ha sido usada es que expresa más
claramente el hecho de que fuera de la Iglesia se encuentran “muchos elementos de santificación y de
verdad que, como dones propios de la Iglesia de Cristo, inducen hacia la unidad católica”.
“Por consiguiente, aunque creamos que las Iglesias y comunidades separadas tienen sus defectos, no
están desprovistas de sentido y de valor en el misterio de la salvación, porque el Espíritu de Cristo no
ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación, cuya virtud deriva de la misma plenitud de la
gracia y de la verdad que se confío a la Iglesia”.
III. Texto de Kasper sobre la relación entre la Iglesia universal y las Iglesias particulares.
4.2. El laicado.
V. La catolicidad de la Iglesia.
5.1. La Iglesia, institución y carisma.
Obispos
LG 21: Este sagrado sínodo enseña que por la consagración episcopal se recibe la plenitud del
sacramento del orden [...] Pero la consagración episcopal confiere, junto con la función de
santificar, también las funciones de enseñar y gobernar. Estas, sin embargo, por su propia
naturaleza, no pueden ejercerse sino en comunión jerárquica con la Cabeza y con los miembros del
Colegio episcopal...
La sacramentalidad del episcopado conlleva:
1. La consagración episcopal no sólo es algo individual, sino que es también inserción en un todo, por lo
que se hace esencial la participación en una misión común.
2. La segunda condición de pertenencia al colegio es la comunión efectiva con la cabeza y con los
restantes miembros de ese colegio y esto es ahora también consecuencia de la consagración episcopal
(obsérvese que la dimensión vertical exige la dimensión horizontal).
3. El colegio episcopal ya no es una creación papal, en la medida en que el papa era la fuente de toda la
jurisdicción y el episcopado era una cuestión de jurisdicción, sino que ahora es fruto de la propia
consagración episcopal.
La correlación entre ministro y comunidad que se establece en la eucaristía no se reduce a ese momento
sino que implica todos los campos de la vida eclesial:
a) Nadie puede desarrollar sus funciones en soledad y esto es así también para la relación que se establece
entre todos los obispos, lo que se ha llamado un “collegium” como ya afirmaba y decía Cipriano.
b) La función real, la función de dirección y de animación de la comunidad tampoco se realiza en solitario. El
obispo se rodea de su presbiterio y de sus diáconos. Estos además son también “ministros” que actualizan la
dinámica de la recepción que va expresando el conjunto de la comunidad: aceptación y rechazo, deseos y
malestar...
c) Esta correlación también se manifiesta en muchas otras estructuras que actualizan esa interrelación de todos
los miembros de la iglesia: sínodos, consejos...
La función fundamental del ministerio episcopal es el mantenimiento de la unidad de la Iglesia, unidad que
debe reflejar la unidad trinitaria, donde el ser uno no elimina las diferencias de las personas. El obispo
recuerda y representa sacramentalmente la referencia de que la comunidad no se pertenece a ella misma
sino que tiene el origen en el Padre y tiene por cabeza a Jesucristo (de la misma forma que la iglesia local
recuerda al obispo que no hay cabeza sin cuerpo).