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Voy a explicar esta consigna tomando principalmente el texto “Mis Tesis Sobre El
Papel De La Sexualidad En La Etiología De Las Neurosis”, en este, Freud va a
plantear cuál es su Tesis acerca del lugar que la sexualidad tiene en la causación de
los síntomas neuróticos.
Comienza con un repaso de lo investigado y conceptualizado hasta el momento con
respecto a la importancia del factor sexual en las psiconeurosis y del lugar que las
vivencias sexuales prematuras y traumáticas tienen en la producción de los síntomas.
Pero ahora va a introducir un elemento fundamental, la fantasía.
La fantasía es un estado previo al síntoma, se intercala entre las impresiones infantiles
(practica sexual infantil) y el síntoma. Para que esta se haga presente no hace falta
que sea despertada por otra persona de forma accidental o abusiva, sino que el
florecimiento de la sexualidad es constitucional, estructural, en todos los sujetos, y que
su constitucionalidad se debe a la dependencia que el infante tiene del adulto
encargado de sus primeros cuidados.
Esos primeros intercambios entre el niño y el adulto, a lo largo de los primeros años de
la infancia dejarán marcas en la constitución de la subjetividad de ese niño.
La fantasía forma parte de la realidad psíquica, entonces Freud ya no va a buscar un
suceso traumático, si no que va a hablar de una sexualidad humana traumática.
En este sentido, la pulsión es el concepto que el psicoanálisis tiene para poder leer y
comprender la relación que se establece en el sujeto, entre el campo de lo somático y
el campo de lo psíquico. La pulsión introduce la dimensión de lo corporal para la
constitución del aparato psíquico. El niño no solo va a querer reinvestir la huella del
objeto, sino que también va a querer repetir el placer de ese encuentro, vivenciado en
el cuerpo.
Detrás de cada síntoma hay una pulsión que lo origina y justamente el síntoma esta
causado por un conflicto entre la pulsión de autoconservación y la pulsión sexual, una
puja que la gana la de la autoconservación, reprimiendo a la pulsión sexual que en
“venganza” genera el síntoma.
Entonces, la fantasía es lo que oculta una práctica autoerótica que se dejo de lado,
ósea, una moción sexual que fue displacentera e insatisfecha. Por ejemplo, en el caso
Dora, no hay chupeteo, la fantasía adquiere un carácter traumático y es reprimida,
junto a ella se reprime la pulsión sexual y la practica autoerótica. La fantasía como una
satisfacción sustitutiva tiene que ver con la pulsión que origina la practica autoerótica,
Dora tenia el chupeteo del dedo, la fantasía era el sexo oral, entre la “señora K” y su
padre, decía que su padre era un hombre de muchos recursos y que la “señora K” le
hacia sexo oral porque era impotente.
Freud termina diciendo que la fantasía es un estado previo al síntoma, porque primero
para que haya un síntoma esa fantasía, se tiene que reprimir.

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