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Tema
La crisis sanitaria, económica, social y política generada por la pandemia del virus
COVID-19 también reconfigurará las relaciones internacionales y la
globalización.
Resumen
Al igual que ocurrió tras la crisis de 2008, la actual pandemia y sus derivadas
podrían ralentizar la globalización o, incluso, provocar una des-globalización.
Habrá efectos en la reconfiguración de las relaciones internacionales; efectos que
tratamos de adelantar y desgranar en este trabajo, planteando tres escenarios
futuros y haciendo uso del Índice Elcano de Presencia Global.
Introducción
Desde su inicio, en los años 70 del siglo pasado, la actual globalización ha pasado
por distintas fases en las que ha crecido, decrecido o mutado. Muchos de esos
cambios responden, a su vez, a cambios estructurales en la economía y geopolítica
mundiales que se podrían resumir, por una parte, en el auge de las potencias
emergentes asiáticas y, por otra parte, y relacionado con lo anterior, en el cambio
del epicentro de la actividad mundial del Atlántico al Pacífico.
La Gran Recesión de finales de los 2000 y principios de los 2010 vino, en buena
medida, a acelerar y consolidar dichos cambios, como muestran los resultados
del Índice Elcano de Presencia Global. Cabe esperar, pues, que la actual crisis
sanitaria, económica, política y social mundial tenga también su impacto en las
relaciones internacionales y en el proceso mismo de globalización.
Si bien es aún prematuro adelantar, exactamente, cuál será dicho impacto, hay
derivadas que ya se están produciendo (como, por ejemplo, la interrupción de la
producción y del consumo y, por lo tanto, del comercio) y otras que cabe esperar
como consecuencia de la drástica reducción en el flujo internacional de personas.
Muchos de estos efectos en el corto, medio y largo plazo ya están siendo
documentados y adelantados por organismos multilaterales, medios de
comunicación y espacios de análisis. En este sentido, este ARI viene a sumarse a
trabajos previos realizados desde el Real Instituto Elcano que reflexionan acerca
de las consecuencias de la actual crisis para el proceso de globalización (Ortega,
2020; Fanjul, 2020).
Sin embargo, si nos servimos del Índice Elcano de Presencia Global para observar
este fenómeno, podemos concluir que la globalización no se ha revertido, aunque
sí ralentizado y mutado hacia formas más blandas de internacionalización (Olivié
y Gracia, 2020).
Notas: (a) la serie temporal del Índice Elcano de Presencia Global incluye datos
para 1990, 1995, 2000, 2005, 2010 y datos anuales para el período 2010-2018; las
observaciones de 1990 se extienden para el período 1990-1994, los de 1995 para
1995-1999, los de 2000 para 2000-2004 y los de 2005 para 2005-2009; y (b) las
dimensiones económica, militar y blanda se expresan en términos absolutos; por
lo tanto, no se están aplicando los pesos de las dimensiones para el cálculo del
Índice Elcano de Presencia Global.
Fuente: Real Instituto Elcano, Índice Elcano de Presencia Global.
Las distintas variables y dimensiones (económica, militar y blanda) también han
contribuido de distinta manera a la velocidad de globalización en los últimos años.
Entre 1990 y 2005, el principal vector de globalización fue la dimensión
económica, que creció a tasas de entre el 3,5% y el 6%. La dimensión blanda
también contribuyó positiva pero modestamente al proceso durante esta etapa, con
tasas de crecimiento de entre el 0,7% y el 2,2%. Mientras tanto, se producía una
cierta des-globalización de lo militar, con tasas de crecimiento negativas durante
la mayor parte del período (Figura 3).
Notas: (a) la serie temporal del Índice Elcano de Presencia Global incluye datos
para 1990, 1995, 2000, 2005, 2010 y datos anuales para el período 2010-2018; las
observaciones de 1990 se extienden para el periodo 1990-1994, los de 1995 para
1995-1999, los de 2000 para 2000-2004 y los de 2005 para 2005-2009; y (b) las
dimensiones económica, militar y blanda se expresan en términos absolutos; por
lo tanto, no se están aplicando los pesos de las dimensiones para el cálculo del
Índice Elcano de Presencia Global.
Fuente: Real Instituto Elcano, Índice Elcano de Presencia Global.
En cualquiera de los casos, los análisis coincidirían en que la crisis a la que nos
enfrentamos tendrá un importante impacto económico en todas las dimensiones de
los intercambios internacionales (OECD, 2020b, 2020a) y al mismo tiempo, tanto
su duración como las diferentes respuestas que se adopten afectarán, también de
distinta manera, al ritmo y la naturaleza de la globalización (IMF, 2020).
Por el contrario, otras formas de proyección blanda pueden verse reforzadas como
consecuencia de la crisis del coronavirus. Es el caso de la información, dado el
esperable incremento del volumen de noticias internacionales, así como la mejora
de la infraestructura física necesaria para el uso de Internet, en un contexto de
confinamiento y de aumento del teletrabajo. Podría ser también el caso de la
variable de ciencia, dado el esfuerzo investigador que se está generando ya en los
ámbitos de las ciencias (vacunas o tratamientos médicos, pandemias y cambio
climático) y de las ciencias sociales (análisis de impacto y exploración de
respuestas en los ámbitos económico, político o social).
Éste sería el caso, por ejemplo, de la variable de energía. Tal y como señalábamos,
los precios de la energía se sitúan en niveles históricamente bajos y al mismo
tiempo se prevé un mantenimiento de las políticas vinculadas al cambio climático,
y particularmente del proceso de sustitución de fuentes energéticas fósiles. Cabe
más bien esperar un comportamiento de esta variable, dentro de la dimensión
económica, similar a la registrada en los últimos años (Escribano y Lázaro, 2020),
lo que arrastraría también un comportamiento similar de la variable de bienes
primarios. Siendo así, su variación en los próximos años podría situarse en el
entorno del -2,6% medio anual, que es el valor promedio registrado en el período
2015-2018 (Figura 5).
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Conclusiones
Al igual que ocurrió con la crisis de finales de los 2000, la actual tendrá un
impacto en las relaciones internacionales. Es previsible también que estos efectos
supongan una aceleración de los cambios estructurales que ya se venían dando en
el proceso de globalización.
Bibliografía
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Días, 25/III/2020.
Campbell, Kurt M., y Rush Doshi (2020), "The coronavirus could reshape global
order. China is maneuvering for international leadership as the United States
falters", Foreign Affairs.
Conley, Tom (2002), "The state of globalisation and the globalisation of the
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Escribano, Gonzalo (2020), "El coronavirus pone fin al idilio petrolero entre Rusia
y Arabia Saudí con una guerra de precios", Elcano Blog, Real Instituto Elcano,
10/III/2020.
Gali, Jordi (2020), "Helicopter money: the time is now", en Richard Baldwin y
Beatrice Weder di Mauro (eds.), Mitigating the COVID Economic Crisis: Act
Fast and Do Whatever It Takes, Vox CEPR.
Haren, Pierre, y David Simchi-Levi (2020), "How coronavirus could impact the
global supply chain by mid-March", Harvard Business Review.
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not? (And so what?)", Foreign Policy, Spring, nº 118, pp. 104-119.
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Beatrice Weder di Mauro (eds.), COVID-19: Europe Needs a Catastrophe Relief
Plan, Vox CEPR.
Marber, Peter (2005), "Globalization and its contents", World Policy Journal, vol.
21, nº 4, pp. 29-37.
Olivié, Iliana, y Manuel Gracia (2020), "Is this the end of globalization (as we
know it)?", Globalizations, de próxima publicación.
Scholte, Jan Aart (2004), "Globalization studies: past and future: a dialogue of
diversity", Globalizations , vol. 1, nº 1, pp. 102-110.
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El lado oculto
Las universidades
"Creo que las fronteras se están alzando por todas partes y que la movilidad de
labor se va a ver reducida, pero no la de capital.
"Con las fronteras más estrictas va a ser más difícil para universidades como las
mías seguir atrayendo estudiantes de cien países diferentes. Yo tengo
latinoamericanos en Budapest... ¿Voy a seguir teniendo a los mismos
extraordinarios colombianos, peruanos o brasileños que tengo ahora?
"No lo sé, los países reforzarán las fronteras, aumentarán las restricciones.
Entonces es posible que tengamos una desglobalización de la enseñanza
superior. Esa es una amenaza real que todos en el mundo universitario está
hablando al respecto. No quisiera que la próxima generación esté atrapada dentro
de las fronteras nacionales". reflexiona.
Ya estaba en declive
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Por Darío Mizrahi
12 de Abril de 2020
dmizrahi@infobae.com
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Un hombre con un traje protector está de pie en el Aeropuerto Internacional de
Wuhan Tianhe después de que se levantara el bloqueo en la capital de la provincia
de Hubei, epicentro del brote de coronavirus, el 10 de abril de 2020.
(REUTERS/Aly Song)
Una semana más tarde, el virus ya estaba circulando por Asia, con Tailandia y
Japón como los primeros países que denunciaron casos. Otra semana más fue
suficiente para que penetrara en el continente americano: el estado de
Washington, en el noroeste de Estados Unidos, informó el 21 de enero que había
recibido a un infectado.
“Creo que el rasgo más distintivo de esta pandemia es que la conexión digital
la convierte en una experiencia compartida en tiempo real. Tengo la impresión
de que la epidemia de gripe española de hace un siglo afectó a muchas partes del
mundo simultáneamente, pero que esta conciencia vino después del hecho. Lo
concreto de este tipo de experiencia globalizada es también diferenciadora.
Sabemos de amigos, vecinos y famosos que son víctimas del virus, y podemos
sentir espasmos de empatía”, dijo a Infobae Richard A. Falk, profesor emérito de
derecho internacional de la Universidad de Princeton.
Es cierto que China tiene una enorme responsabilidad en la propagación inicial del
virus. Para evitar la mala publicidad, tardó semanas en comunicarles a su
población y a la comunidad internacional la aparición de una nueva
enfermedad. Pero luego se comprometió con la respuesta.
Muchos gobiernos pudieron ver día a día qué funcionaba en las naciones que
recibieron el impacto antes y, eventualmente, copiarlo. Un ejemplo son las
cabinas implementadas por Corea del Sur para hacerles pruebas de
coronavirus a las personas desde sus autos. En poco tiempo, decenas de países
reprodujeron el mismo mecanismo.
Una OMS más fuerte, con mayor autonomía para actuar en el territorio de cada
país, podría haber advertido antes lo que estaba sucediendo en Wuhan, por más
que el gobierno chino no quisiera compartirlo. Con más recursos, podría
perfeccionar los métodos para detectar problemas epidemiológicos y
desarrollar protocolos de respuesta que todos puedan seguir.
“El capitalismo globalizado tiene una larga historia y aterriza de forma diferente
en varias partes del mundo. Hecho por los humanos, está siendo rehecho por los
humanos en conjunto con el medio ambiente y los avances en la tecnología. El
coronavirus no implica una reversión o un retroceso en la globalización, sino
una forma de cambio social. Hay dos maneras de abordar esta pandemia y las
que vendrán. Reforzar las políticas de protección social, especialmente mediante
la creación de una infraestructura de salud pública, y reforzar la gobernanza
mundial, lo que supone el control de las infecciones y la cooperación sanitaria
transnacional”, dijo a Infobae James H. Mittelman, profesor emérito de la Escuela
de Servicio Internacional de la American University.
Por más que haya buenas razones para incrementar la coordinación a nivel global,
es probable que ocurra lo contrario. La globalización viene ganando detractores
desde hace tiempo, sobre todo en los países más desarrollados, que son su
principal sostén.
Como ese enojo puede apuntar contra la clase política, muchos dirigentes van a
tratar de canalizarlo hacia afuera. Es esperable que culpen a una
globalización, que evidentemente tiene mucho que ver con la propagación del
virus, y que ya no tenía muy buena imagen. O que directamente apunten contra
otros países.
En este contexto, la respuesta de muchos países puede ser cerrarse. Una forma
es aplicar medidas económicas proteccionistas para fortalecer a productores
locales en desmedro del comercio internacional.
“No se puede predecir el futuro, pero cuando haya una recuperación, que
puede tomar años, muchas empresas pueden replantearse las cadenas de
suministro. Espero crecientes retracciones en el comercio mundial y un aumento
de la producción nacional. Entre el colapso económico y de la salud, podríamos
ver la muerte del neoliberalismo y un movimiento hacia gobiernos más
progresistas, al menos en la política social, aunque muchos seguirán siendo
autoritarios”, dijo a Infobae Lauren Langman, profesor del Departamento de
Sociología de la Universidad Loyola de Chicago.
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