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UNIDAD III:
El Capitalismo y las sociedades capitalistas: procesos industriales, expansión y crisis.
TEMA:
La revolución industrial inglesa. La fábrica como unidad de producción.
BIBLIOGRAFIA:
- Barbero, María Inés et all (2010), “La revolución industrial en Gran Bretaña”, en: Historia
Económica Mundial. Del paleolítico a internet, Emecé, Buenos Aires, pp. 119-147.
- Plá, Alberto (1972), “Introducción”, en: Historia del movimiento obrero, CEAL Buenos Aires,
Selección.
“Debe destacarse en primer término que la economía británica creció a lo largo de todo el
siglo XVIII, y que la Revolución Industrial tuvo lugar en el marco de una expansión secular.
Inglaterra era uno de los países más ricos del mundo al iniciarse la Revolución Industrial y su
situación era muy diferente a la de los países subdesarrollados del siglo XX”
Barbero M.I. (2010), pág. 121.
PROCESO INSTRUSTRIAL
Economía británica. Creció durante todo el siglo XVIII, sin embargo, este proceso
se acelera en 1780, lo que funcionaría como un punto de inflexión de inicio de la Revolución
Industrial.
Población:
La tasa de población incrementa a un ritmo acelerado alrededor del siglo XVIII más
que en otros países de Europa Oriental. La causa de este fenómeno se debe al aumento de la
fecundidad y descenso de la mortalidad, que a su vez, el aumento de la fecundidad se debe al
incremento de la nupcialidad.
Las condiciones económicas favorables, permitieron que el pueblo no padeciera
hambrunas.
Transformaciones en la Agricultura:
La agricultura era la actividad económica principal del siglo XVIII. Durante los siglos
XVII y XVIII debido a la introducción de nuevas técnicas de cultivo. Este incremento hace
posible el aumento acelerado de la población y permite que un gran porcentaje de ella consiga
trabajar en actividades no agrícolas.
La Revolución Agrícola hace posible la Revolución Industrial. Al incrementar la
producción agraria, es posible el desarrollo sin precedentes de las industrias mineras e
industrial. La agricultura tradicional contaba con una serie de rasgos que dificultaban lograr un
incremento en la productividad. Entre ellos los sistemas de rotación, utilizado desde la Edad
Media, en el que se dejaba un tercio de la tierra en barbecho y así evitar su agotamiento. Esto,
al generar rendimientos bajos, la capacidad de alimentar animales se veía reducida, en
consecuencia, se produjo una escasez de abono que limitaba el uso intensivo de la tierra.
La nueva agricultura consistía en la combinación de 3 elementos que actuaban de
manera complementaria. En primer lugar, nos encontramos con la introducción de nuevos
cultivos, la alimentación de en los establos y la supresión del barbecho. A partir de estos tres
elementos, se produjo un aumento con la posesión del ganado de los campesinos, a los que se
pudo alimentar mejor. En consecuencia, aumentó el suministro de productos de origen animal,
y abono. Esto contribuye a la producción de los cereales. Por otro lado, las cosechas de forraje
de frutas y hortalizas, que se utilizaban como cultivos útiles para alternar con los de los
cereales en los sistemas de rotación, ayudó a fijar el nitrógeno, y acabar con las plagas y
enfermedades de las plantas. Al implementar mayormente el abono, permite suprimir el
barbecho, y así incrementar la superficie de la tierra cultivable. Ya no era necesario continuar
con los ciclos constantes de agricultura y ganadería.
Este proceso de nueva agricultura se desarrolló de manera lenta e irregular, por lo
que afectó en mayor medida a unas regiones que a otras, dado que no todos los suelos eran
aptos para los nuevos cultivos. La difusión de las innovaciones se encontraba trabada por la
falta de capitales, la dispersión de parcelas y la resistencia de los campesinos a las prácticas
innovadoras.
Los nuevos sistemas de rotación incorporan mejoras en las herramientas, la
selección de semillas, los sistemas de crías de ganado, y entre otros, elevando los
rendimientos y modifican las condiciones en las que tenía lugar la producción agrícola.
Cercamientos:
Las Industrias:
La actividad industrial crece a lo largo del siglo XVIII en Gran Bretaña, sin
embargo de manera irregular variando en las diferentes regiones. Existían distintas formas
organizativas de producción. En primer lugar, la producción artesanal, dada mayormente en los
centros urbanos y suburbios.
El sistema de producción a domicilio que se caracterizaba por su
flexibilidad, tanto en el capital adquirido–que podía fluir de industria a otra–como en la fuerza
de trabajo, además de ser expandible y prescindible. Los salarios eran bajos y había una
ausencia de gremios, lo que aumentaba el contexto de negociación. Este sistema permitió la
capacitación de trabajadores, acumulación de capital, y de experiencia empresarial en cuanto a
los empresarios. Favorece el desarrollo de una infraestructura comercial en el mercado tanto
internacional como nacional. Sostiene el crecimiento demográfico al ofrecer mayores
oportunidades de trabajo al sector rural.
La manufactura centralizada se encontraba difundida en la metalúrgica, la
minería, en algunas ramas de la industria textil, del vidrio, de la cerveza, papel, sal y demás. Se
basaba en técnicas de trabajo intensivo en la disciplina de los trabajadores y en la
maximización de las habilidades, a causa del trabajo artesanal.
Los modos de producción tradicionales sobreviven a la Revolución
Industrial, adaptándose al sistema de fábricas. Estos funcionan como punto de partida para la
acumulación de capital y para la capacitación de la mano de obra para la constitución del
sector empresarial y para la conformación de redes comerciales.
Mercado:
Mercado Interno:
Mercado Externo:
Recursos Financieros:
Cambios Tecnológicos:
La Urbanización:
Ya en el siglo XIX, la situación mejora paulatinamente, hasta que pasan varias décadas en
que se prohíbe el trabajo de menores de edad en las fábricas.
3) A partir de la lectura del texto de Alberto Plá, analizar los siguientes fragmentos:
A.
“Dada la manera como se practica hoy día la fabricación de alfileres, no sólo la
fabricación misma constituye un oficio aparte, sino que está dividida en varios ramos. Un
obrero estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo va cortando en trozos iguales, un
cuarto hace la punta, un quinto obrero está ocupado en limar el extremo donde se va a
colocar la cabeza. A su vez, la confección de la cabeza requiere dos o tres operaciones
distintas: fijarla es un trabajo especial, esmaltar los alfileres, otro, y todavía es un oficio
distinto colocarlos en el papel. En fin, el importante trabajo de hacer un alfiler queda dividido
de esta manera en unas dieciocho operaciones distintas.”
Adam Smith La riqueza de las naciones, publicada en 1776.
- La especificidad que tiene el trabajo en la fábrica, es que cada trabajador (obrero) está
destinado a cierta ocupación, es decir, que posee un puesto asignado para efectuar tal
actividad, el cual trabaja con sus propias herramientas/instrumentos; sin olvidar las horas
extensas que se daban en las jornadas laborales. Cabe destacar que esté régimen enfocado
en las fabricas conllevaba a que tales materiales, en este caso el alfiler debía entregarse a un
empresario como materia prima propiamente elaborada.
- Lo que se diferencia de formas previas de trabajo y producción es que el trabajo, por una
parte, nos remite generalmente a la actividad en una fábrica y los bienes que se producen
mediante la transformación de materias primas en productos manufacturados; mientras que la
producción se refiere a la cantidad de producto producido en un tiempo determinado ya que en
una industria se producen grandes cantidades de un producto x.
- Los rasgos de la revolución industrial que reconozco en el proceso de fabricación de
alfileres, son los siguientes: La producción industrial a gran escala, El desarrollo de nuevas
industrias, El desarrollo del comercio a nivel mundial.
B.
“Esta es la Manchester Vieja, y si releo mi descripción debo reconocer que, lejos de ser
exagerada, no es suficientemente colorida para poner en evidencia la inmundicia, el
empobrecimiento y la inhabitabilidad que son otras afrentas a la limpieza, a la ventilación y
la salud de este barrio, que contiene, por lo menos, de veinte a treinta mil habitaciones. ¡Y
tal barrio existe en el centro de la segunda ciudad de Inglaterra, de la primera ciudad
industrial del mundo! Es necesario llegar hasta aquí, si se quiere ver qué pequeños espacios
tiene el hombre a su disposición para moverse, qué poco aire -¡y qué clase de aire!- ha de
respirar! Todo lo que suscita nuestro horror e indignación es de origen reciente, pertenece a
la época industrial. Las doscientas casas que pertenecen a la Manchester vieja han sido,
hace mucho tiempo, abandonadas por sus primitivos habitantes; sólo la industria las ha
hecho ocupar por una legión de obreros que hasta ahora están alojados en ellas; sólo la
industria ha construido hasta en la más pequeña superficie libre, entre estas viejas casas,
para procurar un techo a las masas traídas de las regiones agrícolas y de Irlanda; sólo la
industria permite a los propietarios de estos establos alquilados a alto precio como
habitaciones, explotar la miseria de los obreros, enterrar la salud de millares, para que así
se enriquezcan los propietarios; sólo la industria ha hecho posible que los trabajadores,
apenas liberados de la esclavitud del cuerpo, sean empleados nuevamente como simple
material, como una cosa que se debe encerrar en una habitación, demasiado mala para
cualquier otro, y que el propietario, por su querido dinero, tenga el derecho de enviar a los
demás a la ruina. Solamente la industria ha hecho esto; ella no habría podido vivir sin estos
obreros, sin la miseria y la servidumbre de ellos. Es cierto que, siendo mala la situación
primitiva en este barrio, no podían hacerse en él muchas cosas hermosas; pero ¿han hecho
algo para mejorar todo esto, con reparaciones, los propietarios o la administración de la
ciudad?"
Federico Engels: La situación de la clase obrera en Inglaterra, 1845.
https://youtu.be/4N2tnP1sYpY