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Investigación Efímera Revista

Vol. 8 (9), noviembre 2017, e006


eISSN: 2444-8524
ISSN-L: 2172-5934

El experimento Philip como momento expositivo


Ignacio Tejedor López
(Artista e investigador independiente)
i.tejedorlopez@gmail.com

Recibido: 10/04/2017
Aceptado: 10/08/2017
Publicado: 29/11/2017

Resumen
El ejercicio curatorial y las prácticas artísticas comparten un terreno común: la construcción de relatos. Este artículo pretende aportar
una perspectiva desde la que pensar el momento expositivo mirando los elementos que entran en juego y cómo, a través de las
relaciones que abren, los receptores se sitúan en un espacio de interpretación donde imaginar otras posibilidades de estar en el
mundo. Para ello, el recurso que utilizan es la ficción, pues permite a los receptores compartir un marco de referencia creado ad hoc
por la curadora o el artista. Para desarrollar esta hipótesis utilizaremos el experimento Philip —intento por justificar científicamente
la materialidad de los fantasmas a través de sesiones de espiritismo— como eje transversal. Dada su aparente distancia con el
terreno del arte, este oxímoron permite al lector descubrir en el juego relacional nuevos sentidos que se añaden a sus recursos
experienciales..

Palabras clave: comisariado, práctica artística, teoría del actor-red, autonomía modal, espiritismo.

The Philip experiment as a curatorial situation


Abstract
The curatorial activity and the artistic practices share the same realm: account construction. The current essay aims to provide an
other way to consider the exhibition looking at its components and the links with each others, consequently, the viewers are place in
a relational space where everything can be useful to reach new interpretations. Curators and artists use the fiction as skills to build a
site-specific wherein the sense is not dominate by the hegemonic domination. In order to develop this position we will use the Philip
Experiment —an attempt to prove the materiality of the phantoms by using sicology skills— as cross-cutting. Relating these different
topics we try to demonstrate how it is possible to get access to new knowledges by using a set of relations..

Keywords: curating, artistic practices, Actor Network Theory, conjuring, modal aesthetics.

Planteamiento de la cuestión permite a los receptores compartir un marco de


referencia creado ad hoc por la curadora o el
El ejercicio curatorial y las prácticas artísticas artista.
comparten un terreno común: la construcción
de relatos. Este artículo pretende aportar una Para desarrollar esta hipótesis utilizaremos el ex-
perspectiva desde la que pensar el momento perimento Philip —intento por justificar científi-
expositivo mirando hacia los elementos que en- camente la manifestación de los fantasmas a
tran en juego y cómo, a través de las relaciones través de sesiones de espiritismo— como eje
que abren, los receptores se sitúan en un es- transversal. Dada su aparente distancia con el
pacio de interpretación desde donde imaginar terreno del arte, este oxímoron permite al lector
otras posibilidades de estar en el mundo. Para descubrir en el juego relacional nuevos sentidos
ello, el recurso que utilizan es la ficción, pues que se añaden a sus recursos experienciales.

Efímera Revista Vol. 8 (9), noviembre 2017, e006. eISSN: 2444-8524 - ISSN-L: 2172-5934 1
Ignacio Tejedor López

Invocando a Philip

Para no caer en el máximo disparate, vamos a


recordar el experimento Philip, sus intenciones y
metodología, para después pasar a exponer la vin-
culación que encontramos con el momento expos-
itivo.

En 1972, A. R. G. Owen (Owen, 1976) trató de


probar la aparición de un fantasma, inventado por
el grupo de trabajo, a través del pensamiento fo-
calizado de las personas vivas que conformaban
el grupo. Para ello, construyeron detalladamente
la historia del personaje ficticio, Philip Aylesford,
Fragmento del vídeo documental del experimento Philip, extraí- nacido en la Inglaterra del siglo XVII, y cuyos da-
do de https://vimeo.com/94576042. tos biográficos coincidían con lugares y sucesos
reconocidos. Los ocho participantes en este estu-
dio habían aprendido meticulosamente el relato de
Entendemos la propuesta artística y la exposición esta «persona» (que se suicidó a los 30 años al no
como un conjunto de entidades (materiales o inma- poder impedir la sentencia de muerte de su aman-
teriales) distribuidas en un espacio (físico o virtual) te, acusada falsamente de brujería) y comenzaron a
donde generan un orden provisional susceptible de seguir las instrucciones del doctor A. R. G. Owen y
ser interpretado. Por este motivo, recurriremos a la el sicólogo Joel Whitton para contactar con Philip.
teoría del actor-red de Bruno Latour como un mod-
elo idóneo desde el que justificar la analogía entre Después de un año de reuniones en las que de-
la mencionada sesión de espiritismo y el momento batían sobre la vida del noble inglés y haciendo
expositivo. meditaciones para intentar materializar su presen-
cia sin resultado alguno, optaron por recrear una
Si Latour propone una forma de abordar lo social escena clásica de espiritismo. Para ello, decoraron
reclamando la agencia de los objetos no humanos, la estancia con piezas medievales vinculadas a la
Jordi Claramonte, con su autonomía modal, nos vida del fantasma ficticio, enmarcaron el retrato re-
ofrece el respaldo teórico para justificar la compar- alizado por Andy H. y se sentaron alrededor de una
ativa entre las prácticas artísticas contemporáneas mesa para conseguir invocar al agente no humano
y el experimento Philip, pues ambas situaciones se (Owen, 1976).
valen de lo repertorial y lo disposicional para actuar
en un paisaje. O dicho de otra manera, proveer a Philip Aylesford comenzó a manifestarse tímida-
los participantes de estos momentos de unos mo- mente por medio de golpes en la mesa respondi-
dos de acceder a la exposición artística diferentes endo sí (un golpe) o no (dos golpes). Así, pudieron
a los impuestos por el orden convenido dentro del confirmar su «identidad», conocer sus gustos,
sector del arte. y hasta su carácter. También le preguntaron por
sucesos ordinarios de su vida y por hechos históri-
Dicho esto, terminaremos esta recapitulación ini- cos, pero la información que les devolvió nunca fue
cial insistiendo en que los elementos que con- mayor que la que los participantes habían intro-
forman una exposición o una propuesta artística, ducido en la biografía que habían escrito.
sean estos del tipo que sean, al estar vinculados
entre ellos delimitando un espacio relacional, ha- Lo más interesante de estas invocaciones fueron
cen emerger un relato (o ficción colectiva) que se los efectos extraordinarios que acaecieron: golpes,
suma al imaginario del público con el que poder idas de luz, y hasta movimientos bruscos de la
hacerse un mundo autónomo e independiente del mesa. Estos resultados, aunque no alcanzaron el
orden impuesto por los intereses del mercado. objetivo de materializar al fantasma, fueron tan di-
fundidos que llegaron a convocar una sesión abi-
La intención de este artículo no es demostrar las erta a un público de 50 personas y retransmisiones
teorías utilizadas o aplicarlas a un caso concre- en la televisión.
to, más bien, ofrecer a los lectores una forma de
participar en el momento expositivo desde una Con este experimento pretendían desmontar
posición global, prestando atención a los espa- científicamente las apariciones de entidades ul-
cios que se abren entre los elementos que con- tratumba recurriendo a los esfuerzos sicológicos
forman dicho momento. (sugestión) de los humanos que realizan las invo-

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caciones o, dicho de otro modo, distorsionar el asociaciones entre humanos (curador, científico,
transcurso habitual de la realidad mediante la con- etc.) y no humanos (obras de arte, fantasmas, etc.)
figuración de un momento específico. que producen «colectivos» simultáneos a tales
conexiones. El mundo formaría una red cuyos no-
Para Martí Manen, la exposición no es nada más dos son actores o actantes, eliminando la tradicio-
que una serie de elementos casi invisibles que ter- nal diferencia entre «sujeto» y «objeto» y aceptando
minan generando un entramado mediante conteni- su cooperación. (Latour, 2005).
dos diversos y creando un contexto y un tiempo
determinados (Manen, 2012: 9). Desde este enfo- Antes de abordar la teoría del actor-red record-
que, el experimento mencionado comparte simili- emos los participantes de la situación que hemos
tudes con la exposición en cuanto que articula un elegido para plantear el desarrollo de este artículo
proceso mental por el cual se provoca un nuevo relacional. Por un lado, tenemos a los agentes hu-
espacio dialéctico. Un momento particular en el manos que activan la escena: seis participantes, un
que los participantes, a través de sus conocimien- investigador, un videógrafo y un pintor. Los prim-
tos personales, consiguen manifestar alteraciones eros, integrantes del grupo, construyen conjun-
en el orden usual del mundo mediante el manejo tamente la biografía de un personaje y crean una
de la ficción. serie de materiales que propician la emergencia de
una ficción colectiva. El investigador, junto con el
El trabajo del curador es establecer relaciones sig- sicólogo que participa en la sesión de espiritismo,
nificativas entre los elementos dispuestos con la propone la idea compartida de atraer a un fantas-
intención de conducir las interpretaciones de los ma inventado. El videógrafo, encargado de regis-
espectadores; del mismo modo que el doctor A. trar la acción, conseguirá que se visibilice el evento
R. G. Owen, mediante la metodología planteada, y, por último, el pintor se encargará de dibujar la
quien buscaba estimular un tipo de comunicación apariencia de Philip según las indicaciones del res-
colectiva apelando a los mecanismos inconscien- to de compañeros.
tes de los asistentes. En ambos ejercicios entran
en juego, no solo la subjetividad de los humanos, En el lado de los agentes no humanos encontra-
sino las relaciones significativas con los agentes mos, en primer lugar, la hipótesis del doctor Owen,
no humanos puestos en juego, bien sean obras de que se transmite de cuerpo a cuerpo y que con-
arte, textos u objetos relacionados con la imagina- sigue reunir a un grupo de personas para comenzar
da vida del fantasma Philip. el experimento. Una vez establecido el grupo, los
participantes comienzan a dar figuración al actante
Hacer hablar a los objetos no humano (Philip) y, al mismo tiempo, crean una
serie de textos que recogen la información vital del
Cuando hablamos de relaciones, el espacio que las personaje que se va a invocar. También buscan y
contiene se convierte en un factor definitivo. Toda seleccionan objetos que pertenecerían a Philip en
relación requiere al menos dos elementos para es- el caso de que hubiese existido; con ellos gener-
tablecerse y potenciar las cualidades propias de arán la atmósfera que estimule la focalización de
dicho enlace. Graham Harman utiliza la imagen del sus pensamientos referidos a Philip. Durante las
algodón y la cerilla para ilustrar su postura ontológi- meditaciones colectivas, la cámara que graba los
ca orientada a los objetos: el elemento algodón sucesos propiciará que se divulguen hasta di-
muestra unas características propias cuando entra fundirse en los medios de comunicación y desper-
en contacto con el elemento fuego (cerilla), defin- tar el interés internacional. El retrato de Philip, a su
idas por el espacio relacional. Así, las cualidades vez, contribuye al imaginario del actante, invocán-
de cada elemento se sustraen a su relación pro- dolo y dotándolo de apariencia.
duciendo efectos propios de dicha conjunción
(Harman, 2015). En el arte también sucede lo mis- En un primer vistazo, la escena puede ser com-
mo: las piezas de Félix González-Torres adquieren parable con el momento expositivo, pues encon-
nuevos valores si se exponen junto a «objetos de tramos un diseñador de la situación que pretende
diseño», o los murales de Orozco no distribuirían (de)mostrar un planteamiento personal, reuniendo
el mismo sentido si armase a sus personajes con a una serie de agentes con los que hacer emerger
guitarrones. una entidad inmaterial (fantasma, conocimiento o
investigación) que sea recibida por un público.
No nos puede sorprender que Graham Harman,
para desarrollar su ontología, haya tenido presente Según dice Bruno Latour, las agencias se presen-
los planteamientos del sociólogo Bruno Latour, tan en las explicaciones como copartícipes de la
máximo representante de la Actor Network Theory, situación; son protagonistas en la escena y su pres-
quien sostiene que la sociedad es un conjunto de encia interviene en el relato de la situación analiza-

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da. En esta situación que estamos revisando, equi- conduce a la autonomía de los «modos de relación»,
parable a una exposición que compila una serie de una forma de entender el arte como herramienta
objetos y los hace dialogar, la biografía redactada basada en la investigación y experimentación de
del supuesto Philip (A) acaba convirtiéndose en otros modos de hacer independientes de la influen-
efectos paranormales (B) mediante la influencia del cia que tiene el sistema de mercado en las vidas de
dispositivo creado por el doctor Owen y compañía. los que habitamos el mundo.
En una exposición, el valor de un objeto expuesto
acaba convirtiéndose en objeto simbólico (B) por La autonomía modal se consolida así como una
medio de la articulación de una red de sentidos (C). grieta de disidencia donde reconocernos como cu-
erpos subjetivos dentro de un engranaje mercan-
En este punto cabe recalcar que el objetivo de este tilizado, un espacio en el que tanto los objetos como
artículo no es demostrar desde el campo de la so- las ideas se han convertido en valor de intercambio
ciología el momento expositivo; por el contrario, lo para estimular la economía. De esta forma, la prax-
que se pretende es reflexionar sobre una perspecti- is artística propia de este modelo se decanta hacia
va desde la que afrontar una exposición artística sin el establecimiento de redes de trabajo con otros
tratar de llegar a categorías legítimas sobre cómo miembros de la comunidad que rompan con la ac-
ver una exposición. En otras palabras, visitar una ción individual marcada por la incontrolada búsque-
sala en la que hay obras de arte evitando la seg- da de singularidad.
mentación y atender a esos matices que se revelan
solo cuando abolimos la jerarquía impuesta por la Claramonte (2011: 196) habla de la necesidad de
denotación/connotación propia de cada obra. cuatro características propias de las prácticas en-
globadas dentro de la estética modal que se en-
Dicho esto, los rastros observables mencionados cuentran también en el experimento Philip.
anteriormente que dejan las agencias no humanas
tienen un particular relato de su acción. El reto para En primer lugar, se debe reconocer el carácter situa-
los espectadores, lectores o participantes es imag- do de la propuesta artística, esto es, debería formu-
inarlos, interpretarlos y extraer su propia concep- larse siempre desde su enraizamiento en un cuerpo,
tualización sin que interfieran categorías preestab- en una experiencia propia para ser compartida con
lecidas o dominantes. Es una invitación a adoptar otros miembros de la comunidad. Esto provoca la
una postura escéptica en la que la verdad, como función específica de la práctica artística de refor-
referencia más que como referente, sea un proceso zar nuestra experiencia inmediata, dotándonos de
abierto influido por los datos a los que se accede; nuevos códigos con los que organizar el universo de
una invitación a desestimar juicios sobre la proce- sentido en donde nos situamos.
dencia de los fantasmas o sobre el significado del
arte para indagar en la narración que se está dando Entender que la propuesta artística responde a un
en la situación presenciada, ya sea una sesión de contexto determinado al que influye hace posible
espiritismo o un proyecto curatorial. considerarla como una forma de hacer política en
cuanto que se cuestionan los valores hegemónicos
Si las agencias son parte de una explicación a las asociados al marco de trabajo. En la actualidad, las
que se les da figuración, es tiempo de liberarnos manifestaciones culturales comparten una prax-
de constricciones conceptuales o técnicas que is común mediante la cual la experiencia artística
justifiquen el valor artístico para permitir que sean invade otros campos de conocimiento ofreciendo
los espectadores quienes, a través de una inter- nuevos repertorios para el entendimiento, algo que
pretación subjetiva, apelen a sus experiencias vi- se consigue relacionando conocimientos, a prio-
tales y establezcan relaciones que abran nuevas ri alejados, pero cuya vinculación presenta nuevas
formas de estar en el mundo. Así, el arte seguirá vías de acceso al saber.
funcionando como arma de emancipación, devolvi-
endo a los ciudadanos su autonomía dentro de la En el caso de estudio que protagoniza este artículo,
lógica pragmática del capitalismo posfordista. la intención de invocar a un personaje imaginario se
lleva a cabo con el requisito de que los participantes,
Un acercamiento desde la estética modal por voluntad propia, decidan trabajar en conjunto
por un mismo fin pero respetando y manteniendo
Después de haber propuesto una lectura de la es- las subjetividades de cada uno.
cena prestando atención a los agentes que la con-
forman, y haber traspuesto al arte las características No cabe duda de que en el experimento realiza-
de una situación distanciada de las prácticas artísti- do por el doctor Owen el carácter situado del que
cas, parece que los límites del arte pueden abarcar habla Jordi Claramonte cobraba un papel decisivo.
cualquier área del conocimiento. Este motivo nos Construir entre los ocho participantes una atmós-

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fera propicia para hacer aparecer un cuerpo fan- Philip, leído desde el marco de la ciencia, segura-
tasmagórico (como podría ser el mismo sentido del mente resulte poco riguroso; en cambio, revisado
arte) implicaba tomar conciencia de sus propios desde el repertorio propio del arte, deriva hacia un
cuerpos en relación con un espacio contextual. estadio cuyos sentidos aportan nuevos caminos
por los que abordar la experiencia artística.
En segundo lugar, otra de las características de las
prácticas artísticas actuales es la generatividad. Para terminar de exponer las cualidades de las
Con esta idea, Jordi Claramonte sostiene que los obras que responden al concepto de estética
modos de relación que entran en juego no solo se modal, tenemos el carácter relacional, que supera
dan en el momento de creación artística, en el que la polaridad entre sujetos y objetos, y enfatiza los
los artistas establecen diálogos entre los elemen- repertorios articulados por las formas estéticas
tos de sus piezas, sino que también dichos modos que se manejan y sus competencias transforma-
relacionales aparecen en el momento de recep- cionales: añadir a los modos de relación que es-
ción, cuando los espectadores generan relaciones bozábamos con la teoría del actor-red la gestión
con las notas que perciben y sus experiencias pro- de los recursos y competencias que se dan en un
pias articulando así la estética del objeto artístico. determinado paisaje.

La generatividad responde a todas esas uniones Cuando en el apartado anterior invitábamos a los
que propician la aparición de agencias donde se espectadores a interpretar las relaciones periféri-
inauguran nuevos espacios dialécticos que incre- cas de una exposición, nos referíamos a las agen-
mentan los repertorios de conocimiento con los cias que existen en la disposición perceptible de
que los sujetos se determinan. Considerando el los recursos utilizados enmarcados en un reperto-
momento expositivo como un lugar formado por rio. En este apartado queremos dar un salto más
relaciones abiertas a las interpretaciones de los e incluir los sentidos que emanan de las circun-
públicos, todos los elementos cuentan; desde los stancias humanas (poéticas) que están detrás de
agentes humanos que intervienen en el proce- la disposición de objetos en el espacio/tiempo;
so colaborativo de creación del momento (cura- observar cómo las circunstancias personales de
dores, artistas, gestores, asistentes…) hasta los cada individuo en un paisaje dado (experiencias
elementos no humanos (arquitectura, iluminación, vitales de las personas que propician la construc-
tendencias culturales…), todos ellos dan pie a una ción de situaciones) también adhieren valores y
economía interna. sentidos al producto final.

En tercer lugar, si la generatividad convierte la pro- A pesar de que en el caso del experimento Philip
puesta artística en un rizoma del que brotan múl- fue el doctor Owen quien encabezaba la jerarquía
tiples posibilidades de sentido, la politextualidad en cuanto que fue una iniciativa suya, nos sirve
conlleva la convivencia de un elenco de contextos para compararla con el papel que juega el artista
de sentidos cuyas lógicas se oponen y refuerzan al proponer un proyecto en equipo o el curador al
mutuamente como, por ejemplo, cuando el dis- reunir a distintos agentes para un proyecto cura-
curso del curador entra en conflicto con las con- torial.
vicciones del artista y, tras el diálogo compartido,
se incorporan matices originados por el debate El planteamiento estético que propone Jordi Clar-
ocasionado. Dicho de otro modo, las diferentes amonte (2016) con su Estética modal trasciende
poéticas se reflejan en este tipo de trabajos, que el protagonismo que tiene la metáfora en la obra
asumen lo plural como signo de riqueza semánti- de Harman (2015) y se sitúa en el quiasmo para
ca. En palabras del autor, utilizar «la productividad analizar los modos que los creadores tienen de
estética concebida en función de un conjunto de distribuir las tensiones entre los elementos que
operaciones competenciales realizadas sobre un conforman sus prácticas dentro de un orden mar-
repertorio de formas específicas» (Claramonte, cado por la industria cultural. El autor elude el mét-
2011:208). odo de formalización (modo de relación repertorial)
o la intencionalidad de los contenidos (modo de
En la gramática cultural se dan muchas lecturas y relación disposicional) para sostener una estética
repertorios que se traducen en conjuntos de sen- modal efectiva que recoja ambos modos sin de-
tido. El carácter policontextual hace referencia a cantarse por ninguno de ellos para alcanzar los
ello, asumiendo la invalidez de categorías estáti- efectos. Dicho de otro modo, y aludiendo a la cual-
cas generalizables. Cada contexto se rige por su idad del «quiasmo» para producir tensiones, el re-
propio orden, el cual es alterable pero no trans- ceptor gestiona los conflictos de tales relaciones
portable a otros contextos, ya que cada situación valiéndose de su autonomía y armándose de su
nos sitúa en un marco organizativo. El experimento propia inteligencia y sensibilidad.

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A modo de conclusión pensamiento escéptico. Después de esto, hablar


de Philip es eludir los fragmentos de la situación y
La intención de equiparar un estudio «científico» pensarla como un nodo en el que convergen y se
como el experimento Philip (que reúne a diez hu- ramifican agencias, actores y actantes. Trasladado
manos para atraer a un agente no humano) con el a la exposición, supone prestar atención al diálo-
momento expositivo responde a la voluntad de man- go entre todos los elementos superando la visión
ifestar como el desarrollo relacional entre elemen- segmentada por unidades de significado indepen-
tos en apariencia distantes puede ofrecer nuevas diente del resto: los objetos expuestos.
formas de concebir la producción de conocimiento
pensando nuestra forma de estar en el mundo.
Notas
Por este motivo, el momento expositivo, como en-
torno colectivo comparable al de la creación escéni- 1. A pesar de que las exposiciones divulgativas presentan un
ca, requiere un curador que, más que ordenar una relato claramente narrado, dado que su objetivo es ofrecer
serie de elementos siguiendo una estructura lógica, una narración convenida culturalmente sobre el tema en
cuide (curare) las tensiones que se producen entre cuestión (cronológicas, antológicas, retrospectivas, antro-
los actantes que intervienen, pues de ellas emergen pológicas, etc.), en este artículo nos referiremos al ejercicio
nuevas posibilidades desde las que hacernos un curatorial como práctica en la que la curadora o curador no
mundo a través de relatos o ficciones colectivas. pretende ofrecer un conocimiento hegemónico, sino que
abre todo un abanico de relaciones con otras agencias para
Las situaciones cotidianas que forman nuestro mun- que sean interpretadas desde la autonomía de los especta-
do se vuelven extraordinarias cuando entra en juego dores.
alguna agencia que altera las relaciones habituales
de los hechos. El arte cumple esa función de ele- 2. En el repetido uso del término «relacional» queremos alejar-
mento vinculante entre lo ordinario y lo excéntrico nos del planteamiento acotado que Nicolas Bourriaud hace
capaz de desvelar desde sus ficciones aquellas fac- del sentido relacional en el arte. Mientras el autor se centra
etas de lo real que permanecen veladas a las mi- especialmente en las relaciones interpersonales que propi-
radas rutinarias. Como dice Claramonte (2011:202) cian ciertas propuestas artísticas, con este artículo preten-
citando a Pareyson: «El arte es verdadero cuando demos considerar la participación total de los elementos que
prolonga y eterniza la existencia humana y la real- de alguna manera entran en juego para que los espectadores
idad cotidiana, capta su esencia y la fija en trazos intervengan en relación con ellos.
definitivos».
3. Bruno Latour explica como las agencias «inciden de alguna
Por tanto, si pensamos la exposición como un lu- manera en el estado de las cosas, transformando algunos A
gar de encuentro entre artistas, investigadores, en B a través de pruebas con C». (Latour, 2005: 82).
espectadores y comisario, los modos de relación
que sostienen la red que forman dan como resul- 4. Para el autor de la estética modal, el paisaje es donde ac-
tado un abanico de subjetividades en el que todos túan los modos de relación, pertenecientes o no a una mis-
participan en el flujo de un conocimiento puesto en ma repertorialidad o conjunto de condiciones necesarias
común. Entre todos se distribuye una capacidad de desde diferentes praxis o modos de hacer determinados por
conocer aspectos de la realidad que no están suje- el espacio de desarrollo.
tos al dominio hegemónico de la razón pragmática,
pero en cambio permiten transitar los vértices de 5. Debemos reconocer el ejercicio curatorial que está detrás
la realidad como poliedro de perspectivas. De este de un ciclo de cine, de un podcast, en un seminario o incluso
modo, el juego relacional que hemos planteado en- en las telenoticias, en donde el tiempo es un factor decisivo;
tre el experimento Philip y la exposición artística es comparable con una exposición, una compilación de ensa-
un ejemplo de cómo a través de la unión de méto- yos o un ensayo visual, determinados por el espacio que los
dos de estudio aparentemente distantes se pueden contiene.
encontrar lógicas coherentes con las que pensar; en
este caso, las proposiciones enmarcadas en el con- 6. Jordi Claramonte sostiene que tras el carácter contestata-
texto del arte. rio de las vanguardias contra la normalidad burguesa, la ex-
centricidad acabó por convertirse en una oportunidad para
Para cerrar este ensayo intencionadamente subje- que el capitalismo se beneficiase del factor diferenciador del
tivo solo nos queda pensar en el arte como una producto que cada cual es (originalidad) en el ámbito del
agencia equiparable al fantasma Philip; ambos son mercado.
el resultado de la capacidad humana de trascend-
er con el pensamiento los estímulos sensibles y 7. Con repertorial Jordi Claramonte (2016: 212) hace referen-
elaborar relatos que se sumen a los recursos de un cia al régimen predominante en la Ilustración que constituía

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El experimento Philip como momento expositivo

una distribución de necesidades que establecía los regíme- Artes por la Universidad Complutense de Madrid
nes de producción y recepción de las prácticas artísticas: e investiga, desde la práctica y la teoría, sobre los
teorías estéticas, dominio de las técnicas, códigos de lec- dispositivos que transitan entre las artes visuales
turas… y la construcción de situaciones para establecer
redes de trabajo. También explora los procesos
8. Disposicional (Claramonte, 2016: 228) sería el modo más artísticos contemporáneos y las sinergias que se
extendido entre las vanguardias, que indaga en las posibi- producen en las propuestas participativas. Para
lidades del contexto de actuación para investigar nuevas ello, ha realizado estancias en diferentes ciudades
competencias operativas. Respondería a las praxis de los como Belgrado, Londres, Milán, Nueva York o Sa-
artistas en la constante modulación de las necesidades. badell, donde ha formado parte como artista/inves-
tigador en diferentes residencias de creación.
9. Las exposiciones tradicionales tratan a los públicos como
un colectivo homogéneo sin atender a sus experiencias per- Su producción artística se formaliza en la construc-
sonales (conocimientos, vivencias, saberes, etc.) y perpe- ción de situaciones en las que los espectadores se
tuando la epistemología dominante; lo que se debe saber cuestionan la veracidad de los códigos convenidos
de tal artista, o qué conocimientos se consideran necesarios y donde el escenario generado despierta nuevas
para acceder al discurso de la exposición. En este sentido, formas de habitar los contextos. Dichas situacio-
los textos de sala son dispositivos idóneos para contribuir al nes se han abierto al público en ciudades como
relato expuesto. Filadelfia, Nueva York, Londres, Milán, Barcelona o
Madrid.

Bibliografía

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