Sei sulla pagina 1di 7

INSTITUTO DE

ESTUDIOS
SUPERIORES
ELISE
FREINET

MAESTRÍA
EN SALUD
PÚBLICA
Taller de Análisis de
Salud Poblacional
MTRO. PABLO OSCAR
ROMERO ISLAS.
LA FAMILIA Y GRUPOS SOCIALES COMO
MEDIADOR DE LA SALUD

Marisol Olvera Garrido


“LAS DIMENSIONES ECONÓNICAS DE LAS ENFERMEDADES NO
TRANMISIBLES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE”

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades no transmisibles (ENT) o crónicas son afecciones de larga duración


con una progresión generalmente lenta, entre ellas destacan: las enfermedades
cardiovasculares (por ejemplo, los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares);
el cáncer; las enfermedades respiratorias crónicas (por ejemplo, la neumopatía
obstructiva crónica o el asma); y la diabetes (OMS).
Las ENT afectan desproporcionadamente a los países de ingresos bajos y medios, donde
se registran más del 75% (32 millones) de las muertes por ENT.
Estas enfermedades se ven favorecidas por factores tales como la urbanización rápida y
no planificada, la mundialización de modos de vida poco saludables o el envejecimiento
de la población. Las dietas malsanas y la inactividad física pueden manifestarse en forma
de tensión arterial elevada, aumento de la glucosa y los lípidos en la sangre, y obesidad.
Son los llamados "factores de riesgo metabólicos”, que pueden dar lugar a enfermedades
cardiovasculares, la principal ENT por lo que respecta a las muertes prematuras.
Se pueden destacar entre otros factores de riesgo el consumo de tabaco, la inactividad
física, el aumento de la presión arterial, el sobre peso, la obesidad, como causas
potenciales de morbilidad y muerte prematura.
Una enfermedad no transmisible pone en riesgo adelantos en la salud, así como el
bienestar socioeconómico en general, la calidad de vida y el desarrollo de la región
(Caricom2007).
Las autoridades son responsables de la promoción y protección de la salud de su
población, de la prevención de enfermedades y de la reducción de la morbilidad, la
discapacidad y la mortalidad. La optimización de recursos para garantizar la calidad de
atención primaria y hospitalaria, es de vital importancia. Sin embargo, para mejorar la
calidad de vida de la población y reducir considerablemente la morbi mortalidad a causa
de enfermedades no transmisibles es necesario la corresponsabilidad, es decir, gobierno,
unidades de salud y población en riesgo.
Se debe actuar de manera diferente adoptando un enfoque más integral, se deben
implementar perspectivas de salud con la finalidad de lograr que los comportamientos
saludables sean la elección natural a lo largo de la vida.

2
DESARROLLO

Las enfermedades no transmisibles (ENT) son actualmente la principal causa de muerte,


discapacidad y enfermedad en América Latina y el Caribe. Esto ha sido en respuesta al
sistema de salud fragmentado, generando dificultad en el acceso a los servicios,
prestación de los servicios de baja calidad, uso irracional o ineficiente de los recursos
disponibles, incremento de costos de producción y baja satisfacción del usuario con los
servicios recibidos.
El sistema de salud en México comprende dos sectores, el publico y el privado. Dentro del
sector público se encuentran IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA, SEMAR, SSa, y
prestadores de servicios de iniciativa privada.
Las ENT, también conocidas como enfermedades crónicas, tienden a ser de larga
duración y resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y
conductuales.

Los principales tipos de ENT son las enfermedades cardiovasculares (como los ataques
cardiacos y los accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias
crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes.
Las ENT afectan desproporcionadamente a los países de ingresos bajos y medios, donde
se registran más del 75% (32 millones) de las muertes.
Estas enfermedades se ven favorecidas por factores tales como la urbanización rápida y
no planificada, la mundialización de modos de vida poco saludables o el envejecimiento
de la población. Las dietas malsanas y la inactividad física pueden manifestarse en forma
de tensión arterial elevada, aumento de la glucosa y los lípidos en la sangre, y obesidad.
Son los llamados "factores de riesgo metabólicos”, que pueden dar lugar a enfermedades
cardiovasculares, la principal ENT por lo que respecta a las muertes prematuras.
Sin duda la ruptura social es un fenómeno cada vez más frecuente que se fundamenta no
solo en el resurgimiento de nacionalismos de raíz cultural y étnica, sino también en la
estratificación que produce la desigual distribución de la riqueza y en los procesos de
descentralización conducidos por el propio Estado.
Las ENT ponen en peligro el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), entre los que se encuentra la reducción de las muertes prematuras por
ENT en un 33% para 2030.

La pobreza está estrechamente relacionada con las ENT. El rápido aumento de estas
enfermedades es un obstáculo a las iniciativas de reducción de la pobreza en los países
de ingresos bajos, en particular porque dispararán los gastos familiares por atención
sanitaria. Las personas vulnerables y socialmente desfavorecidas enferman más y
mueren antes que de mayor posición social, sobre todo porque corren un mayor riesgo de
exposición a productos nocivos, como el tabaco, o a prácticas alimentarias malsanas, y
tienen un acceso limitado a los servicios de salud.
En los entornos con pocos recursos, los costos de la atención sanitaria para las ENT
pueden agotar rápidamente los recursos de las familias. Los costos desorbitados de las
ENT, en particular el prolongado y costoso tratamiento y la desaparición del sostén de
familia, están empujando cada año a millones de personas a la pobreza y sofocando el
desarrollo.
El éxito de un sistema de salud organizado y financiado localmente depende no solo de la
identidad cultural, religiosa e idiomática, sino también de la eficiencia y solidaridad que el

3
sistema demuestre.
Un elemento fundamental para el mantenimiento de una relativa autonomía local es la
generación de recursos financieros adicionales en la misma comunidad. Los sistemas
locales de salud tienen que mostrar un alto grado de solidaridad interna, que puede a su
vez ser uno de los principios nacionales para el mantenimiento de un sistema coherente y
articulado. Por último, en el nivel local hay que asegurar una amplia participación de la
población en la toma de decisiones y en la fiscalización de los servicios, ya que tal
participación ha sido el argumento fundamental a favor de un modelo local y autónomo de
servicios de salud.

El papel del estado en cuanto al mantenimiento de la salud de la población ha cambiado


notablemente, una de las razones de esos cambios es que una población saludable es
clave para el progreso económico: dado que cuanto más tiempo viven las poblaciones,
mayor es su productividad y su capacidad de producir riqueza, lo que promueve el
crecimiento y el desarrollo económicos, lo cual a su vez da lugar a mayores ingresos y a
mas recursos económicos para la salud.
El gobierno puede reducir la prevalencia de las Enfermedades no Transmisibles
aprobando políticas que modifiquen favorablemente las condiciones en las cuales las
personas nacen y viven, reduciendo la pobreza y las inquietudes en materia de salud y
mejorando el empleo, la vivienda, y el entorno ambiental y comercial. Se tiene que
garantizar la existencia de una fuerza laboral apropiada, un personal sanitario suficiente,
bien distribuido, adecuadamente capacitado, organizado y motivado.
Los objetivos generales de los sistemas de salud, según propone la OMS son:

1. Mejorar la salud de las poblaciones a las que sirven.


2. Responder a las necesidades de las personas, con servicios de calidad y calidez
reduciendo costos.
3. Proveer protección económica frente al costo de enfermedad.

Existe competencia por la atención el financiamiento estatales y por la definición de


prioridades en la formulación de políticas sanitarias, la asignación de recursos y el
cumplimiento de las obligaciones internacionales. De ahí que en estas circunstancias la
Enfermedades no Transmisibles , pese a que so las principales causas de mala salud,
suelan considerarse problemas de larga duración mas que una “emergencia” que exige
medidas inmediatas. En la mayoría de los países de Caribe, el sector público tiene la
hegemonía en el financiamiento y la prestación de los servicios de salud. Un objetivo
común encaminado a la salud y el bienestar de la población es el de caracterizar los
determinantes sociales y económicos mas importantes para la salud. Para ello es es
necesario para la prestación de atención de salud adecuada, como la aprobación de
políticas que influyan en la vida de los hogares y de las comunidades, así como en los
ambientes social, laboral, cultural y comercial.
A fin de reducir el impacto de las ENT en los individuos y la sociedad, hay que aplicar un
enfoque integral que haga que todos los sectores, incluidos entre otros los de la salud, las
finanzas, el transporte, la educación, la agricultura y la planificación, colaboren para
reducir los riesgos asociados a las ENT y promover las intervenciones que permitan
prevenirlas y controlarlas.

4
Es fundamental invertir en una mejor gestión de las ENT, que incluye su detección,
cribado y tratamiento, así como el acceso a los cuidados paliativos. Las intervenciones
esenciales de gran impacto contra las ENT pueden llevarse a cabo en la atención primaria
para reforzar su detección temprana y el tratamiento a tiempo. Los datos demuestran que
esas intervenciones son una excelente inversión económica porque, si los pacientes las
reciben tempranamente, pueden reducir la necesidad de tratamientos más caros.
La comprensión de las necesidades y la cultura de organización de cada sector deben ser
una prioridad.

5
CONCLUSIÓN

Las Enfermedades no Transmisibles constituyen en reto global creciente para la salud, el


desarrollo y el bienestar de la población. Los países de ingresos bajos y medianos son
especialmente vulnerables, ya que esta problemática se esta produciendo en el contexto
de una transición acelerada, una inversión limitada en el control de las Enfermedades no
Transmisibles, una baja capacidad de reglamentación y marcos jurídicos débiles para la
promoción de la salud y la protección frente a los factores de riesgos. La mayoría de los
sistemas de salud están poco preparados para abordar la demanda creciente de servicios
de salud personales que producirá el aumento de estas enfermedades.
Para controlar las ENT es importante centrarse en la reducción de los factores de riesgo
asociados a ellas. Los gobiernos y otras partes interesadas tienen a su disposición
soluciones de bajo costo para reducir los factores de riesgo modificables comunes. Para
orientar las políticas y las prioridades es importante seguir los progresos realizados y la
evolución de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo.
A fin de reducir el impacto de las ENT en los individuos y la sociedad, hay que aplicar un
enfoque integral que haga que todos los sectores, incluidos entre otros los de la salud, las
finanzas, el transporte, la educación, la agricultura y la planificación, colaboren para
reducir los riesgos asociados a las ENT y promover las intervenciones que permitan
prevenirlas y controlarlas.
Las intervenciones esenciales de gran impacto contra las ENT pueden llevarse a cabo en
la atención primaria para reforzar su detección temprana y el tratamiento a tiempo. Los
datos demuestran que esas intervenciones son una excelente inversión económica
porque, si los pacientes las reciben tempranamente, pueden reducir la necesidad de
tratamientos más caros.
Los países de ingresos bajos suelen tener una baja capacidad de prevención y control de
las enfermedades no transmisibles.
Es poco probable que los países con cobertura insuficiente del seguro de enfermedad
puedan proporcionar un acceso universal a las intervenciones esenciales contra las ENT.
Las intervenciones de gestión de las ENT son esenciales para alcanzar la meta mundial
consistente en lograr una reducción relativa del riesgo de mortalidad prematura por ENT
del 25% para 2025, y la meta de los ODS consistente en reducir las muertes prematuras
por ENT en un 33% para 2030.
Existen diversas medidas que son esenciales para el tratamiento y el control apropiado de
las Enfermedades no Transmisibles, entre las que se encuentran:
1. Educación sanitaria y empoderamiento de los pacientes.
2. Cumplimiento de las directrices internacionales para respaldar el control de la obesidad
y Diabetes Mellitus II.
3. Implementar modelos integrados multidisciplinarios de atención de salud.
4. Capacitar y formar recursos humanos en salud.
5. Realizar un marco normativo fortalecido.
Es fundamental invertir en una mejor gestión de las ENT, que incluye su detección,
diagnóstico y tratamiento, así como el acceso a los servicios de salud primarios y
hospitalarios.

6
Bibliografía

Asael Ortiz Lazcano, T. S. (2011). Demografía y estudio de población. Antología de


demografía y estudio de población , 8-279.
Branka Legetic, A. M.-Á. (2017). Las dimensiones económicas de las enfermedades no
transmisibles en América Latina y el Caribe (Vol. Cmplementario ). Washington D.C.

Potrebbero piacerti anche