EN UN SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIO C. Sánchez Juan, J. J. Gil Garbó, J. F. Vela Cano, A. García García, J. F. Viñals Iranzo, F. Martín Cortés Servicio de Urgencias. Hospital de Sagunto. Valencia
Benign intracraneal hypertension
in a Hospital Emergency Boom Introducción A su llegada a Urgencias presentaba una tempera- La hipertensión intracraneal benigna (HICB) o seu- tura de 37°C, tensión arterial de 146/92 mmHg, peso dotumor cerebral son términos que se utilizan para de 78 kg. y talla de 170 cms (índice de masa corporal designar un cuadro de hipertensión intracraneal con (IMC) 26,99 kg/m2). El examen neurológico mostró cefaleas y papiledema que no es producido por las un edema de papila bilateral y paresia del VI nervio causas habituales de la misma: tumores cerebrales, craneal derecho, siendo el resto de la exploración neu- 46 meningitis, encefalopatía hipertensiva, obstrucción al rológica y por aparatos anodina. Los estudios analíti- paso del líquido cefalorraquídeo, etc.1 Se le designa cos realizados (hemograma, bioquímica sérica y estu- “benigno” porque en general se resuelve de forma dio de coagulación) fueron todos ellos normales. La favorable espontáneamente, aunque en ocasiones la TAC cerebral fue normal. Se practicó una punción agudeza visual puede afectarse irreversiblemente. lumbar y determinación de la presión de apertura Describimos dos casos clínicos de HICB detecta- mediante un manómetro lumbar (mod. 2.000; Riester. dos recientemente en nuestro Servicio y revisamos la Jungingen, Alemania) obteniéndose una cifra de 400 metódica que permite realizar el diagnóstico de pre- mm H2O (valores normales: 70-200 mm H2O)2, sin sunción desde el propio Servicio de Urgencias. detectarse bloqueo en la salida de líquido cefalorra- quídeo (LCR). Tras la extracción de unas 60 gotas del Casos clínicos mismo la presión fue de 350 mm H2O. El estudio cito- Caso 1: Mujer de 24 años que acude a Urgencias por bioquímico del LCR fue normal y el cultivo negativo. cuadro de cefalea orbitaria y en ambas regiones tempora- Ingresó en la Unidad de Neurología del Hospital con les que le despertaba por las noches desde hacía un mes. la sospecha diagnóstica de Hipertensión intracraneal A esa sintomatología se asoció posteriormente visión benigna. doble, sobre todo con la mirada a la derecha. Así mismo, Se inició tratamiento con acetazolamida intramus- la paciente refería haber tenido oscurecimientos visuales cular (500 mg. cada 12 horas) no presentando compli- de segundos de duración, especialmente desencadenados caciones médicas de interés durante su estancia hospi- con los cambios posturales. No presentaba ningún ante- talaria y mejorando clínicamente de forma paulatina, cedente patológico, no tenía hábitos tóxicos y no utiliza- tanto de la cefalea como de la diplopía. Las hormonas ba anticonceptivos hormonales ni otro tipo de fármacos. tiroideas y el cortisol sérico basal fueron normales. Una nueva punción lumbar mostró una presión de apertura de 100 mm H2O. Fue dada de alta con aceta- Correspondencia: Carlos Sánchez Juan. C/ Císcar 57, 5. zolamida por vía oral (250 mg. cada 8 horas) y en 46005 Valencia. revisiones posteriores ha permanecido asintomática.
Caso 2: Mujer de 15 años que, un día antes de acu- TABLA I. Criterios diagnósticos de hipertensión intracraneal dir a nuestro Servicio, presenta diplopía horizontal por benigna lo que había sido vista por un oftalmólogo de otro cen- tro que diagnosticó un edema de papila bilateral, reali- 1. Síntomas de aumento de la presión intracraneal en ausencia zándose una TAC de cráneo que fue informada como de síntomas focales. normal. Tres meses antes había presentado dos breves 2. Papiledema bilateral y aumento de la mancha ciega en episodios de sensación subjetiva de inestabilidad de ausencia de signos focales. segundos de duración y un mes antes presentó un cua- 3. Aumento documentado de la presión intracraneal (>250 mm. H2O). dro de cefalea de predominio occipital con cervicalgia, 4. Citobioquímica de LCR normal. rigidez nucal y vómitos que remitió espontáneamente. 5. TAC y RM cerebral normal. No presentaba antecedentes personales de interés sal- vo una anemia que era tratada con hierro y ácido fóli- (Deben cumplirse todos ellos para poder efectuar el diagnóstico). co por vía oral; no recibía ningún otro tipo de fármaco ni refería hábitos tóxicos. Al ingreso en nuestro Servi- cio la paciente estaba afebril, con tensión arterial de 100/60 mmHg, peso de 64 kg y talla de 165 cm (IMC 23,51 kg/m2). El examen neurológico mostró un ede- asociadas a este proceso ha contribuido a la confusión ma de papila bilateral, no presentaba rigidez de nuca y acerca de la etiología de la misma. Solamente la obesi- el resto de la exploración (funciones superiores, pares dad y el incremento de peso reciente se han relaciona- craneales, balance muscular, sensibilidad, coordina- do estadísticamente con esta afección6, 7. Otras situacio- ción, marcha y reflejos) fue normal, salvo la explora- nes potencialmente causantes son menos evidentes: ción de la marcha que era realizada con hiperextensión trombosis venosa intracraneal, alteraciones endocrino- cervical y discreta rotación cefálica a la izquierda, refi- lógicas8 (hipertiroidismo, hipotiroidismo, hipoparatiroi- riendo la paciente cervicalgia durante la misma. Los dismo, insuficiencia suprarrenal, síndrome de Cus- estudios analíticos practicados de urgencia (hemogra- hing), fármacos (vitamina A, tetraciclina, ácido ma, bioquímica sérica y estudio de coagulación) fue- nalidíxico, nitrofurantoína, sulfamidas, litio, indometa- ron todos normales a excepción del sedimento de ori- cina, fenitoína, anticonceptivos orales, esteroides)9, 10, 47 na (30-40 leucocitos por campo). Se practicó punción sarcoidosis, lupus eritematoso sistémico, etc.11 lumbar y medición de la presión de apertura mediante En nuestros dos casos no se detectó una ganancia manómetro lumbar obteniéndose un resultado de 350- de peso reciente, aunque en uno de ellos sí existía un 400 mm H2O; el estudio citobioquímico fue normal. IMC superior a 25 kg/m2 (IMC 26,99 kg/m2) diagnos- La paciente fue ingresada en planta general de hospi- ticándose, por tanto, de sobrepeso. Por lo demás y talización con la sospecha diagnóstica de HICB, ini- basándonos en los datos de la anamnesis, exploración ciándose tratamiento por vía oral con acetazolamida física y resultados de las pruebas analíticas practica- (250 mg cada 8 horas) y esteroides (prednisona: 60 mg das en urgencias (hemograma, bioquímica sérica, al día). La determinación de cortisol sérico previa al estudio de coagulación), y posteriormente en la planta inicio del tratamiento esteroideo y las hormonas tiroi- general de hospitalización (estudio hormonal tiroideo, deas fueron normales. La evolución fue satisfactoria cortisol sérico), no había ninguna otra causa o situa- con remisión de la cefalea y de la dipolopía y una más ción potencial que explicara el aumento de la presión lenta desaparición del edema de papila bilateral cosa intracraneal. Cumplen por tanto los criterios para el que finalmente ocurrió. En el seguimiento ambulatorio diagnóstico de HICB (Tabla I). la paciente ha permanecido asintomática efectuándose Entre los datos clínicos que deben hacer sospechar la supresión paulatina del tratamiento esteroideo. este proceso en Urgencias, aparte de la cefalea y el papiledema, raras veces se detecta otra sintomatolo- Discusión gía, aunque pequeñas pérdidas del campo visual son El seudotumor cerebral se asocia a varias afecciones demostrables en más del 90% de los pacientes12. Con médicas, en las cuales el mecanismo de producción de el tiempo, sin embargo, los pacientes pueden sufrir la hipertensión intracraneal sólo es obvio en algunas de estrechamiento progresivo del campo visual, alteracio- ellas (alteraciones del drenaje del LCR3, 4, aumento del nes en la percepción del color y, ocasionalmente, pér- volumen sanguíneo cerebral5, incrementos en la síntesis dida de visión central por el edema de papila. En del LCR2, entre otras). El gran número de condiciones nuestros casos, la clínica que presentaban ambas
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Ante estos hallazgos, la utilización del manómetro Cefalea, Papiledema, lumbar permite la medición de la presión intracraneal Alteraciones campo visual mediante una punción lumbar. Además, en el LCR obte- nido por punción, puede realizarse el estudio citobioquí- mico del mismo. La normalidad del mismo permite rea- lizar el diagnóstico de HICB siempre que, previamente, Exploración Neurológica se hayan descartado causas secundarias (fármacos, Fondo de ojo endocrinopatías, etc.). El diagnóstico, por tanto, de esta entidad es un diagnóstico de exclusión tras descartar las otras situaciones de aumento de presión cerebral. La supresión de la causa farmacológica o la correc- TAC cráneo +/– contraste ción del proceso metabólico causante es la actitud terapéutica fundamental en los casos de HICB. En los demás casos, el tratamiento inicial se basa en el uso de la acetazolamida13, glucocorticoides en ciclos cortos Normal de una o dos semanas y, ocasionalmente, en la reali- zación de punciones lumbares repetidas11. En algunos casos resistentes al tratamiento y con gra- ve afectación ocular debe recurrirse a una descompre- Punción lumbar sión subtemporal o a una derivación lumboperitoneal del LCR para evitar la afectación irreversible de los nervios Medición Presión apertura ópticos14, 15. Nuestras dos pacientes respondieron al trata- miento con acetazolamida asociado, en la segunda de ellas, a un ciclo corto de tratamiento esteroideo. Ambas permanecen en la actualidad asintomáticas y siguen con- Presión > 250 mm H2O troles periódicos en la consulta de Neurología. 48 La HICB, a pesar de su rareza, es un proceso cuyo diagnóstico puede ralizarse en un Servicio de Urgen- cias (Figura 1). Su sospecha clínica se fundamenta en Estudio citobioquímico los datos de la anamnesis –para descartar causas far- macológicas– y la exploración neurológica, incluyen- do el examen del fondo de ojo. La confirmación diag- nóstica se obtiene mediante la normalidad de la TAC Normal craneal, la medición de la presión del LCR y la ausen- cia de alteraciones en el estudio citobioquímico de éste. De esta forma, el tratamiento puede iniciarse des- de la propia unidad de Urgencias, como así fue en HICB nuestros casos. La catalogación de idiopática no pue- de establecerse en el Servicio de Urgencias, ya que Figura 1. Algoritmo diagnóstico de hipertensión intracraneal benig- requiere la realización de exploraciones complementa- na. rias que, como la resonancia magnética cerebral y determinados parámetros de laboratorio, no están habitualmente disponibles con carácter de urgencia. pacientes era la típica, destacando la paresia del VI par craneal que presentaba la primea de ellas. Bibliografía La TAC craneal en el seudotumor cerebral es nor- mal o muestra una disminución de los espacios suba- 1. Ahlskog J, O’Neill B. Pseudotumor cerebri. Ann Intern Med racnoideos y de las cavidades ventriculares por la 1982; 97: 249-256. 2. Fishman RA. Disorders of intracraneal pressure: hydrocephalus, existencia de un edema del parénquima cerebral. Este brain edema, pseudotumor, intracraneal hypotension, and rela- criterio de normalidad radiológica también se cumplió ted disorders. In: Cerebrospinal fluid in diseases of the nervous en nuestros casos. system. 2nd de. Philadelphia: WB Saunders. 1992: 103-155.
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