Sei sulla pagina 1di 40

SEGUNDO PARCIAL 2020

PROYECTO DE SEMINARIO DERECHOS HUMANOS :

TEMA: VULNERACIÓN DE DERECHOS PARA CON LAS


COMUNIDADES INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA

Verónica Álvarez

Melissa Coronel

Laura Mora
Entendemos de suma importancia la realización del abordaje del tema señalado
anteriormente, ya que la historia da cuenta de la vulneración de Derechos de la cual han sido
parte las comunidades indígenas de América Latina, y a pesar de las diferentes proclamas de
Derechos Humanos y del reconocimiento que han llevado adelante algunos organismos sobre
la importancia de éstos, en el caso de dichas comunidades aún hoy siguen siendo objeto de
vulneración.

PREGUNTAS

- ¿Qué sabemos sobre los indígenas de América Latina?

- ¿Cuál es la razón por la que se funda el hecho de que, en el siglo XXI, continúan la
vulneración de sus derechos?

- ¿Qué tipo de intereses hay para que esto suceda?

- ¿Nuestra sociedad toma a los indígenas como iguales o seguimos pensando de la misma
forma que en la época de la colonización?

- ¿Cuál es la razón por la cual la vulneración se sigue dando y no se encuentra del todo
visibilizada?

- ¿Cuál es la historia que se cuenta en nuestros centros educativos primarios hoy, sobre la
colonización de América?

FUNDAMENTACIÓN

La elección del tema responde a la inquietud sobre la causa que genera que aún hoy,
transitando la cuarta generación de Derechos Humanos, las comunidades indígenas que
forman parte de América Latina, continúan sufriendo constante vulneración a sus Derechos.

Comprendemos relevante el tema, ya que consideramos que, formando parte de un mundo


globalizado, donde la información es una herramienta fundamental, se ven violentados
sistemáticamente los derechos más básicos de estos hombres, mujeres y niños.

Es una preocupación a su vez, las razones que acompasan estos hechos, se entiende por éstas,
los intereses que descansan detrás de los mismos.

Indagaremos sobre la situación actual de las comunidades indígenas de América Latina, y nos
enfocaremos en el análisis de los caminos que han llevado a lo largo de la historia a que esto
suceda y se mantenga en el tiempo. Considerando en este punto, los factores que determinan

2
la discriminación y el eurocentrismo como elementos determinantes de ésta violación de
derechos.

En general se cree, que el planteo de superioridad racial ha sido superado, sin embargo, si
esto es así, cuál es la razón por la cual, aún se continúa en pleno siglo XXI, enseñando a
partir de la figura glorificada eurocentrista la colonización.

OBJETIVOS GENERALES

Los objetivos del presente trabajo, son el poder consolidar un cuerpo de investigación sobre
la vulneración de los Derechos Humanos en las comunidades indígenas de América Latina,
con el objetivo de visibilizar estos hechos, e investigar las causas por las cuales se suceden
los mismos, se mantienen en el tiempo y cuáles son los intereses ante los cuales descansan los
mismos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

El objetivo específico de este trabajo, es la investigación de las causas que han llevado, y se
han mantenido a lo largo de los siglos, sobre la vulneración de los Derechos sobre las
comunidades indígenas de América Latina.

La misma se llevará adelante con el abordaje de diferentes documentos históricos, que dan
cuenta de este tema; nos centraremos en los trabajos desarrollados por Aníbal Quijano.

Por otro lado, el objetivo es lograr determinar las cuestiones que están implícitas en el tema
que es objeto de análisis, para así desarrollar las problemáticas que encierra dicho tema, como
así también los intereses que se mueven detrás de este incumplimiento y vulneración.

MARCO TEÓRICO

El orden cultural es siempre un orden de dominación, en el cual se entretejen estructuras de


jerarquías, de subordinación, de convergencia o de conflicto, sobre el cual se estructura el
poder.

Este universo cultural se integra por elementos que proceden de diferentes instancias
históricas, la enseñanza no escapa a este proceso. Sobre este hecho Quijano, afirma que
siempre la cultura dominante es la cultura dominante; por lo tanto, no sólo el orden de
dominación es un orden de dominación político, económico, así también el orden cultural es
un orden en el cual se llevan adelante la dominación. Esta dominación implica a su vez la
homogeneización, de la cultura dominada con la dominante, integrando campos culturales de

3
contenido ideológico, ganado existencia, a partir del subconsciente o como sostiene Aníbal
Quijano, a partir del propio inconsciente, formándose como evidencias que no dan lugar al
cuestionamiento. Es por esto que la educación a partir de la concepción hegemónica del
mundo, es de sustancial importancia para comprender los elementos que operan a partir de la
mirada hegemónica y etnocentrista, del mundo.

Rita Segato afirma que, es necesario comprender el “marco” de la nación, para comprender
los procesos de construcción de la identidad, intentando demostrar que, cada nación
construye su propia forma identitaria y forma categorías en cuanto a la diversidad, a lo largo
de su historia. Es por esto que entendemos relevante el análisis de la antropóloga, para
intentar comprender las dinámicas que se llevan adelante en dicha construcción de identidad.

Sobre esta construcción identitaria, ésta señala dos elementos, por un lado, las “alteridades
históricas”, aquellas que se llevan adelante y se constituyen en el campo interaccional de la
propia nación y a lo largo de la historia, mientras que, las identidades políticas, son las que se
constituyen en el contexto global y juegan un papel relevante en el reclamo de los derechos y
de los recursos.

La historia de los pueblos no ha podido escapar por cientos de años al proceso que se hace
llamar “homogeneización”, también podemos llamarlo globalización, llevado adelante en
primera instancia por las naciones imperialistas.

A partir de este proceso, se intenta la “unificación del planeta” afirma Rita Segato, y de este
modo la unificación de los modos de vida, a estas cuestiones respondemos desde las épocas
de las colonias; mientras que, por otro lado, existe el incremento y la revalorización de
diferentes identidades.

Sobre estas dos perspectivas, tenemos, por un lado, piensan en las minorías como factibles de
ser de algún modo “redireccionado” y hasta generado por el sistema globalizado, mientras
que los que piensan que es importante el conservar y trabajar a partir de las identidades y de
la heterogeneidad, desde donde se piensa como afirma Stefano Varese, que, los pueblos
históricamente oprimidos por los estados nación hegemónicos, ofrecen resistencias directas a
las presiones de dichos países.

El proceso de aceptar los derechos de las minorías se torna como un proceso ambiguo, Segato
sostiene que, dicho proceso implica a su vez como de afianzamiento de derechos, como así
también de un intento de homogeneizar las culturas, la antropóloga dirá: “achatando sus

4
léxicos y valores, de manera que puedan entrar en la disputa generalizada por recursos, pero
dejando fuera del horizonte de la política una reflexión más profunda sobre la naturaleza
misma de esos recursos…” (pág. 241).

Al preguntarnos cómo es que los derechos de los pueblos indígenas no protegidos, sobre esto
Segato afirma que, la propia etnicidad de las naciones indígenas y minorías fue forjada en un
campo sobre el cual, las presiones ejercidas, por las naciones, sobre estos grupos tuvieron un
gran impacto, inclusivo en el dejarlos apartados, al margen de los derechos y por lo tanto,
conscientes de su “alteridad”, no es sino, sobre este concepto sobre el cual se forja y
prevalece, siglo tras siglo, la hegemonía y el discurso hegemónico.

Christan Gross afirma que, no sólo, somos testigos del mantenimiento del discurso
hegemónico, sino que también, somos parte de la fomentación y es a su vez, a partir de la
década del “80, que las naciones, toman partido de la cultura indígena, “administrando la
etnicidad”, en la actualidad, las organizaciones indígenas que existen al día de hoy, no deben
su permanencia al Estado y el interés de conservación de dichas comunidades. No obstante, el
trabajo de las naciones, como formadores de alteridades es sumamente valorado; sobre este
hecho citando a Brackette Williams, Segato dirá que, las colonias africanas, bajo el dominio
de Inglaterra, dicho proceso de construcción de la nación se ideó bajo el constructo
simultáneo del concepto de raza.

Es relevante recordar que el concepto de “raza” es un constructo ideológico, tal y como


sostiene Quijano, desarrollado en la época de la colonización europea, con la finalidad de
fundamentar dicha colonización, dominación e imposición cultural.

Sobre dicho concepto de raza, de clase, de etnia, de género, región género, en estos
constructos ideológicos, estas “categorías” funcionan de manera diferente y desempeñan
papeles característicos dentro de un conjunto de representaciones, que adquieren sentido en
determinado contexto; es por esto, que él, objeto de este trabajo, tiene la ambición de poder
comprender las razones del discurso educativo eurocentrista y su permanencia en el tiempo.

Sobre este hecho, podemos decir que, los Estados Nación, se forjaron sobre un nuevo
territorio, ya poblado, aun así, se estableció un nuevo orden, una nueva religión, un nuevo
idioma, la introducción de elementos legales para la resolución de conflictos, entre otras
cosas; todo esto de modo impuesto y violento; este ejercicio implicó el “darle forma al otro”,
con un “interlocutor” calificado, sobre otro que no lo era y por lo tanto requería un apoyo o
guía.

5
Sobre estas estructuras de poder, que se van tejiendo, la educación es parte subjetiva y
objetiva de este proceso, de esta incorporación y de esta sustentación generación tras
generación; al referirnos a educación, estamos haciendo referencia a las formas que
estructuran y moldean la “producción” y el “control” del conocimiento, la construcción del
imaginario social y la construcción del relato histórico.

A partir de la concepción de las formas de la colonialidad, el poder articula esa totalidad,


conformando un patrón de poder, que, desde la perspectiva colonial, iniciada con la conquista
de América, se caracteriza por ser, mundial, moderno, colonial, capitalista, Quijano, agregó,
más tarde, también patriarcal, elementos que agregó en un mundo que no conocían.

Mundial, porque a partir de la colonización se intentó la homogeneización del planeta,


Moderno, porque es a partir de este concepto nuevo de mundo racionalizado, y con una
Europa, como única productora de conocimiento válido. Colonial, porque en el concepto de
la colonización está implícito el concepto de raza y la construcción a partir de ésta de la idea
de superioridad e inferioridad, a partir de diferencias fenotípicas, legitimando la superioridad
a partir de éstas, llevando adelante teorías completas que fundamentan dicha supremacía.

Capitalista, porque se configuró un nuevo sistema de explotación, que articula las diferentes
formas de control conocidas como: reciprocidad, servidumbre, esclavitud, producción
mercantil, capital, explotación, etc.

Eurocentrista, porque, Europa se convirtió en el centro geopolítico del poder, concepción que
se convirtió en el nuevo modo de control y de producción de subjetividad y de conocimiento,
que sirvió para legitimar, el sistema de dominación sustentado en la idea de raza, como el
sistema de explotación capitalista y las instituciones hegemónicas asociadas, implicadas en
los distintos ámbitos de existencia social, como en el caso de los Estados nación. Basados en
ese constructo de supremacía eurocentrista, positivista y capitalista, con una mirada
hegemónica y totalizadora.

Patriarcal, porque, en la constitución del poder de unos sobre otros, se efectiviza y perdura en
el tiempo, sosteniéndose en la educación, basados en la imposición de género, a partir de
roles establecidos y naturalizados y de relaciones de poder que surgen a partir de éstas.

Por otro lado, la Historia da cuenta, da cuenta de las dinámicas sociales, cuentan memorias,
que surgen a partir de una construcción social.

6
El constructo de raza se presenta como el criterio básico para Quijano de clasificación social
universal de la población mundial, en este patrón de poder, en América, esta idea legitimó las
relaciones de dominación y explotación impuestas por la colonización. La constitución de
Europa y la expansión del colonialismo europeo llevaron a la elaboración de la perspectiva
eurocéntrica de conocimiento a partir del siglo XVIII y con ésta la constitución teórica de
idea de raza con naturalización de las relaciones coloniales de dominación entre europeos y
no-europeos. Históricamente esto significó una nueva manera de legitimar las ya antiguas
ideas y prácticas de relaciones de superioridad-inferioridad entre dominante y dominados, y
mientras Europa, se posiciona con la Ilustración, se pugna por la libertad y la igualdad social,
con los valores de la modernidad, el colonialismo se justificaba a partir, como dijimos antes,
del constructo ideológico creado de raza, y esto legitimaba las relaciones de dominación-
explotación, que los europeos ejercían sobre los no.europeos, ya que el mundo se entendía
así, los que eran europeos y los que no lo eran.

Por lo tanto, mientras la modernidad hablaba de igualdad, desde la colonialidad se legitimaba


la desigualdad.

Quijano afirma que, las formas hegemónicas de producir y validar conocimiento


eurocentrista, naturalizan las relaciones de desigualdad existentes y las presentan como algo
per se, incuestionable e inmodificable. Esto implica que, los diferentes análisis que se llevan
adelante sobre estas cuestiones, dejan de lado las estructuras profundas, dejan de lado los ejes
de poder determinados que dan sentido y estructuran el poder y su continuidad, más de 500
años después.

Si nos centramos en definir el eurocentrismo y sus orígenes, es una perspectiva que se


establece como hegemonía hacia el siglo XVIII.

Tratándose de una forma de producción y control de las relaciones intersubjetivas de origen


europeo, como parte del eurocentrismo del patrón de poder moderno-colonial y del proceso
de secularización del pensamiento europeo.

El perfil de la ideología eurocentrista, desarrolló a su vez una construcción intersubjetiva de


ese concepto en las relaciones de poder. Los colonizadores llevaron adelante la anulación de
la cultura existente, éstos desarrollaron patrones de producción de sentidos, en un universo
simbólico, condenaron, afirma Quijano, a las subculturas, principalmente en América Latina
y África, forzando a los colonizados a “aprender” las formas de la cultura hegemónica, en

7
todo lo que fuera útil para la reproducción de dicha cultura y su progresiva dominación, en
términos materiales y subjetivos.

La racionalidad eurocéntrica, se presentó como la única forma de conocimiento válido, dicha


racionalidad, que es “don” del europeo, es “cedida” de alguna forma al colonizado.

El evolucionismo que hace referencia a una lectura de forma unidireccional de la Historia, el


cambio social, apunta a este paso de la naturaleza y a la modernización a partir de la moderna
sociedad europea.

El hombre europeo, blanco, racional, civilizado, impuso durante siglos, la idea de


supremacía, que lleva implícita el concepto de supremacía ideológica; el resto del mundo, de
color, no europeo, incapaz, indios, los otros, no productores de conocimiento válido, sobre
esta construcción ideológica se forjó nuestra conciencia, de americano. A su vez, el relato
europeo, único válido.

En la colonización de América, al encontrar una diversidad de pueblos: aztecas, incas,


chimús, guaraníes, mayas, charrúas, entre otros, cada uno con una historia determinada, una
identidad, memorias, productos culturales, todo esto, la colonización lo destruyó, lo anuló, e
impuso sobre ellos una nueva cultura, religión, idioma, cultura, etc. Sobre este hecho Quijano
sostiene que: …” desde temprano, los propios intelectuales de las "razas" vencidas (Guaman
Poma, Santa Cruz Pachacuti Salcamayhua, o el profeta maya del Chilam Balam de
Chumayel); o los "mestizos" (Blas Valera, Garcilaso el Inca), aprenderán los códigos
culturales de los vencedores para transmitir por encima del tiempo, cada "raza" a su modo,
esa misma lección.” (pág.4)

El eurocentrismo, se impuso como mundialmente hegemónica, como parte de la colonización


de Europa sobre el mundo, mundo que debía obedecer y transformarse a imagen y semejanza
de ésta.

Esta construcción histórica, llevada adelante por la hegemonía europea, y presente aún en
nuestros días, se presenta como construcción de conocimiento, con la modernidad europea
como eje mundial, con una imagen de la historia de la civilización humana, como trayectoria
que parte de un estado de naturaleza y culmina en Europa, como epicentro mundial, sobre la
base de una legitimación de superioridad natural, “racial”, del europeo sobre el no-europeo.
La historia universal, fundamenta un lectura evolucionista y lineal del curso histórico y
“reubica” de forma distorsionada a los pueblos indígenas, a su cultura, a su historia, y la

8
fusiona, unificándola como si fuese una, justificándose en la idea de la conquista en favor del
desarrollo mundial, claro que con Europa a la cabeza de ello.

La concepción positivista de un mundo que puede ser dominado a partir de la


intelectualización y la racionalización, por lo tanto, el mensaje implícito es que, todo puede
ser dominado a partir del cálculo y la especulación, asociado al instrumentalismo,
determinado por medios-fines, bajo un criterio de eficiencia raciona. Sobre esto afirma
Quijano que, el control de los recursos materiales y sociales decisivos de la sociedad,
requieren determinada inteligencia, para ser llevada adelante, por lo tanto, esto justifica la
supremacía europea y la legítima.

En las sociedades de América Latina, en el proceso de dominación colonial, las sociedades


preexistentes fueron “integradas” o como dice Quijano “arrinconadas”, y como resultado,
surgieron nuevas formaciones socio-históricas, que debían responder a la hegemonía europea.

A principios del siglo XIX, el término ciencia, pasó a ser identificado principalmente, en
relación a las ciencias naturales, culminando de este modo, la adquisición de legitimación de
la ciencia natural, separada de lo filosófico, de aquello que no podía ser corroborado
empíricamente, y emergiendo a partir de acá, la lucha epistemológica sobre la cual, el
conocimiento científico, controlaría el mundo.

Por otro lado, la construcción eurocentrista en cuanto supremacía hegemónica y única, trae
aparejado la dominación territorial, de recursos, por lo tanto, el interés económico es también
interés político, que está determinado a su vez por la anulación cultural, ya que no se coloniza
sólo para aspectos de índole material, como dijimos antes, sino que también, trae implícito, el
despliegue de las tecnologías, a modo de justificación de la dominación.

El proceso de constitución de tal estructura de poder mundial no consistió solamente en el


establecimiento de relaciones sociales materiales nuevas. Implicó también y en el mismo
movimiento, la formación de nuevas relaciones sociales intersubjetivas.

Ambas dimensiones del movimiento histórico, en sus correspondencias y en sus


contradicciones, fueron el fundamento de un nuevo tipo de poder colonial y, a largo plazo, de
una nueva sociedad y de una nueva cultura.

A consecuencia del primer contacto entre Europa y América y la posterior colonización, va a


surgir en el ideario social dos tipos de discurso. Por un lado, la “leyenda blanca” de donde se
desprende el discurso del descubrimiento por parte de España y el encuentro entre ambos

9
mundos, cuya consecuencia conlleva la adhesión (o aculturación) de América Latina a los
valores de la cultura occidental; por otro lado, el discurso de la Europa despiadada y cruel o
“leyenda negra”, que surge como réplica al discurso anterior y se fundamentada sobre las
bases desencuentro y la discordia. ​(Moyano, B. & Casas, A.)

En el s. XVI, España, vista en la necesidad de ampliar sus mercados, se vio forzada a


emprender distintos viajes a modo de encontrar nuevas tierras que le permitiera ampliar su
territorio y, a su vez, le proveyeron de nuevas variedades de materias primas y riquezas. Sin
embargo, según Tzvetan Todorov, estas motivaciones responden también a otras cuestiones
más abstractas, donde la religión, la naturaleza y la necesidad de aventura personal cobran
relevancia.

Cristóbal Colón, navegante y acérrimo creyente, se consideraba a sí mismo como el hombre


elegido por Dios para difundir la religión católica alrededor del mundo, y así lo va a expresar
en una carta dirigida al Papa Alejandro VI en febrero de 1502: ​“yo espero en Nuestro Señor,
divulgar su Santo Nombre y Evangelio en el Universo” (Todorov. T, pág. 12.)​, en realidad su
máximo anhelo era emprender las Cruzadas y liberar Jerusalén, pero para ello requería de
recursos materiales, los cuales pretendía encontrar en el Nuevo Mundo, por otro lado, era un
apasionado por la naturaleza y como buen navegante, de las aventuras y el prestigio que le
aportan todo gran viaje.

En un primer encuentro con el nuevo continente, el discurso va a girar en torno a las


impresiones de Cristóbal Colón y de Hernán Cortés, manuscritos donde se relatan las
bondades de las tierras y de los hombres que en ellas habitan, sobre la cual España podrá
replegar su misión evangelizadora. Poco tiempo después, este ideal de nativo es desmitificado
por el mismo Colón, quien plantea que en realidad se trata de verdaderos salvajes.

A lo largo de la historia el discurso irá cambiando, colocando a los participantes como


antagonistas, por un lado, los españoles y hombres crueles y manipuladores y por otro la
debilidad, cobardía e ignorancia, del hombre americano.

El descubrimiento de América, según algunos historiadores y en lo que refiere a la


construcción del discurso, ha generado en Europa una reproducción literal del mismo, que va
a tener su repercusión, durante los siglos XVIII y XIX, en las teorías de Rousseau sobre el
hombre en estado natural. ​(Chateaubriand, (1979); Mera, (1967), citado Moyano, B. &
Casas, A.)

10
Para Foucault ​“el discurso tiene el poder de representar su representación” (Moyano, B. &
​ os discursos tienen la capacidad de fijar imágenes distorsionadas de los
Casas, A., pág. 68.) L
hechos. En este sentido, según Berger y Luckmann, ​“todas las tipificaciones del pensamiento
de sentido común son de por sí elementos integrales del Lebenswelt concreto, histórico,
socio-cultural, dentro del cual prevalecen como establecidos socialmente” (Berger, P. &
Luckmann, T., pág. 31),​ y de ahí surgen distintas formas de representar una misma realidad.

Según Todorov, en Colón coexisten dos personajes, el de navegante y el de individuo que


persigue un fin en sí mismo, que lo fuerzan a manipular o a distorsionar la realidad en pos de
que se corresponda con su noción sobre los hechos, por lo que las interpretaciones que Colón
realiza de los signos se encuentran contaminadas por sus aspiraciones en cuanto a los
resultados, por otro lado su pasión por la naturaleza lo llevan a una admiración intransitiva de
lo que lo rodea; ​La vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los
hombres y que para ellos tiene el significado objetivo de un mundo coherente. (Berger, P. y
Luckmann, T., pág.34)

Para Todorov, “los signos humanos, es decir las palabras de la lengua, no son simples
asociaciones, no relacionan directamente un sonido con una cosa, sino que pasan por
intermedio del sentido, que es una realidad intersubjetiva”,(Todorov,pág. 23) ​en este sentido
dirá el autor, Colón solo presta atención a los nombres propios en cuanto a su relación con la
propiedad de los objetos, así como también con el atributo de las personas, de este mismo
modo es entonces que Colón muestra interés en su propio nombre, así pues según Todorov,
citando a Bartolomé de Las Casas:

“​Llamóse, pues por nombre, Cristóbal, conviene saber Christum ferens, que quiere decir
traedor o llevador de Cristo, y así afirmaba él algunas veces; como en la verdad él haya sido
el primero que abrió las puertas deste mar Océano, por donde entró y él metió a estas tierras
tan remotas y reinos hasta entonces tan incógnitos a nuestro Salvador Jesucristo[...] Tuvo
por sobrenombre Colón, que quiere decir poblador de nuevo, el cual sobrenombre le convino
en cuanto por su industria y trabajos fue causa que descubriendo a estas gentes, infinitas
ánimas dellas, mediante la predicación del Evangelio[...] hayan ido y vayan cada día a
poblar de nuevo aquella triunfante ciudad del cielo. También convino a España trujo él
primero gente (si ella fuera cual debía ser) para hacer colonias, que son nuevas poblaciones
traídas de fuera, que puestas y asentadas entre los naturales, constituyeran una nueva, [...]
cristiana Iglesia y felice república.” (Todorov, T. pág. 23)

11
Esto es interesante a la hora de explicar su relación con el Nuevo Mundo y sus pobladores.
En este sentido Colón actúa como una especie de Dios que emerge de los mares y como tal
toma posesión de las tierras e incluso le adjudica nombres al paisaje, aunque sabe por los
propios nativos que éste ya lo tiene.

Para Colón, la adjudicación de los nombres a las cosas, solo responden a una cuestión
pragmática y denotativa, carente de cualquier tipo de sentido intersubjetivo, por lo cual los
nombres de los objetos sólo responden a la propiedad de los mismos, y en este aspecto, es
cuando se le presentan las primeras dificultades a la hora de interpretar el lenguaje de los
nativos.

Colón no solo desconoce la diversidad de la lengua, sino que tampoco intenta conocerla, por
lo que muchas veces cae en interpretaciones erróneas, bien es sabido que Colón era un
políglota por lo cual podría haberse esmerado en comprender si así lo quisiera. En este
sentido, Todorov va a considerar que Colón en un principio fue reticente a reconocer que se
encontraba ante la presencia de una nueva lengua, posteriormente va a admitir su existencia,
aunque negará reconocer su diferencia, por lo cual adjudicará a este nuevo lenguaje
significaciones familiares.

Los indios solo son para Colón un detalle más del paisaje que se mezcla con la fauna y la
flora del lugar, limitando su apreciación de los mismos a su desnudez o color de la piel.

Quijano va a argumentar que la idea de “raza” se establece junto con la colonización del
continente americano. Desde el comienzo la discusión giró en torno a si los aborígenes de
América tenían o no naturaleza humana, reconociéndose finalmente su humanidad.

Desde entonces, según Aníbal Quijano las relaciones intersubjetivas y las prácticas sociales
del poder, quedaron conformadas, sobre la idea de que los no europeos no solo tienen una
estructura biológica diferente que la de los europeos; sino también de nivel "inferior", por
otra parte, la percepción de que las diferencias culturales están asociadas a las desigualdades
biológicas, han configurado un complejo cultural, de ideas, valores, actitudes y prácticas
sociales, que se constituyen en lo que conocemos hoy como "racismo”.

Los indios desnudos ante los ojos de Colón, son seres que carecen de cualquier rasgo cultural,
ya que, en el ideario de Colon, los hombres se visten luego de ser expulsados del paraíso,
estableciendo así su identidad cultural.​ (Todorov, T)

12
En este sentido, según Todorov, los indios ya no solo carecen de lenguaje, sino también de
costumbres, ritos o religión y de cualquier otro rasgo identificatorio que los defina.

Por otro lado, Cortés, sin embargo, va a reconocer en el pueblo Azteca una civilización digna
de ser admirada, planteándose una contradicción, con la necesidad de destruir todo aquello
que impida iniciar el proceso de cristianización :

“​Los más principales de estos ídolos, y en quien ellos más fe y creencia tenían, derroqué de
sus sillas y los hice echar por las escaleras abajo e hice limpiar aquellas capillas donde los
tenían, porque todas estaban llenas de sangre que sacrifican, y puse en ellas imágenes de
Nuestra Señora y de otros santos” (Todorov, T. citando a Cortés, pág. 48.)

Ahora bien, hasta este punto, resulta interesante plantear el argumento de Colón desde una
perspectiva donde la construcción del otro cultural sea entendida como el “diferente”.
Dicho marco teórico, es elaborado por la antropología naciente del siglo XIX, donde los
principales exponentes han sido reconocidos sujetos como Taylor y Morgan.
La corriente evolucionista, sostiene y por lo tanto fundamenta el discurso etnocentrista, donde
la cultura dominante e impuesta es claramente la Europea. Allí, se considera al hombre como
un ser dual; es decir es por un lado, representa una unidad biológica, pero también es un ser
capaz de generar cultura; este último rasgo es el que según la presente corriente, diferencia a
los hombres de los animales.
Esto es completamente visible en el discurso empleado por Colón al momento de hablar de
“descubrimiento” y de “Nuevo Mundo”; el mismo pone en el centro a los hombres
americanos como “animales”, “sin cultura”, “salvajes” y por lo tanto “les urge ser
civilizados” : ​“Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio de las
armas, y muy cobardes, que mil no guardarán a tres; y así son buenos para les mandar y les
hacer trabajar, sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se
​ xpresaba C
enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres.” - E ​ olón sobre los indígenas.
(Relato: “La llegada de Colón a territorio Américano” recuperado desde :
https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-americaa-su-llegada)
Dentro de la construcción del otro cultural por la diferencia; se pueden identificar tres etapas
fundamentales a lo largo de la historia, que avanza según determinados progresos culturales.
Las etapas representan momentos históricos a través de los cuales se ha construido al otro
cultural. En un primer momento, ese otro cultural era visto como, un “otro salvaje”, luego de
determinados logros y descubrimientos, se comenzó a percibir al otro como un “otro

13
bárbaro”, (término que se corresponde con lo extrangero) y como última instancia, ese “otro”
ya no representa al otro en sí mismo, sino que abarca a todos los hombres civilizados.

Es desde este “estadío” es desde donde se estudia al otro cultural, observando las carencias
de aquello que el “mundo propio” de quien estudia posee. Se puede decir entonces, según
Taylor y Morgan, que, es necesario civilizar, utilizando como mecanismo la imposición de la
aculturación a los sujetos para que logren así la obtención cultural. Cuando se habla de
imposición cultural, es posible notar que el solo uso del término genera violencia, y generó
resistencias que costaron la vida a muchos hombres habitantes del territorio americano.

El evolucionismo, es entonces el argumento de fondo detrás del discurso que plantea a los
americanos nativos como salvajes, carentes de educación y cultura. y sobretodo en este
planteo descansa la idea de “descubrimiento”; que está aún hoy vigente. En consecuencia a
esto, surgen otros planteos que repudian el hecho de que se considere a la cultura Europea
como la única que posee validez, desarrollándose así posiciones más cercanas al relativismo
cultural. Fundándose de esta manera, otra posibilidad de discurso que problematiza al
anterior. Este representa un marco teórico de corte funcionalista, donde el exponente es
Malinowski. Sin olvidar que, Lévi- Strauss, tiene su visión propia desde una perspectiva
estructuralista.
Ahora, en este nuevo discurso a implementar, surge que, las culturas son diversas debido a
que poseen órdenes distintos. No obstante, no hay una cultura en específico que sea superior
a otra. Por lo tanto, desde esta perspectiva, los hombres Americanos nativos, son generadores
de sus propias prácticas culturales, y estas tienen la misma validez que las prácticas
generadas por los Europeos.
De hecho, este factor ha de quedar explícito en la definición de cultura que plantean los
autores ​“La cultura definida como función que se plasma a través de las instituciones..” ( ​J.
​ uito Ecuador: Ediciones Solitierra, 1977​ )
Ron​,”Sobre el concepto de cultura” Q
Es a nuestro pensar evidente, que esta posición plantea a la cultura en relación con la
existencia de instituciones; en América del siglo XV, existían formas de propia organización
de los pueblos originarios, cargados de costumbres propias, prácticas, y costumbres. Es por
esto, que resulta importante emplear un discurso que no pase por alto dichos aspectos.

14
No está demás decir, que la construcción del otro a lo largo de la historia, no cesó en la
posición relativista, ya que autores como García Canclini, expusieron que, el relativismo
visualiza la existencia múltiple de culturas, pero esto no alcanza para dar validez a ese “otro
cultural”, ya que omite la relación de desigualdad que existe entre las culturas.
Sabemos que el discurso cultural dominante, es el Eurocentrista, donde América fue
“descubierta”, y los hombres nativos Americanos son “salvajes, que requieren educación para
adquirir cultura”. Sin embargo, desde esta posición discursiva no se menciona la desigualdad
existente entre las culturas: la Americana por ejemplo, no representan descubrimiento alguno,
debido a que, como ya hemos hecho mención, son poseedores de sus propias prácticas
culturales igualmente legítimas que las Europeas.
En este punto, lo que surge es la resistencia por parte de los hombres Americanos a las
imposiciones de los hombres que han venido a invadir su territorio, consiguiendo en la
sublevación, ser torturados y asesinados en la mayor parte de los casos.

Una vez expuestos los marcos teóricos que yacen detrás de las posibilidades del discurso, es
posible retomar la idea del autor Todorov, quien plantea que Colón percibe entonces ​a partir
de dos acepciones, o bien piensa en los indígenas como seres humanos con atributos idénticos
a los suyos y por lo tanto portadores de los mismos derechos, o bien parte de la diferencia,
que se traduce en términos de superioridad e inferioridad, negando la existencia de un otro
distinto en términos de humanidad. Para El autor, ambas percepciones descansan en el
egocentrismo, ya que desconoce otra escala de valores que no sean los propias, brindando a
estas últimas un carácter universal y que responden al interés individual de interpretar las
cosas según su conveniencia.

Por un lado, entonces Colón comienza a mostrar simpatía por los indios y desea que estos
adquieran sus costumbres y religión, retornando a su idea original al de propagar el
Evangelio, “​Conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra Santa Fe con
amor que no por fuerza…” (Todorov ,T. citando a Colón, pág. 35.)

Para Colón, los nativos poseen una predisposición innata para la conversión cristiana,
destacando su docilidad y generosidad, que según él “raya la tontería”, no termina de
entender que para los indígenas el sistema de intercambio, se fundamenta sobre el sentido de
comunidad y el bien común, cosa distinta entre los españoles, donde las relaciones de
intercambio son de índole comercial. En este aspecto, Colón, no tardará en cambiar su

15
valoración con respecto a los indígenas, castigandolos y acusándolos de ladrones y salvajes,
cuando estos manifiestan resistencias y pretenden tomar, siguiendo sus tradiciones, algún
​ e esta manera, dirá Todorov​, puede que Colón haya descubierto
bien de los colonizadores. D
América, pero no así a los americanos y al negarse a la posibilidad de conocimiento real del
otro, sentó las bases que permitieron justificar el esclavismo.

De esta forma Colón poco a poco cambia su perspectiva sobre los indios, actuando en función
de prenociones y creencias, que responden a una visión etnocéntrica del mundo, pasando de
una actitud de simpatía condescendiente, a someterlos y esclavizarlos, despojándolos de
voluntad y marcando de esta forma la posición de inferioridad de los nativos, ​“aquellos que
no son ya cristianos sólo pueden ser esclavos: no existe un tercer camino.” (Todorov,pág.
38) ​estas i​ deas aparentemente contradictorias denotan una ambivalencia donde se percibe al
otro, pero a instancias de imponer la propia voluntad y​ sistemas de valor, “la alteridad
humana se revela y se niega a la vez” Todorov.

En este sentido dirá el autor, la propagación de la fe se encuentra ligada a la idea de


esclavitud. ​Este afán por evangelizador, según Quijano, responde a una larga guerra contra
los musulmanes y a la conquista de las sociedades arábigas del Sur de la Península Ibérica,
donde en la etapa final las disputas religiosas y políticas desembocan en la Reforma y a la
Contra-reforma que promueve la exaltación religiosa de los españoles, que se esmeraron
entonces en eliminar todo vestigio de la religión indígena y su cultura, destruyendo imágenes
y lugares sagrados, para edificar sobre ellos nuevos monumentos, a modo de legitimar su
supremacía ante los pueblos, ​“lo que había sido cultura de demonios, justo es que sea templo
donde se sirva Dios”, Fray Lorenzo de Bienvenida. (Todorov, pág.52)

Según Tódorov, Cortés entiende el mundo que se le presenta ante sus ojos, generando una
paradoja entre la comprensión y admiración al mismo y su destrucción, hecho que solo se
explica a través de la visión egocentrista que mantiene, donde si bien reconoce las cualidades
de los objetos que lo rodean, no así la de los sujetos que las producen. En este sentido, Cortés
se presenta como un empresario, que solo admira el valor potencial de las cosas en cuanto a
su valor comercial.

¿Cuáles son las motivaciones que llevan a los españoles a la destrucción?

Según Eduardo Restrepo y Axel Rojas, el colonialismo es un proceso de carácter político y


militar, que implica una forma de dominación cuyo objetivo consiste en garantizar y
administrar la explotación del trabajo y las riquezas de las colonias en favor del colonizador;

16
la colonialidad, en cambio, responde a un fenómeno más complejo y refiere a un patrón de
poder que estructura la realidad, imponiendo y naturalizando jerarquías territoriales, raciales,
culturales y epistémicas, reproduciendo relaciones de dominación, que promueven no solo la
explotación por el capital de unos individuos con respecto a otros, sino que además degradan
o anulan los conocimientos, experiencias y prácticas de aquellos que son dominados y
explotados​.

Para Quijano, la colonialidad tiene sus orígenes a partir de América, y es constitutiva del
patrón de poder capitalista, que se funda en la imposición de una clasificación racial / étnica
de la población mundial, operando en cada uno de los ámbitos materiales y subjetivos, de la
vida social.

Con la conformación de América Latina, el capitalismo se hace mundial y eurocentrado, la


colonialidad y la modernidad se instalan, hasta hoy, como ejes constitutivos del patrón de
poder, configurando nuevas identidades sociales de la colonialidad (indios, negros,
aceitunados, amarillos, blancos, mestizos) y geoculturas del colonialismo (América, África,
Lejano Oriente, Cercano Oriente, Occidente y Europa). En este sentido, dirá Quijano, las
relaciones intersubjetivas del colonialismo, la colonialidad y las necesidades del capitalismo,
dieron forma a un nuevo universo de relaciones intersubjetivas de dominación bajo la
hegemonía eurocentrada que fue lo que posteriormente desembocó en lo que denominamos
hoy modernidad.​ (Quijano, Colonialidad del poder, pág. 286.)

Para Todorov, el afán de riqueza de los españoles en la colonia prevalece por encima del
bienestar y la vida del otro, en este caso de los indígenas. A través del oro, el individuo no
solo podía acceder a bienes materiales sino también a mejorar su posición dentro de la escala
social.

De todos modos, diría Todorov, este no puede ser el único motivo que justifique semejante
ensañamiento, ni siquiera si recurrimos a la explicación del psicoanálisis en cuanto a aquellas
características innatas del sujeto traducidas en las pulsiones de muerte a las cuales hace
referencia Sigmund Freud, o que sea una característica típicamente masculina, ya que como
argumenta Todorov son las únicas que conocemos. Por otro lado, el autor va a ser una
distinción con el sacrificio, ya que tiene una connotación diferente relacionada con lo ritual,
donde el sacrificado es portador de ciertas cualidades que lo hacen digno de ofrenda. Sin
embargo, la matanza perpetuada por los españoles, responde a algo nuevo, en donde lejos del

17
orden social de la corona, todo está permitido, surgiendo así el advenimiento del mundo
moderno.

Para Quijano, la racionalidad modernidad eurocéntrica, se fundamenta sobre relaciones de


poder negando a los pueblos colonizados todo papel que no sean el de sometimiento, en la
producción y desarrollo de la racionalidad. Según Hegel, en “Lecciones de Filosofía de la
Historia”, citado por Quijano, dirá: ​“toda "aproximación del Espíritu" implicaba
necesariamente la destrucción de las culturas aborígenes de América”​. En este sentido,
Quijano argumenta que el "Espíritu", resulta ser un privilegio exclusivo de los europeos que
se fundamentará sobre la idea del "Espíritu" de la colonialidad.

La modernidad se encuentra indisolublemente asociada a la historia del colonialismo y a la


colonialidad. “La colonialidad no es equivalente al colonialismo. No se deriva de la
modernidad ni antecede a ella. La colonialidad y la modernidad constituyen dos lados de
una misma moneda” (Grosfoguel 2006: 27).

Esto es, no hay modernidad sin colonialidad y, a su vez, la colonialidad supone a la


modernidad; de ahí que se afirme que la relación entre modernidad y colonialidad es de
co-constitución: no puede existir una sin la otra. (Respo, E. & Rojas, A. Inflexión decolonial,
pág,17)

Según Quijano previo al capitalismo mundial las relaciones de poder, explotación y conflicto
se encontraban estrechamente relacionadas a ciertos atributos individuales, como el sexo, la
raza, la edad y la fuerza de trabajo, jugando un papel principal en la construcción de
categorías sociales.

Para Quijano, tales características no constituyen atributos diferenciales, en lo que refiere a


competencias, intelectuales o manuales. Por lo que el papel que cada uno de estos elementos
juega dentro de la estructura social, o en lo que refiere a la distribución del poder, nada tiene
que ver con lo biológico, ni natural, sino que es el resultado de las disputas por el control de
los ámbitos sociales.

Sepúlveda, citado por Todorov, argumentará que el estado natural de las sociedades humanas
consiste en establecer jerarquías; influido por La Política de Aristóteles, Sepúlveda afirmará:
todas las jerarquías se fundan sobre un principio único, ​“el imperio y dominio de la
perfección sobre la imperfección, sobre la fortaleza y la debilidad, la virtud excelsa sobre el
vicio”,​ de modo que, dirá Sepúlveda: el cuerpo ha de estar subordinado al alma, la materia a

18
la forma, los hijos a los padres, las mujeres a los hombres y los esclavos al amo​, del mismo
modo entonces, el indio al español.​ (Todorov, pág. 114.)

Para Quijano, las identidades coloniales "indio", "negro", "blanco" y "mestizo" y el complejo
"raza"/"etnia" devienen de las relaciones intersubjetivas que conforman la otra cara del poder,
y se originan en la misma dimensión de la existencia social que se encuentra asociada a las
relaciones sociales materiales, a las formas de explotación y a las relaciones de producción;
que se modulan y se condicionan recíprocamente con estas relaciones; pero no son sus
consecuencias, derivaciones, reflejos o superestructuras. Y no se identifican, ni se fundan, ni
se agotan, en ellas. (​Quijano, “RAZA”, ËTNIA `` Y''NACIÓN `` en Mariátegui: Cuestiones
Abiertas. Pág. 8).

Para Todorov, desde el momento que el otro deja de ser objeto, y es considerado un sujeto
capaz de producir, se multiplican la posibilidad de poseer objetos y por ello es necesario
mantener al sujeto en el papel de ​sujeto-productor-de-objetos ​impidiendo que llegue a ser
como nosotros; el ejército, o la policía, se ocupará de eso. Por otro lado, cuanto más cuidado
esté el sujeto más productivo será. En este sentido, los religiosos proporcionarán entonces los
cuidados médicos y la instrucción necesaria. La salud del cuerpo y la del alma estarán
entonces al cuidado de especialistas como el médico, el clérigo y el profesor.

La enseñanza de la religión y buenas costumbres a los nativos justificaba la concesión a la


monarquía española de los territorios occidentales. la educación del indígena estaba ligada
entonces al derecho de España de dominar las nuevas tierras, porque debido a esta tarea
evangelizadora ostentaban los ​“justos títulos” ​a las posesiones americanas.

La colonización de las tierras americanas llevada a cabo por España y Portugal a finales del
siglo XV, destacan por los diversos fundamentos jurídicos esgrimidos por los gobernantes e
intelectuales de la época que buscaban legitimar la posesión de dichas tierras ante la
comunidad internacional.

El título jurídico “​primi ocupantis​” considerado por la ley XXIX, título- XVIII de la Partida,
que plantea la cuestión de la pertenencia de las tierras descubiertas, resultaba inadecuado, ya
que tanto islas como tierras nuevas, solo podían ser apropiadas por la corona previa
ocupación, siempre y cuando no pertenecieran a nadie y siendo estos sus primeros
descubridores. ​Con este documento fue que navegó Colón, los mismos reyes españoles, en
tiempos anteriores a la expedición fundaban su derecho sólo con este título.

19
El problema surge en las cartas escritas por Colón a los reyes de España, donde se hablaba de
islas pobladas, por lo que la aplicación de la ley XXIX resultaba imposible.

Es por ello que se procura buscar alguna posible solución al problema sobre el derecho de
propiedad. La ley IX, del título I de la Partida. II, enumera las distintas formas de ganar el
Señorío del Reyno:

"Verdaderamente es llamado Rey—dice la ley— primera, aquel que con derecho gana el
señorío del Reyno: quando por heredamiento hereda los Reynos el fijo mayor, o alguno de
los otros, que son más propíneos parientes a los Reyes al tiempo de su finamiento. La
segunda es, quando lo gana por ausencia de todos los del Reyno, que lo escogieron por
Señor, non auiendo pariente que deua heredar el señorio del Rey finado por derecho. La
tercera razón es, por casamiento, e esto es, quando alguno casa con dueña que es heredera
del Reyno, que maguer el non venga de linaje de Reyes, puedese llamar Rey, después que
fuere casado con ella. La quarta es por otorgamiento del Papa o del "Emperador, quando
alguno de ellos fazee Reyes en aquellas tierras en que han derecho de lo faser. Onde si lo
ganan los Reyes, en alguna de las maneras que de suso diximos, son dichos verdaderamente
Reyes".

(​Recuperado desde :
file:///C:/Users/Ceibal/Downloads/Dialnet-LosJustosTitulosEnLaDominacionCastellanaDeIndias-2126
304.pdf​)

En conclusión, cuatro eran las formas de legitimar el dominio sobre las nuevas tierras: la
herencia, la voluntaria elección, matrimonio con heredera al reino, o por concesión pontificia
o imperial. Por lo que, descartados, por obvias razones, el punto uno y tres, la solución solo
puede encontrarse por elección voluntaria o concesión papal o imperial y es en este punto
donde cobra relevancia el proceso de evangelización.

La justificación de la conquista comienza entonces con una alusión a Jesucristo, en tanto


“soberano supremo” de la especie humana, el cual transmite su poder a San Pedro, y éste a su
vez al papa, que concedería el dominio del continente americano a los españoles y
portugueses. Una vez determinadas las cuestiones jurídicas, sólo faltaba que los indígenas
aceptaran esta nueva realidad, de otro modo resultan duramente castigados.

“Sí no lo hiciéredes y en ello maliciosamente dilación pusiéredes, certifícos que con el


ayuda de Dios, yo entraré poderosamente contra vosotros, e vos haré guerra por todas las

20
partes e maneras que yo pudiere, e vos subjectaré al yugo e obidiencia de la Iglesia, e a Sus
Altezas, e tomaré vuestras personas e de vuestras mujeres e hijos, e los haré esclavos, e como
tales los venderé, e disporné dellos como Sus Altezas mandaren; vos tomaré vuestros bienes,
e vos haré todos los males e daños que pudiere, como a vasallos que no obedescen ni quieren
rescebir su señor e le resisten e contradicen.” (Fernández de Oviedo 29, citado por
Tódorov, pág 110.)

Por tanto, el proceso de evangelización de los indígenas, fue tan solo un requerimiento
religioso que sirvió como medio para asegurar el éxito de la conquista y la concesión de las
tierras del Nuevo Mundo, y es por ello que, en los viajes siguientes, parte de los hombres
designados para la expedición fueron frailes, clérigos, franciscanos, dominicos, etc., que
fueron los encargados de propagar la fe cristiana entre los indígenas.

Los monjes franciscanos, sin renunciar a su objetivo evangelizador, son quienes se adaptan
mejor el modo de vida de los indios, otros, sin embargo, rechazan cualquier identificación
con los indios y solo se enfocan en la conversión, otros se involucran, pero solo a instancias
de conocer y estudiar la cultura de los nativos y otros son hijos del mestizaje.

Según Tódorov la mayoría de clérigos de la época eran ignorantes de la cultura de los


indígenas, solo conocían su lengua superficialmente lo que muchas veces llevaba a problemas
de interpretación. La quema de libros autóctonos por parte de los españoles, significó un
problema para los estudiosos de la época.

En una primera instancia como ya hemos dicho, la educación se basó en eliminar todo rastro
de la cultura antigua, puesto que era considerada idolatría, e implantar la nueva religión y
valores morales a los indígenas, la conversión debe ser total: “ningún individuo, ninguna
parcela del individuo, ninguna práctica, por fútil que parezca, debe escapar a ella”
(Todorov)

Según García Canclini, ​la cultura muchas veces se presenta como dramatización eufemizada
en relación a los conflictos sociales, q​ ue se expresa en resistencias encubiertas mediante
formas simbólicas de expresión, ya sea a través de bailes juegos o cantos, etc., como
representaciones solapadas de aquello que está pasando.

Los indios, argumentará Todorov, insertan elementos de su propia cultura en el mismo seno
se las prácticas cristianas, lo cual, para los cristianos de la colonia, representará un grave
sacrilegio.

21
Bernardino de Sahagún, franciscano nacido en España en 1499, desarrolla su actividad en
torno a la enseñanza y la escritura, gramático y lingüista aprende el idioma indígena hecho no
menor puesto que eran los vencidos los que aprendían la lengua de los vencedores. Todorov

Designado profesor en el colegio franciscano de Tlatelolco destinado a los hijos de los nobles
mexicanos, queda impresionado por la facilidad y rapidez de los nativos para adquirir nuevos
conocimientos, incluso hasta el punto que él mismo se ve beneficiado en el intercambio.

Esta situación, dirá Todorov, traerá reticencias por parte de algunos eclesiásticos o
pensadores de la época, ya que, según él, ​La lengua siempre ha acompañado al imperio; los
españoles temen, si pierden la supremacía en este campo, perderla también en el otro.

Para Sahagún el éxito de la expansión del cristianismo derivada del conocimiento que se tenía
del otro, era tan importante conocer la cultura del indio, como para el médico conocer al
enfermo. Tódorov

En el contexto de la sociedad capitalista de finales del S. XIX, el sistema educativo apunta a


requerimientos políticos en cuanto a la construcción del Estado nación y a necesidades
económicas en cuanto a políticas de mercado. La idea inicial consistía en crear un tipo de
sociedad con fuerte valores nacionalistas, impulsados por una cultura cívica, necesaria para la
construcción del Estado, a la vez de promover el orden y el progreso económico del país, lo
que responde a los imperativos sociales dominantes de la época.

Según Leticia D’Ambrosio Camarero, La escuela a través de su forma y contenidos estará


volcada a transmitir los valores republicanos, idea de ciudadano, conducta cívica y moral,
patriotismo y nación, a través de la enseñanza de la historia, la lengua nacional, rituales y
símbolos patrios.

Para Dussel (2004), según D’Ambrosio, la noción de inclusión, con base en el proceso
europeo, es uno de los principios fundacionales de la escuela moderna, cuyo foco se centra en
asegurar la replicación y la uniformidad de la experiencia educativa para conseguir a los
perfectos ciudadanos de la nueva sociedad. (Pág. 18)

Según D’Ambrosio a Dussel le llama la atención ​la débil separación entre esta idea de
inclusión y la de homogenización​, ​(pág 18) y​ a que observa que en el discurso se crea una
equivalencia entre las mismas, la igualdad se vuelve equivalente a la homogeneidad,

22
conformando una identidad común, indiscriminada e indistinta, lo que presupone la no
aceptación o directamente la negación del otro cultural.

En la actualidad, en un contexto de globalización, surgen cuestionamientos sobre el modelo


de sociedad que se pretende construir y cuál es el lugar ocupa la educación en el mismo. La
tendencia a la exclusión dentro del mercado laboral y el aumento de la desigualdad y la
ruptura de los vínculos sociales, debilita la idea homogeneizadora de la educación,
implicando cambios en las dinámicas de las instituciones culturales, que responden a leyes de
oferta y demanda. Lo que introduce, además, factores de riesgo e incertidumbre. (Leticia
D’Ambrosio Camarero citando a Tedesco, 2005).

Para Carretero y Castorina (2010), D’Ambrosio, esto implica ​la posibilidad de incluir nuevas
formas de concebir la enseñanza facilitando la integración de múltiples narrativas históricas
y de identidades transversales emergentes como ser grupos minoritarios y subculturas. (pág.
19)

Según Anderson, se entiende a la nación como «una comunidad política imaginada como
inherentemente limitada y soberana» (Leticia D’Ambrosio Camarero citando a Anderson,
​ l autor las define como imaginadas puesto que los miembros de la
2007: 23). pág. 19). E
nación no conocen a la mayoría de sus compatriotas.

Para Anderson, la inferencia del capitalismo de imprenta en la creación de estas comunidades


imaginadas ha sido fundamental, ya que con los distintos textos e incluso los escolares,
permitieron a las personas reflexionar sobre sí mismas, e interactuar con otras, posibilitando
la imagen de comunión.

En Latinoamérica, para Anderson (2007), Ferreira (2003) y Grimson (2011), el proceso de


construcción de la nación es distinto al de los Estados europeos, puesto que en América
Latina los Estados preceden a las naciones, ya que es el Estado quien crea la comunidad,
introduciendo los lineamientos políticos e ideológicos a las diversas instituciones, dentro de
las cuales se encuentra la escuela.​ (Leticia D’Ambrosio Camarero, En el bronce y el tambor)

Según L. Althusser la escuela se muestra al servicio de la clase dominante, ya que produce y


reproduce las condiciones de existencia de la vida social. En ese sentido, dirá el autor, la
escuela es uno de los principales aparatos ideológicos del Estado, en ella se aprenden
habilidades y pautas de conducta, cívica y moral que responden al orden social establecido y
que se encuentran teñidos por un tipo de ideología dominante.

23
Rita Segato (1997) plantea (en base al modelo argentino, aunque también podía aplicar al
caso uruguayo) ​que el Estado nacional, como resultado de su “pánico a la diversidad”,
presionó para que la nación se comportase como una unidad étnica dotada de una cultura
singular propia, homogénea y reconocible, para construir lo que Balibar (1993) denominó
“etnicidad ficticia”. (Leticia D’Ambrosio Camarero, citando a Rita Segato, pág. 20)

Lo que contribuyó a la construcción de una narrativa identitaria de la nación en Uruguay.

Este pánico o ​“terror étnico”,​ derivó en un “​patrullaje homogeneizador” p​ or parte de las


instituciones del Estado, apoyado a su vez, ideológicamente por una élite eurocéntrica que
percibía como amenaza a los pueblos, y “extranjeros”. La construcción de la imagen de
nación como crisol de comunidades europeas, según D’Ambrosio citando a Ferreira, (2003)
llegó a tener un viso en el de criterio a la hora de reconocer a la minoría no-europea, puesto
que excluía la diferencia en la conformación de la imagen de la nación.

En tal sentido, las minorías étnicas quedan invisibilizadas en el discurso de la nación, y


reducidas, a representaciones folclóricas, por ejemplo, es el caso del candombe y la figura del
gaucho, lo que refiere a una ausencia (posiblemente deliberada) de la historia de esos grupos,
obviando la violencia, la persecución y la exclusión que sufrieron.

Ocultando como señala Hall (1984), las relaciones de dominación y subordinación ​(Grimson,
Amati y Kodama, 2007; por Leticia D’Ambrosio Camarero)

Otro de los elementos, en el caso uruguayo, fue la construcción de la narrativa nacional,


expresada en la noción de ser: ​“la Suiza de América”, que logró alimentar la idea de país
educado, civilizado y democrático, estableciendo una distancia con el resto de los países de la
región (Romano, 2010: 16). que se vio reforzada, con la Ley de Educación Común y de
Instrucción Pública promovida por J. P. Varela en 1877. Esto contribuyó a potenciar los
mitos de igualdad y de excelencia como también la prédica o idea de superioridad sustentada
sobre el orgullo racial.

Según D’Ambrosio, Real de Azúa retomado por Basini, (2003) argumentará que el Uruguay
construyó para sí, una imagen de su identidad que lo diferenció de sus vecinos, lo que, por un
lado, según Caetano y Geymonat, brindó sentido de pertenencia a los ciudadanos como
nación, pero por otro, mermó o aplacó el sentido de pertenencia étnica, en este sentido, según
D’Ambrosio, A. Romano afirmará, ​“la tiza venció a la tacuara”,​ destacando así el rol de la
educación en la formación del Estado Uruguayo.

24
En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) afirmaría
en un Informe publicado en 1990:

“De pocas sociedades se puede decir como la de la uruguaya, que la sociedad es hija de la
escuela. A lo largo de más de un siglo, la escuela no solo fue incorporando en forma lenta y
progresiva a la población, sino que fue transfiriendo a la sociedad no solo el lenguaje […] y
las formas de pensar, sino también un conjunto de valores que definen al Uruguay en el
contexto internacional” (CEPAL, 1990 en Guigou, 2000, citado por Leticia D’Ambrosio
Camarero pág. 22)

Según el autor, ​las representaciones sociales se encuentran relacionadas a las narrativas


nacionales​, e​ntendemos a las representaciones sociales como: fenómenos complejos que
«circulan en los discursos, en las palabras, en los mensajes y en los medios de comunicación
cristalizadas en las conductas y las disposiciones materiales, espaciales» (Jodelet, 1991: 25)
y simbólicas que constituyen formas de conocimiento, socialmente elaboradas y compartidas,
con una orientación práctica y orientadas a la construcción de la realidad común en un
conjunto social (Leticia D’Ambrosio Camarero citando a Jodelet en Merenson, 2010: 12).
pág.23)

El discurso hegemónico sobre la noción de identidad nacional, ha sido conformado mediante


un componente cultural europeo dominante. Las representaciones sociales sobre los indígenas
y afrodescendientes que este discurso hegemónico ha elaborado, han sido reforzados por el
Estado uruguayo y esto se refleja en los textos escolares, por lo que este discurso no se da de
un modo pasivo, sino que es un proceso dinámico y circular, que ha sido continuamente
renovado, recreado, por la cultura hegemónica dominante y del mismo modo que desafiado y
resistido por las culturas subalternas.

La escuela como ​“transmisora de c​ ultura” abarca distintos procesos a través de los cuales,
“​un grupo humano trata de inculcar sus conocimientos, normas, valores, tradiciones y
costumbres, formas de comportamiento en general…, a los más jóvenes de ese mismo grupo,
a los no tan jóvenes e, incluso, a miembros de otros grupos…” (Leticia D’Ambrosio
Camarero citando a García Castaño, 1994: 10) pág. 35.)

Para Giroux​, “las escuelas juegan un papel especialmente importante en la legitimación y


reproducción del capital cultural dominante” y​ a que conforman “habitus” d​ estinados a
“reproducir” la cultura hegemónica​. (Leticia D’Ambrosio Camarero citando a Giroux
(1885))

25
Según D’Ambrosio, para Pierre Bourdieu, la idea de habitus, ​nos permite explicar cómo se
internaliza, lo social en lo individual. El habitus producto de las estructuras objetivas de las
instituciones, consigue reproducirse bajo la forma de disposiciones duraderas y ajustadas, que
son condición de su funcionamiento, imponiendo su lógica particular en los agentes que
participan de la historia objetivada de las instituciones, apropiándose las y, de este modo,
manteniéndolas vivas.

Para Comaroff, dirá D’Ambrosio, el sistema educativo junto al Estado y los medios masivos
de comunicación, constituyen instrumentos de los cuales se sirven los sectores dominantes de
la sociedad para instaurar sus modelos ideológicos hegemónicos a modo de ser naturalizados
e incuestionados como ocurre con el lenguaje.

La familia, la escuela y el Estado se presentan como las encargadas de la producción y


reproducción de la sociedad, ​“efecto morfológico”,​ en términos de Durkheim, ya que
introducen la idea de transformación social.

Según D’Ambrosio, Los textos escolares portadores y reforzadores del discurso oficial, ya
que el sistema educativo diseña, controla y selecciona los mismos, los cuales son tomados y
resignificado por las maestras y a la vez que muchas veces implican un primer contacto de los
niños con un libro.

Por otro lado, Matthias Van Hau, señala que los libros de texto promovidos por la escuela,
difunden el discurso versado por el Estado sobre la identidad y la historia nacional. (Leticia
Camarero, citando a Van Hau, M. (2004))

Según D’Ambrosio, el autor cree que las maestras abren una ventana para entender cómo las
ideas oficiales son recibidas, reapropiadas, a lo que Gvirtz agregará que generalmente las
maestras, reflexionan sobre los contenidos y seleccionando modificando los mismos.
(D’Ambrosio)

En este sentido, hay que tener en cuenta que los libros de texto moldean lo que los estudiantes
aprenden, y como expresamos anteriormente, a veces son los únicos libros al que los
estudiantes acceden, y a su vez las maestras muchas veces, según Romero (2004) citado por
D’Ambrosio, no han seguido actualizando sus conocimientos.

Una de las temáticas tratadas en los programas escolares, hacen referencia a la “conquista”,
“colonización” o “descubrimiento” de América o “Nuevo Mundo”, tres términos distintos
para referirse al mismo hecho, pero con implicaciones diferentes a la hora de entender los

26
hechos.​(D’Ambrosio, pág. 47). ​discusión que, en los últimos tiempos ha cobrado relevancia,
ya que la idea de un descubrimiento carece de sentido, puesto que dicho territorio se
encontraba habitado por distintos grupos sociales, previo a la llegada de los europeos.

Aun así, los textos escolares, realizan una categorización de los diferentes grupos que
habitaban América, refiriéndose a los mismos en tiempo pasado y eludiendo la
contemporaneidad de los mismos en el presente, lo que denota, según D’Ambrosio citando a
Fabian (1983), el recurso del tiempo, como una distancia, que implica la “negación de la
simultaneidad”. (pág. 48.)

Según Fabian, esto constituye un hecho no sólo discursivo sino también político, ​ya que la
construcción de concepciones dicotómicas del tipo: «pasado versus presente», «primitivo
versus moderno», «tradición versus modernidad» son oposiciones semánticas que pretenden
hacer referencia al conflicto entre sociedades en diferentes estados de desarrollo, mientras
que, en verdad, lo son en sociedades diferentes opuestas la una a la otra en el mismo tiempo.
(D’Ambrosio citando a Fabian, 1983, pág. 48.)

En este sentido, dirá D’Ambrosio, en el discurso de los libros de texto y en las diferentes
actividades planteadas a los alumnos, la heterogeneidad y diferencias de los distintos grupos
sociales, se visualizan en el grupo europeo (reyes, navegantes, párrocos, etc.), pero no en los
grupos indígenas de los cuales se desconocen jerarquías, siendo agrupados y nombrados a
todos como ​“indígenas”. Lo que demuestra la mirada homogeneizadora, sobre grupo
colonizado, englobándolos de este modo en un apelativo unificador y reductor. (D’Ambrosio
citando a Gruzinski en García Castaño, 1994, pág. 48)

Según Said, citado por D’Ambrosio, el imperialismo occidental, describe a los nativos desde
la carencia, ​[... “carentes y necesitados de la misión civilizarse…] [... carentes, de vida, de
historia, de cultura, de independencia o de integridad, de algo que valga la pena representar
sin Occidente]. ​Específicamente en lo que refiere a la Banda Oriental se evoca la idea de
“​territorio, vacío culturalmente y de tierras sin ningún provecho”, (D’Ambrosio, pág. 48).

En los distintos libros de texto, La Banda Oriental se presenta, según la autora, como un
“papel en blanco”, d​ onde e​ l territorio uruguayo no se construye a partir de la población
indígena, sino en el ​“barco " y​ en ganado proveniente de Europa, que nos constituyó como

27
nación. Los indígenas, cuya presencia es secundaria, figuran como ​“salvajes”,​ y ​“feroces”,
caracterizados desde la distancia cultural, y sin realizar un análisis reflexivo sobre la mirada
subjetiva de quién los describió.

Según Achugar, citado por ​D’Ambrosio, c​ on la posterior migración desde en continente


europeo, se comienza a forjar en el imaginario social el mito fundacional de Uruguay,
surgiendo contradicciones en la idea de igualdad y homogeneidad, planteadas anteriormente,
ya que “exhibe que algunos son más iguales que otros, y que los recorridos hacia la matriz
de la nación son más favorables para unos que para otros»”(Guigou, 2000, citado por
D’Ambrosio, pág. 59).

No es sino hacia fines de la década del 80, que según D’Ambrosio, se plantea la indianidad
como discurso. En el contexto latinoamericano en el cual 11 países, reconocen
constitucionalmente el carácter multiétnico, pluricultural y metalingüístico de sus territorios
(D’Ambrosio citando a Russo, 2007, pág. 60.).​

Por otro lado, dirá D’Ambrosio, la idea «Patrimonio histórico de la Humanidad» incorporada
recientemente en los textos escolares, en lo que refiere a Colonia del Sacramento, refuerza la
valorización de lo europeo en el territorio nacional ya que expresa la inquietud por conservar
los testimonios y la arquitectura colonial europea, revalorizando la ciudad no solo en
términos de patrimonio, sino por su valor turístico y económico, valoraciones políticas y
simbólicas, que se complementan y retroalimentan la mirada hegemónica de la cultura.

Según la autora, en una entrevista realizada a una maestra, la misma manifiesta una postura
que cuestiona los contenidos de los textos, ya que, por circunstancias personales, que la
acercaron a las ciencias antropológicas, se vio sorprendida y angustiada, al encontrarse con
una historia desconocida hasta el momento.

Carretero y Castorina (2010) afirmarán, según D’Ambrosio, que el cambio histórico genera
más resistencias que los cambios en el contenido científico, por la estrecha relación que tiene
el mismo con las posturas afectivas e ideológicas de los sujetos, que llevan un
involucramiento subjetivo que los hace replantearse la propia identidad.

Con de la imagen de ​“los indígenas de bronce”, e​ l mito de “​Los últimos charrúas” se


refuerza. ​Los que sobrevivieron al exterminio, fueron enviados a Europa, con ellos el

28
componente indígena sale del país, queda en el «afuera», ​la representación en bronce lo
plasma (expresión occidental) y concretiza. ​( D’Ambrosio, pág. 76.)

Para Barthes (1980), según D’Ambrosio, el mito cumple la función de naturalizar un


concepto. No negándolo sino purificándolo, refundándolo. En este sentido, su objetivo no
consiste en la explicación, sino la de la comprobación de los hechos, en cuyo proceso se
pierde la complejidad de los actos humanos.

La autora dirá, si tenemos en cuenta que la masacre de Salsipuedes ocurrió al año siguiente
de declarada la independencia del país, no cabe dudas de que este episodio: ​“​Será definitivo
en la forma en que el naciente Estado se imaginó, esto es, sobre una identidad contrastativa
étnica, eliminando la posibilidad de la diferencia como alteridad, al mismo tiempo en que irá
construyendo una identidad socio-racial homogénea” (D’Ambrosio citando a Basini, 2003,
pág. 78.)

Según, D’Ambrosio en los textos escolares no se habla del proceso de mestizaje, o


“criollización” del indígena que da lugar al mito de la ​“colonia europea”, ​y aunque se vieron
obligados a silenciar su pasado étnico, sus descendientes pudieron conservaron sus memorias
a través de la transmisión oral de sus miembros.

Una mirada de estas características lleva a «condenar al individuo a permanecer encerrado


en la cultura de sus antepasados; presupone además que la cultura es un código inmutable,
lo que es empíricamente falso: no todo cambio tiene porque ser bueno pero toda cultura viva
cambia...» (Todorov, 1997: 26).

En este sentido, no debe entenderse la identidad construida desde la dicotomía entre dos
polos, sino desde un entramado de identidades múltiples que colisionan, se entrecruzan y se
mezclan.

29
Conclusiones

El concepto eurocentrista, no responde como afirma Quijano a una perspectiva cognitiva de


los europeos, sino que, es resultado de aquellos que han sido educados, en dicha hegemonía;
es por eso que, al pensar en las razones sobre el abordaje de este tema, es relevante para
nosotros el poder repensar dichas estructuras mentales, que han operado durante años como
movilizadores de esta visión de los acontecimientos históricos y por qué no, del mundo en la
actualidad.

La racionalidad-modernidad eurocentrista se estableció, en primera instancia, negando a los


pueblos colonizados, todo papel que no implicará el de sometimiento e imposición en todas
las formas posibles; sobre esto Quijano citando a Hegel dirá en Lecciones de Filosofía de la
Historia, que toda aproximación del espíritu, por parte del europeo, implicaba necesariamente
la destrucción de las culturas aborígenes, entendiendo al espíritu como privilegio del europeo.
Es por esto la formación de los nuevos Estados-Nación que surgieron a partir de la colonia,
fundamentaron la desintegración cultural de una sociedad en post de una nueva cultura más
racional y civilizada. Esto explicaría entre otras cosas, la educación hegemónica, educación
que, no es hasta el siglo XX, y a partir de la Revolución Mexicana, que se comienza a
cuestionar. La destrucción masiva y sistemática, los genocidios enteros de culturas indígenas.

Las escenas sobre la forma en la que se suceden los hechos cambian, de acuerdo a los actores,
la pregunta que nos hacemos es, cuál es la razón por la cual, nosotros americanos, seguimos
sosteniendo el discurso educativo eurocentrista y hegemónico, 500 años después; ¿por qué en

30
nuestras escuelas se sigue repitiendo dicho discurso?, ¿quién se hace cargo de la
reivindicación del indígena?

Es a partir del trabajo de Aníbal Quijano, que podemos pensar la posibilidad de una
verdadera de-colonización del poder, a partir de la comprensión de la forma en las cuales se
estructuran, se llevan adelante y operan las distintas estructuras de poder.

La colonización no sólo desarrolló el concepto de superioridad y de inferioridad, sino que lo


sustentó y justificó, a partir de la creación de la idea de “razas”, concepto que se presenta
implícito en la colonización de tal forma, como el concepto de amo trae el de amo consigo,

La colonización genera en el dominado, en cuanto control de la producción de conocimiento,


el eurocentrismo, centrado en la separación sujeto-objeto en la ahistoricidad y naturalización
de los hechos sociales.

A su vez, el eurocentrista, produce una mirada de la realidad social basada en la visión


europea, volviéndose meta de los americanos el llegar a alcanzar la meta europea, en cuanto
meta de hegemonía y capitalismo, con altos grados de desigualdad. Desde este lugar, se
vuelve muy difícil una visión crítica y la posibilidad de vislumbrar posibilidades de
transformación social, que apunten y lleven a la descolonialidad.

Desde las estructuras más profundas en la construcción ontológica del nativo americano, se
percibe esta construcción como estable, natural y determinada, sin dejar espacios al
cuestionamiento de la desigualdad y a una deconstrucción que implique una nueva
construcción identitaria, ya no cargada de determinismos.

La legitimación de la supremacía racial, fueron la base de la construcción eurocentrista y


etnocentrista, desde donde descansó durante años esta idea, se sustentó y se reafirmó, a partir
de elementos tales, como la construcción de subjetividades que trae implícita la educación, en
cuanto construcción de formas de percibir el mundo, en este caso a partir de la desigualdad.

Es a partir de esto que, la producción académica, la historia, la geografía, la economía, se


pusieron al servicio del mundo, pero desde la perspectiva eurocentrista, esto explicaría, la
visión histórica que nos ha sido enseñada, como así también la razón por la cual, el mapa que
utilizamos en toda América Latina, es un mapa eurocentrista, donde Europa, mantienen su
supremacía y se presenta en el centro del mismo.

31
La educación, los medios masivos de comunicación, las redes sociales, se conjugan, con la
parte superior de la pirámide en términos marxistas, a modo de representación de la base de
ésta y reafirman y legitiman, las relaciones coloniales de dominación y explotación.

Estas ideas se sostienen al igual que lo hicieron en la época de la conquista, bajo la idea de
progreso, sosteniendo las prácticas de poder y sometimiento legitimado.

Si pensamos en el ejercicio de la descolonización, es necesario repensar en las estructuras


más profundas, en el inconsciente colectivo de todo el continente y del mundo, la crítica
epistemológica se vuelve urgente y es el punto de partida para esta deconstrucción y una
reivindicación de nuevas formas de pensamiento.

Tal y como afirma Quijano, la descolonización del poder social implicaría el reconocimiento
de las diferencias históricas, culturales, "étnicas", entre los varios componentes de la
población que habita el espacio de los actuales "estados-nación". A su vez, por debajo de las
identidades coloniales es inevitable encontrar identidades históricas específicas, diversas,
sobre todo entre los "indios".

En cuanto a las entrevistas realizadas, pudimos observar que existe un replanteo de la mirada
de la “conquista” con una visión romantizada del hecho, es posible que esto pueda tener que
ver con las nuevas generaciones educativas que se plantean las cuestiones de la colonización
de América desde otra perspectiva, a partir del abordaje del tema desde la colonización en
términos de violencia e imposición cultural de una sobre la otra.

No obstante, las docentes perciben que, desde los hogares, la perspectiva se mantiene con un
abordaje de la colonización como “descubrimiento” de América, y conjuntamente la
idealización de los colonizadores.

Es por esto que el cambio está en proceso, no podemos hablar de un cambio total en la
concepción de la colonización, pero el proceso se ha iniciado y es necesario el poder tomar
conciencia de las estructuras más profundas, a partir de las cuales se constituyen las
identidades, se mantienen y se reproducen.

Por otro lado, debemos hacer énfasis en tener presente la historia, tanto universal, como
nacional, ya que es de esta manera que se permite dar a conocer cómo se han construido los
“otros culturales”, y los fundamentos que existen detrás de determinados discursos que son
empleados hasta la actualidad.

32
Como reflejan las entrevistas, el programa elaborado para los estudiantes de primaria, no
posee según las maestras consultadas una perspectiva Eurocentrista. Al mismo tiempo,
podemos observar implícitamente, que el discurso acerca de la colonización ha cambiado, y
ya no se utilizan términos como “descubrimiento”, sino que se intenta tener mayor cuidado a
la hora de la utilización del lenguaje, por que es a través de este que se pueden transmitir
conceptos erróneos.

33
BIBLIOGRAFÍA :

Berger, P. Luckmann, T. (1966). “​La construcción social de la realidad”.​ (Pdf.)

D’Ambrosio, L. (2014). “​Entre el bronce y el tambor Mitos y narrativas identitarias de la


​ diciones Universitarias, Unidad de
nación en la escuela uruguaya actual” E
Comunicación de la Universidad de la República (UCUR), Montevideo, Uruguay.

Dávila, G., Córdova, D., Pimentel, B., “​Crítica al eurocentrismo y educación decolonial”, La
experiencia de CIDECI-UNITERRA en Chiapas, México.

Moyano, B. Casas, A.M. “ Los discursos del encuentro y del desencuentro surgidos del
primer contacto entre Europa y América”. Anduli · Revista Andaluza de Ciencias
SocialesNº 3 – 2003 ​https://core.ac.uk/reader/132456210

M. F Boivin, A. Rosato, V. Arribas (2004) ​“Constructores de otredad, una introducción a la


antropología social y cultural”,​ Argentina, ANTROPOFAGIA.

Quijano, A.​ “RAZA”, ËTNIA `` Y''NACIÓN ``​ en MariáTegui, Cuestiones abiertas. Pdf.

Quijano, A.(2014). “Colonialidad del poder y clasificación social. Cuestiones y horizontes :


de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder”
. Ed. CLACSO, Bs. As. Argentina.

​ d.
Quijano, A. (2004), ​Dominación y cultura: notas sobre la participación cultural. E
Clacso,Bs. As. Argentina.

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20140506032333/eje1-7.pdf

Restrepo, E. Rojas, A. (2010) ​“Inflexión decolonial: fuentes, conceptos y cuestionamientos”

Relato: “La llegada de Colón a América” recuperado desde :


https://www.elhistoriador.com.ar/cristobal-colon-sobre-los-habitantes-de-america-a-s
u-llegada/

Ron, J (1977) ​“Sobre los conceptos de cultura” ​Ediciones Solitierra, Ecuador

Segato, R​. Identidades Políticas- alteridades históricas: una crítica a las certezas del
pluralismo global.

34
Todorov, T. (1982). ​“La conquista de América: el problema del otro”.​ Epublibre, Ed. digital,
SergioS:

file:///C:/Users/Ceibal/Documents/ddhh/LA_CONQUISTA_DE_AMERICA_por_Tzvetan_T
odo.pdf

Los justos títulos de la dominación castellana en Indias :

file:///C:/Users/Ceibal/Downloads/DialnetLosJustosTitulosEnLaDominacionCastellanaDeInd
ias-2126304.pdf

ANEXOS :
Metodología empleada : Cualitativa

Técnica de investigación social : Entrevista abierta a


maestras de educación primaria :

Macarena de Armas

Miriam Rodriguez

35
ENTREVISTA FORMULADA PARA MAESTRAS DE EDUCACIÓN
PRIMARIA :

● ¿Cree que el programa de educación primaria posee un


discurso de carácter eurocentrista a la hora de abordar la
conquista de América?

● ¿Cuánto del abordaje de la conquista de América es


enseñado a los niñes tal cual lo plantea el programa
elaborado por las autoridades? ¿Es este aplicable a la
práctica?

36
● ¿Cuál es la importancia brindada al lenguaje cuando se
¿Trabaja este tipo de temáticas con los estudiantes? ¿Aún se
utilizan términos como “Descubrimiento de América”?

● Al asignar tareas domiciliarias, ¿Cuál es el discurso que


prima dentro del aula? Es decir, ¿Se visualiza que el material
consultado por las familias para su realización romantiza el
suceso?

● ¿Qué recursos didácticos se emplean para enseñar a los


niñes acerca de esta temática?

● Imagina una situación en la que tuvieras completa autonomía


para la enseñanza del presente tema ¿Utilizarías el
mecanismo planteado por el programa o de alguna forma,
¿Cambiarías el discurso? Si cambiaras algo, ¿Qué sería?

Macarena de Armas responde :

1- Respecto a la mirada o enfoque a mi entender se propone una currícula que fomenta el


análisis acerca del encuentro -choque de culturas y la dominación y conquista violenta .
Se toman conceptos de aculturación como expropiación de la propia cultura .
La imposición religiosa y la esclavitud. Habla de dominación y resistencia

2- Según la libertad de cátedra, esto solo es plausible de análisis bajo un criterio de ética
docente que afirma la Educación basada en ĎDHH

37
3- No tengo conocimiento de docentes que de manera deliberada lo definen como
"descubrimiento ". Igualmente es necesario seguir interpelandonos respecto al uso del
lenguaje y su connotación en el proceso de Enseñanza -Aprendizaje .

4- Generalmente se fomenta la búsqueda de información actualizada donde se rescatan


testimonios desde el ángulo de los pueblos originarios saqueados y dominados .Pero
socialmente se percibe esa "romantización " por ejemplo cuando desde los hogares se hable
"madre tierra" para referirse a España u otros países europeos.

5-Libros, testimoniales ,documentos inéditos, arte precolombino,etc.

6-Existe esa posibilidad y reitero se llama libertad de cátedra. La currícula (PEI 2008) es un
documento que sirve como.lineamiento donde se atraviesan el compromiso docente y la
objetividad; donde se ofrece toda la información disponible favoreciendo el análisis ,el
conocimiento y el reconocimiento de los pueblos originarios y la cultura perpetrada y por
tanto pérdida.

38
Yannet Rodriguez responde :

1) Personalmente creo que el programa no posee una visión eurocentrista por más que
sabemos que para los conquistadores fue un triunfo y para nosotros un genocidio .

2) El maestro tiene libertad de cátedra para abordar distintos temas. Hoy día no se aplica o
no aplico el "cuentito" sobre los hechos como nos lo enseñaron en nuestra niñez, hoy se
presenta, según el maestro, los sucesos basándonos en fuentes de información válidas y
explicar con cuidado de no dejar ver lo subjetivo.

3) Por suerte el lenguaje utilizado se adecua al tema, ya no se hace referencia al


"descubrimiento de América ", sino que se aborda desde la temática de diferentes razas de
nuestro continente, se habla de diversidad, de la llegada de los españoles al continente
americano.

4) La consigna asignada es, primero, buscar información válida y utilizar más de un tipo
de fuente de información para poder comparar y completar. Pero lamentablemente lo que los
alumnos utilizan es Wikipedia.

5) Los recursos didácticos utilizados son variados, desde imágenes, vídeos, canciones,
poemas, textos realizados por historiadores, historias de vidas de indígenas que han marcado
nuestra historia, como por ejemplo Tupac Amaru, libros de textos de Ceip.

6) El maestro tiene la potestad de elegir cómo planificar con sus respectivos objetivos claros
y precisos para cada tema que quiera desarrollar, siempre y cuando no intente inculcar sus
ideologías o dejar ver su subjetividad.

39
ÍNDICE :

Preguntas guía ……….. …...pág 2

Fundamentación ………….. pág 2

Objetivos generales ………. pág 2

Objetivos específicos ……...pág 2, 3

Marco teórico……………....pág 3, 30

Conclusiones……………….pág, 31,32, 33

Bibliografía ………………..pág 34,35

Anexos……………………..pág 36,37,38,39

40

Potrebbero piacerti anche