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Fútbol-7 Alberto Merchán

LAS POSICIONES ESPECÍFICAS EN FÚTBOL-7 (I):


Los delanteros

En las próximas entregas vamos a hacer un estudio de las posiciones específicas


en el fútbol – 7. En la mayoría de los casos, estas posiciones vienen definidas por unos
parámetros similares a los empleados en el tratamiento del fútbol en campo grande. Sin
embargo, y pese a que no existe ninguna posición específica distinta de las empleadas
en el fútbol, sí es conveniente resaltar que en nuestra especialidad se dan algunas
características diferentes. Así, pese al parecido existente entre ambas modalidades,
habrá que tener en cuenta que un jugador que desempeñe un puesto en un equipo de
fútbol, quizá no se posicione en el mismo lugar en un equipo de fútbol – 7, debido al
diferente ritmo y a la velocidad de las ejecuciones. Por este mismo motivo, algunos
puestos específicos pueden tener bastante relación con algunas de las funciones
desempañadas en fútbol – sala para desenvolverse en una similar demarcación.

Abordaremos en esta primera entrega la posición de delantero.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL PUESTO.

Como en cualquier otra posición y en cualquier otra modalidad deportiva, el


jugador debe asimilar que se ubica dentro de un sistema de juego y de un estilo que
caracteriza el juego del equipo. No será lo mismo jugar como delantero en un sistema
defensivo, quedando como único punta y jugando al contraataque que hacerlo dentro de
un sistema ofensivo, con un compañero en la punta de ataque o con la llegada
permanente por las bandas, además de poseer el dominio del partido.

La posición de delantero es la más adelantada en el juego del equipo y suele


tratarse de una posición decisiva en el resultado final de los partidos, como
consecuencia de su capacidad para anotar tantos. Son jugadores que participan menos
que otros pero de los que se requiere una gran capacidad para soportar el peso del juego
ofensivo del equipo en sus últimos metros. El fútbol – 7 establece la particularidad de
disponer de una línea para marcar el fuera de juego a trece metros de la portería,
circunstancia que deberá ser muy tenida en cuenta puesto que es diferente de los casos
del fútbol (fuera de juego en medio campo) y del fútbol – sala (sin fuera de juego).

CUALIDADES QUE DEBE POSEER TODO BUEN DELANTERO.

Desde el punto de vista técnico

• Buen tiro con ambas piernas, pero especialmente con su pierna dominante.
• Buen remate de cabeza.
• Dominio de todo tipo de controles, teniendo en cuenta la velocidad requerida para
su actuación.
• Capacidad de desequilibrio: finta, regate, conducción. Dependiendo del estilo de
juego del equipo y de las condiciones del delantero en cuestión, es posible que esta
capacidad no sea del todo decisiva o lo sea en grado máximo.
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Desde el punto de vista táctico

• Capacidad de anticipación.
• Dominio de los desmarques y los apoyos, así como de la creación, ocupación y
aprovechamiento de los espacios libres.
• Adaptación a la amplitud y la profundidad del juego.
• Dominio del ritmo y la velocidad del juego.
• Intuición y buena colocación tanto para el juego al contraataque como para la
predisposición al remate y el juego en el área.
• Movilidad, tanto de frente, como de espaldas y hacia los costados.

Desde el punto de vista defensivo

• Capacidad para integrarse en los elementos básicos colectivos, como el repliegue y


la presión.
• Buen posicionamiento sobre el terreno de juego, especialmente en todo lo que
respecta a los cambios de secuenciación (de ataque a defensa y de defensa a ataque).

Desde el punto de vista físico

• Velocidad: de reacción y de aceleración especialmente.


• Fuerza: para adaptarse a las cargas realizadas por los rivales y en lo que se refiere al
desarrollo del tren inferior para mejorar la capacidad de salto.
• Coordinación, agilidad y equilibrio: para anticiparse en acciones rápidas mediante
correctos apoyos y dominio de su cuerpo.

EL JUEGO CON UN SOLO PUNTA.

Cuando un delantero juega solo en el ataque de un equipo se dan circunstancias


diferentes de las que se pueda encontrar cuando tenga un compañero a su lado. En todo
caso, la utilización de un determinado sistema de juego también influye en la manera de
jugar. Los movimientos serán algo diferentes si se trata de un sistema 2-3-1 ó 3-2-1.

El delantero debe ser una referencia del juego ofensivo. Para lograr efectividad,
será conveniente un buen dominio del juego de espaldas para recibir desde cualquier
posición del terreno de juego y elegir la opción más correcta posteriormente. Esta
forma de emplear al delantero puede disponer de dos variantes: con el delantero muy
adelantado, quedando como referencia única y lanzando rápida y sorpresivamente el
contraataque, o retrocediendo para formar parte del bloque del equipo y ofrecer apoyos
continuos dentro de un juego más elaborado.

Además, existe la posibilidad de jugar rápido pero no de forma frontal, sino


abriendo el juego, confiando en su velocidad y anticipación, de modo que el juego se
resolverá mediante la llegada de otros compañeros en segunda oleada (como sucede
cuando recibe frontalmente) o bien mediante una resolución individual, avanzando
directamente hacia portería.
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El juego con un solo punta ofrece otras posibilidades como por ejemplo el
cambio de posiciones, mediante el desmarque de ruptura hacia el área de un
centrocampista o de un jugador de banda. En el caso contrario, un delantero de gran
talla y poca movilidad, quedará posicionado en el área permanentemente esperando la
llegada de envíos aéreos o las incursiones de sus compañeros de banda.

Al igual que sucede en el fútbol, los desmarques diagonales por detrás de la línea
defensiva, así como los desmarques hacia la zona contraria de balón o el dominio de la
toma de una posición dentro del área, se convierten en virtudes del delantero de fútbol –
7, independientemente del equipo en el que juegue.

Por último, será necesario hacer ver al delantero que, aunque se convierta en una
referencia por delante la línea del balón, el fútbol – 7 es una modalidad en la que sólo
participan seis jugadores de campo y que la movilidad de los jugadores no llega al grado
de las rotaciones, típ0icas del fútbol – sala. Por este motivo, la posición de mediapunta
se hace imprescindible, pero al jugar con un solo delantero ningún jugador ocupa
específicamente esa posición. Será en muchos casos el delantero quien deba retroceder
y realizar algunas de estas funciones, que serán más propias del mediocentro, y que
veremos a continuación en relación con el juego con dos delanteros.

EL JUEGO CON DOS DELANTEROS.

La opción más habitual nos la vamos a encontrar dentro de un sistema de juego


3-1-2. En este caso habrá que diferenciar el grado de responsabilidad existente para
cada uno de los dos jugadores y tener en cuenta la necesidad de una buena
compenetración entre ellos. Existen diversas alternativas, que vamos a comparar con la
situación del fútbol – 11:

• Un delantero centro y un mediapunta: Sería comparable a utilizar la línea


ofensiva de un equipo que juegue un sistema 4-2-3-1, en el que uno de los puntas
realice las funciones más propias del ariete, desenvolviéndose dentro del área y
actuando conforme a las premisas antes mencionadas. El Atlético de Aguirre con
Torres y Agüero es un buen ejemplo.
El mediapunta serviría como enlace entre el centrocampista (y posiblemente también
los laterales, si es que disponen de recorrido) y el delantero. Su participación en el
juego es mucho mayor, así como su grado de libertad de actuación y de movimientos
por una franja más ancha que la de su compañero. Este jugador podría acompañar en
las tareas de creación al centrocampista e incluso permutar su posición con éste o
quedar en una posición más retrasada que los laterales, cuando se incorporarán. El
tiro desde fuera del área, el dominio del último pase, la capacidad para jugar entre
líneas y las llegadas al área por sorpresa serían algunas de sus cualidades más
destacadas.

• Un delantero centro y un segundo punta: La comparación se establece con el 4-


4-2 o el 3-5-2, siempre que no exista la figura del mediapunta y sí más bien la de un
segundo delantero llegador pero menos participativo en el juego de construcción y
creación. Es una posición similar a la que acostumbra a desempeñar Raúl: menos
participativo que un mediapunta, menos creador, pero buen conocedor de los
movimientos desde fuera hacia dentro, así como de las debilidades de los rivales
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cuando han de defender a un ariete y a otro delantero con llegada permanente. La


inteligencia, la intuición, la percepción y el conocimiento del juego son claves para
dominar esta posición.
En fútbol podemos encontrar equipos como el Zaragoza actual de Víctor Fernández
en el que hasta cuatro jugadores desempeñan distintas funciones como delanteros:
Milito o Sergio García como arietes, Ewerthon como segundo delantero, Aimar
como mediapunta y D´Alessandro como sorprendente mediapunta escorado al lado
izquierdo y muy participativo en todas las tareas aunque quizás más alejado del juego
en el área.

• Dos delanteros: Sería el caso en el que ninguno de los dos delanteros posee
características específicas de ariete, por lo que es necesario el conocimiento entre
ellos para ocupar cada uno su propia zona de influencia. Los dos parten a la misma
altura y tienen funciones y movimientos similares, sin embargo deben estar muy
atentos a los movimientos del compañero para ocupar los espacios libres que éste va
dejando. Juegan ambos con bastante libertad e intercambiando posiciones para crear
confusión. Un buen ejemplo es el Barcelona en el que nunca se sabe por dónde va a
aparecer Eto´o, ni por donde lo harán Ronaldinho o Messi.

POR ÚLTIMO.

Nunca debemos olvidar que si trabajamos con niños debemos potenciar las
características técnicas de los jugadores y no volver locos a los muchachos con todas
estas variantes tácticas reseñadas. Sólo el entrenador ha de pretender alcanzar esos
conocimientos y analizar a su plantilla para elegir la opción más adecuada. Un equipo
que alterne todas las posibilidades vistas anteriormente no logrará una mejora técnica de
sus delanteros y les generará un caos mental que les impedirá seguir progresando en su
comprensión del juego (el fútbol – 7 es un medio ideal para que lo logren).

Sería de agradecer que todos los niños pudieran disfrutar de algunos minutos en
estas posiciones porque ellos se divierten ahí (casi todos dicen ser delanteros y sueñan
con marcar el tanto de la victoria en el partido decisivo), pero además les puede servir
para comprender mejor el juego desde otras posiciones o nos puede dar una idea
diferente a nosotros como entrenadores acerca de las capacidades del chico.

En próximas entregas se analizarán otros puestos específicos y algunos


ejercicios para la mejora en el juego desde estas posiciones.

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