DEVOCIONALES DIARIOS 5°BASICA - 3°

MEDIO
NOVIEMBRE – 2001
LUNES 26 :

De todos los pasajes de la Biblia, quizá éste sea el más triste : “ Y COMENZARON
A ROGARLE QUE SE FUERA”. Marcos 5 : 17.

Uno casi no puede imaginarse que una persona le diga a Jesús que se aparte de él.
El Hijo de Dios había viajado a una región llamada Gadara para realizar actos de sanidad
y bendición. El tenía todo el poder para hacerlo: podía sanar, salvar y ayudar. Jesús
estaba deseoso de continuar haciendo su tarea de amor y de dar mucho más. Pero la
gente le rogó que se fuera de allí.
Hoy día también hay personas que se oponen a Jesús y a sus principios y
enseñanzas.
Jesús no se quedó allí. El no se queda donde no se le desea. Y al irse de aquel
lugar, se llevó con él los regalos más preciosos que había traído a la tierra: la salvación,
la sanidad del cuerpo y de la mente, la tranquilidad, el gozo, la paz.
Así, los afligidos siguieron sumidos en su amargura, los enfermos siguieron con su
dolor y los desamparados en su desesperación. Se perdieron la gran oportunidad de
haber recibido el toque de Jesús.

MARTES 27 : “ Instruye al niño en su camino” Proverbios 22: 6

Ser padre o madre no es una tarea fácil, sin embargo hay promesas en la Biblia de
que si pedimos ayuda a Dios para realizar bien esta tarea, El nos ayudará.
Quisiéramos que escuches con atención y puedas reflexionar acerca de los límites
de ser padre porque , tal vez, tú llegarás a serlo en el futuro.

LOS LIMITES DE SER PADRE :

Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.

Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.
Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.
Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.
Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.
Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir “no” por ti.
Puedo animarte a tener metas en la vida, pero no puedo alcanzarlas por ti.
Puedo hablarte de Jesús, pero no puedo hacer que El sea tu Salvador y Señor.
Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.

MIERCOLES 28 : Proverbios 4 :7

Quisiéramos invitarte hoy día a pensar y atesorar en tu mente los siguientes

consejos:
 Sé lo suficientemente grande como para vivir la vida que Dios te dio sin que te
alcancen el egoísmo mezquino y la avaricia.
Sé lo suficientemente grande como para decir la verdad… y vivirla.
Sé lo suficientemente grande para sonreír, aún cuando a tu alrededor las cosas se
vean negras. El optimismo es un buen remedio.
Sé lo suficientemente grande como para que los años que se suceden, no te
encuentren lamentando lo que pudiste hacer y no lo hiciste.
Sé lo suficientemente grande como para decir: “Estaba equivocado (a)” y enmendar
los errores.
Haz que la misericordia, la justicia y el amor tengan un lugar en tu corazón.

JUEVES 29 : Santiago 4 : 13 y 14

Cualquier decisión que tomemos debe ser guiada por Dios. No tomar en cuenta al
Señor ni pedir su dirección es la razón por la cual muchas veces fracasamos.
Hay que reconocer que nuestra vida es tan corta que puede terminar en cualquier
momento, por lo tanto es sabio pedir consejo y sabiduría a él.
Una buena medida sería aprender las palabras que dice la gente sencilla cuando
hace planes: “Si el Señor quiere, haremos tal o cual cosa.”
Tomemos en cuenta a Dios siempre porque, sin duda, hay gran bendición y gozo
en hacerlo.

VIERNES 30 : Den gracias a Dios siempre. 1 Tesalon. 4 : 18

Al terminar la semana queremos compartir con Uds. esta oración que puede ser
tu propio sentir.

GRACIAS SIN FIN

Gracias, bendito Dios, por el día que se va y por el nuevo día que recibo con esperanza
Gracias, Señor, por los esfuerzos realizados y los logros alcanzados. Gracias por tantos
beneficios

Alabado seas, Señor, por los gratos momentos, los nuevos conocimientos y tantas
experiencias felices.

Gracias, incluso, por los errores de los que he aprendido algo y por los golpes que me han
hecho madurar.
Gracias por el tesoro del hogar, el regalo de los amigos y el apoyo de tantas personas.
Gracias, amigo Dios, por la fe que me ilumina, la esperanza que me mueve y el amor
que me da felicidad.

En mis manos, bendito Dios, pongo mi vida y la de mis seres queridos con firme confianza.

Gracias, Señor, por ser mi luz, mi amor y mi esperanza.

Amén.