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Micaela Zamboni
Por lo antes dicho, se propone aquí una reflexión y reconstrucción sobre las
nociones preexistentes a cerca de esta etapa de la vida, con el fin último de habilitar a
los acompañantes terapéuticos a constituirse en posibilitadores de nuevas condiciones
de vida.
“A veces el aire de los días se vuelve tan intenso que todo nos mueve a
contarlos. Pasan las historias de prisa, encimándose, tamizando el ánimo con
emociones encontradas. Cabe el cielo en un mes, pero entre una semana y la otra
puede cruzar el infierno.”
Ángeles Mastretta
Una lectura posible de lo citado nos hace pensar en, que si bien claramente
la RAE no estaría contemplando con sus definiciones (ni esta ni muchas otras) el
tiempo en el que vivimos, también muestra un lado de la sociedad que no solo
escribe, sino que apoya y sostiene definiciones de este calibre. Y uno quizás podría
pensar, es solo un diccionario, es solo una definición. Sabemos que nos resultaría
imposible quedarnos en esa mirada. Aquello que se nombra, aquello que se enuncia,
construye realidades. No podemos ignorar que los modos de decir son determinantes
en los modos de pensar y luego actuar y hacer de nuestra sociedad. Que quien toma
la palabra hoy tendrá un alto poder de influencia sobre los hechos que se suceden
en lo cotidiano de la vida en sociedad. Pensar al viejo como algo muy sabido, vulgar,
achacado y maniaco determina inmediatamente las prácticas que como sociedad
tendremos con dicha población. El tipo de cuidados, acompañamientos,
tratamientos, escucha y lugar que les ofrezcamos para habitar dicha etapa de la vida.
Así mismo hay quienes viven en tal etapa desde el disfrute, con situaciones
económicas favorables, que les permiten una calidad de vida diferente a la media pero
que su vez necesitan sostener un estado físico y psíquico saludable ya que de no ser
así corren el riesgo de entrar en circuitos similares a los antes descriptos.
Podríamos detenernos aquí a pensar cuales son los espacios pensados para
alojar la soledad o las necesidades de aquellos que no pueden encontrar los cuidados
necesarios en su ámbito familiar. Estos lugares, las Residencias para Adultos Mayores,
generan cierta ambivalencia en el común de la gente. Al respecto, Pilar Rodríguez nos
ofrece una definición que recupera Margarita Murgieri en un texto sobre la temática y
señala que los mismos son "centros abiertos de desarrollo personal y atención socio-
sanitaria multiprofesional en el que viven temporal o permanentemente personas
mayores con algún grado de dependencia". (Rodríguez en Murgieri, 2014)
Nuestro lugar implicará un trabajo no solo con nuestrx acompañadx sino con el
contexto que le rodea, desde pensar cuales aspectos de su ambiente deberían ser
modificados en pos de sus necesidades (rampas, barandas, compañía o no permanente
en determinados horarios, uso de fuego, gas, y demás aspectos de cuidado cotidiano)
cómo así también trabajar con cómo se siente en el lugar en el que está y con las
personas con las que está, que le gusta hacer y que de eso podría trabajarse para
recuperar sentimientos de satisfacción y bienestar muchas veces dejados de lado. En
muchas ocasiones nos tocará intervenir a nivel familiar, escuchando y trasmitiendo, o
ayudando a trasmitir, aquello que nuestrx acompañadx siente que no se está teniendo
en cuenta sobre su persona. Esto implicará construir un lugar que vaya más allá de una
compañía, pero respetando los tiempos institucionales, familiares y de cada sujeto.
Nuestro trabajo no es cambiar a todxs y todo, la propuesta es habilitar condiciones
saludables para el desarrollo de una vejez como sujeto ético.
Lo que nos interesa de esas historias es lo que a ellxs les puede aportar. El
camino de la re significación. El camino de la apropiación de lo vivido, de volverlo a
transitar desde la historización y por esa vía elaborar, lo conseguido, lo frustrado, lo
amado, lo perdido o lo olvidado.
BIBLIOGRAFÍA
Jauregui J.( 2014) Impacto del envejecimiento en el capital de salud. Revista Voces en
el fénix. Año 5, Número 36- p. 18
Smud, M. y Bernasconi, E. (2000). Sobre duelos, enlutados y duelistas. Bs. As: Ed.
Lumen.