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Los equilibrios iónicos están por todas partes, íntimamente vinculados a la vida, ya que el agua es el
constituyente que se encuentra en mayor proporción en la generalidad de los seres vivos y en el agua se
disuelven innumerables sustancias que son electrolitos en mayor o menor grado. Y es condición necesaria
para el buen funcionamiento de un organismo vivo que en él se produzcan, armónica y normalmente, los
numerosos equilibrios que vinculan a esas múltiples especies iónicas (partículas con carga eléctrica) y
moleculares.
Pero si vamos a hablar de equilibrio iónico tenemos que referirnos ineludiblemente a los ácidos y las bases.
La clasificación de algunas sustancias como ácidos tiene su origen en su gusto, ácido, en contraposición al de
los álcalis o bases, que contrarrestan o neutralizan su acción.
Los ácidos y las bases son tan comunes como la aspirina y la leche de magnesia, aunque mucha gente
desconozca sus nombres químicos: ácido acetilsalicílico (aspirina) e hidróxido de magnesio (leche de
magnesia). Además de ser la base de muchos productos medicinales y domésticos, la química de ácidos y
bases es importante en los procesos industriales y es fundamental en los sistemas biológicos. Antes de
estudiar las reacciones ácido-base, necesitamos conocer las propiedades de los ácidos y las bases.
Si bien en el siglo IX eran poco los ácidos conocidos (vinagre, jugo de frutas), ya se
habían desarrollado los métodos y equipos de laboratorio necesarios para la
producción de muchos más (Ihde, 1970). Los alquimistas alejandrinos conocían los
procesos de destilación, pero es poco probable que tuvieran aparatos lo
suficientemente avanzados como para conseguir componentes volátiles puros,
antes del siglo XII. El descubrimiento de los ácidos minerales, es decir, derivados de
materiales inorgánicos, comenzó en Europa en el siglo XIII. Probablemente el
primero fue el ácido nítrico, obtenido mediante la destilación de salitre (nitrato de
sodio y potasio) y vitriolo (sulfato de cobre) o alumbre (sulfato de aluminio y
magnesio). Más difícil de descubrir fue el ácido sulfúrico, pues éste requiere de
mayores temperaturas y equipo más resistente a la corrosión; más difícil aún,
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resultó el ácido clorhídrico, pues los vapores no pueden condensarse, sino que
deben ser disueltos en agua.
Robert Boyle (1627-1691) dio, acerca del tema que nos ocupa, una especificación
clara de los ácidos, al decir que tales sustancias podían enrojecer al tornasol
(Szabadváry, 1964), Existían, además, otras formas de caracterizar a los ácidos: su
sabor peculiar, el ataque a los metales y a la piedra caliza; el cambio de color de
algunos vegetales (p. ej., líquenes) y, aunque resulta redundante, los ácidos se
caracterizaban por su sabor ácido.
Fue Robert Boyle, en 1661, quien buscó características más allá de lo inmediato[…].
Los álcalis los identificaba por su tacto aceitoso (luego veremos por qué tal carácter
aceitoso) y su capacidad para neutralizar los ácidos, que formaban sustancias
cristalinas de sabor salado. Los ácidos, en cambio, los descubría por la
efervescencia que producían con los metales, y ambos ácidos y bases, porque
anulaban sus características al combinarse, para dar lugar a una sustancia de gusto
salado. Como ya mencionamos, Boyle añadió a lo anterior el cambio de color que
los ácidos y bases provocaban en ciertas sustancias, como el extracto de violetas y
el tornasol (que es obtenido de los líquenes Roccella tinctoria, Rocella fuciformis,
Lecanora tartarea).
El primero intento de una explicación teórica del comportamiento de los ácidos fue
hecho por Antoine-Laurent Lavoisier a fines del siglo XVIII, quien afirmaba que
todos los ácidos contenían oxígeno (etimológicamente oxígeno significa: oxys
ácido, amargo, y genna producción, e. d. generador de ácidos). Sin embargo, el
elemento clave para el comportamiento ácido no está en el oxígeno sino en el
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hidrógeno, como propuso Humphry Davy en 1815. Con todo, no basta que exista
hidrógeno en una sustancia, se requiere que éste sea sustituible por un metal
(como sugirió Justus Von Liebig en 1838). Esta definición de ácido fue un poco más
permanente que las anteriores —duró aproximadamente 50 años—, pero no dio
ninguna explicación acerca del comportamiento de las bases, ya que éstas
simplemente se definían como sustancias que neutralizaban a los ácidos. (Córdova
1990)
“Por otro lado, Lémery se alejó de la visión animista clásica de la alquimia para
explicar la interacción de las sustancias, y aplicó la filosofía mecanicista y la teoría
corpuscular. Estas quedaron ya patentes en sus ideas sobre los fenómenos
naturales en tanto que dependían de una materia caracterizada por su divisibilidad
y afectada por el movimiento,[…] y se reflejaron en su intervención en la
controversia sobre ácidos y álcalis desde 1675, con la primera edición de su obra de
química ya citada, aunque se suele considerar su ruptura definitiva con la alquimia
a partir de la cuarta edición, en 1681[…]. Lémery pensaba que la naturaleza ácida
de algunas sustancias se debía a la existencia de puntas en la superficie de estos
materiales, mientras que, en los álcalis, las superficies eran porosas; la interacción
mecánica entre ambas sustancias durante la agitación, en la que tenía lugar la
penetración de las puntas ácidas dentro de los
poros alcalinos, era la causante de ciertas
operaciones químicas como las fermentaciones
y la producción de las sales. Estas ideas se
repiten constantemente en casi todas las
experiencias que aparecen en su obra, y fueron
ampliamente aceptadas durante casi un siglo.
GARCÍA CRUZ (2015)
Una de las posibles definiciones más extendidas y aceptadas describe a los ácidos como sustancias que se
ionizan en agua para generar iones H+ (llamados comúnmente protones) y las
bases como sustancias que se disocian en liberando iones OH – (iones hidróxido).
Tal como leímos en este breve racconto histórico fue El químico sueco Svante
Arrhenius formuló estas definiciones a finales del siglo XIX para clasificar las
sustancias cuyas propiedades en disolución acuosa eran bien conocidas.
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Propiedades generales de ácidos y bases
Ácidos
Tal como se leía en la obra de Robert Boyle “El químico escéptico” los ácidos se caracterizaban a través de
sus propiedades organolépticas:
tienen sabor agrio; por ejemplo, el vinagre debe su sabor al ácido acético, y los limones y otros frutos cítricos
contienen ácido cítrico.
• s ocasionan cambios de color en los pigmentos vegetales; por ejemplo, cambian el color del papel tornasol
de azul a rojo.
reaccionan con algunos metales, como zinc, magnesio o hierro para producir hidrógeno gaseoso. Una
reacción típica es la que sucede entre el ácido clorhídrico y el magnesio:
• reaccionan con los carbonatos y bicarbonatos, como Na 2CO3, CaCO3 y NaHCO3, para formar dióxido de
carbono gaseoso. Por ejemplo:
2 HCl (ac) + CaCO3 (s) → CaCl2 (ac) + H2O (l) + CO2 (g)
HCl (ac) + NaHCO3 (s) → NaCl (ac) + H2O (l) + CO2 g)
disueltos en agua conducen la electricidad.
Bases
• Tienen sabor amargo.
• Se sienten resbaladizas; por ejemplo, los jabones, que contienen bases, muestran esta propiedad.
• Producen cambios de color en los colorantes vegetales; por ejemplo, cambian el color del papel tornasol
de rojo a azul.
• sus isoluciones acuosas conducen la electricidad.
Sugiero sacarlo.
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Bien, vamos por partes
Los ácidos y las bases también son electrólitos. Algunos ácidos, como el ácido clorhídrico (HCl) y el ácido
nítrico (HNO3), son electrólitos fuertes. Esto significa que estos ácidos se ionizan completamente en agua.
Por ejemplo, cuando el cloruro de hidrógeno gaseoso se disuelve en agua, se ioniza en iones H + y Cl-
hidratados:
HCl (g) →H+ (ac) + Cl- (ac)
Esto también se puede representar
−¿( ac) ¿
+
+ –
Cl
H O H O
+ Cl
H H H H
En otras palabras, todas las moléculas de HCl disueltas se separan en iones H + y Cl- hidratados.
Así, cuando escribimos HCl (ac), entendemos que se trata de una disolución que únicamente tiene iones H +
(ac) y Cl- (ac) y que no hay moléculas de HCl .
Por otro lado, ciertos ácidos como el ácido acético (CH 3COOH), que le confiere el sabor al vinagre, no se
ionizan por completo, es decir, son electrólitos débiles. La ionización del ácido acético la representamos
como
donde CH3COO- es el ion acetato. El término ionización lo utilizamos para describir la separación de ácidos y
bases en iones. La ionización del ácido acético se escribe con doble flecha para indicar que la reacción es
reversible, es decir, la reacción puede proceder en ambos sentidos.
Inicialmente, varias moléculas de CH3COOH se separan en iones CH3COO- y H+. Con el tiempo, algunos iones
CH3COO- y H+ vuelven a combinarse para formar moléculas de CH 3COOH.
Finalmente, se llega a un estado en el que las moléculas de ácido se ionizan con la misma rapidez con la que
vuelven a combinarse los iones. A este estado químico se le llama equilibrio iónico.
El ácido acético es, entonces, un electrólito débil porque su ionización en agua es incompleta.
En contraste, en una disolución de ácido clorhídrico, los iones H + y Cl- vuelven a combinarse para formar HCl
molecular. Por lo tanto, se utiliza una sola flecha para indicar que su ionización es completa.
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Ácido HI Ácido C6H8COOH Hidróxido Ca(OH)2 Hidróxido Fe(OH)3
yodhídrico cítrico de calcio de hierro
(III)
Ácido H2SO4 Ácido HF Amoníaco NH3
sulfúrico fluorhídrico
Ácido HClO4 Ácido HCN
perclórico cianhídrico
Ácido HNO3 Ácido C6H5O2 Hidróxido Mg(OH)2 Hidróxido Zn(OH)2
nítrico benzoico de de zinc
magnesio
En el agua pura se produce, en muy pequeña proporción, una interacción entre moléculas de agua de
acuerdo con la siguiente ecuación:
También se puede escribir esta ecuación de manera más sencilla teniendo en cuenta que el catión oxonio,
H3O+ es un ion H+ (protón) hidratado y teniendo presente que siempre que escribamos H + esta partícula en
solución acuosa se encuentra asociada con , por lo menos una molécula de agua:
H2O ↔ H+ + OH-
Esta es la ecuación iónica representativa del equilibrio de disociación del agua, que ocurre siempre, en una
pequeñísima proporción, tanto en el agua pura como en cualquier solución acuosa. Por tratarse de un
sistema en equilibrio, es posible plantear la constante de equilibrio como aprendimos en la unidad anterior.
K i=¿¿
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Pero la concentración del agua, [H2O] es constante (recordemos que la disociación es muy baja) y su valor
puede calcularse fácilmente.
Dado que las concentraciones expresadas en el equilibrio siempre son molares en 1 litro de agua:
18 g _______ 1 mol
1000 g _______x = 55,5 moles
Kw = [H+].[OH-]
Puesto que las concentraciones de los iones H+ y OH – en disoluciones acuosas con frecuencia son números
muy pequeños y, por tanto, es difícil trabajar con ellos, Soren Sorensen propuso, en 1909, una medida más
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práctica denominada pH. El pH de una disolución se define como el logaritmo negativo de la concentración
del ion hidrógeno (en mol/L o M):
El término pH se deriva del francés puissance d’hydrogène (“potencia del hidrógeno”) y se refiere a la
potencia de 10 (el exponente) que se use para expresar la concentración molar del H 3O+. El pH de una
disolución se define como el logaritmo negativo base 10 (log) de la concentración molar del ion hidronio.
El logaritmo negativo proporciona un número positivo para el pH, el cual, de otra manera, sería negativo
debido al pequeño valor de [H+]. Al igual que la constante de equilibrio, el pH de una disolución es una
cantidad adimensional.
Debido a que el pH sólo es una manera de expresar la concentración del ion hidrógeno, las disoluciones
ácidas y básicas a 25°C se identifican por sus valores del pH, como sigue:
Observe que el pH aumenta a medida que [H +] disminuye. Es probable que algunas veces se nos proporcione
el valor del pH de una disolución y se nos pida calcular la concentración del ion H +. En ese caso, necesitamos
obtener el antilogaritmo de la ecuación como sigue:
El pH aproximado de una disolución se puede determinar con un indicador ácido-base, que es una sustancia
que cambia de color en un intervalo específico de pH.
Por ejemplo, el azul de bromotimol cambia, en el intervalo de pH de 6.0 a 7.6, de amarillo, en su forma
ácida, a azul, en su forma básica. La fenolftaleína cambia, en el intervalo de pH de 8.2 a 9.8, de incoloro, en
su forma ácida, a rosa, en su forma básica.
SOLUCIÓN pH SOLUCIÓN pH
Jugo gástrico de 1 a 3 Agua pura 7
Jugo de limón 2,4 Sangre de 7,35 a 7,45
Vinagre 2,7 Jabón 9,8
Soda 4,2 Amoníaco para uso doméstico 12
Leche 6,5 Agua de cal 12,4
Saliva de 6,2 a 7,4 Destapa cañerías (NaOH) 13,2
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El pOH:
Una disolución ácida, con [H3O+] = 10-2 M, tiene un pH de 2; una disolución básica, con [OH -] = 10-2 M y [H3O+]
= 10-12 M, tiene un pH de 12, y una disolución neutra, con [H 3O+] = 10-7 M, tiene un pH de 7. Aunque se usa
con mucho menos frecuencia que el pH, se puede definir un pOH de la misma manera que el pH y utilizarse
para expresar la concentración molar de OH -. Así como pH = log [H3O+], el pOH = log [OH-]. Entonces, de la
ecuación [H3O+].[OH-] = 1.0 x 10-14, se deduce que:
pH + pOH = 14.00
El pH de una solución puede medirse con rapidez y exactitud con un pHmetro. Aunque son menos precisos,
los indicadores ácido-base también pueden utilizarse para medir el pH. Un indicador ácido-base es una
sustancia colorida que por sí misma puede existir en forma de ácido o de base. Las dos formas tienen
diferentes colores. Entonces, el indicador se torna de un color con un pH más bajo y de otro con un pH más
alto. Si se conoce el pH en el que el indicador cambia de una forma a la otra, es posible determinar si una
solución tiene un pH mayor o menor que este valor. Por ejemplo, el tornasol cambia de color a un pH
cercano a 7. Sin embargo, el cambio de color no está muy definido. El tornasol rojo indica pH de
aproximadamente 5 o menor, y el tornasol azul un pH de 8 o mayor.
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INDICADOR ZONA DE VIRAJE COLOR 1 COLOR 2
Rojo de cresol 0,2 – 1,8 Rojo Amarillo
Azul de timol 1,2 – 2,8 Rojo Amarillo
Naranja de metilo 3,1 – 4,4 Rojo Amarillo anaranjado
Azul de bromocresol 3,8 – 5,4 Celeste Verde
Rojo neutro 6,8 – 8,0 Rojo Amarillo
Rojo de metilo 4,2 – 6,2 Rojo Amarillo
Tornasol 5,0 – 8,0 Rojo Azul
Fenolftaleína 8,2 – 10.0 Incoloro Fucsia
Timolftaleína 9,3 – 10,5 Incoloro Azul
Azul de bromotinol 6,0 – 7,6 Amarillo Azul
Como ya dijimos los ácidos fuertes se encuentran totalmente disociados en solución, por lo tanto consiste
por completo en iones:
HNO3 (ac) + H2O (l) → H3O+ (ac) + NO3- (ac)
No se utiliza doble flecha de equilibrio porque la reacción se encuentra por completo hacia la derecha. En
una disociación de un ácido fuerte, el ácido es la única fuente de importante de iones H +. Como resultado, es
sencillo calcular el pH de una solución de un pacido monoprótico (un solo H) fuerte porque [H +] es igual a la
concentración original del ácido. Por ejemplo, en una solución de HNO 3 (ac) 0,2 M, [H+] = [NO-] = 0,2 M. la
situación del ácido diprótico (dos H) H2SO4 es más compleja. Por cada mol de ácido se generan 2 moles de H +:
H2SO4 (ac) + 2 H2O (l) → 2 H3O+ (ac) + SO42- (ac)
Ejercicios
resueltos
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Ejemplos:
• Calcular el pH de una solución de HClO 4 0,04 M
Como el HClO4 es un ácido fuerte, se ioniza por completo y da [H +] = [ClO4-] = 0,04 M
El pH = -log [H+] = 1,4
Podemos comprobarlo ya que el pH calculado se encuentra dentro del intervalo estimado.
Las bases fuertes solubles más comunes son los hidróxidos iónicos de los metales
alcalinos como el NaOH, KOH. Estos compuestos se disocian por completo en iones en una solución
acuosa. Por lo tanto una solución de NaOH 0,3 M tendrá una [OH -] = 0,3 M.
NaOH → Na+ (ac) + OH- (ac)
Para calcular el pH de la solución primero debemos calcular el pOH = -log [OH -] = - log 0,3 = 0,52 y luego,
sabiendo que
pH + pOH = 14 calculamos el pH:
pH = 14 – pOH = 14 – 0,52 = 13,48
Para bases con dos o más grupos hidróxido (OH -) en su fórmula, por cada mol de base se generan 2 moles de
iones hidróxido.
Ejemplo:
• ¿Cuál es el pH de una solución de Ca(OH) 2 0,0011 M?
La ecuación de disociación es: Ca(OH)2 (ac) → Ca2+ (ac) + 2 OH- (ac)
Como vemos se generan 2 moles de OH- por cada mol de hidróxido. Por lo tanto [OH -] = 2 x (0,0011M) =
0,0022 M.
Entonces pOH = -log 0,0022 = 2,66
El pH será entonces pH = 14 – pH = 11,34
Actividades
1) Se disuelven 125 g de hidróxido de sodio en agua, formando 10 litros de solución alcalina. Calculen el pH
de la solución resultante. Rta: 13.5
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Vinagre 1,99 x 10-3
Vino 10,5
Soda 4,2
Lluvia ácida 8,4
-8
Leche 3,98 x 10
Sangre 7,4
Bicarbonato de 4,8
sodio
Jabón de tocador 1,58 x 10-10
Limpiador 12,1
amoniacal
Destapa cañerías 0,158
Bibliografía
Química. Chang, R y Goldsby, K. 11° edición Ed. Mc Graw Hill. 2013
Introducción a la química. Beltrán, F. 2° edición. Ed El Coloquio.
Química, la ciencia central. Brown, Lemay, Bursten, Murphy, Woodward. 12° edición. PEARSON EDUCACIÓN,
México 2014
Córdova José Luis F. (1990) Ácidos y bases. La química en la cocina. Revista Ciencias N° 18.
México DF: UNAM. (en línea) disponible en: https://www.revistacienciasunam.com/en/166-
revistas/revista-ciencias-18/1485-ácidos-y-bases-la-química-en-la-cocina.html[fecha de última
consulta 20 setiembre 2020]
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