Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DERECHOS Personales
(Continuación)
CAPÍTULO 6
OBRA Y SERVICIOS
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES ESPECIALES
PARA LAS OBRAS
CAPÍTULO 7
TRANSPORTE
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por FLORENCIA NALLAR Y ARTURO DE ARRASCAETA
SECCIÓN 2ª
TRANSPORTE DE PERSONAS
Por FLORENCIA NALLAR Y ARTURO DE ARRASCAETA
SECCIÓN 3ª
TRANSPORTE DE COSAS
Por FLORENCIA NALLAR Y ARTURO DE ARRASCAETA
MANDATO
Por MARIANO ESPER
El art. 1969, Cód. Civil. establecía de manera genérica cuáles eran las obliga-
ciones residuales que el mandatario tenía en caso de cesación del mandato,
que básicamente era continuar los negocios comenzados que no admitían de-
mora, hasta que el mandante, sus herederos o representantes dispusieran sobre
ellos.
El art. 1256 del Proyecto de 1998 estatuía una norma sustancialmente se-
mejante a la transcripta.
II. COMENTARIO
El fallecimiento o incapacidad del mandante o del mandatario producen la
extinción del mandato (doct. art. 1329, inc. e]). Sin embargo, existen algunos
efectos residuales que esos eventos generan y que el Código disciplina al es-
tablecer las obligaciones que deben cumplirse ante la ocurrencia de esos he-
chos:
a) La primera parte del art. 1333 dispone que en caso de muerte o incapa-
cidad del mandatario, sus herederos, representantes o asistentes —eso último,
por aplicación de los arts. 32, 43, 49 y concs.— que tengan conocimiento del
mandato deben avisar prontamente al mandante y adoptar en interés de éste
las medidas apropiadas por las circunstancias. Es decir, la norma impone dos
deberes a aquellos sujetos que sepan la ocurrencia de la muerte o incapacidad
del mandatario y que conozcan la existencia del mandato conferido: deben
comunicar al mandante el suceso acaecido —lo que pueden hacer de cualquier
forma (doct. art. 284)— y, simultáneamente, deben adoptar las medidas perti-
nentes para proteger los intereses del mandante en el negocio encargado; por
CAPÍTULO 9
CONTRATO DE CONSIGNACIÓN
Por MARIANO ESPER
CAPÍTULO 10
CORRETAJE
Por MARIANO ESPER
El artículo se vincula con el principio que establecía el art. 37, inc. b),
dec.-ley referido, que disponía que el corredor tenía derecho a percibir del
comitente el reintegro de los gastos convenidos y realizados, salvo pacto o uso
contrario. Aquel precepto fue suprimido por el nuevo ordenamiento legal
(art. 3, inc. c], de la ley que aprobó el nuevo Código), por lo que el único ar-
tículo que trata lo relativo a los gastos del corredor es el art. 1354 que se anota.
La fuente directa de la norma es el art. 1276 del Proyecto de 1998, que
reglaba la materia con una redacción semejante al texto actual.
II. COMENTARIO
El art. 37, inc. b), dec.-ley 20.266/1973 de Martilleros, establecía como
principio general que el corredor tenía derecho al reembolso de los gastos
“convenidos y realizados”, excepto pacto o uso contrario. La alusión de la
norma a los gastos “convenidos” denotaba la existencia de un pacto al respecto
con el comitente, es decir, un acuerdo en virtud del cual se estipulaba que éste
debía reintegrar los gastos al intermediario, en la medida que estuvieran reali-
zados. En otras palabras, en la legislación derogada el corredor no tenía dere-
cho a exigir que el comitente le restituyera las erogaciones, salvo que hubieran
estipulado el derecho de reembolso (Esper, Intermediación…, p. 152 y ss.). La
doctrina tradicional coincidía con lo anterior (cfr. Siburu), y aun se había se-
ñalado que la retribución de los gastos realizados por el corredor va incluida
en la comisión, salvo pacto contrario (cfr. Fernández, Gurfinkel De Wendy).
DEPÓSITO
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por ESTEBAN JAVIER ARIAS CÁU Y MATÍAS LEONARDO NIETO
DEPÓSITO IRREGULAR
Por ESTEBAN JAVIER ARIAS CÁU Y MATÍAS LEONARDO NIETO
DEPÓSITO NECESARIO
Por ESTEBAN JAVIER ARIAS CÁU Y MATÍAS LEONARDO NIETO
CASAS DE DEPÓSITO
Por ESTEBAN JAVIER ARIAS CÁU Y MATÍAS LEONARDO NIETO
CAPÍTULO 12
CONTRATOS BANCARIOS
Por CARLOS GILBERTO VILLEGAS
I. INTRODUCCIÓN
1. La actividad bancaria y los bancos
¿Cuándo y por qué aparecieron los banqueros y luego los bancos en la vida
cotidiana de los seres humanos? Porque en las primeras comunidades, cuando
se utilizaban diversos elementos como dinero, fue necesario que alguien se
dedicara a “mensurar” e “intercambiar” esos elementos, facilitando las
transacciones de compra y venta entre los habitantes de dicha comunidad. Es
decir que los primeros “banqueros” fueron “cambistas” porque se dedica-
ban a “intercambiar” “cosas” que fungían como dinero (Max Weber, Cottely
Esteban).
Con el tiempo estos “cambistas” se convirtieron en personas de confianza
de quienes realizaban esas transacciones y se hicieron “custodios” de su di-
nero.
En esa tarea de “custodio” de dineros ajenos, el “cambista” advirtió que
esos dineros permanecían la mayor parte del tiempo sin utilización, y llegó el
momento en que la “codicia” quebró las barreras de la prudencia y el cambista
se dispuso a utilizar esos dineros que le eran confiados en “custodia”, con el
objeto de obtener un beneficio.
Para ello este custodio de dineros ajenos evaluaba el tiempo en que esos
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por CARLOS GILBERTO VILLEGAS
Recordemos que los arts. 1092 y 1093 del Proyecto de Reformas tenían
un texto distinto al actual Código, producto de las modificaciones al Proyecto
que efectuara el Poder Ejecutivo Nacional.
El texto del art. 1092 del Proyecto definía al “consumidor” del modo si-
guiente: “Relación de consumo. Consumidor. Relación de consumo es el
vínculo jurídico entre un proveedor y un consumidor. Se considera consumi-
dor a la persona física o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u
onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar o social, siempre que no tenga vínculo con su actividad co-
mercial, industrial, artesanal o profesional...”.
Y el texto del art. 1093 del Proyecto decía: “Contrato de consumo. Con-
trato de consumo es el celebrado entre un consumidor o usuario final con una
persona física o jurídica que actúa profesional u ocasionalmente o con una
empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o privada, que
tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte
de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social, siempre
que no tenga vínculo con su actividad comercial, industrial, artesanal o pro-
fesional”.
De modo que el Proyecto de Reformas al Código Civil modificaba, sus-
tancialmente, la Ley de Defensa del Consumidor (ley 24.240 con las reformas
de la ley 26.361), excluyendo de su alcance a todos aquellos contratos que
celebran las sociedades comerciales en general y los individuos comerciantes,
industriales, artesanos y profesionales, cuando esos contratos “tengan vínculo
con su actividad comercial, industrial, artesanal o profesional”, que obvia-
mente, son la mayoría de los contratos que estas personas celebran diaria-
mente.
En efecto, la ley 26.361 de 2008, eliminó las limitaciones al concepto de
“consumidor” que contenía la ley 24.240, en su art. 2º, segunda parte, que ex-
cluía del concepto de consumidor a quienes “adquieran, almacenen, utilicen o
consuman bienes o servicios para integrarlos en procesos de producción, trans-
formación, comercialización o prestación a terceros”.
Y definió al consumidor en el art. 1º diciendo que se consideran consumidores
o usuarios, “...toda persona física o jurídica que adquiere o utiliza bienes o servi-
cios en forma gratuita u onerosa como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar o social... Se considera asimismo consumidor o usuario a quien
sin ser parte de una relación de consumo, como consecuencia o en ocasión de ella,
adquiere o utiliza bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio
o de su grupo familiar o social, y a quien de cualquier manera está expuesto a una
relación de consumo”.
PARÁGRAFO 1º
TRANSPARENCIA DE LAS CONDICIONES CONTRACTUALES
PARÁGRAFO 2º
CONTRATOS BANCARIOS CON CONSUMIDORES
Y USUARIOS
CONTRATOS EN PARTICULAR
Por CARLOS GILBERTO VILLEGAS
En la Sección 2ª., del Capítulo 12, el Código regula sobre los contratos
bancarios en particular, dividida en seis parágrafos, el primero sobre “depósito
bancario”; el segundo sobre “cuenta corriente bancaria”; el tercero sobre
“préstamo y descuento bancario”; el cuarto sobre “apertura de crédito”; el
quinto sobre “servicio de caja de seguridad”; y el parágrafo sexto sobre “cus-
todia de títulos”.
PARÁGRAFO 1º
DEPÓSITO BANCARIO
PARÁGRAFO 2º
CUENTA CORRIENTE BANCARIA
PARÁGRAFO 3º
PRÉSTAMO Y DESCUENTO BANCARIO
PARÁGRAFO 5º
SERVICIO DE CAJA DE SEGURIDAD
CAPÍTULO 13
CONTRATO DE FACTORAJE
Por BÁRBARA ELIZABETH PRUSKI
CAPÍTULO 14
Bibliografía clásica: BÁEZ, JULIO C., “Insider trading: una figura ausente de la le-
gislación criminal”, LA LEY, 2007-E, 1227; BARREIRA DELFINO, EDUARDO A.,
Leyes del Sistema Financiero y Cambiario, Depalma, Buenos Aires, 1993; CAME-
RINI, MARCELO A., Mercado de Valores, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002; LINARES
BRETON, SAMUEL F., “La ley de oferta pública de títulos valores, bolsas o mercados
de comercio y mercado de valores”, LA LEY, 131, 1516. RADRESA, EMILIO, Bolsas
y Contratos Bursátiles, Depalma, Buenos Aires, 1995.
CAPÍTULO 15
CUENTA CORRIENTE
Por BÁRBARA ELIZABETH PRUSKI
Son antecedentes de este artículo, los incs. 2º y 4º del art. 777 del Código
de Comercio, los arts. 785 y 788 del mismo. En los Proyectos de reforma y
unificación de la legislación civil y comercial, la fuente inmediata del texto es
el art. 1329 del Proyecto de 1987 y concs. En el Proyecto de Unificación del
Código Civil y Comercial de 1998 el texto encuentra su antecedente inmediato
en el art. 1309.
II. COMENTARIO
La onerosidad del contrato de cuenta corriente se visualiza en razón de
que el mismo devenga intereses. Esto explica la naturaleza comercial del
mismo.
El artículo se refiere al hecho de percibir comisiones y gastos por cada una
de las operaciones que van ingresando a la cuenta corriente.
Las partes pueden pactar que los intereses que produzcan los valores no
El art. 786 del Cód. Com. regulaba las garantías de los créditos. Los
arts. 1827 del Código Civil italiano, el art. 1397 del Código Civil paraguayo;
art. 356 del Código de Comercio Alemán; el Código suizo en su art. 117,
apart. 3º y el art. 1934 del Proyecto de Unificación de 1987, son la fuente del
presente artículo. En el Proyecto de Unificación del Código Civil y Comercial
de 1998, el texto encuentra su antecedente inmediato en el art. 1310.
II. COMENTARIO
Este artículo determina el traspaso de las garantías incorporadas al saldo
de la cuenta siempre que el garante haya prestado su consentimiento previo.
No sólo se refiere a garantías reales sino también a garantías personales.
El embargo del saldo estaba regulado en el art. 781 del Cód. Com. En
cuanto a las fuentes inmediatas del presente texto, los arts. 1435 del Pro-
yecto de la Comisión designada por el dec. 468/1992 y el art. 1935 del Pro-
yecto de la Comisión de Legislación de la Cámara de Diputados, son el
antecedente del presente artículo. El art. 1312 es el antecedente inmediato
del Proyecto de Unificación del Código Civil y Comercial de 1998.
II. COMENTARIO
El acreedor que embargue el saldo de la cuenta de uno de los cuentaco-
rrentistas impide al otro aplicar nuevas remesas que perjudiquen el derecho
del embargante desde que fue notificado de la medida.
Las remesas que se encontraban con anterioridad a derechos ya existentes
no son consideradas nuevas remesas.
A través de un medio fehaciente, telegrama, carta documento, etc. se no-
tifica el embargo lo cual da derecho a rescindir el contrato.
Art. 781, Cód. Com. El Proyecto de Unificación del Código Civil y Co-
mercial de 1998 a través de su art. 1313 es el antecedente del presente texto.
II. COMENTARIO
El artículo en cuestión determina la posibilidad de excluir a un crédito de
la cuenta corriente, a pesar de que el mismo haya sido incluido con anteriori-
dad en la misma.
La condición para la exclusión del mismo está determinada por la inefica-
cia del acto del que deriva.
La doctrina sostiene que si se declara la ineficacia del acto, el crédito debe
eliminarse de la cuenta.
Se menciona en el artículo que sólo se elimina el crédito de la cuenta, una
vez que el mismo es declarado ineficaz.
El art. 787 del Cód. de Comercio contemplaba este tema. Los Proyectos
de reforma y unificación de la legislación civil y comercial nacional, la fuente
inmediata del texto son los arts. 1438 y 1936 del Proyecto de la Comisión de
Legislación de la Cámara de Diputados. El Proyecto de Unificación del Có-
digo Civil y Comercial de 1998 a través de su art. 1316 es el antecedente in-
mediato del presente texto.
Arts. 782 y 783, Cód. de Comercio. El art. 1317 del Proyecto de Unifica-
ción del Código Civil y Comercial de 1998 es el antecedente del presente
texto.
II. COMENTARIO
La conclusión de la cuenta corriente puede ser clasificada en forma defi-
nitiva o parcial, según si la misma continúa con nuevas operaciones o no.
La conclusión definitiva de la cuenta corriente produce de pleno derecho,
la compensación.
Esto trae como consecuencia, que el saldo definitivo incluye los derechos
de comisiones y reembolsos de gastos; exigibilidad del saldo.
Al ser el contrato de cuenta corriente un contrato intuitu personae, el
mismo concluye con la muerte de uno de los correntistas.
Dentro de las causales que establece el artículo, puede incluirse como in-
capacidad de cualquiera de las partes la interdicción, demencia declarada ju-
dicialmente, la sordomudez sin saberse dar a entender por escrito y judicial-
mente declarada como incapacidad, inhabilitación a los pródigos, ebrios con-
suetudinarios, toxicómanos que no puedan realizar actos de disposición, sino
con asistencia de su curador.
En cuanto a la quiebra o cualquier otro suceso legal que prive a alguno de
los contratantes de la libre administración de sus bienes.
También se entiende que el concurso y la disolución de la sociedad priva
a los contratantes de su capacidad.
El artículo establece que el contrato se extingue por vencimiento del plazo
o rescisión de las partes.
El plazo de duración del contrato de cuenta corriente es de tres meses,
computándose el primero desde la fecha de celebración del contrato.
Con posterioridad al vencimiento del contrato, las partes pueden prorrogar
el término, pero la doctrina ha entendido que más que una continuación del
contrato, esto importaría una renovación del mismo, o sea la concreción de un
CAPÍTULO 16
CONTRATOS ASOCIATIVOS
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por FRANCISCO JUNYENT BAS y LUIS FACUNDO FERRERO
NEGOCIO EN PARTICIPACIÓN
Por FRANCISCO JUNYENT BAS y LUIS FACUNDO FERRERO
II. COMENTARIO
1. Caracterización
1.1. Negocio oculto
La norma inspirada en el Proyecto de 1998 (art. 1338), sigue la caracteriza-
ción del art. 361, LSC aunque sin referir a la ausencia de personalidad jurídica,
por haber sido adelantado ello en el art. 1442 de la nueva legislación común, ni
a la prueba que se rige por las normas generales sobre prueba de los contratos
(art. 1019, Cód. Civ. y Com.) debido a la nueva ubicación sistemática del nego-
cio, sin necesidad de referirlo expresamente por tal motivo.
La diferencia más relevante que se observa respecto de la norma societaria
es la ausencia a toda referencia a la transitoriedad como nota característica de
la vieja sociedad accidental o en participación, sobre lo que nos explayaremos
infra.
Como en el viejo régimen el negocio es o permanece oculto frente a los
La norma reproduce casi literalmente el primer párrafo del art. 362, LSC, lo
mismo que hizo su antecedente inmediato (Proyecto 1998, art. 1339).
II. COMENTARIO
La norma destinada a reglar las relaciones del gestor o los gestores con los
terceros, es una consecuencia lógica de la caracterización del negocio hecho
en el artículo anterior: aun cuando intervengan dos o más personas en el ne-
gocio (plurilateral abierto), las operaciones a cumplirse se celebran a nombre
personal del gestor (1448, Cód. Civ. y Com.); ergo, los terceros que contraten
con el gestor, sólo estarán obligados o tendrán derechos a exigir las prestacio-
nes en cabeza de su co-contratante (gestor).
Los terceros no se vinculan con los participes de allí que carezcan de de-
rechos u obligaciones respecto de estos (art. 1450).
AGRUPACIONES DE COLABORACIÓN
Por FRANCISCO JUNYENT BAS y LUIS FACUNDO FERRERO
UNIONES TRANSITORIAS
Por FRANCISCO JUNYENT BAS y LUIS FACUNDO FERRERO
CONSORCIOS DE COOPERACIÓN
Por FRANCISCO JUNYENT BAS y LUIS FACUNDO FERRERO
AGENCIA
Por FRANCISCO JUNYENT BAS
y MARÍA CECILIA RODRÍGUEZ LEGUIZAMÓN
I. COMENTARIO
1. Contratos de distribución
1.1. Los nuevos modos de comercialización
A partir del fenómeno de la globalización, el mundo de los contratos ha tenido
profundos cambios ante la necesidad de adaptarse a la nueva realidad a través de
diferentes figuras negociales, superando los moldes clásicos.
Uno de los problemas de toda empresa, en una economía de mercado, es
la necesidad de llegar al público con sus productos o servicios, concretamente,
a los consumidores como destinatarios finales; generalizándose, de esta ma-
nera, la aparición de grandes centros comerciales y otros modos de comercia-
lización.
Desde una perspectiva, el productor puede llegar al público sin recurrir a
una red integrada por terceros por medio de bocas de expendio directa, ofici-
nas de venta, sucursales, stands, locales de venta en shopping centers, o me-
diante el llamado factory.
Estos acuerdos forman una red de comercialización entre productores y
CAPÍTULO 18
CONCESIÓN
Por FRANCISCO JUNYENT BAS
CAPÍTULO 19
FRANQUICIA
Por FRANCISCO JUNYENT BAS
y MARÍA CECILIA RODRÍGUEZ LEGUIZAMÓN
CAPÍTULO 20
MUTUO
Por NICOLÁS JORGE NEGRI
El art. 2243 del Código Civil establecía que el mutuo podía ser gratuito u
oneroso. Además, el art. 2248 disponía que si no había pacto expreso sobre
intereses, el mutuo se presumía gratuito. Lo mismo ocurría con el Código de
Comercio, régimen legal en el que la onerosidad también era la excepción,
dado que la misma existía cuando había sido estipulada expresamente o
cuando la ley lo imponía directamente (art. 560, Cód. de Comercio, Mayo).
Para Borda, sin embargo, el mutuo comercial se presumía oneroso con sus-
tento en lo dispuesto por los arts. 558 y 218 inc. 5º del Código de Comercio.
Más allá de ello, la necesidad de contar con un pacto de intereses, el tema
tiene su explicación en la historia misma del contrato de mutuo con interés y
en las leyes que a través de los tiempos se han dictado para combatir la usura
(Zavala Rodríguez).
El art. 2250 del Código Civil era mucho más general y sólo se refería al
tiempo de cumplimiento, supeditándose el régimen a lo convenido por las par-
tes. La nueva disposición, refleja lo establecido en el art. 559 del Código de
COMODATO
Por NICOLÁS JORGE NEGRI
CAPÍTULO 22
DONACIÓN
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por ESTEBAN DANIEL OTERO
EFECTOS
Por ESTEBAN DANIEL OTERO
REVERSIÓN Y REVOCACIÓN
Por ESTEBAN DANIEL OTERO
CAPÍTULO 23
FIANZA
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
La fianza solidaria es una de las especies más usadas en los negocios jurí-
dicos.
El nuevo texto mantiene esta clase de fianza de modo semejante a lo dis-
puesto por los arts. 2003 y 2004 del Código Civil, aunque derogándose el su-
puesto del acreedor “hacienda nacional o provincial”, por lo que se viene a
equiparar las personas de naturaleza privada con las públicas.
El art. 480 del Código de Comercio ha perdido vigencia en el nuevo orde-
namiento. Para que en los negocios comerciales la fianza sea solidaria habrá
que convenirla de forma expresa.
El texto de la norma sigue el Anteproyecto de Bibiloni (arts. 2141 y 2142)
y sus contemporáneos, al igual que el Proyecto de Unificación de 1987
(art. 1997); Proyecto de 1993 (art. 1418) y Proyecto de 1998 (art. 1500).
II. COMENTARIO
La norma se refiere a la solidaridad entre el fiador y el deudor. Dispone que
la fianza es solidaria cuando se convenga expresamente en tal sentido o cuando
se renuncia al beneficio de excusión, quedando pues el acreedor facultado para
demandar y ejecutar directamente los bienes del fiador.
Sin embargo, es importante no confundir fianza solidaria con la obligación
solidaria, salvo la renuncia a los derechos de excusión y de división, en todo
lo demás, la fianza solidaria queda sujeta a las reglas de la fianza simple, sobre
todo por la regla de la accesoriedad (Spota, Borda).
Lavalle Cobo considera que es una obligación sui generis, que consiste
únicamente en la privación de los beneficio de excusión y división, cuando
existan varios fiadores.
SECCIÓN 4ª
SECCIÓN 5ª
EXTINCIÓN DE LA FIANZA
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CESIÓN DE DERECHOS
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por SEBASTIÁN JUSTO COSOLA
CESIÓN DE DEUDAS
Por SEBASTIÁN JUSTO COSOLA
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
TRANSACCIÓN
Por RUBÉN H. COMPAGNUCCI DE CASO
CAPÍTULO 29
CONTRATO DE ARBITRAJE
CAPÍTULO 30
CONTRATO DE FIDEICOMISO
SECCIÓN 1ª
DISPOSICIONES GENERALES
Por GASTÓN A. ZAVALA y KAREN M. WEISS
SUJETOS
Por GASTÓN A. ZAVALA y KAREN M. WEISS
EFECTOS
Por GASTÓN A. ZAVALA y KAREN M. WEISS
FIDEICOMISO FINANCIERO
Por GASTÓN A. ZAVALA Y KAREN M. WEISS
CERTIFICADOS DE PARTICIPACIÓN
Y TÍTULOS DE DEUDA
FIDEICOMISO TESTAMENTARIO
Por GASTÓN A. ZAVALA y KAREN M. WEISS
CAPÍTULO 31
DOMINIO FIDUCIARIO
Por GASTÓN A. ZAVALA Y KAREN M. WEISS
TÍTULO V
DISPOSICIONES GENERALES
Por EDGARDO LÓPEZ HERRERA
FUNCIÓN PREVENTIVA
Y PUNICIÓN EXCESIVA
FUNCIÓN RESARCITORIA
DAÑO RESARCIBLE
Por EDGARDO LÓPEZ HERRERA
C = capital a determinar
RESPONSABILIDAD DIRECTA
Por EDGARDO LÓPEZ HERRERA
RESPONSABILIDAD DERIVADA
DE LA INTERVENCIÓN DE COSAS
Y DE CIERTAS ACTIVIDADES
SECCIÓN 8ª