José Cruz Estrada

Carné 9723012
L1.8 Métodos de crítica
Licda. Leticia Turcios

Análisis del cuento El mono que quería ser escritor satírico, de Augusto Monterroso

El cuento es, como muchos otros relatos del mencionado escritor, un cuento corto.
Monterroso es descriptivo aunque para lograr la brevedad se sirve de generalizaciones y
conceptos que casi son lugares comunes al imaginario latinoamericano, como la selva, la
vida animal y el paso indefinido, casi estático del tiempo, elemento casi desesperante para
la generación del autor (nacido en Guatemala en 1921 y muerto en México en 2003), muy
crítica con el conservadurismo social y político de su época.

El autor es irónico al retratar los formalismos sociales en personajes animales. Monterroso

fue un observador de la vida más que un participante de procesos de cambio. Escribe pues
en tercera persona, pero relatando con la familiaridad de quien presenció los hechos, de
quien lleva años observándolos constantemente, incluso, y sólo ahora ha caído en la cuenta
de lo absurdas e inútiles que son las motivaciones de sus personajes. Tanto así que éstas
motivaciones se anulan a sí mismas al final consiguiendo lo que sería una simplicidad ideal,
pero que los confundidos personajes perciben como un conato de tragedia.

El argumento del cuento es la contrariedad de un mono que quiere escribir sobre los
defectos en el carácter de su prójimo para lo que observa el comportamiento de varios de
ellos, pero que al final no utiliza para escribir sus sátiras por no ofender a sus conocidos. al
final es abandonado por ellos por abandonar la sátira y dedicarse a escribir sobre amor.

El texto se divide en la presentación y descripción del personaje principal y sus

motivaciones (primeros cuatro párrafos), el momento en que decide sentarse a escribir y las
razones por las que no lo hace (los siguientes seis párrafos), y su decisión de cambiar de
tema literario (último párrafo).

El tema del cuento es la superficialidad de carácter que exige la sociedad conservadora

como requisito de pertenencia a ella.

El cuento, a pesar de ser una sátira por la intención caricaturizadora de la sociedad humana
del autor, tiene todos los elementos de una fábula como lo es el que los personajes sean
animales y el que el relato tenga una moraleja o conclusión, en este caso sumamente irónica
aunque igual de resolutiva de los conflictos que cualquier moraleja de fábula clásica.

La redacción está hecha en un lenguaje simple y directo que prescinde de figuras retóricas.
Monterroso suele preferir jugar con el significado que con el significante. Es decir que le
parece más poético relacionar conceptos por su afinidad filosófica o sociológica que
meramente fonética.

La trama es relatada a través del ritmo de prueba y error que define al segundo núcleo del
relato, que es el más largo de los tres.
Sintácticamente, el texto refleja la actitud generalizadora del autor en la vaguedad de los
circunstanciales de tiempo y lugar (“En la selva vivía una vez un Mono que quiso ser...”)

Monterroso usa a personajes animales burdamente adrede, para que se note que está en
realidad retratando características humanas, lo que no tiene empacho en admitir en el
cuento mismo (“Así llegó el momento en que entre los animales era el más experto
conocedor de la naturaleza humana, sin que se le escapara nada.”)