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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE SALUD Y DESARROLLO HUMANO

ESCUELA DE PSICOLOGIA

ENSAYO

Br. Ríos María

C.I 18.701.805

SEPTIEMBRE 2019
Introducción

La atención integral a la salud mental (AISM) debe considerar al sujeto


influenciado por diferentes representaciones sicosociales que son determinadas
por múltiples variables sociales, políticas, culturales, ambientales y económicas, y
que pueden intervenir en el estado de armonía o de desequilibrio del cuerpo-
mente-emociones (entorno interno), interrelacionado con las relaciones
interpersonales, las relaciones sociales y el medio ambiente (entorno externo) de
una persona, encuéntrese en el estado de desarrollo en que se encuentre el
sistema nervioso central. Dicho estado puede ser el de una sensación agradable
de buscar transformación positiva, lo que incita a un buen desarrollo humano
integral, sostenible, diverso, equitativo y justo o como una sensación negativa que
puede retardar el desarrollo local, regional y nacional. Por esto, el valor preventivo
de la salud mental para una vida feliz, la influencia de la genética y la interrelación
armoniosa del entorno familiar y ambiental entran a desempeñar un papel
significativo en la compleja fórmula bioquímica de la mente y del organismo
humano.
La consulta psicológica se inicia con la recepción y saludo, seguidamente
establecimiento del rapport y luego datos básicos y una anamnesis, luego el
motivo de la consulta, que lo hizo decidir acudir a una consulta, exploración del
cuadro clínico si lo hay como síntomas o preocupaciones: inicio, intensidad,
precisión, duración, frecuencia, entre otros; historia directa de la dinámica del
cuadro clínico (antecedentes, evolución de las relaciones en conflicto desde su
origen, búsqueda de las dinámicas que provocaron directamente el cuadro clínico
anterior), historia general o contexto de vida; Historia general o contexto de vida.
(Exploración de etapas generales de la vida buscando elementos relacionados con
el cuadro clínico: primera infancia (0 a 6años); segunda infancia (6 a 12 años);
adolescencia (12 hasta independencia económica si la hay); adultez joven (hasta
los 40 años); adultez madura (40 a 65-70 años); senectud (más de 70 años));
exploración del significado dinámico-casual de etapas especiales: cambios de
casa, matrimonio, primer hijo, cambios de trabajo, pérdidas o ganancias
emocionales importantes, etc.; exploración muy general de la historia de los
padres o sus equivalentes. Explicación de conclusiones al paciente: Explicación de
pronósticos probable a partir dela dinámica de vida actual; Generación de 2 a 6
propósitos inmediatos por escrito y para concluir la despedida.

Estar en el lugar del paciente se siente extraño y cómodo a la vez, ya que sabes el
camino por donde vas pero te sientes libre de expresar también lo que tú sientes
en el transcurrir de tu vida y de lo que has vivido. Es agradable sentir que no te
juzgan (tal vez sí) pero te darán las herramientas necesarias para mejorar y
reajustar lo necesario, como tu comportamiento, afrontar las situaciones difíciles y
aprender a disfrutar de la vida, hacer higiene y por tanto tener sanidad mental.

La salud mental definida por la Organización Mundial de la Salud(OMS) es “un


estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad” aun así, la OMS reconoce que la definición de salud mental varía para
cada cultura, pero en si tienen en común que salud y enfermedad mental no son
conceptos opuestos, que el hecho de no tener trastornos mentales no nos
garantiza salud mental y que por el contrario el padecerlos no nos impide gozarla.
Sigmund Freud la define como la capacidad de amar, trabajar y jugar; actualmente
los psicoanalistas dividen estas tres categorías en doce: El apego seguro,
autonomía, identidad integrada, resiliencia, autoestima realista y fiable, sentido de
los valores, regulación de tolerancia y afectos y pensamientos, introspección,
mentalización, flexibilidad de las defensas, relación, separación y capacidad de
duelo.

Entonces ¿qué podemos hacer para alcanzar la salud mental?

Cuando se reconoce que el individuo es un ser integral, biopsicosocial y que las


enfermedades mentales se pueden prevenir, tratar y rehabilitar al igual que
cualquier otra enfermedad, las acciones que podemos llevar acabo para alcanzar
la salud mental no se reducen al campo médico, sino, que se amplían a todos los
ámbitos del ser humano, y entre uno de los más significativos es la educación
como prevención primaria.

La salud mental plantea también las características de las relaciones


interpersonales y sociales en que cada sujeto se asienta, se construye y se
desarrolla en forma integral y sostenible, entendido como un proceso que debe
articular los aspectos humanos, sociales políticos, económicos y ambientales para
la construcción de un tejido social innovador, cada vez más humano, justo, libre y
con mayor calidad de vida para satisfacer las necesidades básicas de la mayoría,
lo que permite romper una cultura viciada de antivalores y sustituirla por otra
cultura virtuosa en los mínimos valores, con unos vínculos de cooperación y de
solidaridad través de los cuales se afirme la persona individual y se reconozca en
el colectivo, la diversidad y la diferencia del otro.
CONCLUSION

La vida, la salud, el bienestar y el desarrollo humano integral, sostenible y diverso,


funcionan y evolucionan bien armoniosamente si se cultivan las dimensiones de
las relaciones sociales, culturales, espirituales, intelectuales, económicas,
familiares y políticas, por una salud mental y física del individuo como sujeto.

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