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"2018 - AÑO DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE LA JUVENTUD"

JUZGADO DE 1RA INSTANCIA EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y TRIBUTARIO Nº 23 SECRETARÍA


N°45
AVILA, CARINA ELISABETH Y OTROS CONTRA GCBA Y OTROS SOBRE AMPARO - GENERICO
Número: EXP 76827/2013-0
CUIJ: EXP J-01-00076673-5/2013-0
Actuación Nro: 12318767/2018
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 07 de noviembre de 2018.-

Vistos: Estos autos en estado de dictar sentencia.


Resultando: I. A fs. 1/31 vta. se presentó la Sra. CARINA ELISABET ÁVILA,
por derecho propio, y en representación de sus hijos, a ese momento menores,
VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI; IARA MILENA PETRUCCI y SANTINO EZEQUIEL
PETRUCCI, con el patrocinio letrado de la Sra. Defensora Oficial ante los Juzgados de
Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Dra. A. LORENA
LAMPOLIO, e interpuso acción de amparo contra el INSTITUTO DE LA VIVIENDA DE LA

CIUDAD (en adelante, IVC) y contra el GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (en
adelante, GCBA) por hallarse afectados derechos y garantías de rango constitucional,
particularmente, el derecho a la vivienda, a la salud, a la dignidad y a la vida.
Solicitó se ordene a las demandadas que “en el ámbito de sus competencias
–y de manera urgente- garanticen [su] acceso a una vivienda adecuada que reúna las
condiciones habitacionales, de infraestructura e higiene requeridas para el debido
tratamiento de la afección de la salud de [su] hijo, ya sea [otorgándosela] en propiedad
o comodato, o mediante la asignación de recursos económicos suficientes para poder
acceder a la misma (…)” (cfr. fs. 1 vta.).
Como medida cautelar solicitó se ordene al GCBA y al IVC que cesen en su
omisión de garantizar la debida protección de la salud y vida al grupo familiar y,
garanticen de manera urgente el acceso a una vivienda adecuada –en comodato o
propiedad- que reúna las condiciones habitacionales requeridas por el debido
tratamiento de la afección de VLADIMIR, garantizando la continuidad de la vida en
familia y la accesibilidad a los centros de salud; y en caso de ofrecerse el pago de un
alquiler, se instrumente para su caso lo establecido en el art. 5 inc. g) de la ley 1251
(alquiler social o bien el seguro de caución, ya que no disponen de garantías para
brindar) (cfr. fs. 24 vta.).
II.- La Sra. ÁVILA relató que nació el 29 de mayo de 1969 en la ciudad de
Vera, provincia de Santa Fe y que allí vivió durante un año con sus padres y sus ocho
hermanos. Señaló que, debido al trabajo del padre –quien se desempeñaba como obrero
en una aceitera-, el grupo familiar se trasladó luego a la localidad de Avellaneda,
provincia de Buenos Aires.
Con respecto a su nivel educativo, narró que sólo completó hasta tercer año
del nivel secundario, debido a que a los catorce (14) años de edad comenzó a trabajar
como empleada doméstica.
En cuanto a su trayectoria laboral, relató que a los quince (15) años de edad
consiguió trabajo como empleada doméstica en una casa de familia en el barrio de
Flores, por lo que se mudó a una pensión en esa zona, que abonaba con los ingresos que
obtenía de su trabajo. Adujo que trabajó allí hasta el año 1992, momento en que decidió
volver a su provincia natal.
Destacó que en el año 1994 conoció al señor ALBERTO EDUARDO PETRUCCI,
con quien contrajo matrimonio en el año 1996 y tuvo a sus hijos: VLADIMIR NICOLÁS,
IARA MILENA y SANTINO, quienes actualmente tienen veintidós (22) años; dieciocho
(18) años y doce (12) años de edad (cfr. fs. 34/36).
Afirmó que, en el año 1996, atento a los problemas de salud con los que
nació VLADIMIR, regresaron a esta ciudad a fin de darle debido tratamiento a la afección
que padece. Aclaró que al llegar a esta Ciudad de Buenos Aires se alojaron
temporalmente en la casa de una de sus hermanas, pero esa vivienda no contaba con las
dimensiones suficientes para alojar a la familia. Debido a la atención que VLADIMIR
requiere, se vio obligada a dejar de trabajar.
Sostuvo que, poco tiempo después, atento a lo expuesto en el párrafo que
antecede, y no contando con ingresos suficientes para rentar un departamento,
alquilaron un inmueble que había funcionado anteriormente como un comercio, en la
calle Remedios 3208 del barrio porteño de Flores, vivienda en la que residían al
momento de iniciar la presente acción (cfr. fs. 3 vta.). Afirmó que el pago de la renta era
solventado en un principio mediante el sueldo que recibía el padre de los niños, quien
trabajaba en una fábrica de zapatillas. Manifestó que si bien en distintas ocasiones
intentaron alquilar una vivienda más adecuada a las necesidades del grupo familiar,
debido a la difícil situación económica que atravesaban, no pudieron lograrlo.
Destacó que, en el año 2008, con intención de modificar su situación
habitacional, se presentó ante el IVC a fin de solicitar un crédito hipotecario, tal como
surge de la Nota 11736/IVC/2006-2 (cfr. fs. 70/71).
Adujo que en el año 2010, concluyó su matrimonio y el padre de los niños
dejó de vivir en el hogar familiar. La separación conyugal constituyó un quiebre para la
situación económica familiar, por lo que debió volver a trabajar (como encargada de
distintos edificios). Sin perjuicio de ello, destacó que el padre de los niños sigue
colaborando económicamente con la familia e involucrándose en su rol paternal.
Narró que, en el año 2011, la Defensoría patrocinante ofició al mentado
instituto (cfr. fs. 68/68 vta.) a fin de obtener información acerca del estado del trámite
del crédito antes mencionado. Con fecha 27/05/2011, la Gerencia de Crédito del IVC
informó que “la actuación que motiva el reclamo se encuentra en el área de
Evaluación dependiente de la Gerencia de Créditos a fin de verificar el cumplimiento
de los requisitos (…), debiendo para ello fijar los criterios de prioridad (…)” (cfr. fs.
73). Idéntica respuesta recibió en el mes de junio de 2013 (cfr. fs. 83/85).
Debido a ello, continuó viviendo junto a sus hijos en el inmueble de la calle
Remedios, pese a que no contaba con dimensiones suficiente para alojar a todo el grupo
familiar y no era apto en relación a los requerimientos especiales que presentan varios
de sus integrantes, tal como surge del informe médico acompañado (cfr. fs. 57/58) y del
informe social (cfr. fs. 48/55).
En cuanto a su situación laboral y económica, al momento de iniciar la
presente acción, se desempeñaba de manera formal y estable como encargada de
mantenimiento en dos edificios, sitos en la calle Cuenca 3446 y F. Beiró 3851, de esta
ciudad, en el horario de lunes a viernes de 8:00 a 12:00 hs. y, además, los días martes y
jueves de 12:30 hs. a 15:30 hs., percibiendo en ese momento la suma de tres mil
ochocientos sesenta y cinco pesos ($ 3865).
Asimismo, relató que, al momento de iniciar la presente acción, mientras
ella trabajaba, los niños IARA y SANTINO permanecían solos en el hogar familiar hasta el
mediodía, momento en que el padre concurría al domicilio a fin de darles el almuerzo y
llevarlos hasta la escuela (los niños concurren en el turno tarde a la Escuela nº 21 D.E.
nº 11 “MARIE S. DE CURIE”. En cuanto a VLADIMIR, expuso que asistía diariamente al
“CENTRO DE DÍA MANO A MANO”, donde realizaba diversas actividades en presencia de
un enfermero y una psicopedagoga. La cobertura de dicha prestación, afirmó, era
solventada por OSPECON (Obra Social del Personal de la Construcción, a la que se
encuentra afiliado a través del padre).
En orden a sus ingresos, expuso que el padre de los niños (al momento de
iniciar la acción), contribuía con una suma de dos mil quinientos pesos ($ 2500), parte
de esa suma era destinada para el pago del alquiler de la vivienda de la calle Remedios.
Además, sostuvo ser beneficiaria del Programa “CIUDADANÍA PORTEÑA-
CON TODO DERECHO” del MINISTERIO de DESARROLLO SOCIAL.
En cuanto a la situación sanitaria del grupo familiar, destacó que VLADIMIR
al momento de nacer padeció de meningitis y, como consecuencia de ello, a los seis
meses de edad le fue diagnosticado el síndrome de “WEST”. Esta enfermedad “se
caracteriza por espasmos epilépticos, retraso del desarrollo psicomotor e hipsarritmia”
(cfr. fs. 5 vta.). Asimismo, en el certificado de discapacidad de fs. 40 y de fs. 271, consta
el diagnóstico “Deficiencia Intelectual, Visceral. Minusvalía: Musc Esq. Integración
social. Independencia física”, por lo que “no controla esfínteres y no deambula” (cfr.
fs. 6). Debido a estas patologías, VLADIMIR, al momento del inicio del presente amparo,
realizaba un tratamiento en el Sanatorio FRANCHIN, al que accedía mediante la
cobertura de su obra social.
II.-1.- Respecto de la afectación que sufre el derecho a la salud integral de
VLADIMIR NICOLÁS, alegó que es explícito el incumplimiento por parte de la Ciudad de
las obligaciones que le vienen legal y humanitariamente impuestas, al privarlo de una
adecuada atención a su salud, ello a partir de la negativa actual de garantizar una
vivienda que cumpla con las condiciones necesarias que resguarden su salud y por lo
tanto, la vida. Entendió que éste integra el bienestar físico, psíquico y social de la
persona.
Asimismo, expuso que pese a las particularidades y necesidades de
VLADIMIR, la demandada no otorgó una solución con la celeridad que el caso requiere, a
efectos de efectivizar el derecho a la salud integral, a la vivienda y a la igualdad,
previstos en el art. 20 y 21 inc. 3) de la Constitución Local, art. 24 CIDN, art. 14 ley
26061, 15, 22, 23 ley 114; derecho del niño mental o físicamente impedido al disfrute
de un derecho a la igualdad (art. 16 CN, art. 23 de la Constitución de la CABA y art. 22
ley 114). Afirmó que conculca con ilegalidad y arbitrariedad manifiesta derechos y
garantías reconocidos por la Constitución de la Ciudad y la Constitución de la Nación.
Citó los arts. 33 y 43 de la CN “el derecho a la salud es corolario del
derecho a la vida, amparado implícitamente dentro de las garantías innominadas”, de
manera tal que todo desconocimiento de ese derecho queda descalificado como
inconstitucional, pudiendo buscarse la vía del amparo para hacerlo efectivo”.
Asimismo, destacó que la Ciudad asumió compromisos encaminados a
promover y facilitar las prestaciones de salud que requiera la infancia y no puede
desligarse fácilmente de esos deberes, máxime cuando lo que se encuentra en juego es
la garantía de prioridad de los niños (ley 114, ley 26.061, Convención sobre los
derechos del niño).
II.-2.- Respecto de la afectación que sufren en su derecho a una vivienda
digna, refirió que el acceso a una vivienda adecuada ha sido consagrado como un
derecho fundamental tanto en el derecho internacional como en nuestro sistema
constitucional.
Expresó que se encuentra contemplado en el artículo 14 bis de la
Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos que cuentan
con jerarquía constitucional, y de la Constitución de la CABA y normativa local (arts.
17, 20 y 31).
Arguyó que la vulneración al derecho a la vivienda adecuada tiene como
consecuencia la violación a otros derechos humanos fundamentales como ser la
autonomía personal, el derecho a la salud y el derecho a la igualdad.
Afirmó que las condiciones mínimas que debe reunir una vivienda adecuada
surgen de la Observación General Nº 4 del Comité del Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales. En dicha observación se deben tener en cuenta siete (7) aspectos
que pueden considerarse componentes invariables, en este caso destacó tres: “b)
disponibilidad de servicios, materiales, facilidades e infraestructuras; d) Habitabilidad
y e) Asequibilidad”.
Finalmente, sostuvo que la conducta de la demandadas importó en su caso
una violación al principio de no regresividad. Destacó que el sistema de hogares no es
una alternativa válida a lo hora de suplir el subsidio previsto en el Decreto 690/06.
Señaló que en el ámbito de la Ciudad se dictó la ley 314 (de crédito
individual previsto para el otorgamiento de créditos hipotecarios) BOCBA nº 928,
24/04/2000, que tiene como objeto “(…) instrumentar políticas de acceso a la vivienda
para uso exclusivo y permanente de hogares de escasos recursos en situación crítica
habitacional” y destinada a la “a) Compra o construcción de viviendas económicas
unifamiliar (…)”, cuyos solicitantes deberán superar la línea de la pobreza. Explicó que
la Defensoría del Pueblo señaló que desde el comienzo de la operatoria se vislumbra un
desfasaje entre la creciente demanda de ingreso y la respuesta otorgada por el GCBA,
por lo que sostuvo que el IVC restringió el universo de beneficiarios de forma
significativa. Otras variables tales como la desconfianza y el rechazo de los operadores
inmobiliarios junto con el incremento de los precios del suelo urbano tornan
prácticamente inviable el acceso a una vivienda propia.
Finalmente, hizo hincapié en la situación de vulnerabilidad legal en la que
se encontraba, al momento de iniciar la presente acción, junto a sus hijos, y en la tutela
legal que le confiere la ley 4042 y su respectiva interpretación jurisprudencial, en virtud
de la cual cabe otorgar prioridad a los grupos familiares con niños en todos los
programas de vivienda o hábitat que ejecuten con intervención del GCBA.
Por último, adjuntó prueba documental, ofreció informativa, e hizo reserva
de acudir al Tribunal Superior de Justicia y a la Corte Suprema. Confirió autorizaciones,
y solicitó se haga lugar a la demanda.
III.- A fs. 107, previo a resolver la medida cautelar peticionada, este
Tribunal señaló audiencia para el día 10/12/2013, a las 12:00 hs. a fin de contar con los
elementos suficientes para el dictado de ésta. Se citó a la actora, a la Asesoría Tutelar
interviniente y a las demandadas IVC y GCBA.
A fs. 160/161, luce el acta de la audiencia referida. En dicha ocasión, y
luego de una breve reseña del caso, el letrado del IVC explicó el sistema para el acceso
de un crédito hipotecario. Ante la propuesta de la Defensoría Oficial patrocinante a
efectos de evacuar la situación de emergencia habitacional hasta el momento de la
obtención del crédito, se acordó que la actora presentaría alternativas de vivienda, que
las demandadas evaluarían a fin de dar una respuesta.
Ello así, a fs. 170/170 vta., la actora ofreció una alternativa de vivienda en la
calle Uriburu al 200, de esta ciudad, que cumplimentaba con los requisitos especiales de
alojamiento que VLADIMIR necesita, con un depósito inicial de treinta y seis mil pesos
($ 36.000), un alquiler mensual de seis mil pesos (6.000) durante el primer año; siete
mil quinientos pesos ($ 7.500) en el segundo año y expensas mensuales de mil
doscientos pesos (a cargo de la actora). Luego de una comunicación efectuada entre la
Defensoría y el MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL, la actora puso de manifiesto que
de no encontrar la demandada una alternativa superadora accedería a su propuesta, lo
que así aconteció.
A fs. 177, atento a lo solicitado por la actora, se corrió traslado de la
demanda al GCBA y al IVC.
A fs. 180/193, contestaron el traslado de demanda ambas codemandadas,
representada por el Dr. ALFREDO GUSTAVO DI PIETRO, con el patrocinio letrado del Dr.
FERNANDO CONTI.
Inicialmente, negaron que el grupo familiar pueda ser considerado habitante
de la esta ciudad, que en la presente causa se encuentren afectados derechos y garantías
de rango constitucional, en particular el derecho a la vivienda y a la salud, que no cuente
con familiares que puedan asistirla, y que no hubiera brindado asistencia necesaria a
efectos de que la actora puedan vivir dignamente. Asimismo, desconocieron que se
encuentre en el estado de vulnerabilidad que describe y que carezca de los recursos
necesarios para solventar los gastos de una vivienda y que no pueda trabajar. Además,
negaron la autenticidad de la documental acompañada.
Negaron, igualmente, que el grupo familiar actor cumpla con todos los
requisitos exigidos con la normativa vigente para ser beneficiario del subsidio
habitacional, como así también de que se encuentre en riesgo de emergencia
habitacional, que tenga una precaria situación habitacional y que atraviese una situación
de vulnerabilidad social.
Finalmente, negaron categóricamente que el GCBA hubiera incurrido en
actos u omisiones manifiestamente ilegales o arbitrarias que en forma actual o
inminente lesionen derechos reconocidos por la Constitución Nacional, las leyes de la
Nación o la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.
Destacaron que el GCBA ha ido dictando normativa progresiva en materia
habitacional y que la Ciudad cumple con el precepto de otorgar prioridad a los más
desfavorecidos en el acceso a programas habitacionales.
En cuanto a los planteos de inconstitucionalidad efectuados en el escrito de
inicio manifestaron que no lograron desvirtuar la presunción de constitucionalidad de la
norma atacada.
Invocaron jurisprudencia en la materia, y pidieron la eximición de costas del
proceso por cuanto la actora actúa bajo el patrocinio del Ministerio Público, cuya
representación legal es de carácter gratuito.
Posteriormente, impugnaron el informe socio ambiental elaborado por la
Defensoría General y suscripto por la Licenciada MICAELA MALDONADO,
argumentando que el informe carecía de las condiciones de objetividad que debían
reunir, según su entender, los informes de esa naturaleza. Asimismo, agregaron que el
informe carecía de fundamentación, por lo que adujeron que debía ser tenido como una
simple manifestación de parte.
Finalmente, plantearon la cuestión federal y el caso constitucional,
ofrecieron prueba y solicitaron que, oportunamente, se rechace la demanda y se
impongan las costas por su orden.
A fs. 196/207, la actora acompañó copia simple del contrato de locación del
inmueble sito en Uriburu 204, 1º piso “b”, de esta ciudad, junto con los recibos de pago
del alquiler correspondientes. Asimismo, informó que se encontraba realizando las
gestiones pertinentes ante el IVC con el objeto de avanzar conforme lo acordado en la
audiencia.
A fs. 216, atento al tiempo transcurrido, se ordenó correr vista a la
Defensoría Oficial actora.
A fs. 220, con fecha 17/10/2014, la actora acreditó haber presentado la
solicitud de crédito (conforme lo acordado en la audiencia) ante el IVC. Asimismo,
acompañó copia de recibo de alquiler.
A fs. 221, en la misma fecha, de dicha presentación se corrió traslado a las
demandadas.
A fs. 224, con fecha 19/12/2014, la actora manifestó que se presentó en la
sede del IVC a efectos de obtener información acerca del estado de su trámite y le
informaron que en el mes de febrero de 2015 habría “novedades”.
A fs. 226, con fecha 06/03/2015, la actora solicitó se libre oficio al
mencionado instituto a fin de obtener información acerca del estado del trámite, lo que
fue ordenado a fs. 227.
A fs. 232, con fecha 17/04/2015, atento a lo solicitado a fs. 231, se ordenó
librar oficio reiteratorio.
A fs. 237, con fecha 23/06/2015, atento a lo solicitado a fs. 236, se ordenó
librar un nuevo oficio a ese instituto, intimándose al responsable del mentado organismo
a informar el estado del trámite gestionado por la actora, bajo apercibimiento de
aplicársele una multa diaria de cien (100) pesos.
A fs. 240, con fecha 21/08/2015, atento a lo solicitado a fs. 239, se libró
nueva cédula –con carácter personal dirigida al responsable del IVC a los mismos fines
señalados en el párrafo que antecede Dicha notificación se ordenó con habilitación de
días y horas inhábiles.
La cédula de notificación obra a fs. 241/241 vta.
A fs. 242, con fecha 18/09/2015, debido a que dicha cédula no se notificó
con carácter “Personal” solicitó se libre una nueva cédula, a fin de ser debidamente
diligenciada.
A fs. 243, se ordenó librar cédula, con carácter personal, la que luce a fs.
250/250 vta.
A fs. 245/247, con cargo de fecha 28/09/2015, luce la respuesta del IVC, de
la que se ordenó el pertinente traslado a fs. 248. De dicho informe surge que “(…) Cabe
señalar que la recurrente ha resultado favorecida en la selección de casos que se
realiza en el mes de febrero de 2015 (…)” y que “(…) Se hace saber que se ha
procedido a intentar reiteradamente el contacto telefónico (…) sin que se logre (…) la
correspondiente comunicación”
La Sra. Defensora Oficial se notificó de lo informado por el IVC a fs. 248
vta.
A fs. 252, la actora manifestó que con fecha 27/07/2015, se le informó a la
Sra. ÁVILA en el IVC que su trámite se encontraba en el proceso de evaluación.
Posteriormente, con fecha 09/11/2015, al presentarse nuevamente en esa sede, se le
informó que debido al tiempo transcurrido el otorgamiento del crédito del que fue
beneficiaria, había sido anulado. Destacó que en ningún momento se le informó de la
adjudicación.
Atento a ello, a fs. 253, con fecha 26/11/2015, se intimó al responsable del
IVC a informar el estado del trámite.
A fs. 254/254 vta., obra dicha cédula de notificación.
A fs. 256, con fecha 16/02/2016, atento al incumplimiento manifestado por
la actora, se intimó al responsable del IVC a informar el estado del trámite.
A fs. 259, con fecha 23/03/2016, se volvió a solicitar al IVC informar acerca
del trámite.
A fs. 261/264, con fecha 19/04/2016, la demandada IVC acompañó un
informe de fecha 01/04/2016, del que surgiría que la actora había resultado favorecida
en la selección de casos.
A fs. 265/273 vta., la actora acompañó la copia de la renovación del contrato
de locación del inmueble de la calle Uriburu 210, 1º piso “B”, cuya fecha de vigencia
corre a partir del 1º de febrero de 2016, hasta el 31 de enero de 2018, por un monto de
locación mensual de ONCE MIL PESOS ($ 11.000) durante el primer año y de QUINCE MIL
PESOS ($15.000) durante el segundo. Asimismo, sostuvo que el incremento del monto
del alquiler fue puesto en conocimiento de la demandada mediante la presentación
efectuada en mayo de 2016 como así también a través de diversas gestiones
administrativas. Ante la falta de respuesta, desde el mes de febrero de 2016 abonó SIETE

MIL QUINIENTOS PESOS ($7.500) restando una diferencia “a cuenta” de los ONCE MIL

PESOS ($11.000) mensuales a los que desde ese mes asciende el alquiler.
Acompañó las copias del contrato de locación, recibos de alquiler y solicitó
se readecue el monto del beneficio habitacional a la suma mensual de ONCE MIL PESOS

($ 11.000).
A fs. 274, con fecha 18/05/2016, se corrió traslado a las demandadas y a la
Asesoría Tutelar. Por otro lado, atento a la discordancia manifestada por la actora entre
lo informado por el IVC (con fecha 11/05/2016) y lo informado a fs. 261/264, se corrió
traslado al IVC, a efectos de que el mencionado organismo aclarara al respecto en el
plazo de dos días.
Asimismo, en la misma providencia, en atención a las constancias de autos
y a las facultades previstas en el art. 29 inc. 2) ap. a) del CCAyT, se convocó a la actora,
las demandadas y a la Asesoría Tutelar interviniente a una nueva audiencia para el día
01 de junio de 2016 a fin de tratar la solicitud de crédito efectuada por la actora y el
aumento del beneficio habitacional.
A fs. 275, se notificó la Asesora Tutelar.
A fs. 277/277 vta.; fs. 278/278 vta. y fs. 279/279 vta., obran las cédulas de
notificación dirigidas a la actora, a la demandada IVC y al GCBA (respectivamente).
A fs. 280/281 vta., el IVC contestó en legal tiempo y forma el traslado que
le fuera conferido. Manifestó que la actora se encontraba efectivamente seleccionada
como pre adjudicataria del crédito hipotecario individual solicitado en los términos de la
ley 341. Asimismo, rectificó el informe por el cual se había informado a la actora que no
se encontraba seleccionada.
A fs. 282, el GCBA contestó el traslado conferido con fecha 18/05/2016 y se
opuso a lo solicitado.
A fs. 284/285, la Defensoría actora manifestó que atento a lo informado por
el IVC a fs. 280/281, la SRA. ÁVILA se presentó el día 30/05/2016 nuevamente en ese
instituto, en donde se le entregó una copia simple suscripta por el Gerente de Créditos,
SR. GUSTAVO SCHNEIDER, mediante la cual se la notificó que se encontraba autorizada a
presentar en un plazo “(…) no superior a 60 (sesenta) días corridos, contados a partir
de la notificación de la presente, la documentación referente al inmueble propuesto”
(cfr. fs. 284/284 vta.). Asimismo, informó que el monto del crédito a otorgar de acuerdo
al grupo familiar ascendía a OCHOCIENTOS MIL PESOS ($ 800.000) no pudiendo superar
el valor de la propiedad el monto de UN MILLÓN DE PESOS ($ 1.000.000). Por otro lado,
reiteró que se intime al GCBA a readecuar el monto del beneficio habitacional a las
suma de ONCE MIL PESOS ($ 11.000), a fin de garantizar el derecho a la vivienda del
grupo familiar actor, teniendo en cuenta la problemática de salud de VLADIMIR ya
expuesta, hasta tanto pueda perfeccionarse la compra del inmueble a adquirir como
consecuencia del otorgamiento del crédito.
A fs. 294/294 vta., obra el acta de la audiencia celebrada el 01/06/2016. En
dicha ocasión, abierto el acto con la presencia de todas las partes, la Asesora Tutelar
interviniente contestó los traslados antes conferidos. El IVC, por su parte, informó que
el tope del crédito que ofrecía dicho instituto es de OCHOCIENTOS MIL PESOS ($
800.000), de acuerdo a los parámetros de la normativa vigente. Asimismo, se
comprometió a acompañar un nuevo listado de inmuebles con valores actualizados de
unidades disponibles en el marco de la operatoria crediticia prevista en la ley 341 e hizo
saber a la actora que existían opciones de inmuebles dentro de esos parámetros.
La Sra. Defensora Oficial informó que la Sra. ÁVILA junto a su ex marido
habían visto algunos inmuebles que surgían del listado propuesto por el IVC, pero que
dichos inmuebles no se adecuaban a las necesidades de VLADIMIR. Además, indicó que
los valores de los inmuebles que la actora había averiguado superaban el monto del
crédito que le otorgaría el IVC. Por otro lado, informó que la Sra. ÁVILA padecía de un
carcinoma de mama (cfr. la documentación adjuntada) y que el viernes de esa semana le
otorgarían fecha para ser intervenida quirúrgicamente. En dicha audiencia, se puntualizó
que la cuestión a resolver en forma urgente era el aumento del monto del subsidio y que
lo atinente al otorgamiento del crédito deberá evaluarse durante el transcurso del trámite
de las presentes.
El GCBA indicó que no tenía ningún ofrecimiento para efectuar, pese a
encontrarse debidamente notificado del traslado conferido.
En ocasión de la audiencia, se ordenó conferir traslado al GCBA y al IVC de
la documentación acompañada por la actora. Asimismo, se otorgó plazo de un (1) día
para que el GCBA se expida en relación al aumento del monto del subsidio solicitado
por la actora.
Encontrándose vencido el plazo, a fs. 296 pasaron las presentes a resolver, y
a fs. 297/306 vta., se hizo lugar a la medida cautelar solicitada, ordenándose al
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES - MINISTERIO DE HÁBITAT y DESARROLLO
HUMANO-que: garantizara al grupo familiar actor el acceso a una vivienda en
condiciones dignas, incluyéndolos en un programa habitacional que les permitiera
atender el valor actual del mercado y que garantice sus necesidades sanitarias. En forma
alternativa, se ordenó que se podría dar cumplimiento a lo ordenado a través de otro
medio diferente al subsidio, siempre que no fuera un parador u hogar, y que garantice la
satisfacción del contenido mínimo del derecho y las necesidades sanitarias de los
integrantes del grupo familiar, conforme a los parámetros de adecuación establecidos
por la Observación General 4º del Comité del Pacto de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales.
A fs. 307, se dispuso la remisión al MINISTERIO PÚBLICO TUTELAR, a
efectos de notificar la resolución de la medida cautelar requerida, y a fin de que
manifieste lo que estime corresponder en atención a que, a ese momento, VLADIMIR
NICOLÁS PETRUCCI había alcanzado la mayoría de edad.
A fs. 317/319, la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar nº 4 se
notificó de la resolución de la medida cautelar dictada en autos, acompañó informe
médico de VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI y manifestó mantener la representación de
éste, sin perjuicio de la representación legal ejercida por su madre.
A fs. 321/331 vta., la demandada apeló la medida cautelar y fundó el
recurso.
A fs. 336/336 vta., la parte actora denunció el incumplimiento de la medida
cautelar dictada, de lo cual se corrió traslado a la demandada, y oportunamente a la
Asesoría Tutelar.
A fs. 339, se procedió a la formación del incidente de apelación de la
medida cautelar, lo cual se cumplió a fs. 341.
A fs. 344/344 vta., el GCBA y el IVC, respondieron de manera conjunta el
traslado del planteo de incumplimiento de la medida cautelar dictada.
A fs. 346/347, contestó el traslado del planteo de incumplimiento de la
medida cautelar dictada la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar nº 4.
A fs. 348, se dispuso intimar a la Sra. MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL
del GCBA, Lic. GUADALUPE TAGLIAFERRI a acreditar el cumplimiento de la medida
cautelar ordenada en el plazo de cinco (5) días, bajo apercibimiento de fijarle una multa
de QUINIENTOS PESOS ($ 500) por cada día de retardo, la que se haría efectiva en la
persona de la funcionaria mencionada en su carácter de responsable del máximo nivel
de conducción del citado Ministerio del GCBA (art. 30 CCAyT).
A fs. 350, el GCBA y el IVC, de manera conjunta informaron sobre el
cumplimiento de la medida cautelar dictada en autos. A tal fin, expresaron que la actora
“se encuentra incluida en el programa “Atención para Familias en Situación de
Calle””, y “que se procedió a cargar las próximas cuotas de la amparista por la suma
de $6000 (pesos SEIS MIL) correspondientes al valor de alquiler que debe abonar en el
lugar donde residen conforme los parámetros establecidos como Estado de Mercado. A
sus efectos, en el mes de agosto percibirá la suma de 6400, en carácter de cuota y
retroactivo”. Finalmente, expusieron que “[p]revia evaluación de las condiciones
previstas según las necesidades sanitarias requeridas por la Sra. Ávila y conforme
parámetros de análisis sobre el monto correspondiente, la suma de referencia no podrá
exceder los $6.000” (cfr. fs. 350).
A fs. 351, se dispuso el traslado a la actora y al MINISTERIO PÚBLICO
TUTELAR de lo manifestado.
A fs. 352/353, la SUBSECRETARÍA DE FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y

COMUNITARIO, acompañó la información requerida a fs. 348.


A fs. 357/358 vta., la parte actora hizo saber que el día 2 de septiembre de
2016 fue sometida quirúrgicamente, y que por encontrarse en período post-operatorio se
vio, a ese momento, obstaculizada la búsqueda de inmueble para efectivizar el crédito
hipotecario individual que le fue pre-adjudicado.
Asimismo, expresó que se comunicó con los dueños de los inmuebles del
listado proporcionado por el IVC, y que los que en principio cumplirían con las
necesidades de su grupo familiar habían sido vendidos o el precio era mayor al que le
fue pre-adjudicado. Agregando que, según lo informado por distintas inmobiliarias, el
costo de un departamento que responda a las características de su grupo familiar tiene
un valor aproximado de UN MILLÓN DOSCIENTOS MIL PESOS ($1.200.000), por lo que
requirió se intime al IVC a proporcionar un listado de inmuebles actualizado que
responda a las necesidades específicas de su grupo familiar – 3 ambientes y que no
supere el precio de OCHOCIENTOS MIL PESOS ($800.000).
Finalmente, contestó el traslado dispuesto a fs. 351, requiriendo que se
intime al GCBA readecué el monto del beneficio habitacional a la suma de ONCE MIL

PESOS ($11.000).
A fs. 359, se tuvo por contestado en legal tiempo y forma el traslado
conferido a fs. 351, se tuvo presente lo manifestado, y se dispuso intimar a las
demandadas GCBA e IVC a acompañar en el plazo de diez (10) días un listado
actualizado y que cumpla las necesidades específicas del grupo familiar de la actora de
inmuebles disponibles para efectivizar el crédito hipotecario que le fue preadjudicado a
la Sra. CARINA ÁVILA.
A fs. 360/371, la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar nº 4,
acompañó informe de seguimiento realizado por el EQUIPO COMÚN DE INTERVENCIÓN
EXTRAJUDICIAL DE LAS ASESORÍAS TUTELARES DE PRIMERA INSTANCIA, manifestó que
el GCBA se encontraba atrasado en los pagos del alquiler de junio y julio, y detalló la
búsqueda de propiedades realizadas en virtud del crédito hipotecario pre-adjudicado a la
actora. Por último, expuso que de la presentación efectuada por el GCBA se desprendía
el incumplimiento deliberado por su parte de la medida cautelar, toda vez que en sede
administrativa y judicial se ha acreditado que el monto de mercado era de ONCE MIL

PESOS ($ 11.000). Asimismo, recordó que en la audiencia llevada a cabo en el marco de


las presentes actuaciones, se había acordado que la parte actora presentaría una
alternativa habitacional y que la demandada prestó conformidad con que la actora y sus
hijos residieran en el inmueble propuesto en la calle Uriburu 204.
A fs. 372, se tuvo presente el dictamen, el informe socio-ambiental y la
documental acompañada y se dispuso que se corriera traslado a la parte actora de lo
informado y de lo manifestado.
A. fs. 373/374, la parte actora contestó el traslado dispuesto. Primero,
expuso que se encontraba en riesgo su estabilidad habitacional por deber VEINTIDÓS MIL

TRESCIENTOS PESOS ($ 22.300), correspondientes a TRECIENTOS PESOS ($300) de junio,


y a los meses de julio y agosto en forma completa.
A fs. 375, en atención al tiempo transcurrido desde la notificación a la Sra.
MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL del GCBA, Lic. GUADALUPE TAGLIAFERRI (cfr. fs.
349/349 vta.) sin que acreditara el cumplimiento de la medida cautelar ordenada en
autos se hizo efectivo el apercibimiento dispuesto y se impuso una multa de QUINIENTOS
PESOS ($ 500) por cada día de retardo, desde el 3 de agosto de 2016, la que se haría
efectiva en la nombrada, en su carácter de funcionaria responsable del máximo nivel de
conducción del Ministerio mencionado (cfme. art. 30 del CCA yT). Asimismo, se
dispuso intimar a la Lic. TAGLIAFERRI para que en el plazo de dos (2) días de
cumplimento con la medida cautelar ordenada en autos.
A fs. 377/378, se presentó el Dr. ROBERTO JOSÉ MENDEZ, en representación
de la SUBSECRETARÍA DE FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO del MINISTERIO
DE HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO del GCBA, y acompañó un INFORME DEL

PROGRAMA PARA FAMILIAS EN SITUACIÓN DE CALLE que da cuenta de que se había


procedido a aumentar el monto del subsidio habitacional a la suma de $11.000 ( ONCE
MIL PESOS), y que se procedería a abonar conjuntamente con la cuota de octubre de
2016 las diferencias detectadas entre lo oportunamente abonado y el monto que surgía
del contrato suscripto por la actora, por un monto de TREINTA Y SEIS MIL

CUATROCIENTOS PESOS ($ 36.400). Y solicitó se tuviera por cumplido con la medida


cautelar dispuesta en autos.
A fs. 389/390, la Lic. GUADALUPE TAGLIAFERRI se presentó con el
patrocinio letrado de la Dra. FLAVIA SLEIMAN, y apeló el apercibimiento dispuesto en su
contra.
A fs. 390, se tuvo presente lo manifestado e informado por el
SUBSECRETARÍA DE FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO del MINISTERIO DE

HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO del GCBA y se hizo e saber a la actora mediante la


remisión de las presentes a la Defensoría Oficial actora (cfr. fs. 390 vta.).
A fs. 391, la parte actora se notificó del traslado dispuesto y expuso que una
vez efectuado el pago lo pondría en conocimiento del Tribunal.
A fs. 394/396, el GCBA y el IVC, de manera conjunta presentaron
reposición con apelación en subsidio.
A fs. 400/400 vta., se resolvió rechazar in limine el recurso de reposición
interpuesto por el IVC. Ello en virtud de que tal como había sido acordado en la
audiencia celebrada con fecha 01/06/2016, ese organismo se había comprometido a
acompañar un listado actualizado de unidades disponibles de particulares en el marco de
la operatoria crediticia ley 341 y a enviárselo a la Defensora por email. Ante lo cual, la
actora informó, a fs. 357, que dichos inmuebles (que cumplirían con las necesidades
específicas de su grupo familiar) habían sido vendidos o sus valores eran elevados para
solventar la suma que les había sido preadjudicada a través del crédito hipotecario. En
vista de esas circunstancias y en el contexto descripto es que a fs. 359 punto III se
ordenó al IVC que acompañe un listado actualizado de inmuebles disponibles que
puedan cubrir las necesidades del grupo familiar. Finalmente, en relación al recurso de
apelación deducido, se resolvió su rechazo por no encuadrar dentro de las previsiones
del artículo 20 de la ley 2145.
En cuanto al recurso de revocatoria -con apelación en subsidio- interpuesto
por el GCBA, se hizo lugar respecto de éste y, en consecuencia, se dejó sin efecto
únicamente en relación a él, la intimación a acompañar un listado actualizado y que
cumpla las necesidades específicas del grupo familiar de la actora de inmuebles
disponibles para efectivizar el crédito hipotecario que le había sido pre-adjudicado a la
Sra. CARINA ÁVILA.
Asimismo, se dispuso el traslado a la Asesoría Tutelar de la presentación
efectuada por la SUBSECRETARÍA DE FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO del
MINISTERIO DE HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO del GCBA.
A fs. 401/402 vta., la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar nº
4, tomó conocimiento de la presentación efectuada, acompañó informe sobre el
agravamiento del estado de salud y el tratamiento médico de la actora, indicó sobre los
cobros del subsidio habitacional informados por la actora e indicó que la Sra. ÁVILA no
había podido retomar la búsqueda de propiedad para adquirir debido a su situación
médica.
A fs. 403/404, en atención a lo informado por la Asesora Tutelar y las demás
constancias obrantes en autos, se dejó sin efecto el apercibimiento de multa ordenado
respecto de la Sra. MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL, Lic. GUADALUPE TAGLIAFERRI,
y se intimó a la nombrada a manifestar su intención respecto del recurso de apelación
interpuesto al respecto.
A fs. 410/413, el GCBA y el IVC, de manera conjunta acompañaron un
listado de inmuebles, del cual se dispuso el traslado a la actora y a la Asesoría Tutelar
(cfr. fs. 415).
A fs. 416, la Sra. MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL, Lic. GUADALUPE
TAGLIAFERRI, desistió del recurso de apelación interpuesto.
A fs. 423/423 vta., la parte actora contestó el traslado dispuesto, e informó
que su estado de salud limitaba considerablemente sus posibilidades de búsqueda de
inmuebles. Sin perjuicio de lo cual aclaró que el listado acompañado por la parte
demandada, en su mayoría eran los mismos a los presentados anteriormente, y que los
nuevos inmuebles incorporados al listado se encontraban en los barrios de Soldati,
Piedra Buena y la Boca, los cuales no se encontraban en las inmediaciones donde deben
permanecer, en atención a la asistencia médica que recibe la actora, en el barrio de
Almagro, ni al “Centro de día Manos con Manos” donde concurre su hijo VLADIMIR.
A fs. 425, la Sra. Asesora Tutelar se notificó de lo informado por la actora, y
solicitó se requiera al IVC a que acompañe un listado de propiedades a adquirir en
Palermo o Almagro, y que actualice el monto de Crédito Hipotecario.
A fs. 426, se dispuso intimar a las demandadas GCBA e IVC a acompañar
en el plazo de diez (10) días un nuevo listado de inmuebles disponibles en los barrios
allí mencionados ello atento a los requerimientos de salud y necesidades específicas que
el grupo familiar actor requiere. Asimismo, se dispuso se corriera traslado a las
demandadas GCBA e IVC y a la actora del planteo respecto de que actualice el monto
de Crédito Hipotecario
Finalmente, se ordenó correr traslado a las demandadas GCBA e IVC de lo
manifestado por la actora a fs. 423/423 vta. y la documental acompañada.
A fs. 429, la parte actora requirió la actualización del monto de Crédito
Hipotecario que le fuera otorgado por el IVC, de lo cual se dispuso traslado al GCBA y
al IVC.
A fs. 436/439, la demandada acompañó informe producido por el IVC, del
cual se ordenó traslado a la parte actora y al Ministerio Público Tutelar.
A fs. 441/441 vta., la parte actora manifestó que del listado acompañado,
solo dos inmuebles cumplían con lo requerido en cuanto a la ubicación territorial, y que
no había sido acompañado el teléfono de contacto de los propietarios a fin de
contactarlos. Por lo cual requirió se intime a las demandadas a acompañar los teléfonos
de contacto de los inmuebles, lo cual fue ordenado a fs. 442.
A fs. 443/444 vta., la Asesora Tutelar, acompañó un informe elaborado por
la LIC. MARILINA SAVASTANO, trabajadora social del ECIE, del que se desprendía que la
actora fue dada de alta médica y ha podido retomar su actividad laboral en tareas
livianas. Asimismo, informó que el canon locativo del inmueble donde habita la actora
aumentó a QUINCE MIL PESOS ($ 15.000) por lo cual a ese momento adeudaba la suma
de VEINTE MIL PESOS ($20.000). Por tal motivo, requirió se intime a las demandadas a
readecuar el monto del subsidio y contemplar el monto adeudado. Lo cual se hizo saber
a las partes.
A fs. 449, se tuvo presente lo manifestado por la Sra. Asesora Tutelar y se
hizo saber a las partes el informe acompañado.
A fs. 450/477, luce un informe de la D.G. DE ATENCIÓN INMEDIATA
(SSFFYC) MINISTERIO DE HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO DEL GCBA en el que
manifestaba haber otorgado el incremento del monto del subsidio con más la suma en
carácter retroactivo requerida, de lo cual a fs. 478, se dispuso el traslado a la actora y a
la Asesoría Tutelar interviniente.
A fs. 485, se dispuso traslado al IVC y GCBA respecto de la solicitud
efectuada por la actora y por la Asesora Tutelar a fin de que actualice el monto del
crédito hipotecario que fuera otorgado a la actora.
A fs. 486/509, luce un informe de la D.G. DE ATENCIÓN INMEDIATA
(SSFFYC) MINISTERIO DE HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO del GCBA en el que se
informó que se efectuaría el pago a partir del 10/05/2017 de los QUINCE MIL PESOS

($15.000) por el canon locativo, junto a la suma adeudada de VEINTE MIL PESOS

($20.000), lo cual a fs. 510, se hizo saber a la actora.


A fs. 515/516, el GCBA acompañó un listado de inmuebles propuesto por el
IVC indicando que el teléfono de contacto se encontraba al dorso de él, de lo cual se
corrió traslado a la parte actora y a la Asesoría Tutela (cfr. fs. 517).
A fs. 519/519 vta., la parte actora informó respecto de los pagos efectuados
por el GCBA y que se había comunicado telefónicamente con los titulares de los dos
inmuebles que cumplían, a su entender, con el requisito de ubicación territorial del
listado propuesto por el IVC, quienes informaron que no se encontraban disponibles las
propiedades.
A fs. 521/521 vta., la Sra. Asesora Tutelar requirió se intime a la actora a
informar si se había acercado a las oficinas del IVC a fin de peticionar la actualización
del monto y el resultado de la gestión, y que se abra la causa a prueba.
A fs. 522/522 vta., se corrió traslado de lo requerido por el Ministerio
Público a la actora y, se abrió la causa a prueba. A tal efecto, se intimó al GCBA para
que acompañe un informe elaborado por el EQUIPO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DE
LOS BENEFICIARIOS DEL PROGRAMA DE ATENCIÓN A FAMILIAS EN SITUACIÓN DE

CALLE, que necesariamente indicara las derivaciones u orientaciones brindadas a la


amparista a fin de superar su situación de emergencia habitacional, así como la situación
socio económica y de salud de todos los miembros de la familia, específicamente de:
VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI; IARA PETRUCCI; MILENA PETRUCCI y SANTIAGO
EZEQUIEL PETRUCCI, bajo apercibimiento de que se autorizara al Ministerio Público
Tutelar a realizar un informe social por intermedio de sus trabajadoras sociales.
A fs. 523, la parte actora informó que no se había presentado ante el IVC en
forma personal a requerir el aumento del beneficio, pero que se presentaría a la
brevedad e informaría sobre los resultados de las gestiones. Asimismo, hizo saber que
no había logrado encontrar un inmueble acorde a las necesidades particulares de su
grupo familiar.
A fs. 546/549 vta., luce el informe socio ambiental elaborado por la S.S. DE
FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO DEL MINISTERIO DE HÁBITAT Y

DESARROLLO HUMANO del GCBA, el cual se tuvo presente e hizo saber a la Defensoría
Oficial y a la Asesoría Tutelar (cfr. fs. 550).
A fs. 555, la parte actora señaló respecto del informe socio ambiental
acompañado, que el crédito hipotecario otorgado por el IVC ascendía a la suma de
OCHOCIENTOS MIL PESOS ($ 800.000) y que se encontraba realizando gestiones a fin de
renovar su contrato de alquiler.
A fs. 556/556 vta., atento a que la Defensoría actora había solicitado la
readecuación del monto otorgado en carácter de crédito hipotecario –lo cual también
había sido solicitado por la Asesoría Tutelar interviniente- y a que la actora había
manifestado no haber podido a ese momento presentarse en el IVC a fin de requerir el
aumento del mencionado beneficio, se requirió a la actora que manifestara si efectuó
algún tipo de presentación para tales efectos.
A fs. 558, la parte actora informó que se había constituido ante el IVC a fin
de solicitar la readecuación del monto otorgado en carácter de crédito hipotecario, y que
se le había informado que “debido al tiempo transcurrido sin que se presentara una
propuesta para la adquisición de un inmueble y a que el organismo no cuenta con
presupuesto, el crédito se encuentra suspendido”. De lo cual, a fs. 559, se dispuso
traslado a la Asesoría Tutelar.
A fs. 560, la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar de Primera
Instancia n° 4 del fuero, se notificó del informe socio ambiental, de lo manifestado por
la actora respecto de la renovación del contrato de alquiler y de la reactivación del
crédito ante el IVC y requirió a la actora CARINA ÁVILA que informara si había iniciado
algún tipo de acción civil con el fin de determinar la capacidad de VLADIMIR NICOLÁS
PETRUCCI.
A fs. 564, la parte actora informó que se encontraba realizando las gestiones
administrativas previas al inicio de la acción civil con el fin de determinar la capacidad
de VLADIMIR, lo cual se notificó a la Asesoría Tutelar a fs. 567.
A fs. 570/577, obra el dictamen de la Asesoría Tutelar.
A fs. 580/582, obra el dictamen del Ministerio Público Fiscal.
A fs. 584/617, la actora acompañó la copia de la renovación del contrato de
locación del inmueble de la calle Uriburu 210, 1º piso “B”, cuya fecha de vigencia corre
a partir del 1º de abril de 2018, hasta el 31 de marzo de 2020, por un monto de locación
mensual de DIECINUEVE MIL QUINIENTOS PESOS ($ 19.500) durante el primer año y de
VEINTICUATRO MIL QUINIENTOS PESOS ($ 24.500) durante el segundo. A su vez, el
proyecto de renovación del contrato de alquiler actualiza el depósito oportunamente
efectuado por el GCBA a la suma de CUARENTA Y NUEVE MIL PESOS ($49.000), por lo
que habiendo en su oportunidad entregado el monto de TREINTA Y SEIS MIL PESOS

($36.000) restaría entregar la suma de TRECE MIL PESOS ($13.000). Asimismo, sostuvo
que el incremento del monto del alquiler había sido puesto en conocimiento de la
demandada mediante oficio n° 215/18 dirigido a la COORDINADORA GENERAL DEL

PROGRAMA DE ATENCIÓN A FAMILIAS EN SITUACIÓN DE CALLE el 28 de marzo del


corriente año, y que el 11 de abril del presente año, ante el silencio evidenciado, se
diligenció oficio reiteratorio a fin de que preste su conformidad con la suscripción del
contrato de locación mencionado.
Acompañó las copias del contrato de locación, recibos de alquiler,
certificado de discapacidad de VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI y solicitó se intime a la
parte demandada a manifestarse respecto a su conformidad con la suscripción del
contrato de locación mencionado.
A fs. 618, se ordenó correr traslado a la contraria de la presentación
efectuada y de la documental acompañada.
A fs. 620/622, la parte actora solicitó se intime a la demandada a dar
respuesta al traslado ordenado.
A fs. 623, se dispuso que previo a proveer lo solicitado, se corriera traslado
al Ministerio Público Tutelar de la presentación de fs. 584/617.
A fs. 624, la Asesora Tutelar se notificó de lo manifestado por la actora, y
entendió que correspondía expedirse sin más respecto de la pretensión de fondo.
A fs. 627, pasaron los autos a dictar sentencia, lo cual fue dejado sin efecto a
fs. 628, toda vez que IARA MILENA PETRUCCI habría alcanzado la mayoría de edad, por
lo cual se dispuso que se la citara a estar a derecho a fin de que tomara la intervención
que le compete o manifestara lo que por derecho corresponda. Lo cual fue notificado a
la demandada a fs. 636, a IARA MILENA PETRUCCI a fs. 630/630 vta., a la actora a fs.
631, y a la Asesoría Tutelar a fs. 633.
A fs. 629, se dispuso intimar a la actora a que constituya domicilio procesal
en el perímetro de esta Ciudad, conforme lo dispuesto por el artículo 34 del CCAyT.
A fs. 630/630 vta., IARA MILENA PETRUCCI se presentó por derecho propio
con el patrocinio letrado de la Sra. Defensora Oficial ante los Juzgados de Primera
Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Dra. A. LORENA LAMPOLIO y
denunció su domicilio real, donde también lo constituyó.
A fs. 631/631 vta., la actora CARINA ELISABET AVILA denunció su domicilio
real y allí lo constituyó.
A fs. 632/632 vta., se tuvo por presentada a IARA MILENA PETRUCCI, por
parte y por constituido el domicilio, se tuvo por constituido el domicilio de la actora, y
se ordenó que se cumpla con la remisión anteriormente ordenada al MINISTERIO
PÚBLICO TUTELAR.
A fs. 633, la Sra. Asesora Tutelar a cargo de la Asesoría Tutelar nº 4 se
notificó respecto de lo resuelto sobre la mayoría de edad de IARA MILENA PETRUCCI, se
remitió a lo dictaminado a fs. 570/577 vta., y solicitó se haga lugar a la acción de
amparo de acuerdo a lo allí dictaminado.
A fs. 637, se tuvo por notificada a la Sra. Asesora Tutelar de las resoluciones
de fs. 628, 629 y 632/632 vta. y se tuvo presente la remisión al dictamen respecto de la
pretensión de fondo.
A fs. 640, la parte actora solicitó se dicte sentencia, por lo cual, a fs. 641
pasaron las presentes a dictar sentencia.
Y CONSIDERANDO:
I.- La presente acción de amparo persigue como objeto que se garantice al
grupo familiar actor el acceso a una vivienda digna que particularmente atienda las
necesidades de salubridad –habitacionales, de infraestructura e higiene– requeridas para
el debido tratamiento de la afección de salud de su hijo, VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI
y de la actora CARINA AVILA. Resulta, entonces, ineludible determinar los alcances de
este derecho en nuestro ordenamiento jurídico.
Es la propia Constitución Nacional quien, en su artículo 14 bis, último
párrafo, establece: “El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que
tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: (…) el
acceso a una vivienda digna.”
A efectos de lograr una cabal comprensión de dicha cláusula, el intérprete
debe abandonar la tentación de llevar adelante su tarea a partir de una lectura aislada. Su
verdadero sentido únicamente podrá ser advertido tomando como eje el sistema en que
se encuentra incorporada.
Dicho sistema resulta, en primer lugar, de la caracterización que el derecho
a la vivienda digna adquiere a partir de la constitucionalización de una serie de tratados
de derechos humanos que lo contienen (conf. art. 75 inc. 22, CN). En segundo lugar,
luego de determinada la configuración del derecho que surge de aquellos cuerpos
normativos, del ejercicio de las atribuciones que los poderes constituidos poseen a
efectos de reglamentar y garantizar su goce (conf. arts. 14, 28, 31 y 75 inc. 23, CN).
I.1.- Siguiendo dicho orden de análisis, habrá que sumergirse en la
regulación del derecho que emana de los tratados que integran el denominado “bloque
de constitucionalidad federal.”
Así, la DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS DERECHOS Y DEBERES DEL

HOMBRE, en su artículo XI, impone la realización de medidas relativas a vivienda a


efectos de garantizar el derecho a la salud, reconociendo la interdependencia entre
ambos.
Por su parte, la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS, en su
artículo 25, dispone que el derecho a un nivel de vida adecuado impone asegurar “en
especial” la vivienda.
Finalmente, el PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS,
SOCIALES Y CULTURALES contiene una de las regulaciones más desarrolladas sobre el
derecho en examen. En su artículo 11, punto 1, expresa: “Los Estados partes en el
presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para
sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora
continua de las condiciones de existencia. (...)”.
Para lograr su efectividad, de acuerdo a lo establecido en el artículo 2, punto
1: “Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar
medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación
internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos
de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados,
inclusive en particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los
derechos aquí reconocidos.”
Resulta necesario ahora destacar que la aplicación de los instrumentos
mencionados, conforme lo exige el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional,
debe ser en “las condiciones de su vigencia”. Esta expresión indica tanto el modo en
que fueron aprobados y ratificados por nuestro Estado, como el alcance interpretativo
dado por la jurisprudencia internacional.
En este punto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha expresado: "…
esto es, tal como la Convención citada efectivamente rige en el ámbito internacional y
considerando particularmente su efectiva aplicación jurisprudencial por los tribunales
internacionales competentes para su interpretación y aplicación. De ahí que la aludida
jurisprudencia deba servir de guía para la interpretación de los preceptos
convencionales (…)” (CSJN, 1995, Giroldi, Fallos, 318:514). También incluyó como
guía para la interpretación y aplicación de la Convención a las opiniones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CSJN, 1996, Bramajo, Fallos, 319:1840).
Respecto de las decisiones y recomendaciones de los Comités de
Seguimiento de los Tratados Internacionales, ha expresado “…cuadra poner de relieve
la actividad del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, por cuanto
constituye el intérprete autorizado del PIDESC en el plano internacional y actúa,
bueno es acentuarlo, en las condiciones de vigencia de éste, por recordar los términos
del art. 75, inc. 22, de la Constitución Nacional” (CSJN, Aquino, 2004, Fallos, 2652.
XXXVIII).
En idéntico sentido expresó: “El Comité de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales, que constituye el intérprete autorizado del Pacto homónimo en el plano
internacional y cuya interpretación debe ser tenida en cuenta ya que comprende las
“condiciones de vigencia” de este instrumento que posee jerarquía constitucional en
los términos del art. 75, inc. 22, de la Constitución Nacional” (CSJN, Torillo, 2009,
Fallos, 332:709).
Una vez establecida la relevancia constitucional de las decisiones y
recomendaciones de los Comités de Seguimiento de los Tratados Internacionales, habrá
que detenerse en lo actuado por el COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y

CULTURALES, órgano que supervisa la aplicación del Pacto Internacional por los Estados
Partes.
En su Observación General n° 3, analizando el alcance de las obligaciones
asumidas por los Estados, concluye que “corresponde a cada Estado Parte una
obligación mínima de asegurar la satisfacción de por lo menos niveles esenciales de
cada uno de los derechos.” Ello, toda vez que “Si el Pacto se ha de interpretar de tal
manera que no establezca una obligación mínima, carecería en gran medida de su
razón de ser.” En dicho entendimiento se establece que “Para que cada Estado Parte
pueda atribuir su falta de cumplimiento de las obligaciones mínimas a una falta de
recursos disponibles, debe demostrar que ha realizado todo esfuerzo para utilizar todos
los recursos que están a su disposición en un esfuerzo por satisfacer, con carácter
prioritario, esas obligaciones mínimas.” (párr. 10).
Resta, a los efectos del presente caso, explicitar que considera el Comité un
nivel esencial mínimo del derecho a la vivienda. Dicha tarea es efectuada en su
Observación General n° 4. En ella afirma que “el derecho a la vivienda no se debe
interpretar en un sentido estricto o restrictivo que lo equipare, por ejemplo, con el
cobijo que resulta del mero hecho de tener un tejado por encima de la cabeza... Debe
considerarse más bien como el derecho a vivir en seguridad, paz y dignidad en alguna
parte..." (párr. 7).
Para definir y señalar un núcleo mínimo del derecho a una "vivienda
adecuada", el Comité estableció siete factores o aspectos que deben estar presentes y
ser tenidos en cuenta en cualquier contexto: 1) la seguridad jurídica de la tenencia, que
garantice una protección legal contra el desahucio, el hostigamiento y otras amenazas;
2) la disponibilidad de los servicios, materiales, facilidades e infraestructura, que
incluye el acceso a servicios indispensables para la salud, la seguridad, la comodidad y
la nutrición, como así también a recursos naturales como el agua potable y a los
servicios e instalaciones sanitarias; 3) gastos soportables, esto es, que los gastos
personales o del hogar que entraña la vivienda sean de un nivel que no impida ni
comprometa el logro y la satisfacción de otras necesidades básicas; 4) la habitabilidad,
incluida la protección contra el frío, la humedad, el calor, la lluvia, el viento u otras
amenazas para la salud; 5) asequibilidad, esto es el acceso pleno y sostenible para los
grupos en situación de desventaja a los recursos adecuados para conseguir una vivienda,
teniendo prioridad los ancianos, los niños, las personas con discapacidades físicas,
enfermos terminales, los individuos VIH positivos, las personas con problemas médicos
persistentes, aquellos que encuentran afectada su salud mental y las víctimas de
catástrofes naturales, entre otros; 6) el lugar, esto es que la vivienda se sitúe donde
resulte posible el acceso a las opciones de empleo, los servicios de atención de la salud,
establecimientos escolares; y 7) la adecuación cultural de la vivienda, referido a la
manera en que se construye la vivienda, los materiales de construcción utilizados y las
políticas en que se apoyan que deben permitir adecuadamente la expresión de la
identidad cultural y la diversidad de la vivienda.
A efectos de terminar de circunscribir los márgenes del derecho a la
vivienda digna en el vértice de nuestro ordenamiento, resulta necesario detenerse en su
regulación constitucional local.
En este sentido, la Constitución de la Ciudad establece que “[r]igen todos
los derechos, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional, las leyes de la
Nación y los tratados internacionales ratificados y que se ratifiquen. Estos y la presente
Constitución se interpretan de buena fe. Los derechos y garantías no pueden ser
negados ni limitados por la omisión o insuficiencia de su reglamentación y ésta no
puede cercenarlos” (art. 10 CCABA).
En particular, el artículo 31 reconoce “el derecho a una vivienda digna y a
un hábitat adecuado.” Avanza también respecto de su reglamentación, al afirmar que la
Ciudad “1. Resuelve progresivamente el déficit habitacional, de infraestructura y
servicios, dando prioridad a las personas de los sectores de pobreza crítica y con
necesidades especiales de escasos recursos (…)”.
En la misma línea, establece: “La Ciudad desarrolla políticas sociales
coordinadas para superar las condiciones de pobreza y exclusión mediante recursos
presupuestarios, técnicos y humanos. Asiste a las personas con necesidades básicas
insatisfechas y promueve el acceso a los servicios públicos para los que tienen menores
posibilidades” (art. 17 CCABA).
Asimismo, reconoce el derecho a la salud integral “directamente vinculada
con la satisfacción de necesidades de alimentación, vivienda, trabajo, educación,
vestido, cultura y ambiente” (art. 20 CCABA).
I.2.- Continuando con el orden establecido al comienzo de este apartado,
habiendo determinado ya la configuración del derecho a la vivienda en la cima de
nuestro ordenamiento jurídico, resulta necesario ahora definir el alcance de las
atribuciones que los poderes constituidos tienen a fin de reglamentar y garantizar su
goce (conf. arts. 14, 28, 31 y 75 inc. 23, CN).
I.2.1.- En nuestro sistema constitucional, el único poder del estado al que se
confiere la atribución de reglamentar derechos es al Legislativo. Por esta razón, se
dispone su goce “conforme las Leyes que reglamenten su ejercicio”, delicada misión
que encuentra su límite en la imposibilidad de alterarlos (conf. arts 14 y 28, CN).
Es el legislador, depositario de la voluntad general, “a quien le corresponde
reglamentar los derechos acordados por la Constitución y, sin alterar su espíritu, es él
quien debe elegir la política así como los mecanismos para dar satisfacción, en este
caso, a las necesidades de vivienda y hábitat adecuado. Asignar a los legisladores esa
atribución responde a su origen representativo, en virtud del cual también son ellos
quienes aprueban el presupuesto, conocen las diversas necesidades a satisfacer por el
estado y resuelven el manejo de las prioridades en juego. El plan de gobierno surge de
la labor parlamentaria en la que conviven, cada uno con competencias propias, tanto
la rama legislativa como la ejecutiva. Además, a ésta última le corresponde, por regla,
ejecutar, dentro del margen que la ley le acuerde, las políticas públicas decididas por el
Legislador” (TSJ, 12/V/2010, “Alba Quintana, Pablo c/ GCBA y otros s/ amparo (art.
14 CCABA) s/ recurso de inconstitucionalidad concedido”, Expte. EXP. 6754/09).
Nos encontramos frente a una hipótesis en que la reserva de ley no admite
excepciones a favor de la actuación de otros poderes. En este sentido, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha determinado, en la Opinión Consultiva 6/86,
que las leyes que impulsan restricciones al ejercicio de los derechos deben serlo en
sentido formal y material, esto es: “…actos normativos enderezados al bien común,
emanados del Poder Legislativo democráticamente elegido y promulgados por el Poder
Ejecutivo” (párr. 35).
A su vez, el PIDESC establece en su artículo 4°: “Los Estados Partes en el
presente pacto reconocen que, en ejercicio de los derechos garantizados conforme al
presente pacto por el Estado, este podrá someter tales derechos únicamente por ley,
sólo en la medida compatible con la naturaleza de esos derechos y con el exclusivo
objeto de promover el bienestar general en una sociedad democrática.”
La libertad de configuración del derecho a través de la reglamentación legal
se encuentra, en consecuencia, acotada. Es que el legislador, además de cumplir con las
pautas ya señaladas, debe de acuerdo al texto constitucional, “(l)egislar y promover
medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de
trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y
por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular
respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad” (art.
75, inc. 23, CN).
Teniendo en cuenta dichos parámetros, habrá que examinar la
reglamentación del derecho a la vivienda digna que, en el ámbito de la Ciudad, ha
realizado la Legislatura local.
Ya en el año 2000, la ley 341 (BOCBA N° 928 del 24/04/2000) estableció
en su artículo 1º que “(e)l Poder Ejecutivo, a través de la Comisión Municipal de la
Vivienda, instrumentará políticas de acceso a vivienda para uso exclusivo y permanente
de hogares de escasos recursos en situación crítica habitacional, asumidos como
destinatarios individuales o incorporadas en procesos de organización colectiva
verificables, a través de cooperativas, mutuales o asociaciones civiles sin fines de
lucro, mediante subsidios o créditos con garantía hipotecaria”. En el artículo 5º
enunció los posibles beneficiarios y, en el artículo 6º, los casos en los que se confiere
prioridad para acceder a los beneficios.
Posteriormente, en el año 2004, con la sanción de la ley 1251 (BOCBA Nº
1853 del 08/01/2004), se creó el “Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires” (IVC), organismo de aplicación de las políticas de vivienda del Gobierno
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (art. 2º). Conforme el artículo 3º, dicho sujeto
“tiene por objeto la ejecución de las políticas de vivienda del Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Asesora al Jefe de Gobierno en la materia de su
competencia de acuerdo a lo establecido en el art. 31 de la Constitución de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y de conformidad a los principios generales establecidos en
la ley”.
Entre los principios rectores del accionar, se encuentran: “a) Contribuir al
acceso a la vivienda digna a todos los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, imposibilitados por razones económicas y sociales de acceder a la misma por
cualquiera de los medios regidos por el sector privado y que requieran de la
participación del sector público para lograrlo, priorizando lo enmarcado en el inc. 1
del Art. 31 de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (…) b)
Propender a reducir, mediante políticas activas, el déficit habitacional (…) c) Promover
el efectivo ejercicio del derecho al hábitat y a la vivienda de todos los habitantes de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (...) d) Promocionar la demanda y estimular la
oferta de vivienda" (conf. art. 4°). En el art. 5º se establece los grupos familiares a los
que se les otorgará preferencia por encontrarse integrados por niñas, niños y
adolescentes; personas con necesidades especiales y de escasos recursos.
En tiempo reciente, la legislatura porteña sancionó la ley 3706 (BOCBA Nº
3680 del 08/06/2011) de protección integral y garantía integral de los derechos de las
personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle. En el artículo 2º se
definen las situaciones comprendidas bajo estos conceptos: “se consideran personas en
situación de calle a los hombres o mujeres adultos/as o grupo familiar, sin distinción de
género u origen que habiten en la calle o espacios públicos de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires en forma transitoria o permanente y/o que utilicen o no la red de
alojamiento nocturno (…) se consideran personas en riesgo a la situación de calle a los
hombres o mujeres adultos o grupo familiar, sin distinción de género u origen, que
padezcan al menos una de las siguientes situaciones: 1) Que se encuentren en
instituciones de las cuales egresarán en un tiempo determinado y estén en situación de
vulnerabilidad habitacional. 2) Que se encuentren debidamente notificados de
resolución administrativa o sentencia judicial firme de desalojo. 3) Que habiten en
estructuras temporales o asentamientos, sin acceso a servicios o en condiciones de
hacinamiento”.
Asimismo, enumera una serie de deberes que pesan sobre la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, entre ellos “(l)a remoción de obstáculos que impiden a las
personas en situación de calle o en riesgo a la situación de calle la plena garantía y
protección de sus derechos, así como el acceso igualitario a las oportunidades de
desarrollo personal y comunitario (…) La formulación e implementación de políticas
públicas en materia de salud, educación, vivienda, trabajo, esparcimiento y cultura
elaboradas y coordinadas intersectorial y transversalmente entre los distintos
organismos del estado” (conf. art. 4º, inc. a y b).
En el artículo 8º se establece que la articulación de los servicios y de las
funciones tanto en la centralización, coordinación y derivación así como en la red socio
asistencial de alojamiento nocturno y de la asistencia económica, tienen como objetivo
la superación de la situación de calle o riesgo a la situación de calle.
El legislador establece así una serie de reglas específicas en materia
habitacional que se ven perfeccionadas con la ley 4036, de “Protección integral de los
Derechos Sociales para los ciudadanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”,
donde se instituye el “acceso prioritario de aquellos en estado de vulnerabilidad social
y/o emergencia a las prestaciones de las políticas sociales que brinde el Gobierno de la
Ciudad de acuerdo con los principios establecidos en los artículos 17 y 18 de la
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires”.
Dicha norma, al igual que la ley 3706, “se sustenta en el reconocimiento
integral de los Derechos y Garantías consagrados en la Constitución Nacional, los
Tratados Internacionales en los que el Estado Argentino sea parte y la Constitución de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” (conf. art. 2º, Ley 4036).
En el art. 6º se define como vulnerabilidad social “…la condición social de
riesgo o dificultad que inhabilita, afecta o invalida la satisfacción de las necesidades
básicas de los ciudadanos.” Asimismo, se explicita que personas en situación de
vulnerabilidad social son “aquellas que por razón de edad, género, estado físico o
mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran
dificultades para ejercer sus derechos”.
En el art. 5º, se estipula que las políticas sociales deberán comprender
prestaciones que impliquen recursos de carácter económico, técnico y material. En el
art. 7º, se enumeran los requisitos mínimos para percibir prestaciones económicas y en
el artículo 8º las circunstancias que deberán tenerse en cuenta para el acceso a ellas: “El
acceso a las prestaciones económicas de las políticas sociales será establecido por la
autoridad de aplicación contemplando los ingresos por hogar, de acuerdo a las
circunstancias socioeconómicas, de emergencia y/o en función de la demanda efectiva.
En ningún caso podrá ser inferior a la Canasta Básica de alimentos establecida por el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) o el organismo que en el futuro lo
reemplace”.
Asimismo, el artículo 25 inciso 3, entre las acciones que llevará adelante EL

GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS Aires, establece la de “brindar alojamiento para


aquellas personas con discapacidad que se hallen en situación de vulnerabilidad
social”.
Finalmente, cabe mencionar que la ley 4.042 prioriza en el acceso a los
programas de vivienda o hábitat a los grupos familiares con niñas, niños y adolescentes.
I.2.2.- De la reseña efectuada emerge el bloque de juridicidad, en relación al
derecho humano a una vivienda digna, compuesto por las normas constitucionales, el
sistema internacional de derechos humanos, la Constitución de la Ciudad y las leyes
emanadas de la Legislatura porteña.
Se encuentra pendiente el examen de los deberes y atribuciones que en
dicho marco corresponden a otro de los poderes, el GOBIERNO DE LA CIUDAD
AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, demandado en autos.
Se ha adelantado que no resulta posible que pretenda reglamentar el derecho
consagrado en la Constitución Nacional y Local y el sistema internacional de derechos
humanos.
Sin perjuicio de ello, su tarea dista de ser menor. Es el encargado de lograr
una efectiva “gestión del derecho con causa primaria en la Constitución” (D´ARGENIO,
Inés A., “Trascendencia Institucional del Litigio de Derecho Público”, en “Código
Procesal Administrativo de la Provincia de Buenos Aires –La Justicia Administrativa”,
ISABELLA, Diego P., (DIR)- Tº I, Ediciones Rap, Buenos Aires, 2010, pp. 27-28). Es
necesario destacar nuevamente que la operatividad y contenido del derecho a la
vivienda digna surge directamente de la urdimbre constitucional. Ahora bien, la
administración será la encargada de garantizar su efectividad. Ello, “(e)s un
razonamiento que se integra en el marco general de la juridicidad que define el
ejercicio de la función administrativa, sin intersticios, superando toda posibilidad de
existencia de situaciones jurídicas subjetivas provenientes de una decisión o
manifestación de poder” (D´ARGENIO, Inés A., “La Administración Pública. Crisis del
Sistema Autoritario”, Librera Editora Platense, La Plata, 2012, p. 198).
De conformidad con lo dispuesto por el art. 31 de la Constitución Nacional
y el art. 10 de la Constitución de la Ciudad, toda la actividad que desarrolla el Gobierno
de la Ciudad se encuentra subordinada a la Constitución, los tratados y las leyes.
Existiendo, tal como se ha adelantado, un sistema que regula el alcance del derecho a la
vivienda digna, su deber es concretarlo.
No existe un único medio para concretar dicho fin, basta con asegurar que la
alternativa elegida dé una respuesta suficiente y adecuada, garantizando un umbral
mínimo de efectividad del derecho. Para dicha tarea podrá emplear al INSTITUTO DE

VIVIENDA, quien como se ha adelantado “tiene por objeto la ejecución de las políticas
de vivienda del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.” (conf. art. 3, ley
1251).
I.2.3.- Definidos los alcances del derecho a la vivienda digna y la actuación
que cabe a los poderes Legislativo y Ejecutivo, corresponde discernir el escenario de
intervención del Poder Judicial.
Si a partir de la trama constitucional el derecho a la vivienda digna irrumpe
con un contenido identificable, en aquellos casos en que un titular del derecho alegue su
frustración, por deficiencias en la reglamentación del Legislativo o por la actuación
disfuncional de la administración, corresponde al Poder Judicial resolver el conflicto.
Es que, tal como ha señalado la CSJN en “Q.C., S.Y. c/ Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires s/Amparo”, los jueces deben controlar la razonabilidad de las
medidas llevadas adelante por los restantes poderes a efectos de garantizar la efectividad
del derecho a la vivienda digna. Pues resulta inadmisible el incumplimiento de
garantías mínimas indispensables para que una persona sea considerada como tal. Una
sentencia que se aleje de dicho parámetro en lugar de expresar el gobierno del derecho
determinaría su fracaso. Se cumpliría, en ese caso, el presagio de BENJAMÍN, y la
decisión adoptada estaría incluida en su aserción “No hay nunca un documento de la
cultura que no sea, a la vez, uno de la barbarie” (BENJAMÍN, Walter, “Sobre el
Concepto de Historia”, en Estética y Política, Las Cuarenta, Buenos Aires, 2009, p.
138).
En idéntico sentido, también frente a un caso en que se alegaba la
frustración del derecho a la vivienda digna, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires interpretó que corresponde a los jueces realizar “un escrutinio de
razonabilidad y (…) disponer medidas en casos extremos, en cuanto se verifique la
afectación de un núcleo esencial que atañe al reconocimiento mínimo e impostergable
de tales bienes jurídicos (SCBA, 3/VII/2013, “B. A.F c/ Provincia de Buenos Aires s/
amparo”).
A modo de síntesis, cabe concluir que corresponde al Poder Judicial
controlar la razonabilidad de las medidas llevadas adelante por los restantes poderes, y,
en su caso, ordenar el cumplimiento del contenido mínimo que caracteriza al derecho en
el dispositivo constitucional.
II.- Examinado el bloque de juridicidad que rige en relación al derecho
humano a una vivienda digna, es preciso analizar la situación de hecho que motivó la
interposición de la presente acción de amparo y como lo han exigido las tres salas de la
Cámara de Apelaciones “determinar la situación de vulnerabilidad social del
peticionario” y si “perdura la necesidad de asistencia estatal”.
Conforme surge de las constancias acompañadas a la causa, se encuentra
acreditado que la señora CARINA ELISABET ÁVILA es una mujer de 49 años de edad (cfr.
fs. 33/33 vta.), que habita en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde el año 1996, y
que se encuentra a cargo de sus tres hijos VLADIMIR, IARA y SANTINO, este último de 12
años de edad.
Respecto de la situación habitacional actual del grupo familiar actor, es
dable recordar tras el compromiso asumido por las partes en la audiencia previa a la
resolución de la medida cautelar requerida, llevada a cabo en el mes de diciembre del
año 2013 (cfr. fs. 160/161), en atención a la urgencia expuesta por la actora y las
especiales necesidades sanitarias de VLADIMIR, el MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL
del GCBA aceptó la propuesta efectuada por la actora (cfr. fs. 164/169 y 170/170 vta.),
concretándose el alquiler de la vivienda ubicada Uriburu 210, piso 1, B (conforme
contrato de locación obrante a fs. 202/204), inmueble, que según la actora se adecua a
las necesidades de VLADIMIR, y que es el lugar donde actualmente reside el grupo
familiar (cfr. fs. 170 y 547/548 vta.).
Con respecto al estado sanitario del grupo familiar, se encuentra acreditado
que VLADIMIR posee certificado de discapacidad (cfr. fs. 40) ya que padece del
síndrome de West que, como antes se refirió, se caracteriza por la presencia de
espasmos epilépticos, retraso del desarrollo psicomotor e hipsarritmia. Asimismo, surge
del informe médico elaborado el 19 de diciembre de 2012 por el Dr. FEDERICO H.
SEGURA (CFR. fs. 57/58) y del informe socio ambiental elaborado el 20 de diciembre de
2017 por la Lic. SANDRA MABEL FERREYRA, perteneciente a la S.S. DE

FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO DEL MINISTERIO DE HÁBITAT Y

DESARROLLO HUMANO del GCBA, que “utiliza pañales, se traslada en sillas de ruedas
y pernocta en una cama ortopédica” y que todos los días un enfermero asiste al
domicilio a fin de ayudarlo en diversas tareas (cfr. fs. 547 vta.) Asimismo, surge del
informe socio ambiental que VLADIMIR continúa asistiendo al “CENTRO DE DÍA MANO A
MANO”, en el barrio de Paternal, donde realiza diversas actividades en presencia de un
enfermero y una psicopedagoga, y que los traslados en remis son solventados por su
Obra Social (cfr. fs. 53 y 548).
En lo que respecta a la Sra. ÁVILA, se encuentra acreditado que es paciente
oncológica, que fue intervenida quirúrgicamente de carcinoma de mama, y que en la
actualidad se encuentra en tratamiento ambulatorio en la “Clínica Ciudad”, ubicada en
el barrio de Almagro (cfr. fs. 420/423 y 547/548 vta.).
Respecto de la situación laboral y económica actual de los amparistas, en el
ya referido informe socio ambiental, la Lic. SANDRA MABEL FERREYRA manifestó que
la Sra. ÁVILA cuenta con empleo formal, trabajando como encargada de edificio de 7 hs.
a 13 hs. de lunes a sábado, hace seis años, por lo que percibe un sueldo mensual de
ocho mil quinientos pesos ($8.500).
Asimismo, del informe surge que la actora percibe el “salario familiar” por
la suma de cuatro mil doscientos pesos ($4.200) y que el padre de sus hijos
“colaboraría” con la suma de tres mil quinientos pesos ($3.500). Por último, agregó
que IARA percibió una Beca estudiantil para el año 2017.
Asimismo, resulta relevante destacar que la propia demandada habría
considerado comprendido al grupo familiar actor dentro del universo de personas con
prioridad en el goce del derecho a la vivienda digna a las que se refiere el artículo 31 de
la Constitución local, al otorgarles el dinero necesario para el pago del alquiler que
surge del contrato de locación obrante a fs. 202/204.
Finalmente, cabe señalar que no obstante la impugnación efectuada por la
demandada respecto del Informe Social elaborado por la Lic. MICAELA MALDONADO de
fecha 17/09/2013 (cfr. fs. 47/55), la objeción planteada reviste carácter meramente
formal, puesto que la impugnación deducida se sustenta únicamente en que la
confección del referido informe carece de objetividad por haber sido elaborado por la
Defensoría, pero no se ha alegado concretamente que se aparte de la verdad ni se
acompañaron elementos de prueba idóneos para rebatirlo. Sumado a lo cual, el informe
cuestionado, aunque de momentos diferentes, se condice con lo expuesto en el informe
socio ambiental elaborado el 20 de diciembre de 2017 por la Lic. SANDRA MABEL
FERREYRA, perteneciente a la S.S. DE FORTALECIMIENTO FAMILIAR Y COMUNITARIO
DEL MINISTERIO DE HÁBITAT Y DESARROLLO HUMANO del propio GCBA. En
consecuencia, por las razones expuestas precedentemente corresponde rechazar la
impugnación planteada y corresponde tener por acreditadas las circunstancias fácticas
reseñadas en el informe social obrante en autos.
III. Establecido lo anterior, corresponde concluir que, de acuerdo a la
definición establecida en el artículo 6° de la ley 4036, el grupo familiar actor se
encuentra en situación de vulnerabilidad social. Conforme lo establece el artículo 31 de
la CCABA se debe dar prioridad a las personas de los sectores de pobreza crítica y con
necesidades especiales de escasos recursos. Cabe destacar, también, que entre estos
grupos de especial protección se encuentran los niños, niñas y adolescentes, mujeres y
personas con discapacidad o enfermedades persistentes, entre los cuales cabe ubicar a la
familia actora.
III.1. En este sentido, conforme la interpretación efectuada por el Tribunal
Superior de Justicia (“K.M.P. c/ GCBA y otros s/ amparo (art. 14 CCABA)”, Expte. Nº
9205/12, sentencia de fecha 21 de marzo de 2014 y “Veiga Da Costa, Rocío c/ GCBA s/
amparo (art. 14 CCABA)”, Expte. Nº 10229/13, del 30 de abril de 2014), la ley 4036
enfatizó el derecho al alojamiento a personas con discapacidad o enfermedades
persistentes que se hallen en situación de vulnerabilidad social.
En el caso, de acuerdo al certificado de discapacidad obrante a fs. 40 y las
demás constancias de autos, la afectación en su salud que padece VLADIMIR NICOLÁS
PETRUCCI, lo coloca en una situación que exige un deber tuitivo aún mayor por parte del
Estado local.
Así lo ha expresado el Tribunal Superior del fuero: “…el Legislador ha
decidido asistir de manera, en principio, permanente a quien está en una situación de
vulnerabilidad que presumiblemente se va a ir profundizando ([…] las discapacidades
rara vez se curan, en todo caso se superan)” (ver considerando 6° del voto mayoritario
de las sentencias mencionadas).
Así también, en relación al régimen tuitivo que corresponde a las personas
que padecen discapacidad, la Corte sostuvo que pesa sobre los órganos estatales la
obligación de instituir un sistema de protección integral que apunte a la garantía plena
de su inserción en la sociedad y en el ejercicio efectivo de sus derechos. De este modo,
ha declarado que rige “…un sistema de protección integral de personas discapacitadas
tendiente a abarcar todos los aspectos relativos a la situación dentro de la sociedad,
tratando de establecer un régimen particular en relación con sus derechos, así como
respecto de las obligaciones que se imponen a los órganos del Estado”. Ese régimen
“…se dirige fundamentalmente a tratar de neutralizar la desventaja que la
discapacidad le provoca” (CSJN, “Franchi”, 1990, Fallos: 313:579).
Asimismo, también se ha expedido la Cámara de Apelaciones del Fuero en
un caso similar al de autos y siguiendo la doctrina del TSJ, dispuso que, “[c]on relación
a las personas con discapacidad, en la ley citada –Nº 4036-, artículo 22, se dispone que
el Gobierno de la Ciudad garantiza ‘…mediante sus acciones el pleno goce de los
derechos de las personas con discapacidad de conformidad a lo establecido en la
Constitución Nacional, la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad,
la Ley Nacional Nº 22.431, la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la Ley 447’.
Y, a los fines de ponderar la situación de vulnerabilidad, en el artículo 23, se preceptúa
que ‘[a] los efectos de esta ley se entiende por personas con discapacidad en condición
de vulnerabilidad social aquellas que padeciendo alteración, total o parcial, y/o
limitación funcional, permanente o transitoria, física, mental o sensorial, se hallen bajo
la línea de pobreza o indigencia, y/o en estado de abandono, y/o expuestos a
situaciones de violencia o maltrato, y/o a cualquier otro factor que implique su
marginación y/o exclusión’. En este caso, la protección debe ser integral. Por último,
en lo que a esta categoría importa, se establece que el GCBA ‘…deberá: (…) 3.
Brindar alojamiento para aquellas personas con discapacidad que se hallen en
situación de vulnerabilidad social’ (art. 25, inc. 3°, ley N°4.036).” (CCAyT, Sala II,
27/VIII/2015, "D´Elia Julio Reinaldo c/ GCBA s/ Amparo”, Expte. A45749-2014/0).
III.2. Por otra parte, es necesario destacar que entre los grupos merecedores
de especial protección se encuentran los niños, niñas y adolescentes, entre los cuales
cabe ubicar al niño SANTINO EZEQUIEL PETRUCCI (cfr. fs. 36/36 vta.)
En este sentido, conforme la interpretación efectuada por el Tribunal
Superior de Justicia en recientes pronunciamientos (“K.M.P. c/ GCBA y otros s/ amparo
(art. 14 CCABA)”, Expte. Nº 9205/12, sentencia de fecha 21 de marzo de 2014 y
“Veiga Da Costa, Rocío c/ GCBA s/ amparo (art. 14 CCABA)”, Expte. Nº 10229/13, del
30 de abril de 2014), la ley 4.042 prioriza en el acceso a los programas de vivienda o
hábitat a los grupos familiares con niñas, niños y adolescentes.
Asimismo, es preciso destacar que “[e]l pleno ejercicio de los derechos
económicos, sociales y culturales de niños se ha relacionado a las posibilidades del
Estado obligado (artículo 4 de la Convención sobre los Derechos del Niño), el cual
debe realizar el mayor esfuerzo, de manera constante y deliberada, para asegurar el
acceso de los niños a esos derechos, y el disfrute de los mismos, evitando retrocesos y
demoras injustificadas y asignando a este cumplimiento los mayores recursos
disponibles. (…)” (CIDH, 2/VIII/2002, Condición Jurídica y Derechos Humanos del
Niño, O.C.-17/02, Serie A N° 17, párr. 81).
IV. Habiendo establecido que el grupo familiar, dada la vulnerabilidad social
que atraviesa, debe ser sujeto de tutela preferente, corresponde analizar la conducta
desplegada por las codemandadas y, en particular, si ha sido apta para garantizar la
efectividad del derecho reclamado o se ha configurado una acción u omisión ilegítima
que torne procedente la vía intentada.
A tal efecto, cabe recordar que como fue señalado ut supra la Observación
General nº 4 del COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS SOCIALES Y CULTURALES
delimita el núcleo esencial del derecho a la vivienda digna y señala siete aspectos
básicos que deben estar presentes y que sirven para caracterizarlo. A su luz, y bajo las
directivas que emanan del art. 31 de la Constitución de la Ciudad y la reglamentación
efectuada por las leyes 3706 y 4036, se analizará el comportamiento desplegado por las
autoridades públicas locales involucradas.
IV.1. En relación al IVC, de conformidad a la prueba documental aportada,
ha quedado acreditado que con anterioridad a la interposición de la demanda, los actores
solicitaron, en el año 2008, un crédito hipotecario al INSTITUTO DE LA VIVIENDA DE LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES, con intención de modificar su situación habitacional, tal
como surge de la Nota 11736/IVC/2006-2 (cfr. fs. 70/71).
Luego de la petición efectuada, en el año 2011, la Defensoría patrocinante
ofició al mentado instituto (cfr. fs. 68/68 vta.) a fin de obtener información acerca del
estado del trámite del crédito antes mencionado. Con fecha 27/05/2011, la Gerencia de
Crédito del IVC informó que “la actuación que motiva el reclamo se encuentra en el
área de Evaluación dependiente de la Gerencia de Créditos a fin de verificar el
cumplimiento de los requisitos (…), debiendo para ello fijar los criterios de prioridad
(…)” (cfr. fs. 73). Idéntica respuesta recibió en el mes de junio de 2013 (cfr. fs. 83/85),
debido a ello, continuó viviendo junto a sus hijos en el inmueble de la calle Remedios,
pese a que no contaba con dimensiones suficientes para alojar a todo el grupo familiar y
no era apto en relación a los requerimientos especiales que presentan varios de sus
integrantes, tal como surge del informe médico acompañado (cfr. fs. 57/58). Panorama
ante el cual, no surge del expediente que el grupo actor haya recibido una respuesta
acorde a la situación particular de vulnerabilidad que atravesaba.
Asimismo, posterior a la audiencia llevada a cabo en el mes de diciembre
del año 2013 (cfr. fs. 160/161) la actora informó que se encontraba realizando las
gestiones pertinentes ante el IVC con el objeto de avanzar con el otorgamiento del
crédito hipotecario (cfr. fs. 195/207) y acreditó haber presentado la solicitud de crédito
ante el IVC (cfr. fs. 218/220).
Luego, y tras, librarse oficio al IVC a fin de obtener información acerca del
estado del trámite, el IVC acompañó un informe de fecha 01/04/2016, del que surgiría
que la actora había resultado favorecida en la selección de casos (cfr. fs. 261/264).
Asimismo, cabe mencionar que, se convocó a la actora, las demandadas y a
la Asesoría Tutelar interviniente a una nueva audiencia -para el día 01 de junio de 2016-
a fin de tratar la solicitud de crédito efectuada por la actora y el aumento del beneficio
habitacional (cfr. fs. 274). En dicha audiencia, el IVC, informó que el tope del crédito
que ofrecía dicho instituto era de OCHOCIENTOS MIL PESOS ($ 800.000), de acuerdo a los
parámetros de la normativa vigente. Asimismo, se comprometió a acompañar un listado
de inmuebles con valores actualizados de unidades disponibles en el marco de la
operatoria crediticia prevista en la ley 341 e hizo saber a la actora que existían opciones
de inmuebles dentro de esos parámetros.
Por su parte, la Sra. Defensora Oficial informó que la Sra. ÁVILA junto a su
ex marido habían visto algunos inmuebles que surgían del listado propuesto por el IVC,
pero que dichos inmuebles no se adecuaban a las necesidades de VLADIMIR. Además,
indicó que los valores de los inmuebles que la actora había averiguado superaban el
monto del crédito que le otorgaría el IVC.
Asimismo, expresó que se comunicó con los dueños de los inmuebles del
listado proporcionado por el IVC, y que los que en principio cumplirían con las
necesidades de su grupo familiar habían sido vendidos o el precio era mayor al que le
había sido pre-adjudicado. Agregando que, según lo informado por distintas
inmobiliarias, el costo de un departamento que responda a las características de su grupo
familiar tenía un valor aproximado de UN MILLÓN DOSCIENTOS MIL PESOS ($1.200.000),
por lo que requirió se intime al IVC a proporcionar un listado de inmuebles actualizado
que responda a las necesidades específicas de su grupo familiar, 3 ambientes y que no
supere el precio de OCHOCIENTOS MIL PESOS ($800.000).
Posteriormente, el GCBA y el IVC, de manera conjunta acompañaron un
listado de inmuebles, del cual se dispuso el traslado a la actora y a la Asesoría Tutelar
(cfr. fs. 410/413 y 415). Ante lo cual, la parte actora aclaró que los inmuebles del listado
acompañado por la parte demandada, en su mayoría eran los mismos a los presentados
anteriormente, y que los nuevos inmuebles incorporados al listado se encontraban en los
barrios de Soldati, Piedra Buena y la Boca, los cuales no se encontraban en las
inmediaciones donde deben permanecer, en atención a la asistencia médica que recibe la
actora, en el barrio de Almagro, ni al “Centro de día Manos con Manos” donde
concurre su hijo VLADIMIR, por lo cual, la Sra. Asesora Tutelar solicitó se requiriera al
IVC a que acompañe un listado de propiedades a adquirir en Palermo o Almagro, y que
actualice el monto de Crédito Hipotecario (cfr. fs. 425). Ante lo cual, se dispuso intimar
a las demandadas a acompañar un nuevo listado de inmuebles disponibles en los barrios
mencionados ello atento a los requerimientos de salud y necesidades específicas que el
grupo familiar y se dispuso el traslado del requerimiento efectuado (cfr. fs. 426).
Ante lo cual, con fecha 7 de junio de 2017, la demandada acompañó
informe producido por el IVC (cfr. fs. 436/439,), respecto del cual, la parte actora
manifestó que del listado acompañado, solo dos inmuebles cumplían con lo requerido
en cuanto a la ubicación territorial (cfr. fs. 441/441 vta.)
Posteriormente, el GCBA acompañó un nuevo listado de inmuebles
propuesto por el IVC indicando que el teléfono de contacto se encontraba al dorso de él
(cfr. fs. 515/516), respecto del cual la parte actora informó que se había comunicado
telefónicamente con los titulares de los dos inmuebles que cumplían, a su entender, con
el requisito de ubicación territorial del listado propuesto por el IVC, quienes informaron
que no se encontraban disponibles las propiedades.
Finalmente, con fecha 27 de marzo del presente año, la parte actora informó
que se había constituido ante el IVC a fin de solicitar la readecuación del monto
otorgado en carácter de crédito hipotecario, y que se le había informado que “debido al
tiempo transcurrido sin que se presentara una propuesta para la adquisición de un
inmueble y a que el organismo no cuenta con presupuesto, el crédito se encuentra
suspendido” (cfr. fs. 558).
En conclusión, la demandada IVC no concretó, con anterioridad a la
promoción de los presentes actuados, actividad alguna tendiente a garantizar al grupo
familiar actor su derecho a la vivienda digna. Tampoco ha logrado durante el extenso
trámite de los presentes actuados remediar tal situación y ello permite configurar una
omisión manifiestamente ilegítima en los términos del artículo 14 de la CCABA.
IV.2. A idéntica conclusión se arriba respecto a la situación del demando
GCBA. En su caso, no obstante haber reconocido la situación de vulnerabilidad del
grupo familiar actor al conferirle la asistencia necesaria para el pago del alquiler (ver,
contrato de locación obrante a fs. 202/204), luego modificó la posición adoptada
tornando necesario el dictado de la medida cautelar para que el derecho invocado no se
viera frustrado durante el trámite de los presentes actuados.
V. En consecuencia de todo lo expuesto, encontrándose reunidos los
extremos que tornan procedente la presente acción de amparo, corresponde delimitar el
alcance de la condena dirigida a garantizar el derecho a la vivienda digna a los actores.
Se ha adelantado que las autoridades públicas locales pueden establecer
diferentes alternativas para garantizar dicho derecho, siempre que cumpla los
parámetros mínimos establecidos por la OBSERVACIÓN GENERAL 4º DEL COMITÉ DEL

PACTO DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. En particular, dada la


situación que atraviesan VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI y CARINA ELISABET ÁVILA la
alternativa ofrecida debe resultar apta para garantizar sus necesidades en materia de
salud.
V.1. Resulta necesario señalar que durante el trámite del presente amparo, al
delicado estado de salud de VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI, se sumó el deterioro de la de
la Sra. CARINA ELISABET ÁVILA –sostén del grupo familiar– (cfr. fs. 420/423 y 547/548
vta.), por lo cual, no solo VLADIMIR NICOLÁS continúa requiriendo el mismo ambiente
de infraestructura e higiene que motivó el dictado de la medida cautelar, sino que a ello
se suman las necesidades que impone el tratamiento ambulatorio en la “Clínica Ciudad”
- barrio de Almagro- de la Sra. ÁVILA.
V.2. Dicho esto, corresponde recordar que, cautelarmente, se ordenó al
GCBA que garantizara al grupo actor el acceso a una vivienda en condiciones dignas,
incluyéndolos en un programa habitacional que les permitiera atender el valor actual del
mercado y que garantizara sus necesidades sanitarias. En forma alternativa, se resolvió
que podría dar cumplimiento a lo ordenado a través de otro medio diferente al subsidio,
siempre que no fuera un parador u hogar, y que garantizara la satisfacción del contenido
mínimo del derecho y las necesidades sanitarias de los integrantes del grupo familiar,
conforme a los parámetros de adecuación establecidos por la Observación General 4º
del Comité del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Ante ello, el GCBA decidió cumplir la manda –de entre todas las opciones
que disponía para ello– mediante la continuación del pago de los sucesivos alquileres
de la vivienda ubicada Uriburu 210, piso 1, B (conforme contratos de locación obrantes
a fs. 202/204, fs. 266/268 y fs. 377/378), vivienda por la que las partes ya habían
acordado que el GCBA se haría cargo, previo al dictado de la medida cautelar, tal como
se expuso anteriormente.
Asimismo, corresponde mencionar, que la medida cautelar dictada fue
confirmada por la Sala III, de la Cámara de Apelaciones del fuero (cfr. resolución del
2/VIII/18, en los autos “Avila Carina Elisabeth c/GCBA y otros s/ Incidente de
Apelación,” Expte: A76827-2013/1).
V.3. Resulta oportuno recordar aquí que al delimitar la pretensión articulada
la parte actora solicitó se ordene a las demandadas que “en el ámbito de sus
competencias –y de manera urgente- garanticen [su] acceso a una vivienda adecuada
que reúna las condiciones habitacionales, de infraestructura e higiene requeridas para
el debido tratamiento de la afección de la salud de [su] hijo, ya sea [otorgándosela] en
propiedad o comodato, o mediante la asignación de recursos económicos suficientes
para poder acceder a la misma (…)” (cfr. fs. 1 vta.).
V.4.1. En dicho contexto, para establecer el alcance que corresponde asignar
a la condena dirigida a garantizar al grupo familiar actor el derecho a la vivienda digna,
resulta necesario considerar la efectividad de la alternativa elegida por el GCBA para
dar cumplimiento a la manda cautelar.
Inicialmente, tras el compromiso asumido por las partes en la audiencia
previa a la resolución de la medida cautelar requerida (cfr. fs. 160/161), la propuesta
efectuada por la actora (cfr. fs. 170/170 vta.) y su posterior aceptación por parte del
MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL del GCBA (cfr. fs. 164/169), la Sra. ÁVILA
suscribió contrato de alquiler desde el 1 de febrero de 2014 al 31 de enero de 2016, por
el inmueble sito en la calle Pte. José Evaristo Uriburu 204/06/08//10/14/16, unidad 10,
piso 1°, de esta ciudad (cfr. fs. 195/207).
Posteriormente, tras el vencimiento del contrato de locación suscripto, la
actora informó respecto de su renovación y nuevas condiciones pactadas con el
propietario, y requirió el aumento del monto percibido por parte del MINISTERIO DE

DESARROLLO SOCIAL del GCBA (cfr. fs. 273/273 vta.), por lo cual, ante el silencio
guardado por la parte demandada al respecto, se admitió la medida cautelar solicitada,
con el alcance ya identificado.
Notificadas las partes de la medida cautelar dictada en autos, la actora
denunció el incumplimiento de ésta por parte de la demandada (cfr. fs. 336). Corrido el
pertinente traslado, los demandados entendieron que el aumento pretendido por su
contraparte excedía los términos de la resolución dictada (cfr. fs. 344/344 vta.).
Finalmente, y tras la intimación (cfr. fs. 348) y posterior aplicación de multa
(cfr. fs. 375) a la Sra. MINISTRO DE DESARROLLO SOCIAL, con el fin de que acreditara la
observancia de la cautelar ordenada, se dio cumplimiento con lo resuelto (cfr. fs.
377/378).
Efectuada esta reseña, cabe exponer que conforme lo manifestado por la
actora, en la actualidad, tras el vencimiento de la renovación del contrato de locación
del inmueble donde residen y el nuevo requerimiento al GCBA de la actualización de la
suma abonada (cfr. fs. 584/617), el grupo familiar actor se encontraría en una situación
similar a la expuesta anteriormente (cfr. fs. 618, 619 y 620/622).
V.4.2. En este punto, resulta necesario recordar que entre los factores que
necesariamente deben estar presentes en la definición de un núcleo mínimo del derecho
a una "vivienda adecuada", se encuentran, entre otros y en lo que aquí interesa, la
seguridad jurídica de la tenencia y el lugar, esto es que la vivienda se sitúe donde resulte
posible el acceso a los servicios de atención de la salud (CPDESC, Obs. Gral. 4).
Resulta además exigible que para garantizar el derecho se recurra a
“programas específicos de un costo relativamente bajo” (Declaración del CDESC
E/C.12/2007/1). En palabras de la Corte Suprema “[n]o se trata en esta situación de
evaluar el precio del servicio que paga el Estado y dado su costo dar por cumplido el
deber que le incumbe, conforme a un estándar de realización de los derechos, sino de
valorar su calidad en cuanto a la adecuación a las necesidades del caso. Es decir, la
inversión del Estado debe ser adecuada, lo que no depende únicamente del monto que
éste destina, sino fundamentalmente de la idoneidad de la erogación para superar la
situación o paliarla en la medida de lo posible” (CSJN, 24/IV/2012, “Q. C., S. Y. c/
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo”).
En los presentes actuados, la posición adoptada por la demandada en las
sucesivas renovaciones del contrato de locación del inmueble, muestra que el
dispositivo elegido no ha logrado cumplir en forma satisfactoria con el deber de
asegurar la seguridad jurídica en la tenencia, dados los reiterados riesgos de desalojo a
los que quedó sometido el grupo familiar.
Por otra parte, si bien dicho dispositivo ha logrado asegurar que el lugar de
la vivienda sea acorde a la atención de salud que requieren los integrantes del grupo, se
ha presentado como una solución de un costo relativamente alto, circunstancia que
impone su cambio por otra alternativa más eficiente.
En este punto, cabe recordar que la propia Constitución de la Ciudad en su
artículo 31, dispone que: "[l]a Ciudad reconoce el derecho a una vivienda digna y a un
hábitat adecuado. Para ello: […] auspicia la incorporación de los inmuebles ociosos”.
Como consecuencia de lo expuesto, toda vez que integra la pretensión
articulada en el presente proceso (cfr. fs. 1 vta.) y se muestra como una alternativa que
posee aptitud para garantizar a idéntico tiempo seguridad en la tenencia, lugar
apropiado, y eficiencia en términos relativos al presentarse como una alternativa de
menor costo que la adoptada, corresponde ordenar a los demandados GCBA e IVC que
ofrezcan en comodato y libre de gastos de ocupación un inmueble que cumpla con los
parámetros mínimos establecidos por la OBSERVACIÓN GENERAL 4º DEL COMITÉ DEL

PACTO DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. En particular, dada la


situación que atraviesa VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI y CARINA ELISABETH AVILA,
deberán asegurar que la alternativa brindada resulte apta para garantizar sus necesidades
en materia de salud.
A fin de dar cumplimiento con la presente sentencia, el GCBA e IVC podrán
recurrir, a los bienes del dominio privado de la Ciudad que se encuentran incluidos en el
REGISTRO ÚNICO DE BIENES INMUEBLES, cuya administración se encuentra a cargo de
la DIRECCIÓN GENERAL DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES dependiente del MINISTERIO
DE MODERNIZACIÓN, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA, en el banco de Tierras e Inmuebles
creado por ley 1251, cuya administración se encuentra a cargo de IVC, o cualquier otro
registro o base de datos, siempre que el bien a afectar se adecúe a las necesidades del
grupo familiar actor.
El comodato a otorgarse al grupo familiar actor se regirá, en lo sustancial,
por las prescripciones de los artículos 1533 y subsiguientes del Código Civil y
Comercial de la Nación, con excepción de lo previsto en los artículos 1536 inc. b) y
1538.
En tal sentido, por tratarse de un comodato destinado a garantizar el acceso
a la vivienda de quien no tiene posibilidades de hacerlo por sus propios medios, tanto
los gastos ordinarios del inmueble como todos relativos a su ocupación (tributos,
expensas comunes, servicios públicos domiciliarios) deberán ser afrontados por los
demandados.
Finalmente cabe determinar el alcance temporal de la condena. Al respecto
de la figura del comodato, tiene dicho la doctrina que “si la cosa se prestó para cumplir
un fin determinado, una vez que éste se haya cumplido, la misma deberá devolverse”
(CENTANARO, Esteban, Manual de Contratos, La Ley, Buenos Aires, 2015, p. 602), por
lo que cabe entender que permite la estipulación de un plazo indeterminado. En este
sentido, la obligación que pesa sobre los codemandados se mantendrá mientras no se
modifique la situación de vulnerabilidad social del grupo familiar actor.
En este punto, corresponde destacar que frente a casos similares, la
jurisprudencia de la Cámara del fuero ha destacado que “la solución de "Comodato
Social" propuesta por el magistrado de grado resulta adecuada para garantizar al
grupo actor el reconocimiento del derecho a la vivienda con el alcance que aquí se
reconoce en tanto satisface los recaudos de "permanencia" en el tiempo y en suficiencia
estipulados” (CCAyT, Sala I, 4/IV/2018, “O.V.D.C c/ GCBA s/AMPARO”, Expte. nº
A41628/2015-0).
Por todo ello, RESUELVO:
1.- Hacer lugar a la acción de amparo interpuesta.
2.- Ordenar al GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES y al IVC que
garanticen a CARINA ELISABET ÁVILA, VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI, IARA MILENA
PETRUCCI y SANTINO EZEQUIEL PETRUCCI el contenido del derecho a la vivienda digna.
A tal efecto, deberán ofrecerles en comodato, libre de gastos de ocupación, un inmueble
que cumpla con los parámetros mínimos establecidos por la OBSERVACIÓN GENERAL 4º
DEL COMITÉ DEL PACTO DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. En
particular, dada la situación que atraviesan VLADIMIR NICOLÁS PETRUCCI y CARINA
ELISABET ÁVILA, deberán asegurar que la alternativa brindada resulte apta para
garantizar sus necesidades en materia de salud. Ello, con las restantes precisiones
establecidas en el considerando V.4., V.4.1. y V.4.2.
3.- Sin costas, toda vez que el Sr. Defensor Oficial actuó como miembro del
Ministerio Público, en el carácter de órgano del Estado.
4.- Regístrese y notifíquese a la actora mediante la remisión de las presentes
actuaciones a la Defensoría Oficial Nº 1 y a la demandada mediante cédula por
Secretaría. Cumplido, notifíquese a la Sra. Asesora Tutelar y a la Sra. Fiscal en su
público despacho.
Francisco J. Ferrer
Juez

REGISTRADA AL FOLIO _____ DEL LIBRO DE REGISTRO DE SENTENCIAS


DEFINITIVAS DE AMPARO DEL JUZGADO Nº 23 SECRETARÍA Nº 45. AÑO 2018

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