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Mt. 24:42-44
Introducción
La venida de Cristo es parte de nuestra doctrina, constituye nuestra esperanza y es la corona de
nuestra fidelidad a Dios. Pero además de considerarse como un acontecimiento
.
inminente esto quiere que pronto sucederá La aparente tardanza ha hecho que algunos duden o se
desanimen, pero seguramente vendrá. La promesa del Señor se cumplirá.
Hoy en día los medios de comunicación están saturados de noticias trágicas, crisis económicas,
desastres naturales, delincuencia, etc. Pero la noticia más grande será cuando se lea: <<Cristo
ha vuelto por su Iglesia>>
No existe fuerza en el universo capaz de detener la venida de Cristo. Será el evento más
importante de la historia, no solo de la iglesia, sino del mundo entero.
Hablaremos de las actitudes que se muestran ante tan importante acontecimiento para nuestra
iglesia y del comportamiento de una sociedad que ha olvidado a Dios…
Mt. 24:37-39
1. Una generación que carece del temor de Dios
Tal como sucede en nuestros días, los hombres de aquel tiempo no le daban el lugar a Dios, la
Biblia relata que aquella generación fue tan mala y perversa, al punto de provocar que Dios se
arrepintiera de haber creado al hombre. Gn. 6:6 y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
La sociedad contemporánea de Noé era semejante a la sociedad en la que hoy vivimos. La gente
se olvidó que no sólo de pan vive el hombre, buscaron únicamente lo material y consideraron
prioritario satisfacer sus propios deseos.
Si la tierra tiembla y las rocas se conmueven, recordemos que Cristo ha prometido venir por
nosotros, solamente mantengámonos fieles cada día.
Se mantuvo creyendo
Jamás los cielos habían dado lluvia y tuvo fe en que llovería. Él confió en Jehová y eso salvó su
vida y la de su familia.
No nos enraicemos tanto a este mundo, ya que el día que nos muramos no vamos a llevarnos
absolutamente nada. Pronto nos encontraremos con Jesús en las nubes del cielo.
Se mantuvo en obediencia
Este estilo de vida le permitió ver cumplidos los planes y promesas de Dios. Procuremos que
nuestra vida se distinga por la obediencia y el temor a Dios. El día menos pensado vendrá el
Salvador; así que debemos estar preparados en santidad y sometimiento a la voluntad divina.
Conclusión
Nuestro Señor pronto retornará. Mantengamos nuestra esperanza porque su promesa su
cumplirá. Aprovechemos el tiempo que nos queda en este mundo viviendo en obediencia al
Padre.