LA CIUDAD COMO ECOSISTEMA, METABOLISMO DE LA CIUDAD

Los ecosistemas naturales son conjuntos de componentes bióticos y abióticos que tienen
una estructura en la cual cada uno de sus elementos garantizan la coexistencia entre ellos
para poder así realizar diferentes procesos dentro de un medio físico al cual pertenecen. De
acuerdo a esta definición, creo que es propicio relacionarlo con el mecanismo de
funcionamiento de las ciudades, por ende la ciudad es un ecosistema.

De la misma manera que los ecosistemas naturales, las ciudades (ecosistemas urbanos)
están compuestos por seres vivos y no vivos dentro de un espacio físico. La diferencia
fundamental entre tales ecosistemas es que las ciudades dependen del medio natural como
lugar para su desarrollo urbano. Es precioso entender a la ciudad como ecosistema urbano
para poder comprender temas naturales que se manifiestan dentro de ellas tales como
inundaciones, contaminación, erosiones, entre otros. Pero por otro lado también la ciudades
un sistema complejo porque es un conjunto en el que sus elementos dependen unos de
otros, es decir si uno de ellos deja de hacer su papel dentro del entorno, el sistema deja de
funcionar adecuadamente. Y es justamente aquí donde tienen lugar las
relaciones económicas, culturales y sociales.

Si las ciudades siguen creciendo con un acelerado ritmo, entonces la consecuencia será
tal que el espacio rural se verá ocupado por la expansión del entorno urbano. El proceso de
urbanización se da por la combinación de industria más ciudad, y este factor es el que
define cambios sociales, económicos y ambientales en ella. Entonces, si las
ciudades aumentan demográficamente demandará más consumo de materia y energía, lo
que en ciudades desarrolladas donde ya se han tomado mecanismos para evitar el intensivo
impacto que genera esto sobre el medio ambiente no se torna muy problemático, el hecho
de sobrellevar y estar consciente de los desperdicios generados, ha hecho que estas grandes
ciudades optimicen y aprovechen al máximo la materia y energía que se les dota
diariamente. Pero existe un panorama totalmente diferente en los países en vía de
desarrollo, ya que aún no hay el conocimiento profundo acerca de las problemáticas
medioambientales que se podrían desencadenar en un futuro.

Por otro lado, el metabolismo urbano ha existido siempre, ya que constantemente se

ha tenido la necesidad de realizar intercambios energéticos y de materia entre
asentamientos urbanos y su entorno natural. Este proceso determina nuestras exigencias de
materias primas, agua, alimentos, energía que estructura un flujo unidireccional con la
ciudad teniendo como resultado la producción de desechos contaminantes.

Finalmente creo que los seres humanos como elementos fundamentales de los sistemas
urbanos (ciudades), tenemos la obligación de buscar mecanismos de consumo donde los
flujos de consumo cierren el ciclo de los productos que consumimos. La ciudad debería
tener el poder de controlar el consumo y uso de recursos naturales. El medio ambiente nos
provee de la materia necesaria para nuestra sobrevivencia y es nuestra responsabilidad
saber usarlos y tener conocimiento absoluto sobre el impacto que podrían ocasionar los
desperdicios que generamos dentro de la ciudad.
BIBLIOGRAFÍA Di Pace, María.
2004. “Ecología urbana”.
En Ecología de la ciudad, dirigido por María Di Pace, editado por Horacio Caride Bartrons,
25-34. Buenos Aires: Universidad Nacional General de Sarmiento. Capítulos: 2.6 y2.7