Sei sulla pagina 1di 122

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


AURORA FERNÁNDEZ POLANCO
(EDS.)
“Las imágenes del arte, todavía”

Cuenca, Sede de la U.I.M.P., septiembre de 2006


Edita
Excma. Diputación Provincial de Cuenca

Directores
Josu Larrañaga Altuna
Aurora Fernández Polanco

ISBN
....
Depósito Legal
....

Imprime
....

Diseño y maquetación
Patricia Fesser
Bárbara Sainza

Imagen de Portada
Fotograma de la película La Chinoise, de Jean-Luc Godard
LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Nuestro sincero agradecimiento a José Anastasio Fernández Yuste, director de la UIMP en
Cuenca, a su predecesor Juan Ignacio Palacios, y a Antonio Pérez, Presidente de Honor de la Fundación del mismo
nombre. Al apoyo inestimable que siempre nos ha procurado Vicente Acevedo Florez, Coordinador del Centro do-
cente de Cuenca, y a la colaboración de Jesús Carrascosa, Jefe de la Sección de Cultura de la Diputación Provincial.
Y, como no, a Asunción Aragón Marín, Gloria Duque Quicios, Francisco Luis Murado Saavedra, José Luis González
Valdés y Pedro Julián Martínez Toledo, sin cuya dedicación y ayuda constante, no hubiera sido posible la conclusión
del seminario con unos resultados tan sobresalientes.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
ÍNDICE

Josu Larrañaga Altuna, El arte imagina


...........................................................................................................................................................................9
Jacques Rancière, Estética y política: las paradojas del arte político
.........................................................................................................................................................................25
Aurora Fernádez Polanco, Otro mundo es posible ¿qué puede el arte?
.........................................................................................................................................................................45
Suely Rolnik, Geopolítica del chuleo
.........................................................................................................................................................................59
Valeria Graziano, Glitter and Bubbles!
.........................................................................................................................................................................73
José Luis Brea, Cambio de régimen escópico
.......................................................................................................................................................................103

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Josu
Larrañaga
Altuna

S
El arte
imagina i pudiéramos seguir el extremo en que “no quieren ser” sino arte.
hablando de una particulari-
dad de la imagen artística, En este sentido, esta reflexión se propone abordar algu-
ésta tendría que ser enten- nas de las características de esta ubicación de la ima-
dida, en primer lugar, como gen en uno u otro espacio interpretativo, atendiendo
peculiaridad en el comportamiento emocional y comu- precisamente el comportamiento de una “pintura” en
nicacional de aquellas imágenes que se ubican y se ambos ámbitos; y de su uso en la sociedad actual.
activan en el entorno del arte. En cuyo caso, ésta se 11
manifestaría, especialmente, en los límites de su posi- *

bilidad hoy. Por un lado estarían aquéllas imágenes


que participan de la complejidad de los medios, las tec- La imaginería publicitaria del último Campeonato mun-
nologías, los intercambios, los usos y los festejos so- dial de Alemania, construyó con la imagen arqueada de
ciales, o la documentación que emerge de todos ellos; uno de sus iconos más reconocibles, el portero Oliver
imágenes indiferenciadas en su apariencia cotidiana, Kahn, atrapando el balón, un puente sobre una de las
que instaladas en el espacio significativo y social que carreteras de acceso al aeropuerto de Munich.
llamamos arte, se presentan, se perciben y se inter-
pretan de “otra manera”. Y por otro, las que han sido Esta conversión espectacular del área del aeropuerto
específicamente construidas para su empleo artístico, en campo de fútbol (un aeropuerto que es a su vez,
singularmente las de aquello que hemos venido en lla- como se sabe, el paradigma del no-lugar, de la inter-
mar la “pintura”, o también lo “pictórico” como exten- sección, del transporte y el intercambio en la economía
sión estética de su comprensión histórica, productiva virtualizada) y la deglución del tránsito y la circulación en
e interpretativa, en la medida en que se encuentran en la lógica mítica del campo de fútbol1, es sin duda un pro-

1. El objeto de este trabajo no permite una atención específica de esta mistificación deportiva y su vinculación a la economía visual que la
sustenta. Recordaremos solamente que un campo de fútbol es una muestra prodigiosa de la cooperación cultural y científica al servicio del
entretenimiento. Se trata de un espacio plástico de factura elemental, sujeto a la dinámica de un sistema de partículas, expuesto a la acción
compensatoria de los movimientos físicos y pasionales, y permanentemente afectado por el azar.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
digio de la aplicación a las imágenes cotidianas de al- Zidane, un retrato del siglo XXI, de Douglas Gordon y
gunas de las estrategias artísticas más elaboradas. Philppe Parreno, hicieron instalar pantallas en el interior
de la feria para que los aficionados pudieran seguir los
Y es que los grandes acontecimientos deportivos y cul- partidos de fútbol sin necesidad de abandonar el recinto
turales recientes, y en especial los campeonatos mun- artístico.
diales de fútbol o de baloncesto, son un extraordinario
espectáculo mediático y económico, pero también todo Por su parte, el entramado organizador de los campe-
un claro ejemplo de los efectos de la fuerte imbricación onatos también pensó en el arte, pero de forma bas-
entre producción simbólica y generación de riqueza que tante más modesta. Tan solo encontramos algún
caracteriza el llamado capitalismo cultural. vestigio de su presencia directa en los carteles promo-
cionales solicitados por la FIFA a diferentes artistas de
Los movimientos económicos que impulsa, tanto en in- distintas partes del mundo y cuya organización y finan-
versiones directas, patrocinios y contratos publicitarios, ciación ha corrido a cargo del gobierno federal del país
ingresos por turismo y de emisión, etc. como los indu- anfitrión2. La selección de los participantes parece más
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

cidos a través de la generación de la industria del ocio, el resultado de un reparto de influencias entre el orga-
los mercados subsidiarios y redes de distribución de nismo promotor y el que financia la iniciativa que la apli-
productos derivados, superan ampliamente el PIB de cación de cualquier criterio racional de carácter artístico,
12 numerosos países del mundo. Se trata, desde luego, pero aún así la selección tiene lecturas realmente inte-
de una operación económica e imaginaria descomunal. resantes desde el punto de vista del arte contemporá-
Porque las circulaciones imaginarias que genera son neo. Aunque algunos de los artistas participantes
EL ARTE IMAGINA

incluso más impresionantes que las cifras económicas cumplen más que satisfactoriamente con el encargo (y
que se conocen, e indican claramente la trascendencia en algún caso sus aportaciones se prestan incluso a
social de acontecimientos como estos. Tan solo en lo juegos de antropología social, como la comparación
referente a su recepción, y en función de los contratos entre los carteles Hisashi Temmyouya y los hermanos
de transmisión suscritos antes de su realización, se cal- Luo, artistas de Japón y China respectivamente, o los
cula que el reciente mundial de fútbol tuvo una audien- de Sarah Morris de EE.UU. y Kwesi Owusu-Ankomah,
cia de 30.000 millones de personas. de Ghana) el resultado colectivo es más que inquie-
tante, y el conjunto de los carteles no deja de ser una
El mercado del arte, aunque distante en principio de muestra demoledora para buena parte de los partici-
este tipo de acontecimientos, entiende su importancia y pantes.
toma nota de sus posibles efectos. Entre el 14 y el 18
de junio se celebraba en Basilea la 37 Feria de Arte Carteles promocionales de la FIFA, entonces (como si
coincidiendo con los campeonatos, y los organizadores, la promoción de los campeonatos precisara de la distri-
además de disponer un lugar preferente para la película bución de este tipo de imágenes), de los que se ha cre-

2. Se pueden ver todos ellos en: www.artfootball.de/en/artists/

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
ado una edición limitada y firmada de 800 ejemplares de facilidad por personas con los más básicos conocimien-
97 x 86 cm. cada uno, y cuyo precio oscila entre 500 y tos formales. En este caso, cualquier aficionado futbo-
1400 euros. Catorce posters encargados a otros tantos lístico puede identificar a un grupo de chicos haciendo
artistas de diversas partes del mundo, litografiados en deporte, arremolinados y saltando en una especie de
offset a color sobre papel especial de 250 gramos y melé colectiva y también competitiva, a juzgar por los
cuyo fin, según Joseph Blatter, presidente de la FIFA, es gestos del primero y los miembros del resto.
“comunicarse a nivel emocional con las personas de
todo el mundo”. Como se trata de un cartel del Mundial de Alemania,
todo el mundo entenderá que estos jóvenes están pe-
La anfitriona de los campeonatos, Alemania, se vio be- leando por una pelota mientras juegan al fútbol. Como
neficiada con la participación de cinco seleccionados ha sido hecha por un artista (cuya obra, en general, no
de muy buen nivel, aunque no todas sus obras se en- tiene porqué ser conocida), el buen aficionado interpre-
cuentran a la altura de lo esperado. Markus Luepertz, tará que la imagen posee además un valor especial y
Tobias Rehberger, Rosemarie Trockel, Andreas Gursky una belleza propia (esto es, al fin y al cabo, lo que el

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


y Norbert Byski, presentaron cinco de las mejores obras arte proyecta de sí mismo). Y en el mejor de los casos,
del conjunto. Cinco obras más o menos previsibles en se tratará de interpretar ese valor y esa estética proyec-
función de los universos interpretativos de cada uno de tando expectativas y deseos del mismo espectador; por
ellos (la configuración de lo real, la condición ejemplo, el recuerdo de su propia actividad deportiva o 13
espacio/temporal, la reivindicación feminista, la pros- de su interés por ella (que se agarraría a la tensión atlé-
pección de la monumentalidad postmoderna o la reme- tica de las figuras saltando), la convicción de que el

EL ARTE IMAGINA
moración de las pautas imaginarias totalitarias). juego está impregnado de misticismo y espiritualidad
Aunque, si entre ellas hay alguna cuya presencia llame (lo que daría un sentido al entorno azul y blanco, y a la
poderosamente la atención para un conocedor del arte, explosión de luz), la pertenencia a una cierta colectivi-
ésta es, sin duda la obra de Norbert Byski, denominada dad (en este caso la típica imagen de un joven alemán
Partido perfecto. estereotipado), la exaltación del grupo (que se mani-
fiesta en la manera en que todos se mezclan en el salto
* como una piña)...etc.

Las imágenes de Bisky se caracterizan por su literalidad Los chicos juegan y se divierten, se encrespan y hasta
formal. Se trata de figuras bien reconocibles de jóvenes se empujan hasta enmarañarse en un cuerpo de tres
rubios, entregados al juego o al deporte en espacios cabezas y dieciséis piernas. Esto es el deporte. El im-
azulados y blancos, en actitud heroica o melancólica, y pulso, el gesto, el color de la estampa, no hacen sino re-
bañados por una luz desbordante que hace que sus ras- producir fielmente esta pasión colectiva.
gos se uniformicen en una claridad espectral.
Esta imagen “funciona” bien en el ámbito de la publici-
Sus figuras están construidas para ser percibidas con dad. No solo se entiende con facilidad, sino que además

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
proyecta un conjunto de sensaciones asociadas a la ac- deportivo y en cada marco social). Es, como no podía
tividad y los deseos del espectador potencial (aficionado ser de otra manera, un ver condicionado de acuerdo a
al fútbol) que por un lado le incentivan su vinculación los parámetros simbólicos e interpretativos que dispone,
con el colectivo social que se articula alrededor de este algunos de ellos de carácter global; por ejemplo, el tono
deporte, es decir le permiten sentirse socializado, y por azulado y la composición solapada de las figuras, se
otro, colaboran a fijarle, a sujetarle en él, a hacerle par- corresponde con los parámetros visuales de la tecnolo-
tícipe de la estructura política que sustenta este in- gía informática, lo que sobrecarga de veracidad y cer-
menso entramado mercantil. canía a la imagen de los jugadores.

Además es la imagen de un artista, con lo que, para el Bien. Esta imagen se ha presentado en el espacio fut-
espectador aficionado, este cartel lleva consigo un men- bolístico que, seguramente, es uno de los más certera-
saje de bastante interés: el fútbol es tan fuerte y tan mente globalizados, solo comparable con el de
magnánimo (lo que llaman “espíritu deportivo”) que es intercambio en la red o el de distribución de algunas be-
capaz de incorporar mundos que se perciben social- bidas refrescantes. Se ha presentado como cartel pro-
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

mente tan alejados, exclusivos e incomprensibles como mocional de la FIFA. Sin embargo esta imagen
el arte. De manera que, aunque solo sea por un mo- pertenece a una obra de arte. O dicho de otra forma,
mento, el espectador participará de la experiencia “má- antes de ser cedida para la promoción, esta imagen era
14 gica” de lo artístico, de su capacidad sensible, de su una pintura. Óleo sobre lienzo. Pintura que forma parte
extraordinaria y desconocida posibilidad perceptiva, que de una experiencia pictórica prolongada.
ahora colaboran directamente con lo deportivo. Lo que
EL ARTE IMAGINA

inmediatamente se volverá hacia el espectador, indicán- *

dole que la FIFA no es una sigla oscura y lejana, sino


aquél organismo protector que ha impulsado esta lúdica Norbert Bisky, artista nacido en Leipzig en 1970, vivió
confluencia espectacular; la agencia cultural que per- durante diecinueve años en la ex RDA, lo que desde el
mite nuestro disfrute. punto de vista de los referentes imaginarios, de la com-
prensión artística, e incluso de los parámetros vitales,
En la cultura deportiva a la que esta imagen va prefe- tiene un importancia indudable en su obra. Más tarde
rentemente dirigida, que aspira a coincidir con el con- fue alumno de Georg Baselitz en la Academia de Bellas
junto indiferenciado de los aficionados al fútbol, el ver es Artes de Berlín a finales de los noventa, lo que desde el
un mirar activo que dispone de unos referentes genera- punto de vista del arte y de la pintura en el arte, aporta
les (que coincide con la manera en que se interpretan un dato fundamental para interpretar sus imágenes. Al
o leen las imágenes en la globalización, de acuerdo a igual que Baselitz giraba sus motivos en busca de la
criterios generales consensuados y a las mediaciones proyección abstracta de las formas teóricamente natu-
electrónicas que las formalizan preferentemente) y es- rales, Bisky emplea sus figuras manidas y sus destellos
pecíficos (propios de los signos, las narrativas, las retó- desbordantes de luz para desplazar la mirada hacia es-
ricas y las morfologías del fútbol en el ámbito de lo pacios de pensamiento.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Buena parte de las pautas interpretativas de sus obras Todos triunfadores. Creíamos que estas figuras marcia-
se encuentran ya presentes en sus primeros trabajos. les que aquí se muestran desfilando con total naturali-
Se trata de una serie de pinturas de gran formato, de jó- dad, desde tan distantes ámbitos del pensamiento,
venes teutones indiferenciados, en ropa deportiva y en compartían el hecho de que habían perdido y pertene-
actitudes que mezclan la marcialidad, la violencia y el cían al pasado. Y sin embargo aquí están de nuevo,
juego, realizados en un entorno indeterminado y some- ahora en representación de todos, según Bisky. De
tidos a una excesiva luminosidad. Desfiles paramilitares todos nosotros: tu, yo, el otro, todos los que nos acer-
de jóvenes voluntariosos con aspecto deportivo, que camos al mundo del arte para hurgar en sus imágenes,
evocan con toda naturalidad y con total evidencia, los porque al fin y al cabo nosotros somos los destinatarios
desfiles organizados en los años treinta y cuarenta por de esta puesta en escena.
el nacionalsocialismo. Imágenes inquietantes y provo-
cadoras, si tenemos en cuenta la procedencia de su Todos los que han disfrutado de una buena instrucción,
autor, situadas en espacios sin referencia, bajo una luz según el nombre de otra de sus pinturas, en este caso
cegadora que afecta desde el lateral a sus torsos des- del 2001. Juegos de chicos. Recreaciones de las bata-

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


nudos, produciendo sombras evidentes, pero no a sus llas de antaño, con la naturalidad de lo cotidiano. Nos-
uniformes deportivos o a sus banderas. talgia de un tiempo de mamporros y gritos infantiles,
unos sobre otros, y todos contra todos. Imaginarios de
Sus títulos no hacen sino acentuar esta inquietud. Por la batalla construidos mediante la amalgama de cuerpos 15
ejemplo en el caso de Todos triunfadores, una pintura entrelazados, unos arriba, otros abajo, todos revueltos.
fechada en el 2000. ¿Quién es este “todos”?. ¿A quié- Guerra de caballos. Un ramillete de fragmentos, de bra-

EL ARTE IMAGINA
nes se refiere?. En primer lugar, seguramente, a aque- zos, cabezas, piernas, torsos, ensartados en una arqui-
llos cuya imagen estereotipada ha sido expuesta ante tectura de la pulsión y amalgamados en la imagen por
nosotros; a estos ocho mozalbetes, hombres jóvenes y un laberinto de calzones blancos. Paisaje de cuerpos
bien cuidados. Estos han triunfado o están en camino. enlazados, de descargas hormonales, de ensayos de
Solo por el hecho de nacer aquí, a este lado del mundo, poder, de expresiones de la sumisión y la complicidad.
pertenecen al gremio de los victoriosos, de los destina- Instrucciones para el comportamiento grupal. Violencia
dos al éxito. Pero además, en este “todos” se vislumbra de juguete para futuros triunfadores.
sin duda el encuentro lacerante de un recuerdo adoles-
cente en una sociedad comunista que se autodefinía Estamos de nuevo ante una rememoración de la histo-
como proyecto de liberación y felicidad, por un lado, y ria europea reciente mediante una mirada, cara a cara,
los del imaginario nacional socialista al que se había podríamos decir, a los vencidos. Porque estos fueron
derribado y satanizado, por otro. los vencidos. Una revisión para descubrir en qué me-
dida persisten, de qué manera participan de nuestro
Así que estos fantasmas del pasado se presentan de imaginario cotidiano.
nuevo ante nosotros, unidos en las mismas figuras, in-
diferenciados, para comunicarnos su postrera victoria. Estamos ante una pintura que muestra una figura más

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
o menos atractiva, más o menos convincente, pero bas- Y por otro lado, las imágenes de la espalda privan a los
tante poderosa. Una figura entre otras, desde luego. Y sujetos representados de sus características visuales
que en este juego de miradas y remisiones que carac- más personales que, por convención social, se encuen-
teriza la obra de Bisky, plantea en qué medida la per- tran en el frente. Estos chicos pueden ser muchos y nin-
cepción en el espacio del arte de estas imágenes guno. Les falta identidad. Estos jóvenes no dan la cara.
poderosas no son, también, un juego instructivo de con- Aunque les reconocemos, sabemos de dónde provie-
formación de la mirada. nen.

Míralos minar hacia el horizonte: Todos quieren ver al Por si no estuviera suficientemente claro, Bisky realiza
Führer (pintura del mismo año 2001). ¿Imágenes histó- al año siguiente una pintura pedagógica, su país natal
ricas?. Sin duda Bisky está recreando las imágenes de es W...E...I...T..., la manera en que se indica la determi-
jóvenes nazis que anhelan su referente político. Pero nación geográfica y a la vez la extensión (weit = ex-
hay algo más, de nuevo inquietante. Se trata de la mi- tenso) de su país unificado.
rada y de la pintura.
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

Así pues, miramos a unos chicos que están mirando en


Por un lado vemos las figuras de unos chicos que cami- la lejanía. O lo que es lo mismo, las nucas de estos jó-
nan de espaldas al espectador, es decir, nos confronta- venes indican una dirección a la mirada del espectador,
16 mos visualmente con una construcción imaginaria (la marcan un itinerario. Una direccionalidad que no llega a
espalda) basada en características morfológicas inhabi- ninguna parte, que se pierde en un cielo vacío formado
tuales. Las imágenes de la espalda facilitan varios datos por manchas abstractas de pintura. Tu, yo, el otro,
EL ARTE IMAGINA

generales del sujeto de referencia, por ejemplo, por los cuando nos acercarnos a ver esta obra en cualquiera
rasgos anatómicos deducimos que son jóvenes, por su de los espacios del arte, desde el museo al catálogo,
ropa o su color y corte de pelo que son de países privi- miramos las espaldas de estos mozalbetes bien asea-
legiados, y teniendo en cuenta el lugar desde el que se dos porque (visualmente) nos encontramos detrás de
realiza la imagen, podemos decir que se trata de chicos ellos, porque les seguimos. La pregunta sería entonces,
alemanes; y hay también algunos datos esquivos, difí- ¿en qué medida, nuestra mirada participa de ese ver
ciles de acotar, por ejemplo, el trazo de color por encima que desean todos?.
de la cabeza del muchacho de camiseta roja podría in-
dicar movimiento hacia delante según el vocabulario tra- Aún están por venir algunos elementos fundamentales
dicional del comic, sin embargo, en el centro de la del universo simbólico de Bisky. Ahora si, se trata de las
imagen asoma un brazo que parece reposar en lo que imágenes de estereotipos juveniles, pero aunque las fi-
podría ser la rodilla del muchacho de la izquierda, así guras nos muestran sus rasgos, estos siguen pertene-
que no podemos saber si estos jóvenes se encuentran ciendo a cualquiera y a ninguno; son más bien
sentados en espera de la aparición del jefe, o si están abstracciones de figuras de la mistificación. Aquí están
dirigiéndose hacia él para verle. las del pequeño cobarde, el perjuro, o el héroe. Pinturas
del año 2003.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Envueltas en un universo refulgente y vacío, las figuras posean una tensa continuidad. En su sucesión, en se
se encuentran progresivamente saturadas, literalmente complejidad colectiva, estas imágenes echan contra
aplastadas por una luz cada vez más cegadora. Estos nosotros las figuras aparentemente inocuas de los jue-
cuadros son destellos de flash. Apuntes de la agresivi- gos, los encuentros y los ejercicios deportivos adoles-
dad de la luz. De entre la luminosidad extrema de sus centes, como formas políticas de la cotidianeidad. Unas
blancos distinguimos estas caras de expresión trascen- figuras que habían sido desplazadas, recluidas a la ilus-
dente y mirada fanatizada. Este tipo místico de ilumina- tración documental en los libros de historia de la II Gue-
ción apocalíptica y mirada perdida en el infinito del cielo, rra Mundial.
este trabajador iluminado, este héroe de la colectividad
tiene poco después su reubicación imaginaria, es nadie, Pero además, como hemos comentado anteriormente,
realizado al año siguiente en óleo sobre lienzo, de 190 las pinturas de Bisky son también un conjunto de refle-
x 270 cm. Por si hubiera dudas. xiones acerca de la propia pintura. La figura de este sa-
ludable y apacible adolescente de sonrosados mofletes
En el mundo del arte, la imagen de los deportistas del que aparece en la obra Sin gracia (2005), (una pintura

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


cartel de la FIFA vino precedida de estas otras, vino de dos metros de altura) que sostiene con su mano iz-
anunciada por este muestrario de la desolación, por quierda el pequeño cuerpo decapitado y en calzones
este desgarro, por esta solución imaginaria trenzada en de otra persona, mientras procede a introducir una de
paradojas conflictivas. sus piernas por el orificio de su cuello, no es sino la pro- 17
pia figura del pintor en el momento de mojar su pincel
Y es parte integrante de una serie de pinturas de gran en el recipiente de pintura. Solo que aquí el recipiente

EL ARTE IMAGINA
formato en las que las acciones, venganzas y convulsio- es el cuerpo de alguien sometido, reducido y manipula-
nes de grupos de chicos desocupados y en permanente ble, el pincel es un miembro de este pequeño descuar-
juego van dando forma, cada vez más compleja y a la tizado, y la pintura, el líquido colorante, no es sino su
vez más certera, a este magma de imaginarios juveni- sangre y sus entrañas.
les.
Un rubio niño blanco de ojos transparentes y gesto in-
Los chicos con los chicos jugando con fuego, ensa- genuo se apresta a pintar con sangre usando despojos
yando prácticas de sumisión, proyectando deseos co- humanos. Al parecer, este niño necesita carne para su
lectivos, jugando al sadomasoquismo accidental, a la imagen desvaída. “La regola del colorare consiste en
identificación del amigo, a la experiencia del maquillaje saber hacer la distinción entre la encarnación de un me-
de calidad: todas ellas, pinturas del año 2004. lancólico (subrepticiamente debe virarse hacia el negro)
y la de un sanguíneo (donde domina el rojo)”, decía
Formas contradictorias en las que se produce la confu- Giampaolo Lomazzo en 15843. Encarnación sanguínea,
sión entre lo ingenuo y lo cruel, haciendo que ambas entonces, la del arte de la pintura de estos mozalbetes

3. Giampaolo LOMAZZO, Trattato dell’Arte della pittura, Milano, 1584.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
saludables de comienzos del siglo XXI. guras en manos del arte.

Pintura encarnada, desde luego. Carne en busca de Si después de este recorrido por el ámbito interpretativo
sangre para su figuración. “Se trata sobre todo de la de las obras de Bisky, volvemos de nuevo a las figuras
sangre (...) Entre el deseo y el deseo de asesinato, y enlazadas de este grupo de chicos presentados como
entre el arte, el sentido de la mano, de la manera, de la cartel promocional de los campeonatos mundiales de
habilidad, y la incapacidad, el síntoma de una muerte fútbol del 2006, para pensar ahora la manera en que
(...) Todo esto hace el encarnado, es decir, la voz de la esta misma estampa es percibida desde el espacio del
carne (la voce della carne)” dice Georges Didi-Huber- arte, deberemos admitir que ese sencillo cartel que la
man4. FIFA incorpora a su publicidad edulcorada, se vuelve
inmediatamente contra ella desde el momento en que
Pintar con uno de los miembros como pincel y el cuerpo somos conscientes de que forma parte de este catálogo
desgajado como paleta, usando el verdadero colorante de figuras interconectadas, de que es parte de esta ma-
para encarnaduras, la sangre. Ejercicio de poder inmi- deja de reflexiones.
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

sericorde el de este figurín bronceado jugando a la pin-


tura entendida como arte. Bisky nos muestra ahora el Porque la obra de Bisky es un conjunto de imágenes
oscuro deseo imaginario que sus obras buscan en los encadenadas, interrelacionadas, entrelazadas5. Es
18 blondos modelos juveniles. Hay una correspondencia más, cada una de ellas solo tiene sentido considerada
en el funcionamiento de estas figuras de felices adoles- como parte de un conjunto, como viñeta de una refle-
centes, aparentemente trasnochadas, incorporadas xión prolongada. Si las escindimos de este continuo no
EL ARTE IMAGINA

ahora a nuestro espacio imaginario, y el de la pintura solo pierden su “manera de ser” sino que adquieren una
que las incorpora al espacio del arte como obras refle- dimensión completamente indeseable. Algunas de ellas,
xivas. tomadas de una en una, no dejan de ser imágenes de
jóvenes nazis, no dejan de recordar, incluso de apunta-
Proceso pictórico de figuraciones sucesivas y remisio- lar este imaginario, o de ignorarlo, apareciendo como
nes en círculo. Mise en abîme. Pintura del que pinta el figuras asépticas de un universo juvenil.
deseo de pintura del que pinta.... Diálogo circular de la
memoria imaginaria. Doble espejo que refleja la voca- Estamos ante una evidente paradoja, entonces, por
ción antropófaga de la imagen pictórica (imágenes cuanto cada una de las imágenes, separadas del texto
puestas ahí para acabar consigo mismas en la propia pictórico y el contexto artístico en el que han sido con-
recepción) y rememora la condición reflexiva de las fi- cebidas, trabajan de forma absolutamente antagónica a

4. Georges DIDI-HUBERMAN, La peinture incarnée, París, Les Éditions de Minuit, 1985.


5. Lo que, por otra parte, es un componente fundamental de la interpretación de la obra de arte, desde que, a mediados del XX, la existencia
de tendencias y movimientos artísticos caracterizados por la formulación de referentes grupales o incluso la publicación de manifiestos, dio
paso a lenguajes y poéticas asentadas en criterios y trayectorias individuales.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
este. Mostrándose así como un claro ejemplo de la con- él, la manera en que son percibidas en su nueva ubica-
dición de adaptabilidad que es propia de cualquier ima- ción y por el nuevo espectador.
gen, capaz de decir lo mismo y lo contrario en ámbitos
de interpretación diferentes, en función de lo que Sartre Las aparentemente inocuas y “naturales” imágenes de
llamaba las “inducciones que interesen a su natura- nuestros referentes literarios, cinematográficos o publi-
leza”6. Pero más aún cuando se trata del espacio del citarios, se descubren en este tipo de obras como cons-
arte. Nos encontramos ante una imagen exactamente tructoras de un imaginario “didáctico” en el que las
igual en su formalización pero completamente distinta figuras actúan como contenedores de deseo y enuncia-
en su recepción, en su experimentación. Le llamamos dores de pautas sociales.
con el mismo nombre pero en nuestra conciencia apa-
rece de forma diversa, en nuestra percepción se com- Pero, volvamos de nuevo a Bisky. Cuando se presenta
porta con otro objeto. Seguramente se trata de un como cartel, podemos decir que la imagen actúa como
ejemplo límite de las reflexiones de Deleuze y Guatary una “estampa”. Estampa porque pertenece a una clase
acerca de las transformaciones que experimenta una de imágenes propias de la era de la reproductividad (en

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


obra en función de las condiciones del entorno en el que el sentido de lo descrito por Benjamín), porque se en-
se presenta. cuentra sujeta al proceso de seriación que las caracte-
riza; estampa entonces como método de realización y
Esta misma adecuación imaginaria la encontramos tam- difusión. Estampa en su sentido literal, porque ha sido 19
bién en el proceso inverso, el de las estampas incorpo- impresa, estampada, porque su forma de ser y la ma-
radas al espacio del arte. En este sentido, podemos nera en que se le reconoce, es la de una estampación,

EL ARTE IMAGINA
recordar, por ejemplo, las imágenes apropiadas y reor- es decir, papel y tinta im-presos (atados en el mismo
denadas de las obras de Julia Jacquette. Carteles de cuerpo), o lo que es lo mismo, estampa entendida como
cine, cromos de niños y estampas publicitarias en las objeto. Pero “estampa”, aquí, especialmente, por su
que descubre un catálogo ordenado de pautas de com- forma de trabajar, por la manera en que actúa.
portamiento sensible, de actitudes emocionales y de di-
visión de las tareas asignadas a cada género en la Dado que se muestra como una obra de arte cedida
relación afectiva. En este caso, son las estampas apro- para la promoción de unos campeonatos deportivos,
piadas y desplazadas al mundo experiencial del arte, deberemos recordar que se presenta con una cierta pér-
quienes al incluirse en un ámbito poético, es decir al dida del aura, en la medida en que es producto de un
instalarse y asumir un papel como motivo en una obra proceso técnico de reproducción, y también una cierta
pictórica, alteran completamente su significado, y con recuperación de la misma (en el sentido apuntado por

6. “Todo nuevo estudio dedicado a las imágenes tiene, pues, que comenzar por una distinción radical; una cosa es la descripción de la
imagen y otra las inducciones que interesan a su naturaleza”. J.P.SARTRE, Lo imaginario, Buenos Aires, Editorial Losada Obras maestras
del pensamiento, 2005, p. 12.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Boris Groys7), en la medida en que se ha anunciado su el caso que nos ocupa, la “estampa” se podría ubicar
procedencia artística, se ha limitado su multiplicación al también en el ámbito de otros deportes como el rugby,
número de 800 ejemplares, y cada uno de ellos está de- o por qué no, como anuncio de alguna bebida refres-
bidamente firmado, autentificado por el autor. Diremos cante, o como exaltación del trabajo colectivo en alguna
entonces que, en este caso, de alguna manera la ima- campaña institucional, y también como publicidad de
gen se ve contaminada por la acción de la identificación, una exposición de comics, o multitud de referencias a la
la limitación y la autentificación promovida por la firma juventud, etc...
del artista, que es la manera de reubicarla en el terreno
del arte, aunque solo sea tangencialmente. En el espacio artístico, las imágenes actúan de forma
totalmente distinta. Lo que llamamos arte es una con-
* fluencia de formas, cuerpos, textos y circunstancias, vin-
culadas a un espacio de pensamiento y emotividad,
A este tipo de imágenes les podemos llamar entonces instalada en un ámbito determinado, y vehiculada por
“estampas” en su sentido más literal. Estampar proviene las imágenes que posee y que se muestran. En este
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

del franco stampôn, que quiere decir machacar. De sentido, las obras de arte poseen imágenes, pero no
acuerdo a su etimología, una “estampa” es una imagen son imágenes.
machacada, aplastada, sin posibilidad de vuelo, una fi-
20 gura que queda fijada en sus parámetros puramente En el arte no hay imagen sola. Lo que llamamos obra de
formales, es una imagen sin vida, es por lo tanto, un arte es una confluencia de imágenes, textos, acciones
significante vacío8, dispuesto a apropiarse de cualquier y circunstancias, vehiculadas con más o menos intensi-
EL ARTE IMAGINA

interpretación para tomar la apariencia de una imagen dad, y en ocasiones, por la imagen que se muestra. En
viva. Este tipo de “estampas” son restos de imágenes ese sentido, la obra de arte siempre es una instalación.
que guardan sus componentes formales, pero a las que Especialmente, por extraño que parezca, cuando se
les falta una determinada instalación, y por lo tanto pue- presenta aparentemente desnuda y separada de su en-
den estar en cualquier lugar, al alcance de cualquiera. torno, como es el caso de las pinturas de caballete. Tal
Si las instalamos en el ámbito propagandístico de unos como afirma W.J.T. Mitchell, “aunque habitualmente lo
campeonatos mundiales de fútbol se comportarán como hemos concebido así, ejemplificando un uso puramente
imágenes publicitarias, y actuarán como tales. Si las visual del medio, la pintura no es en absoluto puramente
instalamos en otro ámbito interpretativo, asumirán un óptica”9. Siempre fue así, pero en los últimos tiempos
comportamiento imaginario diferente. Por ejemplo, en esta comprensión de lo artístico es aún más evidente.

7. Boris Groys, Topología del arte, en “Micro Políticas, Arte y cotidianidad 2001- 1968”, catálogo de la exposición del mismo título, Generalitat
Valenciana, 2002.
8. Brian MASSUMI plantea que el semiocapitalismo impulsa y proyecta significantes vacíos, en los que se pueda construir o acoplar cualquier
significado de afectividad o de identidad: The Autonomy of Affect, en “Deleuze, A Critical Reader”, Oxford-Blackwell, ed. Paul Patton, 1996.
9. MITCHELL, op. Cit. pp. 18 y siguientes.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
La figura que se presenta en el arte, tiene un cuerpo cada uno de ellos funciona de acuerdo a un consenso
afectado por elementos que actúan contra y en él, se social que los determina. El del arte es un espacio con-
percibe de acuerdo a una gramática formal, ocupa un centrado de imaginación, información, referencialidad y
cierto espacio significativo en el que sus componentes conocimiento sensible.
se leen de una determinada manera, se arma de sen-
tido en colaboración con otras imágenes, gestos y pen- El arte no solamente muestra imágenes sino que re-
samientos del autor y de quienes opinan sobre él, en el quiere del espectador un ejercicio conversacional e ima-
ámbito físico, cultural e histórico en el que se ubica, y en ginativo, sin los cuales, lo que muestra carece de
relación a la memoria artística que lo acoge y a los com- sentido. De esto se trata, de la conversación, la imagi-
ponentes culturales de quienes se relacionan con ella nación y el sentido que permiten un lugar “de afectividad
como espectadores. Produce documentos que llama- privilegiado”10. Lo estético, tal como afirma Jacques
mos catálogos, críticas, análisis, escritos.... se muestra Ranciére11, es aquello que abre posibilidades de inter-
a través de sus imágenes en multitud de soportes y en locución y de comunicación entre regímenes distintos
relación a otras obras y documentos referentes a as- de expresión (y es aquí donde coincide con lo político).

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


pectos parciales, enunciativos, temáticos, cronológicos, Lo estético es lo que abre la posibilidad de inter-locu-
estilísticos.... El espectador puede conocer o no esta ción, lo que produce aperturas en el mundo “compren-
complejidad perceptiva de una obra pictórica, pero dido”, distribuido, dispuesto. El arte impulsa espacios
desde luego, en su recepción activará todos y cada uno de conversación, es decir, de intercambio de versos, 21
de estos parámetros (que para entendernos llamamos) porque lo que se propone es un pensar que se da en la
visuales. intercomunicación y en la relación, y éstos solo son po-

EL ARTE IMAGINA
sibles mediante la activación imaginaria.
Los mundos con los que se relacionan- y en donde ad-
quieren sentido- las imágenes cotidianas (que no son El ver, en arte, es un acto de percepción creativa, un
sino “estampas” de lo visual consensuado) tienen sus ejercicio de pensamiento (“pensamiento de lo que no
propias reglas interpretativas, que no son las del arte. piensa”, podríamos decir con Rancière). Es por lo tanto
La publicidad tiene las suyas (dirigidas a crear deseo un proceso que requiere la imaginación, si entendemos
por la posesión y/o consumo del producto), las de docu- como Hannah Arendt que lo que permite la comprensión
mentación también (ilustrar, indicar, aportar datos), y las es la posibilidad de concebir y dar forma a otros puntos
del uso mediático (informativas, recreativas...), y las pro- de vista, y que “sin imaginación el entender solo es po-
pagandísticas (anuncios, avisos....) y las corporativas sible en tanto costumbres y ritos (reglas comunes del
(identificación, marca).... No hay imagen sin ubicación comportamiento) que dominan todo”12. Imaginar es in-
en un espacio significativo y en un espacio sensible, y ventar, y es a su vez activar un engranaje que pueda

10. Tal como define Jacques RANCIÈRE el arte en, El inconsciente estético, Buenos Aires, Del Estante Editorial, 2005.
11. Jacques RANCIÈRE, El Desacuerdo: Política y Filosofía, Buenos Aires, Nueva Visión, 1996.
12. Hannah ARENDT, Denktagebuch, Müchenurich, 2002.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
interconectar ámbitos diversos de lo visible y lo pensa- nómenos y experiencias, en colaboración con lo simbó-
ble. Imaginar es poner en marcha la fuerza de la inven- lico. En nuestra cultura llamamos arte, precisamente, a
ción y de la interrelación como mediación entre el un espacio privilegiado y específico al que se reclama
mundo sensible y el mundo inteligible. la confluencia de imágenes, imaginarios e imaginacio-
nes. Un espacio que descubre la posibilidad de lo sen-
Lo que pone de manifiesto una nueva comprensión de sible y lo visible, en la medida en que abre el “repertorio
lo que llamamos experiencia, de lo que entendemos por de lo potencial, de lo hipotético, de lo que no es, no ha
imaginación, y de la relación entre ambos. Como indi- sido ni tal vez será, pero que hubiera podido ser”, tal
caba Giorgio Agamben, en su ensayo sobre la destruc- como indica Italo Calvino14. La imaginación es el aglu-
ción de la experiencia, ésta ocupaba en la modernidad tinante de esta “comprensión”, que es una forma espe-
el espacio que el mundo antiguo y el medioevo asig- cífica de pensamiento que Arendt llama “pensamiento
naba a la imaginación, que es el de mediación entre libre”. Un pensamiento que no tiene por objeto producir
sentido e intelecto. La recuperación del papel mediador resultados ni aspira a ningún fin, sino que crea sentido.
e impulsor de la imaginación en el conocimiento, precisa
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

desde luego una reconsideración de la idea de mundus Y “sentido es lo que nunca aparece, ni siquiera se ma-
imaginabilis del medioevo13, pero es también la recla- nifiesta (...) Levantarlo de la profundidad es la tarea de
mación de una reconsideración de la experiencia mo- la poesía, de todo arte”15. Y es tarea del arte, precisa-
22
derna, de la experiencia referida al sujeto de la ciencia, mente, como pensamiento16, si entendemos con Jean-
“concepto asintótico, como diría Kant, algo que solo es Luc Nancy que “arte es solamente lo que toma por
posible hacer y nunca se llega a tener”. tema, y en calidad de lugar, la apertura del sentido como
EL ARTE IMAGINA

tal en su mismísima sensualidad, una presentación de


El arte imagina en el sentido de que es el espacio “en- la presentación, o la moción y la emoción de una ve-
cargado” de poner en contacto sensaciones, ideas, fe- nida”17.

13. “Con Descartes y el nacimiento de la ciencia moderna la función de la fantasía es asumida por el nuevo sujeto del conocimiento: el ego
cogito. Entre el nuevo ego y el mundo corpóreo, entre res cogitans y res extensa, no hace falta ninguna mediación. La expropiación de la
fantasía que resulta de ello se manifiesta en el nuevo modo de caracterizar su naturaleza: mientras que en el pasado no era algo subjetivo,
sino que era más bien la coincidencia de lo subjetivo y lo objetivo, de lo interno y lo externo, de lo sensible y lo inteligible, ahora emerge en
primer plano su carácter combinatorio y alucinatorio, que la Antigüedad relegaba al fondo. De sujeto de la experiencia, el fantasma se trans-
forma en el sujeto de la alineación mental, de las visiones y de los fenómenos mágicos, es decir, de todo lo que queda excluido de la expe-
riencia auténtica”: Giorgio AGAMBEN, Infancia e historia, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2004, pp 24 y sig.
14. Italo CALVINO, Seis propuestas para el próximo milenio, Madrid, Siruela Ediciones, 1998, pp. 97.
15. Ibídem, pp. 740.
16. “El sentido depende del pensamiento, en cuanto que es él quien lo acoge, y no quien lo hace, el sentido que reside en lo que está abierto
acoge el pensamiento mismo en tanto que apertura. No es una apertura del pensamiento, como se puede decir acerca de actitudes intelec-
tuales de estilo liberal o reconciliador. Sino que es el pensamiento en tanto que apertura en la cual y a través de la cual puede acaecer lo
que pertenece al sentido, precisamente porque acaece, con una fuerza de anuncio, de llamada o de exigencia”: Jean-Luc NANCY, El olvido
de la filosofía, Madrid, Arena libros, 2003, pp. 11.
17. Jean-Luc NANCY, El sentido del mundo, Buenos Aires, La Marca Editora, 2003, pp. 197.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Las imágenes del arte son umbrales, puertas de acceso trabajo es siempre un modo de producción de pensa-
que permiten al espectador discurrir una conversación miento vivo, un pensamiento “encarnado” tal como lo
imaginaria generadora de sentido. Están puestas ahí identifica Suely Rolnik. Al arte se le reclama concreta-
para que funcionen así, como intervalos. “En un cuadro mente la liberación de las imágenes de su fatalidad y
el objeto estético es un irreal”, decía Jean-Paul Sartre, de su encorsetamiento teológico o metafísico.
y continuaba, “lo que es bello es un ser que no podría
darse a la percepción y que, por su misma naturaleza, Las estampas publicitarias, ilustrativas, decorativas y
está aislado del universo (...) el cuadro tiene que ser normativas, incluso las figuras del ocio y el espectáculo,
concebido como una cosa material visitada de vez en en tanto que requieren una comprensión inmediata y
cuando (cada vez que adopte el espectador la actitud sin fisuras interpretativas del objeto de su presencia,
imaginante) por un irreal que es precisamente el objeto pertenecen al ámbito de lo visual consensuado, que en
pintado”18. lo fundamental tiene por objeto la afirmación, el mante-
nimiento del orden simbólico existente. Las estampas
El objeto de las figuras del arte, en última instancia, es se muestran para ser comprendidas con facilidad y por

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


salirse de sí mismas primero, y negarse después para lo tanto deben trabajar con el mínimo común imaginario
extenderse tropológica o metafóricamente como pen- (que no es sino el nivel básico necesario para poder
samiento y como sensación. Porque esta es la manera desenvolverse en el orden simbólico, para poder habitar
de funcionar que se le ha asignado social y cultural- el mundo en cada momento y en cada contexto), mí- 23
mente, este es el espacio en el que actúa, el de lo po- nimo común al que se valida identificándolo con lo real,
ético. con lo seguro, con lo auténtico, como forma de que se

EL ARTE IMAGINA
construya un continuo sin fisuras con el deseo19.
Pero además, el objeto de las imágenes del arte es el
de interrogarse, poniendo en tela de juicio el estableci- Lo visual consensuado reproduce el estatus visual y lo
miento visual existente. Su forma de ser es la ruptura reafirma, lo autentifica como imagen real de lo real, ima-
del consenso y la muestra de nuevas posibilidades de gen natural de lo natural. Si emplea parcialmente la in-
la reflexión, el pensamiento, la sensación y la imagina- vención poética, lo hará para reforzar este mecanismo
ción. Todas las imágenes son productoras de conoci- de autentificación, para acentuarlo. Las “imágenes-es-
miento en uno u otro sentido y con una u otra tampa” trabajan en parámetros interpretativos perfecta-
intensidad, pero en el caso de las imágenes artísticas, mente definidos, y a su vez se proponen como
esta es una condición asignada específicamente. Su significantes vacíos al servicio del receptor. En esta pa-

18. Jean-Paul SARTRE, op.cit. pp. 260 y sig.


19. El mínimo común imaginario se establece mediante un consenso social implícito acerca del orden de las remisiones entre lo que se
siente y lo que se conoce, y de los parámetros básicos de su interpretación, lo que en última instancia produce un orden de la representación
y una configuración de lo que llamamos lo real, así como de los recursos y métodos de su conocimiento e interpretación, es decir, las bases
de una cierta episteme. Este mínimo común imaginario, se corresponde en cierta medida con el “mundo-imagen” del que habla Susan BUCK-
MORS (Estudios visuales e imaginación global, en “Estudios Visuales”, op. cit., pp. 159) y al que entiende como “la superficie de la globali-
zación (...) Empobrecida, oscura, superficial, esta imagen-superficie es toda nuestra experiencia compartida”.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
radoja se basa, precisamente, buena parte de la activi- y de nuevos espacios de lo sensible. Ese es su encargo.
dad imaginaria y de los actos visuales en la sociedad El espacio del arte es el que cultural e históricamente
del conocimiento: en proyectar en el que mira la sensa- hemos adecuado para trabajar en esta contradicción
ción de que ejerce su libertad imaginativa, mientras se social entre los movimientos y aperturas que (la socie-
le encierra en una gramática elemental de lo visible y dad) requiere para su propia pervivencia como cuerpo
se le establece el campo de lo “natural” escópico. En activo y cambiante, por un lado, y la tendencia a su con-
este sentido, lo visual consensuado corresponde al tinuidad y estabilidad, por otro. En esta tensa relación se
orden de lo que Jacques Rancière propone llamar lo po- articula el estatus de la imagen en la sociedad del co-
licial (policy), el “modo de estar juntos que pone los nocimiento y se produce el cruce de informaciones que
cuerpos en su lugar y en su función de acuerdo a sus la caracteriza.
propiedades, según su nombre o su ausencia de nom-
bre, carácter lógico o fónico de los sonidos que salen de Vincular arte y vida no es, en este sentido, sino abrir
su boca. El principio de este ser juntos es sencillo: da a grietas imaginarias en el consenso social, es decir ge-
cada uno la parte que le corresponde según la eviden- nerar en el mínimo común imaginario la inseguridad y la
JOSU LARRAÑAGA ALTUNA

cia de lo que es. En él, las maneras de ser, las maneras duda, hacer emerger sus inmensas limitaciones e incor-
de hacer y las maneras de decir- o de no decir- remiten porar la forma de ser de lo artístico como imaginación,
exactamente unas a otras”20. invención y pensamiento, de manera que la forma refle-
24 xiva que identifica la creación y la recepción artística se
Frente a esta seguridad de lo visto y esta acotación de extienda en la práctica social. Y este es un problema
sus parámetros, el espacio del arte se ocupa de abrir conversacional que, como tal, afecta al intercambio, no
EL ARTE IMAGINA

nuevos flujos y proponer nuevas formas de lo sensible, solo a la emisión sino también a la recepción y a los me-
que por su forma de ser (sinestésica y tropológica), des- canismos de interconexión. El arte puede emplear y
ordena el estatus visual y la lógica afectiva que lo sus- compartir las estampas más estrictas y las imágenes
tenta reclamando nuevas imágenes y nuevos espacios más superficiales que podamos identificar, o por el con-
de la sensación. Naturalmente, el espacio del arte es trario las más sofisticadas, imaginativas e inalcanzables
uno entre otros posibles espacios de lo poético, pero su sensaciones ópticas, poco importa, si los sujetos que
relevancia reside en su especificidad, dado que ha sido potencialmente las pueden percibir no disponen de los
identificado, construido y adecuado con ese objeto. medios interpretativos necesarios para su comprensión
en el espacio simbólico-tropológico e inteligente que re-
El arte se sitúa en el límite poético. Es, precisamente, un clama el proceso artístico, o si los dispositivos conver-
espacio en el que se trabaja en la generación, la inven- sacionales (o interrelacionales) no están
ción, la creación, la producción de aperturas en lo visual suficientemente desarrollados e incorporados a los usos

20. Lo policial no sería sino “el conjunto de los procesos mediante los cuales se efectúan los agregados y el consentimiento de las colecti-
vidades, la organización de los poderes, la distribución de los lugares y funciones y los sistemas de legitimación de esta distribución”: Ibídem,
pp. 138.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
culturales de la colectividad. Lo que se precisa compartir el valor añadido que genera o ayuda a generar en un
es precisamente esta comprensión de lo visible como plazo determinado. Algo parecido sucede con la imagi-
apertura para el pensamiento. nación, a la que se le depara una función específica en
la generación de deseos y en la sublimación. El término
Pero además, afirmar que el arte imagina, en una socie- “creativo” hace referencia a una manera de entender la
dad llamada del conocimiento o cognitiva precisamente imaginación en la que se incluye su pertenencia a un
porque el valor fundamental se ha desplazado hacia la supuesto espacio de lo misterioso y de lo inaprensible,
capacidad inventiva e imaginativa, es indicar el espacio de lo que está fuera del alcance de los mortales. Los
que comparte con todos aquellos empleos cuya función creativos tienen por objeto presentar sus ocurrencias
es, principalmente, la generación de deseo, la proyec- desde el espacio místico de lo inalcanzable, como es-
ción de misterio y la asignación de valor en los inter- pejismo en el que deseo y necesidad encuentran de
cambios económicos y financieros. Lo que abre otro nuevo su coincidencia en un objeto. Por eso proponen
espacio reflexivo acerca de la colaboración y la repul- espacios significativos cerrados.
sión imaginaria de ambos mundos, el del arte y el de

JOSU LARRAÑAGA ALTUNA


los “creativos”, y del sentido que el término imaginación Desde el arte, el conocimiento se mide en función de la
pueda tener en ambos espacios, por un lado, y la rela- apertura social que provoca y en las posibilidades que
ción que éstos puedan tener con lo simbólico, por otro. procura. Imaginar, en este sentido, no es solo inventar,
sino también impulsar espacios reflexivos que generen 25
Conocimiento e imaginación son dos términos funda- a su vez itinerarios de nuevas invenciones y procesos
mentales para la comprensión de la fase del desarrollo de relaciones interconectadas en un ámbito de sentido.

EL ARTE IMAGINA
económico del biocapitalismo, en la medida en que a El arte produce procesos significativos, no los agota ni
ambos se les reclama un puesto preeminente en los los cercena, sino que los causa y los abre. Y es aquí
procesos de generación de valor. Pero es importante donde la imagen o imágenes de la obra de arte tienen
recordar que, en el mismo acto, se les asigna una de- sentido, en la medida en que tienen un papel específico
terminada función. En el ámbito económico el “conoci- en la apertura de imaginaciones y en el proceso imagi-
miento” se mide en función de la riqueza, la plusvalía o nario que genera.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Jacques
Rancière

L
Estética y
política: las a aspiración princi- de estos iconos sobre nuestra percepción, otros entie-

paradojas
pal de mi trabajo es con- rran en silencio monumentos invisibles dedicados a los

del arte
tribuir a fundamentar horrores del siglo; unos procuran mostrarnos los “ses-
sobre bases más claras la gos” de la representación dominante de identidades

JACQUES RANCIÈRE
político
cuestión de las relaciones subalternas, otros nos proponen agudizar nuestra mi-
entre arte y política. En rada ante las imágenes de personajes de identidad flo-
esta línea, trataré de ex- tante o indescifrable; algunos artistas hacen las 27
poner en este texto un pancartas y las máscaras de los manifestantes que se
doble movimiento del pre- alzan contra el poder mundializado, otros se introducen

ESTÉTICA Y POLÍTICA
sente hacia el pasado y del pasado hacia el presente. bajo falsas identidades en las reuniones de los grandes
Partiré pues de las tendencias que parecen destacar de de este mundo o en sus redes de información y comu-
las manifestaciones y debates de estos últimos años nicación; algunos hacen en los museos la demostración
para intentar ver cómo nos obligan a reconsiderar algu- de nuevas máquinas ecológicas, otros colocan en los
nas evidencias a menudo compartidas por teorizaciones suburbios problemáticos pequeñas piedras o discretas
de hecho antagónicas, en particular, a través de los con- señales de neón destinadas a crear un nuevo entorno,
ceptos de lo moderno y de lo posmoderno. desencadenando nuevas relaciones sociales; unos co-
locan en los barrios desheredados las obras maestras
Parto pues de la situación presente: después del tiempo del museo, otros llenan las salas de los museos de los
de la denuncia del paradigma modernista y del escep- residuos dejados por sus visitantes; uno paga trabaja-
ticismo dominante en cuanto a los poderes subversi- dores inmigrantes para que demuestren, cavando su
vos del arte, vemos cada vez más afirmarse de nuevo propia tumba, la violencia del sistema salarial, otra se
una vocación del arte de responder a las formas del hace cajera de supermercado para comprometer el arte
poder económico, institucional e ideológico. Pero vemos en una práctica de restauración de los vínculos socia-
también esta vocación reafirmada manifestarse bajo for- les, etc.
mas divergentes e incluso contradictorias. Algunos ar-
tistas transforman en estatuas monumentales los iconos No elaboro esta lista aleatoriamente, sino para señalar
mediáticos y publicitarios para concienciarnos del poder dos puntos: por una parte, la voluntad de politizar el arte

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
se despliega en estrategias y en prácticas muy distintas. novedades. Quisiera pues invertir la perspectiva habi-
Esta diversidad no es sólo la de los medios elegidos tual y tomar distancia histórica para plantear las cues-
para alcanzar un determinado objetivo estratégico. tiones: ¿a qué modelos de eficacia obedecen nuestras
Pone de manifiesto una incertidumbre fundamental esperanzas y nuestros juicios en materia de política del
sobre la configuración misma del territorio del conflicto, arte?, ¿a qué época pertenecen estos mismos mode-
sobre lo que es la política y sobre lo que hace el arte. los?
Pero, por otra parte, estas prácticas divergentes tienen
un punto en común: consideran generalmente como ad- Me transportaré deliberadamente a la Europa del siglo
quirida la identificación de la política del arte con un de- XVIII, más concretamente al momento en que el modelo
terminado tipo de eficacia: el arte es supuestamente mimético dominante se vio cuestionado de dos mane-
político porque muestra los estigmas de la dominación, ras. Entiendo por modelo mimético dominante aquel
o porque ridiculiza los iconos reinantes, o porque sale que supone una relación de continuidad entre las for-
del ámbito que le es propio para transformarse en prác- mas sensibles de la producción artística y las formas
tica social, etc. Tras más de un siglo de supuesta crítica sensibles según las cuales los sentimientos y pensa-
de la tradición mimética, hay que reconocer que sigue mientos de los que las reciben se encuentran afectados.
JACQUES RANCIÈRE

siendo esta tradición la que domina incluso en las for- Este modelo de eficacia puede ser ilustrado, concreta-
mas que se quieren artística y políticamente subversi- mente, por la escena teatral clásica: se suponía que
28 vas. En resumen, se supone que el arte nos subleva esta escena era un espejo de aumento dónde los es-
mostrándonos cosas escandalosas, nos moviliza por el pectadores eran invitados a ver, bajo las formas de la
hecho de moverse fuera del taller o del museo y nos ficción, los comportamientos de los hombres, sus virtu-
ESTÉTICA Y POLÍTICA

transforma en contrarios al sistema dominante negán- des y sus defectos. El teatro proponía lógicas de situa-
dose él mismo como elemento de este sistema. Se su- ciones que debían reconocerse para orientarse en el
pone siempre como evidente un determinado tipo de mundo y modelos de pensamiento y acción para imitar
relación entre causa y efecto, entre intención y resul- o para evitar. El Tartuffe de Molière enseñaba a reco-
tado. nocer y a odiar a los hipócritas, el Mahomet de Voltaire a
huir del fanatismo y a amar la tolerancia, etc. Esta vo-
La “política del arte” se caracteriza así por una extraña cación edificante está al parecer lejos de nuestras for-
esquizofrenia. Por una parte, artistas y críticos nos invi- mas de pensar y de sentir. Y sin embargo, como decía
tan a situar las prácticas del arte y las reflexiones sobre antes, la lógica causal en que se basa permanece muy
el arte en un contexto siempre nuevo. Nos dicen de próxima a nosotros. Según esta lógica, lo que vemos -
buen grado que la política del arte debe reconsiderarse sobre una escena de teatro, pero también en una expo-
enteramente en el contexto del capitalismo tardío o de sición fotográfica o una instalación, son las señales sen-
la globalización, la comunicación informática o la cá- sibles de un determinado estado, dispuestas por la
mara digital. Pero siguen presuponiendo mayoritaria- voluntad de un autor. Reconocer estas señales, es com-
mente modelos de la eficacia del arte que se habían prometerse con una determinada lectura de nuestro
cuestionado quizá un siglo o dos antes de todas estas mundo. Comprometerse con esta lectura, es experi-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
mentar un sentimiento de proximidad o distancia que poblaciones la ocasión de una manifestación estética?
nos impulsa a intervenir en la situación del mundo así ¿O la indignación contra esta mirada cómplice que no
significada, de la manera deseada por el autor. Llame- ve en estas poblaciones más que su condición degra-
mos a esto el modelo pedagógico de la eficacia del arte. dante de víctimas?
Este modelo sigue caracterizando tanto la producción
como el juicio de nuestros contemporáneos. Indudable- La cuestión es irresoluble. Pero esta indefinición no se
mente ya no creemos en la corrección de las costum- debe a que el artista habría tenido intenciones dudosas
bres por el teatro. Pero sin embargo creemos aún de o una realización imperfecta y que así no habría dado
buen grado que la representación en escultura de resina con la fórmula idónea para transmitir los sentimientos y
de tal o cual ídolo publicitario nos levantará contra el los pensamientos convenientes a la percepción de la si-
imperio mediático del espectáculo o que una serie foto- tuación. Se debe a la fórmula en sí misma, a la presu-
gráfica sobre la representación de los colonizados por posición de una continuidad sensible entre la
el colonizador nos ayudará a frustrar hoy las trampas producción de las imágenes, gestos o palabras y la per-
de la representación dominante de las identidades. cepción de una situación que implica los pensamientos,
sentimientos y acciones de los que la perciben. El caso

JACQUES RANCIÈRE
Ahora bien hace ya más de dos siglos que este modelo del teatro es obviamente ejemplar y El Misanthrope
de la eficacia del arte se cuestionó. Este cuestiona- pone de manifiesto esta paradoja: ¿cómo podría nunca
miento ha tomado a partir de 1760 una doble forma. La el teatro desvelar a los hipócritas, puesto que la ley que 29
primera es la de un ataque frontal. Pienso en Lettres lo controla es precisamente la misma que controla el
sur les spectacles de Rousseau y en la denuncia que comportamiento de los hipócritas: la puesta en escena

ESTÉTICA Y POLÍTICA
yace en su seno: la de la pretendida lección de moral mediante cuerpos vivos de las señales de pensamien-
del Misántropo de Molière. Más allá del juicio de inten- tos y sentimientos que no comparten realmente? La ló-
ciones de un autor, su crítica señalaba algo más funda- gica de la mimesis es una lógica contradictoria puesto
mental: la ruptura de la línea recta establecida por el que retoma para sí el efecto que se supone debe pro-
modelo representativo entre la acción de los cuerpos ducir sobre los comportamientos de aquellos a quienes
teatrales, su sentido y su efecto. ¿Acaso Molière de- va dirigida.
fiende la sinceridad de su misántropo contra la hipocre-
sía mundana que le rodea? ¿Acaso defiende las El problema entonces no consiste en la validez moral o
exigencias de la vida en sociedad frente a su intoleran- política del mensaje transmitido por el dispositivo repre-
cia? Aquí, de nuevo, el problema que parece estar le- sentativo, sino que se refiere al dispositivo en sí mismo.
jano, es fácil de trasladar a nuestra actualidad: ¿Qué Todo indica que la eficacia del arte no consiste en trans-
esperar de la representación fotográfica sobre las pare- mitir mensajes, dar modelos o contra modelos de com-
des de una galería de las víctimas de cualquier empresa portamiento o aprender a descifrar las
de liquidación étnica: acaso la rebelión contra sus ver- representaciones. Consiste en primer lugar en disposi-
dugos? ¿La simpatía estéril hacia los que sufren? ¿La ciones de los cuerpos, en divisiones de espacio-tiempos
ira contra los fotógrafos que hacen del desamparo de singulares que definen maneras de estar juntos o se-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
parados, en frente o en medio de, dentro o afuera, etc. cluso dentro del museo, la separación entre arte y vida.
Es lo que la polémica de Rousseau evidenciaba. Pero, Lo que se opone entonces a la pedagogía dudosa de
al mismo tiempo, se interrumpía el pensamiento de la mediación representativa es otra pedagogía, la de la
esta eficacia debido a una oposición demasiado simple. inmediatez ética. Esta polaridad entre dos pedagogías
Lo que se opone a las dudosas lecciones moralistas de define el círculo en el cual se encuentra a menudo, to-
la representación es sencillamente el arte sin represen- davía hoy, encerrada la reflexión sobre la política del
tación, el arte que no separa la escena de la actividad arte.
artística de la vida colectiva. Lo que pone frente al pú-
blico de los teatros es el pueblo en acción, la fiesta cí- Ahora bien esta polaridad tiende a ocultar la existencia
vica donde la ciudad se presenta a sí misma, como lo de una tercera manera de pensar la eficacia del arte.
hacían los efebos espartanos celebrados por Plutarco. Esta tercera forma de eficacia merece en realidad el
Rousseau reanudaba así la polémica inaugural de Pla- nombre de eficacia estética ya que es consustancial al
tón, oponiendo a la mentira de la mimesis teatral la co- régimen estético del arte. Pero se trata de una eficacia
reografía de la ciudad en acción, impulsada por su paradójica: la eficacia de la separación misma, de la dis-
principio espiritual interno, cantando y bailando su pro- continuidad entre las formas sensibles de la producción
JACQUES RANCIÈRE

pia unidad. Este paradigma designa el lugar de la polí- artística y las formas sensibles a través de las cuales
tica del arte, para, inmediatamente después, arrebatar ésta es aprehendida por los espectadores, los lectores
30 el arte y la política juntos. Lo que opone a la dudosa o los oyentes. La eficacia estética es pues la eficacia de
pretensión de la representación de corregir las costum- una distancia y de una neutralización. La “distancia” es-
bres y los pensamientos es un modelo archi-ético. Arch- tética fue asimilada por una determinada crítica socio-
ESTÉTICA Y POLÍTICA

iético en el sentido de que los pensamientos no son ya lógica a la contemplación extática de la belleza, que
objetos de lecciones cargadas por los cuerpos o las ocultaría los fundamentos sociales de la producción ar-
imágenes representadas, sino que son directamente tística y de su recepción, oponiendo así la conciencia
encarnadas en costumbres, en modos de ser de la co- crítica de la realidad a los medios para actuar en ella.
munidad. Este modelo archi-ético nunca ha dejado de Pero esta crítica no alcanza lo que constituye el corazón
acompañar lo que llamamos modernidad, como pensa- de esta distancia y el principio de su eficacia: la sus-
miento de un arte convertido en forma de vida. Tuvo por pensión de toda relación determinable entre la intención
supuesto sus días de gloria en el primer cuarto del siglo de un artista, una forma sensible presentada en el es-
XX: la obra de arte total, el coro del pueblo en acción, pacio del arte, la mirada de un espectador y un estado
la sinfonía futurista o constructivista del nuevo mundo de la comunidad. Tal dispositivo opone a la mediación
mecánico. Estas formas han quedado muy atrás. Pero representativa una disyunción radical que se sitúa en
lo que permanece cerca, es el modelo del arte que debe un polo totalmente opuesto con relación al modelo
suprimirse a sí mismo, del teatro que debe invertir su archi-ético de la unicidad de una manifestación sensible
lógica transformando al espectador en protagonista, de colectiva. Esta disyunción resulta emblemática, en la
la performance artística que saca el arte del museo para época en que Rousseau escribía su Lettres sur les
convertirlo en un gesto en la calle, o que suprime, in- spectacles por la descripción al parecer inofensiva de

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
una estatua antigua, la descripción hecha por Winckel- cación estética del hombre. La eficacia estética se de-
mann de la estatua conocida como el Torso del Belve- fine allí en primer lugar como la de una suspensión: El
dere. La ruptura que este análisis opera con relación al ”instinto de juego” que caracteriza para él la experiencia
paradigma representativo se sostiene en dos puntos estética supone la neutralización de la oposición que
esenciales: en primer lugar, esta estatua carece de todo tradicionalmente definía el arte y también su arraigo so-
lo que, en el modelo representativo, permitía definir al cial: éste se definía por la imposición activa de una
mismo tiempo la belleza expresiva de una figura y su forma a la materia pasiva y esta jerarquía lo ponía en re-
carácter ejemplar: no tiene boca para enunciar un men- lación con una jerarquía social donde los hombres de la
saje, no tiene cara para expresar un sentimiento, no inteligencia activa dominaban a los hombres de la pasi-
tiene miembros para dirigir o realizar una acción. A vidad material. Y muy naturalmente, para ilustrar esta
pesar de todo Winckelmann decidió convertirla en la es- nueva relación del arte, Schiller pondrá en escena ya
tatua del héroe de acción por antonomasia, Hércules, el no un cuerpo sin cabeza, sino una cabeza sin cuerpo,
héroe de los Doce Trabajos. Sin embargo la estatua re- la de Juno Ludovisi, caracterizada ella también por una
presenta un Hércules en reposo, recibido entre los dio- indiferencia radical, una ausencia radical de inquietu-
ses después de sus trabajos. Es precisamente a este des, de voluntad y de fines, es decir, una radical neutra-

JACQUES RANCIÈRE
personaje ocioso al que convirtió en representante lización de la oposición misma entre actividad y
ejemplar de la belleza griega, hija de la libertad griega; pasividad.
libertad perdida de un pueblo que no conocía la sepa- 31
ración entre arte y vida. La estatua nos remite pues a la Esta paradoja define efectivamente la configuración y
vida de un pueblo como el de Rousseau, pero precisa- la “política” de lo que llamo régimen estético del arte,

ESTÉTICA Y POLÍTICA
mente este pueblo está ausente en lo sucesivo, pre- en oposición a la vez al régimen de la mediación repre-
sente solamente en la estatua ociosa, que no expresa sentativa y al régimen de la inmediatez ética. La efi-
ningún sentimiento ni propone ninguna acción que deba cacia estética significa en efecto la eficacia de la
imitarse. He aquí el segundo punto: la estatua ha sido suspensión de toda relación directa entre la producción
sustraída de cualquier continuidad que garantizara una de las formas del arte y la producción de un efecto de-
relación de causa a efecto entre una intención de un ar- terminado sobre un público determinado. La estatua de
tista, un modo de recepción por un público y una deter- la que nos hablan Winckelmann o Schiller, fue la figura
minada configuración de la vida colectiva. Esta de un dios, el elemento de un culto religioso y cívico,
descripción proponía por lo tanto una eficacia paradó- pero ya no lo es. No ilustra ya ninguna fe ni significa
jica: ya no transcurre por un extra de expresión o por ningún valor social. Ya no produce ninguna corrección
un extra de movimiento sino al contrario por una sus- de las costumbres ni ninguna movilización de los cuer-
tracción, por una indiferencia o una pasividad radical. pos. No va dirigida ya a ningún público específico, sino
Ya no transcurre por un arraigo en una forma de vida al público anónimo indeterminado de los visitantes de
sino al contrario por la distancia entre dos distribuciones museos y lectores de novelas. Se les ofrece, de la
de las formas de la vida colectiva. Es esta paradoja la misma manera que puede presentarse una Virgen flo-
que Schiller desarrollaría en sus Cartas sobre la edu- rentina, una escena de cabaret holandesa, un pequeño

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
mendigo español, un fuente de frutas o un puesto de separación estética, se encuentra en contacto con la
pescado; del mismo modo en que lo serán más tarde política. Porque el disenso está en el centro de la polí-
los ready-made, las mercancías descontextualizadas, tica. La política en efecto no es en primer lugar el ejer-
los carteles despegados, etc. Estas obras serán sepa- cicio del poder o la lucha por el poder. Su marco no es
radas en lo sucesivo de las formas de vida que dieron el definido por las constituciones y las leyes en primera
lugar a su producción: formas más o menos míticas de instancia. La primera cuestión política es saber qué ob-
la vida colectiva del pueblo griego; formas del poder mo- jetos y qué sujetos se ven afectados por estas constitu-
nárquico, religioso o aristocrático que definían en la ciones y estas leyes, qué formas de relaciones definen
edad moderna el destino de los productos de las Bellas propiamente a una comunidad política, a qué objetos
Artes. La doble temporalidad de la estatua griega, que estas relaciones se refieren, qué sujetos son aptos para
ahora es arte en los museos aunque no lo era en las designar estos objetos y para discutir al respecto. La
ceremonias cívicas de antaño, define una doble relación política entonces es en primer lugar la actividad que re-
de separación y no separación entre el arte y la vida. configura los cuadros sensibles en cuyo seno se definen
los objetos comunes. Rompe con la evidencia sensible
Debido a que el museo -entendido no como simple edi- del orden “natural” que destina a los individuos y a los
JACQUES RANCIÈRE

ficio sino como forma de división del espacio común y grupos al orden y a la obediencia, a la vida pública o a
modo específico de visibilidad- se ha constituido en la vida privada, asignándoles en primer lugar tal tipo
32 torno a la estatua en desuso, podrá acoger más tarde de espacio o de tiempo, tal forma de ser, de ver y de
cualquier otra forma de objeto en desuso del mundo decir. Esta lógica de los cuerpos en su lugar en una dis-
profano. Por la misma razón podrá prestarse, hoy día, tribución de lo público y de lo privado, que es también
ESTÉTICA Y POLÍTICA

a acoger modos de circulación de información y formas una distribución de lo visible y de lo invisible, de la pa-
de debate político que intentan oponerse a los modos labra y del ruido, es lo que propongo llamar con el tér-
dominantes de la información y del debate sobre los mino de policía. La política es la práctica que rompe
asuntos comunes. este orden de la policía que anticipaba las relaciones
de poder en la misma evidencia de los datos sensibles.
La ruptura estética ha elaborado así una forma singular Lo hace por la invención de una instancia de enuncia-
de eficacia: la eficacia de una desconexión, de una rup- ción colectiva que redibuja el espacio de las cosas co-
tura de la relación entre las producciones de los saberes munes. Como Platón nos lo enseña a contrario, hay
prácticos artísticos y los fines sociales perseguidos, política cuando hay ruptura en la distribución de los es-
entre formas sensibles, las significaciones que se pue- pacios y competencias - e incompetencias. Los artesa-
den interpretar en ellas y los efectos que pueden produ- nos, nos explica, no pueden ausentarse de su lugar de
cir. También le podemos llamar de otra manera: la trabajo porque el trabajo no espera: eso significa que: el
eficacia de un disenso. Lo que entiendo por disenso en lugar y el tiempo del ejercicio de su competencia técnica
general no es el conflicto de las ideas o de los senti- excluye el lugar y el tiempo para hacer otra cosa: ocu-
mientos. Es el conflicto de diversos regímenes de sen- parse de los asuntos comunes. Ahora bien la política
sibilidad. En este sentido el arte, en el régimen de la comienza con la impugnación sensible material de esta

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
distribución. Comienza cuando individuos destinados a cesario pasar por otra historia de miembros y de mirada
permanecer en el espacio invisible del trabajo que no que sucede en una escena totalmente diferente. Du-
deja tiempo para hacer otra cosa toman este tiempo rante la revolución francesa de 1848 un Diario revolucio-
que no tienen para afirmarse como coparticipes de un nario obrero publica un texto aparentemente “apolítico”,
mundo común, para mostrar lo que no se veía u oír la descripción de la jornada laboral de un obrero carpin-
como palabra que discute sobre lo común lo que sólo se tero, dedicado a entarimar una estancia por encargo su
oía como ruido de los cuerpos. jefe y del propietario del lugar. Ahora bien lo que está en
el centro de esta descripción, es una disyunción entre la
Si la experiencia estética afecta a la política, es que se actividad de los brazos y la de la mirada. Cito el texto:
define también como experiencia de disenso, opuesta a
la adaptación mimética o ética de las producciones ar- “Creyéndose en su casa, mientras coloca la tarima, dis-
tísticas con fines sociales. Las producciones artísticas fruta del entorno; si la ventana se abre sobre un jardín
pierden allí su funcionalidad, salen de la red de cone- donde domina un horizonte pintoresco, durante un ins-
xiones que les otorgaba un destino anticipando sus tante detiene sus brazos e imagina que planea hacia la
efectos; se proponen en un espacio-tiempo neutrali- espaciosa perspectiva para gozarla mejor que los due-

JACQUES RANCIÈRE
zado, ofrecidas también a una mirada que se encuentra ños de las viviendas vecinas”.
separada de toda prolongación sensorimotora definida.
El resultado no es la incorporación de un conocimiento, Esta mirada que se separa de los brazos y desdobla el 33
de una virtud o de uno hábito. Es al contrario la diso- espacio de su actividad sometida, insertando el espacio
ciación de un determinado cuerpo de experiencia. Por de una libre inactividad define claramente un disenso,

ESTÉTICA Y POLÍTICA
ello la estatua del Torso, mutilada y privada de su el choque de dos regímenes de sensorialidad. Este cho-
mundo, simboliza una forma específica de relación que determina una convulsión de la economía “policial”
entre la materialidad sensible de la obra y su efecto. de las competencias. Apoderarse de la perspectiva, ya
Nadie resumió mejor esta relación paradójica que un es definir su presencia en un espacio distinto al del “tra-
poeta que sin embargo se ocupó muy poco de política. bajo que no espera”. Es romper la división entre los que
Pienso en Rilke y en el poema que dedica a otra estatua están sometidos a la necesidad laboral de los brazos y
mutilada, el Torso arcaico de Apolo y que acaba así: los que disponen de la libertad de la mirada. Es por fin
apropiarse de esta mirada perspectivista tradicional-
“No hay allí ningún lugar mente asociada al poder de aquellos hacia quienes con-
que no te vea: debes cambiar tu vida” vergen las líneas de los jardines “a la francesa” y las
del edificio social. Esta es la razón por la que la mirada
Debe cambiarse la vida porque la estatua mutilada de- estética no determina esta posesión ilusoria de la que
fine una superficie que “observa” al espectador por hablan los sociólogos como Bourdieu. Define la consti-
todas partes, en otras palabras porque la pasividad de tución de otro cuerpo que ya “no se adapta” a la división
la estatua define una eficacia de una nueva clase. Para policial de los lugares, de las funciones y de las compe-
comprender esta propuesta enigmática, tal vez sea ne- tencias sociales. No es por error pues por lo que este

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
texto “apolítico” aparece en un diario revolucionario una ruptura sensible en tales barrios, no es sino la po-
obrero. La posibilidad de una voz colectiva de los obre- sibilidad de estar solo.
ros pasa por esta ruptura estética, por esta disociación
de las maneras de ser obreras. Para los dominados la En algún sentido, este lugar es como un museo vacío
cuestión nunca fue tomar conciencia de los mecanis- de cualquier obra, devuelto a su función esencial: de-
mos de la dominación, sino constituirse un cuerpo de- terminar una división en la distribución normal de las
dicado a otra cosa que a la dominación. El propio formas de la existencia sensible y de las “competencias”
carpintero nos indica que no se trata de adquirir una e “incompetencias” que conllevan. Una película vincu-
conciencia de la situación sino de las pasiones que sean lada a este proyecto muestra a los habitantes con cami-
“inapropiadas” a esta situación. Además lo que produce setas que llevan impresas diversas frases elegidas por
esta nueva disposición del cuerpo, no es tal o cual obra ellos mismos. Entre todas ellas recojo una en la que una
de arte sino las formas de mirada que corresponden a mujer dice con palabras lo que el lugar se propone for-
las nuevas formas de exposición de las obras, es decir, malizar: “Quiero una palabra vacía que pueda rellenar”.
precisamente a las formas de su existencia separada.
Aquello que forma un cuerpo obrero revolucionario, no Ahora es posible enunciar el núcleo de la paradoja en
JACQUES RANCIÈRE

es la pintura revolucionaria, aunque sea revolucionaria la relación entre arte y política. Hay una tensión origina-
en el sentido de David o de Delacroix. Lo que lo forma, ria constitutiva de la política del arte en el régimen es-
34 es más bien la posibilidad de que estas obras sean vis- tético del arte. El pensamiento de esta política tiene sus
tas en el espacio neutro del museo donde son equiva- raíces en la definición de la especificidad de la expe-
lentes a las que antaño mostraban el poder de los riencia estética como experiencia de ruptura con la dis-
ESTÉTICA Y POLÍTICA

reyes, la gloria de las ciudades antiguas o los misterios tribución jerárquica de lo sensible. Cuando Schiller
de la fe. Lo que opera, en cierto sentido, es un vacío. describe el potencial de producción de una nueva hu-
También es aquello que nos muestra una empresa ar- manidad propia que es consustancial a la neutralización
tístico-política aparentemente paradójica que se des- estética, está dibujando la oposición entre dos revolu-
arrolla actualmente en un barrio periférico de París y ciones: la revolución política de las formas del Estado
cuya rebelión en el otoño de 2005 manifestó su carácter emprendida por los revolucionarios franceses, y esta
explosivo: uno de estos barrios periféricos caracterizado revolución a la vez pacífica y más profunda que sus-
por la relegación social y la violencia de las tensiones in- pende la relación jerárquica en el seno mismo de la ex-
terétnicas. En una de estas ciudades un grupo de artis- periencia sensible. La suspensión estética promete otra
tas “Campement urbain” se propuso movilizar una parte libertad y otra igualdad que la de las leyes y Gobiernos
de la población alrededor del proyecto de creación de revolucionarios. Pero describe vías contradictorias para
un espacio particular: un lugar abierto a todos y bajo la el cumplimiento de esta promesa. Por una parte, pro-
protección de todos pero que no puede estar ocupado mete en razón a la soledad de la obra, y es esta soledad
por más de una persona a la vez para la contemplación la que debe preservarse de toda participación en otras
o la meditación solitaria. Este proyecto se llama “yo y formas sensibles, ya sea en las formas del arte com-
nosotros” para poner de manifiesto que lo que genera prometido o en las de la estetización de la vida. Por otra

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
parte, al contrario, el contenido de la promesa es el de y de la separación. Y estas formas contribuyen a la for-
una vida no separada, de una vida donde las formas mación de un tejido sensible nuevo. Generan un nuevo
del arte serán de nuevo lo que fueron antaño: las formas paisaje de lo visible, nuevas formas de individualidad y
de una vida colectiva que no conoce separación entre conexión, ritmos diferentes de aprehensión de lo ya
la política y el arte o entre la política y la vida diaria. dado, nuevas escalas. No lo hacen con la forma espe-
Pero estas dos grandes estrategias son en realidad ten- cífica de la actividad política que crea un nosotros, for-
tativas para racionalizar prácticas bastante más liadas mas de enunciación colectiva. Pero forman este tejido
y más complejas. Son sobre todo tentativas para orde- de disenso dónde se dividen las formas de construcción
nar de diferentes maneras la paradoja central de la po- de objetos y las posibilidades de enunciación subjetiva
lítica de la estética. Esta paradoja puede resumirse así: propia a la acción de los colectivos políticos. Podría de-
arte y política dependen la una de la otra como formas cirse que la política misma consiste en la producción de
de disenso, operaciones de reconfiguración de la expe- un sujeto que da voz a los anónimos, mientras que la
riencia común de lo sensible. Hay una estética de la política propia del arte en el régimen estético consiste
política, es decir, una reconfiguración de los datos sen- en la elaboración del mundo sensible del anónimo, de
sibles por la subjectivación política. Hay una política de los modos del eso y del yo, de donde emergen los mun-

JACQUES RANCIÈRE
la estética, es decir, unos efectos de reconfiguración dos propios del nosotros político. Pero es necesario
del tejido de la experiencia común producidos por las añadir que, en la medida en que este efecto pasa por la
prácticas y las formas de visibilidad de las artes. Y a ruptura estética, no se presta a ningún cálculo determi- 35
pesar de eso, o más bien a causa de eso, es imposible nable.
definir una relación directa entre la intención que se re-

ESTÉTICA Y POLÍTICA
aliza en una producción artística y su efecto en términos Lo que llamamos política del arte es pues el entrelaza-
de capacidad de subjectivación política. Lo que llama- miento de lógicas heterogéneas. Hay en primer lugar lo
mos política del arte es el entrecruzamiento de varias ló- que podemos llamar la “política de la estética” en gene-
gicas que nunca pueden reducirse a la univocidad de ral, es decir, el efecto, en el campo político, de las for-
una política propia del arte o de una contribución del mas propias del régimen estético del arte: la
arte a la política. Hay una política del arte que precede constitución de espacios neutralizados, la pérdida del
a las políticas de los artistas, una política del arte como destino final de las obras, la superposición de tempo-
división singular de los objetos de la experiencia ralidades heterogéneas, la disponibilidad indiferente de
común, que opera por sí misma, independientemente las obras, la igualdad de los sujetos representados, el
de las intenciones que puedan tener los artistas de ser- anonimato de aquellos a quienes las obras van dirigi-
vir una u otra causa. El efecto del museo, del libro o del das. Todas estas propiedades definen el ámbito del arte
teatro se debe más a las divisiones de espacio y de como el de una forma de experiencia propia, separada
tiempo, así como a los modos de representación sensi- de las otras formas de conexión de la experiencia sen-
ble que instituyen que al contenido de las obras. Existen sible. Pero también determinan el complemento paradó-
formas de reconfiguración de la experiencia sensible jico de esta separación estética, es decir la ausencia de
que son productos del dispositivo estético de la reunión criterios inmanentes a las mismas producciones del

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
arte, la ausencia de separación entre las cosas que per- esta complejidad y esta indeterminación fijando esce-
tenecen al arte y las que no. La relación de estas dos narios de la realización histórica de la promesa política
propiedades define una determinada democratización del arte. Se esfuerzan en fijar un estatuto político del
estética que no depende de las intenciones de los artis- arte que sitúa la relación entre el trabajo de la produc-
tas y no tiene efectos determinables en términos de sub- ción artística del eso y el trabajo de la creación política
jectivación política… A continuación, dentro de este del nosotros. La “política del arte” se constituye así del
marco, existen las estrategias de los artistas que se pro- entrelazamiento de tres lógicas: la de los espacios es-
ponen cambiar los marcos y las escalas de lo que es téticos, la del trabajo de la ficción y la de las estrategias
visible y decible, de mostrar lo que no se veía, de mos- metapolíticas. Este entrelazamiento implica también un
trar diferentemente lo que se veía con demasiada faci- trenzado singular y contradictorio entre las tres formas
lidad, poner en relación lo que no lo era, con el objetivo de eficacia que he intentado definir: la lógica represen-
de producir rupturas en el tejido sensible de las percep- tativa que quiere producir efectos con las representa-
ciones y en la dinámica de las reacciones. Es lo que lla- ciones, la lógica estética que produce efectos por la
maré el trabajo de la ficción. La ficción no es la creación suspensión de los fines representativos y la lógica ética
de un mundo imaginario opuesto del mundo real. Es el que quiere que las formas del arte y las formas de la
JACQUES RANCIÈRE

trabajo que opera con disensos, que cambia los modos política se identifiquen directamente las unas con las
de representación sensible y las formas de enunciación otras.
36 cambiando los marcos, las escalas o los ritmos, cons-
truyendo nuevas relaciones entre la apariencia y la re- Esta tensión estuvo mucho tiempo ocultada tras el mo-
alidad, lo singular y lo común, lo visible y su significado. delo del arte crítico. Este es un arte que pretende pro-
ESTÉTICA Y POLÍTICA

Este trabajo cambia los datos de lo representable; cam- ducir una nueva mirada sobre el mundo, que por lo tanto
bia nuestra percepción de los acontecimientos sensi- tiene vocación de transformarlo. Presupone pues el
bles, nuestra forma de relacionarlos con sujetos, la ajuste entre tres procesos: la producción de un extra-
manera en que nuestro mundo se puebla de aconteci- ñamiento sensible, la toma de conciencia de la razón
mientos y figuras. Pero ahí tampoco existe un principio de este extrañamiento, y la movilización que resulta de
de correspondencia determinado entre estas micropo- esta toma de conciencia. Cuando Brecht representaba
líticas de la re-descripción de la experiencia y la cons- a los dirigentes nazis como vendedores de coliflores y
titución de colectivos políticos de enunciación: desde el les hacía negociar sus verduras en versos clásicos, se
siglo XIX, la novela practicó una determinada democra- pretendía que esta colisión de situaciones y métodos
tización de la experiencia, desbarató las jerarquías entre de discursos heterogéneos mostrase las relaciones co-
sujetos, acontecimientos, percepciones y secuencias merciales ocultas tras los grandes discursos a la raza y
que gobernaban la ficción clásica sin que esta demo- la nación y de los vínculos de dominación disimulados
cratización novelesca tuviese efectos calculables sobre tras la subliminalidad del arte. Cuando Godard hacía
el subjectivación política. Las grandes políticas o más dialogar a los personajes de una velada mundana ha-
bien metapolíticas del arte como promesa de una revo- ciéndoles repetir sobre fondo monocromo los eslóganes
lución del mundo sensible son intentos para superar publicitarios que elogiaban un coche o ropa interior, se

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
supone que esta ruptura en la continuidad visual y so- cambiarlo. No solemos pasar de la visión de un espec-
nora debía sensibilizarnos sobre la expropiación de la táculo a una comprensión del mundo, ni de una com-
vida personal y la alienación de las relaciones entre in- prensión intelectual a una decisión de acción. Pasamos
dividuos producidas por el lenguaje de la mercancía. de un mundo sensible a otro donde se definen otras to-
Cuando Martha Rosler, en sus montajes fotográficos lerancias e intolerancias, otras capacidades e incapaci-
sobre la guerra de Vietnam, mezclaba con las imágenes dades. Lo que trabaja, son disociaciones: la ruptura de
de la guerra publicidad para interiores pequeño-burgue- una relación entre el sentido y el sentido, entre lo que se
ses americanos, se supone que este montaje fotográ- ve y lo que se comprende; es la ruptura de los referen-
fico debía denunciar la realidad de la guerra tras la tes sensibles que permiten estar en su sitio en determi-
felicidad individual estandarizada y el imperio del todo nado un orden del mundo.
poderoso mercado detrás de las guerras del “mundo
libre”. Sin embargo esta lógica al parecer simple del Esta diferencia entre los fines del arte crítico y sus for-
efecto de distanciamiento no es sino una lógica contra- mas reales de operatividad se ha mantenido mientras
dictoria. Quiere producir una sacudida sensible, una mo- que los modos de comprensión del mundo y las formas
vilización de los cuerpos por el encuentro de elementos de movilización política que se suponía debían favore-

JACQUES RANCIÈRE
heterogéneos, por la presentación de una extrañeza. cer eran suficientemente fuertes por sí mismos para
Pero también quiere que este efecto de extrañamiento sostenerla. Ahora se nos presenta al descubierto por
que desplaza las percepciones sea idéntico al efecto qué este sistema perdió su evidencia y esas formas per- 37
del entendimiento de las razones de dicho extraña- dieron su fuerza. En la segunda parte analizaré esta
miento, es decir a su disipación efectiva. Quiere pues nueva situación así como los efectos que produce sobre

ESTÉTICA Y POLÍTICA
transformar en un sólo y mismo proceso el choque es- la idea de la relación entre arte y política, deteniéndome
tético de las diferentes sensorialidades y la corrección en una serie de propuestas artísticas contemporáneas
representativa de los comportamientos, la separación que me parecen reveladoras de esta situación y de los
estética y la continuidad ética. Esta contradicción no medios por los cuales los artistas intentan responder.
deja sin efecto el dispositivo de la obra crítica.
Puede contribuir efectivamente a transformar el mapa *

de lo perceptible y de lo pensable, a crear nuevas for-


mas de experiencia de lo sensible, nuevas distancias ¿Cómo pensar hoy los fines y las formas de un arte po-
con las configuraciones existentes de lo ya dado. Pero lítico? ¿Cómo pensar el futuro de lo que ayer fue la
este efecto no puede ser una transmisión determinable forma privilegiada de la política del arte, es decir la
entre sacudida artística sensible, toma de conciencia in- forma del arte crítico? Aquí de nuevo la situación ates-
telectual y movilización política. No existe ninguna tigua cierta paradoja que permanece a menudo impen-
razón para que la colisión de dos métodos de sensibili- sada. El arte crítico se proponía la tarea de suscitar una
dad se traduzca en comprensión de las razones de las determinada conciencia del mundo, susceptible de de-
cosas, así mismo tampoco se justifica que la compren- terminar una voluntad de participar en su transforma-
sión del orden de las cosas se traduzca en decisión de ción. Pero en realidad es el funcionamiento del

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
dispositivo crítico el que suponía la evidencia de deter- evitar el conflicto. El consenso significa el acuerdo entre
minadas formas de interpretación cuya fuerza estaba a sentido y sentido, es decir, entre un modo de represen-
su vez provocada por la potencia de los movimientos tación sensible y un régimen de interpretación de sus
contestatarios del orden dominante. La diferencia entre signos. Significa que, sean cuales sean nuestras diver-
las estrategias declaradas del arte crítico y sus formas gencias de ideas y aspiraciones, percibimos las mismas
reales de eficacia era sostenible porque estos estánda- cosas y les damos el mismo significado. Entendido
res de interpretación y estas formas de movilización como lógica de gobierno, el consenso nos dice que
sustentaban en realidad el funcionamiento de los dis- existen diferencias de intereses, de valores y de aspi-
positivos críticos que se suponía debían producirlos. raciones en nuestra población. Sin embargo existe una
Las bromas de Godard se percibían como una crítica realidad objetiva cuya lógica se impone a todos por igual
del consumismo comercial o de la alienación femenina, y que coloca a todos ante los mismos problemas. El
porque eran contemporáneas de las formas de crítica contexto de la globalización económica impone la ima-
marxistas, feministas y situacionistas, denunciando las gen de un mundo donde el problema para cualquier co-
ilusiones de la felicidad consumista y el papel que la lectividad nacional consiste en adaptarse a una lógica
imagen comercial daba a las mujeres. Asimismo, el prin- sobre la cual no tiene control, en adaptarle su mercado
JACQUES RANCIÈRE

cipio de los fotomontajes de Martha Rosler era una laboral y sus formas de protección social. Y se supone
apropiación de la consigna del movimiento contra la que esta necesidad debe valer para todos. Con este pa-
38 guerra en Vietnam: bring war home. Los elementos “he- norama la evidencia de la lucha contra la dominación
terogéneos” que el discurso crítico reunía ya, estaban capitalista mundial que apoyaba tanto formas del arte
en realidad conectados por los esquemas interpretati- crítico como de conflicto artístico se desvanece. Por una
ESTÉTICA Y POLÍTICA

vos existentes. Los resultados del arte crítico se nutrían parte las formas de resistencia a las necesidades del
en realidad con la evidencia de un mundo disensual. mercado se asocian con reacciones defensivas de co-
Entonces se plantea la siguiente cuestión: ¿qué le ocu- lectivos que salvaguardan sus privilegios anticuados
rre al arte crítico cuando este horizonte disensual ha contra los apremios del progreso. Por otra parte la ex-
perdido su evidencia? ¿Qué le ocurre en el contexto tensión del poder de la mercancía es asimilada con una
contemporáneo del consenso? fatalidad de la civilización moderna, de la sociedad de-
mocrática, del individualismo de masa, etc.
Para plantear bien esta cuestión, hay que tener en
mente lo que consenso significa en el sentido fuerte del En estas condiciones la colisión de elementos heterogé-
término. La palabra consenso significa en efecto mucho neos que se proponía el arte crítico no encuentra ya su
más que el acuerdo entre los partidos parlamentarios analogía en el choque político de mundos sensibles
de derecha e izquierda sobre los grandes temas que opuestos. Su tendencia entonces es a volver sobre sí
afectan a una nación. Significa más también que una mismo. No es una cuestión de paso de un paradigma
forma de gobierno “moderno” da la prioridad al peritaje, moderno a un paradigma posmoderno. He tratado
al arbitraje y a la negociación entre los “interlocutores poner de manifiesto que el paradigma moderno no era
sociales” o los distintos tipos de colectivos con el fin de más que una determinada y simplista interpretación de

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
las tensiones características de la política del arte en el Una misma exposición puede así haber sido presentada
régimen estético. Desde este punto de vista el supuesto en Estados Unidos bajo un título soft-pop: Let’s entertain
posmodernismo es a lo sumo la toma de conciencia ge- y en Francia bajo un título situacionista hard: Más allá
neralizada de la divergencia entre el paradigma mo- del espectáculo.
derno y la realidad de las tensiones propias del régimen
estético del arte. Puede designar un determinado es- Dos obras expuestas en la primera sala de la exposición
tado de ánimo pero en ningún caso designa un para- parisina eran ejemplares a este respecto. La primera
digma artístico específico. De hecho ahí se sitúa el era la obra de Jeff Koons, Michael Jackson with Bub-
problema: la caída de los movimientos del 68, el hundi- bles. ¿Cómo interpretar este tipo de representación de
miento del bloque soviético, el retroceso general de los un icono de la cultura mediática en una forma escultural
partidos revolucionarios y el crecimiento de la Interna- que podemos llamar kitsch de segundo grado puesto
cional Capitalista no tuvo efectos destacados sobre la que recicla las formas de la escultura neoclásica? El vi-
definición y los procedimientos del arte crítico. Las inten- sitante era libre de ver en ella una crítica de la “sociedad
ciones, los procedimientos y la retórica justificante del del espectáculo” a través de la autoparodia del arte,
dispositivo crítico apenas han variado desde hace déca- una forma de burla – ironía— respecto a esta misma

JACQUES RANCIÈRE
das. En muchas exposiciones todavía hoy se pretende crítica o incluso la afirmación de que esta cultura es en
denunciar el reino de la mercancía, sus iconos ideales cualquier caso nuestra cultura y que lo mejor que po-
y sus sórdidos residuos por los mismos métodos de: pe- demos hacer es jugar con sus iconos y sus maneras de 39
lículas publicitarias parodiadas, dibujos mangas desvia- representarlos. El ejemplo aparecía de manera más
dos, sonidos disco modificados, personajes mediáticos sutil en la segunda obra, del artista americano Charles

ESTÉTICA Y POLÍTICA
convertidos en estatuas de resina o pintados a la ma- Ray. La obra tenía el aspecto de una noria de feria. Pero
nera heroica del realismo soviético, personajes de Eu- el artista modificó el mecanismo al desconectar el me-
rodisney transformados en polimorfos perversos, canismo rotatorio del conjunto del de los caballos, que
montajes fotográficos domésticos –vernáculos— de in- ahora iban hacia atrás muy lentamente mientras que la
teriores similares a la publicidad de prensa, de ocios noria avanzaba. Este doble movimiento explicaba literal-
tristes y de residuos de la civilización consumista; ins- mente el título de la obra “Revolución. Contrarrevolu-
talaciones gigantescas de tubos y máquinas que repre- ción”. Pero, obviamente, este título daba también el
sentan el intestino de la máquina social absorbiendo significado alegórico de la obra y de su estatuto político:
cualquier cosa y transformándola en excremento, etc. una subversión de la maquinaria del entertainment, in-
Estos dispositivos siguen ocupando nuestras galerías discernible del funcionamiento de esta misma máquina.
y museos, acompañados de una retórica que pretende El dispositivo se alimenta entonces con la equivalencia
hacernos descubrir el poder de la mercancía, el reino entre la parodia como forma de crítica y la parodia de la
del espectáculo o la pornografía del poder. Así como crítica. Apuesta por la indecidibilidad de la relación entre
nadie en este mundo es lo bastante distraído como para los dos efectos. Múltiples producciones contemporá-
necesitar que se le señale, el mecanismo gira sobre sí neas siguen apostando de una manera más o menos
mismo y juega de la indecisión misma de su dispositivo. automática por esta indecidibilidad.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Esta autoneutralización del dispositivo crítico en el con- anuarios. Treinta años más tarde Christian Boltanski re-
texto del consenso causa dos clases de respuestas. Por tomaba el recurso al anónimo, pero esta vez despose-
una parte, nos proponemos afirmar que el arte debe ser yéndolo de su función polémica al presentar la
más modesto, que debe dejar de pretender revelar las instalación Les Abonnés du téléphone: invitaba a los vi-
contradicciones ocultas de nuestro mundo y ayudarnos sitantes a tomar aleatoriamente anuarios del mundo en-
en primer lugar a vivir en él contribuyendo a reinstaurar tero para entrar en contacto no con nombres portadores
algunas funciones básicas de la vida individual y colec- de una carga polémica, sino con lo que él mismo lla-
tiva que están amenazadas por la anestesia comercial: maba “especimenes de humanidad”. Estos especime-
una mirada atenta sobre los objetos que forman parte nes de humanidad se presentaban en París en una gran
de nuestro mundo, la memoria de una historia compar- exposición antológica del siglo XX, dónde se yuxtapo-
tida, un sentido de las relaciones intersubjetivas, en re- nían, por ejemplo, los centenares de fotografías de in-
sumen una manera de habitar el mundo juntos. Pero, dividuos de edades comprendidas entre uno y cien años
por otra parte, el debilitamiento de los grandes movi- realizadas por Hans Peter Feldmann y la gigantesca
mientos de emancipación y la reducción de la escena instalación de Fischli y Weiss Le Monde visible consti-
política generan un vacío y la tentación para el arte de tuida de múltiples diapositivas de vistas turísticas. El
JACQUES RANCIÈRE

ocupar este vacío con sus propios procedimientos de gran mosaico o tapicería que representaba la multitud
construcción de disenso. El arte aparece entonces de los anónimos o de sus ámbitos de vida es una ten-
40 como el refugio de la práctica disensual, como el lugar dencia muy actual. Pienso por ejemplo en el conjunto de
donde es posible reformular políticamente los conflictos mil seiscientas fotografías de identidad cosidas juntas
confiscados por la lógica consensual. Eso da un nuevo por el artista chino Bai Yiluo en una tapicería que quiere
ESTÉTICA Y POLÍTICA

impulso a una determinada política del arte, la que dice evocar “los vínculos delicados que unen a las familias
que el arte debe salir de sí mismo para intervenir en el y a las comunidades”. La obra se presenta así como la
mundo “real”. El resultado de la tensión entre estas dos realización anticipada de su efecto. Se supone que el
maneras de responder a la neutralización del dispositivo arte debe unir a la gente de la misma forma que el ar-
crítico, es una intensificación esquizofrénica del movi- tista cosió juntas las fotografías que anteriormente
miento de vaivén entre el museo y su entorno, entre arte había tomado siendo empleado en un estudio. El mon-
y práctica social. taje fotográfico tiene la misma función que una escultura
monumental que manifiesta hic et nunc a la comunidad
Por una parte pues, vemos la sustitución de las estra- humana que es su objeto y su objetivo. El concepto de
tegias del choque crítico por las estrategias del testimo- metáfora, omnipresente hoy en la retórica de los comi-
nio, del archivo o del documento que nos presentan los sarios de exposición, tiende a conceptualizar esta iden-
rastros de una historia o las señales de una comunidad. tidad anticipada entre la presentación de un dispositivo
Hace treinta años Chris Burden construía su Otro Mo- sensible de las formas, la manifestación de su sentido
numento, su monumento a los caídos vietnamitas inscri- y la realidad encarnada de este sentido.
biendo sobre sus grandes placas de bronce sus
nombres desconocidos tomados aleatoriamente en los Este cortocircuito entre la performatividad de la obra y

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
la realidad de su efecto resulta aún más evidente espacio público definido por la gentrificación, donde in-
cuando se pasa a formas de arte que pretenden superar dividuos debían vivir en la calle, ajenos a su ciudad. La
la separación entre el museo y su entorno, como entre costura de las vestidos de Lucy Orta tiende a sustituir
la performatividad artística y el activismo político y so- este horizonte polémico por la visión del artista como
cial, cuando se reivindica un arte que no produzca ya un artesano de nuevos vínculos comunitarios. Estos dis-
simplemente objetos, imágenes y mensajes, sino inter- positivos tienden hacia un límite que se manifiesta en
venciones efectivas u objetos del mundo social, que ge- una instalación de vídeo presentada hace dos años en
neran nuevas formas del ambiente y de las relaciones la bienal de Sao Paulo por el artista cubano René Fran-
sociales. Dos conceptos resumen esta manera de trans- cisco. Este artista había utilizado el dinero de una fun-
formar la crítica agotada al mercado y a los medios de dación artística para una investigación sobre las
comunicación en una forma nueva de acción social: me condiciones de vida en un barrio desheredado y había
refiero a los conceptos de relación e infiltración. Por una decidido, con otros amigos artistas, proceder a la repa-
parte, se trata de reinstaurar un determinado sentido de ración de la casa de una vieja mujer de este barrio. La
comunidad contra los efectos de desligadura social pro- obra nos mostraba una pantalla de tul sobre la cual es-
ducidos por el consumismo. En este marco pueden pen- taba impresa la imagen de perfil de la vieja mujer obser-

JACQUES RANCIÈRE
sarse las propuestas de la estética relacional, que vando un monitor qué emitía un vídeo dónde se veía a
quieren generar nuevas formas de relación social en el los artistas que trabajaban como albañiles, pintores y
mismo seno de las galerías o de los museos, o producir fontaneros. El vínculo del dispositivo museístico con la 41
modificaciones del entorno urbano susceptibles de cam- intervención social directa se inscribe en la lógica de la
biar su percepción. Podemos incluir también las tenta- estética relacional. Pero el hecho de que se produjera

ESTÉTICA Y POLÍTICA
tivas para identificar directamente la producción de los en uno de los últimos países del mundo en reclamarse
artefactos artísticos con la elaboración de nuevas for- comunista la colocaba obviamente en otro ámbito de
mas de relación social. Pienso aquí en los objetos reflexión. No era más que un sucedáneo ridículo de la
transformables de Lucy Orta y en particular en estas gran voluntad expresada por Malevitch en la época de
vestimentas colectivas, utilizables ya sea como función la revolución soviética: no pintar más cuadros sino cons-
práctica de tiendas o como funciones simbólicas, ale- truir directamente las formas de la nueva vida. Nos de-
gorizando la constitución de conexiones duraderas volvía a ese punto donde la voluntad de politizar el arte
entre individuo y comunidad. En ese caso también asis- exteriorizándolo, de una intervención directa en lo real,
timos a la transformación de dispositivos que antes asu- conduce a la supresión a la vez del arte y de la política.
mían una función polémica: estas vestimentas-tienda
nos recuerdan en efecto el vehículo para indigentes Por otro lado, está la voluntad de superar los límites de
concebido entonces por Krysztof Wodiczko: este arte- la demostración crítica al producir una subversión efec-
facto con función de vivienda, transporte y defensa era tiva de la lógica del mercado o de los medios de comu-
un medio para constituir un disenso al confrontar dos nicación. En Francia esta estrategia es utilizada de
“espacios públicos”: el oficial de las grandes capitales modo ejemplar por el artista Matthieu Laurette que de-
con sus monumentos que simbolizan la comunidad y el cidió tomarse literalmente las promesas de los fabrican-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
tes de productos alimentarios: “Si no está satisfecho, le del poder. Estoy pensando aquí en las acciones de Yes
devolvemos su dinero”. Se puso pues a comprar siste- Men, insertándose bajo falsas identidades en las pues-
máticamente este tipo de productos y a expresar su tos fuertes del poder: congresos de hombres de nego-
descontento con el fin de que le reembolsaran. Por otra cios, comités de campaña para George Bush o
parte utilizó las invitaciones en televisión para incitar a programas de televisión. Su acción más espectacular
todos los consumidores a seguir su ejemplo. Una re- se relaciona con la catástrofe de Dophal en la India. Uno
ciente exposición en el Espacio de Arte Contemporáneo de ellos consiguió pasarse ante la BBC por un respon-
de París nos mostraba su trabajo en forma de una ins- sable de la compañía Dow que, mientras tanto, había
talación que incluía tres elementos: una escultura de adquirido la compañía Union Carbide responsable de
cera que nos mostraba al artista mientras empuja un la catástrofe. Como tal, anunció, durante una hora de
carrito de la compra repleto de mercancías; una pared gran audiencia, que la compañía reconocía su respon-
de monitores que reproducían todos su intervención en sabilidad y se comprometía a indemnizar a las víctimas.
televisión; y ampliaciones fotográficas de recortes de Por supuesto dos horas después la compañía reaccio-
prensa internacional que relataban su trabajo. Según naba y declaraba que no tenía más responsabilidad que
un comentarista, allí teníamos una forma de invertir a hacia sus accionistas. En cierto sentido, era el efecto
JACQUES RANCIÈRE

la vez la lógica comercial de incremento del valor y el buscado y la demostración era perfecta. Pero la cues-
principio del show televisado. Me parece sin embargo tión consiste en saber si la acción de engañar a los me-
42 que la evidencia de esta inversión habría sido clara- dios de comunicación tiene de por sí el poder de
mente menos perceptible si hubiera habido un único provocar formas de movilización contra las potencias
monitor en vez de una pared llena de ellos, así como internacionales del Capital.
ESTÉTICA Y POLÍTICA

fotografías de tamaño doméstico de sus acciones y co-


mentarios de prensa. La realidad del efecto se encuen- El problema entonces no consiste en politizar el arte
tra una vez más anticipada en la monumentalización de como una salida hacia el afuera o como una interven-
su imagen y de su acción. La materialidad de un lugar ción en el “mundo real”. No hay mundo real que sería
ocupado en el espacio museístico sirve para demostrar el exterior del arte. Hay pliegues y repliegues del tejido
la realidad de un efecto de subversión en el orden so- sensible común donde se entrelazan la política de la
cial. Hoy existen modos de definir la infiltración del arte estética y la estética de la política. Lo real por sí mismo
en la “realidad” como inclinación a acumular los efectos no existe, sólo se dan configuraciones de lo que se
del uso escultórico del espacio, de la performatividad y muestra como nuestro real, como el objeto de nuestras
de la demostración retórica. Al llenar las salas de los percepciones, nuestros pensamientos y nuestras inter-
museos de reproducciones de objetos e imágenes de venciones. Lo real siempre es objeto de una ficción, es
la vida cotidiana y del mercado, así como de actas de decir, de una construcción del espacio donde se anudan
sus propias acciones, esta forma de arte imita y anticipa lo visible, lo decible y lo posible –lo construíble, lo fabri-
su propio efecto, arriesgando convertirse en la parodia cable—. Una vez más, la ficción no es la invención de
de la eficacia que reivindica. El mismo riesgo se pre- una historia inventada –una fábula—. Es el trabajo de
senta cuando los artistas pretenden “infiltrar” las redes redistribución de las relaciones entre las cosas, las imá-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
genes y las palabras. Es una manera de cambiar los sensibles, por ejemplo situando en el régimen de la fic-
modos de representación sensible, de variar los mar- ción declarada de las palabras y de las imágenes situa-
cos, las escalas y las velocidades, de manera que se ciones que el régimen dominante de la información nos
produzcan una nueva configuración de lo que es per- presenta como único registro de lo real. El sentido pri-
ceptible, decible y posible en un mundo común, una ma- mero de “crítica” significa: aquello que se refiere a la se-
nera pues de cambiar la distribución de las paración, a la discriminación. El arte crítico es aquel que
“competencias”. En este sentido el trabajo de la política sitúa la separación en el tejido consensual de lo real,
que inventa nuevos temas e introduce nuevos objetos, pero también aquel que desdibuja las líneas de separa-
así como otra percepción de los signos comunes, es ción entre los ámbitos y las formas que configuran el
también un trabajo de la ficción. El problema de la rela- campo de lo existente. También es un arte que asume
ción entre el arte y la política no es la transición de la fic- los límites propios de su práctica y que se niega a con-
ción a lo real sino una relación entre dos maneras de trolar y anticipar su efecto, que tiene en cuenta la sepa-
producir ficciones. Lo que caracteriza la ficción domi- ración estética con la que puede producir efectos. Esta
nante, la ficción consensuada, es precisamente negar es la razón por la que el trabajo ficcional más rico en
su propio carácter de construcción ficcional. Hacerse potencialidades políticas lo constituyen hoy, en mi opi-

JACQUES RANCIÈRE
pasar por lo real en sí mismo. Pretende trazar una línea nión, aquellas formas de arte que responden a estas
divisoria simple entre el ámbito de este real y el de las dos condiciones: por una parte, trabajar sobre la distri-
representaciones y apariencias, de las opiniones y las bución de los lugares, sus transformaciones y reestruc- 43
utopías. El consenso significa la univocidad de lo exis- turaciones, sobre las fronteras materiales y simbólicas
tente sensible. Tanto la ficción artística como la ficción que los definen. Y trabajan sobre ellos de manera que

ESTÉTICA Y POLÍTICA
política socavan este real, lo fracturan y lo multiplican de desdibujan la separación entre documental y ficción.
un modo polémico. Las prácticas del arte no son instru- Pero, a su vez, asumen su “insuficiencia”. Aceptan pro-
mentos que proporcionan tomas de conciencia o ener- poner simplemente imágenes en cibachrome o presen-
gías movilizadoras a favor de una política que les sería tadas sobre pantallas y monitores. Utilizan estas frágiles
ajena. Pero tampoco salen de sí mismas para conver- superficies con un doble propósito: contribuir a reconfi-
tirse en formas de acción política colectiva. Contribuyen gurar el paisaje de nuestro mundo mientras interrogan
a dibujar un nuevo paisaje de lo visible, lo decible y lo las formas y las potencialidades del arte.
posible. Trabajan contra el consenso de las formas de
“sentido común”, las formas de un sentido común polé- Pondré algunos ejemplos de estas “ficciones”. No trato
mico. de proponer modelos de lo que debe ser un arte político
o crítico. Espero haber contribuido a la comprensión de
A partir de aquí podemos elaborar una nueva noción de por qué tales modelos son inviables. Sin embargo es
lo que representa hoy el potencial crítico del arte. Un posible poner ejemplos de un trabajo ficcional que tra-
arte crítico tiene menos de un arte que revela las formas duce a formas sensibles algunas de las interrogaciones
del poder que de un arte que modifica las líneas diviso- que he propuesto. Partiré de una obra de vídeo que res-
rias existentes entre los regímenes de representación cata una figura principal entre las políticas del arte: el

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
pensamiento del arte como construcción de las formas tancia sirven para problematizar aquella política que qui-
sensibles de la vida colectiva. Hace algunos años el al- siera fusionar arte y vida en un único proceso de crea-
calde de Tirana, capital albanesa, él mismo pintor, de- ción de formas.
cidió que se repintaran en colores vivos las fachadas
de los edificios de su ciudad. No se trataba únicamente De este trabajo sobre el imaginario del espacio colectivo
de transformar el marco de vida de sus habitantes sino redibujado por el arte, quisiera pasar a otro que se re-
también de suscitar un sentido estético de la apropia- fiere a los rastros de la historia. He aquí una fotografía
ción colectiva del espacio mientras la desaparición del de la serie WB realizada por la fotógrafa francesa, So-
régimen comunista sólo dejaba lugar a la acción indivi- phie Ristelhueber. Un paisaje silencioso bajo un título
dual de los despabilados. Es un proyecto que nos re- enigmático. En realidad WB significa West Bank. Se
cuerda el tema schilleriano de la educación estética del trata por supuesto de la orilla occidental del Jordán, y el
hombre, así como todas las prolongaciones que le die- desmoronamiento de piedras que está en el centro del
ron los artistas de Arts and Crafts, del Werkbund o de la paisaje es una de las numerosas barreras construidas
Bauhaus: la creación con el sentido de la línea, del vo- sobre las carreteras palestinas para impedir la circula-
lumen, del color o del ornamento, de una manera apro- ción de sus habitantes. Sophie Ristelhueber en efecto
JACQUES RANCIÈRE

piada de habitar el mundo sensible. Pero lo que me eligió no fotografiar el gran muro espectacular cons-
interesa aquí, es la película de video titulada Dammi i truido por el Estado israelí. Es, según ella, una pantalla
44 Colori que le dedicó su compatriota Anri Sala y de la que impide crear formas. Prefirió estas “pintorescas”
cual me gustaría que visionáramos un extracto. El tra- leves barreras artesanales sobre carreteras rurales, que
bajo “ficcional” del videoartista consiste en efecto en filmó a menudo desde arriba, en cualquier caso desde
ESTÉTICA Y POLÍTICA

una desmultiplicación de la ciudad colorista concebida ángulos que integran al máximo este trabajo belicoso
en el proyecto del alcalde artista. El trabajo de la cá- en el decorado natural. Lo que hizo allí, aclara, es un
mara alternando largos travelines y primeros planos trabajo de artista y no de militante. Esta obra es efecti-
confrontan las observaciones del alcalde sobre “su” vamente una elección artística que depende de la polí-
bella ciudad con varias otras ciudades y varias otras fi- tica de la estética. La autora intenta producir aquí un
guras de la superficie coloreada. Hay planos que reúnen desplazamiento del afecto enfático y gastado de la in-
las superficies coloreadas y el lodo de las calles des- dignación a un afecto “menor” cuyos recursos están aún
trozadas; otros donde cruzan muchedumbres indiferen- muy inexplorados: el afecto de la curiosidad. Hacer arte
tes; aquellos que confrontan la utopía colorista con las con estas barreras israelíes no es poner el velo de la
decoraciones navideñas; y aquellos primeros planos contemplación de lo bello sobre la violencia de una ocu-
que transforman las superficies cromáticas en cuadros pación y de un conflicto. Se trata más bien de recalificar
abstractos. También están aquellos que colocan al pin- paisajes que normalmente pertenecen al único registro
tor de brocha gorda en el centro de estos “cuadros abs- del documento realista sobre la violencia y sus víctimas.
tractos”. De este modo la cámara dispone diversas En este sentido este trabajo se hace eco del trabajo re-
superficies de color sobre un mismo plano, varias ciuda- alizado por una serie de artistas palestinos y libaneses
des en una sola. Así los recursos de un arte de la dis- para cambiar la situación de lamentación de víctimas

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
de sus países y devolverlos a la capacidad de juego de las imágenes y palabras con la capacidad “artística”
que pertenece a aquéllos mismos que la lógica policial de cualquiera, está en el centro del trabajo del cineasta
confina al papel de víctimas impotentes. Me refiero portugués Pedro Costa y, en particular, de tres películas
sobre todo a las comedias que el cineasta palestino Elie que dedicó a los habitantes de un suburbio de chabolas
Suleiman realiza en torno al empleo y a los check points en la periferia de Lisboa, habitado esencialmente por
israelíes, o a los archivos semificticios de los artistas inmigrantes caboverdianos y algunos marginados. Me
del grupo Atlas en el Líbano. detendré aquí en un episodio de la segunda película,
La Habitación de Vanda, dedicada a un pequeño grupo
Desde este punto de vista relaciono este trabajo foto- de individuos atrapados entre la droga y los trabajillos.
gráfico sobre las huellas “estéticas” de la violencia con Una cámara rueda su diario mientras vemos y oímos
un trabajo muy diferente, la instalación fotográfica y vi- cómo las excavadoras derriban las chabolas una a una.
deográfica realizada por una artista de origen lituano y No se trata aquí de transformar al artista en un artesano
nacionalidad israelí, Esther Shalev-Gerz sobre los obje- que repinta un cuchitril o arregla la fontanería. Pedro
tos de los presos que pertenecen al memorial de Bu- Costa pone todo su empeño en resaltar las posibilida-
chenwald. Me interesa particularmente la elección de des artísticas contenidas en estos decorados misera-

JACQUES RANCIÈRE
un material y de un tratamiento “ficcionales” que elude bles, desde los colores glaucos de interiores aún
el dilema habitual de saber si es necesario o no repre- habitados a los colores vivos de los trozos de pared que
sentar el horror de los campos de concentración. Esther las excavadoras sacan repentinamente a la plena luz. 45
Shalev-Gerz fotografió una serie de objetos que perte- No se trata de estetizar la miseria, sino al contrario de
necieron a los presos de Buchenwald, en concreto ensamblar todas las potencialidades de un lugar y de

ESTÉTICA Y POLÍTICA
aquellos objetos que ellos mismos transformaron, des- una población que se encuentran normalmente ence-
viados del uso que les era asignado por la administra- rradas en la representación de la ”exclusión”, es decir,
ción del campo para adaptarlos a un uso “estético”: como una especie de afuera absoluto e inmóvil. Esta
como, por ejemplo, este peine convertido en una regla es la razón por la que la mirada del cineasta sobre la be-
de medir utilizada por los trabajadores de la construc- lleza de las paredes verdosas se comunica con el es-
ción, este espejo, este anillo o este broche hecho con fuerzo de los personajes para sonsacar a la tos y al
materiales reciclados. La artista no ha trabajado con las abatimiento la voz capaz de decir y pensar su propia
condiciones de vida de los presos de Buchenwald sino historia. Me detendré aquí en un corto extracto que nos
con su arte, con la capacidad de obrar que desplegaron muestra tres okupas mientras preparan su traslado
para conservar un determinado “estilo de vida” dentro antes de que su casa sea derribada. En este episodio,
del campo. Nos muestra pues los productos de aquel uno de los okupas raspa meticulosamente con un cu-
arte sostenidos por manos del presente: las manos del chillo las manchas de una mesa. Sus compañeros le
arqueólogo, del historiador o de la restauradora que se piden que no lo haga. Le dicen que eso no sirve para
empeñan hoy, en las películas que realiza, en hacerlos nada porque, en cualquier caso, la mesa está destinada
hablar, en darles un lugar en nuestro presente. a permanecer en su sitio. Pero el otro se obstina con su
Esta relación entre la calidad “estética” de los objetos, tarea: no le gusta la suciedad; no dejará una mesa sucia.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
La política del arte transcurre aquí también por un pro- ando un magnífico encuadre con la puesta en escena
ceso aparentemente paradójico: el cineasta no se inte- de la mesa que recuerda el de una naturaleza muerta.
resa por las explicaciones de las razones económicas y Rueda una película teniendo en cuenta que para verse,
sociales de la existencia del suburbio y de su demoli- tendrá que escapar ella también a las potencias que
ción. Aplica otra idea de la política, una idea “estética”: aplastan esta clase de cine y que, de cualquier modo,
la cuestión política es la capacidad de cualquier cuerpo sus efectos son imprevisibles.
para apoderarse de su destino. Se concentra pues en la
relación entre la impotencia y la potencia de los cuer- El cine, la fotografía, la pintura, el vídeo, las instalacio-
pos, en la confrontación de las vidas con lo que pueden. nes y todas las demás formas de arte actuales contribu-
Se coloca pues en el nudo de la relación entre una po- yen a reconfigurar el marco de nuestras percepciones y
lítica de la estética y una estética de la política. Pero el dinamismo de nuestros afectos. Abren vías posibles
eso significa también que asume la tensión entre las hacia nuevas formas políticas de subjectivación. Pero
dos, la divergencia entre la propuesta artística que da nadie puede evitar la división estética que separa los
nuevas potencialidades al paisaje de la impotencia y las efectos de las intenciones y prohíbe toda vía despejada
propias potencias de la subjectivación política. Dicho de hacia una realidad que sería el otro lado de las palabras
JACQUES RANCIÈRE

otro modo, asume el hecho de que la película sigue y las imágenes. El otro lado no existe. Un arte crítico es
siendo una película y el espectador un espectador. Su un arte que sabe que su efecto político pasa por la dis-
46 personaje sigue limpiando esa mesa que nunca fue “su” tancia estética. Sabe que este efecto no puede garan-
mesa y que pronto será aplastada por las excavadoras. tizarse, que conlleva siempre una parte de
El cineasta rinde homenaje a su sentido artístico cre- indeterminación.
ESTÉTICA Y POLÍTICA

Traducción Daniel Lupión*

*
Mi agradecimiento al profesor Ricardo Ortiz de Urbina por sus consideraciones y aportaciones al texto

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Aurora
Fernádez
Polanco

E
Otro mundo
es posible ntre varios carte- siempre muy bien, especialmente en aquel artículo es-

¿qué puede
les y pintadas de una pléndido, a mi modo de ver, sobre “Estética y aneste-
acción colectiva, “Ato sica”1. De manera que no solo caminábamos en medio

el arte? de Apoio à Ocupação


Prestes Maia”, del
de la fantasmagoría, de la apariencia,de la magia cre-
ada por el capital, sino que, además, lo hacíamos anes- 47
grupo brasileño Movi- tesiados. Buena pareja: fantasmagoría y anestesia.
mento sem teto do cen- Buen trío, mejor dicho: fetiche, fantasmagoría, aneste-
tro, hay uno que dice: sia. Más adelante se convertiría en un fantástico cuar-
“Algumas coisas você NUNCA vais saber pela midia”. teto si añadimos la palabra narcótico.
Quiero partir de esta frase-imagen y no (sólo) por ha-
cerle un pequeño homenaje a Suely Rolnik que participa El arte, ¡pobre arte, en estas circunstancias!, era el en-
con ellos, sino porque yo antes era de las que sospe- cargado de que recuperáramos la capacidad estética:
chaba que las imágenes de los media no se correspon- estética contra anestesia. Benjamín –recuperado por
den con la realidad (vivida) y que, efectivamente, hay Buck-Morss- diría que los artistas tenían que rasgar el
siempre “algunas cosas que Ud no puede saber por los velo de esa fantasmagoría. “Algunas cosas no se pue-
medios”. Digo antes porque me vais a permitir que con- den saber por los media”: ella misma ha pensado siem-
fiese haber pertenecido a la comunidad de “creyentes” pre que la experiencia estética (experiencia sensorial)
herederos de aquel idealismo que pensaba todavía que no se puede reducir a la información. “¿Está pasado de
las imágenes de los media cubrían la realidad. Habla- moda decir esto? –se preguntaba en 1996. Quizá ya
mos de la configuración de un mundo fantasmal que va hemos dejado atrás la era de las imágenes que son
desde el capítulo I de El capital de Marx hasta el espec- más que información”.2 Preocupada por ello, Susan
táculo de Guy Debord. Susan Buck-Morss lo explicó Buck Morss nos dice ahora, 13 años después del artí-

1. S. Buck Morss: “Estética y anestésica. Una revisión del ensayo de Walter Benjamin sobre la obra de arte” en La Balsa de la Medusa, nº
25, 1993, pp. 55-98.
2. Ver el cuestionario sobre “Cultura visual” en October nº 77, 1996. (Traducido al español en: Estudios visuales, nº 1 , Nov 2003, pág 87)

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
culo sobre Estética y anestésica, que no hay nada “de- tacto con unas imágenes que aún no han “aparecido” en
trás”, ahora defiende “la imagen superficie” ya que ésta la pantalla/página en blanco, enfrentado al trabajo de
no representa objetos: ver, esperando el paso de lo invisible a lo visible pues
el cine tiene que ver, precisamente, con el “hacer ver”.
“El mundo-imagen es la superficie de la globaliza- En la televisión –comenta-, tú no puedes tener esta re-
ción. Es nuestro mundo compartido. Empobrecida, lación que tiene el creador, el que quiere ver (voir), el
oscura, superficial, esta imagen- superficie es toda que quiere recibir (re-ce-voir), en los informativos de la
nuestra experiencia compartida. No compartimos televisión los locutores no están nunca delante de la
el mundo del otro modo. El objetivo no es alcanzar pantalla. No ven nada: la imagen está siempre detrás de
lo que está bajo la superficie de la imagen, sino am- ellos. Es la imagen la que los ve y son los que manipu-
pliarla, enriquecerla, darle definición, tiempo. En lan las imágenes los que están detrás de ellos (y hace
este punto emerge una nueva cultura” 3. un juego de palabras en el que se desprende una rela-
ción de sexo/violación “por detrás”). No es la primera
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

De manera que parece ser que la pobre imagen no es vez que Godard hace esta distinción entre ver y no ver
culpable, es todo cuanto poseemos y compartimos. Son en cuanto al trabajo de la información mediática y el del
las narrativas oficiales las que “cubren” el mundo de la arte.
imagen y se opera así una distribución monopolista de
48 palabra e imagen. ¿Es a esto a lo que apunta cuando Los artistas que trabajan sobre los media tienden a con-
habla de la “información”? ¿Se refiere a lo mismo que siderar que “sólo a la contra es el arte posible desde
Godard cuando dice en sus Historie(s) du cinéma: “No que hay radio y televisión y distribución monopolista de
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

has visto nada en Hiroshima, nada en Leningrado, nada palabras e imágenes. El valor estético de una pieza
en Sarajevo”. ¿Es para “ver algo” por lo que Godard aparece en relación directa con su capacidad para
está obsesionado no en hacer “una imagen justa, sino transformar en otra cosa ese canal, ese código, ese
justamente una imagen”4? En Scénario du film Passion signo o sus componentes”5. En este sentido, las imáge-
podemos ver al director, de espaldas a nosotros, frente nes del arte pueden al dirigirse a otras imágenes, pue-
a una pantalla en blanco haciendo gestos con las den, diríamos con Didi-Huberman “abrirlas,
manos que parecen indicar el deseo de entrar en con- enriquecerlas, darles definición, tiempo...”. Pueden “ha-

3. El cine parece tenerlo más fácil: según Deleuze existe una continuidad entre las imágenes y las cosas. Y el Godard de las Historie(s) du
cinema también considera que no hay diferencia, sino continuidad, entre representación y realidad.
4. Leemos en El País 23 Julio 2006: “la guerra filmada por los soldados. 2.000 vídeos relacionados con la guerra en youtube.com: “son cosas
que nunca verás en la CNN”. ¿Considerará esto Godard como “imagen”?
5. Punto 7 del 5º Comunicado Preiswert a los Medios de Comunicación. www.contraindicaciones.net/2004/04/sobre_arte_publico.html
No son tan distintas las palabras “clásicas” de Nelson Goodman: los “llamados mundos posibles de la ficción operan en los mundos reales
de manera muy similar a como lo hace la no ficción(...)Tanto Cervantes, como el Bosco o Goya, y en no menor medida que Boswell, Newton
o Darwin, parten de mundos familiares, los deshacen, los rehacen y vuelven a partir de ellos, y reformulan, así, esos mundos de diversas
maneras, a veces notables y a veces recónditas, pero que acaban por ser recognoscibles”. Nelson Goodman: Maneras de hacer mundos,
Madrid, Visor, La Balsa de la Medusa, 1990, pág 144.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
cernos ver” si consideramos la experiencia estética estética relacional por otros donde las micro-situaciones
como modalidad de experiencia capaz de restaurar fueran más frescas, más directas, con más implicación
nuestra percepción. Pueden también “tocar”, lo real si política que aquellas de la denominada “estética rela-
están empeñados en un arte de la “contra-ínformación” cional” a las que considero poco “eficaces” en el formato
que se base en una crítica de la desinformación que museo.
nos rodea6.
No olvidemos que la experiencia estética, como expe-
Hace unos meses asistí a una charla en la que Jose riencia específica, fue un “invento” de las clases ocio-
Luis Brea comentaba, más o menos, que al actual es- sas. Desde los 60’, uno de los mayores problemas
tado de cosas del mundo del arte le quedaban quince consistió en salir de esa ociosidad. Hijos como somos
años de vida. Creo haberle dicho entonces: “Para ti ya (nietos algunos), de las proclamas del entorno del 68, el
no es la frase de Beuys “Todo ser humano es un artista”, arte se pensaba en términos no sólo de acontecimiento,
sino todo ser humano es un “intérprete crítico”; me da sino de acción, de praxis, en última instancia. Por eso

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


la impresión de que de alguna manera asintió. cuando tratamos hoy de lo que “puede” el arte, es decir
cuál es hoy su efectividad, casi todos tendemos a pen-
Si nos trasladamos de la poética a la estética, es posible sar en experiencias del lado de las micro-resistencias,
que, inmersos en esa experiencia especial, llevemos del activismo o de colectivos y espacios alternativos.
los espectadores “haciendo justo una imagen” casi Quizá deberíamos preguntarnos si es casual que desde 49
desde su nacimiento como régimen específico. Por ello hace tiempo se venga “oficializando” el nombre de John
le agradezco a Rancière el suelo que nos brinda, un te- Dewey y su concepto de experiencia, que se rescate a

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


rreno espacio-temporal donde asentarnos, el régimen Marcuse, que las proclamas situacionistas hayan sido
estético del arte como aquél en el que disfrutamos de un elevadas a la altura de la investigación universitaria.
sensorium específico. Ya sabemos: esto puede darse
en un encuentro pasivo con lo heterogéneo en el que se Muchos de vosotros, de vosotras que trabajáis en ello,
enfrentan dos regimenes de sensibilidad, o en aquellas que abrís las imágenes, que trastocáis los símbolos,
micro-situaciones que demandan de nosotros un des- que reconvertís los signos y denunciáis las desvergüen-
plazamiento de la percepción, un cambio del estatuto zas que existen entre los simulacros y las cosas, ¿qué
de espectador por el de actor. En la constitución de esta pensáis de la denominada “estética relacional” que os
“incertidumbre con relación a las formas ordinarias de la imita, que imita vuestras estrategias, vuestra frescura,
experiencia sensible”, se dan la mano la Juno ante la que trastoca la herencia de las acciones e intervencio-
que reflexiona Schiller con las propuestas más festivas, nes que ciertamente creaban sociabilidad en las calles
ese arte “modesto de los comportamientos y las rela- y en los lugares alternativos ¿Qué pensáis al verlos en
ciones”. A mi modo de ver tan problemático desde y en los museos?
el Museo. Personalmente cambiaría los ejemplos de la

6. Georges Didi-Huberman: « L’image brûle » en Penser par les images ( Ed. L. Zimmermann), Éditions Cécile Defaut, Nantes, 2006.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Cuando el Macba anunciaba en Noviembre de 2005 su En nuestro régimen de identificación del arte, el régimen
interesante seminario: “Otra relacionalidad. Pensar el estético, ese sensorium específico no se daría sin la
arte como experiencia”, sostenían que “desde el punto presencia de determinadas –y precisas- obras sobre las
de vista de la relacionalidad el museo es un espacio que Rancière se apoya: Mme Bovary la primera de ella.
para el arte en el que se investigan nuevas formas de Así, se dan la mano los escaparates y las telas de Au
interacción social sin limitar su función a la mera exhi- Bonheur de Dames, de Zola, el propio nombre de
bición, sino constituyéndose en plataforma de experi- Nadja, la habitación triangular de Bruce Nauman, las
mentación”. Estoy plenamente de acuerdo en cuanto al Histoire(s) du cinema de Godard, el Étant donnés de
hecho de repensar el atractivo concepto del arte como Duchamp, el “buscar la playa bajo los adoquines”,
experiencia así como las plataformas de experimenta- poema-proclama donde los haya que nunca pudo ser
ción, pero no comprendo el sentido de la “mera exhi- dicha, sin embargo, en otro Mayo /Octubre del 68,
bición”. También el arte que se “exhibe” puede. Solo cuando en la Plaza de las tres culturas en México caían
necesitamos quitarle el tono peyorativo que introduce asesinados los estudiantes a centenas. Alguien, en todo
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

la palabra “mera” y también el que la palabra exhibición ello se ha encargado de tramar ficciones7, de utilizar la
pierda su sentido de “alarde” y se subraye en ella lo que metáfora, de simbolizar, de formalizar. Si me apuráis un
tiene de enseñar, exponer, mostrar, de dar a ver “la apa- poco, cuando hablo de formalización lo hago en el sen-
riencia” de algo a alguien. Las imágenes del arte pue- tido en el que el formalista Fiedler lo explicaba: ya
50 den tener, en este sentido, la eficacia que defiende puede el flujo continuo incesante e ininterrumpido tanto
Rancière. Se exhiben en tanto “apariencias libres” como de la conciencia íntima como del flujo exterior de las
lo hace la Juno Ludovisi. Son ficciones que crean di- sensaciones poseer todas las cualidades sensibles po-
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

sensos. Formalizados para ser exhibidos, mostrados y sibles: no quedará nada. La mano tiene entonces que
para que nosotros nos demoremos ante ellos como ob- “obrar”, hacer visible, construir lo visible. Todo pasa para
jetos “de una reflexión especial”. El arte puede no sólo la vista, sea ésta la del hombre con “capacidad de goce
en el sentido emancipador que tiene la palabra posibi- estético” o la del ingenuo “que encuentra arte en todas
lidad, casi desde la poética de Aristóteles, cuando le las partes pero no se siente inclinado a convertirlo en
brinda a la poesía un papel más importante que a la his- objeto de una reflexión especial”.8 Si la mano no obra y
toria. El arte puede ayudarnos a fabricar un imaginario construye una cosa visible no habrá nada que ver9.
para huir de la amenaza de irrealización.

7. Remito al texto de Rancière en estas mismas páginas: “dentro de este marco, existen las estrategias de los artistas que se proponen cam-
biar los marcos y las escalas de lo que es visible y enunciable, de mostrar lo que no se veía, de mostrar diferentemente lo que se veía con
demasiada facilidad, poner en relación lo que no lo estaba, con el objetivo de producir rupturas en el tejido sensible de las percepciones y
en la dinámica de las reacciones. Es lo que llamaré el trabajo de la ficción.”
8. Conrad Fiedler: Escritos sobre arte, Madrid, Visor, La Balsa de la Medusa, 1991, pag 51.
9. A esto Fiedler lo llama “inervar la vista”. Benjamín, que lo ha leído, piensa que el cine “inerva la vista y la memoria”. Y el modelo no es el
del hilemorfismo Aristotélico, materia-forma, sino otro modelo de aprehensión, no focalizante, no formalizante en ese sentido y que tiene a
la distracción como modelo, la distracción que se opone al conocimiento objetivo, necesariamente atento, focalizador. Volveremos sobre ello
más adelante. Ver al respecto J.L.Deotte: L’époque des appareils, París, Ed Lignes & Manifestes, 2004, pp 208 y 209 y Walter Benjamin,
la question de la technique et le cinéma en http://www.paris-art.com/echo_detail-508-5.html

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Como podemos ver en el texto que nos acompaña de Foster plantea en su concepto de “acción diferida” entre
Jacques Ranciére, el régimen estético del arte sería un Freud y Benjamín... Pienso igualmente en la temporali-
ámbito en el que pueden convivir distintas políticas del dad recuperada por Georges Didi Huberman, también
arte; diré aquí que junto a la acción y la deriva, junto al de la mano de Benjamín y Warburg y su defensa de un
activismo, me gustaría reivindicar (todavía) hoy la for- punto de vista anacrónico. No es casual además su im-
malización de obra considerada bajo el punto de vista plicación con una antropología de lo visual. Las obras
de una autonomia condicional (como la libertad). Digo de arte “con pretensión de ser exhibidas” no dejan de
condicional por hacerla depender siempre de una revi- entablar diálogos con lo visual, con otras prácticas; re-
sión continua, especialmente en cuanto a lo que a su le- visan los medios, el mundo de la información, los discur-
gibilidad se refiere, en relación siempre a los sos cotidianos (más enunciativos), las órdenes, las
mecanismos y estrategias de contextualización y distri- sospechas, su propia razón o sin razón de existir como
bución. Recuerdo en este sentido las palabras de Hal tales; quizá los límites de esa existencia. Y nadie piensa
Foster: “como esencialismo, autonomía es una mala pa- que el arte, en esa “autonomía condicional”, tenga que

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


labra, pero quizá no sea siempre una mala estrategia: permanecer forzosamente como en esa terrible y casi
llámesela autonomía estratégica” 10. Un Foster preocu- “autoritaria” frase de Adorno, “con los ojos cerrados y
pado por el intercambio entre el arte y lo visual, entre la los dientes apretados”.
historia y la antropología. En primer, lugar creo que de-
fender la existencia de obras de arte (todavía) en 2006 Por ello- o con ello-, la hoy tan recurrente sentencia del 51
no supone cerrar los ojos a una herencia asumida y “art things”: el arte piensa y los artistas “teorizan” a tra-
aplaudida y que tiene que ver con todos aquellos asun- vés de sus obras11. La negatividad que todo el mundo

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


tos ligados con los “acontecimientos” o las “actividades pudo apreciar en el juicio de Eichmann en Jerusalén “no
lúdicas implicadas con los mundos de la vida”. Cuando era estupidez” -dice Hannah Arendt- era “una curiosa y
veo determinadas obras, piezas enigmáticas que recla- absolutamente auténtica incapacidad para pensar”12. Y
man de mí una atención prolongada, no puedo dejar de así ponía de manifiesto “la estrecha conexión entre la
pensar cómo en ellas se cristaliza la relación del arte capacidad o incapacidad para pensar y el problema del
con la sociedad y cómo de alguna manera son “historio- mal”. Y el arte piensa porque la “característica principal
grafía inconsciente”..Así pensadas, estas obras transi- del pensar es que interrumpe toda acción, toda activi-
tan por la historia, una historia que les es inherente que dad ordinaria, cualquiera que ésta sea”. Ligar arte y ac-
no tiene por qué ser hegeliana, ni tampoco estar tan ale- ción no significa desligarlo del pensamiento. Hoy las
jada de la antropología. Una temporalidad que el propio esferas no están separadas. Quizá todo sea una cues-

10. Hal Foster: Diseño y Delito, Madrid, Akal, 2004, pág,103


11. Mieke Bal insiste en este sentido “en el carácter intelectual de la visualidad” y sus consecuencias para la “metodología-in-the-making”
de los estudios de la cultura visual”: Mieke Bal: “El esencialismo visual y el objeto de los estudios visuales” en Estudios visuales, nº2,
Diciembre 2004 pág 43. Sobre el arte “que piensa” nos invita a la lectura del libro de Ernst Van Alphen: Art in Mind: How Contemporary Images
Thought. Chicago, The University of Chicago Press, 2005.
12. Hannah Arendt: “El pensar y las reflexiones morales” en De la historia a la acción, Barcelona, Paidós, 1995,pág 109

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
tión de distintos tiempos, de distintas formas de impli- gado a un punto crítico, puede prevenir catástrofes”.
carse y “dejarse atravesar por el mundo”, exponerse a
él como otra forma de pensamiento. El arte piensa. Si En esta primera parte de mi intervención he querido
hoy se tiende a matizar esta separación radical propia dejar clara mi postura y defensa de esta autonomía
del pensamiento de Arendt todos estaríamos de (condicional) de la imagen “que se muestra como” arte.
acuerdo en ligar el sensorium específico propio del arte Voy a pasar ahora a asuntos directamente relacionados
con la experiencia de un pensamiento de la “interrup- con la fenomenología de su recepción.
ción”. Suspensión o desplazamiento, que diría Ran-
cière. Problemas de experiencia, tiempo y atención

Continúa Arendt: Revisadas con Rancière las dicotomías que considera


imbricadas desde los inicios de la modernidad, hay otra
“Clichés, frases hechas, adhesiones a lo conven- que hace tiempo me viene preocupando. Se trata de la
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

cional, códigos estandarizados de conducta y de pareja que también cruza nuestra modernidad: la “con-
expresión cumplen la función socialmente recono- templación/distracción”. Y ello porque considero que no
cida de protegernos frente a la realidad, es decir, se puede pensar que sólo ha entrado en crisis la “expe-
frente a los requerimientos que sobre nuestra aten- riencia estética” como fenómeno idealista y transhistó-
ción pensante ejercen todos los acontecimientos y rico, sino el propio concepto de experiencia (sensorial).
52
hechos en virtud de su misma existencia. Si siem- De ahí los problemas que se derivan de las distintas for-
pre fuéramos sensibles a este requerimiento, mas de receptividad visual ya que, la mayoría, están
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

pronto estaríamos exhaustos”13. estrechamente relacionadas con los comportamientos


de consumo generalizados en nuestra sociedad pos-
En nuestra cultura visual convivimos y estudiamos esos tfordista. Son esos comportamientos de consumo tal
clichés, frases hechas, adhesiones a lo convencional, vez los que tengamos que estudiar. Entre ellos y direc-
códigos estandarizados y de expresión que cumplen su tamente entroncados con los canales de distribución y
función socialmente reconocidas, pero esto no quiere mercado y, por supuesto, con las estrategias de produc-
decir que no reconozcamos sólo en el arte (que piensa) ción, están los problemas perceptivos de relación con la
esos requerimientos de los acontecimientos sobre nues- obra. En ella la visualidad entabla discurso con la sub-
tra atención pensante. “El pensar y el juzgar están inte- jetividad, el tiempo del ciudadano y su experiencia .
rrelacionados -continúa Arendt- por eso es importante ¡Nada menos!
que apliquemos nuestro juicio y nos dejemos llevar por
la capacidad del viento del pensar (es decir) “de distin- Me parece que no está lo suficientemente atendido no
guir”. Y esto, en los raros momentos en que se ha lle- sólo en la teoría, también en la práctica artística, el

13. Hannah Arendt, op,cit, pág 110

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
hecho de que no se tome en cuenta la habilidad que Comencemos por este fragmento del inagotable texto
necesita el espectador (o participador, en su caso) para de Benjamín:
percibir hoy críticamente. Acometer este reto supone
pensar la actual insuficiencia de la percepción y sus pro- “Quizá no se ha dado con el camino para que esas
blemas y, con todo ello, las nuevas posibilidades de per- masas puedan organizar y controlar su percepción
cepción crítica. (p.45) Y así, el mismo público que es retrógado
frente al surrealismo, reaccionará progresivamente
En el seminario “Qué significa hoy pensar política- ante una película cómica”.
mente”14, Franco Berardi comentaba:
O retrogrado frente al dadaísmo, podemos apostillar,
“Cuando la infoesfera es tan densa y sus flujos se que, con los medios de la pintura, según el propio Ben-
mueven con tanta rapidez, la atención individual y jamín, “intentaba producir los efectos que el público bus-
colectiva ni siquiera tiene tiempo de seleccionar sus caba en el cine”. Los dadaístas buscan “la inutilidad de

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


fuentes de información”. Así se impone una censura sus obras de arte como objetos de inmersión contem-
de “ruido blanco” provocada por una sobresatura- plativa”16, pero las masas no “organizan” ni “controlan”
ción informativa (una “sobrecarga de la red”), por con él su percepción.
una acumulación de voces que imposibilita “la au-
tonomía de la atención”. Me voy a permitir manipular en cierto sentido el texto de 53
Benjamín y añadir: el público reaccionará progresiva-
Dado que los problemas de experiencia, tiempo y aten- mente ante una película cómica, y por qué no, por la

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


ción (que nos roban) coinciden precisamente con esos ciudad, perdidos, “distraídos” entre calles y edificios
“tiempos modernos” de la fantasmagoría y el espectá- pues “en la arquitectura la recepción óptica tiene lugar,
culo descritos por Benjamin como la prehistoria de de suyo, mucho menos en una atención tensa que en
nuestro mundo, me gustaría detenerme en su famosa una advertencia ocasional”. Quizá no solo el cine, sino
frase de la “recepción en estado de distracción”, uno de todas las revueltas situacionistas y sus derivas de arte
los núcleos del trabajo sobre “La obra de arte en la de acción, intervención y deambulación hasta las últi-
época de su reproductibilidad técnica”15. mas propuestas lúdicas del arte público, sean las que
hayan dado con el camino para que “las masas puedan

14. www.unia.es/arteypensamiento05/ezine/ezine02_2005/may01.html
15. Citaré por la traducción de Jesús Aguirre en Discurso interrumpidos, Madrid, Taurus, 1989. Con una salvedad , donde él utiliza la palabra
dispersión yo prefiero referirme a “distracción”, como ocurre, por ejemplo, en la traducción inglesa o en la versión francesa L’oeuvre d’art à
l’époque de sa reproduction mécanisée.
16. El arte “puede” porque “piensa” y si pensamiento y visualidad están unidos en el theorein hemos de preguntarnos por las distintas mo-
dalidades de percepción que tenemos en relación al arte “que piensa”. Especialmente porque desde la revisión benjaminiana de la contem-
plación, el hecho de la percepción distraída conlleva también producción de pensamiento. Qué distracción sea ésta se sitúa en la misma
dificultad hermenéutica que su paradójico pensamiento en torno al optimismo/pesimismo en relación al aura. Este pensamiento me parece
fundamental porque cruza de modo radical nuestro actual estado de cosas

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
organizar su percepción”. Su percepción distraída, por que excede este texto.
supuesto17.
En otro lugar aventuraba18 la posibilidad de que la dua-
Vamos a comenzar buscando la genealogía de su con- lidad en los hábitos perceptivos, se asentara en un con-
traria en Benjamin: el recogimiento ligado a la exhibición texto más amplio, en otra dualidad: la de
y, en última instancia, a la contemplación, que, en tiem- “acción/contemplación” (contemplación intelectual como
pos de los dadaístas, se había convertido en “una es- “vida del espíritu”), modelo de una tradición que se re-
cuela de conducta asocial”. monta a Aristóteles y que fue valida como “suelo base”
para la generación llegada a la política en los años 60.
Quiero resaltar una vez más de la palabra exhibición el Hannah Arendt distingue netamente entre tres esferas
sentido de una “voluntad de mostrar” por parte de sus de la naturaleza humana: Trabajo, Acción, Intelecto. Y
creadores y sobre todo de una determinada experiencia muestra su “inconmensurabilidad recíproca”. Esferas no
en su recepción, una aproximación a lo que se nos “da conectadas que incluso se excluyen. En cualquier caso,
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

a ver” donde entran en relación su “apariencia” con Arendt nos advierte en “La condición humana” de la re-
nuestros procesos de recepción; su puesta en escena tirada de la contemplación en su sentido original cuando
con aquello que nosotros ponemos de nuestra parte la Edad moderna hace su aparición. Nada se retira com-
para completar “el dispositivo” y activarlo, para que de pletamente, podemos pensar, no hay hueco ni ausencia
54 ese modo se alcance, en última instancia, un potencial que no busque sustitutos. La contemplación en (de) la
poético. No es necesario que esta contemplación lo sea experiencia estética puede ser uno de ellos. Y del peso
de las propiedades intrínsecas de un objeto, puede con- tan fuerte que tuvo en el siglo XVIII la experiencia con-
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

sistir, por supuesto, en una intervención de la artista templativa ante la naturaleza, se dio el paso a esa “se-
más allá del museo, en una vieja fábrica o en medio de gunda naturaleza” que comenzó siendo el Salón y más
la naturaleza, pero que reclama para sí la atención y el adelante el museo.
tiempo necesario para “atrapar un juego de relaciones”
o el poder de una metáfora; un tiempo prolongado ante Queda ubicada la estética, como antes apuntábamos,
(o alrededor de la obra) algo quizá tomado prestado de en la vida de las clases ociosas del siglo XVIII donde
la “moderna contemplación decimonónica” (o sus epígo- se intercambian los conceptos de contemplación, reco-
nos). Cuáles serán sus “rizomáticos” epígonos es pre- gimiento, vida privada e individuo solitario:
gunta interesante a largo plazo. Cual la genealogía de
nuestra tendencia a la contemplación en los espacios “Lo privado, en otros tiempos insignificante y nega-
de arte –o en el espacio-tiempo que crea el arte- es algo tivo, se había revalorizado hasta convertirse en si-

17. “Las tareas que en tiempos de cambio se le imponen al aparato perceptivo del hombre no pueden resolverse por la vía meramente
óptica, esto es por la de la contemplación. Poco a poco quedan vencidas por la costumbre (bajo la guía de la recepción táctil)” W. Benjamín:
La obra de arte...,op,cit, pág.54
18. Aurora Fernández Polanco: “Qué mirada sin cuerpo” en Cuerpo y mirada: huellas del siglo XX, Madrid, MNCARS (en prensa)

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
nónimo de felicidad. La sociabilidad se hace cada la exposición aislada de sus cuadros en “una sala os-
vez más íntima: los antiguos castillos se han con- cura, cubierta de negro, iluminada de forma direccional,
vertido en la “morada interior”. 19 perceptible a partir de la fuente de un único punto lumi-
noso y acompañada musicalmente”. Evitar la polución
A pesar de los esfuerzos de los documentalistas, los au- en la contemplación supone que el espectador se su-
tores de la Historia de la vida privada comentan que “la merja en el cuadro. Es como si Benjamín le hubiera es-
iconografía (encontrada) acentúa aún más la impresión cuchado cuando asegura:
de que sólo se ve a la burguesía. Hasta tal punto aca-
para la escena”. El individuo recogido, separado. Tam- “Las masas buscan disipación, pero el arte re-
bién el taller del artista responde al mismo “habito” que clama recogimiento (...) el lienzo en el que se en-
los interiores domésticos. Tiempo libre, interioridad, cuentra una pintura invita a la contemplación; ante
atención concentrada, tiempo por delante, desocupa- él podemos abandonarnos al fluir de nuestra aso-
ción, empleo del tiempo en mirar, ensoñaciones ante la ciación de ideas” (p.53) (El subrayado es mío)

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


naturaleza, en el museo, al escuchar música, leer una
novela, un poema... Fluir de nuestras ideas....Es decir, la tradición moderna
que viene de Kant, que bebe del juicio reflexionante, de
Este recogimiento convive con la distracción pintoresca, la contemplación desinteresada de un objeto, del libre
primero en los paseos por la naturaleza, más tarde en juego de nuestras facultades ¡con ocasión! de una re- 55
la ciudad. Quizá en sus visitas a las exposiciones uni- presentación; y, lo más rescatable: de la idea estética
versales lo experimentaron sucesivamente Baudelaire y que nos invita “a pensar mucho”. Por supuesto Adorno,

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


Mallarmé. Sabemos que Wagner, sin embargo, deplo- el gran defensor de la autonomía estética, considera
raba “la persuasión de los modos distraídos de con- que la “distracción” es una “regresión dado que la per-
sumo cultural” y hace una distinción entre una atención cepción es conducida hacia el “estadio” infantil y la pro-
profunda y las bajas formas de distracción,20 de manera funda contemplación ya no es posible”21.
que la palabra tomaba ya carta de naturaleza propia.
¡Curiosamente Wagner, que sería considerado por los Este estadio infantil me invita a citar un texto de Ortega
frankfurtianos como el causante de una de las más “ne- y Gasset del año 39, una conferencia en Buenos Aires,
gativas” distracciones, la del narcótico! quizá no por casualidad en la “Asociación de Amigos
del arte”, que se llama –precisamente- “Ensimisma-
Parece que a Caspar David Friedrich le habría gustado miento y alteración”22. Allí Ortega, al margen de aberra-

19. Historia de la vida privada De la Revolución francesa a la Primera Guerra mundial (Dir: Ph Ariès y G.Duby), Madrid, Taurus, 1989, T.IV
20. J.Crary: Suspension of Perception. Attention, Spectacle and Modern Culture, MIT Press, Cambridge, Mass, 1999, pág 248.
21. Es curioso como Adorno “imita” a Benjamín: “La relación con el arte no era la posesión del mismo, sino que, al contrario, era el observador
el que desaparecía en la cosa. Por el contrario, las obras modernas atropellan a cualquiera como locomotoras de cine”,T.W.Adorno: Teoría
estética, Madrid, Taurus, 1989, pág 25.
22. En J.Ortega y Gasset: Obras Completas. Tomo V, Madrid, Alianza , Revista de Occidente, 1983, pp 295 y ss

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
ciones tales como comparar a los simios con los hom- La alteración le obnubila, le ciega, le obliga a actuar
bres primitivos y otros asuntos tremendamente machis- mecánicamente en un frenético sonambulismo”.
tas, hace algo tan inquietante para nosotros (hoy) como
referirse al “aspecto moderno del bizantinismo reinante” La experiencia estética estuvo desde sus orígenes del
como era “la superproducción de ideas, de libros y lado del ensimismamiento, para, de alguna manera, evi-
obras de arte, una verdadera inflación cultural”. “Se ha tar vivir “como monos en una jaula”, por eso es en cierto
caído, dice, en lo que por broma, porque desconfío de modo sustituta de la religiosa. Los burgueses desocu-
los ismos podríamos llamar capitalismo de la cultura. pados están oyendo a Schumann, contemplando una
(Subrayo intencionadamente) escultura, leyendo un poema... El tiempo se suspende.
Así también en el museo.
Pues bien, lo que me llama la atención de este texto es
la dicotomía que establece entre algo tan próximo a los En la esencia de la contemplación está el demorarse y
conceptos de recogimiento y distracción benjaminianos. la persistencia. Destaca la palabra detenerse como si-
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

Para Ortega ensimismamiento significa atender a nues- nónimo de quietud. Destaca la palabra ad-mirar (el pre-
tra propia intimidad, “ocuparse de sí mismo y no de lo fijo ya connota la distancia necesaria). Admirar: en el
otro, de las cosas”, “suspender su ocupación directa con acto de contemplar hay un reconocimiento de la perfec-
las cosas”, “desasirse de su derredor”, “un retirarse a ción de lo contemplado. Existe un tercer factor a añadir:
56 su intimidad para formarse ideas sobre las cosas y su la sensación de que “nuestro aparato perceptivo” está
posible dominación...”Y el otro estado, el que le “es na- al máximo de sus posibilidades: los ojos como los de
tural” al hombre, es dispersarse, distraerse hacia afuera un lince, los oídos dispuestos a apreciar cadencias y
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

“como el mono en la selva y en la jaula del Zoo porque movimientos monótonos; atender por otra parte a una
el animal es pura alteración y no puede ensimismarse”. variedad que se va sucediendo, intercambiando en el
No me resisto a citar de largo: encuadre de la mirada: “dejar actuar tranquilamente a
los objetos sobre nosotros y, ante todo, observar, ob-
“y es aquel estar las diablescas bestezuelas cons- servar, observar. Frente a la fuerza y multiplicidad de
tantemente alerta, en perpetua inquietud, mirando, las impresiones, “cómo liberarse de este agobio”?- se
oyendo todas las señales que les llegan de su de- pregunta Goethe-, y responde: “de ninguna manera sino
rredor, atentas sin descanso al contorno(...) son los dejándolas pacientemente actuar y crecer en nos-
objetos y acontecimientos del contorno quienes go- otros”23.
biernan la vida del animal, le traen y le llevan como
una marioneta(...) el hombre (alterado, fuera de sí, En el corazón de la modernidad, comenta R. Mª Rilke
distraído hacia fuera) pierde su atributo más esen- en una de sus cartas:
cial la posibilidad de meditar, de recogerse dentro “Hoy cierra el Salón. Y como de allí iré por última
de sí mismo para ponerse consigo de acuerdo (...) vez a casa, todavía me gustaría buscar un violeta,

23. Vid L Pareyson: Conversaciones de estética, Madrid, Visor, La Balsa de la Medusa, 1988, pág 176.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
un verde, o ciertos tonos azules que me parece que losofías que da cuenta de los “afectos, perceptos y con-
tendría que haber visto mejor, para no olvidarlos ceptos”.
jamás. Aunque tantas veces me haya parado de- Antes, en el modernismo, esas “otras” maneras de mirar
lante con inflexible atención, el gran complejo de eran impuras y por ello despreciadas. Ahora están en-
colores de La mujer en el sillón rojo me cuesta me- tretejidas, como de hecho lo han estado siempre, decía
morizarlo, tanto como un número de muchas cifras. ayer Rancière. El tiempo de la contemplación, que en
Y sin embargo me lo he grabado en la mollera cifra otro momento se utilizó en el “placer de verse viendo”,
por cifra” 24. no desaparece por completo, persiste y lo hace también
en imbricación con la distracción. Y así contemplamos
¿Por qué no puede no olvidar jamás ciertos tonos azu- imágenes en movimiento en contra de la opinión de
les y quiere grabárselos en la mollera? ¿Qué hacía Benjamín cuando dice que “no podemos abandonarnos
Rilke, qué hacemos nosotros todavía ahora, ahí planta- al fluir de nuestras ideas ante un plano cinematográfico:
dos mirando, mirando, parados delante de algo con in- apenas lo hemos registrado con los ojos, ya ha cam-

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


flexible atención. Contemplando, hemos convenido. biado”. Contemplamos obras que repiensan estas sen-
saciones, su sentido con el paso del tiempo. Me hace
Sostengo que no nos entregamos hoy totalmente a las pensar en el video de Bill VIOLA Slowly turning narrative
cosas en tanto son puras representaciones y no moti- (1992): los espectadores observan, observan, obser-
vos, corazón del concepto de contemplación de la esté- van, pero no pueden quedarse quietos, recorren la sala 57
tica idealista, sino que poco a poco hemos realizado y se ven reflejados en la enorme pantalla-espejo que
con ella un gran detournement, la hemos llenado de im- recoge su mirada y son asaltados por imágenes múlti-

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


purezas. Podemos entregarnos a las cosas con mirada ples, desordenadas, que tienen que negociar su efecto
absorta, con admiración, con detenimiento y demora, con una monótona letanía de frases ¿Se puede conve-
porque, a medio camino en medio o entre medias, se nir que tienen una atención en la distracción?
dan los momentos de reflexión: buscamos los recuer-
dos, las comparaciones, nos sobresaltan las reminis- Creo que se da hoy en nuestra experiencia estética un
cencias, proyectamos, asociamos. La mirada se puede entrelazamiento constante tejido de restos de hábitos
volver inquisidora, descubridora, inquieta, interesada, muy arraigados entre nosotros, posos insconscientes.
analítica, sorprendida a fin de cuentas. Y, por ello, el Una recepción (como atención) en la distracción en las
cuerpo deja de estar ausente y con él el deseo, las pre- prácticas de determinados artistas que consiguen ha-
guntas por la moral, la identidad, el mundo, el mundo de cernos detener y demorarnos aunque no consideremos
verdad, el de la enfermedad, el hambre, la codicia, la a las cosas como “puras representaciones”. La obra, ya
pulsión sexual, la envidia, la muerte. Mientras tanto, solo por su presencia, ¡su existencia!, puede funcionar
también dejan de estar ausentes las teorías que dan en el fluir espectacular a modo de shock, de interrup-
cuenta de la relación de las palabras y las cosas, las fi- ción. O de “desviación”, como prefiere decir Rancière.

24. R. Mª Rilke, Cartas sobre Cézanne, Barcelona, Paidós, 1986, pág 58. La carta es del 22 de Octubre de 1907.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Contemplar no significa tener que elegir como objeto un junto al “sesudo” Rilke…
cuadro o una escultura: nos detenemos y contempla- Con todo, los estudiosos/as consideran que en Benja-
mos las instalaciones, los videos, las videoinstalacio- min se da una oposición entre dos tipos de distraccio-
nes, las intervenciones, vuestros proyectos, todo nes. Una como mero entretenimiento, como diversión
aquello que haya sido pensado para tal objeto y, en (el teatro burgués, la opereta de Offenbach, podrían ser
medio de la distracción generalizada, nos asalta la sor- un ejemplo) y la otra una distracción que es productiva:
presa que nos atrapa y nos pide atención. En todo este la del cine, el flanêur, el coleccionista, el jugador...Es en
proceso se gana tiempo y este no es necesariamente el esta última donde sostiene su tesis de la “atención en la
de la contemplación idealista (o religiosa). distracción”·25

El arte puede porque gana tiempo, incluso en la distrac- Hay autores que insisten en que en esta época de tras-
ción. No es casualidad que el mencionado John Dewey, tornos del sueño, fatiga, depresión y ADD existe una
padre de la “experiencia”, fuera de los primeros que (otra) atención que no se debe despreciar aunque no
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

desde finales del siglo pasado estableció la imposibili- coincida con aquella moderna ligada a la contemplación
dad de separar “un normativo modelo de atención” de que nos hacía entrar en una “vida auténtica”. Esta dis-
las experiencias del shock: la disociación y la novedad. tracción productiva es (creo) la que retoma Paolo Virno
Así, Dewey recupera el shock de la sorpresa como uno cuando nos habla de “la charla y la curiosidad”, ese lado
58 de los métodos más efectivos de llamar la atención. oscuro de la ética moderna (por inconstancia, fatuidad,
Tendríamos que revisar esa fuerte inclinación de Benja- incapacidad de recogimiento y concentración; los
mín a favor de la distracción entendida como irrupción monos en la jaula de Ortega, casi) que adquiere ahora
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

de diferentes shocks en la nueva asignatura de la “per- entre nosotros, ciudadanos de una sociedad inmaterial
cepción nueva”. Recordemos que la distracción es uno y postfordista, importancia epistemológica ya que estas
de los términos, siendo el otro la “contemplación en la nuevas costumbres perceptivas nos ayudan a “dibujar
absorción purificada del exceso de estímulos de la mo- formas inéditas de experiencia”. No por azar estas “in-
dernidad”. Pero no estoy segura de que Benjamín éditas formas de experiencia” se asientan en un con-
apueste decididamente por la dualidad si no es de ma- texto distinto del dibujado por H.Arendt. Paolo Virno
nera melancólica. Deberíamos repensar esta tajante y discrepa de Arendt y niega la separación entre Trabajo
rápida separación, porque elige a Derrain como uno de e Intelecto (pensamiento puro). ¿En una sociedad fluida
los ejemplos de contemplación (“ante un cuadro de Arp en la que se hacen cada vez más difusos los límites
o un poema de August Stramm es imposible recogerse entre “trabajo y no-trabajo, si hay una dispersión de la
y formar un juicio como se haría con Derrain o Rilke”). productividad, cómo no va a haberla de los proceso per-
Qué diría Duchamp al respecto: una mirada retiniana ceptivos? ” 26

25. Sharon Bhagwa Filming Local, Thinking Global . Paper Global Studies Seminars, International Institute de UCLA. Copyright Sharon Bhag-
wan, 2004. Agradezco a la autora que me facilitara su tesis doctoral inédita.
26. Paolo Virno: Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida contemporáneas, Madrid: Traficantes de Sueños, 2003.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Es en esta sociedad donde tenemos que repensar la posible en el NOSOTROS: un nuevo espacio pú-
dialéctica atención/distracción para ser un poco cons- blico”27.
cientes de quienes somos, cuáles son nuestras capaci-
dades para ver, para comprender más tarde, cuáles Para finalizar, sólo unas cuantas preguntas que nos
nuestros traumas, nuestras incapacidades. ¿No es cu- ayuden a hacer un poco más compleja la dialéctica ben-
rioso que se eche de menos la contemplación, enten- jaminiana ¿No se debería considerar un arte de nuestro
dida no sé si en el sentido del idealismo estético o más tiempo que no fuera consciente de que el joven ya no
cercana a la iluminación religiosa y que parezca bus- está haciendo castillos de naipes, como en los cuadros
carse hoy en las prácticas zen que nos rodean por do- de Chardin, ni ensimismado con los dibujos de las al-
quier? Qué pensar de la propuesta de la que nos habla fombras como el “niño Ruskin”, sino que con su MPtres
Rancière desde estas mismas páginas, la del grupo está encerrado en su burbuja? ¿Estará entregado a la
francés “Je et nous”, una propuesta de construir preci- atención “en la distracción”? Los artistas que hoy quie-
samente ese espacio “asocial” de contemplación. Un ran proponernos una contemplación, una atención y un

AURORA FERNÁNDEZ POLANCO


espacio kantiano como él decía, donde por medio de la ensimismamiento como sí nada hubiera pasado en dos-
contemplación se pase del Yo al NOSOTROS, un pro- cientos años de modernidad hacen, en este sentido, y
yecto que trabaja sobre un dispositivo frágil, sobre la como diría Adorno, “trampa”.
base de la inutilidad y sobre la paradoja de un lugar re-
tirado propicio al aislamiento de cada uno que sea (al ¿Se sostiene hoy la versión dualística moderna (De Fry 59
mismo tiempo) el centro de una atención colectiva: a Fiedler) de la manera de percibir en la que “el rapto,
la presencia de la percepción sin tiempo se contrasta

OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?


“Campamento urbano se propone producir en un con lo bajo, mundano o cotidianos modos de ver y es-
espacio de gran tensión urbana un lugar singular a cuchar”?28 ¿Comprendemos que en todo proceso que
disposición de todos y bajo la protección de todos. se presente en la dispersión hay un momento de rapto
Un lugar inútil, extremamente frágil y no productivo. y en toda obra que (sólo) se presente a la inmersión
Un lugar para uno mismo pero común a todos. Un contemplativa hay una mentira (pretensión fracasada
lugar abierto a cada uno para abstraerse de la co- hoy de “visión pura”)?
munidad bajo la protección de la comunidad, un ¿Podemos aprobar que de obras que han sido pensa-
lugar de frecuentación “de una sola plaza” para ex- das en esa percepción háptica, relacional y comporta-
perimentar los atractivos de la soledad. Un lugar de mental más propia de la “recepción en la distracción”
nada donde se está con uno mismo, donde se se demande una atención sostenida? Es decir ¿que se
puede pensar en uno mismo. Un lugar espiritual al nos pida “contemplar” a los sujetos activos, y, lo peor,
margen de lo religioso. El recogimiento de un YO que se congelen como fetiches los restos de su activi-

27. www.evensfoundation.be/downloads/CampementUrbain
28. Más allá, en el “corazón antropológico” estarían las denominadas por Bataille “formas miserables”, las más auténticas... y a las que
pocas veces tenemos acceso.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
dad para dárnoslos a contemplar? En ese sentido Suely que había gente que se lo tomaba como un espectá-
Rolnik se ha comprometido como comisaria para luchar culo, y se ponían a sacarles fotos con el móvil a los in-
por la memoria viva de Lygia Clark. migrantes”. Me parece algo muy revelador y nada
alejado de algunos comportamientos que se dan en “el
¿Se puede contemplar a los que “actúan”? Leo en el mundo del arte”. Quizá no estaría mal comenzar por re-
diario “El País” de 5 de Agosto de 2006: “Los bañistas pensar estas imágenes a la luz de las metáforas del es-
ayudan por segunda vez en cuatro días a los inmigran- pectador que tan lúcidamente nos ha problematizado
tes llegados en cayucos hasta el sur de Tenerife (...) Hans Blumenberg?29 Pero con ello iniciaríamos un de-
José corrió a socorrer a los inmigrantes mientras algu- bate que excede estas páginas.
nos, como su amigo Allberto se quedaron mirando”: “Es
AURORA FERNÁNDEZ POLANCO

60
OTRO MUNDO ES POSIBLE ¿QUÉ PUEDE EL ARTE?

29. Vid: Hans Blumenberg: Naufragio con espectador, Madrid, La Balsa de la Medusa, Visor, 1995

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Suely
Rolnik

F
Geopolítica
del chuleo uertes vientos crí- actualidad. En esa migración, tales cuestiones suelen
ticos volvieron a agitar el vaciarse de su densidad crítica, para constituirse en un
territorio del arte desde mediados de la década de los nuevo fetiche que alimenta el sistema institucional del
1990. Con diferentes estrategias, desde las más acti- arte y la voracidad del mercado que depende de el.
vistas y distantes al arte hasta las más contundente-
mente estéticas, tal movimiento de los aires del tiempo Ante la emergencia de este tipo de temática en el terri-
tiene como uno de sus principales orígenes el malestar torio del arte, se plantean algunas preguntas: ¿Qué 61
de la política que rige los procesos de subjetivación –es- hacen esas cuestiones en este territorio? ¿Por qué han
pecialmente el lugar del otro y el destino de la fuerza sido cada vez más recurrentes en las prácticas artísti-
de creación–, propia del capitalismo financiero que se cas? Y en Brasil, ¿Por qué aparecen ahora? ¿Cuál es
instaló en el planeta a partir del final de los años 1970. el interés de las instituciones en incorporarlas? Voy a
esbozar aquí algunas vías de prospección para enfren-
En Brasil, curiosamente este movimiento sólo se es- tarme a estas preguntas.
boza en el cambio de siglo, por parte de una nueva ge-
neración de artistas que comienza a tener expresión Por lo menos dos presupuestos orientan la opción por
pública en ese momento, organizándose frecuente- esas vías. El primero es la idea de que el surgimiento de
mente en los llamados “colectivos”. Más reciente aún una cuestión se produce siempre a partir de problemas
es la participación del movimiento local en la discusión que se presentan en un contexto singular, tal como atra-
mantenida hace mucho más tiempo fuera del país. Hoy, viesan nuestros cuerpos, provocando cambios en el te-
este tipo de temática ha comenzado incluso a incorpo- jido de nuestra sensibilidad y una consecuente crisis de
rarse al escenario institucional brasileño, en la estela sentido de nuestras referencias. Es el malestar de la
de lo que viene ocurriendo hace ya algún tiempo fuera crisis el que desencadena el trabajo del pensamiento –
del país, donde las prácticas artísticas que involucran proceso de creación que puede expresarse en forma
estas cuestiones se han transformado en una “tenden- verbal, ya sea teórica o literaria, pero también en forma
cia” en el circuito oficial – un fenómeno propio de la ló- plástica, musical, cinematográfica, etc., o simplemente
gica mediática y su principio mercadológico que rige existencial. Sea cual sea el medio de expresión, pen-
una parte significativa de la producción artística en la samos/ creamos porque algo de nuestra vida cotidiana

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
nos fuerza a inventar nuevos posibles que integren al drando otras en un proceso que abarca el deseo y la
mapa de sentido vigente, la mutación sensible que pide subjetividad). Propondré a continuación algunos ele-
paso –nada que ver con la demanda narcisista de aline- mentos para una cartografía de ese proceso trazada
arse a la “tendencia” del momento para ganar recono- desde un punto de vista fundamentalmente micropolítico.
cimiento institucional y/o prestigio mediático.
En busca de la vulnerabilidad
La especificidad del arte como modo de producción de
pensamiento es que en la acción artística, las transfor- Uno de los problemas que afrontan las prácticas artís-
maciones de la textura sensible se encarnan, presen- ticas en la política de subjetivación en curso ha venido
tándose en vivo. De allí el poder de contagio y de siendo la anestesia de la vulnerabilidad al otro–aneste-
transformación que esa acción lleva potencialmente: es sia tanto más nefasta cuando este otro es representado
el mundo el que esta pone en obra, reconfigurando su en la cartografía imperante como jerárquicamente infe-
paisaje. No es de extrañarse entonces que el arte inda- rior por su condición económica, social, racial u otra
gue sobre el presente y participe de los cambios que se cualquiera. Es que la vulnerabilidad es condición para
operan en la actualidad. Al entender desde esta pers- que el otro deje de ser simplemente un objeto de pro-
pectiva para qué sirve pensar y el arte como un modo yección de imágenes preestablecidas y pueda conver-
SUELY ROLNIK

de hacerlo, la insistencia en este tipo de temática en el tirse en una presencia viva, con la cual construimos
territorio artístico nos indica que la política de subjeti- nuestros territorios de existencia y los contornos cam-
62
vación, de relación con el otro y de creación cultural está biantes de nuestra subjetividad. Ahora bien, ser vulne-
en crisis y que, seguramente, viene operándose una rable depende de la activación de una capacidad
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

mutación en estos campos. Así, si quisiéramos respon- específica de lo sensible, la cual fue reprimida durante
der a las preguntas anteriormente planteadas no podrí- muchos siglos, manteniéndose activa sólo en ciertas
amos evitar el trabajo de problematización de esa crisis tradiciones filosóficas y poéticas. Éstas culminaron en
y del proceso de cambios que supone y acarrea. las vanguardias artísticas de finales del siglo XIX y co-
mienzos del siglo XX, cuya acción tuvo efectos que mar-
El segundo presupuesto es que pensar este campo pro- caron el arte a lo largo del siglo. Más ampliamente, se
blemático impone la convocatoria a una mirada trans- propagaron por el tejido social dejando de ser privilegio
disciplinaria, ya que están ahí imbricadas innumerables de las elites culturales, principalmente a partir de los
capas de realidad, tanto en el plano macropolítico (los años 1960. La propia neurociencia, en sus investigacio-
hechos y los modos de vida en su exterioridad formal, nes recientes, comprueba que cada uno de nuestros ór-
sociológica), como en el micropolítico (las fuerzas que ganos de los sentidos es portador de una doble
agitan la realidad, disolviendo sus formas y engen- capacidad: cortical y subcortical1.

1. V. Hubert Godard, “Regard aveugle”. En: Lygia Clark, de l’oeuvre à l’événement. Nous sommes le moule. A vous de donner le souffle. ca-
tálogo de la exposición de mismo nombre con comisariado de Rolnik, Suely & Diserens Corinne. Nantes: Musée de Beaux-Arts de Nantes,
2005; pp. 73-78. Traducción brasileña: “Olhar cego”. En: Lygia Clark, da obra ao acontecimento. Somos o molde, a você cabe o sopro. São
Paulo: Pinacoteca del Estado de São Paulo, 2006; pp. 73-78. El texto es la trascripción de una entrevista que filmé con Godard para un

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
La primera corresponde a la percepción, que nos per- Entre la vibratibilidad del cuerpo y su capacidad de per-
mite aprehender el mundo en sus formas para luego cepción hay una relación paradójica, ya que se trata de
proyectar sobre ellas las representaciones de las que modos de aprehensión de la realidad que obedecen a
disponemos, y así atribuirles sentido. Esta capacidad, lógicas totalmente distintas, irreductibles una a la otra.
que nos es más familiar, está pues asociada al tiempo, La tensión de esta paradoja es lo que moviliza e impulsa
a la historia del sujeto y al lenguaje. Con ella, se yer- la potencia del pensamiento/ creación, en la medida en
guen las figuras de sujeto y objeto, claramente delimi- que las nuevas sensaciones que se incorporan a nues-
tadas y manteniendo entre sí una relación de tra textura sensible operan mutaciones intransmisibles
exterioridad. Esta capacidad cortical de lo sensible es la por medio de las representaciones de las que dispone-
que permite conservar el mapa de representaciones vi- mos. Por esta razón ellas ponen en crisis nuestras re-
gentes, de modo tal que podamos movernos en un es- ferencias y nos imponen la urgencia de inventar formas
cenario conocido donde las cosas permanezcan en sus de expresión. Así, integramos en nuestro cuerpo los
debidos lugares, mínimamente estables. signos que el mundo nos señala, y a través de su expre-
sión, los incorporamos a nuestros territorios existencia-
La segunda capacidad, subcortical, que a causa de su les. En esta operación se restablece un mapa de
represión histórica nos es menos conocida, nos permite referencias compartido, con nuevos contornos. Movidos

SUELY ROLNIK
aprehender el mundo en su condición de campo de por esta paradoja, somos continuamente forzados a
fuerzas que nos afectan y se hacen presentes en nues- pensar/ crear, acorde con lo que ya he sugerido. El ejer- 63
tro cuerpo bajo la forma de sensaciones. El ejercicio de cicio de pensamiento/ creación tiene por tanto un poder
esta capacidad está desvinculado de la historia del su- de interferencia en la realidad y de participación en la

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO


jeto y del lenguaje. Con ella, el otro es una presencia orientación de su destino, constituyendo así un instru-
viva hecha de una multiplicidad plástica de fuerzas que mento esencial de transformación del paisaje subjetivo
pulsan en nuestra textura sensible, tornándose así parte y objetivo.
de nosotros mismos. Se disuelven aquí las figuras de
sujeto y objeto, y con ellas aquello que separa el cuerpo El peso de cada uno de estos dos modos de conoci-
del mundo. Desde los años 1980, en un libro que ahora miento sensible del mundo así como la relación entre
ha sido reeditado2, llamé “cuerpo vibrátil” a esta se- ellos es variable. Es decir, varía el lugar del otro y la po-
gunda capacidad de nuestros órganos de los sentidos lítica de relación que con él se establece. Ésta define a
en su conjunto. Es nuestro cuerpo como un todo el que su vez un modo de subjetivación. Se sabe que las po-
tiene este poder de vibración de las fuerzas del mundo. líticas de subjetivación cambian con las transformacio-
nes históricas, ya que cada régimen depende de una

proyecto que vengo desarrollando desde 2002, que apunta a lala construcción de una memoria viva sobre las prácticas experimentales pro-
puestas por Lygia Clark y el contexto cultural brasileño y francés donde tuvieron su origen. Las 68 filmaciones realizadas hasta el momento
tuvieron un rol central en la exposición antes mencionada, realizada en Francia y en Brasil.
2. Cartografia Sentimental. Transformações contemporâneas do desejo. São Paulo: Estação Liberdade, 1989 (Agotado). Reedición con
nuevo prefacio: Porto Alegre: Sulina, 2006.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
forma específica de subjetividad para su viabilización anestesiamos nuestra vulnerabilidad podemos mante-
en el cotidiano de todos y de cada uno. Es en este te- ner una imagen estable de nosotros mismos y del otro,
rreno que un régimen gana consistencia existencial y o sea, nuestras supuestas identidades. Sin esa aneste-
se concreta. De ahí se desprende la idea de “políticas” sia, somos constantemente desterritorializados y lleva-
de subjetivación. Sin embargo, en el caso específico del dos a rediseñar los contornos de nosotros mismos y de
neoliberalismo, la estrategia de subjetivación, de rela- nuestros territorios de existencia. Hasta dicho período,
ción con el otro y de creación cultural adquiere una im- la imaginación creadora operaba principalmente esca-
portancia esencial, pues cobra un papel central en el bulléndose por los márgenes. Este tiempo terminó en
propio principio que rige el capitalismo en su versión los años 1960/ 1970 como resultado de los movimientos
contemporánea. Sucede que es fundamentalmente de culturales que problematizaron el régimen en curso y
las fuerzas subjetivas, especialmente las de conoci- reivindicaron “la imaginación al poder”. Tales movimien-
miento y creación, de las que este régimen se alimenta, tos pusieron en crisis el modo de subjetivación entonces
a punto tal de haber sido calificado más recientemente dominante, arrastrando junto a su desmoronamiento
como “capitalismo cognitivo” o “cultural”3. Considerando toda la estructura de la familia victoriana en su apogeo
lo señalado, puedo ahora proponer una cartografía de apogeo hollywoodense – estructura que ha sido el so-
los cambios que han llevado al arte a plantear este tipo porte del régimen que en aquel momento comenzaba a
SUELY ROLNIK

de problema. Tomaré como punto de partida los años perder hegemonía. Se crea una “subjetividad flexible”4,
64 1960/ 1970. acompañada de una radical experimentación de modos
de existencia y de creación cultural, para hacer implo-
Nace una subjetividad flexible sión en el modo de vida “burgués”, en su política del
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

deseo con su lógica identitaria, su relación con la alte-


Hasta principios de los años 1960 estábamos bajo un ridad y su cultura. En esa “contracultura”, como se la
régimen fordista y disciplinario que alcanzaría su ápice llamó, se crean formas de expresión para aquello que
en el american way of life triunfante en la posguerra, indica el cuerpo vibrátil afectado por la alteridad del
donde reinaba en la subjetividad la política identitaria y mundo, dando cuenta de los problemas de su tiempo.
su rechazo al cuerpo vibrátil. De hecho, estos son dos Las formas así creadas tienden a transmitir la incorpo-
aspectos inseparables, porque sólo en la medida en que ración por la subjetividad de las fuerzas que agitan el

3. Las nociones de “capitalismo cognitivo” o “cultural”, propuestas a partir de los años 1990, principalmente por investigadores actualmente
asociados a la revista francesa Multitude, son un despliegue de las ideas de Deleuze y Guattari relativas al estatuto de la cultura y de la sub-
jetividad en el régimen capitalista contemporáneo.
4. La noción de “subjetividad flexible” se origina en la de “personalidad flexible” planteada por Brian Holmes (V. Brian Holmes, “The Flexible
Personality”. En: Hieroglyphs of the Future (Zagreb: WHW/Arkzin, 2002), online at: www.u-tangente.org). La desarrollé desde el punto de vista
de los procesos de subjetivación en algunos de mis ensayos recientes. V. “Politics of Flexible Subjectivity. The Event-Work of Lygia Clark”.
En: Terry Smith, Nancy Condee & Okwui Enwezor (Edit.). Antinomies of Art and Culture: Modernity, Postmodernity and Contemporaneity, Dur-
ham: Duke University Press, 2006. “Life for Sale”. En: Adriano Pedrosa (Edit.), Farsites: urban crisis and domestic symptoms. San Diego/ Ti-
juana: InSite, 2005.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
medio y lo desterritorializan. El advenimiento de tales Ahora bien, al ofrecer territorios ya listos a las subjetivi-
formas es indisociable de un devenir-otro de sí mismo, dades fragilizadas por desterritorialización, esas imáge-
como así también del propio medio. Se puede decir que nes tienden a sedar su desasosiego, contribuyendo así
la creación de estos nuevos territorios tiene que ver con a la sordera de su cuerpo vibrátil y, por lo tanto, a una
la vida pública, en un sentido fuerte: la construcción co- invulnerabilidad ante los afectos de su tiempo que ahí
lectiva de la realidad accionada por las tensiones que se presentan. Pero tal vez no sea éste el aspecto más
desestabilizan las cartografías en uso, tal como éstas nefasto de esta política de subjetivación, sino el men-
tensiones afectan singularmente al cuerpo de cada uno saje que tales imágenes invariablemente portan, inde-
y a partir de estos afectos se expresan. Dicho de otro pendientemente de su estilo o público-objetivo. Se trata
modo, lo que cada uno expresa es el actual estado del de la idea de que existirían paraísos, que ahora ellos
mundo –su sentido pero también, y sobre todo, sus co- estarían en este mundo y no en un más allá y, sobre
lapsos de sentido– tal se lo vive en el cuerpo. La expre- todo, que algunos tendrían el privilegio de habitarlos. Y
sión singular de cada cual participa así del trazado más aún, tales imágenes transmiten la ilusión de que
infinito de una cartografía necesariamente colectiva. podemos ser uno de estos VIP’s, basta para ello con
que invirtamos toda nuestra energía vital –de deseo, de
Hoy en día estas transformaciones se han consolidado. afecto, de conocimiento, de intelecto, de erotismo, de

SUELY ROLNIK
El escenario de nuestros tiempos es otro: no estamos imaginación, de acción, etc.– para actualizar en nues-
más bajo ese régimen identitario, la política de subjeti- tras existencias estos mundos virtuales de signos, a tra- 65
vación ya no es la misma. Disponemos todos de una vés del consumo de objetos y servicios que los mismos
subjetividad flexible y procesual tal como fue instaurada nos proponen.

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO


por aquellos movimientos –y nuestra fuerza de creación
en su libertad experimental no sólo es bien percibida y Estamos ante un nuevo arrebato para la idea de paraíso
acogida, sino que incluso es insuflada, celebrada y fre- de las religiones judío-cristianas: espejismo de una vida
cuentemente glamourizada. Así y todo, hay un “pero” llana y estable, bajo perfecto control. Esta especie de
en esto que no es precisamente irrelevante y que no alucinación tiene su origen en el rechazo de la vulnera-
podemos soslayar: en la actualidad, el destino más bilidad al otro y de las turbulencias desterritorializadoras
común de esta flexibilidad subjetiva y de la libertad de que ésta provoca; y también en el menosprecio por la
creación que la acompaña no es la invención de formas fragilidad que resulta necesariamente de esta experien-
de expresividad movida por una escucha de las sensa- cia. Sin embargo, esa fragilidad es fundamental pues
ciones que apuntan los efectos de la existencia del otro nos señala la crisis de un cierto diagrama sensible, de
en nuestro cuerpo vibrátil. Lo que nos guía en esta cre- sus modos de expresión y sus cartografías de sentido.
ación de territorios en nuestra flexibilidad postfordista, Al menospreciar la fragilidad, esta deja de convocar el
es una identificación casi hipnótica con las imágenes deseo de creación; al contrario, pasa a provocar un
del mundo difundidas por la publicidad y por la cultura sentimiento de humillación y vergüenza, cuya conse-
de masas. cuencia es el bloqueo del proceso vital. En otras pala-
bras, la idea occidental de paraíso prometido

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
corresponde a un rechazo de la vida en su naturaleza que la imaginación crea en nuestra contemporaneidad.
inmanente de impulso de creación y de diferenciación Es de esperar que la política de subjetivación y de rela-
continuas. En su versión terrestre, el capital sustituyó a ción con el otro que predomina en este escenario sea
Dios en la función de garante de la promesa, y la virtud de las más pauperizadas.
que nos hace merecerlo pasó a ser el consumo: éste
constituye el mito fundamental del capitalismo avan- Actualmente, pasadas ya casi tres décadas, nos es po-
zado. Frente a todo esto, es un error considerar que sible percibir esta lógica del capitalismo cognitivo ope-
carecemos de mitos en la contemporaneidad: es preci- rando en la subjetividad. Sin embargo, al final de los
samente a través de nuestra creencia en este mito reli- años 1970, cuando tuvo inicio su implantación, a la ex-
gioso del neoliberalismo, que los mundos-imagen que perimentación que venía haciéndose colectivamente en
este régimen produce, se vuelven realidad concreta en las décadas anteriores, a fin de emanciparse del patrón
nuestras propias existencias. de subjetividad fordista y disciplinario, difícilmente podía
distinguírsela de su incorporación por el nuevo régimen.
La subjetividad flexible se entrega al chulo La consecuencia de esta dificultad es que la clonación
de los cambios propuestos por aquellos movimientos
En otras palabras, el “capitalismo cognitivo” o “cultural”, ha sido vivida por gran parte de sus protagonistas como
SUELY ROLNIK

concebido precisamente como salida a la crisis provo- señal de reconocimiento e inclusión: el nuevo régimen
cada por los movimientos de los años 1960/ 1970, incor- los estaría supuestamente liberando de la marginalidad
66
poró los modos de existencia que estos inventaron y se a la que estaban confinados en el mundo “provinciano”
apropió de las fuerzas subjetivas, en especial de la po- que por ese entonces se desmoronaba. Deslumbrados
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

tencia de creación que en ese entonces se emancipaba con la entronización de su fuerza de creación transgre-
en la vida social, poniéndola de facto en el poder, como sora y experimental que los ponía ahora bajo los focos
lo habían reivindicado aquellos movimientos. Sin em- glamourizadores de los medios, los lanzándolos al
bargo, ahora sabemos que esa ascensión de la imagi- mundo y llenándoles sus bolsillos de dólares, los inven-
nación al poder es una operación micropolítica que tores de los cambios de las décadas anteriores cayeron
consiste en hacer de su potencia el principal combusti- frecuentemente en esta trampa. Muchos de ellos se en-
ble de una insaciable hipermáquina de producción y tregaron voluntariamente a su chuleo transformándose
acumulación de capital, a punto tal de poder hablar de así en los propios creadores, emprendedores y plasma-
una nueva clase trabajadora a la que algunos autores dores del mundo fabricado para y por el capitalismo en
denominan “cognitariado”. Es esta fuerza, así chuleada, su nuevo ropaje.
la que a una velocidad exponencial viene transformando
el planeta en un gigantesco mercado y a sus habitantes Esta confusión es sin duda producto de la política de
en zombis hiperactivos incluidos o trapos humanos ex- deseo propia del chuleo de las fuerzas subjetivas y de
cluidos. De hecho, estos dos polos opuestos son frutos creación –un tipo de relación de poder que se da bási-
interdependientes de una misma lógica y todos los des- camente por medio del hechizo de la seducción. El se-
tinos tienden a perfilarse entre ellos. Ese es el mundo ductor convoca en el seducido una idealización que lo

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
aturde y lo lleva a identificarse con el y a someterse a años 1980, se debe en parte a la llegada del régimen
él: o sea, identificarse con su agresor y someterse a él, postfordista para cuya flexibilidad, la rigidez de los sis-
impulsado por su propio deseo, con la esperanza de temas totalitarios constituía un estorbo.
que lo reconozca y lo admita en su mundo. Sólo recien-
temente esta situación se ha tornado consciente, lo que Es que si abordamos los regímenes totalitarios no ya
tiende a llevar a la ruptura del hechizo. Esto trasparece en su cara macropolítica visible sino en su invisible cara
en las diferentes estrategias de resistencia individual y micropolítica, corroboraremos que lo que caracteriza
colectiva que se acumulan en los últimos años, por ini- tales regímenes es la rigidez patológica del principio
ciativa sobre todo de una nueva generación que no se identitario. Esto vale tanto para totalitarismos de dere-
identifica en absoluto con el modelo de existencia pro- cha como de izquierda, pues desde el punto de vista de
puesto y se da cuenta de su maniobra. Evidentemente, las políticas de subjetivación tales regímenes no difieren
las prácticas artísticas –por su misma naturaleza de ex- tanto. A fin de mantenerse en el poder, no se contentan
presión de las problemáticas del presente tal como atra- con sencillamente ignorar las expresiones del cuerpo
viesan el cuerpo del artista– difícilmente podrían vibrátil, es decir, las formas culturales y existenciales
permanecer indiferentes a este movimiento. Al contrario, engendradas en una relación viva con el otro, que des-
es exactamente por esta razón que estas cuestiones estabilizan continuamente las cartografías vigentes y

SUELY ROLNIK
emergen en el arte desde el inicio de los años 1990, tal nos desterriorializan. Incluso el propio origen de tales
como fuera mencionado al principio. Con diferentes pro- regímenes constituye precisamente una reacción vio- 67
cedimientos, tales estrategias vienen realizando un lenta a la desestabilización, cuando esta sobrepasa un
éxodo del campo minado que se ubica entre las figuras umbral de tolerabilidad para las subjetividades más ser-

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO


opuestas y complementarias de subjetividad-lujo y sub- vilmente adaptadas al status quo; para éstas, tal umbral
jetividad-basura, campo donde se confinan los destinos no convoca la urgencia de crear, sino por el contrario la
humanos en el mundo del capitalismo globalizado. En de preservar el orden establecido a cualquier precio.
ese éxodo se van creando otras especies de mundo. Destructivamente conservadores, los Estados totalita-
rios van más lejos que la mera desconsideración o cen-
Una herida rentable sura de las expresiones del cuerpo vibrátil: se empeñan
obstinadamente en descalificarlas y humillarlas hasta
Pero la dificultad para resistir a la seducción de la ser- que la fuerza de creación, de la cual tales expresiones
piente del paraíso en su versión neoliberal se agravo son producto, esté a tal punto signada por el trauma
más aún en países de Latinoamérica y Europa Oriental de este terrorismo vital que ella misma termine por blo-
que, al igual que en Brasil, se encontraban bajo regí- quearse, reducida al silencio. Un siglo de psicoanálisis
menes totalitarios en el momento de la instauración del nos habrá mostrado que el tiempo de afrontar y elaborar
capitalismo financiero. No olvidemos que la apertura de- un trauma de este porte puede extenderse por treinta
mocrática de estos países, que se dio a lo largo de los años5.

5. Al comenzar la dictadura militar en Brasil, el movimiento cultural persiste con toda su garra. Con la promulgación del Acto Institucional Nú-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
No es difícil imaginar que el encuentro de estos dos re- lógica de la subjetividad, especialmente en lo que se re-
gímenes vuelva el escenario aún más vulnerable a los fiere a la política que rige la relación con el otro y al des-
abusos del chuleo: en su penetración en contextos to- tino de su fuerza de creación.
talitarios, el capitalismo cultural sacó ventaja del pasado
experimental, especialmente audaz y singular en mu- Zombis antropofágicos
chos de aquellos países, pero también y sobre todo de
las heridas de las fuerzas de creación resultantes de Si enfocamos ahora nuestra mirada micropolítica en
los golpes que habían sufrido. El nuevo régimen se pre- Brasil, descubriremos un rasgo más específico aún en
senta no sólo como el sistema que acoge e instituciona- el proceso de instalación del neoliberalismo y de la clo-
liza el principio de producción de subjetividad y de nación que realizó de los movimientos de los años
cultura de los movimientos de los años 1960 y 1970, 1960/ 1970. Es que estos mismos movimientos ya te-
como fue el caso de EE.UU. y de los países de Europa nían allí una especificidad, por la reactivación de una
Occidental. En los países bajo dictadura, éste gana un cierta tradición cultural del país que se dio en llamar “an-
plus de poder de seducción: su aparente condición de tropofagia”. Son algunas de las características de esta
salvador que viene a liberar la energía de creación de tradición la ausencia de una identificación absoluta y
su yugo, a curarla de su estado debilitado, permitiéndole estable con cualquier repertorio y la inexistencia de una
SUELY ROLNIK

reactivarse y volver a manifestarse. obediencia ciega a las reglas establecidas, que genera
una plasticidad de contornos de la subjetividad (en lugar
68
Si bien el poder vía seducción, propio del gobierno mun- de identidades); una apertura para incorporar nuevos
dial del capital financiero es más light y sutil que la pe- universos, acompañada de una libertad de hibridación
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

sada mano de los gobiernos locales comandados por (en lugar de atribuir valor de verdad a un repertorio en
Estados militares que los precedieron, no por eso son particular); una agilidad de experimentación y de impro-
menos destructivos sus efectos, sin embargo con es- visación para crear territorios y sus respectivas carto-
trategias y finalidades enteramente distintas. Es de es- grafías (en lugar de territorios fijos signados por
perarse, por lo tanto, que la combinatoria de esos dos lenguajes estables y predeterminados) –y todo eso lle-
factores históricos ocurrida en estos países haya agra- vado con gracia, alegría y espontaneidad.
vado considerablemente el estado de alienación pato-

mero 5 (AI5) en diciembre de 1968, el régimen recrudece y el movimiento pierde aliento, tendiendo a paralizarse. Como todo régimen tota-
litario, sus efectos más nefastos tal vez no hayan sido aquellos palpables y visibles de la prisión, la tortura, la represión y la censura, sino
otros, más sutiles e invisibles: la parálisis de la fuerza de creación y la consiguiente frustración de la inteligencia colectiva, por quedar aso-
ciadas a la amenaza aterrorizadora de un castigo que puede llevar a la muerte. Uno de los efectos más tangibles de tal bloqueo fue el
número significativo de jóvenes que vivieron episodios psicóticos en la época, muchos de los cuales fueron internados en hospitales psiquiá-
tricos y no fueron pocos los que sucumbieron a la “psiquiatrización” de su sufrimiento, no habiendo vuelto jamás de la locura. Tales mani-
festaciones psicóticas, en parte provenientes del terror de la dictadura, ocurrieron igualmente en el ámbito de las experiencias-límite,
características del movimiento contracultural, que consistían en toda especie de experimentación sensorial, incluyendo generalmente el uso
de alucinógenos, en una postura de resistencia activa a la política de subjetivación burguesa. La presencia difusa del terror y la paranoia
que éste engendra habrá sin duda contribuido a los destinos patológicos de estas experiencias de apertura de lo sensible a su capacidad
vibrátil.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Tal tradición originariamente había sido circunscrita y sectores solamente sustituyó su objeto de idealización
designada en los años 1920 por los modernistas brasi- por la cultura estadounidense, lo que se registra espe-
leños reunidos en torno al Movimiento Antropofágico. cialmente en el caso del arte.
Como todas las vanguardias culturales del inicio del
siglo XX, el espíritu visionario de los modernistas locales En los años 1960/ 1970, como lo vimos, las invenciones
apuntó críticamente, ya en aquellos años, los límites de de comienzos de siglo dejaron de restringirse a las van-
las políticas de subjetivación, de relación con el otro y guardias culturales; pasadas algunas décadas, éstas
de producción de cultura propia del régimen disciplina- habían contaminado la política de subjetivación, gene-
rio, tomando como uno de sus principales blancos su rando cambios que vendrían a expresarse más contun-
lógica identitaria. Pero mientras que las vanguardias eu- dentemente en la generación nacida después de la
ropeas intentaban crear alternativas a ese modelo, en segunda guerra mundial. Para esta generación, la so-
Brasil ya se disponía de otro modo de subjetivación y de ciedad disciplinaria que alcanzaba su apogeo en aquel
creación inscrito en la memoria de los brasileños, desde momento se tornó absolutamente intolerable, lo que la
la fundación del país. Quizá sea ésa la razón por la cual hizo lanzarse en un proceso de ruptura con este patrón
Oswald de Andrade, el referente mayor del Movimiento en su propia existencia cotidiana. La subjetividad flexi-
Antropofágico, haya vislumbrado en esa tradición un ble se tornó así el nuevo modelo, propio de una contra-

SUELY ROLNIK
“programa de reeducación de la sensibilidad” que po- cultura. Es en ese proceso que, en Brasil, el ideario
dría funcionar como una “terapéutica social para el antropofágico se reactivó, lo que aparece más explíci- 69
mundo moderno”6. El servicio que el movimiento mo- tamente en movimientos culturales como el Tropica-
dernista brasileño prestó a la cultura del país al iluminar lismo, tomado en su sentido más amplio7. La

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO


y nombrar esta política fue el de valorarla, lo que hizo convocatoria de las marcas de esta tradición inscritas
posible la toma de consciencia de esta singularidad cul- en el cuerpo de los brasileños daba a la contracultura en
tural que pudo afirmarse, a contrapelo de la idealización este país una libertad de experimentación especial-
de la cultura europea, herencia colonial que marcaba la mente radical, y generó propuestas artísticas de gran
inteligentzia del país. Cabe acotar que esta identifica- fuerza y originalidad.
ción sumisa es aún hoy en día la marca de buena parte Ahora bien, la misma singularidad que tanto había for-
de la producción intelectual brasileña, que en algunos talecido a los movimientos contraculturales en Brasil,

6. Oswald de Andrade, “A marcha das utopias” [1953]. En A Utopia Antropofágica, Obras Completas de Oswald de Andrade. Globo, São Paulo,
1990.
7. El movimiento contracultural en Brasil fue especialmente radical y amplio, habiendo sido el Tropicalismo una de las principales expresiones
de su singularidad. La juventud activa de la época se dividía entre la contracultura y la militancia, las cuales sufrieron igual violencia por parte
de la dictadura: prisión, tortura, asesinato, exilio, además de los muchos que sucumbieron a la locura, como ya he señalado. La contracultura,
no obstante, jamás fue reconocida en su potencia política, a no ser por el régimen militar que castigó ferozmente a aquéllos que de ella par-
ticiparon, colocándolos en los mismos pabellones destinados a los presos oficialmente políticos. La sociedad brasileña proyectaba sobre la
contracultura una imagen peyorativa, originada en una visión conservadora, compartida en este aspecto específico por la derecha y por la
izquierda (incluso por los militantes de la misma generación). Tal negación, aún hoy, persiste en la memoria del período que, diferentemente,
preserva y enaltece el pasado militante.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
agravó por otra parte los efectos de la clonación de los narias, lo que Oswald de Andrade apuntaba ya en los
mismos, operada por el neoliberalismo. Sucede que el años 1920, designando a estas últimas como “baja an-
know how antropofágico dota a los brasileños de un tropofagia”.9 Lo que distingue tales éticas es el mismo
juego de cintura especial para adaptarse a los nuevos “pero” que señalé anteriormente al referirme a la dife-
tiempos. En este país, las clases medias y las elites rencia existente entre la subjetividad flexible inventada
quedan extasiadas por ser tan contemporáneos, tan a en los años 1960/ 1970 y su clon fabricado por el capi-
gusto en la escena internacional de las nuevas subjeti- talismo postfordista. Esta diferencia está en la estrategia
vidades postidentitarias, de tan bien equipados que son de creación de territorios e, implícitamente, en la política
para vivir esta flexibilidad postfordista (lo que los torna de relación con el otro: para que este proceso se oriente
por ejemplo campeones internacionales de publicidad y por una ética de afirmación de la vida es necesario
los ubica entre los grandes en el ranking mundial de las construir territorios con base en las urgencias indicadas
estrategias mediáticas8). Sin embargo, ésta es tan sólo por las sensaciones –es decir, las señales de la presen-
la forma que tomó la voluptuosa y alienada entrega a cia del otro en nuestro cuerpo vibrátil. Es en torno a la
este régimen en su aclimatación en tierras brasileñas, expresión de estas señales y de su reverberación en
haciendo de sus habitantes, principalmente los urbanos, las subjetividades que respiran el mismo aire del tiempo
verdaderos zombis antropofágicos. ¿Características que van abriéndose posibles en la existencia individual
SUELY ROLNIK

previsibles en un país con pasado colonial? Sea cual y colectiva.


70 sea la respuesta, una señal evidente de esta identifica-
ción patéticamente acrítica para con el capitalismo fi- Ahora bien, no es de ninguna manera ésta la política
nanciero de parte de la propia elite cultural brasileña, de creación de territorios que ha predominado en Brasil:
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

es el hecho de que el liderazgo del grupo que reestruc- el neoliberalismo movilizó lo que esta tradición tiene de
turó el Estado brasileño enyesado por el régimen militar, peor, la más baja antropofagia. La “plasticidad” de la
haciendo del proceso de redemocratización su alinea- frontera entre lo público y lo privado y la “libertad” de
miento al neoliberalismo, se compone, en gran parte, apropiación privada de los bienes públicos –tomada en
de intelectuales de izquierda, que vivieron muchos de broma y exhibida con orgullo– es una de sus peores fa-
ellos en el exilio durante el período de la dictadura. cetas, ciertamente impregnada de la herencia colonial.
Es precisamente por esta faceta de la antropofagia que
Es que la Antropofagia en sí misma es sólo una forma Oswald de Andrade había llamado la atención al desig-
de subjetivación, de hecho distinta de la política identi- nar su lado reactivo. Este linaje intoxica a punto tal a la
taria. No obstante, esto no garantiza nada, pues cual- sociedad brasileña, especialmente a sus elites econó-
quier forma puede investirse según diferentes éticas, micas y políticas, que sería ingenuo imaginarse que
de las más críticas a las más execrablemente reaccio- pueda desaparecer como por arte de magia.

8. La televisión brasilera ocupa un lugar privilegiado en el escenario internacional. Una señal evidente de esto es el hecho de que las novelas
de la red Globo se transmiten actualmente en más de 200 países.
9. Oswald de Andrade , “Manifiesto Antropófago” [1928]. En: op.cit.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Son cinco siglos de experiencia antropofágica y casi flictos de clase, de raza, de género, etc.) y luchando por
uno de reflexión sobre la misma, a partir del momento una configuración más justa. Dos miradas de la realidad
en que, al circunscribirla críticamente, los modernistas distintas y complementarias, que corresponden a dos
la tornaron consciente. Ante esto, el know how antropo- potencias de interferencia sobre la misma y que partici-
fágico de los brasileños –especialmente en su actuali- pan complementariamente en la definición de su des-
zación en los años 1960-70– puede ser aún útil hoy en tino. Sin embargo, el problematizar la confusión entre
día, pero no para garantizar su ingreso en los paraísos ambas políticas de la subjetividad flexible, con miras a
imaginarios del capital, sino para ayudarlos a problema- intervenir efectivamente en ese campo y contribuir así
tizar esta desgraciada confusión entre las dos políticas para romper el hechizo de la seducción que sostiene el
de subjetividad flexible, separando la paja del trigo, que poder del neoliberalismo en el corazón del deseo, pasa
se distinguen básicamente por el lugar o no lugar que indefectiblemente por tratar la enfermedad que resultó
ocupa el otro. Este conocimiento los pondría en condi- de la desafortunada confluencia en Brasil de los tres
ciones de participar de modo fecundo en el debate que factores históricos que incidieron negativamente en la
se traba internacionalmente en torno a la problematiza- imaginación creadora: la traumática violencia por parte
ción del régimen que hoy se tornó hegemónico, como de la dictadura, la explotación chulesca por parte del
así también de la invención de estrategias de éxodo del capitalismo cultural y la activación de una baja antropo-

SUELY ROLNIK
campo imaginario que tiene origen en su mito nefasto.10 fagia. Esta confluencia tornó sin duda más exacerbados
El arte tiene una vocación privilegiada para realizar se- el envilecimiento de la capacidad crítica y la identifica- 71
mejante tarea en la medida en que al hacer visible y de- ción servil con el nuevo régimen.
cible las mutaciones de la sensibilidad, el deshilacha la

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO


cartografía del presente, liberando la vida en sus puntos Aquí podemos volver a nuestra indagación inicial
de interrupción, devolviéndole la fuerza de germinación acerca de la situación peculiar de Brasil en el campo
–una tarea totalmente distinta a la del activismo macro- geopolítico del debate internacional que viene trabán-
político e irreductible a ella. Esta última se relaciona con dose hace más de una década en el territorio del arte,
la realidad desde el punto de vista de la representación, en torno del destino de la subjetividad, su relación con
denunciando los conflictos propios de la distribución de el otro y su potencia de invención bajo el régimen del
los lugares establecidos en la cartografía vigente (con- capitalismo cultural. La triste confluencia de los tres fac-

10. Comencé a elaborar esta cuestión de la antropofagia, en el sentido en que lo esto problematizando aquí, a comienzos de los años 1990.
Este trabajo fue objeto de tres textos. El primero, escrito en 1993, es Schizoanalyse et Anthropophagie. En: Eric Alliez (Org.). Gilles Deleuze.
Une vie philosophique. Paris: Les empêcheurs de penser en rond, 1998 ; pp.463-476. Edición brasileña: Esquizoanálise e Antropofagia. En:
Gilles Deleuze. Uma vida filosófica. São Paulo: Editora 34, 2000; pp. 451-462. El segundo es “Subjetividade Antropofágica” / “Anthropophagic
Subjectivity”. En: Paulo Herkenhoff & Adriano Pedrosa (Edit.). Arte Contemporânea Brasileira: Um e/entre Outro/s, XXIVa Bienal Internacional
de São Paulo. São Paulo: Fundación Bienal de São Paulo, 1998; pp. 128-147. Edición bilingüe (portugués/ inglés). Reeditado En: Daniel Lins
(Org.), Razão Nômade. Rio de Janeiro: Forense Universitária, 2005. El tercero es “Zombie Anthropophagy”. En: Ivet Curlin y Natasa Ilic
(eds.), Collective Creativity dedicated to anonymous worker. Kunsthalle Fridericianum: Kassel, 2005. Edición bilingüe (alemán/ inglés). Pu-
blicado en francés en versión reducida como “Anthropophagie Zombie”. En: Mouvement. L’indiscipline des Arts Visuels, no 36-37, pp. 56-68.
París: Artishoc, Sept-Décembre 2005.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
tores históricos puede ser una de las razones por las mecanismos de nuestra subjetividad nos llevan a ofre-
cuales este debate es tan reciente en este país. Por su- cer nuestra fuerza de creación para la realización del
puesto que hay excepciones, como es el caso de la ar- mercado? ¿Y nuestro deseo, nuestros afectos, nuestro
tista brasileña Lygia Clark, quien un año después de erotismo, nuestro tiempo? ¿Cómo son capturadas todas
mayo de 1968 preanuncia ya esta situación. He aquí esas potencias nuestras por la fe en la promesa de pa-
como ella la describe por entonces: “En el mismo mo- raíso de la religión capitalista? ¿Qué prácticas artísticas
mento en que digiere el objeto, el artista es digerido por han caído en esta trampa? ¿Qué es lo que nos permite
la sociedad que ya encontró para él un título y una ocu- identificarlas? ¿Qué hace que ellas sean tan numero-
pación burocrática: él será el ingeniero de los pasatiem- sas?
pos del futuro, actividad que en nada afecta el equilibrio
de las estructuras sociales. La única manera en que el Otro bloque de preguntas, en verdad inseparable del
artista puede escapar de la recuperación es buscando primero, sería relativo a la cartografía de los movimien-
desencadenar la creatividad general, sin ningún límite tos de éxodo. ¿Cómo liberar la vida de sus nuevos im-
psicológico o social. Su creatividad se expresará en lo passes? ¿Qué puede nuestra fuerza de creación para
vivido.” 11 enfrentar este desafío? ¿Qué dispositivos artísticos es-
tarían logrando hacerlo? ¿Cuáles de éstos estarían tra-
SUELY ROLNIK

¿Qué puede el arte? tando al propio territorio del arte, cada vez más
72 codiciado (y al mismo tiempo socavado) por el chuleo,
Es desde dentro de este nuevo escenario que emergen que encuentra allí una fuente inagotable para extorsio-
las preguntas que se plantean para todos aquellos que nar plusvalía de creación para incrementar su poder de
GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

piensan/ crean –especialmente, los artistas– en el afán seducción? En suma, ¿cómo reactivar en los días ac-
de delinear una cartografía del presente, con el objetivo tuales, en sus distintas situaciones, la potencia política
de identificar los puntos de asfixia del proceso vital y inherente a la acción artística? Ese poder de encarnar
hacer irrumpir allí la fuerza de creación de otros mun- las mutaciones de lo sensible, y con eso, participando
dos. así de la redefinición de los contornos del mundo.
Un primer bloque de preguntas sería relativo a la carto- Respuestas a éstas y otras tantas preguntas están
grafía de la explotación chulesca. ¿Cómo se opera en construyéndose mediante diferentes prácticas artísticas
nuestra vitalidad el torniquete que nos lleva a tolerar lo junto con los territorios de todo tipo que se reinventan
intolerable, y hasta a desearlo? ¿Por medio de qué pro- cada día. Imposible prever los efectos de esas perfora-
cesos nuestra vulnerabilidad al otro se anestesia? ¿Qué ciones sutiles en la masa compacta de la brutalidad do-

11. “L’homme structure vivante d’une architecture biologique et celulaire”. En: Robho, n. 5-6, París, 1971 (facsimile de la revista disponible
en: Lygia Clark, de l’ oeuvre à l’événement. Nous sommes le mole, à vous de donner le souffle, op.cit.). Reproducido con el título “(1969) O
corpo é a casa”. En: Lygia Clark, Río de Janeiro: Funarte, 1980, colección Arte Brasileira Contemporânea, editada por Afonso Henriques Neto,
Eudoro Augusto Macieira e Vera Bernardes; pp. 35-37 (Agotado). Texto disponible con el título: “O corpo é a casa: sexualidade, invasão do
‘território’ individual, en: Manuel J.Borja Villel y Nuria Enguita Mayo (Edit.), Lygia Clark (catálogo de exposición), Fondació Antoni Tàpies, Bar-
celona, 1997 ediciones bilingües: español/ inglés y francés/ portugués; pp. 247-248.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
minante que envuelve el planeta hoy. Lo único que se mente el mismo; corrientes moleculares estarían mo-
puede decirse es que, por lo que todo indica, el paisaje viendo las tierras. ¿Esto podría ser una mera alucina-
geopolítico del chuleo globalizado ya no es exacta- ción? .

SUELY ROLNIK
73

GEOPOLÍTICA DEL CHULEO

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Valeria
Graziano

E
Glitter and
Bubbles! s bastante común blar de arte en relación a otra cosa distinta.
en el ambiente del arte
Coqueteando con
contemporáneo dar un tí- Hoy en día, la imagen es un territorio en crisis, una crisis
prácticas
no-representaciona- tulo reflexivo a los even- que atraviesa transversalmente muchos otros ámbitos,
les en el tiempo de tos. Por ejemplo, acabo pero de manera especial, la imagen se condensa en
la economía de llegar de la inaugura- una crisis emblemática porque de algún modo conecta
experiencial. ción de un proyecto titu- íntimamente con muchas otras. Baste pensar por ejem- 75
lado de manera bastante plo en la crisis de la política representativa que, para
explícita Academia: empezar, ya no consigue “representar” a los propios vo-
aprender del Museo Aprender del Arte. tantes, o si no, al sentido de incomodidad y saturación
que acompaña a la omni-invasión de la imagen publici-
A menudo me sucede que experimento una inquietud taria en los panoramas urbanos.
especial respecto a títulos tan introspectivos, quizá por-
que el propio acto de preguntarse sobre el estado del Mientras cada “poderoso de la tierra” está corriendo
arte, de alguna manera implica ya un cambio para pre- para enganchar al propio spin doctor y así cuidar de su
guntarse acerca de cuáles son las condiciones mismas imagen, y mientras la apariencia parece haberse im-
que nos inducen a la condición de interrogarnos sobre puesto como el dispositivo base de la vida pública, po-
el estado del arte. lítica y económica, la relación del arte con la producción
de imágenes se va haciendo poco a poco más com-
Sin embargo, he encontrado el título La imagen del pleja, quizá de manera inversamente proporcional a la
arte, todavía extremadamente intrigante, porque, al llegada de este tipo de fenómenos mencionados. Mu-
formular la cuestión en relación a la imagen del arte, chas de las prácticas artísticas más convincentes se
inmediatamente se consigue subrayar lo que está distancian de la producción irreflexiva de imágenes me-
fuera de ella, puesto que una imagen siempre prevé diante métodos cada vez más elaborados.
un espectador, una distancia entre aquello que se
mira y el contexto de mirar, entonces este título Los últimos diez años especialmente se han caracteri-
puede representar una ocasión estimulante para ha- zado por haberse consolidado a partir de un contexto

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
crítico y creativo que subraya la capacidad del arte de raba con insistencia” el reloj.
convertirse en un ámbito de relaciones, investigación,
proceso, producción, experimento y acción política, Al mismo tiempo, nadie queda inmune de servirse de
todas áreas semánticas e interpretativas que poco tie- una dosis de estereotipos para formular sus propios
nen que ver con las imágenes en sí mismas. pensamientos, especialmente en contextos en los que
uno no se concentra especialmente para parecer inteli-
Sin embargo, la imagen permanece como el medio de gente. Nuestros estereotipos más inconscientes a me-
distribución del arte más difuso, a través de fotografías nudo emergen como un subproducto de nuestra
y grabaciones provenientes ya sea del contexto artístico distracción. Así por ejemplo, yo sé que tengo un estere-
como de otros medios o soportes. El otro día, por ejem- otipo preciso en mente de aquello que creo que es el es-
plo, estaba hojeando un libro para aprender inglés y tereotipo que un elector medio de Bush tiene de un
entre varias profesiones encontré representado un ar- musulmán practicante. Ni yo, ni el americano ni el mu-
tista con los pantalones completamente manchados de sulmán nos encontraremos jamás en el ascensor de los
pintura y tela bajo el brazo. chistes, pero todo lo que sabemos los unos de los otros
pasa a través de un enfrentamiento de los recíprocos
VALERIA GRAZIANO

Esta representación me hizo reflexionar sobre uno de estereotipos.


los fragmento de significado que ofrece la imagen
76 cuando opera como estereotipo. Más en particular, profeso por los estereotipos del arte
una curiosidad especial que es más personal. Desde
No sé si este es el sentido que tenían en mente los que hace poco estoy llevando a cabo en uno de mis proyec-
GLITTER AND BUBBLES!

idearon el título de este curso, pero mirar los estereoti- tos el intento de hacer comprender a mi abuela qué
pos del arte hoy puede ser particularmente divertido y hago en la vida. Y para hacerlo, a menudo me estrello,
eficaz ya que en el contexto de la economía de la aten- pero también puedo utilizar a mi aire toda una serie de
ción, donde la duración media de un anuncio publicitario lugares comunes que, en este caso, se convierten en la
es de 12 segundos, el estereotipo ha asumido una base de mi comunicación con una posicionalidad pro-
carga política particularmente alta, en medio de enfren- fundamente diferente a la mía. (Justamente, los prime-
tamientos y competiciones durísimas. Hay industrias ros éxitos los he conseguido simplemente sustituyendo
que han hecho de todo para llegar a ser el estereotipo la pregunta “¿qué es el arte?” por “¿cómo se presenta
del lujo o del diseño a bajo precio, o de qué hacer el arte en este caso?”).
cuando se tiene dolor de cabeza (aspirina), por ejemplo.
Además, estereotipos étnicos y religiosos que vuelven La palabra “estereotipo” se utiliza a menudo con una
tristemente a estar de moda, y empiezan a producir acepción negativa; a su vez se estereotipa como un
efectos tangibles y preocupantes en nuestro presente. concepto malo, excesivo, culpable o vergonzoso, como
Pienso en los pasajeros de aquel vuelo que pidió una el habitante de Lepe de los chistes.
operación de emergencia porque dos de los pasajeros
llevaban kaffettanes, hablaban árabe y uno de ellos “mi- La raíz de la palabra, “tipo”, viene de “signo”, “impre-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
sión”, “huella”, “forma ejemplar hacia la cual se pueden y energía, la teoría de la superabundancia intenta por el
reconducir las otras”; pero es el sufijo la parte más rica contrario imaginar la proliferación de las especies como
en matices interesantes. “Stereo-“de hecho recuerda a una respuesta a la extraordinaria multiplicidad de po-
dos esferas de significado diferente. Por un lado re- tencias presentes en el universo. Aplicando esta inter-
cuerda a algo que es “sólido” y “rígido”, y por otro se re- pretación a la esfera humana, se deriva que, al contrario
fiere a algo “que ocupa más posiciones en el espacio”, de lo que se percibe habitualmente, nuestros deseos y
como por ejemplo en el caso del cadena de música que necesidades de consumo no están limitados por una
reproduce el sonido de más fuentes al mismo tiempo. escasez de bienes o fuentes, sino al contrario. Éstos
Por lo tanto, el estereotipos un tipo de imagen, con fre- desempeñan una función altamente selectiva en un
cuencia una imagen mental, o mejor aún, una función contexto de sobreabundancia de estímulos y oportuni-
ejemplar suya que, inserta en una particular configura- dades.
ción, tiene el poder de reconducir hacia sí toda una serie
de figuras similares. Su modo de funcionamiento se ca- Una exigencia parecida de selección está en la base
racteriza al mismo tiempo por dos características: rigi- del estereotipo que, acercándose bajo este perfil al me-
dez y difusión en el espacio. canismo de la idea platónica, confecciona quizás su pro-

VALERIA GRAZIANO
pia versión kitch.
¿Qué relación existe entonces entre las dos modalida-
des? De hecho, siguiendo la explicación de Gilles Deleuze, la 77
idea platónica es un concepto creado por los griegos
Al lado de su connotación negativa, el estereotipo res- para encontrar respuesta al problema agonístico, cen-

GLITTER AND BUBBLES!


ponde a una exigencia estrechamente económica. Fil- tral para esta civilización, o a cómo poder determinar,
trando los intercambios entre sobreabundancia de respecto a un ámbito determinado, qué persona o cosa
estímulos y escasez de atención a través de su simpli- sería la más digna de reclamar una determinada posi-
ficación, éste se configura como un sistema de válvulas ción. La introducción del concepto de “idea” permitió en-
perceptivas difusas en el espacio. tonces formular criterios de orden entre los diversos
aspirantes en competición2.
La noción de superabundancia ha sido propuesta por
Scott Wilson1 a partir de la observación del mundo ani- Así pues, el estereotipo responde a una exigencia de
mal. Mientras en el clásico modelo darvinista la diversi- naturaleza típicamente económica en cuanto que actúa
ficación de las formas de vida se explica en términos como una válvula de distribución del sentido mediando
de competición por adjudicarse una escasez de fuentes entre una situación de superabundancia de estímulos y

1. Ver Fred Botting and Scottt Wilson (eds.), The Bataille Reader, Oxford: Blackwell, 1997, y Fred Botting and Scottt Wilson (eds.), Bataille:
A Critical Reader, Oxford: Blackwell, 1998
2. Gilles Deleuze, Abecedario di Gilles Deleuze, entrevista con Claire Parnet, dirigido por Pierre-André Boutang. DVD, Roma: DeriveApprodi,
2006.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
una de escasez de atención. Porcentaje de la población estadounidense que piensa
en las prácticas artísticas como una actividad agradable
También hay un segundo modelo al que podríamos re- en la que sienten que pueden participar: 6%”4.
ferirnos para explicar la capacidad de distribución en el
espacio del estereotipo. Desafortunadamente no he tenido modo de documen-
tarme en las estadísticas europeas o de otros continen-
Las teorías miméticas dan valor a las ideas en relación tes, pero tengo la sensación de que se podrían esperar
a su capacidad de difusión, aceptación e interacción datos muy similares.
productiva con un contexto determinado y no a partir de
su propia validez intrínseca. A lo largo de una reciente presentación, François Col-
bert, un experto de marketing cultural canadiense, contó
La metáfora que viene siendo utilizada es aquella del bromeando cómo cada vez que un museo comisiona a
virus, y de la replicación, mientras el meme, en el paso su estudio un sondeo del propio público, tiene la tenta-
de persona a persona y de contexto a contexto, perma- ción de embolsarse el dinero sin llevar a cabo ningún
nece presente en los dos, transmitiéndose por imitación estudio. De hecho las cifras, salvo una mínima oscila-
VALERIA GRAZIANO

a través de un set de instrucciones comportamentales3. ción, permanecen sustancialmente iguales en todas


La teoría mimética es útil en cuanto que, inspirándose partes: que visite museos con frecuencia hay alrededor
78
en una metáfora viral, ofrece a las imágenes en movi- de un 20% de la población; un amplio sector del cual
miento una dimensión física, de contacto. Se podría ejercita una profesión cualificada o ha recibido en todo
decir entonces que el estereotipo es la función mimética caso una instrucción superior; y el número de mujeres
GLITTER AND BUBBLES!

de la imagen, una imagen fácil de imitar, y de inserirse será siempre un poco más elevado con respecto al de
en sistemas comportamentales y de significación de hombres.
largo alcance.
De estos datos se podría obtener simplemente la con-
¿Qué ocurre con lo que he dicho hasta ahora en rela- clusión de que el arte es para muchos pero no para
ción con el arte? ¿Cómo actúan las propiedades de di- todos, pero dejaré a los expertos en marketing, respon-
seminación en el espacio del estereotipo en el arte? sables de la sostenibilidad de los museos y de su di-
Veamos una par de cifras. “Porcentaje de la población senso directo, que se aventuren en este tipo de
estadounidense que considera el arte una parte ‘muy interpretaciones.
importante’ de su propia vida: 89%. Porcentaje de la po-
blación estadounidense que acude con frecuencia a Sin embargo, moviéndonos hacia el plano de una refle-
museos, galerías de arte o espacios alternativos: 5%. xión sobre la diseminación de imágenes, estos datos

3. Susan Blackmore,The Meme Machine, Oxford: Oxford University Press, 1999, p. 43.
4. Dato citado por David Trend in Cultural pedagogy : art, education, politics. New York: Bergin & Garvey , 1992.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
demuestran que la mayor parte de las personas que en Con este hábil juego de palabras que se hizo famoso,
un sondeo indican el arte como una parte “muy impor- Marcel Duchamp presentaba por un lado el problema
tante” de sus vidas, lo disfrutan de manera indirecta, o de los límites que la macro percepción difusa impone
si no, presumiblemente el arte entra en consonancia sobre la performance y presentación de la obra de arte
con sus vidas a través de imágenes, “pasa palabras”, (bella, irrepetible, etc.) y, con el mismo gesto, repropo-
cuentos y estereotipos de varios géneros. nía la recuperación ofreciendo las posibilidades intrínse-
cas contenidas en esta imagen de la obra de arte
Es precisamente en el momento de la reinserción de (producción de un “afecto”, composiciones de percep-
todas estas prácticas, forma y contenido del más amplio ción, modalidades de atención simbólica
tejido socio-cultural a través de la propia categoría particular...etc.).
“arte”, cuando se van a delinear rígidamente las condi-
ciones de su acceso, distribución, traducción, imitación, La pregunta de Duchamp -“¿Como hacer una obra de
apropiación e interpretación. arte que no sea una obra de arte?”-expresa en un juego
de palabras aquella que parece ser una de las preocu-
Bajo este perfil, no importa si existe en el ámbito de la paciones insistentes de los artistas contemporáneos.

VALERIA GRAZIANO
expresión artística una autonomía total de médium, con- Esta tipología de proyectos articula el deseo entendién-
tenido, duración, colocación y escala, aquella que em- dolo no ya como objeto, sino como concatenación de
pujó a Adorno a declarar el arte un espacio privilegiado elementos heterogéneos, como construcción de un te- 79
de resistencia a l razón instrumental. El estereotipo del rritorio, como lo propuesto por Deleuze y Guattari.
arte corre el riesgo de configurar todo aquello como una

GLITTER AND BUBBLES!


categoría de la experiencia que no encuentra traducción Con el final del modernismo, el arte cesa efectivamente
en el ámbito de lo “real”, terminando, de hecho, por de auto-organizarse entrono al concepto de un canon,
identificar estas prácticas con los momentos de alegría produciéndose en una miríada de nuevas constelacio-
legalizados, el enésimo espectáculo de la posibilidad nes. De aquel momento en adelante, en ámbitos artís-
del mañana, el enésimo simulacro de renovación so- ticos se vuelve legítimo hacer aquello que se quiere,
cial. pero quizá esta extrema autonomía no puede ser com-
prendida a través de una reflexión limitada a sus condi-
En otras palabras, cuando el arte sucede, pero no llega ciones internas, sino que necesita una contextualización
a producir una reverberación fecunda en ningún otro más amplia en relación a otro lugar.
ámbito de actualización, permanece en un particular es-
tado de limbo de potencialidad virtual que hace un gran De hecho, si por un lado la noción de autonomía ha sido
esfuerzo para condensarse en un nuevo territorio. entendida como una ausencia de vínculos y constriccio-
nes, expresión de la capacidad de mantenerse indepen-
“¿Como hacer una obra de arte que no sea una obra diente de finalidades y suficientemente separada del
de arte?” propio contexto, así como de poder auto reglamentarse
manteniendo un completo control sobre las propias

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
elecciones, de hecho, tal concepción de autonomía, aún El progresivo deslizamiento de las prácticas artísticas
hoy difusa y operativa, debería ser complementada por hacia lo procesal y lo contingente podría entonces reve-
una segunda noción, legado cultural de los años Se- larse no ya como un impulso de los artistas hacia el ám-
senta y Setenta, de autonomía como particular noción bito relacional, como lo que sugiere Nicolas Bourriaud6,
de unión. sino como un intento de dejar atrás los límites de auto-
nomía ya difusionados por la propia disciplina.
La primera acepción de autonomía figura con frecuencia
entre las motivaciones que impulsan a los profesionales El desarrollo de estrategias tan diversas como la utiliza-
de otras disciplinas (estoy pensando, por ejemplo, en ción de objetos encontrados, su destrucción, el uso de
los arquitectos) a querer entraren el mundo del arte, se- textos y sonidos, la introducción de material vivo, la pre-
ducidos por la perspectiva, y no deber justificar sus pro- sencia de elementos performativos, la acentuación ex-
pios resultados sino a la luz de parámetros auto trema de los lapsos temporales y espaciales, la
impuestos. recolocación de los proyectos fuera de los espacios
destinados al arte, cada una de estas prácticas podría
La segunda ha sido articulada como una modalidad de entenderse como un intento de fuga creativa por parte
VALERIA GRAZIANO

relación política en el contexto del operaismo italiano. de las anchas mayas de los mecanismos estereotipan-
Franco Piperno definió este concepto como “la acción tes del arte, un intento de reconexión y actualización
80 colectiva que armoniza las actividades de los individuos capaz de conectividad autónoma.
por sí solos de tal modo que optimiza los resultados co-
lectivos. En otras palabras, un ser vivo aparece autó- Quisiera volver ahora al estereotipo para confirmar su,
GLITTER AND BUBBLES!

nomo cuando la producción de deseo coincide con el por otro lado, excesiva rigidez.
proceso de su satisfacción”5. Ésta expresa el umbral crítico de un proceso de sedi-
mentación de significado que, inesperadamente, tiene
Aquí la autonomía se nos muestra como una tipología mucho que ver con el paralelo proceso de diseminación
de relación satisfactoria entre individuo y colectividad, y, que ya hemos visto; es la otra función complementaria
si es verdad que este término significa literalmente “dar del estereotipo.
a sí mismos las propias leyes”, éstas atañerán sobre
todo a los modos y las formas de la interacción de uno Dicha sedimentación presenta analogías interesantes
mismo con el otro, a las circunstancias relativas a los con el fenómeno que Ivan Illich describe, acerca de un
movimientos recíprocos de intercambio, expresando plano moral, con el término “institucionalización”.
una modalidad del llegar a estar “junto” y “en conexión”
con el contexto. El proceso de institucionalización trae consigo una fun-

5. Franco Piperno, Settantasette. La rivoluzione che viene. Roma: DeriveApprodi, 2004, p.91.
6. Nicolas Bourriaud, Relational aesthetics. Dijon:Les press du reel, 2002.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
damental y progresiva distinción entre proceso y sus- dos...lo que yo llamaría, si se quiere, aquello que sabe
tancia que parte de una ecuación falaz que pone en re- la gente (y esto no quiere decir para nada lo mismo que
lación “+ tratamiento = mejores resultados”. hablar de sentido común o de conocimientos comunes,
sino, al contrario, de un saber particular, un saber local,
Tal es así en palabras de Illich que el tratamiento médico regional, o diferencial, incapaz de unanimidad y cuyo
se confunde con la sanidad, el servicio social con la me- poder deriva solamente del hecho que es distinto a
jora de la vida comunitaria, la protección policial y la mi- todos los otros saberes que lo rodean)”8.
litarización con la seguridad, el trabajo frenético con la
eficacia productiva. Pero el desarrollo y articulación de los especialismos
dentro de los márgenes disciplinares e inter-disciplina-
Salud, enseñanza, dignidad, independencia y esfuerzo res de los conocimientos certificados va erosionando
creativo se definen de este modo poco a poco como progresivamente los márgenes de todo lo que perma-
performance de las instituciones que las reivindican nece excluido de dichos parámetros, queriendo cada
como objetivos propios y, su mejoramiento se ve como vez más la comparación “pública” de cada una de las
dependiente del reparto de mayores o menores recur- actividades profesionales.

VALERIA GRAZIANO
sos para la administración de hospitales, escuelas y
otras agencias similares7. La institucionalización tiende, en un plano concreto, a
esteriotiparse en la burocratización, o si no, en la escle- 81
El proceso de institucionalización ceba de este modo rotización proliferante de procedimientos y protocolos, y
un inevitable círculo vicioso de proliferación de expertos. en la deriva mafiosa, donde, por el contrario, son los in-

GLITTER AND BUBBLES!


Cada experto es reconducible a una disciplina de per- tereses personales de los individuos y las relaciones de
tenencia que, de hecho, deslegitima los conocimientos fuerza los que prevalecen en las fórmulas procedimen-
generados fuera de los recorridos institucionalizados y tales. En este contexto, el objeto o el valor originario
certificados, aquellos conocimientos que Foucault de- que motiva la práctica de un determinado agente se ma-
fendía apasionadamente durante sus clases en el Co- terializa en una noción de propiedad exclusiva, defen-
llège de France describiéndolos con ahínco como: dida mediante tácticas destinadas a restringir la
“una entera gama de conocimientos que han sido des- circulación fuera de los confines mismos de validación.
calificados como conocimientos no conceptuales, como
saberes no suficientemente elaborados; saberes naif, Obviamente el ámbito artístico no queda inmune frente
saberes jerárquicamente inferiores, saberes que no al hecho de implementar al menos algunas de las ten-
están al nivel exigido de erudición o ciencia...saberes dencias aquí descritas. Pienso por ejemplo en la reite-
al ras...saberes no cualificados o incluso descalifica- ración de ciertas fórmulas de instalación y en la de las

7. Ivan Illich, Deschooling Society, New. York: Harper and Row, 1971.
8. Foucault, Michel, Society must be defended: lectures at the Collège de France, 1975-76 , London: Allen Lane The Penguin Press, 2003,
p.7.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
presentaciones de muchos proyectos participativos y Tal vez, como sugiere Klaus Neundlinger, de la Aca-
relacionales, quizá de por sí muy interesantes porque demy of Breadless Arts, bastaría con inventarnos nue-
han sido expuestos en el territorio y abiertos a resulta- vas instituciones, “¡al menos una vez a la semana!”.
dos imprevisibles, pero después nuevamente sorpren-
didos en reproducir en la exposición una narración La institucionalización y las instituciones en realidad no
simplificada y perfumada de sí mismos, mediante la ins- son una misma cosa y es importante no confundirlas.
talación de project rooms de espanto, típicamente rea- Las instituciones pueden ser absolutamente entusias-
lizadas mezclando una dosis de mapas intricadas con mantes, las institucionalizaciones tienen un coeficiente
un archivo de piezas originales y una serie de snapshots depresivo genético.
documentales.
Klaus Neundlinger propone un ejemplo fantástico para
Es quizá el principio de contra-productividad de Illich el ilustrar la diferencia entre institucionalización y aquello
que ofrece la contribución más original al pensar en la que él mismo llama “instituciones minimal”:
esfera del arte. Con este término se indica el umbral “¿Qué es una institución minimal? Parece que tendría
más allá del cual los beneficios de cada centro de ins- mucho que ver con una reflexión acerca de las condicio-
VALERIA GRAZIANO

titucionalización se traducen en efectos negativos en nes mismas que la hacen una institución posible. Ima-
otro ámbito. ginen un comisario que ha sido convencido por la
82 comunidad entera de artistas, críticos y otros comisarios
El autor pone como ejemplo el automóvil, que, en tiem- para que contrate a un joven artista para una exposición
pos de su introducción, fue capaz de resolver el pro- temporánea. El problema es que este artista no ha cre-
GLITTER AND BUBBLES!

blema y el cansancio de las largas distancias, y sin ado nunca ninguna “obra”, ni un cuadro, ni una escul-
embargo, reúne y supera un cierto umbral crítico de ve- tura, ni una instalación, ni siquiera un poquito de arte
locidad. Este instrumento ha empezado literalmente a conceptual. No hay nada que se pueda exponer en la
producir nuevos parámetros de distancia, proponiendo galería, o en el museo o en la showroom. ¿Cómo reac-
metas tan remotas que son inalcanzables sin su em- cionará entonces la institución? Creará un fabuloso dis-
pleo. De esta manera todos aquellos que se han encon- curso alrededor de la completa ausencia de cada
trado faltos de dicho medio, han debido enfrentarse expresión artística tradicional en el trabajo del joven ar-
nuevamente al problema de la distancia9. tista... ¡fracasará inevitablemente en el intento de captar
la esencia de aquello que yo llamo una institución mini-
¿Cuáles son las distancias a las que ya no podemos malista! No habrá tenido el valor de mostrarnos los mar-
enfrentarnos cuando nos abrochamos el cinturón de se- cos sin rellenar, de tomar partido en el flujo de signos
guridad del arte?¿Cómo hacer una obra de arte que no mediante su interrupción; simplemente habrá acumu-
sea un BMW? lado habilidades simbólicas y creativas en lugar de en-
frentarse genuinamente a la desintegración de la

9. Ivan Illich, Energy and Equity, London: Marion Boyars, 1974.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
estructura simbólica” 10. de distancias recíprocas y elementos heterogéneos que
tienen la posibilidad de entrar en contacto productivo
Sería ingenuo entonces pensar en la institución simple- combinando flujos de sistemas de cambio con cambios
mente como en un conjunto de normas, protocolos y ór- del sistema.
ganos sobre los que se apoya una organización, una
comunidad o un corpus social. Con el término format se indica comúnmente la forma fí-
sica de un recurso de información, como por ejemplo el
Deleuze, en el prólogo de una selección de textos edi- mapa o el libro, pero es el ámbito tecnológico el que
tada por él y titulada “Instinto e institución”, afirma que ofrece una noción de format más compleja y cercana al
“cada experiencia individual presupone, a priori, la pre- mecanismo de la institución.
existencia de un ámbito en el que la experiencia es con-
ducida, un específico ámbito institucional”11. En el ámbito informático el format indica el modo en que
los datos se disponen de manera sistemática para ser
Del mismo modo, Maurice Merleu-Ponty habla de insti- utilizados. El format de un file se refiere por tanto no
tución cuando se refiere a “aquellos eventos de una ex- sólo a la estructura material de la composición, sino

VALERIA GRAZIANO
periencia que le aportan una dimensión duradera, en también a la lógica inmaterial según la cual se organizan
relación a la cual toda una serie de experiencias adqui- las informaciones. En otras palabras, con lo digital des-
rirá significado, formarán un alargamiento pensable o cubrimos el format como concepto límite que nos per- 83
una historia – en otras palabras, los eventos que depo- mite pensar conjuntamente en la forma física de los
sitan en mí un significado, no como una supervivencia contenidos y en la desmaterialización de las máquinas.

GLITTER AND BUBBLES!


o un residuo, sino como una llamada al alargamiento, En el ámbito artístico, fueron tal vez los Situacionistas
como una exigencia de futuro”12. los que por primera vez intuyeron las potencialidades
de conectar transversalmente instituciones, eventos y
Las definiciones de Deleuze y Melreau-Ponty se nos experiencias a través de format de actualización.
presentan con una increíble e insospechada intimidad
entre la experiencia y la institución, entre la posibilidad En la primera aparición de la revista de la Internazionale
del evento y la construcción de la memoria. Situacionista definí la situación como “un momento de
la vida concreta y deliberadamente construido por la or-
Mientras la institucionalización produce estereotipos, ganización colectiva de un ambiente unitario y de un
las instituciones crean format, o si no, concatenaciones libre juego de eventos”13. La idea de situación intentaba

10. Klaus Neundlinger, Minimal institutions. Academy of Breadless Arts, in http://transform.eipcp.net/correspondence, 24 Feb 2006.
11. G. Deleuze, Istinto e Istituzioni (a cura di U. Fadini e K. Rossi), Milano, Mimesis, 2002.
12. Merleau-Ponty, Maurice, Linguaggio Storia Natura, Italia: Bompiani, 1995, p.56.
13. SI 1958, http://library.nothingness.org/articles/SI/en/display/7

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
apartarse de la descripción de un simple happening, in- Y en este sentido creo que el campo de las artes visua-
sistiendo en la llamada a la contingencia y a la espon- les (¡qué definición tan fea!) bien se podría definir como
taneidad. A lo largo de los complicados y ramificados el más rico en cazadores, en cuanto que el problema
recorridos teóricos que adquirieron forma a partir de de los estereotipos continúa siendo una institución
aquella primera definición, los Situacionistas desarro- capaz de crear format tremendamente elásticos que
llaron toda una serie de format de intervención creativa, permiten la promiscuidad más increíble entre saberes
como por ejemplo el de deriva. ilegítimos y conocimientos con pedigrí.

Sin embargo, con el paso del tiempo ha sido demos- Los artistas contemporáneos tienen a menudo escar-
trado por diversos teóricos, pero también por la propia ceos secretos con lenguajes o temáticas que no atien-
recuperación de las prácticas Situacionistas, que el lí- den a la disciplina, o adisciplina, como la define Saraj
mite entre format institucionalizante y format instituyente Marajat14, y están empujando hacia un punto de crisis
es cuanto menos sutil e inestable. El aparato de pro- aquellas agencias de institucionalización del aprendi-
ducción y reproducción semio-capitalista ya ha demos- zaje que, llevando las pieles de la difunta Academia,
trados que sabe usar para el propio beneficio incluso el aún se pasean afamadas por los departamentos de arte
VALERIA GRAZIANO

cinismo más desdeñoso y los estereotipos más contro- de las universidades estandarizadas post “Declaración
vertidos, mediante un sabio détournement de la ironía. de Bolonia”, en un tragicómico intento de sintetizar un
84 La idea de format desarrolla la de aquella situación in- currículo de estudio definitivo para jóvenes artistas que,
troduciendo un elemento de interés por la replicabilidad por su parte, están cada vez más fascinados por las te-
y la propagación, pero también por la enseñanza de tra- orías de los juegos y la etnografía feminista post-cyborg
GLITTER AND BUBBLES!

ducibilidad. Es interesante porque indica un cierto tipo y cada vez menos por las actividades manuales.
de organización interna puesta a propósito en la óptica
de su interacción con el exterior. En este sentido es pa- Quizás, una posibilidad de imaginar un entrenamiento
radigmático el format televisivo de Gran Hermano, com- artístico adisciplinar podría partir de una concepción de
pletamente centrado en este principio de artista no como un eterno principiante sino como un me-
exclusión/participación, interior/exterior. diador entre matrices institucionales diferentes, o como
un traductor empeñado en no traducir, en la individua-
Incluso en otros términos, se podría decir que el format ción de los residuos intraducibles o como un incansable
instituyente no pretende verificar un evento, sino que fundador de instituciones efímeras.
es el proceso mediante el cual se posicionan las tram-
pas para ir a cazarlo.

14. Hans-Urlich Obrist, Interviews, interview with Saraj Marajat and Francisco Varela, Charta/Fondazione Pitti Immagine Discovery, Italia, 2003.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
D-I-Y ART Les doy un ejemplo de instrucción tomado del libro Gra-
pefruit, de Yoko Ono, que recoge una serie de instruc-
En 1993, Hans Urlich Obrist dio vida a do it, un proyecto ciones y recetas artísticas:
que recoge y expone lo que su comisario definió como El título es Dibujo para engrandar y mirar, de 1961:
una tipología de arte do-it-yourself. La idea de base pro- “Escribe quinientos números de teléfono sobre una tela
pone que, en lugar de una obra, los artistas produzcan no más grande que la palma de tu mano. Los números
para do it un set de instrucciones operativas que serán pueden sobreponerse uno sobre otro. Además, los nú-
después realizadas directamente por los destinatarios meros pueden ser todos iguales. Observa el dibujo
de la exposición. agrandándolo con el microscopio. Y después también
puedes hacer una fotografía del dibujo y ampliarla hasta
En la introducción de Obrist a la versión online del pro- la dimensión que prefieras”16.
yecto se lee:
“do it proviene de un modelo de exposición abierta, una El do-it-yourself art representa un intento muy eficaz de
exposición en progresión. Instituciones individuales pue- repensar la actividad artística como producción de for-
den abrir espacios vacíos para ser ocupados e invocar mat. Esta descubre en los set de instrucciones un ins-

VALERIA GRAZIANO
posibilidades de interpretación y reformulación de las trumento compositivo extremadamente ágil y versátil,
obras de arte de un modo totalmente libre...Es impor- capaz de recombinar elementos muy diversos y siempre
tante recordar que do it no está interesada en las co- preparado para implicar a los espectadores en la copro- 85
pias, imágenes o reproducciones sino en la ducción de sensaciones y significados. La participación
interpretación humana...acciones y materiales cotidia- del público se vuelve productiva mediante la libre ejecu-

GLITTER AND BUBBLES!


nos sirven como punto de partida para la creación de los ción e interpretación de las instrucciones y, al mismo
trabajos que serán recreados en cada “espacio de per- tiempo, el fetichismo por el objeto de arte y por su pre-
formace”, de acuerdo con las instrucciones escritas de servación se aproxima ágil y elegantemente.
los artistas”15.
Pero, obviamente, los artistas y los informáticos no son
La genealogía de semejante aproximación se remonta los únicos que comprenden la potencialidad creativa del
a las estrategias creativas de Marcel Duchamp, a los format. Entre las buzzwords más rompedoras del mar-
apuntes para una escritura automática de André Breton keting contemporáneo encontramos de hecho la expre-
y, sobre todo, a las prácticas artísticas de los años Se- sión “economía de la experiencia”, la última frontera de
senta, entre las que aparecen obviamente los Situacio- la implicación profunda e íntima de los consumidores,
nistas, las partituras para evento de Alison Knowles que aspira a crear un hábito voluntario y a satisfacer
(como por ejemplo, Hacer una ensalada, de 1962) y los todos nuestros deseos consumistas, “porque nosotros
instruction paintings de Yoko Ono. lo valemos”.

15. http://www.e-flux.com/projects/do_it/homepage/do_it_home.html
16. http://www.a-i-u.net/

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Probablemente ya habrán escuchado esta expresión, experiencia estética simplemente quiere estar allí” 17.
bastante conocida y de compresión inmediata, pero
puede valer la pena examinarla detalladamente un se- Participación y conexión son imaginadas como las dos
gundo porque tal vez es menos conocido que, en el am- modalidades de interacción del cliente. La participación
biente en que se ocupan de la organización política y puede ser pasiva o activa, según se consienta al consu-
cultural, la economía de la experiencia está destapando midor al menos de influir en el evento escenificado. Sin
una caja de Pandora. embargo, la conexión se clasifica según los parámetros
del absorbimiento – cuando el cliente se ve inmerso en
La teoría de marketing experiencial más acreditada ha la propia esperanza.
sido elaborada por Joseph Pine y James Gilmore en su
libro Las economías de la experiencia. El ensayo se El ensayo concluye proponiendo a los jóvenes manager
abre delineando la evolución de la economía capitalista una receta en cinco pasos. Primero se recomienda ele-
en un modo inquietantemente parecido a lo que han gir un tema bien definido, que fascine y estimule al in-
dicho autores como Negri o Massumi y describe un pa- dividuo, incidiendo en su sentido del espacio y del
saje de la fase de producción de bienes, aquella de los tiempo. El segundo y tercer paso insisten en la armoni-
VALERIA GRAZIANO

servicios, aquella de las experiencias. Este paso se re- zación de las impresiones, que se consigue mediante la
conduce hacia factores como el avance de las tecnolo- adopción o eliminación de aquellos bautizados como
86 gías digitales, la creciente intensidad de la competición, “índices”, o si no, los elementos físicos como olores, sa-
el aumento del bienestar y la inevitable progresión del bores, sonidos e imágenes y los humanos, o los com-
valor económico. La experiencia e presenta entonces portamientos y los códigos de conductas del personal.
GLITTER AND BUBBLES!

como la tipología más poderosa de ofertas porque, al Finalmente los dos últimos pasos consisten en la esti-
contrario que los bienes y servicios es irrepetible y per- mulación sensorial del consumidor y en la oferta de ob-
sonal. La perspectiva adoptada por Pine y Gilmore para jetos-recuerdo que, lejos de ser concebidos como
pensar en la experiencia es aquella de la metáfora tea- simples souvenir, se articulan en sofisticadas tipologías
tral, según la cual la empresa se vuelve el director, el de memorabilia personalizada y personalizable, impere-
punto de venta un escenario y los dependientes actores. cedero memento a testimonio del irrepetible evento vi-
vido.
Son cuatro los ámbitos que los autores definen como
caracterizadores de la experiencia: el entretenimiento, Con la aparición del marketing experiencial en nuestras
la educación, la evasión y la estética. Ellos explican: vidas estamos catapultados en medio de una sociedad
“Participando de una experiencia educativa los invitados del espectáculo donde, superando las imaginaciones
querrán aprender, de una experiencia de evasión que- más negras de Debord, no participamos como especta-
rrán hacer, de una experiencia de entretenimiento que- dores sino que somos captados incluso como com-
rrán probar [...], mientras que el que forma parte de una parsa.

17. Pine II B. J. e Gilmore J. H. (2000), L'economia delle esperienze. Oltre il servizio, p. 41.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
¡Bienvenidos a la fiesta de inauguración del grado cero frente a un movimiento estratégico? La experiencia del
de la performance vital! Tenéis todo el derecho a una arte a través de un compromiso activo en la relación de
consumición y a una foto recuerdo en compañía de Fou- la obra, ¿es una oportunidad de rearticular la institución
cault. artística o representa el momento de la fidelización del
punto cinco de la lista de Pine y Gilmore?
De hecho el marketing experiencial sólo sería concep-
tualizable como instancia de la ostentación del biopoder, A propósito de esto mismo, Slavoj Zižek se pone en
concebido como poder productivo y no represivo, que guardia frente a los peligros de la interpasividad. Él es-
fabrica subjetividades regulares, desarrollos previsibles, cribe:
emociones sondeables, porque es capaz de incidir en “Hoy en día es una práctica común la de subrayar cómo,
su recorrido interior de elección y deseo. con los nuevos medios electrónicos, el goce pasivo de
un texto o de una obra de arte está terminada: yo ya no
Mientras el poder disciplinar ha dado vida a centros ins- estoy simplemente delante de la pantalla, interactúo ma-
titucionales estructurados, como prisiones, hospitales, yormente con ella entrando en una relación dialógica
escuelas y museos, caracterizados por una ubicación (escogiendo los programas, participando en los debates

VALERIA GRAZIANO
definida, el biopoder mantiene los mismos mecanismos de una comunidad virtual, determinando directamente el
de normalización pero se desenvuelve de manera final de una trama en los llamados “cuentos interacti-
mucho menos rígida. Los cuerpos, las ideas y las con- vos”.)...¿Pero la otra cara de esta interactividad no es 87
catenaciones deseosas no necesitan dispendiosos en- quizás la interpasividad?...una situación en la que el ob-
cuentros disciplinares, basta que se puedan reconducir jeto mismo se apodera de mí, privándome de mi propia

GLITTER AND BUBBLES!


a cualquier proceso de compraventa infinita, en el que reacción pasiva de satisfacción (risa o tristeza), de tal
adquirir por sí misma una chispeante variedad de posi- modo que el objeto mismo “disfruta del espectáculo” en
bilidades sociales y de experiencias sugarfree. Las fun- mi lugar, aliviándome del poder superegoísta de diver-
ciones de disciplina obviamente no desaparecen, sino tirme”18.
que se implementan mediante format intra-instituciona-
les que se sirven de dispositivos de selección “ambien- ¿Y qué hay que hacer entonces? – se preguntaría Lenin
tal”. en este punto.

Con la llegada de la economía experiencial, proyectos ¿Cómo pensar en la configuración de format que sean
como do it dejan entrever un regusto amargo, muy dis- capaces de articular propuestas experienciales convin-
tinto al sabor de rotura y emancipación que acompa- centes y aptos para sostener el asunto con las formas
ñaba los ejemplos de instruction art de los años más sofisticadas del capitalismo contemporáneo?
Sesenta. ¿Estamos frente a una nueva frontera de la
actualización del biopoder, ante un prototipo suyo o Las posibilidades de respuesta son muchísimas y ur-

18. Slavoj Zižek, Il godimento come fattore politico, Cortina Raffaello, 2001, p.37-38.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
gentes, y sería probablemente necesaria una posibili- lo contaré a mis nietos cuando sea viejo”. Todo lo que
dad de discusión y profundización que no viene al caso sucede entre estos dos momentos no es, sin embargo,
para en este seminario. absolutamente previsible, ni mucho menos determina-
ble. La aventura no se construye, como mucho se
En la segunda parte de mi comunicación, quisiera sin puede “provocar”, en el sentido de provocar como flir-
embargo intentar proponerles dos vías de investigación, tear con ella.
dos posibles puntos de partida para empezar a imaginar
distintas posibilidades de acción artística. Se trata de Según Georg Simmel, “La aventura es una forma de
dos format, el format de la aventura y el de la fiesta. vida que puede ser asumida por un número indetermi-
nado de experiencias”19. El contenido de la experiencia
El format de la aventura se compone de una serie de no es relevante para sus fines, pero es cierto que cada
pensamientos con los que he comenzado reciente- experiencia presenta la potencialidad de una aventura,
mente a jugar. Por ello mi reflexión alrededor del format puesto que no es otra cosa que la expresión de una
de la aventura será más corta y fragmentaria que alre- cierta intensidad liminar de nuestros itinerarios afecti-
dedor del format de la fiesta. Os ruego que entendáis vos.
VALERIA GRAZIANO

ambas partes como intentos de encontrar diferentes ca-


minos, de reunir herramientas en el impulso general de La aventura se define por su capacidad de separarse
88 un proyecto teórico en el que me embarcaré (quizá ya de la continuidad de la vida, pero, mientras sale de un
me esté embarcando) algún día, en alguna parte, de determinado contexto , con el mismo gesto vuelve a la
algún modo. Por ello presento estos pensamientos hoy vez a re-inserirse nuevamente, encontrando nuevas co-
GLITTER AND BUBBLES!

ante vosotros como un work in progress abierto a co- nexiones entre su propio centro y un “afuera” que, en
mentarios y sugerencias. cualquier caso, dice Simmel, “es formalmente un as-
pecto del dentro”. En la concatenación ordinaria de los
AVENTURA eventos, percibimos el final de una experiencia junto al
“Los humanos no pueden producir aventuras, sólo la comienzo de una nueva situación, así los umbrales de
posibilidad de que éstas nos lleven a algún otro lugar. paso de un momento al siguiente se delimitan recípro-
La Aventura transforma estas potencialidades en ex-
camente, dando estructura y ritmo a nuestra vida.
periencias vividas constituyendo eventos que nos
permiten pensar diferentemente”
Sin embargo, en la aventura, el comienzo y el fin se pre-
Tor Lindstrand, International Festival,
cipitan con extrema nitidez. El antes y el después de la
www.international-festival.org
aventura quedan insuficientes para explicar o traer su
La única cosa cierta de la aventura es que comienza envergadura, no consiguen desempeñar su función de
mientras miramos hacia una dirección opuesta y que causa-efecto puesto que el comienzo de la aventura es
termina mientras formulamos el pensamiento: “Esto se excesivo y no reconducible hacia aquello que la ha pre-

19. The Adventure. In Georg Simmel: essays on sociology, philosophy and aesthetics (ed.) K. Wolff New York: Harper Torchbooks. 1997.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
cedido. Dice Simmel, “como un organismo que deter- A diferencia de proyectos como do it, de los instruction
mina su forma en el espacio y no adaptándose simple- paintings y de las Nike concept stores, la aventura no
mente a los obstáculos que limitan con su exterior”. nos indica las etapas de su devenir, sino que nos invita
a una tirada de dados, a la recombinación y movilización
Con un falso movimiento, la aventura descubre lo esen- de nuestras habilidades y conocimientos según recorri-
cial y lo que no lo es, fijando el centro de nuestros inte- dos trazados de fresco por las necesidades determina-
reses en la periferia de la vida consueta: en lo marginal, das de la propia aventura. Su fascinación no reside
en lo excéntrico, en las posibilidades no saturadas que nunca en aquello que nos puede ofrecer en términos de
se nos muestran como un don o como el resultado de “indicios” o procedimientos, ya que si los propios ele-
una actividad no enteramente nuestra, no enteramente mentos se encontrasen en otro format, se nos presen-
requerida. tarían privados de intensidad y excitación.

El incidente, el error, la incomprensión, se insertan en En la aventura la certeza del resultado final no queda re-
una continua oscilación entre caso y necesidad, entre la ducida sólo cuantitativamente sino que es también cua-
superabundante diversidad de los materiales y de las litativamente diferente. En palabras de Simmel, aquel

VALERIA GRAZIANO
formas que nos rodean en el ambiente exterior, mientras que vive una aventura “trata el elemento incalculable de
que la continua elaboración y negociación de sentido la vida en el mundo en que habitualmente nosotros tra-
que atraviesa nuestras vidas, desde el interior. Y es jus- tamos aquello que por definición pensamos que es cal- 89
tamente a través de “las síntesis, los antagonismos y culable”.
los compromisos entre caso y necesidad” por lo que la

GLITTER AND BUBBLES!


aventura actúa, toma forma y se la da a los eventos, Aquí el error y el fallo se deben entender como dos con-
creando una resonancia entre aquello que es accidental ceptos completamente separados, puesto que en la
y externo y aquello que es interno y necesario. La aven- aventura se procede sólo considerando lo improbable,
tura es, por tanto, un format especifico en el que “las probable, y lo probable como fácilmente tornasolado a
categorías fundamentales de la vida se sintetizan”, afir- probable.
mando “la continuidad entre los procesos de vida y sus
sustancias”, como por ejemplo la síntesis entre catego- Incluso si el erotismo define la temperatura fundamental
rías de pasividad y actividad, pero no en el sentido de de la aventura, no se da por descontado que una his-
interpasividad del que habla Zižek, sino al contrario, me- toria de amor se convierta en aventura. La cualidad eró-
diante una conquista activa de aquello que nos es dado tica de la aventura tiene que ver, de hecho, con la
para que lo aceptemos pasivamente. Mediante el intensidad, con tocar cualquier cosa que no se puede
mismo proceso vital, la conjunción entre pasividad y ac- tocar, con el arte del contrabando y la coquetería.
tividad se vuelve, al mismo tiempo sentido y búsqueda,
solución creativa, acentuada todavía más por la hetero- Su erotismo es al mismo tiempo una apertura y una sus-
geneidad de los elementos que se encuentran en tal pensión que permite una violación de las normas que
unidad. “performa” su validez, un contrabando de contrasenti-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
dos a través de gestos reconocibles. Es una reivindica- comprar muebles por correspondencia y participar anó-
ción del acto de mentir como una manera de decir la nimamente en los encuentros de ayuda a enfermos
verdad y de la condición de indecidibilidad como una mentales.
forma de goce.
Hasta que, en un momento dado, el protagonista en-
Simmel estableció una similitud entre arte y aventura y cuentra al carismático Tyler Durden, interpretado por
escribió que entre ellas la totalidad de la vida está, en Brad Pitt, que es su perfecto alter ego, metafóricamente
cierto sentido, comprendida y consumida, si acaso con pero también, como se descubre enseguida, literal-
modalidades profundamente diversas. mente hablando.

La aventura es capaz de generar una tensión tal que Después de una riña liberadora, los dos dan vida al Club
puede incluso arrancar la vida fuera de sí misma. de la Lucha, un círculo secreto donde todo tipo de hom-
Pero obviamente, en palabras de Douglas Coupland, la bres se encuentran anónimamente para combatir a
aventura sin riesgo es Disneylandia, y el arte sin aven- pecho descubierto. El punto fundamental de los com-
tura, añadiría yo, también es Disneylandia. bates no es, sin embargo, vencer, sino la satisfacción
VALERIA GRAZIANO

experiencial que sienten durante la propia experiencia


1:1 de la lucha.
90 De aquí a una semana cada tío del Comité de Asalto
tiene que meterse en una pelea de la que no vaya a Uno de los mecanismos fundamentales del Club de la
salir como un héroe. Y no en el club de la lucha. Esto Lucha son los ejercicios que Tyler distribuye a los par-
GLITTER AND BUBBLES!

es más difícil de lo que parece. Un hombre en la calle


ticipantes como “deberes”, como por ejemplo “provoca
hará cualquier cosa por no pelearse. La idea es de
escoger un Pepe en la calle que nunca ha luchado y una pelea con un desconocido”, detrás del cual en la
reclutarlo. Dejadle tener la experiencia de ganar por película viene la escena en la que un torpe luchador del
la primera vez en su vida. Hacerle explotar. Dadle
Club intenta inútilmente provocar a un cura salpicándole
permiso para machacaros. Podéis soportarlo. Si ga-
náis, la podéis. “Tíos, lo que tenemos que hacer”, con una bomba de agua.
Tyler dijo al Comité, “es recordar a estos tipos que
clase de poder todavía tienen”.
A través de los deberes para casa, Tyler propone puntos
de acceso a una serie de experiencias descentraliza-
Con esta reflexión en mente, resultó que hace poco
das, potenciales, pero no interviene sobre su actualiza-
volví a ver el Club de la Lucha, la película de David Fi-
ción. Los miembros del Club de la Lucha deberán crear
cher, sacada de la homónima novela de Chuck Palah-
autónomamente las propias situaciones e inventar las
niuk. Probablemente muchos de ustedes conocen la
propias estrategias tácticas.
trama de esta película o han leído el libro.
Es la historia de un hombre deprimido, desilusionado e
Respecto a la experiencia de la aventura y a las moda-
insomne interpretado por Edward Norton, cuyas princi-
lidades de su distribución, los ejercicios de Club de la
pales diversiones en la vida consisten inicialmente en
Lucha son un ejemplo de instrucciones operativas no

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
reconducibles a los mecanismos de la economía expe- riencia vivida por los participantes que vieron desinte-
riencial, sino capaces de dar vida a una economía de grarse inexorablemente el tejido habitativo y emotivo
transformación conectada en una escala 1:1 en el flujo del lugar en un proceso paralelo a aquel del proyecto de
de la vida real. renovación urbana.

FIESTA ¿Existe entonces una política de lo pre-productivo?


¿Una política propia del juego y de la celebración?
En las lenguas romances (festa, fiesta, fête, fest, feast), ¿Existe un tipo de saber específico que deriva de tales
el término “fiesta” se utiliza para indicar una cantidad de experiencias? ¿Qué tipo de práctica se produce cuando
eventos profundamente diversos entre sí, incluye cele- una chica deposita improvisadamente un huevo en la
braciones estacionarias, ritos religiosos, celebraciones palma de tu mano o se te pide que grites en un micró-
privadas, periodos de vacaciones y festivales. Dichos fono mientras una vidente te predice el futuro (todas
eventos, aun siendo todos ellos momentos de celebra- cosas que podrían sucederte en los eventos del colec-
ción y reunión, no tienen que ver necesariamente con la tivo Area10)?
diversión.

VALERIA GRAZIANO
Artes en el trabajo
En 2004 el grupo londinense C6 ofreció una instancia
muy significativa de dicha criticalidad preparando el La llegada de la modernidad ha visto la actualización
91
evento titulado Everything must go!. Los participantes de un profundo cambio de paradigma que ha traído con-
fueron invitados a una casa situada en un barrio del sigo el fin de la centenaria conexión entre el arte y lo

GLITTER AND BUBBLES!


Londres llamado “difícil” que estaba atravesando un ra- sagrado. Filósofos como Hegel se esperaban que se-
dical proceso de gentrification Como resultado, el edifi- mejante transformación pudiera crear las condiciones
cio (casa de dos de los artistas) iba a ser demolido. para un arte de pura poiesis, un arte entendido como
Durante los dos días de Everything must go!, a los par- pura producción de exigencias creativas, libres de los lí-
ticipantes se les permitió el libre acceso a toda la casa, mites impuestos por la esfera de lo sagrado.
donde todo, desde el más pequeño al más voluminoso
de los armarios, estaba en venta. Era posible adquirir Sin embargo, en contraste con la prognosis hegeliana,
todo el contenido de la casa, incluso los objetos perso- otros comentaristas apuntaron que otro tipo de conse-
nales de exquisito valor sentimental para los inquilinos, cuencias manaban de la separación.
como fotografías y ropa. Durante las cuarenta y ocho
horas del evento se celebró una larga e ininterrumpida Hans Georg Gadamer20, por ejemplo, expresó la preo-
fiesta que articuló muy eficazmente la pregunta “¿Cómo cupación porque el potencial de un arte totalmente inde-
se siente uno viviendo en un ambiente donde todo está pendiente fuera disminuido, con el riesgo de ser
en venta?”, transformando esta pregunta en una expe- percibido sólo en el plano de la mera aisthesis, o como

20. Gadamer, Hans-George, The Relevance of the Beautiful and Other Essays. Cambridge: Cambridge University Press, 1986.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
un simple objeto de la crítica estética. guir la reflexión que Hannah Arendt presenta en el libro
Vida Activa.
De hecho, el debate permanece abierto y continúa en el
ansia general de encontrar razones, motivos y justifica- “...acciones y discurso pueden crear un espacio
ciones capaces de responder la presencia (o la ausen- entre los participantes que encuentra su propia di-
cia) de las artes en la vida pública, artes que hoy en día mensión casi siempre y casi en todas partes. Es el
están bajo una gran presión de mostrar recaídas pro- espacio de la apariencia, en el más vasto sentido
ductivas (obviamente esta presión no está directamente de la palabra; dicho de otro modo, el espacio donde
articulada sino que se hace evidente, si se echa un vis- yo aparezco ante los otros mientras los demás se
tazo a los programas de financiación y otros criterios de me aparecen, donde los hombres existen no sim-
selección institucional). plemente como otros seres vivos o cosas inanima-
das, sino que hacen su aparición explícitamente.
Esto en parte podría ser entendido como un intento de Este espacio no siempre existe y aunque todos los
poner a trabajar cualquier cosa, como el arte, que no hombres sean capaces de gesto y de palabra, la
puede expresar su utilidad ni a través de la producción mayor parte de ellos no vive allí (ni siquiera nadie
VALERIA GRAZIANO

de un producto o servicio tangible ni a través de un re- puede permanecer allí todo el tiempo)...estar pri-
sultado cuantificable. vado de ello quiere decir estar privado de la reali-
92 dad, que, ya sea desde un punto de vista humano
¿Cómo imaginar entonces el rechazo laboral de las o político, es lo mismo que la apariencia”21.
artes, sin pedir que desaparezcan en la gratuidad de lo
GLITTER AND BUBBLES!

absurdo o que renuncien en participar de la creación de Los artistas que trabajan con el format de la fiesta son
significado? conscientes de que las suyas no son propiamente obras
de arte, porque no pueden obtener una obra completa
Las prácticas artísticas que, como C6, intentaron con- a partir de los materiales de propia disposición. Su papel
testar, han desviado la pregunta hacia el público –en el es parecido al del cuentacuentos descrito por Hannah
doble sentido de la palabra- sugiriendo que la respuesta Arendt:
sólo puede resultar de una práctica común.
“…la historia, resultante de acciones y dis-
En una palabra, se han vuelto fiestas. curso, revela un agente, pero este agente no es un
autor ni un productor. Alguien la ha empezado y es
Espacios de presencia el sujeto, en el doble sentido del término, o si no, su
autor es el destinatario, pero nadie es autor” 22.
Para entender qué implica esto, puede resultar útil se-

21 Hannah Arendt, The Human Condition, Chicago: University of Chicago Press, 1998, p.198-9
22. Arendt, Hannah, The Human Condition, Chicago: U.P, 1958, p.179

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
La dimensión espacial de la celebración está definida los otros aspectos de la vida cotidiana.
entonces por la co-presencia. Es un espacio de la apa-
riencia porque la acción (o la actividad que, según El juego: razón sin objetivo
Arendt, nos define en cuanto humanos, y que ella en-
tiende como distinta de la fabricación) nunca es posible Pensemos en la alegría que ciertas actividades llegan
en el aislamiento. a provocar en los niños pequeños mientras repiten el
mismo gesto una y otra vez, siempre con el mismo en-
Sólo el hombre “puede comunicarse a sí mismo y no tusiasmo y placer.
cualquier cosa”, pero dicha comunicación puede cum-
plirse sólo mediante la co-presencia: es imposible decir Para ellos el juego es un movimiento físico y concreto,
quién es alguien; sólo son posibles las descripciones la amplitud de una acción que se repite incesantemente
de “qué es”. La esencia de una persona se muestra a sí como el continuo ir y venir de las olas.
misma sólo en el flujo de acción y discurso, porque
estos últimos años poseen “un carácter revelatorio sin En este sentido, el hecho de jugar significa la libertad de
el cual éstos perderían su relevancia humana”. Si la movimiento que define un área o una zona transformán-

VALERIA GRAZIANO
fiesta no puede ser considerada una obra – de arte o de dola en un territorio. La capacidad de jugar, entendida
cualquier otro tipo – es necesario constatar que, como como un impulso libre en ausencia de los límites causa-
sitio privilegiado de acción humana, posee una tre- dos por la voluntad de alcanzar un determinado fin, es
93
menda capacidad de establecer relaciones: ésta es su un rasgo característico de todos los seres vivos. Poder
específica productividad preproductiva. moverse sólo por el gusto de moverse: esto es lo que

GLITTER AND BUBBLES!


nos permite concebir la vida como un excedente res-
El antiguo puesto del arte en el ámbito humano ha sido pecto a la suma total de las funciones de manteni-
ocupado gradualmente por otros aparatos info-semióti- miento. H.G. Gadamer pensaba que era precisamente
cos saturados de intencionalidad, atravesados por una esta exuberancia del ser la que nos impulsaba hacia la
multitud de vectores de mensajes, que transforman los auto-representación.
estímulos estéticos en medios. Por el contrario, la fiesta
emplea el espacio, habitualmente un espacio conocido En el juego, el ejercicio de la razón es vaciado de cual-
y normalmente destinado a otros fines, de manera com- quier finalidad, o más aún, la razón tiene como único fin
pletamente alterada, de tal modo que se crea un nuevo el de la repetición, una repetición que es también un ge-
espacio deformando y traspasando los reglamentos de nerador de identidad. Pensemos en el absoluto rigor
lo cotidiano. En este contexto, el arte es recuperado con el que los niños respetan los procedimientos y las
como un elemento instituyente del lugar, como puro ex- reglas de los juegos, incluso cuando juegan solos: su
ceso no confinado en su propia cualidad excesiva, pero conciencia ocupa tanto la posición de árbitro como la
excesivo en cuanto que es capaz de volver excesivos de jugador, desarrollando así un primer sentido de la

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
ética. Siguiendo estas reglas, entramos en relación con inteligibilidad y significación profunda a los participantes.
nosotros mismos, porque nos hacemos observadores Es este un momento necesario en el juego y en el arte
de nuestra propia actividad, y al hacerlo, se disuelve la porque, como propone Hannah Arendt, “una acción sin
división entre creador y espectador. discurso ya no sería una acción porque ya no habría
una actor y, el actor, o aquel que cumpliera la acción,
Del mismo modo, en el arte el acto de mirar y el de crear sólo sería posible si al mismo tiempo fuera aquel que
siempre se disipan el uno en el otro, resultando en una pronunciase la palabra. La acción que él comienza se
inmediata participación, un punto sobre el que los artis- abre al humano por la palabra, y aunque su acción
tas contemporáneos han vuelto con frecuencia, prefi- puede ser percibida en su fea apariencia física sin un
riendo dejar sus propios trabajos lo más incompleto acompañamiento verbal, se vuelve relevante sólo a tra-
posible para permitir que la construcción de sentido vés de la palabra hablada”23. La palabra hablada podrá
tome forma en el umbral de superposición entre obra y tener lugar también en la privacidad del pensamiento,
espectador. Tanto el juego como el arte son capaces de pero su articulación debería siempre traer consigo el
crear un espacio comunicativo que no permite una dis- descubrimiento de una nueva gramática.
tancia entre participante y observador, pero que está
VALERIA GRAZIANO

construido justamente a partir del recíproco y continuo Juguetes: símbolos y representación


atravesamiento de dicha distancia.
Para poder jugar, se necesitan juguetes; y los juguetes
94
En la fiesta el espacio comunicativo de oscilación entre son objetos que representan, son símbolos.
observador y performer se enfatiza hasta llegar a ser el
GLITTER AND BUBBLES!

mecanismo central del evento. Obviamente, para poder Un símbolo es aquello que hace posible el reconoci-
participar o jugar, es necesario conocer las reglas, o si miento del significado. De hecho, la etimología de la pa-
no poseer un nivel de alfabetización, una competencia labra deriva de la práctica, difundida entre los antiguos
específica entorno a sus mecanismos. Esta habilidad griegos, de dar la mitad de una tablilla de arcilla partida
de lectura no se refiere simplemente a una habilidad de en dos al huésped, para poder reconocerlo después en
descifrar, sino a ser capaz de derivar un sentido del y un futuro mediante la unión de los dos fragmentos, lla-
por el todo y de captar el significado hermenéutico en mados “símbolos”.
todo su conjunto.
La función simbólica es distinta del simple hecho de
El desafío de la fiesta es poder llegar a generar una ex- decir cualquier cosa en un modo distinto a como se en-
periencia que no sea simplemente la reiteración de re- tiende normalmente, y que incluso podría ser expresado
acciones y comportamientos ya comprendidos y de otro modo. De hecho, este sería el mecanismo ope-
examinados, y al mismo tiempo conducir un sentido de rativo de la alegoría. El símbolo, por el contrario, no
viene meramente de un significado dilatado, sino que

23. Arendt, Hannah, The Human Condition, Chicago: U.P, 1958, p.179

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
tiene el poder de “representar” el significado. Y a su vez, Por lo tanto, la fiesta no es una representación de la co-
representar cualquier cosa no quiere decir “parecer” y ni munidad. No reproduce los trazos de las verdaderas re-
siquiera “estar en el lugar de”, puesto que esto presu- laciones para podérnoslas mostrar o presentar
pondría una cierta inexactitud, un margen de error y de mediante los refinados mecanismos de un evento pre-
distancia. Sin embargo, para poder llegar al núcleo de producido.
la representación, H.G. Gadamer nos invita a tratar esta
palabra como se utiliza en el contexto jurídico, donde lo No obstante, la fiesta puede ser entendida como una
“representado” viene siendo considerado “presente” a forma de representación si la entendemos como una
todos efectos en virtud de la presencia de su “represen- presentación recíproca, un exponerse de los participan-
tante” legal, y el “representante” hace plenamente las tes los unos ante los otros, que genera una particular
veces de “representado”. percepción de co-presencia, aquello que H. Arendt ha
identificado en la “cualidad reveladora del discurso y de
En el contexto de la fiesta, no es la habilidad de tocar, la acción” que “emerge cuando las personas están con
sino la de usar y mis-usar la que marca la conversión los demás, ni por ellos ni contra ellos- sino simple y hu-
del símbolo en juguete. El juguete es un símbolo acti- manamente juntos”.

VALERIA GRAZIANO
vado, contingente y performativo, cuyo poder de repre-
sentación está destinado a matizar con la disgregación El plano sobre el cual se desarrolla la performance de
de las relaciones que él mismo facilita. la representación recíproca es el plano del reconoci- 95
miento. El hecho de “reconocer algo o a alguien” tiene
Sin embargo, si los juguetes disponibles en la fiesta son una doble implicación de conocer algo nuevo, pero tam-

GLITTER AND BUBBLES!


símbolos del imaginario de los organizadores, es legí- bién de conocerlo mejor, o más en profundidad; “reco-
timo preguntarse si la propia fiesta debería ser consi- nocer es ver lo permanente en lo transitivo“. En este
derada una representación. proceso se genera una intimidad que no es la confirma-
ción de nuestras posiciones precedentes. En la fiesta,
H. Arendt ha sugerido que la condición del hombre de lo usual se nos da como algo especial, y en ello reside
estar en común elude la posibilidad de ser represen- la profunda diferencia con el espectáculo, donde la sen-
tada, no es concebible a través del sentido de la visión. sación de estupor es creada mediante el impacto con lo
He tenido modos de vivir una experiencia práctica de extraño o lo grandioso.
esto cada vez que he intentado hacer una foto a un
evento de masas, como una manifestación por ejemplo. Reconociendo la mutua presencia como la energía ali-
Cada vez, las imágenes han resultado o focalizadas en mentadora del evento, la comunidad de aquellos que
una escena demasiado particular, que no puede mostrar celebran (los únicos para los que la fiesta existe y tiene
los matices particulares del humor colectivo, o al contra- significado) encuentra aquello que Jean-Luc Nancy ha
rio, han recogido un masa aplastada sin llegar a captu- llamado su “clinamen”, o una “inclinación, un exponerse
rar las intrincadas relaciones implicadas. por parte de los hombres los unos ante los otros, los

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
unos mediante los otros, o de los unos a los otros” 24. sidades trabajan del lado del caos “no para totalizarlo o
sintetizarlo en un yo trascendental, sino para crear, a
Temporalidad: celebración y periodicidad pesar de todo, un mundo” 25.

La temporalidad de la fiesta es una duración que no per- La caótica es una forma demasiado compleja para ser
mite la dispersión de cada uno de los momentos en el elaborada a través de las categorías que hay a nuestra
paso del tempo, pero que los reagrupa y los mantiene disposición pero el “más allá de lo necesario” de la fiesta
juntos en su transcurrir. Celebrar no quiere decir mover produce al menos una sensación de la temperatura caó-
hacia algo, un fin, un mejoramiento, una revelación es- tica, aunque en condiciones controladas, en un modo
tética, sino que significa “llegar” para la entera duración fundamentalmente diverso de lo que sucede durante la
de la fiesta. “ceremonia de la diversión“, que, por su parte funciona
recuperando las energías excesivas y reconduciéndolas
Frente al ritmo cada vez más denso de la vida contem- a parámetros bien delineados, o la típicamente moderna
poránea, celebrar es un “detenerse”, un deliberado error “religión de la cultura”, que privilegia la erudición en de-
de cálculo en la economía de la velocidad a favor de un trimento de la experiencia. El momento celebratorio de
VALERIA GRAZIANO

ritmo dispersivo. Es un abandono a la forma, allí donde la fiesta podría entonces representar una alternativa a
la forma se vuelve duración (una intuición acreditada las dos posturas ritualizadas que hemos mencionado,
por las teorías científicas de la física de la relatividad). un modo de enfrentarse con el caos trabajando de su
96
La dignidad ontológica de la fiesta está situada en este lado, deshaciendo sus anomias y al mismo tiempo rete-
ser una temporalidad de celebración, de exceso. ¿Qué niendo y rebosando su excesiva cualidad.
GLITTER AND BUBBLES!

quiere decir que la fiesta es excesiva?


A la luz del format de la fiesta, la experiencia fundamen-
El exceso no indica simplemente “más allá de lo nece- tal del arte es más bien una cosa que se vive que una
sario”, sino que expresa la cualidad de ese “más allá”. cosa que se siente, y sin embargo el valor de la expe-
El exceso tiene una correlación íntima con el caos: los riencia no reside, contrariamente a lo que se cree co-
dos términos indican algo que podemos percibir, pero múnmente, en la valoración estética, puesto que dicha
que sólo podemos pensar a través de una vía negativa. valoración es, de hecho, secundaria respecto al mo-
Desde el momento en que tiene comienzo la celebra- mento perceptivo y es, desde ya, una selección operada
ción, ya nada es necesario. Cada gesto, sonido, objeto sobre este último.
ocupa la viva posición de una potencial chaosmosis, de
una actividad capaz de elaborar el caos a través de la La cosa no es negar el conocimiento con un gesto de
creación de conceptos y percepciones físicas. Si- radicalización reactiva. La cuestión surgida de la fiesta
guiendo la argumentación de Félix Guattari, estas nece- es más sutil, y tiene que ver con diversas modalidades

24. Nancy, Jean-Luc, La Comunità Inoperosa, Napoli: Edizioni Cronopio, 1992, p. 23.
25. Guattari, Felix, Chaosmose, Paris: Galilèe, 1992, p. 117.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
de relacionarse con el conocimiento. Su format sacude miendo la forma de la transmisión viva. La fiesta realiza
y desequilibra los usos y métodos acostumbrados de una toma de conciencia de la contemporaneidad de pa-
dichos conocimientos, cómo se ensamblan, reciben, ad- sado y presente. El rememoro puede ser pensado como
quieren y se manifiestan, condensando por un instante una modalidad de apropiación, un acto performativo que
el fluido significado de estar en común, que está siem- se convierte en experiencia en el presente. Uniendo las
pre presente en la vida pero no siempre se manifiesta, potencialidades del pasado con las del futuro, la memo-
especialmente en los aspectos de la existencia conec- ria traza el paréntesis del tiempo vivido y crea una po-
tados con las áreas del trabajo y de la supervivencia y tencialidad de autonomía: la memoria celebra.
que prestan una atención privilegiada hacia la genérica
aplicación de la norma en perjuicio de las irreductibles Fiesta y trabajo
curiosidades del encuentro. La peculiaridad de la fiesta
reside en su intencionalidad sin fines. Gadamer dice El trabajo es “…una actividad durante la cual el hombre
que “...festejar es una actividad…nosotros celebramos no está presente en el mundo, ni con otras personas,
en cuanto nos reunimos por cualquier cosa. No es sim- sino que está él solo con su cuerpo, ocupado en enfren-
plemente estar juntos sino que es la intención la que tarse a la cruda necesidad de permanecer vivo…“. In-

VALERIA GRAZIANO
nos une a todos y nos preserva de caer en discursos cluso cuando trabaja, el hombre no está aislado
individuales o de desprenderse de experiencias vividas físicamente de los otros, H. Arendt insiste en que “ este
singularmente”26. estar juntos no presenta ninguna característica distintiva
97
de una auténtica pluralidad”27. Por lo tanto, el primer
La dispersión es también conjurada por el implícito punto de la importancia experiencial de la fiesta queda

GLITTER AND BUBBLES!


deseo de repetición que cada celebración lleva consigo. ya inmediatamente individualizado en el hecho de ser
Todos los eventos quieren ser remarcados por el propio “no trabajo”.
aniversario. El gusto por las repeticiones está implícito
en el juego, en la completa devoción de los niños por la Si originariamente la reflexión filosófica sobre la noción
reiteración infinita de los detalles del cuento, un mundo de trabajo gravitaba entorno a la alienación que este
hecho del exclusivo placer del “otra vez...otra vez...otra produce, durante el boom económico que acompañó la
vez...”. El carácter cíclico de la celebración nos lleva a reconstrucción de la segunda posguerra se empezó a
la propia fuente del orden temporal: el hombre ha cre- hacer camino en el discurso político una segunda y más
ado entorno a sí períodos de intensidad para marcar el radical perspectiva: la paradoja hacia la cual se desli-
paso del tiempo con un velo de recuerdos y expectati- zaba la sociedad modernizada era que trabajar parecía
vas. cada vez menos necesario, mientras que la ideología
Esta repetición no es rechazo o conservación, sino que continuaba a glorificar el trabajo tanto al nivel retórico
funciona de manera completamente opuesta: asu- como en el plano de la incentivación social, transfor-

26. Gadamer, Hans Georg, L’Attualità del Bello, Genova, Milano: Marietti, 1986, p.44
27. Arendt, Hannah, Vita Activa, La Condizione Umana, Milano: Bompiani, 1993, pp. 156-7

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
mando la entera sociedad “en una sociedad laboriosa, producciones, y el saber como un proceso de construc-
una sociedad que trabaja sin esfuerzo” 28. ción de objetos y no de adquisición de informaciones, es
posible de-mistificar la necesidad del trabajo como pa-
Los teóricos pertenecientes al operaismo italiano, como rámetro cualitativo de la experiencia humana. La historia
Raniero Panzieri y Mario Tronti por ejemplo, estuvieron emerge como un constante proceso de autonomización
entre los primeros que abordaron el problema de la alie- y emancipación de la experiencia vivida por los impera-
nación a partir de una perspectiva completamente dis- tivos del tiempo trabajado. El trabajo, concebido como
tinta, que no se basaba sobre una supuesta esencia reiteración y repetición, pudo ser descalificado del esta-
humana original y a-histórica que restaurar. tus de “necesidad” hacia el de “medio para satisfacer
necesidades y deseos”. Un punto central de la crítica
Para muchos aspectos, ellos siguieron la metodología que los operaistas mostraron a la estandarización de la
anti-idealista que más tarde se hizo famosa en relación vida laboral era el reconocimiento del tiempo como una
a las investigaciones de Michel Foucault: una metodo- percepción interpersonal y una proyección existencial.
logía que ve emerger el sentido del mundo como efecto
de un conjunto compuesto y estratificado que tiene en El sistema económico basado en el capital no es capaz
VALERIA GRAZIANO

cuenta todos los aspectos de la experiencia humana. de enfrentarse a los aspectos cualitativos e intensivos
de la experiencia temporal, y continúa avanzando por
98 Los pensadores operaistas dieron la vuelta a la cuestión una extensión de la vida productiva – no sólo horarios
de la alienación porque pensaban que sólo a partir del más largos a velocidades más presurosas (siguiendo el
constante rechazo al trabajo por parte de las clases tra- modelo mecánico), sino también una extrema flexibiliza-
GLITTER AND BUBBLES!

bajadoras de todos los tiempos es posible comprender ción del tiempo trabajado.
los desarrollos técnicos y políticos de una determinada
era. El rechazo del trabajo es aquello que por primera Aunque la flexibilidad ha sido introducida como pe-
vez empujó al hombre a inventar utensilios y técnicas, tición de los trabajadores, enseguida se imple-
y a desarrollar las primeras ligazones sociales. De mentó para exclusiva ventaja de la producción:
hecho, podría ser considerado una forma primaria de como concluye amargamente Franco Berardi Bifo:
inteligencia, el impulso que motiva los progresos cien- “ya no hay humanos que trabajan, sino fragmentos
tíficos y técnicos, dado que el conocimiento multiplica la temporales sujetos a procesos de valorización, áto-
habilidad humana de hacer cosas útiles reduciendo la mos de tiempo, recombinados en el ciclo produc-
porción de tiempo que es necesario dedicar a la pro- tivo global...de hecho, flexibilidad significa que
ducción y aumentando aquella disponible para otros todo el tiempo de vida se vuelve asumido: en el
tipos de temporalidad. tiempo ocupado hay que trabajar, en el no ocu-
Imaginando las acciones (incluidas las teoréticas) como pado, hay que esperar la próxima llamada” 29.

28. Arendt, Hannah, The Human Condition, Chicago: Chicago University Press, 1958, p.4-5

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Con la flexibilización al mando de la productividad, el El drástico aumento de estímulos informativos y consu-
tiempo libre se está fragmentando en una compleja e místicos de las últimas décadas ha alterado el delicado
intrincada miríada de elaboradas actividades, todas re- equilibrio psíquico, físico y emocional de las subjetivi-
conducibles a la esfera de la mera supervivencia. dades implicadas. Cuando la velocidad de acción, pro-
Pero, ¿por qué es importante la noción de tiempo libre? fundo engranaje de los mecanismos productivos
H.G. Gadamer intenta responder a partir de otra pre- contemporáneos, no permite desarrollar una reflexivi-
gunta: dad motivacional y decisional, una discrasia empieza a
crecer entre la dimensión espacial y la dimensión tem-
“¿Qué significa ‘celebrar una fiesta’? ‘Celebrar’ sig- poral de lo vivido. No obstante, mientras la productividad
nifica sólo algo negativo: ‘¿no trabajar?’ ‘Y si es así, aumenta constantemente, como natural tendencia del
¿por qué?’. La respuesta no puede ser otra: porque sistema económico, su ritmo se va modulando progre-
evidentemente el trabajo nos divide y nos separa. sivamente hacia el de una electrónica cada vez menos
Nos singularizamos en relación a nuestros objetivos dependiente de la interfaz humana, ninguna transfor-
prácticos, a pesar de la coalición que la búsqueda mación ha interesado aún al valor del trabajo y su papel
común de ganancias o la producción de trabajo or- en el más amplio marco social. El trabajo superfluo no

VALERIA GRAZIANO
ganizado han hecho necesaria. Al contrario, la tiene un fin, como la fiesta, pero, al contrario de esta úl-
fiesta y la celebración están evidentemente deter- tima no llega a desvincularse de los mecanismos del
minadas por el hecho de que nada es singulari- biopoder. 99
zado, sino que todo está conectado...celebrar es
un arte”30. Instituciones fluidas

GLITTER AND BUBBLES!


Celebrar es un arte en cuanto que es una práctica de Este último punto nos lleva a intentar una posible con-
desingularización y recombinación. El tiempo libre ex- textualización de la fiesta como institución y a conside-
presa un tiempo que no está vacío, pero que excede su rar su potencia política. F. Berardi escribe que la
finalidad. Es un trazo característico de la vida: un ser potencia es un factor determinante para la distribución
vivo, está definido comúnmente por el hecho “de estar del poder. Siguiendo su argumentación:
centrado en sí mismo, de tal modo que sus partes no
están subordinadas a un tercer objetivo determinado”31. “La potencia es la fuerza creativa de la mente hu-
Estar “vivo” significa no tener un fin, o si no, mantener mana, la habilidad de la transformación intelectual
una relación excesiva con cada fin, relacionándose con aplicada a procesos reales, y esta potencia mani-
un tiempo señalado por un imprevisibilidad antieconó- fiesta por completo sus condiciones de sociabilidad.
mica que nos gusta llamar “libertad”. Al poner en el mundo objetos y signos empapados

29. Berardi, Franco, Il Sapiente, Il Mercante, Il Guerriero, Roma: DeriveApprodi, 2004, p. 93


30.Gadamer, Hans Georg, L’Attualità del Bello, Genova, Milano: Marietti, 1986, p.43
31. Ibid., p. 46

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
de utilidad y significado, el intelecto humano se ma- ocupado casi exclusivamente el campo de la gran socie-
nifiesta como potencia y da comienzo al movi- dad política, (y de las pequeñas, minúsculas, y con fre-
miento de las gigantescas fuerzas de la ciencia y cuencia políticamente irrelevantes asociaciones
de la industria. Pero el despliegue de la potencia voluntarias) en muchos ámbitos de la sociedad civil den-
no es indeterminado. La potencia se desarrolla a tro de sus muchas instancias, de la escuela a la fá-
partir de condiciones particulares determinadas por brica...” 33.
fuerzas que son externas a la propia potencia. El
campo de fuerza que actúa sobre la potencia del Dicho de otro modo, hoy en día el problema no parece
intelecto social, modelando los procedimientos y los tanto ser el de individualizar la correcta forma para el
fines, puede ser llamado “poder”. ...El poder, por funcionamiento de la democracia, sino el de encontrar
tanto, selecciona una finalidad y una función (entre una fuerza que pueda hacerla operativa.
infinitas finalidades y funciones) para automatizar
los procedimientos y los fines de la potencia. Dicho Hablar de fuerza no quiere decir hablar de “violencia”.
de otro modo, actualiza en una determinada ma- La “fuerza” tiene un significado más vasto, y la violencia
nera aquello que la potencia del intelecto humano es sólo una específica modalidad suya de aplicación.
VALERIA GRAZIANO

asociado contiene bajo la forma de posibilidad infi- Como ya hemos visto, los teóricos del operaismo en-
nita, indeterminada”32. tendieron la fuerza como autonomía, como un concreto
100 coeficiente de independencia del que son capaces
Enfrentados por esta mortal forma de poder, ¿en qué todos los seres vivos en sus comportamientos cotidia-
términos hay que empezar a rediscutir de política? nos, cuando salen hacia fuera de la determinación del
GLITTER AND BUBBLES!

instinto, de la producción y de la economía, para disfru-


A pesar de las innumerables contradicciones jurídicas y tar de la indeterminación de la inteligencia.
sociales que parecen ya haber tomado un estadio de
dificultad sin salida, la democracia es aún el único con- Esta lógica no era una instancia puramente nihilista,
cepto capaz de proponerse como horizonte político sino que venía entendida como una praxis afirmativa,
plausible. Sin embargo, como dice Norberto Bobbio, la porque, como hemos visto, es justamente el rechazo al
cuestión de la democratización hoy en día consiste “ no trabajo el que obliga a que se renueven las formas de
tanto, como se ha afirmado erróneamente muchas conocimiento y de producción.
veces, en el paso de democracia representativa a de-
mocracia directa, sino más bien en el paso de una de-
mocracia política, en el sentido estrecho del término, a Las políticas de la fiesta
una democracia social, en otras palabras, en la exten-
sión del poder ascendente, que hasta hoy en día ha El format de la fiesta puede ofrecer una contribución im-

32. Berardi, Franco, Il Sapiente, Il Mercante, Il Guerriero, Roma: DeriveApprodi, 2004, pp.145-6.
33. Bobbio, Norberto, Il Futuro della Democrazia, Torino: Einaudi, 1984, p.50.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
portante a la renovación e las teorías organizativas. Si vimientos cuando propusieron formas artísticas que
el poder es entendido como una forma de distribución y iban “contra” las instituciones tout court, porque, tal y
organización de las potencialidades que brotan de la como hemos visto, las instituciones no son, en última
actividad y del saber social, entonces se hace posible instancia, entidades evitables, sino sólo reconfigurables.
imaginar la fiesta como una modalidad alternativa de
distribución. La fiesta es lograda, y la fiesta ha de ser lo- La fiesta repropone la potencial reversibilidad de los
grada para poder ser como tal. Es siempre una tirada, roles como la base de la distribución democrática del
una pareja de dados en espera de que otras fuerzas in- poder. En su estructura temporal caracterizada por la
tervengan para determinar la trayectoria de rodaje y he proximidad, los participantes pueden convertirse en
aquí que inmediatamente está a punto de dispersase showman del mismo modo que los objetos pueden con-
nuevamente. La fiesta es una intensificación de la per- vertirse en juguetes y los sonidos mezclarse en simul-
cepción de las infinitas potencialidades que están al táneas improvisaciones.
acecho, y, el hecho de hacer suceder una cosa, es el
devenir del evento. Ocupa un espacio pre-político por- La política de las prácticas artísticas festivas no consiste
que es testimonio de la necesidad del espacio donde en una preconfiguración ideológica, a menudo lejana

VALERIA GRAZIANO
aparece el hombre frente al hombre, de la potencial re- de lo concreto de los ambientes sociales. Sin embargo,
versibilidad que es la fuerza motora de cada represen- las fiestas traen consigo la posibilidad virtual de una di-
tación, política o no. La condición del hombre de estar recta e inmediata transformación de lo cotidiano. Son 101
juntos, a parte y al lado de cualquier finalidad predeter- capaces de tejer ocasiones y retos hechos de lengua
minada, es el elemento constitutivo de la experiencia hablada y relaciones que huyen de las categorías bien

GLITTER AND BUBBLES!


viva que precede a cada constitución formal de espacio definidas de padres, colegas, contactos, potenciales
público. amantes y compañeros de escuela. Pueden generar se-
mióticas singulares y específicas al contexto añadiendo
En la fiesta, la reacción a cada propuesta o provocación un suplemento a las imaginaciones mediáticas y este-
constituye un evento por sí mismo, excavando profun- reotipadas compartidas por aquellos que participan en
dos interrogativos democráticos entorno a aquellas ins- su ciclo generativo, sin permitir qué tales imaginarios se
tituciones que aún no consiguen avanzar más allá de recuperan para un fin productivo. Para que este proceso
una concepción abstracta de los propios ‘target groups’. tenga lugar necesita una comunidad que rechace los
En esta forma de arte interrumpida – interrumpida, en modelos descriptivos, las coherencias internas y la bús-
cualquier caso, porque es siempre excesiva- se entreve queda de una auténtica representación, una comunidad
quizás una forma de resistencia frente a los dispositivos que haga cualquier cosa que se parezca a lo que Miwon
que consiguen recuperar incluso los gestos artísticos Kwon ha hipotetizado como la modalidad de funciona-
más radicalmente otros. miento del arte público, o que implique “un grupo previ-
Sugiriendo las relaciones de la fiesta como instrumento sor, producido como función de circunstancias
para pensar en las instituciones, podemos tal vez evitar específicas iniciadas por el artista y/o por la institución
la dificultad que envistió con tantas vanguardias y mo- cultural, consciente de los efectos que dichas circuns-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
tancias provocan sobre las propias condiciones de inter- humanas porque somos todos iguales, o si no, huma-
acción, que performa su propio reunirse y dispersarse nos, de tal modo que nadie es nunca idéntico a ningún
como una modelación necesariamente incompleta o un otro que haya vivido, viva o vivirá” 38.
ejercicio del proceso social colectivo” 34.
Entonces una fiesta fascista es impensable, o mejor, es
El exceso incompleto de la fiesta es el campo donde pensable solamente como una forma de disfrute de lo
emerge el potencial del tempo libre. “El hecho de reu- “kitsch“, o si no un encuentro con formas conocidas que
nirse por cualquier casa, sin que nadie sea capaz de nos reconfirman nuestras identidades, un proceso in-
definir qué es lo que nos hace reunir y juntar”35, el lugar verso al “reconocimiento” que como ya hemos visto nos
de las acciones transitivas, de las estructuras tempora- sacude de nuevo cada vez. Por el contrario, la “comu-
les inconmensurables con su duración. nidad inactiva” imaginada por J.L. Nancy encuentra su
legitimización justo a través de la constante puesta en
La celebración comienza siempre con el silencio que es duda de los propios presupuestos.
quizá la forma más absoluta de ausencia, un silencio
que separa la singularidad de este evento de todos los La praxis de la fiesta ofrece respuestas contingentes e
VALERIA GRAZIANO

otros eventos, un silencio que infunde un imperceptible intrínsicamente aproximativas a la pregunta de G. De-
ritmo a los rumores y a los sonidos que los sucederán. leuze “¿qué formas de organización pueden ser adop-
102 tadas?”, mediante el abandono a la inevitable
Este vacío es el vacío de la potencia, que es el centro dis-funcionalidad de las propias comunidades. La fiesta
gravitacional del exceso, en ausencia del cual, la comu- puede entonces ofrecer un modelo experiencial del
GLITTER AND BUBBLES!

nidad se degrada en una forma de fascismo. constante hacerse y deshacerse de las relaciones,
puesto que nunca puede llegar a ser una fórmula, sino
El fascismo, tomando las palabras de Jean-Luc Nancy, que esta obligada a cambiar en cada réplica para tener
es “el grotesco o vil temblor de una obsesión por la co- éxito. No puede convertirse en espectáculo, ni puede
munión que ha cristalizado el motivo de su supuesta cancelar las huellas de sus mecanismos caracterizados
pérdida y la nostalgia de la imagen de su fusión” 36: es o negar la performance de las fuerzas que trabajan por
una primordial “obsesión de definir37”, la obsesión de in- sus resultados y efectos. Todo lo contrario. Las acciones
dividualizar, encontrar, nombrar una identidad, una per- humanas y la singularidad que hay en la fiesta se vuel-
tenencia, un origen, pero que está condenada a ven parte de la estética del evento. Mediante estas ex-
permanecer como utopía, o mejor, distopia, en cuanto periencias se delinea un modelo de riqueza cualitativo
que “la pluralidad es la condición de todas las acciones que toma como punto de partida la capacidad y la per-

34. Kwon, Miwon, One Place After Another: Site-specific Art and Locational Identity, Cambridge, Mass.: MIT Press, 2002, pp. 154-5.
35. Gadamer, Hans Georg, L’Attualità del Bello, Genova, Milano: Marietti, 1986, p. 43.
36. Nancy, Jean-Luc, La Comunità Inoperosa, Napoli: Edizioni Cronopio, 1992, p. 46.
37. Berardi, Franco, Il Sapiente, Il Mercante, Il Guerriero, Roma: DeriveApprodi, 2004, p. 101.
38. Arendt, Hannah, The Human Condition, Chicago: Chicago University Press, 1958, p.8.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
cepción de un profundo disfrute del tiempo vivido, una que creamos que no cuenta como argumento político,
alternativa concreta al modelo capitalista que identifica mientras es probablemente la motivación política más
la riqueza con el intercambio y la semiótica como fenó- intensa de todos los tiempos. Cuando las personas re-
meno extensivo y cuantificable. chazan el trabajo, pueden hacerlo intentando cargar el
peso en otras personas, como hacen con nuevos me-
En cierto modo, conclusiones dios las viejas clases dominantes, o mediante la crea-
ción de nuevos sistemas tecno-sociales, con otros
Como hemos visto, algunas prácticas artísticas contem- imaginarios. La fiesta no es la revolución, y no es una
poráneas están recuperando elementos de la experien- obra de arte. Es una revolución entre paréntesis, es un
cia experimental e intensa de la fiesta. Su valor reside arte interrumpido.
en el potencial de transmisión, infección, contaminación,
pedagógica, erótica, política que contengan, y es por Estos artistas manejan la misma sustancia del arte sin
esto por lo que a veces se ha vacilado al llamarlas “ar- pedir que se vuelva autosuficiente, que se ponga en pie
tísticas”, porque son el resultado vivo de la compleja ella sola. Haciendo esto desatienden un dogma, y llevan
química de acciones que alterna dispositivos artísticos el exceso más allá de las empalizadas de lo productivo,

VALERIA GRAZIANO
de composición con humores, miedos, deseos, y risas el único lugar donde puede tener lugar el exceso. La
tomados prestados de la cotidiana naturaleza excesiva cuestión no es salir del museo, u oponerse a la institu-
del evento. ción del arte. El punto no es qué se ve, sino cómo se 103
interactúa con lo que es diverso. Y en la fiesta lo diverso
Muchos críticos han considerado los media indepen- se afronta en toda la superficialidad. La diversión es in-

GLITTER AND BUBBLES!


dientes y el free software como los format más eficaces tensiva, no inteligente, nunca políticamente concreta.
de la acción política autónoma, pero quizá estas prác- No establece distinciones entre alta y baja cultura, sino
ticas pueden constituir una preciosa integración suple- que su posición política se verifica sólo en el marco de
mentaria porque son empresas extremadamente su contexto. Por el contrario, la manifestación de la di-
localizadas y evanescentes pero a un altísimo voltaje versión es siempre política, puesto que contribuye a
experiencial. crear las pre-condiciones estéticas para la formación de
cualquier tipo de polis.
Tal vez sea imposible decir la fiesta, tanto como sería
imposible decir sí mismos. La narración podría resultar
insuficiente, o tal vez el único modo para poder hablar
de ello sería mediante la poiesis. O tal vez mediante la
amistad.
En la base de la comunidad está el disfrute, incluso el
disfrute a través del dolor. Pero después el disfrute se
envuelve en la superficialidad y nos convencen para

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
...Vivimos demasiado rápido, trabajamos siempre,
consumimos demasiado para nuestros sueldos y
demasiado poco para nuestras necesidades exis-
tenciales. No tenemos un paraíso que nos espere,
ni un infierno contra el que luchar aquí y ahora. Es
demasiado tarde para la revolución y demasiado
pronto para cualquier otra cosa, Entendemos mu-
chas cosas, pero vivimos muy pocas. Ya las hemos
visto de todos los colores, pero sólo en la pantalla
del televisor. Todos nosotros tenemos una carrera,
pero muy pocas opciones. (¿Quién es nosotros?
¿Y cómo voy a saberlo? De todos modos, “nos-
otros” es siempre un pronombre ilegal).
VALERIA GRAZIANO

Frente a la recombinación incesante de señales


hostiles que nos rodean – la competición es nues-
tro valor base – tenemos tres posibilidades para
104
esperar al barco ( a menos que tu no creas la dot-
com economy pueda ser realmente una solución):
GLITTER AND BUBBLES!

o nos convertimos en cyborgs, fundiéndonos con


componentes mecánicos para poder leer a la velo-
cidad exaltante de la silicona; o creamos una co-
munidad vegana y nos transferimos a un lugar casi
remoto; o nos reímos a la cara del “aún no”, inten-
tando hacer venir una idea mientras besamos a la
persona que tenemos al lado.
Organicemos una fiesta.

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
José
Luis
Brea

“L
Cambio de
régimen o que se sabe ble, esto parece obvio y por tanto tal vez no tenga de-

escópico
en lo que se ve”. O quizás masiado interés plantearlo, bajo esa perspectiva.
podríamos decir “aquello
que puede ser conocido Pero si planteamos la pregunta en la dirección inversa,
Del inconsciente
en aquello que puede ser veremos entonces que la cuestión tiene más miga: ¿po-
óptico a las mil 105

pantallas visto”. De esta manera dríamos por lo menos afirmar que todo lo que puede
podríamos describir lo ser visto es a la vez “cognoscible” es decir -origina co-
que llamaría la “episteme nocimiento? O, más aún, incluso: ¿es que sería posible
escópica”: la estructura abstracta que determina el “ver” aquello que no fuese posible “conocer”?, o por de-
campo de lo cognoscible en el territorio de lo visible. cirlo de otra forma: ¿seríamos ciegos a aquello sobre
lo que inevitablemente seríamos ignorantes?
Una primera impresión podría hacer pensar que nece-
sariamente ambos escenarios, o “espacios lógicos” –el En cierta forma, me atrevería a decir que buena parte
de lo visible y el de lo cognoscible- deberían coincidir, y del arte del siglo XX se ha alimentado de esta hipótesis.
que por lo tanto la cuestión que pretendo plantear está Una hipótesis a la que describiría con la fórmula del “in-
un poco de más. Sin embargo, y a poco que reflexione- consciente óptico” benjaminiano (sobre la que, es sa-
mos, es obvio que el registro de lo cognoscible sobre- bido, también Rosalind Krauss ha reflexionado in
pasa con mucho el de lo visible: tenemos noticia y extenso). Una hipótesis cuyo postulado esencial sería
conocimiento bien construido de muchos otros datos que hay algo en lo que vemos que no sabemos que
que los aportados por la visión, y obviamente hay no vemos, o algo que conocemos en lo que vemos que no
sólo mucho conocido al margen de lo originado en el sabemos “suficientemente” que conocemos.
registro de la visión, sino incluso un nada despreciable
contenido de conocimiento que tiene en la ceguera, en El ejemplo más claro en el que reconoce Benjamin esta
la “nada que ver” su territorio propio. Lo cognoscible es presencia extraña (de un conocimiento no conocido ins-
por lo tanto mucho más amplio que lo meramente visi- crito en lo visual, en las imágenes) es el revelado por el

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
ojo mecánico, por la cámara fotográfica. Ella, entiende un par de ellos más relativamente más recientes: alguna
Benjamin, ve algo que nosotros no podemos ver, en de esas microincrustaciones en el escenario del hacer
principio, salvo por su mediación. Habría en lo óptico de lo cotidiano que realiza Gabriel Orozco. Hay en ellas
percepciones que se nos escapan (las más interesantes un trabajo orientado a lo que leibnizianamente podría-
de ellas tienen seguramente con la estructura temporal mos llamar las “percepciones sutiles” que tiene mucho
del acontecer, con el devenir, con el paso del tiempo que ver, seguramente, con esta indagación sobre los
que se registra en la percepción escópica del “cuasi” umbrales de lo visible, o más exactamente -como insisto
instante) y que sin embargo el ojo mecánico de la foto- una y otra vez- sobre lo que es cognoscible en lo que es
grafía o el cine sí perciben: sí, en cierta forma, conocen, visible, lo que nos es posible conocer en aquello que
aunque tal vez de forma no reflexionante, no capaz de puede ser visto. No sólo el suyo, toda una línea de tra-
autopensarse –y por lo tanto, y de alguna forma, incons- bajo relacionada con la estética del acontecimiento y la
ciente. construcción de situaciones explora justamente la po-
tencia metafórica que poseen esas micropercepciones,
En todo caso, me parece que sería un error limitar la lo que con Francis Alÿs ahora podríamos llamar el “in-
importancia de lo inconsciente óptico a la exclusiva me- framinúsculo social”, esos pequeños “insertos en lo real”
JOSE LUIS BREA

diación del ojo técnico: más bien diría que una gran can- (volvemos a Orozco) que persiguen extraer la extraña
tidad de las estrategias desplegadas por las prácticas fuerza política radicada en esos ejercicios de un cierto
106 artísticas del siglo 20 se han dado por misión una elu- trabajo en lo “imperceptible”, por decirlo ahora con una
cidación parecida a la que según Benjamin efectúa el expresión deleuziana.
ojo técnico: la de hacer comparecer al conocimiento lo
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

impercibido, o aquello que siendo percibido no es hecho Extraña fuerza política que, me permito sugerir, proba-
consciente, no constituye conocimiento, como tal, saber blemente proviene de la energía intensiva que propor-
“reflexionable”, digamos. ciona la oscilación entre el conocer y el desconocer,
entre consciencia e inconsciencia. Una energía similar
Imaginemos, por ejemplo, que eso sea lo que se persi- a la que brilla en el acto de lectura de un poema: una
gue en la estrategia surrealista de las “imágenes dia- parte de su gran fuerza radica en la simultánea –o más
lécticas” –o en la paranoia crítica daliniana-: hacernos exactamente oscilante- percepción de que algo en él se
ver que en ellas, en las imágenes, somos capaces de comprende pero también de que hay en él algo que se
ver mucho más de lo que sabemos que vemos. O más escapa a la comprensión, hay algo que la excede. De la
precisamente, que somos capaces de conocer en lo misma manera, en el acto de la percepción artística la
que vemos más de lo que sabemos que conocemos. oscilación entre conocimiento e inconsciencia –o diga-
Algo parecido, por ejemplo, de nuevo en el cuadrado mos, la oscilación entre una aprehensión plena del sen-
negro de Malevich: seguramente conocemos mucho tido y un conocimiento de que hay algo en ese acto que
más en él de lo que sabemos que conocemos. Podría excede a esa plenitud de lo reductible a conciencia-
extenderme en muchos otros ejemplos que puntuarían surte, de nuevo, una enorme energía, una energía libre
toda la historia del arte del siglo xx, pero solo pondré que se traduce tanto en placer estético como en, llamé-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
mosle así, carga simbólica, nutridora de un modo de co- Y por lo tanto, con un ponerse entonces en evidencia
nocimiento que excede en algo el conocimiento pura- que la constitución del campo escópico es cultural, o,
mente racional, empírico, sensible, perceptible, digamos, está sometido a construcción, a historicidad y
presente en el puro orden efectivo de lo visual, en el culturalidad, al peso de los conceptos y categorías que
campo escópico. lo atraviesan. O dicho de otra forma, y resumiendo fi-
nalmente: que el ver no es neutro ni, por así decir, una
En mi opinión, como ya he dicho, el trabajo del arte en actividad dada y cumplida en el propio acto biológico,
el siglo XX –y tal vez éste sea el entierro de ese sin sensorial o puramente fenomenológico. Sino un acto
duda encomiable trabajo- ha tenido mucho que ver con complejo y cultural y políticamente construido, y que lo
esta exploración de los potenciales de tal inconsciente que conocemos y vemos en él depende, justamente, de
óptico. Con la exploración y explotación de esa impor- nuestra pertenencia y participación de uno u otro régi-
tante energía simbólica contenida en el desajuste fértil men escópico –para utilizar una noción que debe su ela-
entre lo visible y lo cognoscible, entre lo que nos es boración reciente, como es bien sabido, a Martin Jay, y
dado ver, y lo que nos es dado conocer en lo que nos acaso anteriormente a la reflexión de Michel Foucault.
es dado ver. Si esto es cierto, bien podríamos tomar

JOSE LUIS BREA


como enseña potente del arte del siglo 20 una afirma- Pongamos que, en todo caso, esa peculiar combinatoria
ción que, de una forma extraña, considero extraordina- de “no poder verlo todo”, o “no poder saberlo todo en
riamente política también –en el sentido de esa política aquello que es visto”, y la procesualidad de un desve- 107
deleuziana del devenir imperceptible ya aludida-: que lamiento que en cierto tipo de actos de ver muy carac-
lo que en ella se afirma tiene que ver con la denegación terísticos tiene lugar –en este caso, los actos de ver

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


del darse completo de lo visto en el campo de la visión. “artísticos”- esa peculiar articulación que tiene como
Por decirlo ahora de otra forma, quizás más light y por nota distintiva la importancia en su estructura de campo
ello más acptable. Que ese trabajo ha tenido que ver de una cierta zona de punto ciego, o de “inconsciente
con el ponerse en evidencia progresiva la idea de que óptico”, es la característica por excelencia del que ha
el ojo es un dispositivo de producción cognitiva que sido el régimen escópico dominante en, podríamos
tiene que vérselas con algo más que puras formas, con decir, el siglo XX en las sociedades occidentales en que
algo más que mera opticalidad retiniana. el modelo cultural dominante ha estado vinculado al
desarrollo de las vanguardias, las cuales, como sugiero,
Con la sospecha –califiquémosla de duchampiana, por tienen en esa prefiguración de una zona de “inconscien-
qué no- la sospecha de que lo que el ojo percibe son, cia óptica” como constitutiva esencial del campo de la
en última instancia, significados, conceptos, pensa- visión una constante muy significativa.
miento. Algo más que mera retinianidad, que meras for-
mas. Pensamientos y significados que, como tales, *

resultan irrevocablemente de la inscripción de tales for-


mas y tales imágenes en un orden del discurso, en una Me gustaría hacer ahora una consideración que, par-
cierta episteme. tiendo de lo anterior, encuentro en realidad bastante ele-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
mental y simple, intentando responder a la cuestión que por lo que he tenido el placer de escuchar también el
se plantea como título de este curso, y en cierta forma conjunto de los conferenciantes que han intervenido-
de la charla mesa redonda que seguirá a esta interven- asumiendo que lo que llamamos arte no es más que
ción. Muy en breve, mi sugerencia apuntaría a defender una actividad simbólica que se produce en el contexto
que lo que llamamos arte es una actividad simbólica in- específico de una historicidad y culturalidad determi-
trínsecamente vinculada a la inscripción de las prácticas nada, bajo las condiciones propias que define un “régi-
de producción de imaginario en el marco de un cierto men escópico” determinado, por tanto, y en la medida
“régimen escópico” particular. en que en su marco se postulan un conjunto de posibles
actuaciones concretas promovidas por intenciones de-
Bajo tal “régimen escópico” se definen, doblemente, terminadas, a partir de la suscripción fiduciaria implícita
tanto [1] un conjunto de “condiciones de posibilidad” – de un conjunto más o menos abierto de postulados (que
determinado técnica, cultural, política, histórica y cogni- podemos considerar la “convención” que fija su institu-
tivamente- que afectan a la productividad social de los ción social, como sistema “altamente regulado” de com-
“actos de ver”, como [2] un sistema fiduciario de presu- portamientos y narrativas maestras, de ritos y mitos en
puestos y convenciones de valor y significancia, que de- última instancia) con los que se mantiene un régimen
JOSE LUIS BREA

finen el régimen particular de creencia que con las fiduciario y colectivo de “creencia”.
producciones resultantes de dichos actos es posible es-
108 tablecer, para el conjunto de agentes que intervienen Creo que es de esto de lo que hablaba Derrida cuando,
en los procesos de su gestión pública, ya sea como re- en los “prolegómenos para una historia de la mentira”
ceptores, ya como productores activos que disponen afirmaba (y le cito textualmente): “Sería apasionante
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

sus actos en el universo lógico de los enunciados y ac- analizar el régimen de la “creencia” en todas las artes:
tuaciones posibles en su contexto. Quiero con eso decir cómo se cree en una novela, en ciertos momentos de
me resulta imposible plantearme la cuestión del arte y una representación teatral, en lo que está inscrito en la
sus imágenes en términos trascendentales o abstractos, pintura, o en lo que el cine nos muestra y nos relata”.
y que la única pregunta a la que soy capaz de intentar
responder es la de si el “régimen escópico” en cuyo Como es obvio no va a ser el propósito de esta charla
marco esa actividad que llamábamos arte se producía avanzar en ese “análisis” (que desde luego es todavía
está cambiando en forma decisiva, si en su continuidad una tarea pendiente y que sería apasionante verla en-
histórica se está produciendo un salto o corte crucial, y frentada por el pensamiento crítico contemporáneo),
si en función de ello la procesualidad específica que de- pero sí poner la pregunta por la supervivencia o no de
finía, bajo la perspectiva que ya he expuesto, al modo las imágenes del arte bajo ese orden de preocupacio-
de prácticas que reconocíamos como arte son en sí nes, sometido a ese estilo de cuestionamiento: por lo
mismas viables, o bajo qué nuevas condiciones serían que a mí concierne, la pregunta por la supervivencia del
ellas en todo caso pensables. arte no tiene otro escenario para plantearse adecuada-
Dicho de otra forma: que planteo mi análisis asumiendo mente que el de, doblemente, considerar el estatuto es-
–como creo que lo hace el planteamiento del curso, y pecífico de los regímenes escópicos que condicionan

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
los actos de ver en cada época y sociedades, y en la a aspectos cruciales en los que sin duda la organización
nuestra en particular, y valorar simultáneamente los re- técnico / cultural / cognitiva de lo escópico está experi-
gímenes de creencia que con los efectos que en su mentando profundas transformaciones, y acaso sugerir
campo comparecen son capaces de establecer los su- algunas consecuencias que se derivarían para el aná-
jetos de conocimiento y experiencia, en tanto que me- lisis crítico de los desplazamientos que todo ello implica.
diatizados e intensamente regulados por la fuerza de la
institución social arte que dicta e instituye las convencio- *

nes y convicciones fiduciarias en que tales “regímenes


de creencia” encuentran respaldo (y alcanzan por otra Mi primera reflexión a propósito va a estar relacionada
parte dimensión social, se hacen colectivos). con el asentamiento creciente de la imagen electrónica
en nuestras sociedades y algunas de las que me pare-
* cen sus consecuencias más decisivas: aquellas que tie-
nen que ver, en primera instancia, con la generalización
La idea que pretendo defender en lo que sigue es tam- de un tipo de disposición-memoria diferenciado (con
bién sencilla, aunque seguramente no lo será tanto ex- respecto al clásico promovido por la imagen artesanal-

JOSE LUIS BREA


ponerla con todo el detalle que convendría y defenderla mente producida), lo que vendrá a alterar en profundi-
contra todas las dudas que habrán de asaltarnos: que, dad los modos de la energía simbólica segregada por la
efectivamente, se están produciendo cambios funda- imagen y, consecuentemente, las condiciones genera- 109
mentales en cuanto al régimen escópico propio de les bajo las que su experiencia –y por extensión toda la
nuestro tiempo. Cambios fundamentales que tendrán gestión de alguna productividad cognitiva asociada a su

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


como consecuencia la puesta en suspenso de la epis- dinamicidad social- habrá de producirse.
teme escópica que era característica del alto moder-
nismo, de tal modo que la presuposición de un espacio A diferencia del modo en que la imagen se daba bajo las
de inconsciencia / invisibilidad (a que antes aludía) en condiciones tradicionales de su producción (estable-
su dominio no se corresponde ya –si tengo razón- con mente “consignada” en un soporte material del que era
la estructura epistemico / cultural que efectivamente va en todo momento indisociable) la e-image se da en
a caracterizar a la de nuestro tiempo. Dicho de otra cambio en condiciones de flotación, bajo la prefigura-
forma, que la episteme escópica hacia la que nos esta- ción del puro fantasma. Digamos que su paso por lo real
mos deslizando no se ordena ya más alrededor del su- es necesariamente efímero, falto de duración. Ella com-
puesto de un punto ciego en su seno, sino bajo una parece, pero para inmediatamente desvanecerse, ceder
lógica definitivamente distinta. su lugar a algo otro. Su modo de ser es al mismo tiempo
un sustraerse, un estar pero permanentemente dejando
No voy a pretender ofrecer un mapa completo y aca- de hacerlo. Ella no se enuncia bajo los predicados del
bado de esa distinta lógica y, si tengo razón, de esa ente, sino exclusivamente con la forma de lo que de-
nueva episteme escópica. Pero sí que me gustaría viene, de lo que aparece como pura intensidad transi-
aportar al menos algunos apuntes genéricos en relación tiva, como un fogonazo efímero y fantasmal, como una

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
aparición incorpórea que no invoca duración, perma- contra la experiencia de lo efímero y pasajero de nues-
nencia, sino que se expresa con la volátil gramática de tro existir, constituía el núcleo fuerte de la potencia de
una sombra breve, de la fulminación, del relámpago simbolicidad asociada a la imagen. A diferencia del resto
sordo y puntual, sin eco. de las cosas del mundo, ella, la imagen, permanecía –
y esa permanencia le dotaba a su vez de la potencia
Es así que toda e-image es entonces imagen-tiempo, cuasi mágica (que, al decir Benjamin, arrastraba de su
en el sentido de que su paso por el mundo es, necesa- origen antropológico) de administrar una cierta promesa
riamente, fugaz. Ellas no claman por la eternidad mar- de permanencia y duración para todas las cosas del
mórea de lo inmóvil, sino quizás al contrario por la mundo, en tanto salvadas y recogidas en ella.
intensamente magnífica eternidad del tiempo-instante,
del tiempo ahora como tiempo-pleno, aquella en cuya Hasta tal punto esto era así que cabría decir no sólo
fuerza Benjamin reconocía la potencia mesiánica que que el arte sería la mnemotecnia de la belleza, según la
según él definía el “cometido de la política mundial cuyo sugerencia de Baudelaire, sino incluso que el mismo
método debiera llamarse nihilismo” universo de la imagen constituiría algo así como el gran
memorial del ser. Digamos que ella, la imagen, alzaría
JOSE LUIS BREA

Toda e-image sería entonces por definición y según pro- toda su potencia simbólica en tanto que dispositivo
pongo una imagen-tiempo. Pero que al mismo tiempo, mnemónico, herramienta y gran potencial de rememo-
110 añado, tiene la potencia de darse (y lo hace casi siem- ración del acontecimiento, fuerza capaz de asistirnos
pre) como imagen-diferencia, como imagen-movi- frente al desvalimiento con el que el desaparecer “como
miento. En la e-image en efecto la diferencia se lágrima en la lluvia” de lo singularísimo de la experiencia
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

despliega no solo en la espacialización única de un vivida –como recordaba el replicante de Blade Runner
ahora cortado, sino también en cuanto a la sucesión en en el momento de morir- asalta a nuestra expectativa
el tiempo de la representación, que entonces incorpora de sentido, de que nuestro existir como unidades de co-
la secuencialidad misma de lo narrado en el propio es- nocimiento y experiencia tenga alguno. Ahora bien, diría
cenario (antes refractario a toda captura que no fuera de que ese gran potencial simbólico asociado a nuestra re-
un instante único) de la imagen. A diferencia de lo que lación con la imagen como gran memorial del ser se ve
ocurría con la imagen estática, la imagen-diferencia profundamente alterado cuando la naturaleza técnica
despliega entonces una nueva retórica de la temporali- del propio dispositivo imagen cambia con la emergencia
dad que, diría, modifica en profundidad su energía sim- y asentamiento normalizado de la e-image, de la ima-
bólica característica. Digamos que ella ya no está en gen electrónica. En ella en efecto la naturaleza de la
condiciones de administrar su predicado simbólico más disposición mnemónica se altera radicalmente, de tal
tradicional: su clásica “promesa de duración”, su darse modo que toda su energía simbólica se desvía para
como respuesta a algún irrefrenable y humano “desir dejar de darse bajo la prefiguración de la conservación
de durer”, a aquél “detente instante, eres tan bello!” pro- y el recuerdo, abandonando acaso la égida de mnemos-
clamado por Goethe y los románticos. Diría que esta yne, de la promesa de duración.
gran promesa, la promesa de eternidad y perduración Podríamos decir que esto tiene un fundamento casi me-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
ramente “mecánico”, técnico, material. Mientras que la eterna recuperabilidad, su conservación como idéntica
imagen artesanalmente producida persiste estable en contra el paso del tiempo y de los siglos.
su asociación estructural al soporte en el que se inscribe
indisolublemente, la e-image flota efímeramente en el Sino una memoria de un tipo bien distinto, que moviliza-
suyo, sin permanencia. El modo de memoria que ca- ría otras energías simbólicas bien diferentes, alterando
racteriza a la primera es por tanto de “consignación” – su flecha del tiempo y también toda su lógica social, los
en el doble sentido en que hablamos de consigna, formatos de su distribución y consumo, y su misma eco-
cuando algo es puesto a seguro en algún lugar a res- nomía-política. Brevemente intentaré aproximarme en
guardo, pero también en el sentido de que a algo se le lo que sigue a esa lógica, bien distinta como digo.
da un signo-. Es una memoria “hypomnémica”, que se
efectúa en el “poner” en algún lugar exterior un conte- *

nido que, pasado el tiempo, habría de poder ser recu-


perado en su misma condición de origen. Esta memoria Cuando Freud intenta imaginar un modelo mecánico
tradicional sería por lo tanto una especie de memoria con el que metaforizar su idea del tipo de memoria que
de archivo, de recuperación, de puesta a resguardo y supone es el inconsciente, recurre –a falta de modelos

JOSE LUIS BREA


patrimonio del pasado. La forma que ella ostenta tiene más aproximados, que sin duda el despliegue de la téc-
entonces un carácter docu / monumental, lo que condi- nica moderna le habría proporcionado- a la figura del
ciona lo que se ha llamado la relación archivística propia Wonder Block (magic board), del cuaderno mágico 111
de la imagen-materia y el que se pueda afirmar con toda (esos cuadernos de arena en que dibujábamos de niños
su fuerza la tesis de que el arte es necesariamente en pantallas que podían borrarse agitando el panel para

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


“cosa del pasado” , como sugiriera Hegel, Y aún que poder empezar de nuevo, en el mismo lugar). Me pa-
pudiera reivindicarse con fundamento entonces que la rece que dos eran los caracteres que Freud buscaba
única “ciencia” posible de las imágenes sería la que destacar con esa figuración ejemplificadora. La primera
atendiera a su acontecer en la relación al pasado y la tiene que ver con el propio carácter desvaneciente de
conservación de lo que fue: es decir, la historia, la His- las figuras que ocupan ese escenario que sería la forma
toria del Arte. de la memoria que es el inconsciente. Como en una pi-
zarra que constantemente se autoborrara, el énfasis es
Pero todo este encadenamiento de argumentaciones puesto justamente en el carácter temporal de la presen-
se desbarata por su misma base en el preciso momento cia de la imagen en ese escenario, en su condición de
en que la propia energía simbólica de la imagen, el ca- fantasma.
rácter de su disposición-memoria cambia, en profundi-
dad, con la aparición y asentamiento de la e-image. El La forma de impresión con que ella aparece es volátil,
modo de memoria que ella pone en juego ya no es en como la misma fuerza de la impresión que causa. Allí no
efecto de naturaleza hypomnénica, docu / monumental, hay nada fijo y como tal recuperable, Freud no concibe
del tipo de un disco duro en el que la intensidad de lo el inconsciente como una memoria almacén, una me-
acontecido se grabara fielmente para asegurar su moria de backup de nuestras vidas en la que lo regis-

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
trado podría ser devuelto, como si lo extrajéramos de diendo ahora una referencia informática ya aludida y
un archivo docu-monumental, en las mismas condicio- que espero hará más fácil entender la distinción, no es
nes de origen. Al contrario, es una memoria fábrica, una una memoria ROM, de disco duro, sino una memoria
memoria productiva que en realidad opera como má- RAM, de proceso. Una memoria volátil y de corto al-
quina, interconectando y poniendo en potencia los frag- cance (como la de las cibergeishas de 2046, o el prota-
mentos de las impresiones recibidas. Un motor que en gonista de Memento) y de gestión productiva de los
su juego activo de interacciones productivas genera –es datos. Es una memoria heurística, que en base al tra-
lo que Freud llamaba el trabajo del sueño- enunciados bajo de interconexión o interlectura que moviliza, pro-
novedosos, imágenes y narraciones producidas que duce creativamente conocimiento, innovación,
dicen no las repeticiones compulsivas y literales de un reelaboración enunciativa.
“lo mismo” recuperado, sino que vienen a expresar la
disposición dinámica de los juegos de fuerza y distribu- Resumiendo, lo que estoy proponiendo es que frente a
ciones de energía de cada estado complejo del sistema la disposición mnemónica característica de la imagen
–en el caso, el aparato psíquico, y la distribución en él estática-material, la disposición mnemónica de la e-
de la propia economía libidinal de la vida del sujeto. Los image no tiene un carácter básicamente docu / monu-
JOSE LUIS BREA

altibajos del deseo y su proyección en las figuras del mental, sino prioritariamente heurístico y creativo.No
imaginario. invoca un ciclo de permanencia y rescate del pasado
112 para el presente, sino una resonancia rápida (quizás
No pretendo forzar el modelo, pero sí cuando menos apenas aquella “persistencia retiniana” del veinticuatro-
destacar dos similitudes que me parecen tremenda- avo de segundo, de que hablaba Broodthaers) y muy
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

mente importantes. La primera es la coincidencia en la volátil, que antes que al pasado, parece más bien apun-
naturaleza de la e-image con el modo de darse propio tar al alumbramiento heurístico del futuro que en la pro-
del fantasma, que es lo que da lugar a lo que llamaría pia distribución de fuerzas del sistema se enuncia
su “condición psi” el hecho de que en su formato elec- (como con las precogs de Minority report). Una memoria
trónico la imagen realiza su espontaneidad fantasmal, la que entonces ya no es de objeto sino de red, que ya no
que le es característica en el orden de la vida psíquica, es de registro y consignación sino de conectividad, que
puramente mental. Y la segunda, antes de abandonar el ya no es de inscripción localizada (docu / monumental)
escenario de este magicboard, la coincidencia en el sino relacional y distribuida, diseminada como potencia
modo de la memoria que allí se efectúa y que tiene un de relación y actuación en el espacio de la intercone-
carácter no de restauración recuperativa sino pura- xión, en la reciprocidad de la acción recíproca de los
mente dinámico, de reflejo de la economía tensional que sujetos que por su mediación se comunican, transmiten
caracteriza la disposición de fuerzas en el sistema. Una y afectan mutuamente de conocimiento y afectividad,
memoria, por tanto, de constelación, en la que el recor- intelección compartida e interpasión (recordad que ése
datorio de cada elemento es puesto por el régimen de carácter interpasivo era justamente el fundamento del
interlectura, de interconexión, que guarda con el con- hallazgo precognitivo en Minority report, en efecto).
junto tomado como totalidad. Para entendernos, exten-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
* neas, de tal modo que el capitalismo avanzado tiene su
caracterización más específica precisamente en la
Mi siguiente paso intentará argumentar que esta nueva forma en que se viene adaptando a esa transformación
economía de la memoria característica de la e-image del dominio de lo público y la circulación en él de las
se va a componer con el despliegue de transformacio- producciones simbólicas que mediatizan la propia re-
nes que van a afectar precisamente a las lógicas de su gulación de la economía por la eficacia de las produc-
distribución social, y en última instancia y en consecuen- ciones de imaginario. Me parece que hoy por hoy es
cia, a las formas de su economía. Una nueva“economía todavía obligado reconocer que fue el análisis iniciado
del arte” que engranará a la perfección, como veremos, por Debord en La sociedad del espectáculo el que de-
con la propia transformación en curso de capitalismo en finitivamente abrió el camino –que ahora toca profundi-
las nuevas sociedades. Va a ser ese ajuste, y no sólo la zar- a una crítica de la economía política
transformación técnica que le sirve de trasfondo, la que correspondiente a esa transformación de las formas
sentenciará el asentamiento efectivo del nuevo “régi- contemporáneas de organización de la producción de ri-
men escópico” –al hablar del cuál no debemos desde queza que tienen en la asociación potenciada de ima-
luego olvidar que éste nunca será exclusivo ni mucho gen y mercantización una seña de identidad

JOSE LUIS BREA


menos universal, sino que ciertamente convivirá con característica. Semejante “asociación potenciada”, sin
otros muchos diferentes según las muy diferentes cir- duda extraordinariamente reforzada con la aparición de
cunstancias culturales, políticas, antropológicas o de las tecnologías electrónicas, no solo afecta ahora a las 113
desarrollo técnico que caractericen las formas de la con- formas del consumo sino también, y decisivamente, a
vivencia y organización de los grupos y comunidades las de la producción, caracterizando ello el adveni-

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


de los que queramos hablar. Pero demos un paso ade- miento del postfordismo, la fase del capitalismo avan-
lante, hechas estas advertencias. zado en el que también las formas del trabajo se
desplazan prioritariamente hacia la producción inmate-
En cuanto a las que en algún otro lugar he descrito rial, hacia la misma generación del contenido simbólico.
como sociedades del capitalismo cultural, empezaré No siendo el análisis de todo lo que conlleva ese des-
por señalar que el enorme poder alcanzado en ellas por plazamiento el objeto principal de esta charla, me pa-
las industrias del imaginario (la constelación de las del rece que no obstante obviar por completo esta cuestión
espectáculo, el entretenimiento, las culturales y las del supondría un grave olvido. Por ello, me gustaría hacer
ocio relacionadas con la difusión de visualidad) se debe al menos un par de observaciones rápidas en relación
en muy buena medida precisamente a lo que antes he a los cambios que ese desplazamiento conlleva.
llamado la condición psi de la imagen electrónica: a la
enorme pregnancia que el imaginario público distribuido La primera se refiere al lugar –inusual- que la imagen
en las redes informacionales posee sobre las formacio- vendrá a ocupar entonces en relación a la nueva eco-
nes del imaginario, condicionando los modos y las fan- nomía del conocimiento: un lugar ya no separado –
tasías de los propios sujetos de conocimiento y deseo. como el que acaso le correspondía en economías para
Esa lógica es crucial para las economías contemporá- las que la producción de lo simbólico estaba segregada

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
de los ciclos de producción de riqueza general-, sino compartidas”; al hecho de que ellas producen conoci-
plenamente integrado, y en el que el valor de genera- miento únicamente en tanto se intercambian, se hacen
ción de conocimiento de lo visual se verá creciente- “colectivas”. En efecto, la forma de la memoria produc-
mente reforzado. La transformación profunda que tiva que concierne a las imágenes –tanto más en el do-
venimos registrando en cuando al modo del impulso minio de la imagen electrónica- es siempre y
mnemónico propio de la e-image va a suponer un fun- necesariamente de naturaleza colectiva, intersubjetiva,
damento muy fuerte para este reforzamiento (del valor comunitaria.
y potencial que puede llegar a ostentar la imagen en el
dominio público electrónico). Y ello sobre todo en rela- Con ello tiene precisamente que ver mi segunda obser-
ción a la emergencia de un territorio de encuentro sin- vación entonces: que el creciente valor de la presencia
cronizado del emisor y el receptor (como en el chat vía y circulación de la imagen en la esfera pública está pre-
webcam o en el intercambio conversacional de imáge- cisamente vinculado a su poder de generación de efec-
nes vía mensajes MMS enviados por el teléfono móvil), tos de socialidad, a su eficacia de cara a la formación de
en el que los sujetos evidencian capacidad de afección comunidades –de nuevas formas de comunidad, diría.
mutua por la vía del intercambio de imágenes, repercu- En tanto generadora de efectos de identificación y reco-
JOSE LUIS BREA

tiendo ésta en el orden conductual, de los comporta- nocimiento, la imagen de hecho ha desbordado al relato
mientos recíprocos. El intercambio y circulación pública en su potencia simbólica de inducción de formaciones
114 de las imágenes se carga entonces de fuerza “perlocu- de comunidad. Las nuevas comunidades ya no se cons-
cionaria” de tal modo que debemos empezar a consi- tituyen tanto en la adhesión fidelizada a una narrativa
derar los actos de ver como tales actos performativos en específica, que hacen objeto de su fe compartida, sino
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

los que se produce un efectivo tráfico de conocimiento sobre todo en la relación puntual y dinámica con una
que se refleja en una dimensión actancial, práctica. De- constelación de imágenes en circulación con las que se
bido a ese carácter de “presencialidad sincronizada” produce una relación de identificación y reconocimiento
que potencia la generación de efectos preformativos, que poco a poco las va sedimentando como memoria
los procesos de comunicación mediante el intercambio compartida, imaginario colectivo. Por supuesto que ese
de imágenes “en tiempo real” adquieren cada vez más imaginario colectivo no es ni puede pretenderse univer-
la forma del “entenderse” dialógico, y la percepción de sal, sino absolutamente fragmentario, provisorio y mo-
la “plena aprehensión del sentido” –en el dar o recibir lecular, dando ello precisamente forma a las nuevos
imágenes- se ve justamente reforzada por el reconoci- modos de comunidad que en ese consumo simbólico
miento de los efectos conductuales que, en tiempo real, de la e-image se gestan –y de cuyas características
se experimentan como correlativos a los actos de ver. también la noción de “multitud”, tal y como viene siendo
Actos de ver que en todo caso estarán vinculados al ca- analizada por el neosituacionismo, nos da probable-
rácter “interpasivo”, de afección recíproca, que poseen mente buenas pistas.
las imágenes. Con lo que Susan Buck-Morss, llamaba
su carácter dialéctico, el hecho de que la importancia *

de las imágenes reside siempre en su potencial de “ser

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
Permitidme ahora dar un paso más, que será ya el final. visionaria de Paul Valery, de una “sociedad para la dis-
Para decir que lo que aquí está en última instancia en tribución de la Realidad Sensible a domicilio” en la que
juego no es sino el tránsito generalizado para el ámbito las obras de arte alcancen también su “conquista de la
de las prácticas artísticas desde una economía de co- ubicuidad”.
mercio (de mercadillo, casi diría) a otra de distribución,
de acceso, hacia una economía red. La diferencia entre Lo primero que es obligado señalar es que ese despla-
ambas es clara: en la primera su dinámica se ordena zamiento se produce en el marco del asentamiento de
alrededor de la escena del mercado, del proceso de in- las economías del conocimiento, que como formas
tercambio oneroso de objeto (en ese acto convertido en avanzadas de la economía red, representan efectiva-
mercancía), mientras que en las economías de distri- mente el desplazamiento del núcleo de los procesos de
bución, en cambio, no hay transferencia efectiva de ob- generación de riqueza al preciso escenario de esta cir-
jeto: no tiene lugar el acto del don de “objeto específico” culación distribuida de la producción simbólica. Para in-
alguno a cambio de una entrega compensatoria de valor mediatamente advertir que ello se cumple bajo unas
económico. Sino que el flujo de valor económico res- condiciones inéditas en lo que se refiere a la cuestión de
ponde exclusivamente a la regulación del derecho de la “propiedad”, que inevitablemente va a desbaratar los

JOSE LUIS BREA


acceso al conocimiento concreto de una determinada órdenes jurídicos característicos del modelo burgués
cantidad de información que se hace circular mediante del capitalismo moderno en su consagración a la protec-
unos u otros mecanismos de distribución. Así funciona ción de los derechos privados del individuo-sujeto como 115
en efecto la economía del cine o la economía del sector unidad de organización de las formas de la propiedad y
musical, sobre todo a partir de lo que se ha llamado su la riqueza. Pues en efecto, para estas formas de econo-

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


napsterización. La contraprestación económica que mía red la regulación bajo condiciones de privacidad
tiene lugar en ambos casos satisface o compensa un habrá de resultar cada vez más insostenible. Y ello por-
derecho de acceso a la cantidad de conocimiento cir- que la economía del don que preside estos actos de in-
culante, no un derecho de propiedad material sobre tercambio y difusión es tal que, de hecho, la
algún objeto cuya posesión vendría en el acto a cambiar “adquisición” de un bien por parte del receptor se pro-
de mano. Con el desarrollo progresivo de las tecnolo- duce sin que el dador se vea por ello mermado en la
gías electrónicas se conseguirá que por un lado, y me- “cantidad de bien” que ya poseía. De tal forma que en
diante la digitalización, sea cada vez más posible ese nuevo escenario cabe mucho mejor imaginar y des-
reducir los contenidos sensibles a cantidades inmate- arrollar efectivamente distribuciones de la riqueza de
riales de información independientes de cristalización naturaleza cooperativa. Gracias a ello puede argumen-
de objeto alguna. Y, por otro, y aplicándose a los regí- tarse la proyección creciente de un cierto escenario de
menes de su distribución social, el que esa cantidad de propiedad compartida del conocimiento, reconociendo
información circule prácticamente sin gasto de media- en la condición no competitiva de los procesos de su
ción alguno por la infinidad de canales que articulan las apropiación el fundamento para el reclamo de un domi-
nuevas redes electrónicas, haciendo entonces verosímil nio público de libre acceso y uso del conocimiento. Un
-también para las artes visuales, en efecto- la fantasía carácter que refuerza su arraigo en la emergencia cada

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
vez más representativa de también modos de produc- de su reinscripción en los escenarios inmaterializados
ción colectiva del conocimiento (wikipedia o la blogsfera de la imagen electrónica y los mecanismos de su difu-
podrían valernos como ejemplos al respecto). Lo que sión ubicua. Inevitablemente éstos acabarán por otorgar
ellos introducen no es únicamente un cambio cuantita- mayor fuerza a las construcciones que se asienten bajo
tivo en las formas de la recepción, en los escenarios del la lógica de la distribución, y ello por más que la vigencia
consumo cultural. Sino, más allá, un “proceso de al- de la antigua economía del arte se asocie al potencial
cance ilimitado” que determina la emergencia efectiva también creciente de las industrias del espectáculo,
de nuevas formas de autoría grupal, creación compar- hacia cuyo espacio indefectiblemente ésta acabará en
tida e “intelección_colectiva”, que son las que dan con- todo caso y por entero desplazada.
sistencia última a estas nuevas economías de la
propiedad común del conocimiento. Pero aunque así lo haga y de ello obtenga el refuerzo
creciente que en los últimos tiempos viene adquiriendo,
El carácter inherentemente gregario de la imagen ven- apenas conseguirá mantener su hegemonía y preva-
dría entonces a encontrar en esas cualidades comuni- lencia durante un breve plazo. Como mucho algunas
taristas del formato inmaterial y digitalizado, y del canal décadas, tal vez muy pocas. Quede expresada esta su-
JOSE LUIS BREA

de distribución electrónica, la ocasión de ver su ontolo- gerencia, quizás, no tanto como una profecía, sino
gía particular realizada. Si, como hemos sugerido, hay acaso únicamente como una toma de partido, como la
116 algo inherente a la naturaleza de la imagen que repugna expresión de una apuesta. Acaso a partir de la convic-
su apropiación privatizadora, nos encontraremos que ción de que –aquí y de nuevo, tecnología y aspiración
en su deslizamiento hacia una economía de distribución democrática confluyen en un horizonte común (y al decir
CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO

vendría a realizarse con mayor facilidad su espontanei- esto pienso en la introducción de Benjamin a su cele-
dad efectivamente comunitaria, gregarizada, encon- brado artículo sobre la reproductibilidad en el que afir-
trando en ello las políticas del activismo a favor del maba con rotundidad: los conceptos que aquí se
common prop y el copyleft un argumento fuerte, y todo plantean son por completo inútiles para los fines del fas-
el proceso de transición (entre dos economías) en que cismo). Querría creer que otro tanto pudiera decirse
nos encontramos el marco general último en el que re- aquí, y que en efecto, y como defiendo, este es un es-
conocer el fondo de su economía-política. cenario en que una vez más para la historia de lo sim-
bólico, tecnología y aspiración democrática pueden
Y por extensión, también una explicación lógica de la coincidir y favorecerse mutuamente.
poderosa trama de intereses que viene ejerciendo una
tan feroz resistencia en su contra: precisamente los de *

una industria, una institución y un mercado (el de la tra-


dicional economía de comercio del arte) que reconocen Concluiré esta reflexión muy rápidamente proponién-
en ello una implacable amenaza para su continuidad dole al “régimen escopico” que así he venido descri-
inerte. En todo caso la defensa de esos intereses reac- biendo la caracterización de uno propio de “1000
tivos choca con los potenciales crecientes del proceso pantallas” allí donde los mil no nombran sino más pre-

U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
cisamente un innumerable, la condición de una multi- característico de aquella episteme escópica queda en ésta
plicidad no limitada. Como características de este nuevo en suspenso? ¿Puede defenderse que ni la cristalización
régimen propondría, en un resumen rápido: en objeto singularísimo, ni la fetichización que hace posible
la forma de su mercantización característica –negadas las
1. La desviación de la fuerza simbólica asociada a la posibilidades de una economía de distribución a favor de
imagen hacia la percepción del sentido-acontecimiento, la clásica de comercio- constituyen postulaciones “sine
como reconocimiento del diferirse de la diferencia en qua non” de lo que llamamos arte? ¿Puede considerarse
cuanto al tiempo. que el tipo de sustracción-condensación de energía sim-
2. El reconocimiento del carácter mental de la imagen, bólica que se obtiene del proceso de espacialización (en
disociado de la exigencia de espacialización y materia- lo que implica de separación del flujo de acontecimiento)
lización en objeto específico y singularizado. es igualmente prescindible? ¿Puede haber “arte” como tal
3. La puesta de su fuerza simbólica al servicio de la pro- que no “espacialice”, que no demande “lugar” para ser pre-
ducción cognitiva (heurística) y la generación de proce- sentado? ¿Puede la “institución-arte” sobrevivirse a esa
sos de socialización, generadores de comunidad. exigencia, puede haber de hecho “institución-arte” sin la
y 4. La apertura del régimen social de circulación de la exigencia de que las imágenes del arte ocurran en sus lu-

JOSE LUIS BREA


imagen a la forma de las economías de distribución. La gares, en sus espacializaciones?
orientabilidad última del proceso a formas de apropia-
ción colectiva del conocimiento e intelección colectiva. ¿No sería preferible que esperáramos de las imágenes y 117
su circulación aquellos efectos que conocemos son bene-
* ficiosos para los intereses de la emancipación cumplién-

CAMBIO DE RÉGIMEN ESCÓPICO


dose bajo otras condiciones muy distintas, nuevas? No
Terminaré intentando volver ahora de nuevo, a la pregunta ganaríamos tal vez poco con ello. De entrada, desemba-
planteada por el curso. Tal y como ya anuncié, mi objetivo razarnos del dictado de una institución que es hegemónica
era responderla sólo transversalmente, intentando fijarme y tramposa como pocas de las del conocimiento produci-
antes bien en la cuestión de si estamos asistiendo a un das por el proyecto ilustrado. Además, dejar caer un régi-
cambio en el régimen escópico. Creo al respecto haber men más de creencia, de sumisión a dogmas, un paso
proporcionado algunos indicios de que así es. más en la secularización. Pero sobre todo, y quizás, la
puesta en suspenso de un régimen de excepción y privi-
La pregunta ahora sería: ¿puede la institución-social arte legios para cierto tipo específico de imágenes y sus pro-
reorganizarse para sobrevivirse y perpetuarse bajo esas ductores. Pero en fin, más que afirmarme con toda certeza
nuevas condiciones? ¿Puede el régimen de creencia, de en ello, prefiero simplemente dejar todas estas como pre-
relación con el fantasma que comparece en su espacio, guntas en el aire, preguntas sobre las que en todo caso
aplicarse ahora a una tipología fantasmática totalmente di- estoy seguro de que se producirán respuestas muy dis-
ferencial, al nuevo tipo de imaginario en lo que destila una pares, muy divergentes. A cuya escucha y conversación
energía simbólica fundamentalmente distinta? ¿Puede pa- me parece que, en todo caso, toca ya dar paso. Muchas
sarse por alto que el condicionamiento de materialización gracias por vuestra atención.

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
U . I . M . P. C U E N C A , 2 0 0 6
El seminario taller de artes plásticas contó con la participación activa de Fernando Adrián Vega, Lucas Agudelo
Rodríguez, Loreto Alonso Atienza, Miguel Ángel Alves Álvarez, Lucía Antonini García, Vanesa Busto Bocanegra, Mi-
guel Cañizares López, Alberto Chinchón Espino, Pilar Coloma Fernández, Mª del Mar Córdoba Murcia, Alberto del
Castillo Martínez, Francisco Javier Díez López, Lara García Reyne, María del Carmen Gómez Luna, Claudia Gon-
zález Fernández, Natali Larriera Glasserman, María León Barquero, Viviane Martins Pereira, Begoña Montero Mar-
tín, Alma María Orozco Moreno, Manuel Pazos Sánchez, Antonio José Pradel Rico, Salomé Ramírez de la Calle,
María Granalí Rodríguez Chumillas, Ana Romero Molero, Bárbara Sainza Fraga, Manuel Antonio Serrano García,
Ruth del Carmen Smith Aguilar, Nadia Teixeira López, Jaime Vindel Gamonal.
De su implicación en el encuentro y de sus conversaciones, acciones y proposiciones se derivaron una serie de
aportaciones teóricas y trabajos artísticos, que se incluyen en un CD anexo

LAS I M Á G E N E S D E L A R T E , T O D AV Í A
Seminario celebrado en Septiembre de 2006

Potrebbero piacerti anche