Sei sulla pagina 1di 10

Ictericia en el niño.

Actitud diagnóstico-terapéutica

A. de la Vega, E. Frauca Remacha


Servicio de Hepatología y Trasplante Hepático. Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Resumen Se revisa una de las formas habituales de presentación de la enfermedad hepática en Pediatría
con especial atención al diagnóstico diferencial según la edad del niño. Se describen los
aspectos clínicos, diagnósticos y terapéuticos de las etiologías más frecuentemente implicadas
en la ictericia colestática en el niño. El espectro de posibles enfermedades responsables de su
aparición es muy variado y muy diferente según la edad del niño. La gravedad de una ictericia
conjugada la determinan la severidad de la lesión hepática y de sus consecuencias
(insuficiencia hepática o fallo hepático, hipertensión portal, encefalopatía, etc.).
Palabras clave Ictericia; Colestasis.

JAUNDICE IN THE CHILD. DIAGNOSTIC-THERAPEUTIC ATTITUDE


Abstract Review of an usual form of clinical presentation of hepatic disease in children, with special
attention in differential diagnosis based upon children´s age. The clinical, diagnostic, and
therapeutic aspects of more frequently impplied aethiologies in cholestatic jaundice in children
are reviewed. There is a wide spectrum of diseases that can cause cholestasis, and this variety
differs according the child´s age. Conjugated jaundice importance depends on liver histological
damage severity and its consequences (liver failure or insufficiency, portal hypertension,
encephalopathy, etc.).
Key words Jaundice; Cholestasis.

Pediatr Integral 2007;XI(3):205-214.

INTRODUCCIÓN minantes son: la inflamación idiopática ellas, de formas diferentes (p. ej.: la en-
(atresia biliar) y los trastornos genéticos fermedad de Wilson puede debutar como
La ictericia es una de las formas ha-
bituales de presentación de la enferme- (colestasis intrahepática, déficit alfa-1-AT, un fallo hepático agudo con ictericia o
dad hepática en niños. No tiene ningu- metabolopatías, etc.), y la presentación diagnosticarse en el estudio de un pa-
na especificidad desde el punto de vis- habitual es la de un cuadro de ictericia co- ciente tras el hallazgo de transaminasas
ta diagnóstico. lestática que en un porcentaje pequeño elevadas) o debutar con una presentación
asocia una situación de fallo hepático. En clínica constante (p. ej.: la atresia biliar co-
La ictericia, como único hallazgo ini- el lactante o niños mayores, las posibles mo ictericia colestática en las primeras se-
cial, es una de las formas habituales de causas de hepatopatía son más variadas manas de vida).
presentación de las hepatopatías infanti- (congénitas o adquiridas) y se detectan A lo largo de este tema, se irán des-
les e, incluso, hay que tenerla en cuenta frecuentemente de forma casual o ante cribiendo las distintas entidades que pue-
como primera manifestación de enferme- síntomas inespecíficos (astenia, anorexia, den debutar como una ictericia colestá-
dades no primariamente hepáticas. No tie- dolor abdominal, etc.). Es en este grupo tica pero teniendo en cuenta que, en mu-
ne en sí misma ninguna especificidad diag- de niños donde con frecuencia es la de- chas ocasiones, pudiera ser otra la forma
nóstica. tección de una elevación de transamina- de presentación (aumento de transami-
Es muy importante tener en cuenta sas y, con menos frecuencia, de una ic- nasas, fallo hepático, etc.).
que el espectro de causas de enferme- tericia lo que constituye con frecuencia el
dad hepática y su habitual forma de de- punto de partida para el diagnóstico de CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
but son muy diferentes según sea la edad su enfermedad hepática.
La ictericia, o tinte amarillento de piel
del niño (Fig. 1). En el recién nacido o lac- Las enfermedades hepáticas en la in-
y escleras, es la traducción clínica del
tante, las causas de hepatopatía predo- fancia pueden presentarse, la mayoría de 205
hepática, se desarrolla un cuadro de co-
FIGURA 1. lestasis con retención y paso a sangre de
otros componentes de la bilis (sales bi-
liares, colesterol, etc.) que condiciona un
cuadro clínico (coluria, hipoacolia, pruri-
to...) y bioquímico (aumento de GGT, fos-
fatasa alcalina, colesterol...) característi-
co. El tratamiento se basa en el tratamiento
de la hepatopatía subyacente y en el tra-
tamiento del síndrome colestático.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL


NIÑO ICTÉRICO
Las posibles causas de ictericia por
hiperbilirrubinemia conjugada son muy di-
ferentes según nos encontremos ante un
recién nacido o lactante pequeño (menor
de 6 meses) o ante un niño por encima de
esa edad.

Ictericia en el lactante (colestasis del


traremos exclusivamente en la ictericia por lactante)
aumento de la cifra de bilirrubina total en hiperbilirrubinemia directa.
sangre por encima de 1,5-2 mg/dL. Es- La ictericia suele ser la forma clínica
te incremento puede producirse por au- de debut de la hepatopatía en los lac-
RECUERDO FISIOPATOLÓGICO
mento de la fracción indirecta-no conju- tantes. Debe ser descartada una co-
gada o de la fracción directa-conjuga- Se define la hiperbilirrubinemia di- lestasis, mediante la determinación de
da de la bilirrubina. recta cuando la cifra de bilirrubina con- la cifra de bilirrubina directa, en todo re-
jugada en plasma es superior a 2 mg/dL, cién nacido con ictericia prolongada (más
Se considera como hiperbilirrubine- de 15 días). Es prioritario el diagnóstico
o bien supone más del 20% de la cifra
mia conjugada una cifra de bilirrubina di- total de bilirrubina. La gravedad de una precoz de aquellas entidades con posi-
recta por encima de 2 mg/dL o su incre- ictericia conjugada la determinan la se- bilidad de tratamiento específico (atre-
mento por encima del 20% de la cifra to- veridad de la lesión hepática y de sus sia biliar, galactosemia, tirosinemia).
tal de bilirrubina en sangre. Es esencial, consecuencias (insuficiencia o fallo he-
a la hora de encarar el diagnóstico dife- pático, hipertensión portal, encefalopa- Los recién nacidos y lactantes sanos
rencial de una ictericia, la diferenciación tía, etc.). presentan una “alteración fisiológica” del
entre hiperbilirrubinemia conjugada y no flujo biliar hasta completar la maduración
conjugada; ya que, estas dos situaciones Siempre es consecuencia de una en- anatómica y funcional del hígado en la vi-
están ocasionadas por grupos de entida- fermedad hepatobiliar en la que, o bien es- da post-natal. Esta inmadurez justifica que
des muy diferentes. tá alterada la secreción de bilirrubina ya las enfermedades hepáticas que inciden
La ictericia nunca es una entidad en conjugada desde el hepatocito al canalí- en esta edad desencadenen una ictericia
sí misma, sino el reflejo de una enfer- culo biliar por enfermedad hepatocelular, como principal manifestación clínica y de
medad específica subyacente, con va- o bien existe una alteración de la excre- que patologías extrahepáticas (shock, sep-
rias etiologías a diferentes niveles del ción biliar por afectación del canalículo bi- sis) de suficiente gravedad puedan ir
metabolismo de la bilirrubina en el ca- liar o de la vía biliar extrahepática. En cual- acompañadas de una colestasis en el re-
so de la hiperbilirrubinemia indirecta; quiera de la dos situaciones, el acúmulo cién nacido o lactante.
mientras que, la hiperbilirrubinemia di- intrahepatocitario de bilirrubina conjuga- El término colestasis del lactante se
recta siempre es secundaria a enfer- da resultante permite el paso de ésta a refiere a un síndrome clínico común de ic-
medad hepatobiliar. sangre y la consiguiente hiperbilirrubine- tericia, decoloración parcial (hipocolia) o
La ictericia por hiperbilirrubinemia di- mia conjugada. Es muy importante seña- total (acolia) de las deposiciones (es im-
recta o conjugada se enmarca dentro de lar que la gravedad de una ictericia con- portante comprobarlas personalmente ya
un cuadro de colestasis con aparición de jugada la determinan la severidad de la le- que no suelen ser referidas por los pa-
bilirrubina en orina (coluria) y decolora- sión hepática y sus consecuencias (insu- dres) y coluria, que motiva la consulta mé-
ción parcial o completa de las deposicio- ficiencia o fallo hepático, hipertensión por- dica y en el que debe investigarse la he-
nes (hipo o acolia). tal, encefalopatía, etc.). Tanto si la afecta- patopatía causal. Hay que tener en cuen-
Debido al contenido del volumen don- ción es fundamentalmente hepatocitaria ta que, en ocasiones, la ictericia colestá-
206 de está incluida esta revisión nos cen- como de la vía biliar intrahepática o extra- tica puede solaparse en el tiempo con una
ictericia fisiológica del recién nacido; por
• Tratamiento si lo hubiera de la enfermedad hepatobiliar subyacente
lo que, debe ser descartada una colesta- TABLA I.
• Tratamiento del síndrome colestático Tratamiento de
sis, mediante la determinación de la ci-
1. Favorecedores del flujo biliar la hiper-
fra de bilirrubina directa, en todo recién
– Fenobarbital 5 mg/kg/día oral repartido en 3 dosis bilirrubinemia
nacido con ictericia prolongada (más de directa
– Ursodeoxicólico 10-20 mg/kg/día oral repartido en 3 dosis
15 días).
– Resincolestiramina (si hay prurito intenso) 0,25-0,5 g/kg/día en 2 dosis
El diagnóstico diferencial (véanse al-
2. Soporte nutricional
goritmo y tabla I) de las distintas entida-
2.1. Vitaminas liposolubles (control mediante niveles séricos)
des puede ser complicado; ya que, a me-
- Vitamina K: 5-10 mg oral o iv 2-3 veces por semana
nudo se solapan los rasgos clínicos, bio-
- Vitamina E: 75-100 mg/día oral o 0,2-0,5 mg/kg/día parenteral
químicos e histológicos. Se aconseja in-
- Vitamina D3: 1.200-5.000 UI/día
greso hospitalario para observación y - Vitamina A: 5.000-10.000 UI/día oral
diagnóstico más rápido; ya que, es prio- 2.2. Vitaminas hidrosolubles 1-2 veces las recomendaciones para la edad
ritario el diagnóstico precoz de aquellas 3. Dieta hipercalórica, normoproteica o hipoproteica (según severidad de la
entidades con posibilidad de tratamien- hepatopatía) e hipograsa
to específico (atresia biliar, galactosemia,
tirosinemia).
En general, aunque alguna de las cau- Hepatopatías por trastorno intrínseco alización de una porto-entero-anastomo-
sas de colestasis del lactante sean sus- (idiopático o genético) sis (Kasai 1). De cara al restablecimien-
ceptibles de tratamiento eficaz, debe con- Son las hepatopatías colestáticas más to del flujo biliar y consiguiente mejora del
siderarse que no son procesos benignos; frecuentes en la edad infantil. Este gru- pronóstico, son fundamentales el diag-
ya que, la mayoría causan disfunción he- po incluye: nóstico y tratamiento precoces (antes del
pática crónica con alteración de la cali- mes y medio o dos meses de vida).
dad de vida y/o necesidad de trasplante Atresia biliar extrahepática Sin tratamiento, la mortalidad es del
hepático. La incidencia de colestasis ne- Proceso inflamatorio progresivo que 100% antes de los 3 años de vida por de-
onatal se estima en 1/5.000 recién naci- conduce a la obliteración de la vía biliar sarrollo de cirrosis biliar e insuficiencia he-
dos. extrahepática. Incidencia de 1/10.000 RN pática. Tras la cirugía, un 30% no resta-
vivos. Es la causa más frecuente de co- blecerán flujo biliar y otro 30% lo harán de
Ictericia por inmadurez hepática lestasis crónica y de trasplante hepático forma parcial, precisando todos ellos un
asociada a noxa exógena o en la infancia. Etiología desconocida. Un trasplante hepático en los meses si-
endógena 10% de los casos asocian otras malfor- guientes. Del 40% restante que restable-
Es la causa más frecuente en niños maciones (poliesplenia, situs inverso, etc.). ce el flujo biliar tras la cirugía, un 70%
con patología neonatal importante; por El cuadro clínico es muy característico, de ellos precisarán a largo plazo trasplante
lo que, se da fundamentalmente en un con un recién nacido a término, de peso hepático por evolución cirrógena.
ámbito hospitalario. Entre las causas de- y aspecto normales, que inicia ictericia con
sencadenantes destacan: inmadurez he- hipocolia entre las 2 y las 6 semanas de Síndrome de Alagille
pática (prematuridad), situaciones de hi- vida, con buen estado general, hepato- Caracterizado por la asociación de un
poxia grave (cardiopatía, shock), infec- megalia firme y posterior esplenomegalia. cuadro de colestasis con escasez de con-
ciones (sepsis, infección urinaria), tóxi- Analítica con signos de colestasis (au- ductos biliares intrahepáticos, alteracio-
cos (nutrición parenteral), déficit hormo- mento de bilirrubina total y directa, GGT nes cardiacas (la más frecuente una es-
nales (panhipopituitarismo, hipotiroidis- mayor de 300 U/L), elevación moderada tenosis pulmonar periférica), alteraciones
mo), infección connatal (TORCH) o in- de transaminasas y coagulación normal. vertebrales (“vértebras en mariposa”), ocu-
fección neonatal (herpes simple, cito- El diagnóstico de atresia biliar debe lares (embriotoxón posterior) y facies pe-
megalovirus, adenovirus...), malforma- ser considerado siempre ante un recién culiar con hipertelorismo, abombamien-
ción de la vía biliar (quiste de colédoco), nacido con ictericia, hepatomegalia y aco- to frontal y mentón prominente. La enfer-
y virus de la hepatitis B (se ha descrito lia. Lo apoyan la ausencia de excreción medad es debida a una mutación en el
hepatitis colestática a partir de los 45 dí- intestinal de contraste en la gammagrafia gen JAG1 del cromosoma 20. Herencia
as de vida en hijos de madres con he- hepática (HIDA) previa administración de autosómica dominante en un 40-50% de
patitis crónica por virus B y antiHBe po- fenobarbital y hallazgos compatibles en los casos, pero con gran variabilidad en
sitivo). la biopsia hepática (colestasis, prolifera- su expresión clínica. Frecuente afectación
Habitualmente, existe relación entre ción ductal, fibrosis portal) y lo confirma de hermanos, pero con la posibilidad de
la gravedad de la patología asociada y el la laparotomía exploradora. De hecho, és- expresión clínica muy variable.
grado de disfunción hepática y en gene- ta debe ser realizada en todo RN con cua- La colestasis es de inicio neonatal o
ral ésta tiene buen pronóstico. La base del dro compatible o acolia mantenida y que en el lactante pequeño con ictericia en el
tratamiento de este tipo de colestasis es no sea demostrada claramente otra etio- 80% de los casos, coluria, hipocolia, he-
el de la causa desencadenante. logía. El tratamiento es quirúrgico con re- patomegalia y retraso en el desarrollo con 207
posterior aparición de prurito intenso y tante que condiciona una mala cali- El tratamiento de los defectos de trans-
xantomas. Analítica con hiperbilirrubine- dad de vida. portadores biliares se basa, además del
mia, elevación de ácidos biliares séricos, Desde el punto de vista bioquímico, común al resto de las colestasis (Tabla I),
hipercolesterolemia y aumento de GGT es característica la normalidad en los en la inducción del flujo biliar con ácido
y moderado de transaminasas. El diag- valores de GGT. El diagnóstico ge- ursodeoxicólico (20-30 mg/kg/día), aun-
nóstico lo da el cuadro clínico con aso- neralmente es clínico, aunque es po- que se considera que sólo una pequeña
ciación de, al menos, tres de los rasgos sible el estudio genético con detec- proporción de pacientes se verán benefi-
que definen el síndrome. La biopsia he- ción de la mutación. ciados. En aquellos casos en que resul-
pática con escasez de conductos biliares • CIFP 2: defecto de BSEP (transporta- te ineficaz, la única alternativa es el tras-
intrahepáticos puede no ser evidente aún dor de sales biliares conjugadas con plante hepático.
en el lactante pequeño. taurina o glicina a la bilis). Mutación en
No tiene tratamiento específico. Evo- el gen ABCB11 (cromosoma 2q24). Ex- Déficit de alfa-1-antitripsina
lución con desarrollo en un 50% de los ca- presión clínica con ictericia temprana, Afecta a 1/2.000 RN vivos, de los cua-
sos de una colestasis grave con cirrosis prurito, esteatorrea y retraso de talla. les un 10-20% desarrollarán una hepato-
biliar o fibrosis portal severa que precisa- Bioquímicamente, presentan cifras nor- patía de grado variable durante la infan-
rá de un trasplante hepático antes de la males de GGT y colesterol. Todo ello cia. Una mutación en el cromosoma 14
edad adulta. similar a los casos con defecto de FIC1. condiciona la producción de una alfa-1-
A diferencia de éstos, los niños con antitripsina anómala, con acúmulo intra-
Colestasis intrahepática familiar CIFP2 tienen transaminasas más altas, hepatocitario como posible mecanismo
progresiva (CIFP) alfa-fetoproteína alta, lesión histológi- patogénico. De los diferentes fenotipos el
Grupo heterogéneo de enfermedades ca con células gigantes multinuclea- PiZZ es el que con más frecuencia asocia
con base genética (herencia autosómica das y una evolución más rápida a ci- déficit marcado y enfermedad.
recesiva) y especial incidencia en deter- rrosis e insuficiencia hepática. El diag- En un 50% de los casos, la enferme-
minados grupos étnicos. En el 50% de los nóstico se basa en la detección de la dad hepática debuta como una colestasis
casos, existe antecedente familiar o con- ausencia de BSEP mediante técnicas en los primeros meses de vida con hipo-
sanguinidad. Son trastornos diferentes que de inmuno-histoquímica en el hígado. colia y sin coagulopatía. La sospecha diag-
tienen en común la alteración de los sis- • CIFP 3: defecto de MDR3 (transporte nóstica la establece el hallazgo de una
temas de transporte involucrados en la se- de fosfolípidos). Mutación en el gen alfa-1-antitripsina baja en sangre (menos
creción de bilis. Se han identificado va- ABCB4 (cromosoma 7q21). La enfer- de 100 mg/dL) y la confirmación de la de-
rios subtipos según la localización del de- medad es variable según la mutación terminación de un fenotipo compatible (PiZZ)
fecto y la mutación causante: condicione una proteína truncada o con por electroforesis y demostración en la biop-
• CIFP 1: defecto de FIC1. Mutación en actividad residual. El espectro clínico sia hepática de los acúmulos de alfa-1-AT.
el gen ATP8B1 (cromosoma 18q21). es más variable que el de los niños con No existe tratamiento específico y evo-
FIC1 no es un transportador de áci- CIFP 1 y 2. La mayoría de los casos de- luciona con desaparición de la ictericia, en
dos biliares, sino una proteína de mem- buta con hepato-esplenomegalia o com- la mayoría de los casos con debut coles-
brana (ATPasa tipo P) que parece fun- plicaciones de cirrosis a lo largo de su tático, manteniendo una elevación de tran-
cionar transfiriendo aminofosfolípido infancia o adolescencia y sólo un ter- saminasas y observándose posteriormen-
de la capa externa a la interna de la cio de los casos en el primer año de vi- te la aparición lenta de signos de hiper-
membrana en canalículo biliar. Otros da. Raro debut con colestasis neona- tensión portal con fibrosis portal progresi-
tejidos, como el hígado, páncreas, es- tal. Prurito ausente o poco relevante. va, hasta llegar a una situación de insufi-
tómago, intestino delgado y riñón tam- Bioquímicamente, cursan con aumen- ciencia hepática a diferentes edades (ado-
bién lo expresan. Las mutaciones del to de GGT, transaminasas, bilirrubina lescencia o preadolescencia). En éstos, la
gen ATP8B1 condicionan dos enfer- y colesterol normales. Dependiendo reaparición de la ictericia en la evolución
medades con diferente evolución: una del grado de déficit de MDR 3 pueden se considera un hecho de mal pronóstico.
forma severa (CIFP) y otra con episo- desarrollar una cirrosis en el curso de Otro grupo mantiene la ictericia con evo-
dios colestáticos intermitentes con in- la primera década de la vida o debu- lución rápida a cirrosis e insuficiencia he-
tervalos asintomáticos, sin daño his- tar incluso en la etapa adulta. pática en el primer año de vida y, en otro
tológico permanente (CIBR o coles- El diagnóstico se realiza mediante in- pequeño grupo de niños, la enfermedad
tasis intrahepática benigna recurren- muno-histoquímica, mediante la de- debuta tardíamente, con hepatomegalia o
te). Los casos de CIFP1 desarrollan mostración de una ausencia de ex- hallazgo casual de alteración de la función
una hepatopatía colestática severa presión de MDR3 en la biopsia hepá- hepática y sin antecedente de colestasis
con desarrollo de fibrosis intensa o ci- tica. En aquellos casos con déficit par- neonatal. Se considera que un 60-70% de
rrosis. Es frecuente la asociación de ciales y expresión inmunohistoquími- los que debutan con colestasis neonatal
una diarrea crónica con esteatorrea. ca prácticamente normal, el estudio precisarán trasplante hepático antes de
Todos los casos presentan un acusa- genético con detección de la muta- los 15 años. El trasplante hepático está in-
208 do retraso de talla y un prurito cons- ción corrobora el diagnóstico. dicado ante la aparición de complicacio-
nes por hipertensión portal o de signos de 1. Anamnesis:
insuficiencia hepatocelular. TABLA II.
– Antecedentes familiares: consanguinidad (CIFP, metabolopatías), padres o
hermanos con cardiopatía o facies peculiar (S. Alagille), hermanos fallecidos Diagnóstico
período neonatal (galactosemia, tirosinemia, hemocromatosis...) colestasis del
Enfermedades metabólicas
– Embarazo: seroconversión, infección connatal lactante
Diferentes metabolopatías pueden pro- (< 6 meses)
ducir una ictericia-colestasis de inicio pre- – Parto: prematuridad (colestasis por inmadurez); sufrimiento fetal
– Período neonatal: peso bajo al nacimiento (deficit alfa-1-AT, infección connatal...),
coz; si bien, ésta no suele ser el síntoma dieta con lactosa (galactosemia), fructosa (fructosemia), tóxicos (nutrición
predominante, sino otros hallazgos como: parenteral), infección (sepsis, ITU), hipoxia-shock; alteraciones screening
1. Fallo o insuficiencia hepática con neonatal (hipotiroidismo, tirosinemia)
déficit de la actividad de protrombina, 2. Examen fisico:
que no se corrige tras administración – Afectación estado general (infección connatal, galactosemia, tirosinemia,
de vitamina K, hipoglucemia y coli- fructosemia, hepatitis viral grave, infección bacteriana). Habitual buen estado
nesterasa bajas. Es el caso de la ga- general en resto de causas
– Deposiciones acólicas (obligado descartar atresia biliar, puede darse déficit
lactosemia, tirosinemia o fructosemia. alfa-1-AT, Alagille, FQ)
• Tirosinemia: el error innato del meta- – Hepatomegalia firme (atresia biliar)
bolismo de la tirosina por déficit de fu- – Esplenomegalia (atresia biliar, enfermedades depósito, deficit alfa-1-AT,
marilacetoacetasa ocasiona una en- infección connatal)
fermedad grave con hepatopatía, dis- – Fenotipo peculiar (Alagille, panhipopituitarismo, alteraciones cromosómicas)
función tubular renal, con raquitismo – Soplo cardiaco (Alagille)
hipofosfatémico y un síndrome similar 3. Analítica:
a la porfiria. Herencia autosómica re- – Pruebas de valoración clínica: función hepática (bilirrubina total y directa, FA,
cesiva. Incidencia de 1/100.000 RN. GGT, transaminasas, glucemia, colinesterasa, colesterol, albúmina); hemograma;
coagulación; plaquetas; iones
En el 77% de los afectos, la enferme-
– Pruebas de valoración etiológica (seleccionar según sospecha diagnóstica),
dad se manifiesta en los primeros 6 serología-cultivo-amplificación de virus, cultivos bacterianos, cuantificación alfa-1-
meses de vida como una hepatopatía AT, hormonas tiroideas, aminoácidos en sangre y orina, cuerpos reductores en
grave o insuficiencia hepática (forma orina, cuantificación galactosa 1-P-uridil-transferasa en hematíes, ionotest...
aguda). En un 14%, los síntomas apa- 4. Pruebas de imagen:
recen después del 6º mes de vida, con: – Ecografía abdominal (quiste de colédoco, barro biliar, malformaciones asociadas
retraso ponderal, raquitismo, hepato- a atresia biliar...)
megalia y coagulopatía (forma suba- – Gammagrafía hepatobiliar (HIDA) tras varios días de inducción con fenobarbital:
la excreción de trazador a intestino descarta atresia biliar
guda). Un 9% de los casos consul-
tan pasado el primer año de vida por 5. Biopsia hepática
hepatomegalia, raquitismo y retraso
en el crecimiento (forma crónica). To-
dos ellos presentan un riesgo elevado fenilalanina, aunque mejora la situación completa de la dieta de fructosa, sa-
de desarrollar cáncer de hígado, con clínica y la tubulopatía, no modifica la carosa y sorbitol.
una incidencia de hepatocarcinoma evolución a cirrosis y hepatocarcino- – Galactosemia: trastorno autosómico
del 40% a los 3 años de edad. ma. Actualmente, se encuentra en eva- recesivo que produce una intoleran-
El diagnóstico se realiza tras el ha- luación el uso de una sustancia (NTBC) cia a la galactosa por déficit de ga-
llazgo patognomónico de succinil- que, mediante bloqueo enzimático, re- lactosa 1-fosfato-uridiltransferasa. La
acetona en orina o en sangre o me- duciría la producción de los metabo- presentación clínica puede variar des-
diante comprobación del déficit de litos tóxicos patogénicos. de la instauración de un fallo hepático
fumarilacetoacetasa en fibroblastos • Otras: siguiendo las primeras tomas de leche
de piel. La elevación sérica de tirosi- – Fructosemia: intolerancia hereditaria hasta formas menos agudas (vómitos,
na o fenilalanina no son específicas a la fructosa por déficit de fructosa-1- diarrea, ictericia...) de inicio en los pri-
de la enfermedad. P-aldolasa. Se manifiesta como he- meros días de vida. La sospecha se
Se ha relacionado el pronóstico con la patopatía grave con signos de insu- sustenta en la detección de cuerpos
edad de debut de la enfermedad. Así, ficiencia hepática y tubulopatía renal reductores en orina y la confirmación
la supervivencia a los dos años del de- al poco tiempo de ser iniciada la in- se establece tras la determinación de
but fue del 29% en aquellos sintomáti- gesta de fructosa por el niño. Carac- la actividad enzimática en eritrocitos.
cos antes de los 2 meses de edad, fren- terístico el rechazo de alimentos que El tratamiento consiste en la exclusión
te a un 96% que debutaron por enci- contengan fructosa. La confirmación de la lactosa de la dieta.
ma de los 6 meses de edad. El único diagnóstica se realiza mediante cuan- 2. Hepatomegalia. Glucogenosis I y III,
tratamiento definitivo hasta hace unos tificación de la actividad enzimática lipidosis (Nieman-Pick A y C), enfer-
años era el trasplante hepático; ya que, en tejido hepático o mucosa intestinal. medad de Wolman (déficit de lipasa
la restricción dietética de tirosina y El tratamiento consiste en la exclusión ácida) y hemocromatosis neonatal. La 209
hemocromatosis neonatal es una en- a. Hepatitis viral aguda: pueden produ- de 140 mg/kg de peso. Se ha des-
tidad muy poco frecuente y de pato- cir una hepatitis aguda con ictericia nu- crito la menor incidencia de hepato-
genia desconocida que debuta con un merosos tipos de virus, bien con afec- toxicidad tras intoxicación por para-
cuadro de colestasis y fallo hepático tación hepática aislada (virus hepato- cetamol en niños menores de 5 años
de rápida instauración en las primeras tropos como: los virus de hepatitis A, (menos del 5,5%) frente a adolescentes
semanas de vida. El diagnóstico de B, noA-noB-noC, delta o E y, en menor (29%) o adultos con similares nive-
sospecha se basa en la presentación medida, el virus C) o bien en el con- les tóxicos en sangre. El tratamiento
clínica descrita junto con el hallazgo texto de una enfermedad viral genera- puede implicar la utilización de: n-ace-
de cifras elevadas de ferritina y alto lizada, con mayor frecuencia en pa- til-cisteína como antídoto, hemodiáli-
porcentaje de saturación de la trans- cientes inmunocomprometidos (cito- sis precoz en casos seleccionados,
ferrina en sangre. Se confirma mediante megalovirus, Epstein-Barr, adenovirus, medidas de soporte de fallo hepático
la demostración de los depósitos de enterovirus, herpes, etc.). Es frecuen- e incluso trasplante hepático en los
hierro en hígado u otras posibles lo- te el hallazgo de antecedentes epide- casos refractarios a estas medidas.
calizaciones, pero, en la práctica, la miológicos en el entorno o en la histo- • Otros: isoniazida, valproato sódico, etc.
biopsia es impracticable debido al ries- ria previa del paciente (contactos fa- c. Hepatitis autoinmune: enfermedad
go de sangrado por la alteración de miliares o personales, viajes a zonas caracterizada por una hepatopatía, ge-
la coagulación que presentan. endémicas, transfusiones, abuso de neralmente grave, asociada con una
El tratamiento médico de sostén y el drogas iv, etc.). La aparición de icteri- serie de autoanticuerpos circulantes.
apoyo nutricional son comunes a to- cia suele ir precedida de signos o sín- El daño hepático viene mediado por
das las entidades que cursan con co- tomas prodrómicos, como: fiebre, dia- una respuesta inflamatoria dirigida fren-
lestasis crónica. Se basa en el uso de rrea, vómitos o anorexia y, ocasional- te a componentes de los hepatocitos.
fármacos favorecedores del flujo bi- mente, puede evolucionar el cuadro clí- No se ha podido delimitar con exacti-
liar (fenobarbital, ácido ursodeoxicó- nico hacia un fallo hepático fulminante. tud el papel de los autoanticuerpos de-
lico), vitaminas liposolubles, extractos El diagnóstico se hace por los hallaz- tectados en dicha respuesta inflama-
pancreáticos así como en la preven- gos serológicos positivos para los di- toria. La etiología es desconocida, acep-
ción y tratamiento de las infecciones ferentes tipos de virus. En la mayoría tándose la idea de que, sobre una de-
intercurrentes y las complicaciones de las ocasiones, es suficiente un tra- terminada predisposición genética, de-
derivadas de la afectación de la fun- tamiento de sostén, reservándose la terminados factores exógenos (virales,
ción hepática (Tabla I). indicación de ingreso hospitalario pa- fármacos) podrían disparar la enfer-
ra los casos con: deterioro del estado medad. Se clasifica según el tipo de
Ictericia en el lactante y niños mayores general, vómitos incoercibles o apa- autoanticuerpos circulantes presentes
rición de signos o síntomas de fallo en: tipo 1: antinucleares (ANA) y anti-
Ictericia secundaria a lesión hepático fulminante. En el caso de he- músculo liso (SMA) anti-actina positi-
hepatocelular patitis por virus A, se aconseja el ais- vos; tipo 2A: anti LKM; tipo 2B: anti-
Característicamente, predominan los lamiento del paciente entre 7-10 dí- LKM asociado a infección crónica por
signos de lesión hepatocitaria, como ele- as tras el inicio de los síntomas. Se re- el virus de la hepatitis C; y tipo 3: anti-
vación de transaminasas o, si la lesión he- comienda la profilaxis de los contac- antígeno soluble hepático (SLA).
pática es de suficiente severidad, los sig- tos cercanos con gammaglobulina es- El debut de la enfermedad puede ser
nos y síntomas de insuficiencia hepato- pecífica y vacuna en el caso de dis- muy heterogéneo: desde una forma si-
celular, como: hipoalbuminemia o coagu- ponibilidad de ésta frente a un de- milar a una hepatitis aguda, con icteri-
lopatía que no responden a vitamina K, terminado tipo de virus. cia precedida de anorexia, dolor ab-
sobre otros signos más específicos de b. Hepatitis por fármacos: numerosos dominal o malestar general (más del
afectación biliar, como: elevación de GGT fármacos pueden producir una hepa- 50% de los casos), a un fallo hepático
o de fosfatasa alcalina. Teniendo en cuen- titis ictérica mediada, bien por un me- fulminante (10-15% de los casos, más
ta que las posibles causas de hepatopa- canismo de toxicidad directa o bien frecuente en tipo anti-LKM) o un debut
tía en el niño son múltiples y todas ellas por una reacción de idiosincrasia. En- más insidioso, con síntomas inespecí-
pueden producir ictericia en un momento tre los descritos con mayor frecuen- ficos (anorexia), hepatomegalia firme
dado de su evolución, nos referiremos a cia, se encuentran: u otros estigmas de hepatopatía cróni-
aquellas entidades que con mayor fre- • Paracetamol o acetaminofén: su to- ca. En un 20%, asocian otros trastor-
cuencia la presentan. Aunque en la ma- xicidad hepática con aparición de ic- nos autoinmunes (tiroiditis, enfermedad
yoría de estas enfermedades (p. ej.: en- tericia o desarrollo de un fallo hepá- inflamatoria intestinal, diabetes melli-
fermedad de Wilson, hepatitis autoinmu- tico fulminante puede aparecer bien tus, anemia hemolítica, etc.). El diag-
ne, etc.) no es la ictericia la forma más co- tras la ingesta de una única dosis o nóstico exige el cumplimiento de los si-
mún de presentación, siempre hay que te- bien tras 2-3 días de continuada in- guientes criterios: 1) biopsia hepática
nerlas en cuenta en el diagnóstico dife- gesta de dosis altas (20-30 mg/kg). con signos de hepatopatía crónica con
210 rencial de una ictericia colestática. La dosis letal estimada en adultos es necrosis en sacabocados, hepatitis lo-
bular o necrosis en puentes y sin otros colangiografía o colangio-resonancia, La hepatopatía es reversible si se sus-
hallazgos que sugieran otra etiología; de la imagen característica de una vía pende la nutrición parenteral antes del
2) hipergammaglobulinemia; 3) sero- biliar intrahepática arrosariada con di- desarrollo de fibrosis severa o cirro-
positividad (títulos por encima de 1:30) lataciones saculares, estenosis múlti- sis. Si esta suspensión no es posible,
para autoanticuerpos ANA, anti-LKM o ples y una porción extrahepática muy el tratamiento va enfocado a la pre-
SMA; y 4) despistaje negativo para otras irregular. La lesión histológica típica vención de factores precipitantes: la in-
causas de hepatopatía. En la analítica, consiste en una colangitis con fibrosis fección (cuidados del catéter central,
siempre existe una elevación de tran- obliterativa de los ductos biliares. El descontaminación oral), estasis intesti-
saminasas de diferente rango, con ca- tratamiento médico incluye ácido ur- nal (introducción de aportes enterales
racterística escasa elevación de fos- sodeoxicólico (15 mg/kg/día), que pue- si es posible), estasis biliar (ácido ur-
fatasa alcalina y GGT. Predominan las de mejorar el prurito y la función he- sodeoxicólico oral a dosis de 10-20
niñas (80%) y la edad media al diag- pática, y el tratamiento precoz de las mg/kg/día) y la adecuación constante
nóstico oscila entre los 7-10 años, aun- colangitis con antibióticos, además del de la composición de la parenteral a la
que también se han diagnosticado por tratamiento común al resto de cuadros situación del paciente (aporte adecua-
debajo del año de vida. colestáticos. Los inmunosupresores do de proteínas, oligoelementos, áci-
El tratamiento debe intentarse en to- no son tan efectivos como en la he- dos grasos esenciales, adicción de glu-
dos los casos y consta de corticoides patitis autoinmune, salvo que se tra- tamina, etc.). Como todo cuadro co-
(prednisolona a 2 mg/kg/día con un te de un cuadro de superposición con lestático, precisa un correcto aporte de
máximo de 60 mg/día) y azatioprina (2 ésta. Debe ser evitada, siempre que vitaminas hidrosolubles y liposolubles.
mg/kg/día). Como alternativa terapéu- sea posible, la cirugía biliar, por su, g. Fibrosis quística: la prevalencia de
tica, se ha introducido el empleo de ci- generalmente, poca influencia positi- la hepatopatía,definida ésta como un
closporina. Debe considerarse el tras- va en la progresión de la enfermedad espectro de manifestaciones desde
plante hepático en casos de fallo he- y su potencial aumento de la dificul- hepatomegalia, alteración funcional
pático fulminante, cirrosis descom- tad de un eventual trasplante hepáti- asintomática o alteraciones ecográfi-
pensada o tratamiento médico fallido co, único tratamiento posible en aque- cas compatibles hasta una cirrosis ter-
o con efectos secundarios intolerables. llos casos con mala evolución. minal, asociada a esta enfermedad,
d. Colangitis esclerosante primaria: e. Hepatopatías de base metabólica: a se estima entre un 17-38%. En los ca-
trastorno inflamatorio crónico de la vía diferencia del recién nacido, en eta- sos de desarrollo de hepatopatía gra-
biliar intrahepática y extrahepática, pas posteriores, la ictericia no es una ve-cirrosis multilobular (15-29%), pre-
que condiciona el desarrollo de una forma habitual de presentación de las dominan los signos-síntomas deriva-
colestasis y fibrosis hepática progre- enfermedades metabólicas, siendo dos de hipertensión portal frente a la
siva con hipertensión portal. Etiología más frecuentes otras, como: hepato- ictericia colestática. Otras posibles
probablemente autoinmune, sugerida megalia, esplenomegalia, alteraciones causas de ictericia son los casos con
por la presencia, en muchos de los ca- neurológicas o del crecimiento, etc. colestasis neonatal (menos del 2%),
sos, de marcadores de autoinmunidad f. Disfunción hepática asociada a fra- colelitiasis (1-27%), colangitis escle-
(dos tercios de los casos presentan caso intestinal y nutrición parente- rosante (menos del 1%) o estenosis
positividad para anticuerpos anti-nu- ral: los pacientes con fracaso intesti- del colédoco (menos del 2%). Se ha
cleares, anti-músculo liso o hiper- nal y nutrición parenteral prolongada asociado el desarrollo de hepatopa-
gammaglobulinemia). En ocasiones, pueden desarrollar una hepatopatía tía severa con el antecedente de íleo
hallazgos histológicos superponibles de variable intensidad, desde una es- meconial neonatal o los casos con in-
con hepatitis autoinmune. Es habitual teatosis hepática hasta una cirrosis ter- suficiencia pancreática. Habitualmente,
la asociación con enfermedades ex- minal. Se han implicado varios facto- la hepatopatía comienza en la infan-
tra-hepáticas, la más frecuente de las res en su desarrollo (toxicidad de ele- cia, con un pico de incidencia en la
cuales es la enfermedad inflamatoria mentos de las fórmulas, bacteriemias adolescencia y caída posterior. El ob-
intestinal (en particular, la colitis ulce- de origen en el catéter central, ausencia jetivo del tratamiento se basa en mi-
rosa). La edad de comienzo es muy de tránsito intestinal, etc.), aceptán- nimizar el daño hepático y la progre-
variable, incluso puede ser neonatal, dose en este momento una etiología sión a cirrosis, en el tratamiento habi-
y su naturaleza insidiosa puede retra- multifactorial como la más probable. tual de la colestasis y en el manejo de
sar el diagnóstico. Muy diversas for- El momento de la aparición del cua- posibles complicaciones de la hiper-
mas de debut clínico: ictericia, dolor dro colestático es muy variable de unos tensión portal. El ácido ursodeoxicó-
abdominal, pérdida de peso, colangi- pacientes a otros y pueden asociar sig- lico (15-20 mg/kg/día) mejora los pa-
tis con prurito, complicaciones deri- nos-síntomas de hipertensión portal rámetros bioquímicos de disfunción
vadas del desarrollo de cirrosis o de- (esplenomegalia, hiperesplenismo, as- hepática pero no se ha demostrado
tección accidental de hepatomegalia citis, etc.). El diagnóstico exige des- que evite la evolución a cirrosis. El tras-
o disfunción hepática. El diagnóstico cartar otras posibles causas de co- plante hepático está indicado en los
se basa en la visualización, mediante lestasis en este tipo de pacientes. casos con hipertensión portal severa 211
o desarrollo de insuficiencia hepática ca después de la atresia biliar. Etio- c. Tumores de la vía biliar: el más ca-
sin contraindicación pulmonar. logía incierta con varias hipótesis (re- racterístico es el rabdomiosarcoma
h. Enfermedad de Wilson: la enferme- canalización desigual de los conduc- que, aunque extremadamente raro,
dad de Wilson puede justificar disfun- tos biliares durante la embriogénesis, aparece casi exclusivamente duran-
ción hepática tan pronto como a los 2 regurgitación de enzimas pancreáti- te la infancia (con frecuencia, meno-
años de edad. Trastorno hereditario del cas al conducto biliar común por una res de 5 años). Debut clínico con: ic-
metabolismo del cobre que se trans- unión anómala pancreático-biliar, etc.). tericia, hepatomegalia, coluria e hi-
mite a través de un gen recesivo loca- Se distinguen tres formas: dilatación pocolia. Pobre supervivencia a pesar
lizado en el cromosoma 13. Se des- quística del colédoco, divertículo con- de resección, quimioterapia y radio-
conoce el defecto básico, pero se acep- génito del colédoco y coledococele terapia. Otros tumores pueden pro-
ta el acúmulo de cobre en hígado y otros congénito. El comienzo de los sínto- ducir una compresión extrínseca de
tejidos, como el mecanismo responsa- mas aparece a cualquier edad. En pe- la vía biliar (linfomas, etc.) con apari-
ble de las consecuencias clínico-pato- ríodo de lactante, recuerdan una atre- ción de un cuadro clínico de ictericia
lógicas de la enfermedad. En niños, pre- sia biliar con ictericia prolongada, aco- obstructiva.
domina la afectación hepática (95%) lia y coluria. En niños mayores, no siem-
frente a otras posibles manifestaciones pre hay ictericia y son frecuentes el BIBLIOGRAFÍA
(SNC, etc.). En la mayoría de los casos dolor cólico epigástrico, náuseas y vó- Los asteriscos reflejan el interés del artículo a
juicio del autor.
pediátricos, los pacientes se encuen- mitos. La evolución sin tratamiento es
tran asintomáticos o con síntomas ines- hacia una cirrosis biliar. El diagnósti- 1.*** Suchy FJ. Approach to the infant with
pecíficos en el momento del diagnósti- co se hace mediante ecografía, TAC cholestasis En: Suchy FJ, ed. Liver di-
sease in children. St Louis: Ed. Mosby;
co. Poco frecuente es la presentación o RMN abdominal. El tratamiento es
1994. p. 187-94.
con síntomas, como: ictericia, hepato- quirúrgico, con escisión completa del Revisión del enfoque diagnóstico inicial del lac-
esplenomegalia o ascitis. Para el diag- quiste y colédoco-yeyunostomía. tante colestático y del tratamiento general de
nóstico, se utilizan como screening la b. Colecistitis calculosa o acalculosa: este síndrome.
determinación de la cifra de cerulo- son entidades con baja incidencia en 2.*** Jara P, Hierro L. Hepatitis. En: Muñoz
plasmina en sangre (reducida en un la edad pediátrica. Se ha estimado la Calvo MT, Rubio LA, Hidalgo MI, Cle-
mente J, eds. Pediatría Extrahospitala-
88% de los casos) y de la excreción uri- incidencia-prevalencia de colelitiasis ria. Aspectos básicos en Atención Pri-
naria de cobre (incrementada en un en niños por debajo de un 0,2%. En mu- maria. 3ª ed. Ed. Argón; 1999. p. 221-6.
81%), pero el diagnóstico definitivo lo chas ocasiones, existe una enferme- Revisión de las hepatitis virales en la infancia.
da el hallazgo de exceso de cobre en dad subyacente (hemólisis crónica, nu- 3.*** Hierro L, Jara P. Colestasis infantiles y
tejido hepático (por encima de 250 mi- trición parenteral prolongada, cirrosis transportadores biliares. Gastroenterol
crog/g tejido seco). El tratamiento se re- y colestasis crónica, fibrosis quística, Hepatol 2005; 28 (7): 388-95.
Revisión actualizada del grupo de enfermeda-
aliza con quelantes del cobre (penici- resección ileal, etc.). En la mayoría de des encuadradas dentro del término de coles-
lamina, trientine o cinc), que son efica- los pacientes, los cálculos permane- tasis intrahepáticas familiares, con revisión
ces en impedir la progresión de las le- cen silentes; si bien, pueden producir, de su etiología, presentación clínica, posibili-
siones. El trasplante hepático está in- ocasionalmente, un cuadro de dolor, dades de diagnóstico y tratamiento.
dicado en aquellos casos que debutan vómitos o fiebre o, de forma más ex- 4.*** Sveger T. The natural history of liver di-
como un fallo hepático fulminante o en cepcional, la obstrucción de la vía bi- sease in alpha-1-antitrypsin deficient
children. Acta Paediatr Scand 1988; 77:
los refractarios al tratamiento médico. liar con ictericia y disfunción hepática. 847-51.
Lo ideal es su diagnóstico antes de El mejor método diagnóstico es la eco- Artículo clave para el conocimiento de la inci-
que exista sintomatología hepática, grafía abdominal; ya que, sólo un 15- dencia e historia natural de esta enfermedad
en la infancia, tras el seguimiento durante años
pues la capacidad de respuesta al tra- 20% de los cálculos son radioopacos.
de una amplia cohorte de niños diagnostica-
tamiento con penicilamina o sulfato de El tratamiento de estos casos sinto- dos al nacimiento mediante despistaje de la en-
cinc depende de ello. Los niños diag- máticos es la colecistectomía. fermedad en todos los recién nacidos.
nosticados al detectarse elevación de La colecistitis acalculosa es una si- 5.*** Álvarez F. Autoinmune hepatitis. En:
AST/ALT, sin hiperbilirrubinemia ni des- tuación poco frecuente en niños. Se Suchy FJ, ed. Liver disease in children.
compensación ascítica resuelven, en asocia a determinadas condiciones: St. Louis: Ed. Mosby; 1994. p. 430-41.
Revisión de los conocimientos actuales sobre
un plazo inferior a 2 años, la alteración hipoxia, compromiso hemodinámico,
etiología, patogenia, clínica, diagnóstico y tra-
funcional bajo tratamiento y se impi- sepsis neonatal, ricketsiosis, infec- tamiento de la hepatitis autoinmune en la in-
de la evolución natural a cirrosis o da- ciones oportunistas en inmunocom- fancia.
ño neurológico. prometidos, etc. Clínicamente, pre- 6.*** Roberts E. The jaundiced baby. En: Kelly
sentan dolor, fiebre y vómitos y no DA, ed. Diseases of the liver and biliary
Ictericia secundaria a afectación de la es habitual la ictericia. El diagnósti- system in children. 2ª ed. Londres: Ed.
Blackwell Publishing; 2004. p. 35-73.
vía biliar co se realiza tras comprobar median-
Revisión de la etiología, diagnóstico diferencial
a. Quiste del colédoco: anomalía más te ecografía las alteraciones caracte- y tratamiento de la ictericia colestática en el re-
212 frecuente de la vía biliar extrahepáti- rísticas de la vesícula biliar. cién nacido y lactante.
Caso clínico rrubina capilar de 10,4 mg/dL). Refieren normal y una bioquímica donde desta-
muy buen estado general y lactancia can: GOT: 150 UI/L; GPT: 230 UI/L; GGT:
materna con una curva ponderal as- 392 UI/L; bilirrubina total: 6 mg/dL; bili-
Lactante de mes y diez días de vi- cendente. En la exploración física, des- rrubina directa: 4,5 mg/dL y un urocul-
da que es traído a la consulta porque tacan, como hallazgos únicos: la icteri- tivo que es negativo. Se realiza una eco-
sus padres le notan tinte amarillento de cia y una hepatomegalia de consisten- grafía abdominal que permite visualizar
la piel y escleras. Es el primer hijo de cia aumentada, de 3 traveses de dedo una vesícula biliar atrófica y una gam-
padres no consanguíneos. Embarazo respecto al reborde costal. Los padres magrafía hepática (HIDA) que muestra
sin complicaciones. Parto a término y refieren deposiciones de color claro, que una captación hepática normal del con-
eutócico. PRN 3,450 kg. No patología no les han llamado especialmente la traste, pero sin objetivarse eliminación
neonatal salvo ictericia diagnosticada atención. Se le practica una analítica del mismo a intestino en las 24 horas si-
como fisiológica (determinación de bili- que consta de un hemograma, que es guientes.

ALGORITMO 1:
ICTERICIA ICTERICIA

ICTERICIA (bili directa > 2 mg/dL o > 20% de bili T)

RN o lactante < 2 m

Ingreso para estudio

Anamnesis, expl.
Analítica inicial

Insuficiencia No insuficiencia
APP < 60% tras vit. K

Galactosemia Acolia No acolia


Tirosinemia
Hepatitis grave TORCH, VHB

Descartar AVBEH ¿Fenotipo peculiar?

Sí No

¿S. Alagille? Alfa-1-AT, TORCH, T4


ClNa sudor, biopsia
213
ALGORITMO 2:
ICTERICIA NIÑO ICTERICIA NIÑO MAYOR
MAYOR

Hiperbilirrubinemia conjugada
(bili directa mayor de 2 mg/dL o mayor del 20% de bili total)

Función hepática
(GOT, GPT, GGT, F.alcalina, coagulación...)

Normal Anormal

Síndrome de Dubin-Johnson
Síndrome de Rotor

Lesión hepatocelular Afectación vía biliar


(predomina elevación GOT, GPT, alt. coagulación no vit. K (predomina elevación de bili T y D, FA, GGT)
dependiente sobre aumento de bili, GGT, FA)

Historia clínica personal y familiar Ecografía hepatobiliar, TAC, CPRE

Enfermedad Enfermedad • Colecistitis calculosa o acalculosa


hepática aguda hepática crónica • Quiste de colédoco
(conocida o desconocida) • Colelitiasis
• Pancreatitis
• Neoplasia (linfoma, rabdomiosarcoma)

• Historia clínica (contactos personales, • Historia clínica personal y familiar


transfusión, fármacos, shock, sepsis, • Metabolismo del cobre
inmunosupresión cardiopatía...) (ceruloplasmina, Cu orina y sangre)
• Serología VHA, VHB, VHC, VHD • Alfa-1-antitripsina sérica
• CMV, VEB • Serología viral (VHC, VHB, VHD)
• Proteinograma • Perfil metabólico (pH, glucemia, amonio)
• Autoanticuerpos (LKM, ANA, ML) • Despistaje de tubulopatía renal
• Biopsia hepática (si no hay coagulopatía) • Biopsia hepática (si no hay coagulopatía)

• Hepatitis viral aguda • Enfermedad de Wilson


• Hepatitis tóxica o por fármacos • Déficit alfa-1-antitripsina
• Hepatitis autoinmune • Colangitis esclerosante
• Enf. veno-oclusiva (antec., quimioterapia) • Fibrosis quística
• Enf. injerto frente a huésped (trasplante MO) • Metabolopatías (tirosinemia, fructosemia…)
• Infiltración tumoral hepática • Hepatopatía por N. parenteral prolongada
• Hepatitis viral crónica (VHC, VHB, VHD)
• Colestasis intrahepática benigna recurrente
214

Potrebbero piacerti anche