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En ocasiones los del grupo "Pro choice" presentan argumentos creativos para
refutar el origen de la vida; me gustaría enunciar algunos para contestarlos. ¿Quién
sabe?, tal vez mañana te veas en la situación de opinar sobre el aborto y no sepas
contestar. Te invito por eso a seguir leyendo mi artículo. Ahora, si tu postura es a
favor del aborto, no te representa una pérdida de tiempo leer estas líneas. Vas a
conocer cómo piensa una persona a favor de la vida y posteriormente podrás
diseñar tu propia refutación.
Empecemos pues. Dicen los que apoyan el derecho a elegir, que el producto de la
unión de los gametos en las primeras fases de desarrollo no es un ser humano. Esto
es falso. Y para probarlo antes tenemos que agradecer a los científicos todo el arduo
trabajo que han dedicado con el fin de desentrañar los secretos de la genética.
Los "Pro choice" refutan esto diciendo que el cigoto es sólo una realidad biológica
que más tarde llegará a ser un ser humano. La verdad es que en el momento de la
fecundación recibimos nuestro patrimonio genético y sólo bastó desarrollarnos
para convertirnos hoy en adultos. El único cambio cualitativo ocurre en la
fecundación y en adelante nada sucede que nos permita afirmar que antes no
éramos seres humanos y ahora sí.
El cigoto sólo requiere de factores externos, como oxígeno y alimentación, para que
se desarrolle y esté en capacidad de vivir fuera del útero. El cigoto no se transforma
en ser humano como por acto de magia, simplemente se desarrolla en un proceso
constante y gradual desde un primer momento en el que depende del ambiente que
el útero le proporciona para recibir oxígeno y nutrientes hasta que puede por sí
mismo respirar y succionar leche.
Basándose en la dependencia del nuevo ser humano al inicio de su vida, los que
están a favor del aborto insisten en que no es un ser humano el hijo no nacido que
no sea capaz de vivir fuera del vientre materno, sino un elemento que forma parte
del cuerpo de la madre. Suena raro, pero llegan a esta conclusión partiendo de que
el embrión es sólo un puñado de células, como cualquier órgano o tumor del cuerpo
y que se puede extirpar por derecho de la mujer sobre su cuerpo.
Puedes concluir, por esto, que cuando alguien afirma que aquello que se desarrolla
en el vientre de la mujer embarazada es parte de su cuerpo, lo único que deja en
claro es su completa ignorancia.
Ojalá que el debate sobre el origen del ser humano nos lleve a un mejor
conocimiento del ser humano y con ello a una mayor estima de nosotros mismos y
nuestros semejantes. Si es necesario que agreguemos nueve meses a nuestra edad
para defender nuestro origen, yo seré el primero en hacerlo ante el Registro Civil.
Ya no hablaríamos de fecha de nacimiento, sino fecha de origen. ¿Te apuntas?