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La literatura moderna abarca las manifestaciones escritas con ciertas características puntuales que se
han desarrollado desde el comienzo de la Edad Contemporánea (periodo que inicia en 1793 con la Revolución
francesa) hasta nuestros días, y no a la literatura que se desarrolló en la Edad Moderna (entre los siglos XV y
XVIII).
Algunos ubican el inicio de la literatura moderna en el siglo XVII, en 1616, con la muerte de los dos más
grandes exponentes de la literatura mundial: Miguel de Cervantes y Saavedra y William Shakespeare. Se
dice entonces que las obras de estos autores, por su originalidad, sentaron las bases de este periodo
literario.
Desde Inglaterra y España se fueron propagando, entusiasmando en cada nuevo puerto a los ávidos
escritores. La visión individual del mundo comenzó a tener más fuerza, generando obras que han pasado a
ser clásicos de la literatura mundial, representando también un recurso histórico al cual recurrir por la
riqueza descriptiva que poseen.
Se deduce entonces que la literatura moderna responde a los esteticismos y contenidos (a los temas, al
alcance y oposición respecto a los precedentes) de las obras literarias, más que a una cronología en
particular. Por ende, en cada parte del planeta se puede palpar un inicio diferente, en cuanto a la fecha de la
producción de literatura moderna.
Según el contexto de producción que condicionó a los escritores, resultaron las obras. Las situaciones
personales, económicas, históricas y políticas jugaron un papel crucial en la elaboración de los distintos
textos en los diferentes géneros.
Esto permitió que dentro de este periodo literario nacieran diversos movimientos, con matices distintos que
le han dado mayor vida.
Romanticismo literario
Este movimiento literario se desarrolló a fines del siglo XVIII, teniendo como principal estandarte la libertad
del ser en sus distintas facetas de vida.
Nace para adversar al neoclasicismo y para dar al hombre las herramientas necesarias que le permitiesen su
emancipación política, artística y personal, y vivir conforme a su percepción de las cosas. Además, rechazó a
la razón como fundamento de vida y colocó a lo onírico y al sentir individual como prioridades en la
producción escrita.
Cuando el romanticismo empezó a ceder ante los cambios estructurales de las sociedades, dio paso a una
serie de corrientes que fueron consideradas sus derivados. A continuación se presentan estas y sus
significancias.
Parnasianismo literario
Este movimiento literario nació a principios del siglo XIX y tuvo como premisa principal el “arte por el arte”.
Simbolismo literario
Esta corriente literaria se desarrolló entre los siglos XIX y XX. Apareció como contraparte del aprendizaje por
repetición, a lo cual catalogó de adoctrinamiento, de cadenas que sujetan al ser. También se opuso a la
objetividad, aludiendo que la realidad general es la suma de las percepciones individuales de los seres.
Decadentismo literario
Este movimiento nació como contraparte del parnasianismo, se desarrolló entre los siglos XIX y XX. Echó por
tierra toda percepción estética relacionada con el “arte por el arte”, mostrando indiferencia ante los falsos
moralismos.
Presentó una producción literaria libre, arraigada en lo individual, en la sensibilidad del ser, en los rincones
más oscuros de la mente humana.
Realismo literario
El realismo literario tuvo un carácter netamente descriptivo y se afianzó en las posturas políticas e ideales de
izquierda. Su planteamiento solía ser extremista. Presentó una clara oposición a todo lo que representaba
religión y dominio de masas por medio de dogmas, por considerarlas cárceles de la conciencia humana.
Dentro de sus modos de expresión literaria más representativos están la novela psicológica y la novela
social. En estas se plantea de manera minuciosa cómo los individuos entretejen las realidades desde las
perspectivas subjetivas y cómo estas, por medio de intrincados acuerdos de convivencia, dieron paso a las
sociedades y sus reglas.
Ha sido común también la presencia de novelas costumbristas dentro de la corriente realista. Estas siguen
los mismos preceptos, solo que las realidades que describen están supeditadas a entornos bien delimitados,
tanto espacial como culturalmente.
Naturalismo
El naturalismo es una consecuencia del realismo. Apareció para dar razón y voz a los cuadros que se
presentan a diario en la vida de las sociedades. Describió con sumo detalle el vandalismo, la prostitución, la
indigencia, los niños abandonados y el silencio cómplice de las instituciones ante los delitos, por hablar de
algunos puntos.
Ataca radicalmente a las instituciones religiosas y las expone como parte del problema con sus doctrinas y
manejo de masas. Este movimiento es extremista, su estandarte es la denuncia, dejar expuestas las llagas
de la sociedad con el fin de que se enfoquen en curarlas o que se pudran.
Modernismo literario
El modernismo literario tiene sus raíces en la América latina. Se originó a finales del siglo XIX. Su
planteamiento principal busca hablar de lo que se vive en el instante histórico, pero deslastrándose de todo
sentido de pertenencia a alguna cultura en particular.
Vanguardismo literario
El vanguardismo literario apareció también como una contraparte del modernismo y apuntó hacia la
innovación partiendo desde el ser como sujeto creador de realidades. Además, plantea a lo onírico como un
mundo de posibilidades infinitas en lo que a producción literaria se refiere.
El vanguardismo literario busca renovar desde sus cimientos a la sociedad, acabar con los dogmas, con las
imposiciones, y apuesta al individuo por y para sí, como el núcleo mismo de las cosas, la razón de la
existencia.
En su discurso apunta a la libertad de expresión y al desorden de los parámetros habituales con los que el
sistema ha sometido a los individuos.
El impacto del vanguardismo fue tal que derivó en una serie de movimientos literarios alternos
alrededor del mundo. La facilidad de la comunicación a principios del siglo XX y los avances
en materia de transporte aumentaron la difusión de las ideas por todo el plano, generando una
efervescencia creativa sin igual.
Impresionismo literario
En sí, esta corriente literaria no derivó propiamente del vanguardismo, sino que fue un causal del
vanguardismo, dio paso a su consolidación. A este ideal se opusieron los vanguardistas, aunque reconocieron
haber obtenido de este movimiento la expresividad y la riqueza propias de sus discursos.
Expresionismo literario
Este movimiento literario, perteneciente al siglo XX, tiene por premisa la reestructuración de la realidad tal y
como la conocemos, con el fin de brindar salidas a los hombres de toda la serie de nudos y ataduras que las
sociedades han impuesto.
Planteaba la vinculación de las letras con el resto de las artes, aludiendo a sonidos, colores y movimientos.
Buscaba amalgamar las perspectivas para lograr la mayor manifestación posible —la más fidedigna— de los
pensamientos más internos del ser, como sus fobias y sus angustias.
Cubismo literario
El cubismo literario, nacido en el siglo XX, plantea lo imposible, la unión de propuestas antagónicas, la
creación de estructuras textuales inverosímiles que hagan al lector cuestionar la realidad.
Esta tendencia apuesta a la percepción del subconsciente, al cómo ocurren las cosas detrás de los ojos, en
los mundo particular de cada individuo.
Futurismo literario
El futurismo procura la ruptura con el pasado y la adoración hacia lo innovador. La máquina —y todo lo que
implique saltos desaforados de realidades en pos de lo avanzado— es el centro de atención y de culto.
Ultraísmo literario
El ultraismo literario tiene como fin la oposición acérrima a las propuestas modernistas. Platea el uso del
verso libre y se vincula directamente con el creacionismo y el dadaísmo, dando al ser la omnipotencia
creadora por medio de las letras.
Jorge Luis Borges, escritor ultraísta
Dadaísmo literario
El dadaismo literario surgió producto de la Primera Guerra Mundial. Se opuso en demasía a la burguesía y a
lo apática que resulta ante las realidades sociales.
Su discurso es absurdo e ilógico, teñido de finales inconclusos que dejan en lo incierto al lector. Presenta un
marcado uso de sonidos y palabras fuera de orden, que se presume tienen sentido para quien las crea, y el
significado viene dado por lo que cada quien desee entender.
Creacionismo literario
Surrealismo literario
El surrealismo literario es derivado del dadaísmo y se fundamenta en los estudios de Sigmund Freud. Por
medio de las letras se exponen las intimidades del subconsciente humano y toda la realidad propia de los
espacios oníricos.
Esta tendencia ha resultado una de las más pintorescas en cuanto a temáticas, además de una de las que
más deja al descubierto al escritor, por develar las facetas de sus adentros.
Características
Escape de la realidad
Se presenta como un escape de la realidad para los lectores, una especie de salvoconducto literario que
permite, de a momentos, abstraerse de las incomodidades que ocurren afuera.
El sujeto pertenece al todo y no a un fragmento del todo. Esto denota su universalidad y la ruptura de los
esquemas culturales impositivos que reinan desde antaño.
El lenguaje del emisor lírico puede presentarse sin someterse o subyugarse a realidad alguna, ni previa ni
presente. Por ende, defiende la unicidad, lo que hace al sujeto un ser indivisible con propiedades únicas, un
todo dentro del todo.
Busca cambiar las realidades, así como también mostrar la subjetividad y su influencia en el plano social.
Expone cómo la sociedad no hace a los individuos, sino que los individuos dan forma a las sociedades. El
sujeto es el centro de la temática, él recrea las realidades.
No deben confundirse los términos “literatura moderna” con “Edad Moderna” ni “modernismo literario”. Lo
primero, que es lo que atañe a este artículo, es un periodo literario en el que los autores que le integran
manifiestan en sus obras las características planteadas previamente.
Escritor español, del siglo XVI (1547-1616). Junto con William Shakespeare, es
considerado uno de los padres de la literatura moderna.
Obras
William Shakespeare
Escritor inglés, del siglo XVI (1564-1616), considerado uno de los padres de la literatura
moderna.
Obras
– Hamlet (1601).
– Macbeth (1606).
Théophile Gautier
Escritor y fotógrafo francés del siglo XIX (1811-1872), perteneció al parnasianismo.
Obras
Jean Moréas
Fue un escritor griego del siglo XIX (1856-1910) con tendencia a la poesía. Perteneció al
simbolismo.
Obras
Escritor francés del siglo XIX (1844-1896), fue fundador de la corriente del decadentismo.
Obras
– Primavera (1886).
– Mujeres (1890).
Honoré de Balzac
Escritor parisino nacido a finales del siglo XVIII (1799 -1850), perteneció a la corriente del
realismo.
Obras
Escritor francés del siglo XIX (1840-1902), más conocido como Émile Zola. Perteneció a la
corriente del naturalismo.
Obras
– Cuentos a Ninon (1864).
– La taberna (1877).
Rubén Darío
Poeta nicaragüense del siglo XIX (1867-1916), fue fundador del modernismo.
Obras
– Azul (1888).
Marcel Proust
Obras
Franz Kafka
Obras
– Contemplación (1913).
– La metamorfosis (1915.)
Escritor francés del siglo XIX (1880-1918), conocido como Guillaume Apollinaire.
Perteneció al cubismo.
Obras
– Alcoholes (1913).
– Caligramas (1918).
Obras
Hugo Ball
Obras
Poeta argentino de finales del siglo XIX (1899-1986), mejor conocido como Jorge Luis
Borges, fue uno de los fundadores del ultraísmo en España.
Obras
André Breton
Obras
Obras
– Ecuatorial (1918).