Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
TUTOR:
ALBEIRO CALLEJAS
PRESENTADO POR:
ID: 000467267
PSICOLOGÍA
VIII SEMESTRE
OCTUBRE 2018
RESUMEN CAPITULO 1 LIBRO “PSICOLOGÍA JURÍDICA” DE GARRIDO
Carson (2003), sin llegar a una definición tan profesional, la concibe como una
disciplina autónoma: como subdisciplina, como colaboración o como proyecto.
Ciertamente la psicología jurídica es una de las ramas aplicadas de la psicología,
pero, como afirmara clifford (1995) en la primera versión del Handbook of
psychology in legal contexts (Carson y bull, 1995), son muchas las disciplinas
psicológicas que han hecho su aportación a la psicología jurídica, desde los estudios
de la personalidad, los procesos básicos, la psicología evolutiva y la psicología
social. Cada una de estas disciplinas aplica sus conocimientos a las situaciones
legales, o elige las situaciones legales como campo para investigar de manera más
ecológica sus hipótesis teóricas. No es una disciplina, es un campo de aplicaciones
de los procesos psicológicos individuales y colectivos, es decir que la psicología y el
derecho han de relacionarse porque ambas tratan de la conducta humana. Siendo
esta una definición demasiado vaga, como si se dijera que la medicina y la religión
tratan del ser humano, por lo que otros, repiten sistemáticamente una definición que
aunque aparentemente aséptica, tampoco esta definición parece ser admisible ya que
las palabras se utilizan de manera equivoca, esta equivocidad puede observarse, en
lo que las disciplinas entienden por regular la conducta humana, la ley regula la
conducta por mandato y en función del poder de que esta investido el legislador para
obligar, incluso mediante sanción, a la ejecución o prohibición de determinadas
conductas, puesto que la psicología carece de este poder social. La psicología regula
la conducta acudiendo a los procesos que rigen el comportamiento humano. La ley
puede obligar la escolarización hasta los dieciséis años, independientemente de que
el adolecente o los padres se sientan o no motivados, en cambio la psicología
consigue que los adolescentes acudan a la escuela activando los procesos que
motivan una conducta.
La conclusión, la expresan los autores con estas palabras: (Esto significa que
podemos concluir que el castigo, en este caso, tiene un efecto preventivo general
(buikhuisen, 1988, p. 193). Pues no, lo que ha funcionado no es la prevención
general, sino una de las condiciones que la psicología conductista ha descubierto ser
necesaria para que la expectativa de castigo sea efectiva en la modificación de la
conducta: la probabilidad o la certeza de que será impuesto.
PSICOLOGIA FORENSE
Cuando Carson (2003) afronta este tema desde la perspectiva del sociólogo que
analiza las relaciones de las ciencias sociales con la ley, indica que el médico y el
abogado no son dos carreras, sino dos profesiones muy tradicionales que han
definido bien sus puestos en la sociedad, las nuevas disciplinas, como la psicología,
que quieran tener voz en el mundo del foro jurídico deberán ajustarse a su patrón.
Cabe señalar que cada vez es más normal la presencia del psicólogo en los
juzgados por temas de testimonios infantiles o problemas de adopción. Por lo tanto,
la psicología jurídica es un campo de especialización más amplio que el de la
psicología forense. Cualquiera que sea el área de especialización del psicólogo que
emite testimonio experto debe atenerse a las reglas del juego y representación legal.
El psicólogo jurídico juega un papel muy importante ya que mira más a la ley, a
diferencia del forense que solo hace lo que se pide en los juzgados, por lo que esto
no debería despertar la objeción de que la psicología jurídica es más teórica, porque
el psicólogo jurídico lleva a hipótesis los problemas que aparecen en la ley.
MARCO LEGAL
El derecho y quienes han hecho de él su profesión, quizá por tradición, acaso por
defensa de su antiguo título de letrados, parecen haberse atribuido al papel de
vigilantes de los valores sociales, lo que hace vivir al extraño que se les acerca una
sensación de dependencia, y estar dispuestos a hacer lo que ya leyes dictaminan y
los juristas recuerdan impositivamente como de obligado cumplimiento. Pero por
otra parte parecen simples mandados o escribientes de lo que el legislador aprueba o
lo que sus antecesores, especialmente si pertenecieron a las más altas instituciones
jurídicas, dictaminaron en casos semejantes, que nunca iguales.
La ley da por supuesta la psicología como algo de sentido común, y a partir de esos
supuestos legisla y juzga; al margen de que el sentido común no tiene por qué ser la
verdad. Uno puede leer en una sentencia judicial que en un niño está diciendo
verdad porque se muestra nervioso y no para en su silla mientras declara, esto,
científicamente, no está demostrado, esto científicamente, es una afirmación carente
de fundamento alguno. De hecho, lo que muestra la investigación es que el
nerviosismo indica mentira, no verdad (Depaulo, Lindsay, Malone, Muhlenbruck,
Charlton y Cooper, 2003)., pero si discuten afirmaciones como estas con quien firma
la sentencia, mantendrá con ahínco que la sentencia no contiene afirmación
psicológica alguna y que es perfecta desde la técnica jurídica.
Los juristas no discuten las conclusiones en aquellos casos en los que se acercan a
lo arcano (interpretación de los sueños) o a lo remoto (los problemas de la niñez),
cuando la psicología trata de los comportamientos de las personas normales:
memoria, percepción, atracción personal, poder de las circunstancias, estrés,
interpretación de la conducta no verbal, etc. Ahí ya no tiene nada que enseñar a una
persona con sentido común.
Según las investigaciones realizadas por Loftus (1979), yarmey y jones (1983) se
da por supuesto que las personas de la calle representan al sentido común, donde se
comparan las respuestas de los estudiantes de psicología en los primero y últimos
años con los de otras carreras, también en sus primeros y últimos años, indicando
los resultados que en muchas de las afirmaciones el hombre de la calle o el
psicólogo no coincide con los resultados de la psicología, probando que en algunos
temas el psicólogo si puede aportar algo más allá del sentido común.
Es importante resaltar como la psicología, con sus pruebas objetivas y sus teorías,
pudiera estar defendiendo la clase de naturaleza humana definida previamente por la
ley, la costumbre o las tradiciones.
Primero se enseña a los niños que es lo adecuado para cada edad y cuando se
estudian evolutivamente sus estadios de razonamiento moral se descubre que son
ontogenéticos. El mismo individualismo feroz se descubre en la teoría del
androginismo, según la cual la persona madura es la que desempeñaba por igual el
rol masculino y femenino.
a) La poca preparación en derecho que suelen tener los psicólogos que trabajan
en temas relacionados con el ejercicio de la jurisprudencia.
b) El simplismo de muchas de las propuestas que hacen a partir de muy pocas
investigaciones.
c) La falta de apoyo en teorías científicas solidas que respalden unos resultados
concretos.
d) La postura crítica y poco colaboradora que ha aportado la psicología jurídica
al poner bajo el microscopio las leyes y los procedimientos legales.
e) El haber abandonado los procesos y querellas civiles, de manera que la
psicología jurídica venga a confundirse con el estudio del delito, los modos
de juzgar y de rehabilitar al delincuente.
f) Las diferentes teorías existentes, y en conflicto unas con otras, que infunden
inseguridad a quien desde a fuera y con mente abierta, pretenden hacerles
caso
g) La poca colaboración y acercamiento al mundo real de la profesión jurídica,
dando la impresión de que en congresos y publicaciones vivimos mundos
paralelos autistas de imposibles encuentros que permitieran transvasar los
conocimientos que ambos mundos poseen sobre unos mismos
comportamientos e intereses de estudio.
h) El carácter localista de las investigaciones, que imposibilita un corpus de
conocimientos más universal y con mayor capacidad de generalización.
Con el fin de evitar un desencuentro real entre psicología y ley es necesario que en
los planes de estudios de ambas disciplinas existan asignaturas que permitan el
trovase científico entre estos dos campos de conocimiento, se aconseja que los
psicólogos lean obligatoriamente textos sobre la doctrina jurídicas, especialmente
sobre la filosofía del derecho, y los estudiantes de derecho lean algún manual de
psicología jurídica.
BIBLIOGRAFÍA: