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Estudio Bíblico Daniel 3

https://www.youtube.com/watch?v=1Wso3HM5z-U

Ya les decía a los hermanos que estamos estudiando el libro de Daniel. Y hoy nos corresponde
Daniel capítulo 3. Así que ya analizamos el capítulo 1 y el capítulo 2 de Daniel. Fue muy lindo el
análisis de estos capítulos. Los invito para que no vayan a perderse de éste Estudio Bíblico de
Daniel. Y hoy nos corresponde capítulo 3 de Daniel.
Recordando en la historia aquí está en Babilonia, está ocupando un cargo muy importante con
el Rey Nabucodonosor, Rey de Babilonia. Daniel era un príncipe, fue llevado cautivo desde
Jerusalén a Babilonia, y en la historia dice que el Rey exigió que de los jóvenes que habían
llevado de Jerusalén, escogieran algunos para que trabajaran junto al Rey, y entre ellos fue
elegido Daniel, quien halló gracia ante del Rey, y Dios lo respaldó, lo bendijo, y le dio la
capacidad de interpretar el sueño que había tenido Nabucodonosor.
Ya en el capítulo 3, Daniel está trabajando en la corte del Rey. Así que vamos a leer aquí el
capítulo 3, de pronto en algunos versos ustedes me van a ayudar, como es largo el capítulo y
para que nos rinda, yo leo dos versículos y ustedes leen uno.
Daniel 3:1
Daniel 3:2
Daniel 3:3
Ahí vemos cómo el rey Nabucodonosor dice: esta estatua de oro, y el día de la dedicación de la
estatua, él invita a todos los grandes para que vinieran a honrar esta estatua.
Daniel 3:4
Daniel 3:5
Daniel 3:6
Entonces aquí la sentencia, dice que el que no se postrara o se arrodillara ante la estatua, sería
echado en el horno de fuego.
Daniel 3:7
Daniel 3:8
Daniel 3:9
Daniel 3:10
Daniel 3:11
Daniel 3:12

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Entonces aquí vino la prueba y la trampa del diablo a Daniel y sus amigos, sus compañeros. El
diablo tendió esa trampa incitando al pregonero, a los que habían hecho esta ley, que todos
tendrían que venir a adorar esta estatua y los que no tendrían que ser lanzados al lago de
fuego. Entonces el diablo en su astucia, quiso hacerle mucho mal y mucho daño a Daniel.
Entonces leamos lo que sucede.
Daniel 3:13
Daniel 3:14
Daniel 3:15
Daniel 3:16
Daniel 3:17
Gloria a Dios. Qué hermoso es cuando uno engrandece a Dios. Cuando decimos que nuestro
Dios es poderoso, más poderoso que todos los dioses.
Daniel 3:18
Daniel 3:19
Daniel 3:20
Daniel 3:21
Es decir, vestidos los llevaron con su ropa.
Daniel 3:22
Daniel 3:23
Daniel 3:24
Daniel 3:25
Daniel 3:26
Daniel 3:27
Daniel 3:28
Daniel 3:29
Gloria a Dios. Vemos un milagro que Dios hizo. Otro milagro que Dios hizo aquí con estos
jóvenes salvándoles la vida de las llamas de ese fuego. Y salvándoles la vida ¿por qué?, porque
ellos testificaron, porque ellos engrandecieron el nombre de Dios, porque ellos no negaron a
Dios, ellos no se avergonzaron ni tuvieron miedo de decir que eran hijos del Dios Altísimo, del
Dios que hizo los cielos y la tierra, y Dios los premió, Dios es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

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Y así como en ese tiempo Dios premió y galardonó a estos jóvenes, les hizo este milagro,
nosotros también hoy recibimos de la mano de Dios muchas bendiciones cuando nosotros no
nos avergonzamos de Dios, cuando nosotros no negamos el nombre del Señor, no nos da
vergüenza decir que somos Cristianos, o que somos seguidores de Dios, que leemos la Biblia y
que somos practicantes de la Biblia.
Claro que nos debe dar vergüenza si decimos que somos practicantes y cristianos y estamos
viviendo en pecado, dando mal testimonio, pues ahí sí habría que darnos vergüenza y no
hablar, pero cuando nosotros estamos viviendo una vida recta y justa, entonces no tenemos
por qué negar el nombre del Señor sino glorificarlo, enaltecerlo, y estos jóvenes pues dieron
ese ejemplo de creer en Dios, ejemplo de seguridad, de confianza en Dios, de convicción en el
Señor.
Así que esto nos ayuda a nosotros también para saber y creer y pensar que existe un Dios
poderoso, y que las cosas por difíciles que sean, qué difícil es meter a unas personas en un
horno ardiendo, es un milagro, solamente Dios es el único que puede hacer un milagro de
estos.
Así como Él lo hizo, ¿cuántos milagros hoy Dios hará con nosotros?, quizás no de esa índole
pero sí otra clase de milagros Dios puede hacer en nuestras vidas: guardarnos, protegernos de
accidentes, protegernos de la mano de enemigos, de personas que deambulan en las calles
llenos de espíritus, llenos de drogadicción quizá y que no tienen su mente normal y que pueden
en cualquier momento atentar contra la vida de alguien solamente porque sí, porque el diablo
lo incita.
Nosotros estamos y andamos rodeados de peligros, y Dios nos está guardando, Dios nos está
protegiendo, Él nos protege, Él nos guarda, hay que confiar en el Señor, hay que confiar en Dios
y hay que amar a Dios y hacer la voluntad de Dios.
Preguntas
Entonces en esta noche vamos a estar aquí deleitándonos también con sus preguntas, con las
preguntas que ustedes tengan, que espero que vengan preparados con sus preguntas.
Mateo 27:51-53
Bien, pues Dios no le da tanta importancia a veces en detalle a los sucesos, a los
acontecimientos, realmente la Biblia es una síntesis de lo que Dios quiso o quiere o ha querido
mostrarnos a nosotros los humanos. Una síntesis es más que un resumen, así que Dios quiso
plasmar solamente lo necesario como para que nosotros creamos que existe un Dios que hizo
los cielos y la tierra, que nos hizo a nosotros.
Cuando dice que resucitaron, porque yo creo que ustedes han leído, que después de la muerte
del Señor cuando Él resucitó, dice que muchas personas resucitaron también. Eso estaba
profetizado por los profetas de la antigüedad, que en los postreros días la gente estaría

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resucitando porque vendría el Mesías, el Salvador, el enviado de Dios que traería buenas
nuevas y que Él estaría dándole vida a la gente, resucitándola.
Y así sucedió, porque cuando Cristo vino, dice que todos los que creyeron en Él, pues
resucitaron, y los que habían muerto dice que Él también los resucitó para darles la
oportunidad de salvación, pero no permitió Dios que se hiciera como tanto énfasis de contar
una historia en detalle de estas personas que resucitaron. Yo pienso que mucha gente se
escandalizó, la familia se escandalizó cuando vieron sus muertos otra vez caminando y
seguramente duraron algún tiempo, algunos años y después otra vez volvieron a morir.
Pero Dios cumplió su profecía que había dicho en la antigüedad que los muertos estarían
resucitando, y así como sucedieron esas cosas en el tiempo de Cristo, sigue la promesa y sigue
la profecía que el Señor dice: que en los postreros días los muertos en Cristo resucitaran para
vida eterna, cuando el Señor venga en las nubes por su Iglesia. Dice que los que han muerto en
el Señor resucitarán y los que están viviendo serán transformados e irán a la presencia del
Señor.
Dios no le da mucha importancia a los detalles, solamente dice: cree que hubo personas que
resucitaron y no te preocupes más. Solamente lo que Dios quiere destacar es su poder, su
gloria, demostrar que su palabra, la que Él habló siglos antes, se daba cumplimiento a esta
palabra profética, eso es lo importante.
Por eso nosotros todos quedamos a nuestra imaginación cuando leemos algunas parábolas y
algunas ilustraciones que el Señor dejó, entonces nosotros simplemente nos imaginamos cómo
pudieron haber sido los hechos, pero lo importante es el milagro que Dios hizo, eso es lo que
vale. Bien, seguimos.
Pregunta ¿Está bien que nos dirijamos a Dios como “papá Dios”?
Pues no, eso no es correcto, ni decir Papá Dios, ni decir Diosito, mi Diosito, mi papito lindo, mi
papá lindo, no, en esos diminutivos sería como falta de respeto. Es mejor hablar al Señor,
dirigirnos con palabras respetuosas, como: nuestro Padre, nuestro Creador, nuestro Dueño, el
Eterno, el Santo, el Justo, el que todo lo sabe, eso.
Jehová significa Dios de las batallas. Como deseemos nombrarle a Él, con mucho respeto, Dios
nos escucha, nos oye, nos entiende. Ya decir papito lindo, eso ya es inmadurez. Nombremos a
la gente, a nuestra familia, a nuestro íntimos de la casa son a los que los nombramos con estos
diminutivos. Nuestro Dios merece más respeto. Bueno, eso ya son cosas que vamos
aprendiendo así cada día.
Éxodo 19:13
La trompeta era la forma de Dios llamar la atención para que el pueblo se apercibiera, se
preparará para el milagro que iba a ocurrir, que era Moisés estar en la presencia de Dios allí en
el monte.

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La bocina pues era el instrumento porque en ese tiempo no había energía, no había luz, eran
unas bocinas, unos cuernos que empleaban como micrófonos, esos eran los micrófonos de ese
tiempo, para que la gente escuchara, porque mucha gente pues ya a la distancia no iba a
escuchar.
Fue una orden que Dios le dio a Moisés para que el pueblo estuviera atento, porque Dios se iba
a manifestar en ese lugar y todos tenían que estar preparados y si no pues morirían en el
instante.
Apocalipsis 10:7
Ya estamos nosotros en este verso, ya hoy en día ya estamos en “los días de la voz del séptimo
ángel”, nosotros ya estamos viviendo esta etapa desde hace 2.000 años, un poco más. Desde
que el Señor Jesucristo murió y resucitó comenzó el toque de la trompeta del séptimo ángel y
ya llevamos todos estos 2.000 años y todavía está el ángel tocando la trompeta.
Y dice que “el misterio de Dios”, pues es el Señor con su Evangelio que se comenzó a manifestar
y que todavía el Señor está haciendo su trabajo, su labor en el mundo.
La agente se ha olvidado de Dios, el mundo es muy mal agradecido con Dios, han desechado a
Dios, y razón tenía el Señor Jesús cuando decía que eran muy poquitos los que se van a salvar,
dice que el camino es muy angosto y estrecho para los que se salvan, pero es muy amplio para
los que van a la condenación, eso lo vemos exactamente, cómo es tan difícil para mucha gente
seguir el camino de Dios.
Y ya estamos en la séptima trompeta. Así que los que lean el Apocalipsis, lean lo de las 7
trompetas, qué sucedió en la primera, la segunda, y dice que en la séptima trompeta es cuando
ya Dios no le iba a dar más oportunidad a la humanidad, es cuando ya Cristo Jesús hizo su
trabajo y lo está haciendo, y un día ¿qué nos espera?: el Señor dice que viene en las nubes a
recoger su iglesia, su pueblo, y el resto de la humanidad se va a perder a la condenación,
quedan acá todavía viviendo quizás por muchos años, no lo sabemos, el tiempo de Dios no es el
de nosotros, pero quedan aquí, y mientras tanto Cristo reinará con su iglesia por un tiempo,
luego, si sigue leyendo el Apocalipsis, dice que después de eso vendrá un juicio final, donde ahí
sí ya todo se acabará.
Bueno, nosotros no pensemos tanto en ello, no meditemos en estas cosas, sino más bien en
éste momento en que vivimos, en ésta oportunidad que Dios nos está dando a nosotros de vivir
y que cada día que pasa abrimos los ojos porque estamos viviendo hoy un día más, amanecí,
estoy vivo, quiero aprovechar esto para seguir a Dios.
¿Para qué pensamos en el juicio final?, ¿Para qué pensamos en la séptima trompeta?, ¿Para
qué pensamos, inclusive, en la venida del Señor en las nubes? Seguramente nosotros, de
pronto, no vamos a ser testigos presenciales. Más bien pensemos que cada día que pasa y que
abrimos los ojos, decimos: gracias Señor porque me das un día más de vida porque tengo
mucho que hacer, tengo un pendiente, algo pendiente y es buscar lo espiritual, buscar los
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dones para ganar almas para ti, pero tengo que prepararme, tengo que limpiarme, tengo que
santificarme, tengo que apartarme del pecado, y tengo que hacer ese trabajo Señor, ese
trabajo que tú me has encomendado, tú me llevaste a la iglesia, me has traído a la iglesia, me
has dado a conocer tu palabra y ahora tengo que preocuparme por ese trabajo que tú quieres
que yo haga, en eso sí preocupémonos todos los días de nuestra vida, en como nosotros nos
vamos a presentar delante de Dios. No dormir, no cruzarnos de brazos en el sentido simbólico o
figurado, si no ser diligente en disponer el corazón para Dios y prepararnos con la doctrina, y
estar atentos, para cuando el diablo venga a trastornar nuestra vida espiritual estemos
preparados con doctrina y nosotros podamos combatir al enemigo y rechazar sus intenciones,
porque hay que seguir adelante, hay que buscar lo perfecto, hay que seguir por ese camino de
la perfección. Bien, vamos a seguir adelante con otra pregunta.
Pregunta ¿Cómo criar de la mejor manera a nuestros hijos?
Autoridad, eso es lo que hay que tener, autoridad moral. Para que los hijos obedezcan a sus
padres, los respeten, los valoren, los padres tienen que tener una autoridad también moral, un
ejemplo dar, porque si los padres no dan ejemplo, los niños ¿qué están viendo ahí en los
padres?, cuando los niños vienen en los padres palabras maldicientes, cuando ven riñas, pleitos
discusiones, ofensas, esto los niños lo van viendo, y le van perdiendo el respeto a sus padres,
porque el padre ¿cómo le va a decir que no grite? el niño le dice: y tú también ¿por qué gritas
cuando estás discutiendo con papá?, no digas groserías, esas palabras no se dicen, ¿y tú por
qué si las dices cuando estás de mal genio, por qué lo dices?
Entonces la educación, en el hogar, en la familia, con los hijos, la educación viene primero por
el adulto. Si el padre y la madre no tienen educación, un buen comportamiento como esposos,
como padres, como dos personas que conviven, entonces los niños tampoco van a tener esa
educación, tampoco les van a escuchar, les van a respetar.
Si ustedes se dejan llevar de la ira, del mal genio, de la altivez, con rabia y con ira, comienzan a
gritar al niño o a la niña y a reprenderlo con gritos, con regaños y amenazas, el niño nunca le va
a escuchar a usted, porque a él le va a dar mal genio también, le va a dar ira y se va a poner
rebelde y más rebelde.
Entonces si usted le habla con educación porque usted es una persona educada, que guarda sus
discusiones y su ira y su mal genio a solas en privado, y al niño le habla solamente, le hace ver
las cosas, hace que él razone, seguramente el niño le va a oír, lo va a escuchar, porque todo eso
viene desde el nacimiento, de la forma de criar.
Si se le tolera al niño todo lo que quiere hacer, será un niño maleducado, malcriado siempre.
Así que esto es algo muy complejo y muy difícil, difícil es. Hay padres y madres que tienen sus
hijos dentro de la Iglesia, seguramente ellos han cambiado y por dar buen ejemplo, buen
testimonio y agradar a Dios, se portan muy bien en su hogar y sus hijos ven un buen ejemplo de
ellos. Pero hay padres que cuando vienen a la Iglesia ya traen a sus hijos, ya vienen con un niño
de 2, 3, 4, 5, 8, 10 años, ya vienen con malas costumbres tanto los padres como los niños, con
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malos hábitos, con resabios dicen por allá en mi tierra, y qué difícil es, Dios es el único que
puede hacer el milagro, primero en los padres y después en los niños, imposición de manos
para los padres e imposición de manos para los niños, y los padres ya comenzar a llevar una
vida recta ante el Señor para que los niños también cambien, porque todos han venido con
todos los defectos.
También hay que tener en cuenta que la humanidad está sufriendo el flagelo de los espíritus
malos, de las brujerías, de las hechicerías, de las maldiciones. El mundo ha vivido de eso porque
el mundo se ha apartado de Dios, entonces le han dado honra al diablo con todo esto de las
brujerías, hechicerías y maldiciones. Infortunadamente hay familias que tienen esas
maldiciones, vienen con las maldiciones, entonces los hijos y los nietos y bisnietos y así
sucesivamente, van heredando también esos malos comportamientos por causa de todas estas
maldiciones, eso también sucede. Y ahí no vale ni educación, ni castigo, ni hablar de buena
manera, porque siempre habrá la rebeldía, la desobediencia, la incomprensión, entonces es el
milagro por parte de Dios que hay que esperar, que Dios haga el milagro a los padres, que Dios
haga el milagro a los niños, a los jovencitos, a los grandes, o a los adolescentes.
Eso es complejo ese asunto, pero ¿qué les diría yo a los padres, a los que han venido aquí, han
conocido el camino de Dios? Los que han venido con sus hijos ya y conocen este camino,
pídanle a Dios que les ayude, pídanle a Dios que cambia al niño, y trate usted de darle buen
ejemplo. Y aquellos que han tenido a sus hijos dentro de la Iglesia pues con mayor razón el
ejemplo debe ser muy notorio en el hogar para que los niños no vayan a ser niños maleducados
o rebeldes o desobedientes.
Y acudir a la oración y acudir a la imposición de manos y a pedirle a Dios que haga ese milagro,
porque esto es muy difícil y muy complejo, se sale de las manos estas cosas. Entonces los
padres se llenan de ira y quieren que sus hijos sean un modelo cuando ellos no son modelo de
padres, eso se necesita el complemento, todo se necesita. Y hablarles a los niños y enseñarles
porque a ellos se les enseña y que oren por los niños también.
Al niño ya de 6 años, de 8 años, ya le pueden dar una profecía. A un niño de 8 años le pueden
dar 2 profecías al año por ejemplo; al niño de 10, 12 años, se le dan unas tres profecías al año,
eso les va a ayudar también a los niños, porque ellos van a escuchar que Dios les está hablando
y ellos se van a poner felices que Dios les va a ser una promesa a ellos. Entonces eso ayuda
también a los padres en su hogar para que a los niños se les quite esa necedad cuando oran por
ellos.
Entonces los niños también tienen derecho a que les profeticen, eso yo lo había enseñado
alguna vez, no sé si se estará realizando eso o no, pero pues vuelvo y recuerdo, para que
ustedes también permitan que los niños reciban profecía, y esa es la ayuda que ustedes padres
tendrán para que sus hijos cambien, es eso, bueno, todo depende de que nuestro Dios es el que
nos ayuda, porque hay muchas cosas difíciles para nosotros los seres aquí en la tierra. Bien,
seguimos, otra pregunta.

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Pregunta ¿Qué debe hacer una familia que por 25 años ha sido objeto de maldiciones,
brujerías, enfermedades mentales, violaciones? Efesios 6:12
Lo que estábamos diciendo ahora con el asunto de la crianza de los niños. Aquí en Efesios 6:12
dice: porque no tenemos lucha contra seres humanos, que es sangre y carne, sangre y carne
son seres humanos, sino tenemos lucha y nos enfrentamos contra principados, potestades,
gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, es decir
los demonios, los demonios, los espíritus malos o demonios, que son los que nos hacen tanto
mal a nosotros, tanto daño.
Y la humanidad los ha usado para hacer las maldiciones, para las brujerías, las hechicerías, para
todo eso ha empleado esos espíritus malos. Y esos espíritus malos son los que viven y quieren
vivir y habitar en el cuerpo de una persona, y si habitan en el cuerpo de una persona pues
hacen que la persona tenga comportamientos desordenados, actitudes malas, en desorden,
que viva infeliz y que haga infeliz a los que le rodean, porque la persona pierde su cordura,
pierde su razonamiento propio lógico, así que ese es el sufrimiento, esa es la lucha.
Para la hermana que pide consejo, dice que su familia ha vivido, ha sufrido el flagelo de las
brujerías, de las maldiciones, de las enfermedades, y es lo mismo que está aquí, entonces ¿cuál
es la solución?, ¿cuál será la solución?
Dice el Apóstol: vestidos de la armadura de Dios, ceñidos los lomos con la verdad de Dios, la
justicia de Dios, la Palabra de Dios, la fe, el confiar en Dios, el creer en el Señor y confiar que
Dios va a hacer el milagro en sus vidas.
No duden. A la hermana le digo: no dude. Usted llegó aquí a la iglesia porque Dios quiere
salvarla, salvar a su familia y bendecirlos y libertarlos de esas enfermedades, de espíritus, de
brujerías, de ataduras del diablo, no dude, confíe en Dios, confíe en el Señor, viva una vida recta
delante de Dios, porque aquí dice que hay que estar vestidos con esa armadura de Dios:
rectitud, santidad, justicia, paz, confiar en Dios, tener la doctrina, orar, buscar a Dios, disponer
el corazón para Dios, esa es la vestidura que Dios quiere que tengamos, revestirnos de creer en
Dios, de fe en el Señor y confiar en Él, y Dios hará el milagro y Dios va a hacer el milagro, porque
esa es la promesa, esa es la promesa y eso es lo que Dios le dijo desde el principio a sus
Apóstoles: prediquen y enseñen esto: todo el que crea en mí, todo el que venga a mí tendrá
libertad, tendrá sanidad, tendrá vida eterna.
Entonces si nosotros no vemos resultados positivos es porque estamos dudando, es porque
estamos creyendo otras cosas, esperando en otras cosas, porque nuestra mente no está
ocupada en el Señor. Pero si nos aferramos a Dios y a sus promesas la liberación viene en el
momento menos pensado. Y así que usted hermana no se preocupe que va a haber sanidad y
limpieza y liberación para su familia, y este flagelo de brujería se va a quitar y todos van a ser
limpios y sanos, así que usted no se angustie, crea que es Dios, la mano de Él que les va a

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bendecir a todos ustedes y los va libertar. Bien, seguimos adelante, seguimos adelante con otra
pregunta.
1 Corintios 11:10
Esta enseñanza Dios la dio al pueblo de Israel, al pueblo judío. Dios le dio unas pautas a Moisés
para que le enseñara el pueblo, o Dios le enseñó al hombre como era que tenía que vestirse. Y
cuando Dios le dio los mandamientos a Moisés, muchos reglamentos, muchas leyes y
ordenanzas Dios le dio a Moisés de cómo viviría el pueblo para que fuera un pueblo diferente
de todas las demás naciones, se distinguiera entre todas las naciones.
Por eso le prohibía, porque en ese tiempo también existieron muchos grupos de judíos, había
muchas corrientes judías, cada grupo creía en una cosa, tenían sus creencias y se dividían, no
eran unidos, no había una sola creencia en Moisés, sino que ellos se dividieron y habían varias
corrientes de judíos. Había un grupo donde los hombres usaban unos turbantes, la cabeza
cubierta con un velo, y otras corrientes de judíos no usaban eso.
Y aquí cuando conocen la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo, entonces a ellos les enseñaba
que los hombres no tenían porque estar cubriéndose la cabeza, que eran las mujeres las que se
tenían que cubrir en ese tiempo, en la costumbre de los judíos.
Y por eso les decía que los varones no tenían que estar orando con la cabeza cubierto si no
descubierta porque estaba hablándole a esa corriente que se había dividido en sus creencias,
porque todos formaron, cada uno, cada grupo formó su propia religión de la ley de Moisés. Y
eso es lo que así cuenta la historia.
En cuanto a lo de los ángeles, pues no nos enseña mucho la Biblia, no nos dice muchas cosas, es
el único versículo que existe, entonces no podemos definir exactamente qué fue lo que él dijo
cuando dijo que la mujer debía tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los
ángeles, y que por eso Dios le decía a la mujer que tenía que tener sus cabellos largos.
Pero en ese tiempo por causa de todas esas corrientes y creencias, el Apóstol se enfocó en este
tema, en este tema de cómo era que tenían que los hombres orar y las mujeres orar. Entonces
les enseñaba que los hombres se podían cortar el cabello y que no se colocaron nada en la
cabeza, y que la mujer dejara su cabello, que era lo que Dios le había dado, en vez del velo que
usaban las mujeres en la antigüedad también. Entonces el cabello de la mujer es en vez de ese
velo. Bueno, fueron cosas que Dios le enseñó a ellos, a los antiguos.
Pero ya nosotros en el Señor, el Espíritu Santo que ha venido enseñando la doctrina desde hace
2000 años, el Espíritu Santo que hoy en día está con nosotros y nos revela, nos enseña muchas
cosas, nos muestra muchas cosas, nos ha enseñado la forma de vestir, la forma de hacer las
cosas, y en cada país, en cada cultura, de acuerdo a muchas costumbres, de acuerdo a muchas
creencias, el Espíritu Santo va enseñando el decoro, enseñando la moderación, que la
moderación es mundial, el decoro es mundial, el respeto es mundial, entonces Él nos va

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enseñando que nosotros no seamos exagerados en nuestra manera de hacer las cosas, ni de
pensar, sino todo con recato y con moderación, con sabiduría.
Y esto de cubrirse pues lo usaban los judíos. Pues nosotros sabemos que en ese tiempo había
muchas naciones que no eran judíos y ellos tenían una marea de vestir diferente, pero cuando
se convierten al cristianismo entonces es cuando viene la controversia de que cómo habría que
vestirse. Los Apóstoles trataban de unificar en esta situación de la manera de vestirse para
evitar problemas, dificultades, para evitar también penas de muerte, porque había pena de
muerte en ese tiempo por violar ciertas tradiciones.
Y por eso el Apóstol se ocupaba en estas cosas, pero realmente nosotros hoy hemos visto por el
Espíritu Santo que no tiene tanta importancia, que lo más importante es el corazón, es tener en
el corazón los valores, las virtudes y las cualidades para Dios, para servirle a Dios y servirle a la
humanidad. Eso es lo que Dios está mirando. Por eso el Señor Jesucristo también criticaba tanto
a los judíos diciéndoles que ellos vivían pensando en las cosas físicas, materiales: que si se lavan
las manos, que si se lavan antes de comer, que si después de comer, que si se lavan los
recipientes. Y le criticaban al Señor tantas cosas y el Señor decía: critican de todo lo físico, lo
material, pero no miran su corazón que está oscuro y lleno de pecado y de maldad.
Entonces el Espíritu Santo ha venido a enseñándonos a nosotros muchas cosas prácticas, los
valores primero, que en el corazón de un ser no existe el rencor, no exista la envidia ni la
ambición, ni la codicia, ni desearle el mal al prójimo, que no exista eso, que eso es más notorio
que usted cómo está vestido. Sí, el vestido es importante, el decoro, pero no poner tanto el
corazón en estas cosas sino en aquello que dice que de la abundancia del corazón, dice que
habla la boca. Si en usted, en su corazón está Dios, están los valores, las virtudes, las cualidades,
pues lógico que externamente usted también va a demostrar en su manera de vivir, en su
manera de comer, de beber y de vestir, va a mostrar lo que hay aquí en el corazón.
Salmos 132:4-7
Está hablando aquí, no sé los que hayan leído la Biblia si recuerdan que en la antigüedad, los
filisteos se robaron el arca de Dios. Los filisteos se llevaron el arca de Dios para la tierra de ellos,
para su nación. Dios castigó tanto a los filisteos que a ellos les tocó devolver el arca y la
enviaron siendo halada por una vaca. Dice que en una vaca iba el arca y que mandaron a esa
vaca que se fuera sola y ella se fue sola caminando hasta que llegó a un lugar. Y cuando llegó a
cierto lugar estaban los personajes del pueblo de Israel esperando recuperar el arca de Dios. Y
dice que el arca se iba a caer y alguien tocó el arca para que no se cayera, entonces Dios castigó
a esta persona y murió.
Salmos 132:4-5
Entonces David, el Rey David que era el que estaba en ese tiempo reinando, él se regocijó tanto
con la recuperación del arca, que él inspirado por el Espíritu Santo cantaba éste cántico y por

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eso él decía: no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle lugar
para Jehová, morada para el fuerte de Jacob. David quería construir el templo para Dios.
v6. Y entonces dice: He aquí en Efrata lo oímos; Lo hallamos en los campos del bosque. Lo
hallamos o la hallamos, porque era el arca de Dios, que es lo mismo que el tabernáculo de Dios.
El arca de Dios es igual que decir el tabernáculo de Dios, lo podemos decir en masculino y en
femenino en el idioma español. Podemos decir el tabernáculo de Dios o el arca de Dios. Por eso
aquí en este español, en esta Biblia dice: He aquí en Efrata lo oímos y lo hallamos, es decir,
hallamos el tabernáculo de Dios en los campos del bosque.
Salmos 132:7
Y hace una invitación: entraremos en su tabernáculo: cuando ya esa arca esté en el templo,
entraremos al tabernáculo de Dios, ¿para qué?, para postrarnos y adorar a Dios.
Entonces eso es lo que está aquí cuando preguntan que por qué está hablando en plural, es
porque el tabernáculo dice: “lo hallamos”, es porque fueron varias personas, el rey David con
otro grupo de personas fueron los que encontraron el arca y la rescataron y la llevaron o
encontraron el tabernáculo de Dios, que es lo mismo, y lo llevaron allá para el templo, es eso.
Entonces aquí lo que cambia, a veces en el español cambia la palabra pero significa lo mismo.
Cuando dice que “lo hallamos”, era un grupo de personas, “hallamos esa arca”.
En la Biblia antigua, en una Biblia que es más antigua que ésta dice: “la hallamos en los campos
del bosque”, “la hallamos”, es decir, al arca, pero aquí dice es del tabernáculo: “lo hallamos en
los campo del bosque”, es lo mismo, así que esto no nos vaya a confundir. Seguimos.
Levítico 22:2
Dice que no se coman [las cosas santas], porque dice:
Levítico 22:2
Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de las cosas santas que los hijos de Israel me han
dedicado, y no profanen mi santo nombre. Yo Jehová.
Levítico 22:3
Diles: Todo varón de toda vuestra descendencia en vuestras generaciones, que se acercare a las
cosas sagradas que los hijos de Israel consagran a Jehová, teniendo inmundicia sobre sí, será
cortado de mi presencia. Yo Jehová.
Es decir, el pueblo de Israel llevaba las primicias y los diezmos en especie: trigo, cebada, avena,
vacas, bueyes, ovejas, esas eran las primicias, los frutos y los diezmos que ellos llevaban al
templo, y dice que si el sacerdote y sus hijos, tomaban estas cosas para comérselas estando
ellos en inmundicia, no se habían preparado, no se habían bañado, no habían lavado sus ropas,
no estaban bien delante de Dios, entonces el Señor los castigaba, era lo que le estaba diciendo:

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cuando entren al altar a participar de las cosas sagradas, de las ofrendas, a comérselas, porque
primero las ofrecían a Dios así en el ritual, ofreciéndole a Dios y después los sacerdotes y su
familia se comían esta comida.
Entonces por eso estaba enseñándoles que ellos tenían que estar limpios, santificados para
entrar al templo a comerse las ofrendas de lo que el pueblo había ofrecido a Dios, y que ya era
santo. Es eso. Bueno, seguimos.
Génesis 41:15-16
José lo que quiso destacar es que era Dios el que daba esa capacidad para interpretar, no era el
hombre, no era fulano de tal, no. No era cualquier persona que estuviera interpretando sueños
sino que le dijo: es Dios. Dios es el que hace las interpretaciones, no soy yo. Porque a él le dice:
que tú haces, que tú interpretas. No, es Dios. Él quiso destacar.
Así como nosotros hoy cuando Dios nos dice: imponga manos por sanidad y usted impone
manos y la persona se sana. Entonces alguien dice: Ay, usted disque sana a la gente con la
imposición de manos. Y usted dice: no, yo no, es Dios, es Dios el que sana, yo solamente soy un
instrumento en la mano de Dios, pero Él es el que hace todo. Eso fue lo que sucedió con José
cuando dijo que era Dios el que hacía todo, no era él el que supiera mucho. Seguimos.
Pregunta ¿Qué pasaría con las personas de oriente medio, que tienen 4 esposas, si llegaran a
la Iglesia?
Yo pienso que ni la gente, ni la Iglesia, ni el predicador deben entrometerse en la vida privada
de alguien. No deben decirle: usted haga esto, lo otro, tiene que ser así y asá. No. Espere que es
Dios el que va a hablarle a la persona, Dios le va a hablar y Dios es el que le va a decir, no la
gente, ni el predicador le va a decir: bueno, usted tiene que de ahora en adelante tener una
esposa, sepárese, haga esto, lo otro, no. Es Dios. Cuando Dios le diga a una persona, le dé la
orden, que está muy mal lo que está haciendo, la misma persona lo va a entender, lo va a
comprender, porque Dios le va a hacer a esta persona el milagro de quitarle esa tendencia que
tiene.
Pero esperemos a que sucede el primer acontecimiento porque hasta ahora no ha sucedido.
Hasta ahora la gente que conoce, la gente que son musulmanes y judíos que yo conozco y que
viven acá en Colombia, que los conozco, ellos tienen una sola esposa, porque ellos se han
adaptado a la cultura y al gobierno del país. Entonces ellos se adaptan a la cultura y al gobierno
del país. Entonces tienen una sola. Los que yo conozco tiene una sola esposa, y se les pregunta
¿y por qué?, dicen: porque las leyes de aquí, de este país, no permiten que un hombre vaya a
tener dos o tres esposas, entonces si yo vivo en este país, tengo que adaptarme a las leyes de
este país y tengo que obedecer. Es eso.
Allá como esa es la Ley y la costumbre, lo hacen. Entonces la pregunta sería: ¿y si llega la
Palabra de Dios a esos lugares?, algunos no permiten otra religión, algunos lugares no permiten
que haya otra religión, sino la de ellos nada más. Pero supongamos haya algún lugar donde
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permitan otra religión, que llegue la Palabra de Dios verdadera, Dios entrará a enseñarle a estas
personas la forma correcta de vivir y Dios les enseñará y les cambiará su corazón, les cambia sus
actitudes, sus pensamientos, su manera de pensar les va a cambiar, eso es Dios el que hace eso.
Nosotros no nos preocupemos por ir a ordenar o a entrometernos en eso, si no respetar y
esperar que Dios haga el milagro, porque Dios es el que hace el milagro en estos asuntos.
Así como les tocó a los discípulos al principio. Los Apóstoles ellos eran judíos y estaban con la
costumbre y sin embargo el Espíritu Santo, Dios les reveló que de ahora en adelante todo el que
se diga Hijo de Dios, ser cristiano Hijo de Dios, solamente podrían tener una sola esposa, una
sola mujer. Eso ya lo enseñó el Espíritu Santo, los Apóstoles lo comprendieron, comenzaron a
enseñar. Por eso se hicieron a tantos enemigos, por eso los persiguieron para quitarles la vida,
porque nadie aceptaba esa enseñanza, ¿cómo es posible que una sola mujer?, no, eso no puede
ser así, hay que darle muerte a estos que están predicando estas cosas. Porque son doctrinas
muy duras para la gente cuando tiene una costumbre, una cultura, pero es Dios el que hace el
milagro.
¿Cómo es que los Apóstoles y muchos judíos en aquel tiempo creyeron?, y Dios los usó y
aceptaron y obedecieron a la palabra del Señor y se adaptaron a esa nueva vida que el Espíritu
Santo les estaba ofreciendo. Todo es cuestión de Dios y que la gente se adapta al plan del
Señor. No nos preocupemos, respetar, ni siquiera ir a tocar ese tema, sino más bien es que sea
Dios el que enseñe, que Dios les revele, que Dios les muestre, si es que verdaderamente Dios
tiene un plan para estas personas, un plan de salvación, pues entonces Dios les revelará y los
cambiará, eso es lo que sucede.
Juan 20:22:23
En aquél tiempo cuando ellos hacían confesión de pecados es porque ellos siendo judíos, para
ellos fue muy difícil creer en Cristo Jesús y como ellos mismos entregaron al Señor para para ser
crucificado, es por eso que en las primeras predicaciones, por ejemplo cuando el Señor le dijo al
Apóstol Pedro que le iba a dar las llaves del Reino, se refería al primer mensaje que Pedro dio el
día de Pentecostés, que vino el Espíritu Santo, todos hablaban en lenguas y todos profetizaban,
y luego Pedro se levantó y le predicó como a 3000 dice [la escritura], y que él comenzó a
predicar el evangelio por primera vez, el primer sermón, entonces ahí se cumplió la palabra que
el Señor Jesús le dijo: te daré las llaves del reino, porque las llaves son para abrir una puerta.
Entonces él abrió con ese sermón que dio ese día y dice que 3000 se convirtieron.
Y él comenzó a predicarles, eran judíos, y como ellos habían sido enemigos y habían entregado
al Señor en la cruz, por eso ellos les decían que tenían que confesar sus pecados y ellos dicen
que se bautizaban y confesaban sus pecados, confesaban sus faltas, pero ya después cuando
estas cosas pasaron ya el Espíritu Santo ha enseñado, o a través del tiempo Dios ha revelado
que a Dios es al único que se le confiesan los pecados, no a ningún ser humano. Ellos lo hacían
en ese tiempo porque estaban tan emocionados y porque ellos se sentían culpables por haberle
dado muerte al Señor Jesucristo, por eso ellos decían: sí, somos culpables. Por eso el Apóstol les

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decía: arrepiéntanse, arrepiéntanse de todo lo que ustedes hicieron con El Salvador, con el
Señor de gloria. Entonces decían: sí, nosotros lo entregamos, nosotros no creímos en Él. Eso era
lo que ellos confesaban.
Hoy a nadie se le deben confesar pecados sino a Dios. Y cuando el Señor le da facultad a los
Apóstoles, cuando les dice: lo que ates en el cielo será desatado en la tierra o lo que ates en la
tierra será desatado en el cielo, está hablando del respaldo que Dios da a sus hijos o hijas
verdaderos que hacen la voluntad de Dios. Los hijos de Dios o las hijas de Dios serán personas,
serán Profetas, Apóstoles, Evangelistas, Pastores, Maestros. Serán los verdaderos hijos de Dios
que tienen los dones y que viven una vida recta y santa, esos son los hijos de Dios, a estas
personas Dios los faculta, les da respaldo para atar y desatar.
¿Qué significa atar y desatar? Que la palabra hablada por uno de sus hijos que sea Profeta, sea
Apóstol, sea Maestro o sea Evangelista, lo que sea, cuando abre su boca Dios le respalda lo que
esta persona dice. Esta persona le dice: usted va a ser sano de esa enfermedad y Dios le hace el
milagro y lo sana porque está respaldándole la palabra a su hijo o a su hija que son los hijos de
Dios. Estoy hablando para que entendamos mejor.
Entonces eso es lo que se llama atar y desatar. Que si la persona le dice al otro: usted va a ser
castigado porque cometió un pecado delante del Señor, está poniendo en escándalo a la iglesia,
usted está dando mal testimonio, le está dañando la vida espiritual a muchos, así que usted va
a ser castigado, el Señor lo va a reprender, pues el Señor lo castiga y lo reprende porque le
respalda la palabra que está diciendo este hijo o está hija de Dios, y que sea, repito, Profeta,
Apóstol, Evangelista, Maestro, como sea. Es eso hermanos.
Entonces nosotros en la Iglesia, nosotros no vamos a darnos títulos. Ni a decirle a la gente ni al
mundo: es que yo soy y es que tengo, sino que sea la gente que diga: aquel tiene, aquella tiene
de Dios, a aquel Dios lo usa, a aquella Dios la usa, este es un hijo de Dios porque mire sus frutos
que da, mire la forma como Dios lo está usando, que sea la gente. Nosotros no vamos a
ponernos títulos ni vamos con vanidad, con vanagloria a decir que yo soy, que tengo mucho,
como quizás lo hacen en muchos lugares, en muchas denominaciones, dónde les encantan las
posiciones, los puestos, los primeros lugares, que los honren, que la gente se les incliné para
saludarlos porque eso es lo que busca el mundo, los primeros lugares.
Pero nosotros aquí estamos buscando es a Dios y es Dios el que nos pondrá en el lugar que Él
quiere y es Dios el que da testimonio de nosotros. Entonces nosotros por eso aquí en la iglesia
del Señor general, yo sé que hay profetas, yo sé que ya está el Apostolado, yo sé que ya hay
Evangelista, yo sé que ya hay Maestros de la palabra, yo sé que hay muchas personas hombres
y mujeres que tienen dones espirituales que Dios los usa, lo sé a nivel general.
Pero nosotros no estamos nombrando ni poniendo en revistas y periódicos que el hermano
fulano de tal es el Evangelista o la Evangelista o el Maestro o la Maestra, porque eso nos queda
mal, y el día que lo lleguemos a hacer Dios nos quita la bendición, Dios inmediatamente entra a

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proceder, y dice: ¿usted se está volviendo vanidoso, orgulloso?, ¿se está volviendo
vanaglorioso?
Entonces nosotros por eso quizás somos modestos, todos somos modestos, quizás usted
también es modesto y modesta porque usted no se pone a pregonar: es que yo tengo el don de
la profecía, es que yo tengo visiones y Dios me usa, Dios me usa más que a los demás, ¿no?,
porque el día que hagamos estas cosas Dios nos quita todo.
Entonces nosotros tenemos esto que dice aquí la Biblia: el respaldo de Dios. Tenemos también
esto que el Señor dice: atar y desatar. Eso lo tenemos nosotros aquí a nivel de Iglesia en
general, porque son muchos los milagros y los testimonios que la gente da de las enseñanzas,
de la Palabra, de la profecía, de la enseñanza, la gente da testimonio y es donde nos damos
cuenta que se están cumpliendo estos versos de estas bendiciones que el Señor le dio a los
Apóstoles, que todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo o viceversa. Y que hablar,
abrir la boca, que Dios respaldará a sus hijos y a sus hijas.
Por eso hermanos y hermanas les invito a que ustedes busquen ese título maravilloso de ser
hijos de Dios o hijas de Dios. Busque ese título porque eso sí hay que buscarlo, ser hijo de Dios o
hija de Dios, búsquelo con todo su corazón y dígale a Dios: dame Señor ese título, ayúdame
Señor porque yo quiero ser tu hija o tu hijo. Gloria a nuestro Dios. Eso es lo que buscamos
nosotros. Seguimos con otra pregunta.
Números 18:1
Llevar el pecado es que ellos eran responsables. El sumo sacerdote tenía que llevar el pecado
de todo el pueblo. Una vez cada año entraba al Lugar Santísimo en el tabernáculo o en el
templo de Dios, y con la sangre de los animales entraba al Lugar Santísimo y hablaba con Dios y
le pedía perdón a Dios de sus pecados y después le decía: Señor perdona los pecados del
pueblo que está aquí afuera. Eso es lo que significa que “él llevaba los pecados del pueblo”.
Entonces ahí dice que le repartía los pecados y dice que los sacerdotes también llevaban su
pecado por ellos mismos. Cuando cometían pecado tenían que pedirle perdón a Dios y después
si pedirle perdón a Dios por los pecados de la gente.
El Señor Jesucristo como sumo sacerdote llevó los pecados de la humanidad que cree en Él,
porque no es de todo el mundo, es de aquellos que creen y se convierten a Cristo, de ellos es
que el Señor Jesús llevó todos los pecados, Él se hizo cargo de esos pecados y le dijo al Padre:
Padre yo voy a pagar por todos aquellos, por los que están presentes y por los futuros que
vienen, por los que han de nacer en el futuro que crean en mí, por ellos yo voy a pagar.
Entonces el Padre le aceptó a Él ese sacrificio y le dio el castigo que el Señor Jesús sufrió en la
cruz para perdonar los pecados de la humanidad.
Entonces Cristo como sumo sacerdote llevó el pecado del pueblo, pero aquél pueblo que se
convierte a Dios, no de los que no se convierten a Dios, porque a ellos sí les espera la
condenación.
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Esto era lo que hacían los sacerdotes en la antigüedad a quienes Dios les dijo que tenían que
ellos representar, porque ellos eran el simbolismo o el prototipo del futuro que era Cristo Jesús,
entonces éste sacerdote estaba simbolizando realmente a Cristo en el futuro. Seguimos.
Romanos 11:16-21
Romanos 11:16
Romanos 11:17
El pueblo de Israel estaba adherido a un árbol que era Dios o Cristo Jesús era ese árbol, era ese
tronco y esa raíz, Cristo, y las ramas eran el pueblo de Israel. Pero como ellos no creyeron en
Cristo Jesús, entonces Dios los desgajó, quitó las ramas y dejó que solamente la raíz y el tronco,
que es Cristo. Entonces ¿Él qué hizo?: llamó a los gentiles. Como los judíos no quisieron creer
en Cristo, entonces los gentiles sí creyeron y les dice Dios: los voy a adherir a este árbol, y dice
que los pegó, en el arbolito los pegó.
Entonces eran los gentiles, nosotros somos gentiles. Entonces por eso dice que Dios tuvo ese
poder. Pero entonces los gentiles, una vez que estuvieron adheridos en ese árbol, comenzaron
a mirar mal a los judíos y a decir: nosotros somos importantes, somos salvos, tenemos la vida
eterna, hemos creído en Cristo, ustedes están condenados, ustedes no son nada porque no
creyeron en Él, porque le dieron muerte en la cruz. Entonces el Apóstol dice: cuidado, no sean
así porque eso se llama orgullo y vanidad.
Así que gentiles, que son ramas de un olivo silvestre, cuídense porque Dios puede un día de
estos a ustedes quitarlos y volver a poner a los otros allá, a las ramas naturales, es decir, a los
judíos, los puedo otra vez volver a recoger, perdonarlos y hacer un milagro en sus vidas,
entonces ustedes cuídense, no vayan a menospreciar a los judíos, sino respeten porque Dios
tiene poder, y aunque ellos en este momento no están creyendo de pronto algún día algunos
creerán y si creen entonces Dios los va a añadir al árbol.
Entonces será un árbol con una mezcla de dos ramas: gentiles y judíos. Eso era lo que estaba
aquí hablando el Apóstol Pablo sobre el asunto de este árbol que era Cristo y que todos los que
se han convertido a Cristo Jesús se alimentan de la savia del árbol, que es alimentarnos de la
doctrina del Señor, del Espíritu Santo, alimentarnos de su palabra, de su poder y que eso nos da
paz y felicidad. Entonces somos alimentados, nuestra alma, nuestro espíritu es alimentado con
la presencia de nuestro Dios, esa es la savia que tiene este árbol.
Y estaba diciendo que no fueran a menospreciar a los judíos sino que había que respetar, que
Dios algún día hará milagros con algunos y ellos entonces van a estar también con nosotros
como Iglesia, eso era lo que estaba aquí el Apóstol hablando, de esa forma como simbólica,
dando esta ilustración aparentemente difícil de entender pero no es tan difícil porque pues el
árbol es el Señor, nos estaba enseñando que no fuéramos orgullosos sino humildes y sencillos y
conformes con todo lo que Dios nos da, sin ir a lastimar a nadie.

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Y es que nosotros hoy también hermanos, a propósito, nosotros no tenemos que menospreciar
ni lastimar a otras personas, inclusive de otras congregaciones o sectas o denominaciones,
porque no sabemos a cuántas personas de ellos Dios los tiene escogidos para traerlos a su
Iglesia. Entonces nosotros tenemos que ser considerados, misericordiosos, amables, educados
con esta gente y darles un buen testimonio, brindarles cariño y una sonrisa para que un día
ellos vengan con nosotros y conozcan la verdad de Dios.
Oración
Hermanos y hermanas, resta recordarles, que no se les olvide esa oración especial que ustedes
tienen que hacer, ¿cuál era?, Señor, hazme hijo tuyo. Ustedes saben que los hijos de Dios, dice
aquí en Juan, en la pistola de Juan, dice: y los hijos de Dios no practican el pecado, los hijos de
Dios no practican el pecado. Usted dígale al Señor: yo quiero ser tu hija, tu hijo. Porque ¿sabían
hermanos que los hijos de Dios tienen todos los dones espirituales?, sí, todos los dones
espirituales, tienen poder, tienen autoridad, respaldo del Señor, poder para atar, para desatar,
tienen tantas cosas que Dios les da a estas personas.
Nosotros luchemos hermanos para llegar allá a ese puesto, a esa posición tan hermosa. Y no es
difícil, con la ayuda de nuestro Dios no es difícil.
Y vamos a orar y a decirle al Señor que estamos aquí para que Él nos haga verdaderos hijos e
hijas y vamos a estar orando a nuestro Dios, con fe, oremos, creyendo que Él está aquí
escuchándonos, no tenga dudas, no tenga usted duda que su oración en este momento va a ser
escuchada por Dios, usted no dude, porque si usted duda no va a recibir bendición de Dios, los
que están enfermos, pídale a Dios por su enfermedad, los que tienen problemas de espíritus,
de brujerías y maldiciones, pídale a Dios también que les dé esa libertad, que lo limpie, pida por
su familia, las peticiones, los documentos, vivienda, deudas, trabajo, hogares que están en vías
de divorcio, en incomprensiones, todo esto son problemas y son peticiones que usted puede
poner delante de Dios con mucha fe, creyendo que Dios está ahí tan cerca de usted, que le va a
escuchar y que le va a bendecir. Después de la oración no habrá imposición de manos porque
vamos a confiar en nuestra oración que ustedes van a hacer delante de Dios. Así que vamos a
orar con todo nuestro corazón, con toda nuestra fe al Señor, vamos a orar.
Padre Santo, gracias Señor y delante de ti en este momento estamos Señor para darte las
gracias, primero por esta oportunidad que nos has dado de estar aquí reunidos, porque cada
vez que nos reunimos para meditar en tu palabra, tú haces milagros, tú bendices, tú libertas, tu
sanas y tú das felicidad y prosperidad a muchos, porque así hemos oído en los testimonios de
todas las bendiciones Padre Santo, de todo lo que tú haces cuando nosotros nos presentamos
delante de ti con seguridad, con convicción, con fe, creyendo que tú estás a nuestro lado, que
tú estás aquí tan cerca de nosotros viéndonos, escuchándonos, oyendo nuestro clamor, Señor.
También estás ahí a nuestro lado mirando tal vez la incredulidad de algunos, la dureza de
corazón o la rebeldía o la necedad, pero tú sabes que ellos no están procediendo normalmente
sino que es el diablo, el enemigo que ha puesto espíritus malos para que la persona sienta estas
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cosas y yo por eso te pido Padre por ellos también que los libertes, que los limpies y quites la
duda y la incredulidad, la necedad y el capricho, la rebeldía.
Te pido mi señor que extiendas tu mano poderosa sobre la cabeza de cada ser y que tú
bendigas mi Señor, desde los niños hasta la ancianidad mi Padre Santo, bendice mi Señor,
liberta, limpia, reprende brujerías, hechicerías, maldiciones y también Señor sana toda
enfermedad, quita toda dolencia, quita Señor la inseguridad y la duda de muchos.
Padre Santo tú eres poder y esa es tu promesa, eso es lo que tú nos has prometido, que te
clamemos, que te pidamos y que tú nos escucharás, que tú oirás la oración y harás conforme a
nuestra petición Padre Santo.
Te pido mi Señor sanidad, que extiendas tu mano y hagas milagros Señor. Y también Señor que
des lo espiritual, da lo espiritual Padre mío, que tú bautices con tu Espíritu Santo y que llenes de
los dones espirituales también a todos aquellos que han dispuesto su corazón para ti, para
agradarte, para hacer tu voluntad, para amarte con toda la sinceridad.
Padre mío, te pido mi Señor que hagas milagros, ayuda a cada uno a resolver sus asuntos y sus
problemas, sus inquietudes, sus dudas, ayuda Señor a resolver los problemas económicos, a dar
trabajo mi Señor, a dar Señor documentos a quienes lo necesitan y también Señor mío que
abras puertas de trabajo y les des la paz y la felicidad y la alegría a cada uno para que cada uno
reconozca que tú eres un Dios de poder, que tú eres nuestro Padre, que tú nos hiciste con tu
mano poderosa y que tú mereces la honra, la gloria y la alabanza Padre Santo.
Sí mi Señor, mira Señor nuestros corazones, nuestras almas, mira Señor a los que te invocan en
este momento, a los que te claman mi Señor, no solamente a los que están aquí reunidos sino
también a los que nos ven desde lejos, allí en aquellos lugares remotos que también en este
momento se unen en oración, claman y te piden muchas cosas y desean que tú los bendigas, sí
mi Padre, también a ellos dales esa bendición, también a ellos escúchales y prospérales en su
camino y ayúdales mi Señor.
Ayuda Padre a resolver todo asunto, a quitar toda dificultad, a quitar toda maledicencia y a
quitar toda amargura de alma, toda tristeza, quita Señor todo el mal que el diablo quiere
sembrar en los corazones, dales alegría y dales bendición, da prosperidad, alegra el corazón de
cada uno mi Señor y revístelos Señor con el poder de tu Espíritu Santo y que tu Espíritu Santo
descienda Padre en el nombre de Jesucristo y que tú les llenes de tu poder y les llenes del
poder del Espíritu, que tú les des dones espirituales.
Y quita, quita Señor espíritus inmundos, espíritus malos, reprende al enemigo, destruye la obra
del maligno, liberta a cada uno Señor, haz un milagro Padre Santo.
Haz milagros Señor porque te estamos clamando a ti que nos hiciste con tu mano poderosa, tú
que eres nuestro Dios, eres el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y de Jacob, eres ese Dios que le
hablaste a Moisés, ese Dios que te manifestaste con Daniel y le diste poder y sabiduría Señor y

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le diste muchas revelaciones, a ti Señor, a ti te estamos clamando, en ti confiamos, en ti
esperamos mi Señor.
Así Padre Santo ayúdanos Señor para que todos sean convirtiéndose a ti, que se conviertan de
corazón sincero, que busquen tu rostro, que alaben tu nombre, que te glorifiquen siempre y
que se humillen delante de ti, porque tú eres digno mi Señor, digno de la honra, digno de la
gloria y la alabanza.
Quita los sufrimientos, quita la tristeza, quita la amargura, el temor y el dolor, todas estas cosas
mi Padre, quítalas Señor en el nombre de tu hijo Jesucristo Padre mío, te lo pedimos mi Señor,
en ti confiamos mi Señor, da revelaciones, da alegría, da vida espiritual en abundancia, quita la
duda, la incredulidad Señor, prepara corazones, prepara corazones para tu servicio, gracias
Señor por tu amor y tu misericordia, bendito para siempre, bendito el Señor todopoderoso,
gracias Señor, gracias Padre mío, alabado tu nombre, gloria a Dios, alabanzas al todopoderoso,
aleluya.
Despedida
La honra y la alabanza para nuestro Dios. Muchas gracias hermanos y hermanas. Gracias
también a todos los hermanos y las personas que nos vieron desde la distancia, desde muchos
países, y que el Señor esté con ustedes, qué el Señor los bendiga en gran manera y hasta pronto
que esté con ustedes nuevamente. Dios les bendiga, Dios les bendiga, gracias.

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