Cuerpo a cuerpo

Protocolos de
expresión y
entrega
Consideraciones sobre la
transmisión de las prácticas
corporales artísticas.
“Nada es como es, sino como
se recuerda”
Ramón del Valle Inclán
La danza hace de sus protocolos de
expresión y entrega una y la misma
manifestación.
La Mediología, un concepto
desarrollado por Régis Debray,
“…se interesa más concretamente
por el hombre que transmite”.

Desde esta idea, definimos como

proceso (enseñanza-aprendizaje)
la configuración de las prácticas
corporales artísticas como una
relación cuerpo a cuerpo.
La comunicación
La condición para la
comunicación de saberes y
oficios, de maneras y miradas,
se cumple en el espacio;
puntual e inmediatamente se
quema en la urgencia de la
fugaz convocatoria.
Sólo la superficie de los
acontecimientos admite el
esquema de paso de la
información. Sin la
continuidad de los contactos,
la comunicación cede a la
dispersión y a lo prescindible.
La transmisión
 La condición para la
transmisión de saberes y
oficios, de maneras y miradas
se cumple en el tiempo. Sólo
nos percatamos de su
influencia cuando
atestiguamos sus huellas o
trazos gestuales.
La comunicación que asienta
sus códigos transmite lo que
considera esencial,
deviniendo en la cultura que
necesitamos, queramos o
sintamos propia.
 “Moderna y
tradicional a la
vez”,
Oster
 Tradicionalismo: Modernización:
La exaltación de Se especializa en
las tradiciones lo social y lo
se limita a la económico.
cultura.

En: GARCÍA CANCLINI, Néstor. Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Paidós, Buenos Aires, 1990.
 La comunicación
• Horizonte: Sociológico
• Origen: Psicología interpersonal
 La transmisión
• Horizonte: Histórico
• Origen: Prestación técnica (por
medio de la utilización de un
soporte)
“…relacionando un aquí con un
allá se logra una conexión (y
por lo tanto se hace sociedad)”
“…relacionando un antaño con un
ahora lograremos continuidad ( y
por lo tanto cultura)”
“La idea de que se pueda
asegurar una transmisión
(cultural) con medios
(técnicos) de comunicación
constituye una de las ilusiones
más habituales de la sociedad
de la comunicación,…
 …propia de una modernidad
cada vez mejor armada para
la conquista del espacio, pero
que cada vez lo está menos
para el dominio del tiempo”.
Régis Debray
La danza y sus escenarios
La representación danzaria
de la realidad no es más
que la cosificación de la
frontera, un ejercicio de
degustación y un protocolo
de asimilación.
La frontera, que siendo
más que borde, deviene en
invitación a la ocupación.
Se perfila como cuerpo en
conflicto, contradicción,
campo de batalla y
disponibilidad para el
despliegue estético.
La danza milita en una
tradición que la define
como rigor y meta formal,
pero también como
costumbre; modelo del
cual se rebela
constantemente.
 El cuerpo expresivo
•Manifestación del íntimo:
Compleja interacción entre
sus elementos
(Configuraciones,
impresiones y trazos)
•Manifestación inesperada:
El movimiento como
monumento en expansión.
El cuerpo itinerante
•Pretensión de perdurar en
el tiempo: El cuerpo como
obra de arte fugaz e
irrepetible
Manteniéndose en la frontera,
la tradición (como práctica
artística) existe como
recreación de valores
fundacionales
tales como:
• Un origen perdido. Es anónima y
pertenece al colectivo.
• Conforma procesos identitarios. Es
funcional en tanto ejerce una función
en la sociedad, relacionando a sus
individuos.
• Pretende “la naturalidad”. Es
espontánea y emula la organicidad.
 La imitación, y el protocolo para
experimentarla, es la metodología de
aprendizaje inherente a la transmisión
cultural de la danza.
José Luis Pardo, filósofo español, acota:

“Porque el arte de contar la

vida (de darse cuenta de la
vida, de tenerla en cuenta)
no es más que el arte de
vivir.
Vivir con arte es vivir
contando la vida,
contándola, paladeando
sus gustos y sinsabores.
Y, desde luego, se puede
vivir sin arte, sin contar
nada, sin contar para nada
ni para nadie, sin contar
con nada ni con nadie y sin
que nadie cuente para uno
mismo.
Se puede vivir sin
intimidad (y quizás, según
la hipótesis, es así como
tenemos que ir
aprendiendo a vivir),
porque la intimidad no es
imprescindible para vivir.
La intimidad sólo es
necesaria para disfrutar de
la vida”.
José Luis Pardo, La intimidad ( Pre-textos, Valencia, 1996. Pág. 29-30)
De Luis XIV al Pogo
Gracias por su atención