1957080-3841 Seminario de Epistemología de las Ciencias Juan Fernando Guarín Universidad del Valle-Sede Pacífico
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
El libro de Johann Hessen “Teoría del conocimiento”, pretende resumir las diferentes corrientes filosóficas y las respuestas que ya se han dado a esta incógnita a lo largo de la historia. El abordaje de este libro es de forma objetiva, algo que es característico en todo trabajo filosófico. El inicio de este libro es la posición que ocupa la actividad del conocimiento dentro de la filosofía como sistema de pensamiento, afirma que la filosofía es un ejercicio complementario, una concepción del “yo” y una del universo. La filosofía es el intento del espíritu humano para llegar a una concepción del universo mediante la autorreflexión sobre sus funciones valorativas y como tal se ocupa de tres esferas: teoría de la ciencia, teoría de los valores y concepción del universo. La teoría de las ciencias se compone de dos disciplinas: la lógica y la teoría del conocimiento. Debemos abordar la definición de conocimiento, Hessen lo propone como una relación en la que el objeto determina a el sujeto, es decir, cuando conocemos algo, nosotros como sujetos cambiamos en función de lo que hemos aprendido del objeto, ejemplo, cuando conocemos un libro, es decir lo leemos, ya no seremos los mismos, nuestra concepción del mundo no seguiría siendo la misma; el objeto nos ha determinado como sujetos. Todo esto nos conduce a cinco puntos que se podría decir que nos guiara a responder: ¿Qué podemos conocer? ¿Cuál es el origen del conocimiento? ¿Cuál es la esencia del conocimiento? ¿Cuáles son las especies del conocimiento? Y el criterio de la verdad. Cada uno de estos puntos hace referencia a un capítulo del libro de la primera parte, pero solo hablare de los dos primeros. -¿Es posible conocer?:Como era de esperarse no existe una única respuesta a esta pregunta , si la tomamos en cuenta por medio del dogmatismo ni siquiera vale la pena hacerlo, pues asume una razón humana todo poderosa desconociendo sus errores, lo que hace que su respuesta sea débil para esta corriente filosófica; después nos encontramos con la postura escéptica la cual nos dice que su conocer es imposible, no contamos con las herramientas necesarias para aprender las características de los objetos y por tanto somos incapaces de conocerlos en realidad, en su posición moderada el escepticismo nos dice que si es posible conocer pero no tenemos forma de saber si estamos en lo correcto y por tanto solo podemos afirmar que algo parece probable en función de lo que nos enseña la experiencia, en cualquiera de los dos casos el escepticismo niega la existencia de la verdad y si lo que afirma es cierto estamos ante una contradicción, y así podemos decir que no puede ser la respuesta a la posibilidad del conocimiento; ahora entraremos a hablar sobre las posiciones subjetivistas y relativistas que reconocen la existencia de la verdad, pero en el primer caso, como una verdad personal propia del sujeto, limitada a su experiencia y en el segundo como una cuestión relativa, su punto débil es semejante al del escepticismo, pues si no existe una verdad universal independiente del sujeto o de la posición este sí constituiría una verdad universal desvirtuándose así mismo lo que nos lleva a descartar también la respuesta de estas dos corrientes filosóficas; otra corriente filosófica que encontramos es el pragmatismo, este al Stefanía Gómez Serna 1957080-3841 Seminario de Epistemología de las Ciencias Juan Fernando Guarín Universidad del Valle-Sede Pacífico
igual que el escepticismo , desecha el concepto de la verdad, esta deduce lo verdadero a
lo útil y considera que la verdad del conocimiento se encuentra en lo que realmente tiene un valor práctico para la vida, su error esta en ignorar el ámbito lógico, es cierto que el pensamiento y el conocimiento están relacionados con la vida, pero no por eso podemos despreciar la autonomía del pensamiento; por último nos encontramos con el criticismo esta postura nos dice que es posible conocer pero no aceptar nada de manera despreocupada, sino que cuestiona y reflexiona acerca de todo aquello que conocemos, reconociendo las limitaciones de la razón humana. Entonces supongamos que es posible conocer, pero ¿Cuál es el origen del conocimiento? ¿Acaso surge exclusivamente de la experiencia? Platón con el racionalismo, afirma que el mundo tangible, el mundo de la experiencia está en constante cambio, y consecuentemente no puede ser la fuente de un verdadero saber, por lo tanto la razón es el origen de cualquier conocimiento, los objetos son la manifestación física de los conceptos que existen en el mundo de las ideas y el conocimiento no es más que una simple reminiscencia que se activa en nosotros cuando somos estimulados por el objeto, que es la representación de una ideatada en el mundo tangible, en otras palabras lo conocemos todo, y solo necesitamos de un estímulo, el objeto para recordar; parece cierto que el origen del pensamiento para el caso de los objetos puramente racionales como lo son los ejercicios lógicos o los objetos matemáticos , por ejemplo los números; en contraposición al racionalismo tenemos el empirismo, que afirma que todo conocimiento surge netamente de la experiencia, al tratarse de una posición extrema estamos ante la imposibilidad de conocer los objetos puramente racionales como los ya mencionados, lo que desvirtúa esta posición; ahora hablaremos del intelectualismo, nos dice que efectivamente el conocimiento se origina en la experiencia y que a partir de ese conocimiento empírico nuestra razón es capaz de crear nuevos conceptos, crear un nuevo conocimiento ya independiente de la experiencia; por último tenemos el apriorismo, el cual nos dice que ya existen algunos moldes de conocimiento en nuestro pensamiento y que llenamos dichos moldes con lo que conocemos a través de la experiencia, es decir, dice que conocemos algunos supuestos a priori y que esos supuestos rigen la forma en la que conocemos, aquí nos referimos al conocimiento científico, mucho de ese conocimiento resulta de la experiencia, pero seriamos incapaces de sacar provecho a dicha experiencia si a priori no conociéramos por ejemplo que todo efecto tiene una causa, el autor favoreció el apriorismo como mejor respuesta al origen del conocimiento y usa el ejemplo anterior como argumento.