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Si se analiza con un poco de objetividad, cual es la causa por la que muchos pueblos se arrinconan resignados bajo la violencia de grupos de poder o sucumben en el caos , la violencia y la miseria, es la calidad de la comunicación colectiva, con que cuentan, es decir la transparencia y ética en los procesos de información y opinión pública.
En 1986 en pleno período de Leon Fébres Cordero, logré como diputado que el Congreso de la República, apruebe reformas fundamentales a la Ley de Comunicación, que garanticen una participación política no manipulada por el poder económico y prohíban la publicidad de alcohol y la violencia, el Presidente de la República, cumpliendo la consigna de las grandes cadenas mediáticas la vetó en forma total y la Conferencia Episcopal y el Obispo Larrea Holgín quien como jurista destacado objetó en forma pública este veto. En ese momento se pudo apreciar argumentos parecidos sino idénticos sobre la “mordaza” que provenían precisamente de los que defienden la vieja y corrupta forma de hacer política, que consiste en la manipulación de la información y la opinión pública , precisamente para someter al Estado y a los gobiernos locales a los afanes especulativos del poder económico.
Si se analiza con un poco de objetividad, cual es la causa por la que muchos pueblos se arrinconan resignados bajo la violencia de grupos de poder o sucumben en el caos , la violencia y la miseria, es la calidad de la comunicación colectiva, con que cuentan, es decir la transparencia y ética en los procesos de información y opinión pública.
En 1986 en pleno período de Leon Fébres Cordero, logré como diputado que el Congreso de la República, apruebe reformas fundamentales a la Ley de Comunicación, que garanticen una participación política no manipulada por el poder económico y prohíban la publicidad de alcohol y la violencia, el Presidente de la República, cumpliendo la consigna de las grandes cadenas mediáticas la vetó en forma total y la Conferencia Episcopal y el Obispo Larrea Holgín quien como jurista destacado objetó en forma pública este veto. En ese momento se pudo apreciar argumentos parecidos sino idénticos sobre la “mordaza” que provenían precisamente de los que defienden la vieja y corrupta forma de hacer política, que consiste en la manipulación de la información y la opinión pública , precisamente para someter al Estado y a los gobiernos locales a los afanes especulativos del poder económico.
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Si se analiza con un poco de objetividad, cual es la causa por la que muchos pueblos se arrinconan resignados bajo la violencia de grupos de poder o sucumben en el caos , la violencia y la miseria, es la calidad de la comunicación colectiva, con que cuentan, es decir la transparencia y ética en los procesos de información y opinión pública.
En 1986 en pleno período de Leon Fébres Cordero, logré como diputado que el Congreso de la República, apruebe reformas fundamentales a la Ley de Comunicación, que garanticen una participación política no manipulada por el poder económico y prohíban la publicidad de alcohol y la violencia, el Presidente de la República, cumpliendo la consigna de las grandes cadenas mediáticas la vetó en forma total y la Conferencia Episcopal y el Obispo Larrea Holgín quien como jurista destacado objetó en forma pública este veto. En ese momento se pudo apreciar argumentos parecidos sino idénticos sobre la “mordaza” que provenían precisamente de los que defienden la vieja y corrupta forma de hacer política, que consiste en la manipulación de la información y la opinión pública , precisamente para someter al Estado y a los gobiernos locales a los afanes especulativos del poder económico.
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LIBERTAD DE OPINIÓN NUMERO: 23 AÑO: II SEMANA: II ENERO 2011
EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y OPINIÓN José Bolívar Castillo V.
Si se analiza con un poco de objetividad, cual es la
causa por la que muchos pueblos se arrinconan resignados bajo la violencia de grupos de poder o sucumben en el caos , la violencia y la miseria, es la calidad de la comunicación colectiva, con que cuentan, es decir la transparencia y ética en los procesos de información y opinión pública.
En 1986 en pleno período de Leon Fébres Cordero,
logré como diputado que el Congreso de la República, apruebe reformas fundamentales a la Ley de Comunicación, que garanticen una participación política no manipulada por el poder económico y prohíban la publicidad de alcohol y la violencia, el Presidente de la República, cumpliendo la consigna de las grandes cadenas mediáticas la vetó en forma total y la Conferencia Episcopal y el Obispo Larrea Holgín quien como jurista destacado objetó en forma pública este veto. En ese momento se pudo apreciar argumentos parecidos sino idénticos sobre la “mordaza” que provenían precisamente de los que defienden la vieja y corrupta forma de hacer política, que consiste en la manipulación de la información y la opinión pública , precisamente para someter al Estado y a los gobiernos locales a los afanes especulativos del poder económico.
Si observamos con sentido crítico lo que le viene
aconteciendo a Loja desde hace ya largo tiempo que motiva y sustenta su abandono y su retraso se apreciará que en realidad carecemos de una elemental libertad de opinión e información. Las frecuencias de radio y televisión, son en realidad una cátedra que debe ser entregada por la estructura jurídica de la sociedad a quienes objetivamente estén en condiciones de ejercer esa cátedra al servicio del bien común general, con la indispensable imparcialidad y objetividad para evitar la manipulación económica de los procesos democráticos y garantizar la libertad de opinión de la ciudadanía.
No se trata jamás del control gubernamental de la
opinión de acuerdo a sus intereses políticos, sino de una estructura de control del Estado absolutamente independiente de las otras funciones, que observa evalúa y garantiza la libertad de opinión e información y por tanto el uso de las frecuencias del espectro radioeléctrico. Así como la Justicia y la intermediación financiera, la educación o la salud públicas no pueden estar sometidas al capricho de grupos de poder y sus agentes o lugartenientes, la opinión pública no puede estar sometida al chantaje permanente de los dueños de los mecanismos técnicos necesarios para su difusión o al sicariato verbal de seudo periodistas que venden y alquilan su pluma y su micrófono a cambio de dádivas, puestos, contratos y privilegios otorgados por quienes detenta el poder económico o político.
Mi aparente desventaja en el ejercicio de mandatos
públicos consistió y deberá seguir consistiendo en que por convicción jamás entregué dádivas ni privilegios a ningún comunicador social ni empresa periodística o radial. Precisamente en este programa, que lo sostenemos contra viento y marea, vamos a ver que es lo que le ha estado sucediendo a Loja desde hace ya más de seis años en materia de comunicación colectiva y como la compra y el chantaje periodístico solapan y apuntalan un sistema, de paralización , retraso y anarquía y como la ciudadanía impotente adopta actitudes resignadas o evita por temor participar en la conducción de los intereses públicos sometidos a una camarilla de poder, que para garantizar sus posiciones ejerce la lugartenencia aparentemente sumisa e incondicional frente a núcleos de poder nacional por sobre los objetivos y legítimas aspiraciones de progreso de nuestra Región y nuestra provincia.
Como en ningún período , en este y con abundantes
recursos disponibles o gestionables, pudimos haber logrado superar la inequidad espacial o territorial que nos asfixia, pero curiosamente ha sucedido todo lo contrario, nos han eliminado instituciones fundamentales como Predesur o el Fonvial, se han paralizado proyectos prioritarios y el centralismo ha retomado posiciones, para dar paso a un proyecto de tripolaridad centralista que cuenta aquí con sus propios agentes o lugartenientes.
¿Todos se preguntan admirados qué pasa en
Loja? Algunos utilizan la figura aquella del balde de canguerejos sin tapa, el lojano que come lojano, la envidia, o el “ así mismo somos”, nos duele el éxito del paisano, la mediocridad , el alcoholismo, el alcanfor, el mercurio o la radioactividad que matan y enervan las neuronas. Es decir mil y tantas explicaciones con las que escondemos nuestra resignación y cómoda impotencia frente a fenómenos sociales que pueden ser objetivamente esclarecidos, enfrentados y superados. Observemos por ejemplo, cómo puede explicarse el hecho que una ciudad que llegó a ocupar los más altos sitiales a nivel, nacional y mundial como ciudad bien administrada, organizada y sobre todo ecológica, puede haber generado desde sus mismas entrañas una reacción negativa frente a todo esto dispuesta a detener, denigrar , desarticular y paralizar todo lo que se estaba haciendo. La verdad objetiva es que alguien estaba siendo perjudicado en sus intereses por el progreso, el orden, la equidad y los servicios públicos prestados con calidad. No solo se trata del tema de que se les dañaba la plaza política a los lugartenientes de la partidocracia nacional. Había ciertamente intereses económicos perjudicados que se aliaron para comprar y manipular los medios de comunicación colectiva y contratar sicarios verbales expertos en el arte del chantaje y la intimidación.
Como algunos seguramente podrán pensar que estas
son especulaciones sin fundamento vamos a tener que vernos obligados a tocar casos concretos. Por ejemplo: Cómo puede explicarse el hecho de que desde el 2005 se hayan paralizado y degradado proyectos fundamentales del Municipio de Loja sin que siquiera se cumplan expresas disposiciones legales que prohíben aprobar un Presupuesto si este no cuenta con los recursos que aseguren continuar y concluir las obras en ejecución. Para que esto pueda suceder sin la reacción ciudadana, para no utilizar el termino constitucional del “derecho a la resistencia”, tenía que haber de por medio todo un sistema de manipulación de la comunicación colectiva que amplifique las voces de los autores de estos hechos o sus agentes y silencie o excluya las voces de quienes pretendan defender el interés colectivo.
De manera que no es entonces obra de la mala
suerte o de que así mismo ha sido y será lo que le viene aconteciendo a Loja y a la Región Sur, detrás esta el hecho comprobado y comprobable de cómo se ha venido manipulando los medios de comunicación colectiva y comprando con dádivas, puestitos para agnados y cognados y contratos a locutores y seudoperiodistas para convertirlos en sicarios verbales inclusive bajo la figura de los espacios contratados o de la manipulación de los teléfonos para dar la imagen de abierta y transparente participación popular bajo el lema de que “callar cuando se debe hablar sería como traicionar”.
El caso de ruptura de la tubería matriz del sistema
tradicional de agua de Loja el 25 de Diciembre y su retardada e ineficiente reparación ya entrado en nuevo año y la forma cómo se manipuló y se está manipulando esta información, es una muestra más de lo que motiva este artículo. Igual cosa sucede con el transporte público, con el manejo de los desechos, con la inseguridad, con el gas, con la revocatoria del mandato decidida y ejecutada por las vendedoras del interior de los mercados que se sienten perjudicadas por el caos y la informalidad promovida por razones políticas. Tambien es necesario incluir ahí, el caso del aeropuerto y el monopolio aéreo, del transporte y la comunicación electrónica que afectan el desarrollo de Loja, la desarticulación de la Región Sur y su organismo de desarrollo, el boicot del Plan Binacional y el Fondo de la Paz, etc. Todo esto no es obra de angelitos del cielo ni peor del destino. Se trata de un aparato político asesorado por expertos en marketing y contratación de sicarios verbales que nos quieren dar circo, jama y caleta a cambio de nuestra resignación.