Postnatal

El presidente Sebastián Piñera lo transformó en una

de sus promesas de campaña: extensión del postna-
tal a seis meses,en beneficio de todas las madres tra-

bajo la lupa bajadoras y sus hijos recién nacidos, elemento en el

que se concentró el análisis. Sin embargo, la mater-

de género
nidad no es la única variable concernida, realidad
que pide un estudio de género más acabado.

Por: María José Ochagavía

“Queremos compartir aquí las historias de madres La mujer también goza de fuero maternal, derecho
como todas nosotras, que tienen algo que decir so- ineludible que tiene toda trabajadora a no ser des-
bre el derecho de los niños a estar pedida por su empleador y que se
con sus madres durante su etapa más Actualmente, la ley esta- extiende durante todo el período de
vulnerable”1, se lee en Por un postna- blece que toda madre em- embarazo y hasta un año después de
tal de seis meses: blog chileno creado
pleada en el sector formal expirado el descanso maternal. En di-
por un grupo de profesionales y due- cho plazo, la mujer recibe un subsidio
ñas de casa que han aprovechado la
(41,6% según el INE) tiene maternal de cargo fiscal que equivale
plataforma online para plantear sus un descanso postnatal de a la totalidad de su remuneración y a
demandas en torno al proyecto que doce semanas. las asignaciones que estuviese perc-
se discute actualmente en el legisla- ibiendo, con tope máximo de 60 UF,
tivo, y que busca modificar la ley de postnatal que restándose sólo las imposiciones de previsión y des-
rige en nuestro país. cuentos legales que correspondan.
A grosso modo, el art. 195 del Código del Trabajo Finalmente, existen otros beneficios, tales como
(CT)2 establece que todas las mujeres embaraza- el derecho a la alimentación de los hijos hasta los 2
das que trabajan en el sector formal, lo que según años, donde las madres trabajadoras tienen una hora
el último boletín del Instituto Nacional de Estadísti- diaria de libre disposición; derecho a sala cuna, que
cas3 equivale al 41,6% de las mujeres chilenas, tienen puede exigirse cuando se trabaja en una empresa
derecho a un descanso prenatal equivalente a seis que emplea a 20 o más mujeres de cualquier edad o
semanas y a un descanso postnatal de doce sema- estado civil (artículo 203 del CT) o el derecho a per-
nas. También se establece un postnatal para padres, miso en caso de enfermedad grave de hijos menores
al cual pueden acceder por nacimiento o adopción de un año, equivalente a diez jornadas de trabajo al
de un hijo (ver recuadro 1). año, distribuidas a elección del trabajador.

1 Postnatal para padres

En septiembre de 2005, bajo el gobierno del presi-
dente Ricardo Lagos, se pública la ley 20.0474 que
incluye en el postnatal al padre, asignándole cuatro
días para el cuidado del recién nacido, a lo que se le
agrega el día que establece el artículo 66 del CT. En
caso de adopción, el trabajador sólo cuenta con los
cuatro días que establece la ley, ya que el CT no hace
referencia a este asunto.
Este permiso corre por cuenta del empleador y se
puede hacer efectivo a partir del día del parto o desde
la sentencia definitiva de adopción de un menor. Se
pueden utilizar en forma consecutiva o fraccionada
durante el primer mes de nacimiento, independi-
entemente de los feriados o días de descanso con
los cuales cuenta inalienablemente el trabajador.
Es necesario contextualizar la actual ley de postnatal
ya que son dichos lineamientos los que hoy se cues-
tionan, a la luz de los conflictos que acarrea. Para
partir, la ley existente sólo contempla a las mujeres
que están insertas en el mercado formal de trabajo
(41,6% según el INE), lo que además tiene un sesgo
socioeconómico, como evidencia el estudio real-
izado por Comunidad Mujer en 20095: mientras un
37% de las trabajadoras del primer decil ha firmado
contrato, 88% del décimo decil lo ha hecho. Esto evi-
dencia que quienes pertenecen a grupos más vulner-
ables se encuentran en una situación más precaria
cuando de formalización laboral se trata.
El problema de las licencias es otro de los puntos
críticos. Según datos de la Superintendencia de Se-
guridad Social, durante el 2007 el Estado invirtió
136 mil millones en licencias fuera del plazo del pre
y postnatal, cifra que supera con creces los 85 mil
millones que pagó por postnatal. También UNICEF6
concluye que el 48% de los subsidios maternales son
licencias para alargar el postnatal, considerando que
el costo por día de licencia corresponde a $7.440 pe-
sos aproximadamente.
La salud es otro de los factores a considerar. Según
un artículo de la Revista Chilena de Pediatría6, la lac-
tancia por seis meses reduce el impacto de 16 enfer-
medades en los recién nacidos, tales como leucemia,
asma o muerte súbita. También protege la salud del
niño (a) a largo plazo, previniendo enfermedades
como la diabetes, obesidad y alergias.
Para las mujeres también hay enormes beneficios. El
mismo estudio deja en evidencia que “el amaman-
tamiento puede reducir el riesgo de cáncer de mama
a la mitad y el riesgo de cáncer ovárico en un 25%”6.
Así mismo, las hormonas de la lactancia favorecen el
apego y estimulan la creación de vínculos de amor
entre la madre y el niño, reduciendo el maltrato, la
depresión postparto y mejorando la autoestima.
Para dar solución a estos conflictos surgió, durante
los gobiernos de la Concertación, la idea de un post-
natal de seis meses. Sin embargo, la medida nunca
llegó a concretarse. Recién el pasado 21 de mayo, en
la primera cuenta pública del presidente Sebastián
Piñera, se retomó el asunto, aludiendo al que había
sido uno de sus estandartes de campaña.
Fue ahí cuando se estableció la Comisión Maternidad,
Trabajo y Mujer, integrada por 14 expertos, que se-
sionó desde el 6 de mayo al 2 de agosto. El equipo
estuvo a cargo de evaluar la actual legislación de
protección a la maternidad, redactando un informe
(ver recuadro 2) con recomendaciones a la reforma,
el que se dio a conocer a principios de agosto y que
actualmente es estudiando por las carteras de Haci-
enda, Trabajo, Salud y Sernam.
 Se busca potenciar la maternidad y, a la vez, El pasado 21 de mayo volvió al tapete público el post-
la participación laboral femenina. natal, luego de que el presidente
Sin embargo, a modo de hipótesis, Se busca potenciar la mater- Sebastián Piñera anunciara su ex-
creo que una ley de postnatal en nidad y, a la vez, la partici- tensión a 6 meses “en beneficio de
Chile debe tomar en consideración
pación laboral femenina. todas las mujeres trabajadoras del
muchos otros factores, como el país y sus hijos recién nacidos”. Es
permiso parental, la inclusión de aquí donde ha estado el acento: en
las mujeres que no pertenecen al mundo formal de dar más tiempo a las madres en pos de una lactancia
trabajo y los lineamientos estatales o de regulación, prolongada y un mayor apego. Mal que mal, “la lac-
entre otros. tancia materna es la forma de alimentación que con-
Por lo mismo, y para visibilizar esta realidad, me tribuye con mayor efectividad al desarrollo físico,
abocaré a analizar el proyecto de postnatal de seis intelectual y psicosocial del niño, proporcionándole
meses desde los presupuestos de género. También nutrientes en calidad y cantidad adecuadas para el
conceptualizaré los principales conflictos que puede crecimiento y desarrollo de sus órganos”, se6 lee en
traer esta medida, ofreciendo una propuesta que un artículo de la Revista Chilena de Pediatría .
aborde los nudos críticos identificados y explicite Sin embargo, y como ocurre con toda política públi-
los desafíos que presenta la política para incorporar ca, hay más de una variable concernida en el análi-
de manera efectiva el género. sis. En este caso, el debate surge apenas se evalúan

2 Las propuestas de la Comisión

En términos generales, las propuestas más significa-
tivas de la Comisión fueron7:
1) Extender el subsidio maternal a todas aquellas
mujeres que han ejercido alguna actividad laboral
acreditada durante un período mínimo de seis me-
ses en el año anterior a producirse el embarazo, para
posibilitar el acceso al beneficio de mujeres que que-
dan actualmente excluidas por no tener una activi-
dad laboral continua.
2) Garantizar el acceso a sala cuna a través de una
modalidad subsidiada por el Estado para todos los
menores de dos años cuyos padre y madre (ambos)
pertenezcan a la fuerza de trabajo.
3) Derogación del artículo 203 del CT, ya que origina
un desincentivo a emplear mujeres. De hecho, hoy el
80% de las empresas contrata menos de 20 mujeres,
el 12% no contrata a ninguna mujer y sólo el 8% con-
trata a más de 20 mujeres.
3) Que la mujer embarazada pueda traspasar días del
prenatal al postnatal, previa autorización del médico
tratante, por un período de hasta 15 días.
4) Se mantiene inalterado el permiso postnatal ma-
ternal (12 semanas), pero se propone un permiso
postnatal parental flexible, al que puedan acceder
tanto las madres como los padres al momento de
finalizado el postnatal maternal. Los padres que
adoptan a un niño o niña tienen los mismos benefi-
cios antes descritos.
los costos laborales que esto puede traerle a las
mujeres, sobre todo si pensamos que Chile ocupa
el puesto número 108 en cuanto a igualdad laboral
de género según el Gender Gap Report8 del World
Economic Forum. El análisis de la Superintendencia
de Pensiones9 también enfatiza esta brecha, asegu-
rando que una mujer logra la mitad de los ahorros
previsionales (12,5 millones) que alcanza un hombre
(23 millones) en el sistema.
La mirada predominante (por ahora) ha sido desde
un enfoque asistencialista que pone énfasis en el pa-
pel reproductivo de la mujer, posicionándola como
unidad objetivo junto al lactante. En términos de
construcción simbólica y social de género, se ex-
presa una mirada tradicional de lo que es femenino
y masculino, delimitando muy bien los ámbitos de
competencia de cada uno. De hecho, en el debate
público se extrañan los discursos que hagan alusión
a la paternidad, con excepción de los lineamientos
planteados por la Comisión, que por ahora son meras
declaraciones de intereses no materializadas en ley.
Ciertos discursos se relacionan también con un en-
foque MED (mujeres en el desarrollo) que visibiliza el
potencial de las mujeres en lo económico, especial-
mente en cuanto a la superación de la pobreza y el
mejoramiento de las necesidades prácticas, buscan-
do prevenir la brecha que las separa de los hombres
en términos laborales. Prima una mirada de equidad,
proponiendo igualdad de oportunidades en el acce-
so al empleo como condición indispensable para que
las mujeres participen en los beneficios del desarrol-
lo, superando los obstáculos que afrontan para ob-
tener un puesto de trabajo remunerado.
El enfoque GED (género en el desarrollo) no ha toma-
do fuerza aún, salvo escasos aportes de académicas
y un par de parlamentarias, primordialmente de la
Concertación, quienes se han pronunciado en con-
tra de la reforma. Por tanto, se han invisibilizado los
discursos que se vinculan con la ruptura de patrones
más amplios, relacionados con estereotipos y roles
de género tradicionales.
Aún cuando se pretende impulsar una ley de lar-
go aliento que modifique la normativa vigente,
los planteamientos que se han dado responden a
necesidades prácticas de género (NPG): estrategias
de corto plazo que buscan, en este caso, solucionar
necesidades de salud y cuidado, sin cuestionar los
sustratos culturales y relaciones de género que in-
fluyen en dicha realidad.
Con la maternidad como elemento central del de-
bate, se ha indagado escasamente en las construc-
ciones culturales y definiciones que se hacen sobre el
hombre y la mujer, restando importancia al concep-
to de variabilidad. El carácter relacional se ha visto
plasmado en ciertos discursos, aunque escasos, que
han ido más allá de las distinciones entre femenino
y masculino, reparando en las relaciones que se dan
entre ellos. La multiplicidad también ha sido exigua,
deteniendose en las mujeres de clase baja, quienes
no tienen acceso a este beneficio por estar fuera del
mercado formal de trabajo. Finalmente, el posicio-
namiento se ha analizado en base a los roles de ma-
dre y trabajadora, que ponen en juego la política en
discusión.
Una vez analizada la política en términos de género, En segundo término, los discursos planteados desde
es necesario distinguir a grandes rasgos los nudos el gobierno (salvo excepciones) y por los medios de
críticos que puede traer consigo, en caso de que sea comunicación han tendido a caracterizar a la mujer
implementada en los términos antes descritos. en su rol de madre, escaseando las declaraciones
que hagan alusión al padre, a la corresponsabilidad,
Se pretende fomentar la maternidad y lactancia pro-
a la importancia que como Estado se le da a la pater-
longada, lo que beneficia tanto a la madre como al
nidad (cinco días) o a los permisos y flexibilidad que
hijo (a), quienes aparecen como destinatarios pri-
marios. Lo ideal sería, por tanto, extender el postna- dan las empresas a los padres, entre otros. Este foco
no cuestiona las relaciones de género, no fomenta
tal a seis meses, tal como han sugerido los especial-
nuevas lecturas sobre las responsabilidad para con
istas y gran parte de la sociedad civil. Sin embargo,
lo doméstico/familiar y cristaliza los roles de género
otros tantos han hecho ver que la realidad chilena
tradicionales.
no está preparada para un cambio de esta enverga-
dura, por lo que se perjudicaría a las mujeres en su “No estamos en contra de la corresponsabilidad, al
inserción laboral. contrario: es estupendo que los hombres críen, que
cambien pañales, que se levanten por la noche o
Se vislumbra, por tanto, el primer nudo crítico: la
que las licencias por enfermedad del hijo menor de
carencia de una mirada sistémica que analice el
un año sean compartidas. Pero ¿por qué no la cor-
fenómeno en todas sus aristas, tomando en cuenta
responsabilidad antes de los seis meses? ¡Porque
no sólo a las mujeres en su rol de madres, sino la
los hombres no tiene pechos!”, aclara Leslie Power,
eficacia y eficacia de una ley inserta en el contexto
psicóloga clínica y experta de Espacio Crianza, grupo
regulatorio específico chileno, con lineamientos es-
chileno que ha hecho una defensa importante para
tatales determinados, donde las empresas y familias
lograr modificar la ley.
tienen necesidades que cubrir.
Aún cuando pueda sonar razonable en términos bi-
ológicos, la pregunta es ¿está Chile preparado para
asumir un postnatal de seis meses?, ¿funciona como
desincentivo a la hora de contratar mujeres?, ¿gen-
era una mayor equidad de género y una ampliación
de la democracia y la ciudadanía?
A mediados del 2009 se firmó un acuerdo para au-
mentar en toda la Unión Europea (UE) la duración
del permiso parental, el que tiene como finalidad el
cuidado de los recién nacidos por parte de la madre
o del padre, de tres a cuatro meses por progenitor,
estableciendo además que uno de los cuatro meses
no podrá transferirse de un progenitor a otro10: una
medida que fomenta la corresponsabilidad, equili-
brando, de paso, los incentivos en términos labo-
rales.
Esta intención también se expresa en el informe de
la Comisión Maternidad, Trabajo y Mujer: “además de
las ganancias en términos de creación de vínculos sa-
nos en la familia, la participación del padre en el pro-
ceso iguala a mujeres y hombres frente a potenciales
empleadores, corrigiendo parcialmente la asimetría
de costos que percibe un empleador al decidir con-
tratar a alguien de uno u otro sexo”7, se aclara.
Finalmente, otro de los conflictos a destacar es la
invisibilidad de las mujeres de menores ingresos. En
este sentido, el subsidio maternal (principal trans-
ferencia pública, financiada por el Estado con cargo
a impuestos generales desde 1985) es regresivo, tal
como indican los datos de la encuesta Casen7: más
de la mitad (52%) del total de recursos gastados en
el subsidio maternal se destina a mujeres del quin-
til más alto de ingresos; un 19% se canaliza al quintil
cuarto; 15% al quintil tercero; 9% al quintil segundo y
solo 5% al quintil más pobre.
Dad0 todo lo anteriormente expuesto, podemos
afirmar que una política pública (PP) de postnatal ex-
tendida que sólo considere a las mujeres, es una PP
sin enfoque de género en su formulación, carencia
que penetra en la implementación y evaluación de
la misma. Atiende necesidades prácticas y no analiza
ni busca transformar a los distintos actores (Estado,
empresas, marco regulatorio, entre otros) que se
amalgaman para generar un sistema desigual. Es
decir, no hay conciencia de género, entendida como
una perspectiva que considera el carácter genérico
de todas las relaciones sociales, promoviendo el de-
sarrollo integral de hombres y mujeres.
La teoría de género ha aportado valiosas herramien-
tas teóricas y metodológicas que ayudan a develar la
tensión entre los universal y lo particular, haciendo
posible pensar el desarrollo en marcos de equidad.
Por lo mismo, se hace necesario reconocer los con-
ceptos que confluyen en un PP durante su planifi-
cación, implementación y evaluación, para así rel-
evar las tensiones presentes y ofrecer soluciones a
ellas, focalizando recursos y buscando políticas uni-
versales, que eliminen segregaciones, inequidades y
desigualdades.
Por lo mismo, es necesario reparar en los desafíos a
los que hoy se enfrenta un proyecto de ley de post-
natal en Chile, para incorporar de manera efectiva el
género. En primer lugar, hay que definir al género
como un resultado de construcciones culturales, no
sólo con respecto a la díada femenino/masculino,
sino en relación a la raza, etnia y clase, oponiéndose
a toda idea esencialista de la mujer. Por esto, todo
proyecto que no considere estas variables carece de
una mirada de género, lo que puede redundar en PP
discriminatorias o segregantes, tal como ocurre ac-
tualmente con aquellas mujeres de quintiles más ba-
jos que no pertenecen al mundo formal de trabajo.
En segundo término, y aún cuando las mujeres son
las responsables del amamantamiento, es necesa-
rio analizar si Chile puede tener un postnatal de seis
meses, considerando el impacto de esta medida en
el mundo laboral, capacitación, estudios, relaciones
familiares, etc. y suministrando soluciones frente a
los posibles desajustes que puedan darse en estos
ámbitos. Mal que mal, según una investigación del
Centro de Estudios Públicos, por cada hijo la mujer
pierde 1,9 años de experiencia laboral9. Potenciar
esta brecha sería algo penoso...
Sin duda, repensar el permiso para los padres y
sopesar los tiempos que el marco regulatorio actual
entrega a los mismos es un elemento que se debe
contemplar, en pro de la llamada corresponsabilidad
que hoy promueve el propio Sernam. También se
hace imperativo examinar hasta qué punto es ben-
eficioso entregar un permiso parental 100% flexible,
para evitar que termine recayendo igualmente en
las mujeres, que son quienes se hacen cargo de las
labores domesticas y del cuidado de los hijos (as) en
mayor medida.
Sólo tomando en consideración a los individuos; sus
actividades sociales y económicas; sus formas de
participación y vinculaciones diferenciales; junto a
los factores socioculturales, políticos y económicos
influyentes, entre otros, se podrá incorporar una
visión de género acabada.
Es imperativo, por tanto, que todo proyecto de PP
considere y visualice las diferencias de género implíci-
tas y explícitas, aterrizando el análisis a los contextos
territoriales y socioculturales donde se planifican las
acciones de desarrollo, incluyendo la proyección de
sus impactos en un corto, mediano y largo plazo. Es
esta la mirada que permite tomar decisiones perti-
nentes y acertadas, cautelando que las acciones de
desarrollo no generen nuevas desigualdades, pro-
fundizando aún más las inequidades de género.
Finalmente, aún cuando la política de postnatal ex-
tendida defina a la madre y al hijo como grupo obje-
tivo, hay que entender que el género es relacional.
Por lo mismo, más allá de que el enfoque sea me-
jorar exclusivamente la condición o posición de las
mujeres en algún ámbito de desarrollo, no se puede
pensar una PP sin considerar a mujeres, hombres,
marcos institucionales y regulatorios, entre otros.
Sólo así se fomentará un análisis sistémico, que nos
lleve a comprender la amplitud de los proyectos que
evaluamos, sólo así podremos tener la certeza de
que las políticas implementadas no siguen abriendo
las profundas brechas que hoy nos separan.
Bibliografía

1) Blog: http://www.postnatalseismeses.blog-
spot.com/
2) Código del Trabajo. 31 de Julio de 2002. http://
www.leychile.cl/Navegar?idNorma=207436
3) Instituto Nacional de Estadísticas. “Empleo
Trimestral, agosto-octubre 2010”. 30 de noviembre
de 2010.
4) Ley 20.047. 24 de agosto de 2005. http://
www.leychile.cl/Navegar?idNorma=241556
5) Comunidad Mujer. “Voz de Mujer del Bicen-
tenario”. Septiembre-noviembre 2009. http://www.
comunidadmujer.cl/estudios/voz-de-mujer/
6) Unicef. “Evaluación económica de la prolon-
gación del postnatal”. 2007. http://www.scielo.cl/
pdf/rcp/v78s1/art03.pdf
7) Comisión Asesora Presidencial “Mujer, Tra-
bajo y Maternidad”. Mayo-agosto 2010. http://www.
comisionmujertrabajoymaternidad.cl/images/docs/
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8) World Economic Forum. “Gender Gap Report
2010”. 12 de octubre de 2010. http://www.weforum.
org/pdf/gendergap/report2010.pdf
9) Mini Book Eureka. “La mujer, octubre 2010”.
Página 15.
10) Artemisa Noticias. “Aumenta licencia por
maternidad para hombres y mujeres”. 25 de junio de
2009. http://www.artemisanoticias.com.ar/site/no-
tas.asp?id=2&idnota=6582