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El Aporte de la
Ciencia Económica
Leonardo Letelier Saavedra
Resumen
Este artículo discute el aporte de la teoría económica al problema de cómo los individuos
resuelven problemas colectivos. Se presenta una visión histórica sobre el tema, la cual exami-
na el legado de distintas escuelas de pensamiento sobre el particular. Partiendo con los econo-
mistas clásicos, se concluye con un análisis del pensamiento económico moderno, encarnado
éste en lo que se denomina las finanzas públicas normativas. En ellas, el Estado es concebido
como la única forma de abordar los costos de transacción inherentes a la acción colectiva,
mientras que el gobierno es concebido como el agente que ejecuta el mandato de la sociedad
(principal).
Abstract
This paper discusses the contribution of the economic theory to the problem of how individuals
solve their collective problems. A historical view of the matter is presented, which examines
the legacy of different schools of thought on this issue. Beginning with the classical economists,
this review concludes with an extended analysis of the modern economic thought which is
expressed in the so called normative public finances. In this view, the State is conceived as an
agent which executes those decisions being made by the society (principal).
36 ESTADO, GOBIERNO, GESTIÓN PÚBLICA. Revista Chilena de Administración Pública
te de inter vención que más nos acerca de una elección, también debe ser un
al óptimo, dicha acción puede ser per- compor tamiento esperable en el marco
feccionada por la vía de incor porar en de otras decisiones que for man par te
las políticas públicas las recomendacio- del ámbito de acción del gobier no.
nes emanadas de la teoría. Este resul- L a s e g u n d a c o nv i c c i ó n s u r g e d e
tado central constituye el punto de par- una clara inconsistencia teórica entre el
tida de la Finanzas Públicas Positivas. supuesto tradicional de un individuo ra-
cional y maximizador, en el cual se basa
4.2 LAS FINANZAS PÚBLICAS POSITIVAS el análisis neoclásico, y el supuesto de
un Estado benevolente y genuinamente
4.2.1 DOS INCONSISTENCIAS BÁSICAS representativo del bien común. Surge
DE LAS FINANZAS PÚBLICAS NORMATIVAS entonces la pregunta de cómo, siendo
los individuos egoístas, pueden éstos
Atendiendo el supuesto de un Esta- generar un Estado generoso y visiona-
do benevolente implícito en las Finan- rio. La respuesta es evidente a la luz del
zas Públicas Nor mativas, una etapa na- d e b a t e v i g e n t e s o b r e e l p a r t i c u l a r, y
tural en el desarrollo de la disciplina es pasa por reconocer que el interés co-
el cuestionamiento de dicho supuesto mún es un concepto abstracto y difícil
tanto a la luz de los hechos como en el de identificar. A esto se suma el hecho
marco lógico de la teoría económica vi- de que si los individuos son egoístas,
gente. Al respecto convergen dos con- maximizadores y racionales, también lo
vicciones analíticas de gran peso, las debe ser el gobier no, constituido éste
cuales per miten avanzar un paso mas por una amplia gama de funcionar ios y
en la dirección de elaborar un cuer po representantes políticos.
teór ico más sólidamente fundado.
Una de ellas es que la evidencia 4.2.2 UNA NUEVA FORMA
disponible parece indicar que el gobier- DE MIRAR EL PAPEL DEL ESTADO
no no siempre actúa en beneficio del
interés común, hecho que se manifies- Habiendo aceptado al individualis-
ta constantemente en episodios de co- mo optimizador como un aspecto cen-
rr upción, excesivo crecimiento del apa- tral de la teoría, no parece suficiente
rato estatal y toda suer te de acciones señalar que el Estado se justifica por la
encubier tas destinadas a ser vir el inte- incapacidad del mercado de producir
rés privado de quienes son elegidos por bienes públicos, rectificar exter nalida-
la comunidad para representar el inte- des y regular estructuras no competiti-
rés común. Una expresión de esta evi- vas. Menos aún se justifica en función
dencia es la fuer te tendencia a la ex- d e l a n e c e s i d a d d e g e n e ra r p o l í t i c a s
pansión del gasto público en períodos públicas «promotoras del desarrollo»,
preeleccionar ios, y a su consiguiente toda vez que tal propósito conlleva el
contracción en la etapa post-elecciona- supuesto de que los individuos son aje-
ria. Lo anterior constituye una prueba de nos, o al menos no perciben con clar i-
pr imera instancia en favor de la hipóte- dad los beneficios del «gran empujón»
sis de que el gobier no en ejercicio se de Rosenstein-Rodan. Si este fuera el
encuentra tentado por un compor ta- caso, el Estado se justifica a sí mismo
miento opor tunista, el cual lo conduce sólo por el hecho de que produce bie-
a p r e fe r i r p o l í t i c a s m a x i m i z a d o ra s d e nes y ser vicios necesar ios para la co-
votos, incluso en desmedro del interés munidad, respecto de los cuales cada
común. Si este es el caso en el evento ciudadano tiene una convicción íntima
de que son necesar ios, pero cuya pro- la medida que las par tes involucradas
visión requiere un esfuerzo de coope- tengan garantías de que los demás par-
ración entre individuos diferentes. Esta ticipantes de dicho contrato cumplirán
acción colectiva no es espontánea, sien- también con su par te del acuerdo. Esto
do el mercado incapaz de proveer me- requiere la existencia de alguna for ma
canismos que per mitan concretar este de super visión mutua, circunstancia ex-
objetivo común. plícitamente ausente en el marco del di-
Surge entonces la cuestión de lema de los pr isioneros. Ante la incapa-
cómo la sociedad se organiza en el in- cidad de realizar este contrato colecti-
tento de alcanzar una meta común que vo, ambos pr isioneros se verán impul-
n o p u e d e l o gra r s e e s p o n t á n e a m e n t e. sados en la dirección de acusarse mu-
Así entendido, el tema central pasa a ser tuamente, evitando así la factibilidad de El tema central pasa a
un problema de coordinación entre in- que cado uno por separado sea acusa- ser un problema de
dividuos diferentes que deben celebrar do sin emitir juicio alguno respecto de coordinación entre
un contrato, como fr uto del cual todos la culpabilidad del otro. Dominará enton- individuos diferentes
se benefician. La contrapar tida de tal ces la estrategia no cooperativa (Nadie que deben celebrar un
beneficio común es que los par ticipan- Coopera), pese a que la estrategia de contrato, como fruto del
tes del acuerdo deben también contr i- cooperación mutua (Ambos Cooperan), cual todos se
buir al financiamiento de este bien co- es cier tamente la mejor desde la pers- benefician. La
lectivo. La for ma gráfica de presentar el pectiva global. El dilema de los pr isio- contrapartida de tal
problema es a través del llamado dile- neros es el punto de par tida de una lite- beneficio común, es que
ma de los prisioneros, el cual asume que ratura muy amplia y compleja. Una ex- los participantes del
en cualquier acción de beneficio mutuo tensión natural del problema consiste en acuerdo deben también
existen dos estrategias posibles. Éstas especular en tor no a las implicancias de contribuir al
son cooperar y no cooperar. El refer ido este juego, si la interacción entre los pri- financiamiento de este
juego (Cuadro 1) nos presenta el caso sioneros no fuese una opor tunidad úni- bien colectivo.
de dos individuos acusados de un deli- ca, repitiéndose sistemáticamente el
t o, l o s c u a l e s s o n i n c o m u n i c a d o s y evento de ser interrogados en las mis-
puestos en celdas separadas. Sus mas condiciones antes definidas
aprehensores les ofrecen a cada uno de ( A xe l r o d , 1 9 8 4 ) . ¿ S e r ía e n e s t e c a s o
ellos (Individuos A y B), tres opciones igualmente dominante la estrategia no
posibles como resultado del interroga- cooperativa?
tor io al que ambos se ven sometidos. Si
el individuo A acusa a B, pero B no acu- Cuadro 1
sa a A, B recibe 10 años de cárcel y A El Dilema de los Prisioneros
queda libre. Sucederá exactamente lo Coopera No Coopera
contrar io si B acusa a A, pero A no in- Coopera Ind. A
Ind. A
culpa a B. Si ambos se acusan mutua- Ind. B
mente, ambos reciben 5 años de cárcel. No Coopera Ind. B Nadie Coopera
Si no se acusan mutuamente (estrate-
gia de cooperación) ambos salen libres. Resolver este problema nos acerca
Habrá en este último caso un equi- nítidamente a la problemática del Esta-
libr io cooperativo que maximiza el bien- do, y de cómo los individuos resuelven
estar común y en la cual ninguno de los temas de interés común cuya solución
jugadores acusa al otro. Para que dicha requiere un esfuerzo de coordinación en-
estrategia prevalezca, los acusados de- tre muchos individuos diferentes, incomu-
ben celebrar un contrato. Sin embargo, nicados e incapaces de super visar un
un contrato solo será «enforzable» en contrato colectivo. También en este caso
42 ESTADO, GOBIERNO, GESTIÓN PÚBLICA. Revista Chilena de Administración Pública
individuos deben tener «un solo máxi- 2. Si todas las personas prefieren
mo». Lo anter ior significa que siempre x a y, e n t o n c e s l a s o c i e d a d d e b e t a m -
prefer iremos más a menos –o menos a b i é n p r e fe r i r x a y.
más–, pero no pueden par ticipar indivi- 3. La elección social sobre un con-
duos que prefieran siempre alguno de j u n t o d e a l t e r n a t i va s d e i n t e r é s c o m ú n
los extremos antes que un nivel inter- debe sólo depender de las opciones re-
medio de gasto. Pese a la aparente sin- l eva n t e s –y p o r l o t a n t o s u j e t a s a l o r -
gular idad de esta condición, no cuesta d e n a m i e n t o d e c i d i d o p o r l a s o c i e d a d–,
encontrar ejemplos de preferencias de y n o d e o p c i o n e s n o r e l eva n t e s n o p r e -
«dos máximos». Muchos prefer irán ir a s e n t e s e n t r e l a s a l t e r n a t i va s s u s c e p t i -
la guerra o no ir a la guerra que cual- bl e s d e e l e g i r.
quier opción inter media. Es muy común 4 . N o d e b e h a b e r u n a d i c t a d u ra .
encontrar individuos que prefieran una S i b i e n e l m e c a n i s m o d e l a m ayo -
Ni los economistas provisión de salud o educación entera- ría cumple con las condiciones 2 a 4,
clásicos ni los llamados m e n t e p r i va d a o e n t e ra m e n t e p ú bl i c a no produce un resultado consistente
economistas del ante la alter nativa de una opción inter- p a ra c u a l q u i e r e s t r u c t u ra d e p r e fe r e n -
desarrollo, reflexionaron media. Si en lugar de restr ingir severa- cias individuales (condición 1).
sobre la forma en que mente las características de la votación U n a s a l i d a a l p r o bl e m a e s r e c o n o -
los individuos resolvían y sus par ticipantes, definimos un con- cer que en la práctica, precisamente
los temas de interés junto de supuestos mínimamente acep- porque los adherentes a un conjunto
colectivo. tables en tor no a la consistencia lógica amplio de temas de interés público pue-
de las decisiones, nos encontraremos d e n r e d u c i r l o s c o s t o s d e t ra n s a c c i ó n
con el conocido «Teorema de la Imposi- de ar ticular una propuesta común, es
bilidad de Arrow», el cual amer ita una q u e ex i s t e n l o s p a r t i d o s p o l í t i c o s. E s t a
mención especial. circunstancia permite desplazar el én-
fa s i s e n l a s p r e fe r e n c i a s i n d i v i d u a l e s
El Teorema hacia el análisis de los par tidos como
de la imposibilidad de Arrow e l m e d i o r e l eva n t e d e c a n a l i z a r l o s i n -
tereses de sus adherentes. Este replan-
Ante las dificultades enumeradas, t e a m i e n t o d e l p r o bl e m a p e r m i t e r e s c a -
cabe preguntarse si en verdad existe un t a r l a u n i d i m e n s i o n a l i d a d d e l a s p r e fe -
m e c a n i s m o d e d e c i s i ó n c o l e c t i va q u e r e n c i a s, t o d a ve z q u e l o s p a r t i d o s s u e -
per mita un resultado lógicamente con- len alinear sus propuestas en la dimen-
sistente, sin que ello exija restr ingir se- sión izquierda-derecha.
veramente el tipo de individuo par tici-
pante y/o las características de la deci- CONCLUSIONES
sión en cuestión. La obra magistral de
Arrow (1951) proporciona una respues- Ni los economistas clásicos ni los
ta teórica a dicha pregunta sobre la base llamados economistas del desarrollo re-
de un conjunto mínimo de supuestos f l ex i o n a r o n s o b r e l a fo r m a e n q u e l o s
respecto de las preferencias individua- individuos resolvían los temas de inte-
les. Los supuestos establecidos por r é s c o l e c t i vo. E n s u fo r m a o r i g i n a l , l a
Arrow son los siguientes: consistencia lógica del análisis neoclá-
1. El mecanismo elegido debe s i c o s ó l o g e n e r ó p r o p u e s t a s d e fo n d o
o p e ra r p a r a t o d a s l a s p o s i bl e s p r e fe - en el tema que nos ocupa a par tir del
rencias individuales que impliquen un apor te de Samuelson y el desarrollo del
ordenamiento lógico de las opciones l o s c o n c e p t o s d e b i e n e s p ú bl i c o s y ex -
d i s p o n i bl e s. ter nalidades. La evolución de las finan-
Mueller (1997) Constitutional Public Choice, Samuelson, P. (1954) «The pure Theory of
en Perspectives on Public Choice (editor Public Expenditure», Review of Economics
and contributor), Cambridge: Cambridge and Statistics, N 0 36. pp. 387- 389.
University Press, 1997.
Tirole, J. (1994) «The Internal Organiza-
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I n g e n i e r o C o m e r c i a l , U n i ve r s i d a d d e C h i l e . M a s t e r e n E c o n o m í a ,
Universidad de Chile. M.Phil. University of Cambr idge. ASP Cer tificate, Kiel
Institute of Wor ld Economics. Ph.D. in Economics, University of Sussex.