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Artículos 35

Estado, Política y Gobierno

El Aporte de la
Ciencia Económica
Leonardo Letelier Saavedra

Resumen
Este artículo discute el aporte de la teoría económica al problema de cómo los individuos
resuelven problemas colectivos. Se presenta una visión histórica sobre el tema, la cual exami-
na el legado de distintas escuelas de pensamiento sobre el particular. Partiendo con los econo-
mistas clásicos, se concluye con un análisis del pensamiento económico moderno, encarnado
éste en lo que se denomina las finanzas públicas normativas. En ellas, el Estado es concebido
como la única forma de abordar los costos de transacción inherentes a la acción colectiva,
mientras que el gobierno es concebido como el agente que ejecuta el mandato de la sociedad
(principal).

<ESTADO> <GOBIERNO> <ECONOMÍA> <HACIENDA PÚBLICA>


<ELECCIÓN PÚBLICA> <CIENCIA POLÍTICA>

Abstract
This paper discusses the contribution of the economic theory to the problem of how individuals
solve their collective problems. A historical view of the matter is presented, which examines
the legacy of different schools of thought on this issue. Beginning with the classical economists,
this review concludes with an extended analysis of the modern economic thought which is
expressed in the so called normative public finances. In this view, the State is conceived as an
agent which executes those decisions being made by the society (principal).
36 ESTADO, GOBIERNO, GESTIÓN PÚBLICA. Revista Chilena de Administración Pública

Estado, Política y Gobierno


El Aporte de la Ciencia Económica
Leonardo Letelier Saavedra

1. INTRODUCCIÓN gran divulgador del conocimiento eco-


nómico en los temas de interés público.
D e l a m i s m a fo r m a e n q u e l a s o - Como reacción a dicha visión, desarro-
c i o l o g í a y l a c i e n c i a p o l í t i c a i n c l u ye n a llos más recientes se han desplazado
l a e c o n o m í a c o m o u n a fa c e t a m ás d e crecientemente hacia los confines de la
la reflexión académica, también la eco- «economía positiva», la cual inter preta
n o m í a h a c e l o p r o p i o d e s d e s u á n g u l o. la realidad integralmente concebida, re-
E n d i c h o m a r c o, e s i n t e r e s a n t e c o n s - conociendo en for ma objetiva e incor po-
t a t a r l a evo l u c i ó n d e l d e b a t e a c a d é m i - rando explícitamente en el análisis, las
co sobre el tema, y de cómo el pensa- limitaciones inherentes a la puesta en
m i e n t o e c o n ó m i c o h a evo l u c i o n a d o e n práctica de las medidas de política eco-
su afán por constituirse en una inter- nómica emanadas de la economía nor-
pretación comprehensiva del fenómeno mativa. Esta inter pretación se ubica en
del Estado y su representación política la lógica de la «Teoría de la Elección Pú-
e n e l g o b i e r n o. blica», la cual exper imentó un impulso
Este ar tículo intenta descr ibir este notable con la publicación del libro de
debate en el entendido que la economía A. Down: «Una Teoría Económica de la
es la disciplina que analiza los meca- Democracia». La vigencia de este enfo-
nismos que per miten crear r iqueza. Si que nos per mite reflexionar en for ma re-
bien mucho se ha dicho sobre cuáles novada sobre el papel del Estado en la
condiciones deben prevalecer a fin de economía, y de cómo la sociedad logra
potenciar la capacidad creadora del expresar sus par ticulares preferencias
homus- economicus, todas las hipótesis en tor no a los temas de interés común.
y recomendaciones susceptibles de in- El resto de este trabajo está orga-
cluir como par te del cuer po orgánico de nizado de la siguiente manera. La sec-
conocimientos de la disciplina pueden ción 2 presenta la visión de los econo-
clasificarse en dos categorías básicas. mistas clásicos. La sección 3 hace lo
Te n e m o s p o r u n a p a r t e l o q u e s e h a propio respecto de los economistas del
dado en llamar «economía nor mativa». desarrollo. El apor te de los neoclásicos
En esta categoría se enmarcan nume- es el tema de la sección 4. En ella se
rosas teorías y recomendaciones cuyo aborda por separado el apor te de las fi-
fin último es descr ibir acciones de polí- nanzas públicas nor mativas y las finan-
tica económica conducentes a perfec- zas públicas positivas. Finalmente, la
cionar el proceso de creación de r ique- nueva economía política del problema,
za vigente en la sociedad. En el ámbito y la problemática inherente al diseño de
de la economía del sector público, di- nor mas institucionales que per mitan re-
cha línea argumental ha sido usualmen- solver los temas de interés común, es
te adjudicada al nombre de R. Musgrave, abordado en la sección 5.

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2. LOS ECONOMISTAS CLÁSICOS La concepción dialéctica de la his-


toria y la inter pretación del egoísmo
Es menester reconocer en este de- como un fenómeno cultural –y por lo tan-
bate el apor te seminal de A. Smith en el to susceptible de cambiar–, per miten a
tema que nos ocupa. Decía Smith que Marx abordar el tema de la creación de
existe un elemento fundamental que di- riqueza desde un ángulo diferente. El ca-
ferencia a los humanos de los otros ani- pitalismo, así como la dictadura del pro-
males de la tierra. Esta es nuestra evi- letariado, constituyen –según Marx– eta-
dente propensión al intercambio de bie- pas transitorias en la evolución de la his-
nes, lo cual conduce inevitablemente a toria, la cual tendría su desenlace final
la especialización del trabajo. Esto últi- en una sociedad comunitaria y genero-
mo per mite generar r iqueza ilimitada- sa. Resulta de gran interés constatar que
mente toda vez que dicho intercambio es dicha inter pretación contiene coinciden-
potencialmente inagotable. De aquí pro- cias evidentes con la actual teoría de la En la moderna literatura
viene la opción de A. Smith por el libre elección pública. El Estado es represen- de la «Elección Pública»
comercio, entendido éste como un me- tado por «alguien», el cual no necesa- existe un gobierno que
canismo al ser vicio de dicha especiali- riamente coincide con el interés común suele apartarse del
zación. Una faceta que los humanos sí ampliamente entendido. Para Marx exis- interés colectivo, y que
compar ten con otros animales es su te una «clase dominante» que aprovecha si bien no está
egoísmo. Paradójicamente, sin él no po- su poder y actúa en su propio beneficio encarnado en una clase
dríamos ser vir al prójimo de la forma que en la medida de lo posible. En la moder- social, estará al servicio
lo hacemos. Al buscar nuestro propio na literatura de la «Elección Pública» de intereses privados
beneficio, ser vimos sin quererlo el inte- existe un gobier no que suele apar tarse que pueden confundirse
rés común. Nos mueve una «mano invi- del interés colectivo, y que si bien no está en el discurso público
sible» que conduce nuestras acciones encar nado en una clase social, estará al con el propósito de
individuales hacia un objetivo colectivo, ser vicio de intereses privados que pue- servir el bien común.
cual es: la creación de más riqueza ma- den confundirse en el discurso público
terial. A. Smith era contrario a la acción con el propósito de ser vir el bien común.
del Estado, por considerar que cualquier
inter vención en el proceso de intercam- 3. LOS ECONOMISTAS
bio antes descr ito entor pecía el meca- DEL DESARROLLO
nismo de creación de riqueza que en for-
ma espontánea per mitía a los individuos Los llamados economistas del desa-
ser vir su propio interés. Es muy proba- rrollo fueron el fr uto de una circunstan-
ble que en este aspecto la visión del Es- cia histórica muy par ticular. Este fue el
tado que Smith describía estuviese fuer- proceso de descolonización en Asia y
temente contaminada por la vigencia de África a par tir de los años 50s, y la con-
gobier nos monárquicos en Europa en el siguiente necesidad de reflexionar sobre
siglo XVIII. Reconocía sin embargo que el futuro de las nuevas naciones. Implí-
en algunos ámbitos el Estado era insus- cito en este propósito se encontraba el
tituible. Entre ellos destacan su papel en supuesto de que la teoría económica pre-
la administración de la justicia y la de- valeciente en el mundo desarrollado, no
fensa. Curiosamente, y en beneficio de era relevante para entender los proble-
la intuición inicial de esta hipótesis, la mas de las naciones pobres.
literatura moder na sobre el par ticular Quizás el rasgo central de la hipó-
identifica en sendas esferas de acción, tesis desarrollista se encuentra en Ro-
ejemplos explícitos de lo que hoy se co- senstein-Rodan (1943), a quien se le atri-
noce como «bienes públicos puros». buye la acuñación del tér mino. Para Ro-
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senstein-Rodan el beneficio colectivo de generar las condiciones necesarias para


cier tas acciones era super ior a la suma mantener el pleno empleo. Sin la inter-
parcial de los beneficios individuales, vención activa del gobier no a través del
valorados éstos bajo el supuesto de que gasto público sería imposible evitar el
la inversión realizada se implementaba ciclo económico, y con él los efectos
en for ma aislada e independiente de las per versos de tal evento en la for ma de
restantes inversiones individuales. En mayor desempleo y subocupación del
e s t e c o n t ex t o s u r g e l a n e c e s i d a d d e capital físico disponible. Una vez más el
coordinar una acción colectiva, a fin de Estado resuelve un objetivo común, bajo
generar un beneficio agregado super ior la óptica de que las decisiones indivi-
al que se puede alcanzar mediante un duales y desar ticuladas de gasto se con-
conjunto desar ticulado de decisiones traponen con la necesidad de activar este
parciales. Si esto es válido en cier tos mismo gasto en for ma global. Esto últi-
proyectos de inversión, también lo es en mo supone un esfuerzo colectivo que
todos los temas del desarrollo, en los sólo el Estado puede realizar. El argu-
cuales el Estado puede generar el mento keynesiano en tor no al ciclo eco-
«Gran Empujón» de que nos hablaba nómico y el empleo es fácilmente exten-
Rosenstein-Rodan. sible al ámbito general del desarrollo
Diversas versiones de la misma hi- económico global, en el cual confluyen
pótesis subyacen en la esencia de otras temas tales como «industrialización» y
escuelas del desarrollo, todas las cua- «dependencia económica», entre otros.
les apuntan en la dirección de promo- Tres factores comunes son carac-
ver una acción colectiva de alcance na- terísticos de la perspectiva desarrollis-
cional, cuya consecución es infactible ta del problema. El pr imero es que pre-
sin la asistencia del Estado. La versión sentaba una visión claramente nor mati-
marxista de este argumento se encuen- va del desarrollo, en tanto cuanto pro-
tra en la teoría de la dependencia, la pugnaba un cambio radical en la for ma
cual sostenía que el libre comercio con- en que el Estado asimilaba su papel de
denaba a las naciones pobres a la adop- representante del interés común en un
ción pasiva de tecnologías desarrolla- amplio rango de materias. El segundo es
das y concebidas en la realidad de na- que subordinaba por completo el interés
ciones r icas, «per petuando» así una si- privado al beneficio colectivo, presumien-
tuación de dependencia económica in- do implícitamente que el individuo me-
compatible con el verdadero desarrollo. dio era esencialmente ignorante e irra-
Recomendaba por lo tanto la autarquía cional en sus decisiones individuales. No
económica y la inter vención abier ta del era por tanto trascendental entender los
Estado en la promoción de tecnologías mecanismos que per mitían integrar el
propias. La industrialización forzada y la interés colectivo plasmado en el gobier-
visión del Estado como un factor de de- no, con los intereses privados expresa-
sarrollo estuvieron también presentes dos en un conjunto de las decisiones in-
en el modelo de sustitución de impor ta- dividuales ejecutadas descentralizada-
ciones impulsado en Amér ica Latina y mente. Una tercera característica es que
gran par te de Asia en la segunda mitad no obstante su explícita recomendación
del siglo veinte. de favorecer la inter vención estatal, no
La influencia keynesiana fue tam- proveía una reflexión acabada en tor no
bién trascendental para comprender el al proceso político necesario para alcan-
fe n ó m e n o q u e n o s o c u p a . S o s t e n í a zar las metas de desarrollo y pleno em-
Keynes que el mercado era incapaz de pleo antes enumeradas.

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4. EL APORTE bien definido y fundamentado, como fru-


DE LOS NEOCLÁSICOS to del cual mejoramos la eficiencia eco-
nómica y perfeccionamos la realidad.
4.1 LAS FINANZAS PÚBLICAS Las finanzas públicas nor mativas
NORMATIVAS también se expresan en el ámbito de la
teoría tributaria, esfera en la cual el án-
Si bien los neoclásicos generaron un gulo normativo del problema ha permiti-
conjunto de conceptos de gran utilidad y do perfeccionar el concepto de impues-
vigencia para la comprensión del proce- tos eficientes, entendidos éstos como una
so de asignación de recursos responsa- estructura tributaria no distorsionadora de
ble de la riqueza y el «bienestar», no fue las decisiones privadas en materia de in-
Así como el concepto de
sino hasta el apor te seminal de Samuel- versión y de consumo. Así como el con-
«mercado competitivo»
son (1954) que el tema de la inter vención cepto de «mercado competitivo» cumple
cumple el propósito de
del Estado no fue explícitamente aborda- el propósito de representar un estándar
representar un estándar
do. A él debemos el concepto de bienes con el cual comparar la estructura efecti-
con el cual comparar la
públicos en la forma que hoy lo entende- va de un mercado, la idea de un «impues-
estructura efectiva de
mos. Muy vinculado a esta categoría, la to de suma alzada» como ejemplo extre-
un mercado, la idea de
idea de externalidad aparece como ele- mo de financiamiento eficiente del gas-
un «impuesto de suma
mento complementario en la tipificación to público sir ve de referencia para es-
alzada» como ejemplo
de todos aquellos bienes y ser vicios para pecular acerca de los efectos per versos
extremo de
los cuales hay un beneficio y/o costo, no que los tr ibutos ejercen en el proceso
financiamiento eficiente
enteramente internalizado por quienes lo de intercambio entre las personas. Un
del gasto público sirve
consumen. Una nueva lógica, más nítida reconocido representante de esta es-
de referencia para
y sólidamente justificada aparece como cuela, y gran divulgador de las Finan-
especular acerca de los
alter nativa en la inter pretación de cual- zas Públicas en su versión nor mativa es
efectos perversos que
quier acción en la cual el Estado puede Richard Musgrave (1959). A él debemos
los tributos ejercen en
–y «debe»– intervenir. también la conocida clasificación de las
el proceso de
No obstante la pretensión positivis- funciones del Estado en su papel de
intercambio entre las
ta de la teoría en cuestión, el tema del «asignador de recursos», «re-distr ibui-
personas.
Estado y su papel como factor comple- dor de ingresos» y garante de la «esta-
mentario al mercado permanece en la ló- bilidad macroeconómica».
gica nor mativa de los economistas del La for taleza analítica de las Finan-
desarrollo. Nada nos dice Samuelson en zas Públicas Normativas responde al be-
tor no al proceso que permite vincular las neficio de permitirnos comparar la reali-
preferencias privadas de los individuos y dad con un conjunto de normas, que des-
el interés común expresado en la provi- de el punto de vista de la teoría económi-
sión de bienes públicos y la rectificación ca, nos garantizan un resultado más cer-
de las externalidades. En forma similar, cano al óptimo de Pareto. Desde esta óp-
el renovado énfasis en el tema de la re- tica, el papel de la teoría puede interpre-
gulación económica ejercida por el Esta- tarse como estrictamente positivo, toda
do, y la consiguiente necesidad de recti- ve z q u e n o e m i t e j u i c i o s r e s p e c t o d e
ficar toda una gama de fallas de merca- cuánto debe gastar el gobierno, ni cuáles
do, nos introduce en una lógica nor mati- énfasis debe tener al momento de decidir
va en lo que a la acción del Estado se sobre la asignación del gasto. El gobier-
refiere. Las recomendaciones de política no es presentado como un genuino repre-
emanadas de tales desarrollos teóricos no sentante del interés común, y no obstan-
son una mera descripción de la realidad. te las posibles discrepancias entre la ac-
Ellas nos sugieren un camino de acción ción efectiva del Estado y la forma eficien-
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te de inter vención que más nos acerca de una elección, también debe ser un
al óptimo, dicha acción puede ser per- compor tamiento esperable en el marco
feccionada por la vía de incor porar en de otras decisiones que for man par te
las políticas públicas las recomendacio- del ámbito de acción del gobier no.
nes emanadas de la teoría. Este resul- L a s e g u n d a c o nv i c c i ó n s u r g e d e
tado central constituye el punto de par- una clara inconsistencia teórica entre el
tida de la Finanzas Públicas Positivas. supuesto tradicional de un individuo ra-
cional y maximizador, en el cual se basa
4.2 LAS FINANZAS PÚBLICAS POSITIVAS el análisis neoclásico, y el supuesto de
un Estado benevolente y genuinamente
4.2.1 DOS INCONSISTENCIAS BÁSICAS representativo del bien común. Surge
DE LAS FINANZAS PÚBLICAS NORMATIVAS entonces la pregunta de cómo, siendo
los individuos egoístas, pueden éstos
Atendiendo el supuesto de un Esta- generar un Estado generoso y visiona-
do benevolente implícito en las Finan- rio. La respuesta es evidente a la luz del
zas Públicas Nor mativas, una etapa na- d e b a t e v i g e n t e s o b r e e l p a r t i c u l a r, y
tural en el desarrollo de la disciplina es pasa por reconocer que el interés co-
el cuestionamiento de dicho supuesto mún es un concepto abstracto y difícil
tanto a la luz de los hechos como en el de identificar. A esto se suma el hecho
marco lógico de la teoría económica vi- de que si los individuos son egoístas,
gente. Al respecto convergen dos con- maximizadores y racionales, también lo
vicciones analíticas de gran peso, las debe ser el gobier no, constituido éste
cuales per miten avanzar un paso mas por una amplia gama de funcionar ios y
en la dirección de elaborar un cuer po representantes políticos.
teór ico más sólidamente fundado.
Una de ellas es que la evidencia 4.2.2 UNA NUEVA FORMA
disponible parece indicar que el gobier- DE MIRAR EL PAPEL DEL ESTADO
no no siempre actúa en beneficio del
interés común, hecho que se manifies- Habiendo aceptado al individualis-
ta constantemente en episodios de co- mo optimizador como un aspecto cen-
rr upción, excesivo crecimiento del apa- tral de la teoría, no parece suficiente
rato estatal y toda suer te de acciones señalar que el Estado se justifica por la
encubier tas destinadas a ser vir el inte- incapacidad del mercado de producir
rés privado de quienes son elegidos por bienes públicos, rectificar exter nalida-
la comunidad para representar el inte- des y regular estructuras no competiti-
rés común. Una expresión de esta evi- vas. Menos aún se justifica en función
dencia es la fuer te tendencia a la ex- d e l a n e c e s i d a d d e g e n e ra r p o l í t i c a s
pansión del gasto público en períodos públicas «promotoras del desarrollo»,
preeleccionar ios, y a su consiguiente toda vez que tal propósito conlleva el
contracción en la etapa post-elecciona- supuesto de que los individuos son aje-
ria. Lo anterior constituye una prueba de nos, o al menos no perciben con clar i-
pr imera instancia en favor de la hipóte- dad los beneficios del «gran empujón»
sis de que el gobier no en ejercicio se de Rosenstein-Rodan. Si este fuera el
encuentra tentado por un compor ta- caso, el Estado se justifica a sí mismo
miento opor tunista, el cual lo conduce sólo por el hecho de que produce bie-
a p r e fe r i r p o l í t i c a s m a x i m i z a d o ra s d e nes y ser vicios necesar ios para la co-
votos, incluso en desmedro del interés munidad, respecto de los cuales cada
común. Si este es el caso en el evento ciudadano tiene una convicción íntima

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de que son necesar ios, pero cuya pro- la medida que las par tes involucradas
visión requiere un esfuerzo de coope- tengan garantías de que los demás par-
ración entre individuos diferentes. Esta ticipantes de dicho contrato cumplirán
acción colectiva no es espontánea, sien- también con su par te del acuerdo. Esto
do el mercado incapaz de proveer me- requiere la existencia de alguna for ma
canismos que per mitan concretar este de super visión mutua, circunstancia ex-
objetivo común. plícitamente ausente en el marco del di-
Surge entonces la cuestión de lema de los pr isioneros. Ante la incapa-
cómo la sociedad se organiza en el in- cidad de realizar este contrato colecti-
tento de alcanzar una meta común que vo, ambos pr isioneros se verán impul-
n o p u e d e l o gra r s e e s p o n t á n e a m e n t e. sados en la dirección de acusarse mu-
Así entendido, el tema central pasa a ser tuamente, evitando así la factibilidad de El tema central pasa a
un problema de coordinación entre in- que cado uno por separado sea acusa- ser un problema de
dividuos diferentes que deben celebrar do sin emitir juicio alguno respecto de coordinación entre
un contrato, como fr uto del cual todos la culpabilidad del otro. Dominará enton- individuos diferentes
se benefician. La contrapar tida de tal ces la estrategia no cooperativa (Nadie que deben celebrar un
beneficio común es que los par ticipan- Coopera), pese a que la estrategia de contrato, como fruto del
tes del acuerdo deben también contr i- cooperación mutua (Ambos Cooperan), cual todos se
buir al financiamiento de este bien co- es cier tamente la mejor desde la pers- benefician. La
lectivo. La for ma gráfica de presentar el pectiva global. El dilema de los pr isio- contrapartida de tal
problema es a través del llamado dile- neros es el punto de par tida de una lite- beneficio común, es que
ma de los prisioneros, el cual asume que ratura muy amplia y compleja. Una ex- los participantes del
en cualquier acción de beneficio mutuo tensión natural del problema consiste en acuerdo deben también
existen dos estrategias posibles. Éstas especular en tor no a las implicancias de contribuir al
son cooperar y no cooperar. El refer ido este juego, si la interacción entre los pri- financiamiento de este
juego (Cuadro 1) nos presenta el caso sioneros no fuese una opor tunidad úni- bien colectivo.
de dos individuos acusados de un deli- ca, repitiéndose sistemáticamente el
t o, l o s c u a l e s s o n i n c o m u n i c a d o s y evento de ser interrogados en las mis-
puestos en celdas separadas. Sus mas condiciones antes definidas
aprehensores les ofrecen a cada uno de ( A xe l r o d , 1 9 8 4 ) . ¿ S e r ía e n e s t e c a s o
ellos (Individuos A y B), tres opciones igualmente dominante la estrategia no
posibles como resultado del interroga- cooperativa?
tor io al que ambos se ven sometidos. Si
el individuo A acusa a B, pero B no acu- Cuadro 1
sa a A, B recibe 10 años de cárcel y A El Dilema de los Prisioneros
queda libre. Sucederá exactamente lo Coopera No Coopera
contrar io si B acusa a A, pero A no in- Coopera Ind. A
Ind. A
culpa a B. Si ambos se acusan mutua- Ind. B
mente, ambos reciben 5 años de cárcel. No Coopera Ind. B Nadie Coopera
Si no se acusan mutuamente (estrate-
gia de cooperación) ambos salen libres. Resolver este problema nos acerca
Habrá en este último caso un equi- nítidamente a la problemática del Esta-
libr io cooperativo que maximiza el bien- do, y de cómo los individuos resuelven
estar común y en la cual ninguno de los temas de interés común cuya solución
jugadores acusa al otro. Para que dicha requiere un esfuerzo de coordinación en-
estrategia prevalezca, los acusados de- tre muchos individuos diferentes, incomu-
ben celebrar un contrato. Sin embargo, nicados e incapaces de super visar un
un contrato solo será «enforzable» en contrato colectivo. También en este caso
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h a b r á u n a e s t r a t e g i a c o o p e r a t i va , l a de normas que regirán la acción colec-


cual implica un costo de coordinación. t i va ? S i e n d o l a m i s m a ex i s t e n c i a d e l a
L a n e c e s i d a d d e r e c o n o c e r ex p l í c i t a - norma una circunstancia de beneficio
mente este costo ha llevado a tipificar lo colectivo, su diseño implica también un
como el costo de transacción. Se sigue esfuerzo de coordinación entre los ciu-
de lo anter ior que el Estado existe por- dadanos. Existen dos avenidas de aná-
que resuelve, o al menos reduce signi- lisis en este aspecto (Mueller,1997). La
ficativamente, el costo de transacción p r i m e ra s u p o n e q u e s i b i e n l o s i n d i v i -
asociado a cualquier acuerdo colectivo d u o s p u e d e n c o m p o r t a r s e e n fo r m a
entre individuos. Este resultado per mi- a p a r e n t e m e n t e i r ra c i o n a l e n e l c o r t o
t e t a m b i é n e n t e n d e r l a ex i s t e n c i a d e plazo, éstos tendrán un compor tamien-
empresas como unidades productoras t o o p t i m i z a d o r y ra c i o n a l e n e l l a r g o
de bienes y ser vicios, y se encuentra en plazo. En este contexto es lógico espe-
la base de la nueva teoría de la fir ma rar que en el «equilibr io», los individuos
(Coase 1936; Tirole, 1994). r a c i o n a l e s e s t a bl e c e r á n n o r m a s q u e
g a ra n t i c e n u n a s o l u c i ó n Pa r e t o - ó p t i m a
5. LA ECONOMÍA POLÍTICA a l o s p r o bl e m a s c o l e c t i vo s. L a s e g u n -
DEL PROCESO DE ELECCIÓN DE d a ave n i d a p r e s u m e q u e e l h o m b r e e s
REPRESENTANTES COLECTIVOS u n a n i m a l e s e n c i a l m e n t e evo l u t i vo, y
que en vir tud de dicha condición irá
Decir que el Estado es la instan- a p r e n d i e n d o d e s u ex p e r i e n c i a p a s a d a
cia institucional que permite canalizar h a s t a e l p u n t o d e e l e g i r l a e s t r u c t u ra
l a a c c i ó n c o l e c t i va n o s ex i g e r e s o l ve r i n s t i t u c i o n a l m á s e f i c i e n t e. C u a l q u i e ra
un problema práctico pero de gran com- sea la dinámica del proceso de búsque-
plejidad analítica. Esto es, debemos ar- d a d e l m e j o r c o n j u n t o p o s i bl e d e n o r -
ticular un mecanismo que per mita a los m a s, l a s o c i e d a d d e b e r á e n f r e n t a r p o r
ciudadanos elegir un representante que l o m e n o s t r e s gra n d e s d e s a f í o s e n s u
encar ne las preferencias de la comuni- diseño.
d a d e n l o q u e a i n t e r ve n c i ó n d e l E s t a -
do se refiere. En estos tér minos, la El problema de la «mayoría óptima».
elección del gobierno nos introduce en
e l l l a m a d o p r o bl e m a d e l A g e n t e P r i n c i - Una referencia obligada en el tema
p a l . Po r u n a p a r t e, t e n e m o s u n c o n j u n - q u e n o s o c u p a e s l a o b ra d e D ow n s
to de votantes que delega en el gobier- (1957), en la cual se racionaliza la vida
n o y e n e l Pa r l a m e n t o e l b e n e f i c i o d e política en la lógica de individuos
decidir por ellos sobre un conjunto de m a x i m i z a d o re s d e b e n e f i c i o s, y p a r t i -
m a t e r i a s. Po r l a o t ra , e l r e c o n o c i m i e n - d o s p o l í t i c o s m a x i m i z a d o re s d e vo t o s.
to de que los individuos son esencial- En el contexto de decisiones colectivas
mente optimizadores pone a los ciuda- adoptadas por mayoría aparece el con-
d a n o s a n t e l a n e c e s i d a d d e e s t a bl e c e r c e p t o d e « vo t a n t e m e d i o » , e n t e n d i d o
nor mas institucionales que resguarden és t e c o m o a q u e l i n d i v i d u o c u ya vo t a -
el cumplimiento de los mismos objeti- c i ó n d e c i d e l a s e l e c c i o n e s. S i l o s p a r -
vo s p a ra l o s c u a l e s t a l e s r e p r e s e n t a n - t i d o s d e s e a n a c c e d e r a l g o b i e r n o, és -
t e s h a n s i d o e l e g i d o s. t o s d e b e n i d e n t i f i c a r a l vo t a n t e m e d i o
E l p r o bl e m a a s í d e f i n i d o n o s e n - y o f r e c e r u n p r o gra m a d e a c c i ó n q u e
frenta con una cuestión central, ¿cómo s e a c o m p a t i bl e c o n s u s p r e fe r e n c i a s.
la sociedad logra alcanzar el consenso Ta n t o e l m i s m o D ow n s c o m o a u t o r e s
n e c e s a r i o p a r a c o nve n i r e n e l c o n j u n t o p o s t e r i o r e s, c o i n c i d e n s i n e m b a r g o e n

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Artículos 43

que tanto los candidatos como los par- El problema de la intensidad


t i d o s p o r e l l o s r e p r e s e n t a d o s, p u e d e n de las preferencias
exhibir en for ma simultánea y dosis va-
r i a bl e s, e l e m e n t o s i d e o l ó g i c o s y o p o r - Muy vinculado al tema de la ma-
t u n i s t a s. S i b i e n l o s p r i m e r o s n o s e r á n yoría óptima se encuentra el debate en
p e r m e a bl e s a l o s b e n e f i c i o s p u ra m e n - t o r n o a l a s d i fe r e n c i a s e n t r e l a fo r m a
te electorales, el ingrediente opor tunis- de funcionamiento de un mercado com-
ta empujará a los candidatos en la di- p e t i t i vo, y e l m e r c a d o p o l í t i c o ex p r e s a -
r e c c i ó n d e l vo t a n t e m e d i o. do en la for ma de «un hombre un voto».
El desarrollo del tema experimentó E n e l m e r c a d o d e b i e n e s p r i va d o s, l o s
un avance significativo con la obra de individuos manifiestan sus preferencias
Buchanan y Tullock (1962). Su apor te a t rav é s d e s u d i s p o n i b i l i d a d a p a g a r
central consiste en cuestionar la regla de por los bienes y ser vicios que compran.
mayoría simple como mecanismo de de- Esto implica que en la decisión de pro-
cisión colectiva, incorporando así el con- d u c i r u n d e t e r m i n a d o b i e n o s e r v i c i o, Nada nos resguarda
cepto de mayoría óptima. Al respecto, el resultado no depende del número de ante la posibilidad de
cabe definir un punto de referencia que p e r s o n a s q u e d e s e a r í a n c o n s u m i r l o, que, muy legítimamente,
aunque obvio y aparentemente intrascen- sino de cuán intensamente se desea puedan haber
dental, nos proporciona una vara de com- c o n s u m i r d i c h o b i e n . E s t o c o n s t i t u ye individuos dispuestos a
paración respecto de cualquier otra re- u n a d i f i c u l t a d c e n t ra l e n e l s i s t e m a p o - ceder su derecho a
gla alter nativa. Dicha referencia estará lítico que asigna a cada hombre un emitir su opinión en
constituida por la regla de la unanimidad. vo t o. N a d a n o s r e s g u a r d a a n t e l a p o s i - determinadas materias,
Esta nor ma tiene la vir tud de ser la úni- bilidad de que, muy legítimamente, a cambio de que su voto
ca regla de elección colectiva que nos puedan haber individuos dispuestos a adquiera más peso
garantiza un acercamiento al óptimo de ceder su derecho a emitir su opinión en relativo en otra decisión
Pareto (Wicksell, 1896). Si aceptamos deter minadas materias, a cambio de colectiva en la que sí
que las preferencias no son comparables q u e s u vo t o a d q u i e ra m ás p e s o r e l a t i - tiene un interés
entre individuos, cualquier otro mecanis- vo e n o t ra d e c i s i ó n c o l e c t i va e n l a q u e especial.
mo de decisión nos enfrenta al peligro sí tiene un interés especial. Habiendo
de que aquellos que pierden en este pro- d e s c a r t a d o l a o p c i ó n d e vo t o s t ra n s a -
ceso, pierden más que aquellos que ga- bl e s c o m o m e d i o d e r e s o l ve r e l p r o bl e -
nan. La pérdida experimentada por la mi- ma, cabe reconocer que dicha dificul-
noría constituye el costo exter no tal de- tad nos aleja de la solución eficiente
cisión. Al super poner en este análisis los q u e d e s e a m o s e n c o n t ra r.
costos de transacción necesarios para E l p r o bl e m a a s í d e f i n i d o t i e n e s i n
alcanzar un acuerdo, la mayoría óptima embargo una salida. Ella recibe el nom-
será aquella que per mita minimizar la bre de logrolling en la literatura del
suma de ambos costos. Lo anterior con- tema, y se manifiesta en una práctica
cede una renovada lógica al pr incipio mu y h a b i t u a l d e l e j e r c i c i o l e g i s l a t i vo.
ampliamente aceptado de que no todas Supongamos el caso de tres par lamen-
las normas legales poseen el mismo tarios (A, B y C), quienes deben deci-
quórum para ser aprobadas o modifica- d i r s o b r e d o s p r oye c t o s a l t e r n a t i vo s
das según proceda. En par ticular, el sis- que comprometen impor tantes recursos
tema bicameral utilizado en muchas par- d e l p r e s u p u e s t o p ú bl i c o. E l c o s t o d e
tes del mundo, constituye una for ma in- c a d a p r oye c t o e s 6 , e l c u a l e s d i s t r i -
directa de aumentar la mayoría par la- bu i d o p o r i g u a l e n t r e l a s t r e s j u r i s d i c -
mentaria necesaria para aprobar una ley ciones. Por su par te, cada proyecto ge-
(Mueller, 1997). nera un beneficio br uto de 8. El pro-
44 ESTADO, GOBIERNO, GESTIÓN PÚBLICA. Revista Chilena de Administración Pública

ye c t o 1 (P1) consiste en la construcción en el caso de decisiones en las cuales


de un puente que beneficia únicamente el componente distr ibutivo del resulta-
a los ciudadanos representados por el do final no sea impor tante. Si éste no
parlamentario A. El proyecto 2 (P2) con- fuera el caso, los representantes com-
siste en la construcción de una obra de prometidos en la negociación podrían
regadío que beneficia sólo a los habitan- imponer un costo desmedido a quienes
tes de la jurisdicción representada por C. no par ticipan de los beneficios, gene-
Según lo expresado en el Cuadro 2, la rando un resultado subóptimo desde la
votación de sendos proyectos por sepa- perspectiva del bienestar común.
rados (alter nativas II y III) a través del Si bien esta conclusión es un fuer-
procedimiento de mayoría simple, resul- te argumento en contra de los represen-
taría inevitablemente en la no aprobación tantes jur isdiccionales y a favor de los
de ninguno de los proyectos. Dado que representantes nacionales en el Par la-
B nunca se beneficiará, debiendo ade- mento, tal hipótesis debe ser cualifica-
más asumir el costo político de aumen- da en base a dos consideraciones. La
tar los impuestos en su jurisdicción, este pr imera es que mientras más pequeña
parlamentario siempre votará en contra la jur isdicción representada, y más
de cualquiera de los dos proyectos, sean focalizada la representación geográfica
éstos votados juntos o por separado. de los legisladores, éstos son más res-
S i n e m b a r g o, d a d o q u e l a m ayo r í a ponsables de sus actos ante los electo-
s i m p l e e s l a q u e p r eva l e c e, l o s p a r l a - res. Dicho beneficio se encar na en el
m e n t a r i o s A y C p o d r í a n a c o r d a r vo t a r concepto de accountability , el cual cons-
a favor de ambos proyectos, transfir ien- tituye un argumento a favor de la des-
d o a C u n a p a r t e d e l c o s t o r e s u l t a n t e. centralización política y administrativa.
En la práctica, esta solución per mite re- La segunda consideración es que inclu-
c u p e ra r i n d i r e c t a m e n t e e l m e c a n i s m o so en el caso de temas de interés na-
d e vo t o s t ra n s a bl e s a u s e n t e e n e l m e r - cional, el logrolling puede, al menos po-
c a d o p o l í t i c o. E l c o n t r a a r g u m e n t o e s t e n c i a l m e n t e, i n d u c i r u n r e s u l t a d o n o
que dicho resultado no garantiza un re- deseado desde el punto de vista colec-
s u l t a d o c o l e c t i vo s u p e r i o r. L a a l t e r n a - tivo. Inevitablemente en este caso, la ne-
t i va I V e n el C u a d r o 2 p o d r í a m a t e r i a l i - gociación entre par lamentar ios tenderá
zarse incluso en el caso que el benefi- a g i ra r e n t o r n o a p r o bl e m a s d e m ás
c i o b r u t o d e c a d a p r oye c t o f u e s e i g u a l contenido valór ico, y en los cuales los
a 5, lo cual resultaría en un costo neto factores ideológicos de cada par te pue-
d e –2 p a ra l a s o c i e d a d . d e n t e n e r u n p a p e l s i g n i f i c a t i vo. U n
ejemplo extremo es la actual discusión
Cuadro 2 s o b r e l a l ey d e d i vo r c i o e n C h i l e. N o
Beneficio Neto de la decisión Colectiva obstante que en la institucionalidad chi-
I II III IV lena el poder ejecutivo posee un gran
~P1, ~ P2 P1, ~ P2 ~ P1, P2 P1, P2 poder en el manejo de la agenda legis-
Parlamentario A 0 6 -2 4 lativa, aprobar dicha ley implica estable-
Parlamentario B 0 -2 -2 -4 cer significativas concesiones por par-
Parlamentario C 0 -2 6 4 te de los legisladores involucrados.
~ No se aprueba.

El Problema del Ciclo Político


De lo anter ior se desprende que el
logrolling sólo es potencialmente bene- S i c o nve n i m o s e n e l s u p u e s t o d e
ficioso desde el punto de vista social, que las preferencias colectivas pueden

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Artículos 45

en verdad expresarse en una función de puede fácilmente aplicarse al caso de


utilidad social, debemos también poder l a s c o a l i c i o n e s p o l í t i c a s. E n e l m a r c o
exigir una dosis básica de consistencia d e t r e s p a r t i d o s, c a d a u n o d e l a s c u a -
e n l a s p r e fe r e n c i a s c o l e c t i va s a s í r e - l e s c a p t u r a u n t e r c i o d e l e l e c t o r a d o,
presentadas. Un aspecto básico es que, ninguna coalición de gobier no consti-
d e n o m e d i a r fa c t o r e s ex ó g e n o s q u e tuida por dos par tidos es estable, pues-
c a m b i e n d i c h a s p r e fe r e n c i a s, l a s o c i e - t o q u e e l t e r c e r p a r t i d o, a l e n c o n t r a r s e
dad no debería elegir alternadamente f u e ra d e l g o b i e r n o, e s t a r á t a m b i é n a u -
opciones que son estr ictamente opues- s e n t e d e l o s b e n e f i c i o s d e l p o d e r. E s t o
tas la una de la otra. En otras palabras, lo hará ofrecer a uno de los par tidos
n o s e r ía c o n s i s t e n t e q u e l a r e g l a d e gober nantes, la posibilidad de una nue-
m ayo r í a v i g e n t e f u e ra c o m p a t i bl e c o n va c o a l i c i ó n fo r m a d a p o r e l p a r t i d o a u -
las opciones de construir un camino sente del gobier no y aquel de los par-
(Camin.) y de no construir un camino tidos de la coalición de gobier no que
(~ Camin.). Si este fuera el caso, tal si- h aya s i d o m e n o s favo r e c i d o c o n l a d i s -
tuación revelaría una contradicción fun- t r i bu c i ó n d e l o s b e n e f i c i o s e m a n a d o s
d a m e n t a l e n l a va l o ra c i ó n s o c i a l d e l a s d e l p o d e r. H a b r á p o r l o t a n t o u n c i c l o,
opciones disponibles. el cual no es reflejo de un cambio en
Al obser var el Cuadro 2, nos encon- l a s p r e fe r e n c i a s p o l í t i c a s d e l o s e l e c -
traremos que al menos en el ejemplo allí tores, sino el resultado de un elemento
mostrado, sí existe el peligro de dicha p e r ve r s o v i n c u l a d o a l a n o r m a d e d e c i -
inconsistencia. Si al inicio del problema sión colectiva.
nos encontramos en una situación en la El resultado señalado es doblemen-
cual ninguno de los dos proyectos ha te grave, pues implica aceptar que no
sido aún aprobado ( ~ P 1 , ~ P 2 ) , l a ú n i - existe una solución colectiva en el tema
ca opción que per mitirá aprobar sendos votado. Ninguna de las opciones defini-
proyectos es aquella que resulta de su- das en el Cuadro 2 es claramente domi-
poner una negociación de mutuo bene- nante respecto de las otras. Cabe en-
ficio entre los representantes A y C. Di- tonces preguntarse si existen condicio-
c h a n e g o c i a c i ó n e s l a ex p r e s i ó n c o n - nes que per mitan restringir el ciclo. Exis-
creta del logrolling antes definido, y ella ten dos respuestas alter nativas a estas
n o s c o n d u c e a l a s o l u c i ó n I V. S i n e m - preguntas. La pr imera es que si restr in-
b a r g o, e n e l eve n t o d e q u e t a l s e a e l gimos severamente las características
r e s u l t a d o, e l p a r l a m e n t a r i o B p o d r í a del tema votado y el tipo de preferen-
o f r e c e r l e a A l a p o s i b i l i d a d d e a p oya r - c i a s d e l o s vo t a n t e s, e l c i c l o p o l í t i c o
l o e n l a vo t a c i ó n d e l p r oye c t o P 1 , a desaparece y volvemos a tener un equi-
c a m b i o d e q u e és t e n o vo t e p o r e l p r o - libr io. Vale decir, la solución nuevamen-
ye c t o P 2 . Esto nos conduciría a la op- te existe, y se manifiesta en una opción
ción II, en la cual tanto A como B esta- consistentemente preferida por la socie-
rán mejor que en la alter nativa IV. Sin dad. Dos son las restr icciones que de-
embargo C podría ofrecer le a B la posi- bemos imponer. La pr imera es que el
bilidad de que ninguno de los dos pro- tema votado debe tener una sola dimen-
yectos se ejecute, mejorando así la po- sión. Esto es, sólo debemos votar por
sición relativa de A y de C. Lo anter ior un deter minado nivel de gasto público
nos hará volver al punto de par tida, a en salud, pero no debemos hacer lo si-
par tir del cual el proceso se repite. multáneamente por el gasto en salud y
E l c i c l o r e fe r i d o n o e s s i n d u d a i n - el gasto en educación. La segunda con-
h e r e n t e a l fe n ó m e n o d e l l o gr o l l i n g , y dición es que las preferencias de los
46 ESTADO, GOBIERNO, GESTIÓN PÚBLICA. Revista Chilena de Administración Pública

individuos deben tener «un solo máxi- 2. Si todas las personas prefieren
mo». Lo anter ior significa que siempre x a y, e n t o n c e s l a s o c i e d a d d e b e t a m -
prefer iremos más a menos –o menos a b i é n p r e fe r i r x a y.
más–, pero no pueden par ticipar indivi- 3. La elección social sobre un con-
duos que prefieran siempre alguno de j u n t o d e a l t e r n a t i va s d e i n t e r é s c o m ú n
los extremos antes que un nivel inter- debe sólo depender de las opciones re-
medio de gasto. Pese a la aparente sin- l eva n t e s –y p o r l o t a n t o s u j e t a s a l o r -
gular idad de esta condición, no cuesta d e n a m i e n t o d e c i d i d o p o r l a s o c i e d a d–,
encontrar ejemplos de preferencias de y n o d e o p c i o n e s n o r e l eva n t e s n o p r e -
«dos máximos». Muchos prefer irán ir a s e n t e s e n t r e l a s a l t e r n a t i va s s u s c e p t i -
la guerra o no ir a la guerra que cual- bl e s d e e l e g i r.
quier opción inter media. Es muy común 4 . N o d e b e h a b e r u n a d i c t a d u ra .
encontrar individuos que prefieran una S i b i e n e l m e c a n i s m o d e l a m ayo -
Ni los economistas provisión de salud o educación entera- ría cumple con las condiciones 2 a 4,
clásicos ni los llamados m e n t e p r i va d a o e n t e ra m e n t e p ú bl i c a no produce un resultado consistente
economistas del ante la alter nativa de una opción inter- p a ra c u a l q u i e r e s t r u c t u ra d e p r e fe r e n -
desarrollo, reflexionaron media. Si en lugar de restr ingir severa- cias individuales (condición 1).
sobre la forma en que mente las características de la votación U n a s a l i d a a l p r o bl e m a e s r e c o n o -
los individuos resolvían y sus par ticipantes, definimos un con- cer que en la práctica, precisamente
los temas de interés junto de supuestos mínimamente acep- porque los adherentes a un conjunto
colectivo. tables en tor no a la consistencia lógica amplio de temas de interés público pue-
de las decisiones, nos encontraremos d e n r e d u c i r l o s c o s t o s d e t ra n s a c c i ó n
con el conocido «Teorema de la Imposi- de ar ticular una propuesta común, es
bilidad de Arrow», el cual amer ita una q u e ex i s t e n l o s p a r t i d o s p o l í t i c o s. E s t a
mención especial. circunstancia permite desplazar el én-
fa s i s e n l a s p r e fe r e n c i a s i n d i v i d u a l e s
El Teorema hacia el análisis de los par tidos como
de la imposibilidad de Arrow e l m e d i o r e l eva n t e d e c a n a l i z a r l o s i n -
tereses de sus adherentes. Este replan-
Ante las dificultades enumeradas, t e a m i e n t o d e l p r o bl e m a p e r m i t e r e s c a -
cabe preguntarse si en verdad existe un t a r l a u n i d i m e n s i o n a l i d a d d e l a s p r e fe -
m e c a n i s m o d e d e c i s i ó n c o l e c t i va q u e r e n c i a s, t o d a ve z q u e l o s p a r t i d o s s u e -
per mita un resultado lógicamente con- len alinear sus propuestas en la dimen-
sistente, sin que ello exija restr ingir se- sión izquierda-derecha.
veramente el tipo de individuo par tici-
pante y/o las características de la deci- CONCLUSIONES
sión en cuestión. La obra magistral de
Arrow (1951) proporciona una respues- Ni los economistas clásicos ni los
ta teórica a dicha pregunta sobre la base llamados economistas del desarrollo re-
de un conjunto mínimo de supuestos f l ex i o n a r o n s o b r e l a fo r m a e n q u e l o s
respecto de las preferencias individua- individuos resolvían los temas de inte-
les. Los supuestos establecidos por r é s c o l e c t i vo. E n s u fo r m a o r i g i n a l , l a
Arrow son los siguientes: consistencia lógica del análisis neoclá-
1. El mecanismo elegido debe s i c o s ó l o g e n e r ó p r o p u e s t a s d e fo n d o
o p e ra r p a r a t o d a s l a s p o s i bl e s p r e fe - en el tema que nos ocupa a par tir del
rencias individuales que impliquen un apor te de Samuelson y el desarrollo del
ordenamiento lógico de las opciones l o s c o n c e p t o s d e b i e n e s p ú bl i c o s y ex -
d i s p o n i bl e s. ter nalidades. La evolución de las finan-

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Artículos 47

z a s p ú bl i c a s n o r m a t i va s c o n t r i bu y ó a tales representantes sir van en verdad el


definir el marco teórico que permitía interés colectivo y no su propio interés
entender por qué –bajo cier tas condi- pr ivado.
c i o n e s – , e l E s t a d o d e b e i n t e r ve n i r e n En el diseño de las nor mas de elec-
la economía. ción colectiva, la sociedad se enfrenta-
No fue sino hasta el desarrollo de rá con cuatro problemas básicos. El pr i-
las finanzas públicas positivas que el mero se refiere al establecimiento de
problema de la acción colectiva fue ex- una mayoría óptima, la cual será dife-
plícitamente discutido en la teoría. Dos rente para cada tipo distinto de decisión.
cuestiones básicas fueron abordadas en El segundo problema surge a par tir de
este marco analítico. Por una par te, la la diferente intensidad de preferencias
teoría acogió la evidencia disponible en que cada individuo tiene en tor no a un
tor no al compor tamiento opor tunista de objetivo común. Si bien en el mercado
los representantes del interés colectivo, pr ivado esto estará resuelto a través de
sean éstos políticos, burócratas o fun- la disponibilidad a pagar de los indivi-
cionar ios cuya misión es administrar el duos, el mecanismo de un hombre un
Estado. Por la otra, se resolvió además voto no garantiza que el resultado para
la inconsistencia lógica de que, siendo la sociedad sea en verdad una ganan-
un supuesto básico de la teoría econó- cia neta. El ciclo político es sin duda una
mica moder na el que los individuos son dificultad adicional, puesto que pone en
optimizadores de su propio bienestar, no tela de juicio la existencia misma de una
puede a la vez suponerse –como implí- solución colectiva. Finalmente, el mis-
citamente lo hacían las finanzas públi- mo tema de la «existencia», es la cues-
cas nor mativas–, que el gobier no es ne- tión central en el Teorema de la Imposi-
cesar iamente un fiel representante del bilidad de Arrow, el cual nos enfrenta a
interés común. la posibilidad cier ta de que, de no me-
En su afán por resolver colectiva- diar severas restr icciones en el tipo de
mente todos los aspectos relativos a la preferencias y de decisiones colectivas
provisión de bienes públicos, la comu- s u s c e p t i bl e s d e c o n s i d e ra r, n o h a b r á
nidad se enfrenta con una dificultad ma- una solución colectiva factible.
yor. Esta es, que las decisiones colecti-
vas exigen acordar los tér minos en que BIBLIOGRAFÍA
tales bienes públicos serán proveídos.
El costo de transacción envuelto en tal  Arrow, K. (1951) Social Choice and In-
dilema exige la implementación de nor- dividual Values, John Wiley, New Yor k.
mas de decisión colectiva que per mitan
reducir significativamente dicho costo.  A xe l r o d , R . ( 1 9 8 4 ) T h e E vo l u t i o n o f
La elección del conjunto apropiado de Cooperation, New Yor k, Basic Books.
nor mas es un problema de agente pr in-
cipal en gran escala, y su solución re-  Buchanan, J. y Tullock, G. (1962) The
quiere enfrentar dos objetivos en for ma Calculus of Consent, Ann Arbor:
simultánea. Por una par te, la sociedad University of Michigan Press.
debe facilitar los mecanismos para que
sus representantes puedan resolver en  Coase R. (1937) The Nature of the Fir m,
su nombre todas aquellas materias para Economica, 4, pp. 386-405.
las cuales fueron elegidos. Por la otra,
estas mismas nor mas deben garantizar  Downs A. (1957) An Economic Theor y of
que en el desarrollo de estas funciones, Democracy, New Yor k: Har per and Row.
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LEONARDO LETELIER SAAVEDRA:

I n g e n i e r o C o m e r c i a l , U n i ve r s i d a d d e C h i l e . M a s t e r e n E c o n o m í a ,
Universidad de Chile. M.Phil. University of Cambr idge. ASP Cer tificate, Kiel
Institute of Wor ld Economics. Ph.D. in Economics, University of Sussex.

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