Sei sulla pagina 1di 15

"

TUQ.jv
Capítulo I
El derecho penal objetivo

1, Oer e cho.rperral y'control social


2, lns trurn e o to s del control SOCi31 jurldicopenal: .. Derecho,
penal material y Derecho procesal penal
3, La norma jurldica penal
A) Estructura
u) Normas penales iocornote ras
b) Normas penales en blanco

1. DERECHO PENAL Y CONTROL SOCIAL

Hablar del Derecho penal es hablar, de' un modo u otro,


de violencia, Violentos son generalmente los casos de los
que se ocupa 'el Derecho penal (robo, asesinato, terrorismo,
rebelión). Violenta es también la tormo. en que el Derecho
penal soluciona estos casos (cárcel, interno.mientos psiquiá-
'.,":' tricos, suspensiones e inhabilitaciones de derechos). El mundo
está preñado de violencia ..y no pos, por tanto, exagerado decir
,. que esta violencia constituye un 'ingrediente básico de todas
.las instituciones que rigen este mundo. También del Dere-
cho penal.
Desde luego sería mejor o, por lo menos, más agradable
que alguna vez la violencia dejara de gobernar las relacio-
nes humanas. Pero en ningún caso podemos deformar ideo-
lógicamente 'los" hechos y confundirlos con nuestros más o
, .. menos buertos o bienintencionados deseos. La violencia está
ahí, a la vista, de todos y practicada por 'todos: por los que
delinquen y por los que definen y sancionan la delincuencia,
por el individuo y por el Estado, por los pobres y por los
ricos. Pero no todo. la violencia es siempre juzgada o vale-
-t:
:i~!,
::~,
':1
,1
26

rada por igual. Ciertamente no es 10 mismo> matar para


comer que matar para que otros no co m a n , pero In violencia
no siempre apa rcce en las relaciones humanas de una
manera ton simple, sino que adopta modos y formas de
expresión mucho más complejas y sutiles. La violencia es,
desde luego, un problema social, pero tamhién un problema
semántica, porque sólo a par t ir de un determinado contexto
social, polílico o económico puede ser v a lor-ad u , expl icudu,
condenada o definida. No h a y, pues, un concepto de violen-
cia estático o ahistórico, que pueda d arse al margen del
contexto social en el que-surge.' Tampoco hay una Inrrnul a
mágica; un criterio objetivo, válido para todo tiempo y lugar
que nos permita valorar uprioristicamente la ..bondad .. o
..maldad. de un determinado tipo de violencia. ¿Cuánto::;
terroristas y criminales de guerra de ayer no son hoy pcr-
.sonas respetables e incluso aparecen rodeados con la aureo-
la del héroe? ¿Cuántas personas r espetnblcs y héroes de
hoy no pueden ser terroristas y criminales rnn ña na? ¡.Donde
están las diferencias, no cuantitativas ni pr ag rnut icns , entre
el bombardeo en -acció n de guerra .., en el qu e mueren miles
de personas, y el atentado-terrorista en el que mueren va rias
personas'" . . .
La respuesta a estos interrogantes probablernente no se
va a encontrar nunca 0, por lo menos,· nunca a tiernpo.«
Nada hay en este asunto que sea valor at.ivarnen te neutro y
nada más dificil que valorarlo objetivamente. Nuestros jui-
cios de vaior.son necesariamente subjetivos y siempre co-
rren el riesgo de quedar superados por la realidad inexora-
ble de los hechos. Somos hijos de nuestro tiempo, tenemos
limitaciones de todo tipo y vivimos en un determinnc\o con-
texto, al que no podemos sustr-aer nos, aunque sí acept.ar!o ,
criticado o atacarlo. Pero dentro de estas coordenadas, his-
tóricamente condicionadas, 'h~y que .. dar res pue st.a a los
problemas. que, como el de la. violencia. in st.i tuci on al iz a d a,
surgen cada día. La respuesta es evidentemente, por una u
= otr-a razón, siempre' incómoda y quizás a veces, implique
algún tipo dEf-riesgo no simplemente intelectual. Pero no
podemos tampoco ocultar la cabeza bajo el ala y "pasando
de todo- escurrir el bulto de una decisión. racionulmente
fundada. En el fondo es algo más que una cuestión ética, es
27

también una simple cuestión de simetría. de coherencia.


que, de acue rdo con la ideología y. en última instancia. con
la conciencia de' 'cadn uno, obliga a dar respuesta' a los
inte!-rogantes antes planteados.
El Derecho penal. tanto en los casos que sanciona, como
en la forma de sancionados, es. pues, violencia; pero no
toda ,la violencia es Derecho penal, La violencia es una ca-
racterística de todas las instituciones sociales creadas para
la defensa o protección de determinados intereses; legítimos
.,:.." o ilegítimos. La violencia es. por tanto, consustancial a, todo
sistema de control social. Lo que diferencia al Derecho pe-
nal de, otr.as -instituciones-de .contt-o l social es, aimplernente
la {ormalizaci6n' del control, liberundolo, dentro de lo posi-
ble, de la es pon tonc idad , de la sorpresa, del coyunturalismo
y de la subjetividad propios de otros sistemas de control
social. El control social jurídico penal es, además, un con-
trol normativo, es decir, Be ejerce a través de un conjunto
de normas creadas previamente al 'efecto.
Lo que sigue es, pues, una reflexión sobre el Derecho
penal, pero sobre el Derecho penal como parte de U" siste-
ma de control social mucho más amplio. al que, de un modo
u otro, es inherente el ejercicio de ia violencia para I<J.pro-
tección de unos intereses. También la crítica a esos intere-,
ses o a la forma de protegerlos por el Derecho penal cons- ;,-
tituirá en todo momento objeto de nuestra reflexión, tenien-
do siempre en cuenta que' el Derecho penal no' es todo el
control social, ni siquiera su parte más importante, sino
s610 la superficie 'visible de un «iceberg .., en el que lo que no
se ve es quizás lo que realmente importa. '

z. INSTRUMENTOS DEL CONTH.OL SOCIAL


JUlÜDICO-PENAL: DERECHO PENAL MATE-
RIAL Y DERECHO PROCESAL PENAL

Elementos comunes a todas las formas de control social


son la in[rkcción o quebrantamiento de una norma, la reac-
ción a ese quebrantamiento en forma de sanción-y" la forma
o procedimiento a través del cual se constata el quebranta-
miento y se impone 'la sanción.
,.~"
~:U:'
f:,q·.;
~
i~··H·. 28 .
"'1' ,
:¡t::.
, .
Norma, sanción· y proceso son, pues, los conceptos funda-
\ ¡ mentales de todas las Iormaslda control socinl. También en
/ lo •
.' j el control social que se lIeva\ a cabo a través del Derecho
Penal están presentes; pero C0r:10 es lógico, dadas las pecu-
liaridades de esta forma de \control social, revisten unos
características propias que dan lugar a disciplinas jurídicas
separadas. . ..
81 estudio de las normas, de las conductas que las infrin-
gen y de los sanciones aplicables o. las mismas constituye el
Derecho penal mute i.ial., o .sirrrplemerucDerccáo penal. Paru
una exposición ordenado y sistemática del contenido de este
instrumento de control social se distingue entre una Parte
General Y otra denominada Parte Especial. En la primera,
se estudian, en primer lugar, los Fundamentos Generales
de la materia: la norma jurídico-penal, su estructura conte-
nido y función, así como los principios que la inspiran, sus
fuentes y límites de vigencia temporal, espacial y personal.
Tras ello se estudia, en segundo lugar, la Teoría General
del Delito como infracción normativa específicamentc penal,
- con sus el·ementos integrantes y formas de aparición comu-
nes ~ cada una de ·las par ticularcs i nfruccio ne s del ict ivus.
y finalmente, termina la Parte General con el estudio de
la's Consecuenci!l~ Jurídicas del Delito, es decir, de las san-
ciones aplicables al mismo. A este último apartado le asig-
nan algunos una cierta autonomía, configurando así una
especie de Derecho sancionador, en el que se incluye tam-
bién el Derecho de ejecución de las sanciones. Pero con
autonomía o sin ella, no deja de ser un apartado más de la
Parte General del Derecho Penal. . .'
En la Parte Especial se estudian las porticulares'infrac-
ciones delictivas (homicidio, hurto, agresión sexual, falsedad
documental, etc.) y las sanciones específicas de cada una de
ellas, agrupándolas sistemáticamente,
La distinción entre Parte General y Parte Especial es el punto
de partida para una elaboración sistemática del Derecho penal.
También el Código Penal responde a esta sistemática, al incluir
en su Titulo Preliminar «las garantlas penales", en su Libro I las
_Disposiciones· Generales sobre los delitos y las faltas, las perso-
nas responsables, las penas. medidas de seguridad ••, y en sus
Libros 11y 111los «Delitos y sus penas » y las «Faltas y sus penas ••,
respectivamente.
~~~~;~<-,:~-~--
"

'.-.,,,:.
29

A esta clasificación corresponden en los Planes de Estu-


dios vigentes en las Facultades de Derecho dos cursos aca-
démicos completos que se dedican respectivamente al estu-
dio de la Parte General y la Parte Especial del Derecho
Peno.l.
La forma en la que se constata 13. comisión de una in-
fracción normativa penal en el caso concreto y se imponen
las sanciones aplicables a la misma constituye ,el proceso
penal. A su estudio se dedica el Derecho procesal penal. Lo.
relación entre éste y el Derecho penal es tan estrecha que
no pueden concebir se el uno.rsi.nelxotr o. ElDer.echo procesal
penal sirve para la realización del Derecho penal en la'
realidad. Sin él, el Derecho penal sería un simple objeto
d~corativo, sin eficacia alguna. Pero también el Derecho
procesal penal necesita que el Derecho penal le suministre
el objeto que tiene que investigar 'y las consecuencias
snncion ato rias que tiene que imponer. La forma en que el
Derecho procesal' penal tiene .que llevar a cabo esa tarea
investigadora y decisoria es, sin embargo, autónoma y no
.viene prcjuzuada: por el Derecho penal. Por eso, a pesar de
su intc rr clació n, cada uno conserva su au tono m ía científica
y acadérn ica. l ncl uso a nivel legislativo se diferencian los
cuerpos legales en los que principalmente, se contienen
ambas disciplinus: El Derecho penal en el Código Penal (Cp)
y en algunas leyes penales especiales; el Derecho procesal
penal en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim).
También en 103 Planes de Estudios vigentes actualmente en
las Facultades' de Derecho,' el Derecho procesal penal se
configura como asignatura o área de conocimiento específica
e. .independiente del Derecho penal, si bien vinculado al
Derecho' procesal civil con el que tiene poco en común.
Veamos ahora los Fundamentos Generales de la Parte
General del Derecho Penal.

3. LA NOUMA JUHÍDI.cA PENAL

Tradicionalmente. se define el Derecho penal objetivo.


como un conjunto' de normas jurídicas que asocian a la
realización de un delito como presupuesto, la aplicación de
I ¡
!

30

penas y/o medidas de seguridad, como principales conse-


cuencias jurídicas; -pero, ¿qué se entiende por ';orma juridi-
ca penal o, simplemente, por Horma peual]
Norma es toda regulación de conductas humanas en re-
lación con la convivencia. La norma t.iene por base la con-
ducta humana que pretende regular y su misión es la de
posibilitar la convivencia entre las distintas personas que
componen la 'sociedad.
La persona no puede vivir aislada en sí misma. Pnrn
alcanzan.sus lines y satisfacer-sus .necesidudes precisa de la
comunicación con 'otras personas y de su a ux ilio. En 'una
palabra, la existencia de Ego supone necesariamente la de
Alter, es decir, la existencia humana supone siempre la
coexistencia o convivencia. Pero esta convivencia no es, ni
mucho menos, idílica, sino conflictiva. Es el resultado de un
proceso dialéctico en el que el individuo renuncia a sus
impulsos egoístas a cambio de que la comunidad con los
demás le posibilite un mejor desurr ol lo de ·su personulid acl
y los medios necesarios para' su aupervi vencía.
Para regular la convivencia entre las personas, se esta-
blecen normas vinculantes que. deben' ser respetadas por
esas personas en tanto son .miembrca d e .la comunidad. El
acatamiento de esas normases una condición indispensable
para la convivencia. Como destacó Freud, frente al principio
del placer, .que impulsa a la persona a satisfacer por encima
de todo .sus instintos', existe el principio de La. realidad,
representado por las normas que los demás imponen, que
obliga al individuo a sacrificar o limitar esos instintos y a
tener en cuenta a los demás.
La regulación de :3 convivencia supone. por consiguiente. un;
proceso de comunicación o interacción erur e los miembros de una
comunidad que se consuma a través de una relación .estructur ai
que en la Socioloqla moderna se denomina con el nombre de
expectetive. Cualquiera puede esperar de 011 que me compón e
coni.orme a una norma' y lo mismo puedo esperar yo de los
demás. 'La convivencia se regula, por tanto, a tr avés de un sis-
tema de expectativa, que se deriva de una norma'o conjunto de
normas. Pero estas expectativas corren el peligro de que no se'
cumplan. Por las razones Que sean. muchas veces se frustran. sur-
giendo entonces el problema de cómo pueden. solucionarse esas
. frustraciones o. en la medida en que esas frustraciones sean
·:.·:inevitables, de cómo oue den canaliz ar se para asegurar la convi-

; --
31

vencia. El sistema elegido -para ello es la sanción. es decir. la


declaración de que se ha frustrado una expectativa y la (ami-
: guiente reaccid'n frente a esa frustración. Una peculiaridad de
este tipo de normas es. por tanto. su carácter contrstsctico, es
decir, su vigencia no se modifica en nada por el hecho de que'
sean incumplidas. más bien sucede lo contrario: su incumplimien-
to y la consiguiente' sanción coníirman Su necesidad y vigencia ..

En cualquier tipo de sociedad, por primitiva que ésta


sea, se dan una serie de reglas, las normas sociales, que
sancionan de- algún modo -seg-regaci-ón, aislamiento, pérdi-
d a. de -prestigio sociaL,_etc.~ Ioa+at aqtre s r a .Iav co nvixencia.
Estas normas sociales forman el orden social. Históricamen-
te, este orden social se ha mostrado por sí solo como insu-
ficienle para garantizar la convivencia. En algún momento'
histórico se hizo neccsnrio un g-rado de organización y r egu-
lación de conductas hurn anns más preciso y vigoroso. Nace
así, secunda riamente, la norrn a jurídica que u través de la
sn nción jurídica se propone, conforme a un determinado plan,
dirigir, desarrollar o modificar el orden social. El conjunto
de estas normas jurídicas constituye el orden jurídico. Titu-
lar de este orden jurídico es eí Estado, titular .. del orden
social la sociedad. Tanto el orden social, como el.juridico se
presentan como un medio de represión del individuo, y, por
tanto, como un rmedio violento, justificado sólo en tanto sea
un medio necesario para posibilitar la convivencia. .
El orden j uríciico y el Estado no son, por consiguiente,
mas que el' reflejo o superestructura de un determinado
orden social incapaz por sí mismo para regular la conviven-
~¡¡ de un modo organizado y pacífico. En la medida que el
orden social fuera autosuficiente' podría prescindirse' del
orden jurídico y del Estado. Hoy por hoy debe aceptarse, sin
embargo, el orden jurídico, garantizado por el Estado, como
un' instrumento' imprescindible para regular la convivencia
en sus aspectos más importantes.
Una parte deIas normas que forman el orden jurídico se
refiere a las conductas que más gravemente atacan a la
convivencia humana, tal como es regulada por el orden
jurídico, y' que,:·por eso mismo, son sancionadas conel medio
más duro y eficaz de que dispone el aparato represivo del
poder estatal: . fa' pena. La norma jurídica penal constituye
32

también un sistema de expectativas: se esper~ que no se


realice la cond,ucta en 'e~la ,prohi;bida y se espera igualmente
que, si se realtza, se reaccione con la pena en ella prevista,
La realización de la conducta p,rohibido. supone la frustra-
ción [le una expectativa y la co~siguiente aplicación de una
pena, la reacción frente a esa Fruatr ación. Estructuralmente,
la norma penal no difiere, por tanto, en nada de cualquier
otro tipo dé norma, social o jurídica; su contenido, en cam-
bio, sí es distinto del de las demás normas; porque la rI'U~-
.tr ación -de la- expect-ativa-debe-ser en .Ia .rrro rrrra.cpe nal un
delito y la reacción frente a ella una' pena y, en determina-
dos casos, 10 que se llama una medida de seguridad que se
aplica alternativa o juntamente con la pena.
La ·responsabilidad civil (reparación e indemnización del daño
producido) puede ser también una consecuencia juridica del delito
y de hecho se regula en el Código penal, pero se rige por prin-
cipios distintos y cumple funciones diferentes. así que podemos
dejarla fuera de nuestra consideración en estos momentos (véase
infra Tercera Parte. CapItulo XXXIV),

A) ESTRUCTURA DE LA NORMA- PEN~L

Como toda norma jurídica la .norrna penal consta de un


supuesto de hecho .y de una consecuencia' Jurídica. La dife-
rencia entre la norma penal y las demás norrnas juríd icas
radica en que en la norma penal el supuesto de hecho le
constituye un delito y la consecuencia jurídica una pena y/
o una medida de seguridad.
Prototipo de una norma penal es el a rt. 138 Cp:
-El que matare a otro será castigado, como reo de homi-
cidio, con la pena de prisión de diez a quince años »,
Se trata de una norma penal completa, porque en ella se
describe clararne nte el supuesto de hecho, «mn t.ar a otro-, y
la consecuencia jurídica, ~la pena de prisión de diez a quin-
ce años». Pero no debe confundirse norma' penui con articulo
del Cp. Normalmente pueden coincidir, pero otras veces el
supuesto- de hecho y la conseeuencia jurídica se encuentran
repartidos en diferentes ar t ículca del Cp. Cuando los art ícu-
los entre los que se reparte el supuesto de hecho y la con-
secuencia están en inmediata conexión, dentro de la m isrnn
sección o capítulo,. tampoco hay dificultad en considerar.
-'P:i\(::i'"
,-t~~f,· 33
iff
.~. también estos casos como normas penales completas. Así.
~tt~·
i'-_~
.:';J-.
por ejemplo, ocurre con los artículos
primero se definen lós distintos
238 y 240 Cp, en el
supuestos de hecho de robo
:.~"f.': con fuerza en las cosas y en el segundo se contiene la san-
":# ción que le corresponde.
1~ Sin embargo, no siempre se encuentra tan claramente en
la confif,ruración legislativa de la norma penal esta sencilla
estructura. Muchas veces para completar el supuesto' de
hecho o la consecuencia jurídica hay que acudir a·distintos
articulas del Cp que no están en inmediata conexión o,
'incluso, a una norma jurídica de carácter extrapenaL Esto
plantea-dos problemas: el de las normas penales incomple-
tas y el de las normas penales en blanco.

a) Normas penales incompletas

1. Normas penales incompletas o dependientes son aque-


llos preceptos que sólo tienen sentido como complemento o
aclaración del supuesto de hecho o la consecuencia jurídica
de una norma penal completa.
..
' ",
.:,:, Ejemplo de este tipo de normas son las causas de exclu-
sión de la responsabilidad criminal recogidas en el arto 20,
o en el art. 36 que se refiere a la duración de la pena de
prisión.
Si se analiza ;una cualquiera de las causas descritas en
el art. 20, se observa que en ellas no "se hace referencia
expresa al supuesto de hecho concreto de una norma penal
completa. Dice así;" por ejemplo, el arto 20, 42: -Están exen-
tos de responsabilidad criminal..; '¡'q. El que obre en defensa
de la persona o derechos propios o ajerios-. Sólo si se,' pone
en relación este precepto con. algunos de los supuestos de
hecho recogidos en la Parte. Especial, Libro II del Cp, se
puede saber que es fa que quiere decir, Si, por ej., un ima-
ginario arto 138 estuviera redactado de la siguiente forma:
"El que matare a otro será castigado, como reo de homici-
dio, siempre que el no obre el! defensa de la persona o de-
rechos propios o ajenos, con ·la pe.na de prisión de diez a
quince años», inmediatamente, se advertiría que el hecho de
obrar en legíti ma defensa es un complemento o aclaración
del supuesto de hecho, pero no el supuesto de hecho mismo.
34

Como este sencillo ejemplo señala, las causas recogidas


en el arto 20 del Cp sólo tienen sentido si- ~e ponen en
relación con alguno-dcJos supuestos recogidos en el Libro.
11 del Código penal. La "anomalía o alterncion psíquicn-, la
"intoxicación pluna .., el «cstudn de necesidad", etc., son, por
consiguient.e, partes de la descripción del supuesto de hecho
y como tal pertenecen tamhié n a la norm,r, pero no son
t. normas en sí mismas.
El mismo cu rúct.e r tienen aquellos preceptos que sirven
!
i
para nclarnr el runbito o extensión de In consccucnciu juri-
d ica, Así, por ejemplo, .d ice e·1.a r.t:.. ;'¡{i: -La pena de pr is ión
ígual-n.superior a 'cliez 0"l10S llevará consig-o la inhuhi ii tacinn
absoluta durunte el tiempo de la condena". Una L¡d decla-
ración sólo. tiene sentido si se la re luc io n u con la cousccu e n-
cia jurídica de albrún supuesto de hecho del Libro 11 del Cp,
por ejemplo, con el referido arto 1:1H: .El que mataré a otro
será castigado, como reo de homicidio, con la pena de pri-
sioii de diez a quince años". Ahora yo se sube cuál es el
alcance de la declaración del art. 55; no es rnns que lo. cluve
que permite averigu ar por qué cuando fa 'durar!0n de la
pena de prisión que se impone al homicida es igualo sU[JC-
rior a diez años, esta pe nu lleva apurajcdu la in hahi litución
absoluta, une. pena privativa de derechos (u rt. ,10), que se
impone como accesoria de la pena de p r isi n igualoó supe-
rior El diez años, aunque no esté especialmente prevista para
el correspondiente delito. Esta disposición es, por tanto,
también un elemento de la norma penal que sirve paru
completar la consecuencia jurídica.
2. ¿Cuál es .el fundamento de este tipo de preceptos?
No es..nínguno sustantivo.. sino una mera razón de tccn i-
ea y economía legislativa. El legislador no tiene que, ir ni-
pitiendo a cada instante que el rn e n o r de dieciocho (o d ic-
ciscis) años está exento de 'responsabilidad criminul, que el'
cómplice serú castigado con unu pena inmediatamente infu-
rior en grado -a la se nn lada al autor, que la tcntativa scr.i
castigada con una pena inferior en uno o, U0S grados i\ ¡¡,

señalada para el delito consumado, cte. Puru evitar esta:


repeticiones ha ido clubornndo una especie de catri logo d.
hechos, que frecuentemente mod iücan el supuesto de hcch.
o la consecue nciu juridica, que s ir ve n para uclarar los, ctc
35

Se ha Ior rnudo ns In llamada


í Parte General del Derecho
penal que en el Código penal se encuentra· fundamental-
mente en el Libro 1. Puede decirse, por tanto, que los pre-
ceptos contenidos en el Libro 1 del actual Cp son normas
penales incompletas.
Aunque la cuestión puede parecer puramente teórica, como
veremos mas adelante (infra C"'pitulo 11). es imoortante destacar
ya que el supuesto de hecho de una norma penal es siempre un
delito y' no las circunstancias, objetivas o subjetivas. que inciden
en la imposición, determinación o elección de una consecuencia
jurtdic a, Asl. por ej.. la imposición de una- me did a o e- segtuidJd
(por ej. internamiento psiquiátrico) sólo es aplicable al enfermo
men~al·.·en .cuanro ha cometido un delito.

En rca lidud, el nombre de ..no rrnn- le viene un poco ancho


a este tipo de pr-e ce p tos , ya q uc desde el momento que no
contienen un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica
no pueden considerarse como tales normas. en sentido pro-
pio. Se trata más bien de ..frag-tnentos de normas .., pues, al
completar el supuesto de hecho o la co n secue ncia que inte-
gran la norma, 'formnn también parte de ésta. No es, por
tanto, muy afortunado el nombre de ..norma penal incom-
p:"t;:¡ .., ¡:;c;.,::¡:.;c. p;.¡ede llevar a confusiones, p e r o tiene la
ventaja de ser lo suficientemente expresivo para mostrar
cuál es la esencia de estos ..fragmentos de norma ». Algunos
nutor es prefieren utilizar el término ..disposiciones- para
denominarlas,: pero ni idiornáticarncnte es más afortunado
que el aquí empleado, ni es tan gráfico.
3. Entre las normas penales incompletas suele incluirse
otro procedimiento legislativo, usado a veces en el Cp, en el
~e para establecer la pena correspondiente a un determi-
nudo supuesto de hecho el legislador se remite a la pena
fijada para un supuesto de hecho distinto. Ejemplo típico de
este procedimiento es el art. 252 en el que se cast ig a el
delilo de apropiación indebida con las penas señaladas en
los arts. 249 Ó 250 para el delito de estafa. Sin embargo,
aquí. más que de «técnica legislativa •. se puede hablar de
"pereza legialativa ... El a rt. 252 'sigue siendo una norma
penal completa, pues en él se contiene lu consecuencia ju-
rídica, per o pura saber cuál es ésta hay que acudir a otro
artículo del Cp.
- l'I
1,
.f

36

El procedimiento. en sí no tendría mayor trascendencia,
·'i aunque encierra el- peligro. de borrnr las "difer e ncias
valorativas entre un delito y otro, .ya que al juez le da lo
. mismo la calificación por uno o por otro delito, en casos de
11'
n
¡ t'
dificultad de diferenciación del supuesto de hecho, porque,
al fin y al cabo, la consecuencia jurídico., la pena, es la
I misma.

I
¡
- ' b) Normas penales en blanco
.- j,

1. Entiendo por norma penal :en Manco aquella cuyo


1- supuesto de hechu se configura por remisión a una norma de
carácter no penal.
Comparada con las otras definiciones de norma penal en
blanco que se dan en la doctrina, la definición aquí propues-
ta puede considerarse demasiado estricta o dcm asiudo a m-
plio..
Demasiado estricta, en cuanto que algunos consideran
también como norma penal en blanco aquella en la que e)
supuesto de hecho se consigna en otro precepto contenido
en la misma ley penal. Un ejemplo de ello sería el art. 39!)
(falsificación de documentos privados) que se remile a las
modalidades de acción descrita en el arlo '390 (falsificación
de documentos públic06).,. .
Demasiado amplia, en cuarito que para otros sólo es norma <-

penal en blanco aquella en la que el supuesto de hecho se


determina 'por una autoridad de categoria inferior a la que
dicta la norma penal. Ejemplo de ello sería el arto 319 (de-
lito urbanístiCO), cuyo supuesto de hecho se detennina por
la falta de autorización administrativa para una determiné)·-
da construcción, o el art. 325 que se refiere a "Leyes u otras
disposiciones de carácter general protectoras del medio am-
biente-, . . '... ,. '
En contra de la pnmera postura, me parece que la inclu-
sión en fa norma penal en blanco de aquellos casos, en los
que el supuesto de hecho se consigna en otra norma de
carácter penal, da excesiva amplitud al concepto de norma
penal en blanco Y hace casi imposible dist.i nguir la de las
normas penales incompletas o de aquellas normas penales
completas en las que supuesto de hecho y consecuencia
37

jurídica vienen consignadas en distintos artículos del Cp.


Como ya se' ha ?icho, se trata en estos casos de un simple
procedimiento de técnica legislativa, sin mayores razones
sus ta nciules .
. Más importantes razones esgrimen los' q u e considero n
que la norma penal en blanco sólo es aquel la cuyo pr e su-
puesto se determina por un a autoridad de categoría inferior
a la que ha dictado la norma penal. Aquí ya no se trataría
de una mera cuestión de técnica legisbtiva. sino de un
problema de competencias: súlo lo dictado por una nutori-
dad-,adrninigtl'aLiva en .viTtud'-de-una-concesión o' n.utor izn-
ción del legislador puede constituir el supuesto de hecho de
una norma penal en blanco. SI legislador no tiene necesidad
de pedir () nutoconccdcrs e nutor ización para legislar. En los
casos en los que el leh~slador rn isrno rellene e-l supuesto de
hecho, bien por una ley penal o ext rapen al. no existe norma
pe n a l en blanco.
En mi opinión, esta última concepción tampoco desentra-
ñu In n a l.u ru lcz a de' la no rrna penal en b la nco. Si existe
alguna raz ón para que el legislador no consigne el supuesto
tic hecho de una norma penal dentro de In misma norma
penal,' ésta no es otra que la siguiente: la conducta que
constituye el supuesto de 'hecho de la 'no¡-ma penal en hl a n-
ea está est.rccharnente relacionada con otras ramas del 01'-
denamiento jurrdico de finalidades y alcance diferentes a los
de la norma pe nnl,
La regulación de determinadas actividades peligrosas para
la sanidad de' un pn is, su orden económico, el medio am-
biente, etc. ""':"'por sólo citar los sectores en los que se da
más frecuentemente este tipo de técnica legislativa-, está
fuertemente condicionada por las circunstancias histórico-
sociales concrelas_ La actividad legislativa en estos sectores
es incesante: a uno ley sigue otra que poco después la'
modifica, un reglamento que la desarrollo, ete. Si se inclu-
yeran estos con ductns que forman el supuesto de hecho de
lo. norma penal en In redacción de la norma penal misma,
habría que estar continuamente reformando ésta, so pena
de quedar pr act.icnrncn te sin aplicación. Para - evitar este
deterioro leuis lativo de la norma penal, surge la nOl111a penal
en blanco. Esta existe independientemente de que el acto, a
t

':
3R

través del que se consigna el supuesto de hecho, tenga ori-


gen legislativo o proceda de una autoridad atfminisLrativa.
Esto es ncccscrio. 'Es .mris, el que un tul supuesto de hecho
se determine por una Ley o por un Reglamento es muchas
veces accidental. Un claro ejemplo de ello Be dn en el a rt.
325, que castiga al que con determinadas conductas en él
descritas, contraviniendo lo dispuesto flor las Leyes II otras
1
disposiciones de carácter general protectoras del medio (lJlt-

biente, -pueda perjudicar gravemente el equilibrio de los


sistemas naturales". El hecho de que una vez sea. una, ley
la que.determine-el-supuesto de hecho y otra un reglamento
no debe .llevar a negar el carácter de norma penal en blanco
de estos preceptos, cuando la regulación del supuesto de
hecho se encuentre en una Ley, o a nfirrnu r!o solo cuando
se de una infracción reglnrnentnria.
La norma penal en blanco, una vez completada, CR tan
norma penal como cualquier otra. Desde un punto de vista
meramente estructural la norma penal en blanco no plan-
tea,' por consiguiente, especiales dificultades, ~I supuesto de
hecho consignado en la norma extra penal pertenece a la
norma penal, integrrindcla o completándola. Pero material-
mente el uso o abuso de este procedimiento técnico legista-
tivo dificulta extraordinariamente la lnbor del penalista, no
sólo porque se ve remitida a ámbitos jurídicos que le son
desconocidos o que, por lo menos, no conoce tan bien como
el penal propiamente dicho, sino también porque el distinto
alcance y contenido de la norma penal respecto él. las demás
normas' jurídicas' produce -un a discordancia entre las propias
normas penales que no ayuda en absoluto .0. la certeza y
seguridad jurídicas. 'Por otra parte, In norma penal en blun-
co supone muchas veces una infracción del principio de le-
galidad y del de la división de poderes estatn les que le sirve
de base, al permitir que el carácter del ict ivo de una COI)r1UC-
t.a pueda ser determinado por una autoridad que, constitu-
cionalmente, no está leg-itimada para ello. El tema incide,
pues en la prphlernd ticu del principio de legnlidad y allí
se ['(1 estudiado' (véase infru , capttulo V)_

\
I
I

\
39

UilJ lio grafía:



Ih:lH:I\I.I.IJrVt:\HI (coord.q.l, lli s tnri o iurolrh:icn del control s oc i,in

B;"\rcclona I!J~9; COIJF:s. Visiones de control socia l. t.noucci,in de


Elcnn La r r-nu r-i. Hn rc cl o nn t-!)HR: O~: LA CtlF.Sí,\ AU1..\,I"U·::-;11I. Prr-su-
p u cs l ns (undi1nlt:'nl:'llc!'\ dc l Dc r cr ho pe nn l. 1:11 r:~u?:kilorr. . .siln
!')cho~ti;\n. tlici"lnbrc 19B~; l i.\:--~,,:~u·:lúi\"'tI:'If)7. CONIH:. l ntrnduccirin
~ In Criminolncfn y ni Dc rcchn pcnnl. Vn lr ncin 108ft: f.UZ(l." r""",
Alcn n cc -y [u ncirin cie! Derecho po nnl. en ,\1)1', 1989, (recnf:(icio
:lhnr:l en 3\1~: r:~tudio~ pe n al e s , Ilarcelnnn I~J,n \: ~llIt rOl", l ntrn-
d ucc i n :1 ln s hf\.·H~~ del lIe rccho
ó p c n al , Iti1rcclnnn 1!J7fi; ¡\fusll?
Cf1NtH.:, Illlrntlllcc1ún ,,1 Derecho ~J('nnl. Il:lrcclonn 197:;: i\.1tJ~·I()7.
r.nNIH:. lrr-r-r-cho pcnn l .Y cOl\trnl··.Clnci:lI, .¡rn':,:-L!JR!); O~-r.\\'(O [H.:
T<JL~U.t>, Sobr c ei concep.lo del Derecho -pc nn l, Madrid l~t! l.

S"hrr. In rmr n m pc nn l en bl a nco .v nlr(l~ p r-obl o rnn s tic t ccn ica


·Ic~isluli"l\. VC,,"C la 'bib!io¡¡r~ria citada en capüulo V.

Potrebbero piacerti anche